domingo, 29 de julio de 2012

Cap. 9. Desencuentros


  —  Estás muy pensativo Changmin ah…  —  JaeSun le hablaba con suavidad.
El menor salió de su ensoñación y es que había vuelto al automóvil de Yunho varios minutos después que su Hyung y se había quedado muy callado, con la vista fija en la nada.
Estaban aún en el estacionamiento de SME, pues Yunho se veía tan afectado por lo que sea que sucedió ahí adentro, que JaeSun le había aconsejado que mejor se calmara antes de conducir, si  no quería añadir un accidente a todo lo que estaban viviendo.
Andreé observaba a Changmin todo el rato, desde que había regresado al auto. A pesar de estar sentado junto a Yunho, ninguno de los dos se había vuelto a mirar al otro.
Centró su atención en Changmin, le gustaba aquella mirada concentrada que ponía, pero no que permaneciera callado todo el rato. Le encantaba su sonrisa y el timbre de su voz, aunque para él estuviera dirigida con sarcasmo e ironía, pues lo más seguro era que para él, con respecto a Changmin, sólo tenía dos opciones. La primera que le era real completa y absolutamente indiferente, y la segunda que en un dado caso que la primera no fuera así, le hiciera recordar a la persona que le había quitado el cariño de su líder, la oportunidad de verse amado por él.
Lo había interrumpido en sus pensamientos esperando escuchar su voz calmada, pero sólo recibió una negación con un movimiento de cabeza.
  —  Así que esta es la SM Ent…  —  señaló Andreé mirando el edificio donde su hermano había encontrado su lugar en la música y había hecho aquella familia que ahora estaba por desintegrarse.  —  seguro que a pesar de todo tienen grandes recuerdos aquí.  —  dijo el joven con nostalgia en la voz.
  —  Muchos de ellos muy buenos…  —  respondió Yunho con una sonrisa triste. De repente una idea surgió.  —  ¿Te gustaría entrar a conocer?  —  instó al mayor. Le gustaba hablar con él, mostrarle cosas que su Boo solía decir o hacer, porque era lo único que le quedaba, sus recuerdos con él, y de alguna manera, estar con Andreé era casi como estar con Jaejoong, aunque supiera que no era así.
Andreé sonrió, sabía que Yunho lo usaba de pretexto para hablar de Jaejoong, no debió abrir la boca, porque sabía que eso sólo lastimaba más a Changmin, pero por otro lado le gustaba que Yunho lo hiciera, porque le demostraba que a pesar de la distancia no olvidaba a su hermano, que era una especie de consuelo para él ¿No podría ser eso más contradictorio?
  —  ¿No tendrán problemas?  —  preguntó Andreé con precaución.
  —  No lo creo… vamos.  —  fue Changmin quien habló, sorprendiéndolos a ambos al bajar del automóvil.
Después de recorrer un poco las instalaciones, llegaron a lo que alguna vez fue la sala de práctica de DBSK. Era enorme, en una pared tenían un enorme espejo para ver su reflejo mientras practicaban, en la pared del fondo había un par de bancas, una pantalla, un reproductor de DVD y un equipo de sonido.
  —  Aquí practicábamos las coreografías. Aquella pantalla nos servía para ver los errores que teníamos en conciertos o ensayos que se grababan y así pudiéramos corregir.  —  explicaba Yunho.
Andreé caminó por el lugar sintiendo nostalgia y una presión en su pecho, casi insoportable, eran los recuerdos de su hermano, casi podía palparlo en el ambiente.
Yunho soltó un suspiro, en aquellos momentos sentía la presencia de Jaejoong junto a él, su voz, su risa. Tal vez con la distancia se había convertido en algo que idolatrar, pero Jaejoong para él siempre se sintió algo inalcanzable, pues el cariño que el mayor tenía por él era solamente de amigos.
Changