Vendras a mi. Cap. 19

Hace un año y medio….

 — ¿Es necesario que se vayan? Están apenas a comenzar nuevo curso, no lo pueden dejar todo botado  —  Yoochun le hablaba a Jaejoong como rogándole por una segunda opción. Después de la llamada que el mayor había hecho a su empresa, solo se le ocurría llamar a su amigo para ayudarlo en esta situación.

 — No puedo hacer más nada, además Yunho estará en mejores manos  —  le hablaba mientras empacaba sus pertenencias decidido.

 — ¿Qué dijeron sus padres?  —  le pregunto mientras le pasaba un par de camisas

 —  Aceptaron la idea, con tal de que estuviera bien  —  seguía mirando su maleta por si le faltaba algo

 — ¿Y los demás? ¿Ya saben?

 — No les he dicho, pero es mejor avisarles  —  se detuvo un momento  —  llámalos y diles que vayan al hospital hoy por favor, no tengo sus números  

 — De acuerdo pero, estarán muy extrañados, apropósito ¿Qué día transferirán a Yunho?  —  dijo mientras sacaba su celular buscando los números correspondientes

 — Hoy en la noche se lo llevaran a América, mi vuelo sale mañana temprano

Yoochun abrió los ojos como platos  —  ¿Qué? ¿Tan pronto?

 — Sí, los de la empresa dijeron que como compensación por haberlos ignorado, tenía que ir lo más pronto que fuera, además que me debo adaptar antes de entrar al colegio

Suspiró, no podía hacer nada contra una decisión ya hecha  —  De acuerdo, ¿Necesitas que te ayude en algo más?

 — Sí, toma  —  le aventó unas llaves  —  Son copias de la casa y mi moto, dáselas a Junsu después de que me vaya, estoy seguro que querrá salir de la casa de su madre  —  rió por lo bajo

El menor acompaño la risa del otro  —  Al menos tu casa me queda más cerca que la casa de Junsu jaja, ¿Es todo?

Lo pensó un momento  —  Sí, es todo

 — Entonces te veo en una hora en el hospital, iré a buscar a Junsu para despedirnos de Yunho, nos vemos  —  lo abrazó y salió de la casa

Ya con la maleta casi lista Jaejoong se tocó la sien “¿Esto es cierto? ¿O solo un sueño?” pensó, cerró los ojos pesadamente, todo iba tan rápido… abrió los ojos y miro esa argolla que reposaba en su mano “Espero que sea lo mejor Yunnie, para ambos”.

Al llegar al hospital, se encontraban todos los chicos allí incluso Jonghyun y Key. El menor de todos se le aventó al recién llegado abrazándolo  —  Jaejoong, ¿Es verdad que te vas? Si ni siquiera me terminaste de enseñar a cocinar

 — Lo siento pequeño, pero es algo que debo hacer  —  lo dijo quitándole un par de mechones de la frente, sonriéndole

 — Sí Jae, ¿No crees que es un poco apresurado?  —  se acercó Junsu, junto con los demás

 — No me queda de otra, además prometo volver con Yunho  —  habló tratando de calmar la situación.

Heechul se le acerco  —  Supongo que por ahora no podrá ser la oferta que te propuse, pero si cuando vuelves cambias de parecer, mi madre o yo mismo te recibiremos gustosos

 — ¿Eh? ¿Qué propuesta?  —  el más alto se quedo confundido

 — Nada Siwon  —  el mayor le sonrió  —  ¿Ya te despediste de Yunho?

 — Sí  —  le respondió al chico volteando a ver al otro  —  Jaejoong te encomiendo a uno de mis mejores amigos, aunque estoy seguro que no podría estar en mejores manos, apropósito ¿Cuándo lo trasladan?

 — En unas cuantas horas, sus padres están firmando el consentimiento ahora, así que no tardaran

 — Entonces iré yo a despedirme  —  Yoochun se arregló la camisa  —  ¿Vamos Su?  —  el menor asintió y entraron al cuarto observando como Jaejoong respondía aun las preguntas de los demás, tomó una bocanada de aire y habló  —  Tal vez no me escuches Yunho, pero Su y yo te deseamos lo mejor con Jae, sabes que es un poco testarudo y eso pero se esta esforzando al máximo como nunca antes. ¡Ah! Y ni se atrevan a hacerlo en las camas de los hospitales ¡Eh!  —  lo señalo riéndose y recibió un golpe por parte de Junsu  —  De acuerdo, de acuerdo, olvida lo ultimo  —  dijo sobándose el abdomen.

 — Yo en la ausencia de Jae y tuya prometo tratar de contener las tonterías de Chun

 — ¡Su! Lo que yo digo no son solo tonterías, porque bien que te gustan cuando…  —  una mirada asesina lo detuvo  —  Esta bien, me callo

 — Como iba diciendo, tratare de que Chunnie no diga más cosas alocadas y te deseo la mejor de la suerte en tu viaje  —  sonrió y jaló la mano de su novio  —  Vamos Chunnie~  

El turno siguiente fue de Changmin quien entró con Sungjong tomados de la mano

 — Yunho, yo pues… sabes que nunca te soporte por ser tan tonto como mi hermano pero no será lo mismo sin ustedes por estos lares, así que les vaya bien  —  por poco que lo hiciera sonrió

 — Y yo no es que lo haya conocido mucho pero igual también les deseo suerte  —  el menor sonrió y salieron de la habitación

En la cafetería estaban Key, Jonghyun y Jaejoong hablando

 — Y… ¿Cuándo piensas volver?  —  le pregunto Key con una taza de cappuccino en la mano

 — No sé, tal ves en unos dos o tres años… si Yunho despierta para las siguientes vacaciones, volveré de visita con él, aun así no puedo incumplir el trato por lo tanto me debo quedar allí hasta que termine mis estudios

Jonghyun suspiró  —  Va a ser difícil sin alguien con quien molestar por allí

 — Hey, quien te dijo que podrías salir así como si nada  —  el chico rubio le hablo 

Jae rio  —  De verdad ustedes son tal para cual

Ambos chicos lo miraron y sonrieron  —  Lo sabemos

Después de tres horas comenzaron con el traslado del chico que aun no despertaba, mientras que su madre y hermana llorando le hablaban con cariño deseándole suerte y una pronta recuperación en aquella nueva ciudad.

La señora tomó las manos del joven que estaba de pie a un lado suyo entre las suyas  — Jaejoong te encomiendo a mi niño con todo mi corazón, por favor avísanos de cualquier cosa que suceda, este es el numero de Jihye o el mío  —  le paso una hoja de papel  —  Por favor

 — Yo también te encomiendo a mi hermano, tengan cuidado y nosotros empacamos sus pertenecías  —  se fue hasta una esquina de la habitación y arrastro una maleta  —  aquí están todos sus objetos personales al igual que su ropa

 — Gracias por hacerlo, yo la llevaré —  con cuidado tomó la maleta

 — Bueno supongo que no nos queda más que decir, gracias por todo Jaejoong  —  la madre de Yunho lo abrazó agradecida y triste de que no vería a su hijo por un tiempo, abrazo al que se unió Jihye.

Al separarse su celular comenzó a vibrar  —  Disculpen un segundo  —  contestó la llamada  —  Diga… si esta bien mañana saldré para allá… de acuerdo adiós  —  volvió hacia las dos mujeres  —  Lo siento mucho, pero tengo que arreglar unos asuntos antes de irme, adiós  —  las abrazó una vez más, vio la camilla de Yunho y se le acercó dándole un beso en la mejilla  —  No veremos pronto

Volvió a su casa con una maleta extra, al entrar se sentó en el sofá de la sala, no iba a extrañar mucho la casa, nunca la sintió como un verdadero hogar, siempre había sido fría, tan contraria a la de Yunho… pero de seguro Junsu le daría mejor uso, rio solo por su comentario, esperaba que así fuera, miro hacia el comedor y recordó aquel día que cocino para Yunho, quien iba a creer todo lo que ocurriría desde ese tiempo, las cosas cambiaron tanto, conoció nuevas personas, ya no buscaba peleas, no se perdía, su vida adquiría un sentido y todo por una persona. Se tocó las sienes y recordó que debía ir a la empresa de su difunto padre, así que salió pronto de casa nuevamente.

En el gran y elegante edificio decía claramente “Agencias de Seguros Kim”, suspiró pesadamente y entró, nunca le había gustado nada de eso de los negocios, no es que fuera malo pero simplemente no era lo que le apasionaba, dio con la recepcionista dando su nombre e inmediatamente fue llevado hasta casi el ultimo piso del edificio hasta una oficina muy lujoso donde se encontraban un señor algo ya mayor de edad sentado en el escritorio junto a dos chicos a un lado de la mesa.

 — Adelante jovencito, se puede retirar secretaria Yoo  —  la joven que había guiado a Jaejoong salió haciendo una reverencia  —  Siéntese  —  le ofreció uno de los sillones de cuero negro que allí se encontraban

 — Espero que el motivo de esta reunión no sea por la condición que impuse al aceptar el trato  —  le habló lenta pero refinadamente

 — ¿Sobre el chico que se piensa llevar?  —  Jae asintió  —  No se preocupe, no tiene nada que ver con eso, el motivo es que necesitaba informarle que mientras no este yo estaré a cargo de la empresa de su padre aquí en Corea, por cierto disculpe por no presentarme antes, soy Kang Wook. También quería informarle sobre sus hermanastros, primero está Kim Su Woo, quien es un año menor que usted y la jovencita es Kim Seul Mi quien tiene  quince años.

Jaejoong los miró de arriba abajo, tenían cierto parecido a su padre  —  ¿Y por qué ahora?  

 — La verdad que ellos también estarán estudiando para obtener un puesto en la empresa, pero debido a su madre, estudiaran aquí mismo.

Volvió a mirar a los jóvenes quienes se limitaban a saludar, mientras que la menor parecía que lo odiara por la mirada que le transmitía  —  ¿Es todo lo que me tenia que decir?  

El señor asintió

 — Bueno me tengo que ir todavía me falta por empacar, adiós  —  salió de la oficina para tomar el ascensor cuando vio que el chico quien decían era su “hermanastro” se le acercaba nervioso, con la cabeza agachada

 — Tú… ¿Tú nos vas a quitar todo? Mamá dijo que eras un ladrón que te llevarías todo lo nuestro  —  le preguntó sin rodeos

El mayor lo miró extrañado por la pregunta, de seguro tenían una de esas madres obsesivas al dinero  —  No tengo intenciones de quedarme con nada que sea de ustedes, así que puedes estarte tranquilo, concéntrense en estudiar lo mejor que puedan mejor  —  las puertas del ascensor abrieron y entró  —  Ah y dile a tu hermanita que no me miré como si fuera un asesino o un delincuente porque no lo soy  — el ascensor cerró sin más

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Pasajeros del vuelo quinientos diez con dirección a Estados Unidos, favor abordar por la puerta 4B

 — Bueno chicos, es mi vuelo, nos vemos  —  abrazó a todo y cada uno de los presentes agradeciéndoles el inmenso apoyo durante las ultimas semanas  —  Prometo volver  —  les sonrió a todos y cada uno  —  Y Sungjong, cuando vuelva te enseñare más recetas, mientras tanto practica con el libro de cocina que te di al igual que el baile

El menor sonrió  —  Claro, lo hare.

Observaron la pequeña espalda de Jaejoong irse directo al avión, cuando lo vieron subir se despidieron y se fueron cada uno por su lado

 — Ah~, ¿Qué voy a hacer?  —  hablo Changmin suspirando

 — ¿Qué sucede?  —  le preguntó Siwon ya que Heechul no había podido ir a despedirse por asuntos con su madre

 — Dicen que te puedes separar de una esposa bonita pero nunca de una esposa que cocine bien  —  dijo mirando hacia la puerta de abordaje, el mayor rio por el comentario de su hermanito, desde que estaba con Sungjong su personalidad había cambiado un poco, aun así no dejaba de ser tan frío con él

 — ¿eh? Así que me pensabas dejar~  —  frunció el seño bromeando

Changmin sonrió  —  Claro que no, ni en un millón de años  —  le paso un dedo por la mejilla

— Los voy a extrañar Chunnie, era divertido ver sus peleas de enamorados… espero que Yunho se recupere.

 — Lo hará no te preocupes  —  abrió la puerta del copiloto de su auto para darle paso a su novio  —  Por cierto Jae te dejó un regalito  —  le dijo sacando dos llaves del bolsillo de su pantalón, agitándolas en frente

La cara de extrañeza de Junsu era grande  —  ¿Y eso que es?

 — Son las llaves de su casa y de la moto dijo que si gustabas te podías mover a su casa y usar su moto, aunque creo que aun no sabes manejar una moto, yo te enseño cuando quieras

Los ojos del menor brillaron y tomó las llaves por fin tendría privacidad de su hermano y madre  —  ¿En serio?  —  preguntó para verificar si era verdad

 — Claro, ¿Crees que Jae mentiría en un caso así?  

 — Wee~ Soy feliz, pero ¿Dónde queda?  —  ahora que lo pensaba nunca había ido a aquella casa

 — No te preocupes, yo te llevo sube  

Al llegar a la casa, Junsu quedó fascinado con el lugar, incluso le quedaba más cerca a la escuela que su casa, habló con su madre y se mudó una semana después de que empezara el nuevo curso. Ahora estaban en segundo, Siwon se graduaría ese año y Changmin empezaría la vida de preparatoria.

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Un mes pasó en un abrir y cerrar de ojos.

Por un bonito parque se paseaban dos jóvenes tomados de la mano quienes llevaban galletas en las manos libres

 — Ahora que lo pienso, ¿Qué ha pasado con Taemin?  —  le pregunto el alto

 — Pues después de aquel día que hable con Minho, su actitud pareció cambiar poco a poco, ahora no es tan pretensioso e incluso nos llevamos bien entre ambos, parece que Minho casi le dijo o cambiaba su actitud o terminaban y al final de cuentas Taemin si lo amaba, eso lo hizo cambiar creo yo, por amor, se hace cualquier cosa  —  suspiró y se sentaron en una de las bancas del parque

 — ¿Ah si?  —  le preguntó Changmin

 — Sí  —  observó el cielo y luego paso su vista perdiéndose divertido en unos niños jugando

El más alto pudo notar como no le estaba prestando mucha atención, ya que reía divertido con aquellos niños  — Sungjong, ¿te gustan los niños?  

 — Sí…  —  le respondió sin voltearlo a ver

 — ¿Te gusta el baile?  —  lo puso a prueba primero

 — Sí…  

 — ¿Me amas?  

 — Sí…  

 — ¿Vendrías hoy a mi casa?  —  sabiendo la respuesta sonrió

 — Sí…

 — Entonces vamos  —  se levanto y lo tomó de la mano

 — ¿Eh? ¿Adonde vamos?  —  el menor tenia cara de no entender nada

 — Mi casa. Te pregunte y me dijiste que sí  —  su sonrisa no desaparecía

 — ¿Qué? ¿Cuándo fue eso?   

Changmin se detuvo dando una media vuelta, se le acerco quedando a pocos centímetros del oído  —  ¿Acaso no quieres?  —  le susurró sensualmente que hizo recorrer un estremecimiento al menor

 — Yo, cl…claro, sí  —  sus palabras se entrecortaban un poco por la ¿emoción? ¿Nerviosismo?

Llegaron rápidamente hasta el auto aparcado a unos cuantos metros del parque, el corto viaje hasta la casa del más alto el menor miraba por la ventana buscando palabras que decir mientras que en cada semáforo rojo Changmin lo veía de arriba hacia abajo con lujuria.

 — ¿Quieres algo de beber?  —  le dijo dirigiéndose a la cocina tranquilamente

 — A…agua gracias  —  se sentó en el gran sillón en forma de L color crema de la casa, era la primera vez que estaba en aquel lugar, era bastante grande el lugar y todo era tan sencillo no había nada que estuviera fuera de lugar “Es muy bella la casa pero debe costar una fortuna” observó que en la entrada de la sala habían dos señoras cuchicheando sobre algo y mirándolo a escondidas, les sonrió y las llamo con la mano  —  ¿Ustedes son?  

 — Disculpe señorito, somos las sirvientas de la casa, no pretendíamos molestar, es solo que el joven Changmin no trae a nadie  —  hablo una

 — ¿Nunca?  

 — No, el joven Siwon si lo hace pero…  

 — ¿No deberían estar haciendo otra cosa?  —  la voz fría de Changmin sonó desde la entrada estremeciendo a ambas señoras

 — Lo sentimos mucho joven, ahora nos vamos  —  salieron rápidamente

El dueño de la casa suspiro y se sentó en el sillón con dos vasos en la mano cediendo uno  —  Lo siento si te dijeron algo que no debían   

 — No me dijeron nada malo pero… ¿No crees que fuiste muy frio con ellas?

 — ¿Lo crees? Siempre he sido así con las personas  —  paso una mano por su propio cuello  —  solo soy diferente con la persona que amo  —  hablo un poco más bajo y miró al menor

 — Hmm… me preguntó quien será esa persona  —  hablo haciéndose el no saber nada, dando otro sorbo al vaso, cuando sintió el aliento de su novio chocar contra su oído

 — ¿Te doy una pista?  —  lamio parte de la oreja mientras pasaba una mano por el cuello del menor acariciándolo lentamente

Las mejillas de Sungjong se habían puesto de color rojo escarlata debido al contacto  —  Tal ves…  

 — Pues es un chico muy lindo y travieso, quien siempre ríe contento, además es la persona más bella que he visto en este planeta  —  bajo dando besos hasta llegar al cuello  —  Y que pelea hasta el final por su novio  —  sonrió

Nervioso pasó sus manos por aquellos brazos que siempre había añorado tocar, saborear y que disfrutaba al máximo cuando estaban alrededor de él  —  Yo…  —  no termino de hablar cuando su boca ya estaba ocupado con los labios del otro chico, quien rápidamente con habilidad introdujo su lengua, haciendo el beso mucho mas profundo, recorriendo aquella cavidad hasta lo más profundo, pero se separaron por falta de aire

Cerca a escasos centímetros uno del otro, Changmin rio divertido  —  ¿Te gustaría conocer más la casa? Pude notar que te gusto mucho cuando entramos   

Un desconcertado y poco agitado Sungjong accedió, no es que fuera un desesperado sexual pero… esperaba que sucediera algo más, ¿O solo estaba jugando con él? Porque si era así había logrado elevar sus hormonas al máximo, aun conservando ese rojo en las mejillas mientras miraba los alrededores, todo era tan elegante, pulcro y amplio, a diferencia de la casa de Heechul, no tenia tantos cuadros ni estaba tan decorada o con tantos colores, un estilo de vida muy diferente al que tenia actualmente fue su pensamiento en ese momento, su casa era una pequeña casa rentada donde vivían sus padres y él felizmente, también se pregunto qué se sentiría vivir en un lugar así. Estaba muy perdido en sus pensamientos que no se dio cuenta de que estaba dentro de una de las habitaciones.

 — Y esta es mi habitación  —  un lugar amplio, con una cama que parecía ser tamaño King en el centro, un armario de madera en un lado bastante grande y del otro unos pequeños sillones con un mueble en el cual se podía ver una portátil, discos y una pequeña pila de libros, además de una puerta que se suponía era el baño en  una de las esquina.

 — Es muy bonito tu cuarto  —  dijo acercándose a ver aquella pequeña pila de libros y discos

Changmin se encamino sigilosamente hacia el chico que escudriñaba el lugar, paso sus manos por la cintura sintiendo un pequeño estremecimiento como respuesta, comenzó besando el cuello que tantas veces lo había provocado mientras lo veía en las practicas de baile, esa nívea piel le sabia a gloria, volteo lentamente el pequeño cuerpo y lo posiciono de frente para así volver a besarlo con pasión y algo de desesperación, siempre se había dado a conocer por su gran sentido de cordura pero cada vez que su novio rondaba por su cabeza esta se le iba a un precipicio. Tenían ya más de seis meses de novios y se había prometido aguantar lo máximo por tener relaciones, pero es que cada día que pasaba se le hacia más difícil el aguantar la situación de estar junto a su novio y no poderlo tocar más que de manos o abrazos, incluso había días en que se despertaba a media noche por una ducha fría.

Sintió como unas manos pasaban por su cintura lentamente como queriendo provocarlo, mientras que las suyas propias pasaban por el cuello del más alto tocando esos sedosa cabellera, su boca bastante ocupada producía gemidos ahogados, fue levantado de un pequeño salto y enredo sus piernas al contorno de las caderas de su novio hizo un pequeño movimiento de caderas provocando que ambos miembros ya despiertos tuvieran contacto, llevando ondas eléctricas a través de ambos cuerpos, Sungjong se dejo llevar hasta esa gran cama que ocupaba el centro de la habitación. Su sudadera era lentamente levantada y en pocos segundos estaba en el piso al igual que su pantalón, ya solo quedaba en interiores.

 — Eres un angelito Sungjonie  —  Changmin le susurró al oído mientras lo veía separándose de él para quitarse la camisa y comenzar a besar el pecho del menor recorriendo cada parte de ese cuerpo que lo atraía completamente, formó un camino hasta llegar a una de las tetillas y succionarla mientras que tocaba la otra con una mano. Siguió bajando hasta llegar al elástico de la única prenda que le quedaba al menor, pero fue jalado con una mano.

 — Entonces este angelito te va a demostrar de lo que es capaz de hacer  —  sonrió picaron volteando la situación, quedando en arcadas encima de la cadera del mayor poniendo en practica sus sesiones de baile, balanceándose por encima del pantalón de Changmin mientras lo besaba. Nunca había estado con nadie pero le encantaba la sensación así que descendió su mano hasta la cremallera de ese “estorboso pantalón” como le hacia llamar ahora en su mente y lo bajo adentrando su mano hasta el miembro que lucia apretado e incomodo allí, se separo y lo miro lascivamente  —  Parece que alguien esta bastante despierto  

 — ¿Ah si? ¿Y que piensa hacer mi Sungjonie?  —  al instante sintió como una mano subía y bajaba por su miembro

 — Esto  —  saco a aquel prisionero de su jaula y se lo llevo hasta su boca, lambiendo la punta para luego bajar metiéndose a la boca todo lo que podía y comenzó un suave ritmo de arriba hacia abajo.

El mayor pensaba que con solo ver esa imagen que presenciaba en esos momentos se podría venir al instante, pero no podía dejar que su pequeño novio ganara la partida, así que lo detuvo  —  ¿Te gusta jugar eh? Pero es mi turno  —  lo viro y sin más se deshizo de lo único que le quedaba puesto a ambos cuerpos, sonrió  — Veamos  —  paso el pulgar dibujando aquellos labios que estaban rojos de tanto ser besados para poder adentrar tres dedos en aquella cavidad y que fueran chupados, los saco e introdujo uno en la entrada del menor

Sungjong cerró sus ojos y paso sus manos por la cama buscando algo de que agarrarse pero al no encontrarlo se agarró de las sabanas, sintió otro dedo entrar y un movimiento en forma de tijeras en su interior, otro dedo entro y ahora le dolía aun mas pero lo soportaría se dijo a si mismo. Escucho un “Relájate” con una voz muy suave, los tres dedos que estaban dentro salieron y lo que vino no esperaba que le doliera tanto, se agarró todo lo que pudo de aquellas sabanas que parecieran que se fueran a rasgar y unas pequeñas gotas se asomaron por sus ojos, y fue besado nuevamente en un beso calmado, que le aligeraba un poco el dolor. Cuando sintió que se iba acostumbrando a la intromisión se movió un poco dando la señal de que estaba preparado.

Las primeras embestidas fueron lentas y calmadas, pero a medida que pasaba el tiempo se convertían en salvajes y desenfrenadas, Sungjong se había acostumbrado al ritmo y el dolor parecía haber desaparecido por completo, lo único que lo inundaba era un placer completamente cegador mientras gemía incontrolablemente, nunca había sentida esa nueva sensación y le parecía increíblemente buena  —  Changmin… mnhh…te amo  —  era lo único que coordinaba a decir en esos momento.

Changmin se sentía en la gloria, aquellas apretadas paredes que rodeaban su miembro lo hacían sentir morir y el escuchar a su pequeño gemir desenfrenadamente lo enloquecía, observó como el miembro de su novio estaba siendo ignorado y comenzó a acariciarlo de arriba hacia abajo al compas de las embestidas. Mientras tanto besaba aquel cuello que parecía llamarlo a cada momento, lo chupó y mordisqueo para hacerle saber a todos los demás de lo que era suyo. De pronto sintió su miembro ser apretado aun mas y un liquido caliente recorrió su vientre para luego de unas embestidas más terminara dentro de su novio con un ronco gemido.

Se recostaron juntos en la cama y despacio el mayor salió del interior de Sungjong  —  Yo también te amo  —  le susurro aún agitado, se besaron nuevamente largo rato para después levantarse  —  Ven  —  le dijo y lo cargo en modo de princesa  —  Tomaremos un baño  —  le sonrió, su mirada solo predecía más sexo en aquella “ducha” porque tal parece que eso sería lo ultimo que harían.

Sungjong sonrió, tenia un novio insaciable, pero de esa manera lo amaba profundamente con todo su corazón.

>>> ♥ <<<

Mientras tanto en un afamado restaurante de la ciudad…

 — Lo siento Chunnie, tengo que ir al baño  —  rápidamente se levanto de la silla corriendo al baño, sentía unas horribles nauseas y un pequeño mareo, llego a su objetivo y se encerró en el baño. Cuando termino volvió miro a su novio preocupado

 — Si te sientes mal podemos ir a un hospital  

No le gustaba preocuparlo, ese día habían planeado pasarlo juntos y no dejaría que algo como unas nauseas arruinaran todo  —  No te preocupes Chunnie estoy bien  —  le sonrió

 — Está bien, te creeré  

 — Ahora, ¿Qué era lo que me ibas a decir antes de que fuera al baño?  

Su semblante cambio al instante, no sabia si decirlo o no, así que apretó los labios y luego tomó las manos de Junsu  —  Lo que pasa es que…  

No le gustaba para nada por donde iba la situación así que lo animó  —  Vamos Chunnie, te apoyare sea lo que sea  

Aquellas palabras le gustaron pero aun así no quería decir nada, suspiró  —  ¿Sabes que me crie en Inglaterra no?   —  el otro asintió  —  Bueno pues mi padre quiere que vuelva para terminar mis estudios allá  

Lo pensó un momento, a ellos aun le faltaban casi dos años para terminar el colegio  —  ¿Cuándo?  —  pilló a decir

Agacho la mirada  —  Dos semanas

 — ¿Qué pero no es muy pronto?  

 — Lo sé, pero tengo miedo de que pueda hacerte algo si no voy, mi padre es capaz de muchas cosas  

Amaba demasiado a su novio, y saber que se iba tan de repente lo hacia sentirse hundido, pero no debía ser egoísta, Yoochun pertenecía a un mundo muy diferente al suyo del cual no comprendía mucho  —  Esta bien  —  hablo bajito

 — Su…  

 — No, está bien Yoochun  —  se soltó del agarre de sus manos  —  Es lo mejor  —  ahora lagrimas inundaban su rostro mientras trataba de detenerlas con sus manos  —  Yo no sé nada acerca de la vida de los ricos, pero debe ser difícil serlo, tienes obligaciones y debes cumplirlas, no seré impedimento de eso

Se levanto de su silla y lo besó  —  Prometo volver lo más pronto que pueda

Luego de aquello se fueron  a la casa de Yoochun donde pasaron la noche, decidieron pasar aquellas dos semanas al máximo, yendo a parques, centros comerciales, pasear por los al rededores, etc…

Y el día que menos querían que llegara, llegó. Yoochun con una maleta a un lado abrazado de Junsu, rogaba por que el tiempo pasara lo más rápido que fuera. Una señorita por el alta voz habló indicando que era tiempo del adiós.

 — Te llamaré apenas llegue  —  le dijo tocando el cabello de Junsu  —  Te amo  —  le dio un beso.

 — Yo también, pero es mejor que vayas o te dejara el avión  —  le dijo sonriendo, no iba a llorar, debía mostrarse fuerte aunque por dentro detestara que se separaran.

 — Volveré Su  —  tomó la maleta y se encamino hacia la puerta que lo dirigiría hasta el avión, cuando antes de entrar lo miro una ultima ves sonriéndole y se fue.

Junsu aun estaba mirando a aquella puerta por donde se había ido su novio

 — Debe ser difícil  —  le dijo Sungjong a Heechul  —  Digo primero se fue Jaejoong y Yunho, y ahora Yoochun  —  miró a su novio  —  No me digas que el próximo serás tu  

 — No, yo no me iré  —  le dijo sonriendo

Heechul rodó los ojos  —  Desgraciadamente…  

 — ¡Umma, no digas esas cosas!  —  le dijo el menor

 — ¿¡Tu crees que se me olvida como te dejo aquella ves?! ¿O cuando me descuido? Prácticamente quedas como un tiro al blanco lleno de marcas rojas  

 — Vamos Chul, ya están grandes, saben lo que hacen  —  intervino Siwon, quien estaba orgulloso de la vida sexual de su hermanito, miro a Junsu tambalear y caer, corrió lo más que pudo para agarrarlo antes de que llegara al suelo, rápidamente llegaron los demás y fueron al hospital.

Veinte minutos después….

Junsu despertó en una camilla preguntándose que hacia allí, recordaba que vio a Yoochun irse y después todo se volvió borroso. A su lado estaba Changmin junto con un doctor

 — ¿Qué paso?  —  todo le era confuso

 — Te desmayaste en el aeropuerto y te trajimos hasta acá  —  le respondió Changmin

 Asintió y vio al doctor algo dudoso  —  ¿Qué me paso doctor?

 — No quiero decir algo sin estar seguro, es mejor que se haga más pruebas porque lo más probable es que esté embarazado  —  les informó

La cara de sorpresa de ambos chicos era demasiado grande  —  Pero Junsu es hombre, ¿Es eso posible?  

 — Es muy raro, pero si ha habido casos como este, por eso les digo que si el paciente se puede quedar más tiempo, y así lo confirmaremos  —  les informó mirando las hojas que tenía en mano

Junsu no cabía en la impresión aun ¿Un hijo? Después de unas cuantas horas la noticia fue confirmada, Junsu esperaba un hijo de Yoochun.

 — Me alegro mucho por ti Junsu  —  lo abrazó Siwon para luego ser abrazado por Heechul

 — Gracias chicos  —  les sonrió, estaba feliz, un hijo de su Chunnie seria maravilloso, ahora se preguntaba ¿Cómo seria cuando naciera?

Llegó hasta la casa de Jaejoong que ahora era como si fuera suya, iba a tomar el teléfono para llamar a Yoochun y decirle sobre la noticia pero en ese momento lo pensó. Si le decía, de seguro volvería enfrentándose a sus padres y tendría problemas, no debía preocuparlo, lo mejor era decírselo cuando volviera, mientras tanto criaría a su hijo con su familia y mejores amigos. Sí, eso haría

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Estaban dos chicos a las afueras de una dulcería disfrutando del paisaje, cuando uno miró la hora

 — Oh demonios, tengo que volver, mi hermano llega temprano hoy a la casa, y quiere que este allí para un no sé qué  —  decía mientras miraba el reloj en su muñeca

 — Yo te llevo, vamos  —  Thunder lo llevó hasta el auto

 — Gracias  —  le sonrió Mir amablemente

Cheondung lo miró y no pensó en nada más le encantaba aquella sonrisa, acerco su rostro y lo besó quedamente sorprendiendo al menor.

En esos momentos Mir cerró los ojos despacio, había decidido darse una oportunidad con Thunder pero no lo amaba aún, en su mente una imagen vivida le llego. Changsun.

El beso fue interrumpido por un fuerte jalón que sintió Mir, y miró hacia arriba ya que esa persona era más alto y nuevamente como antes quedo estático  —  Joon  

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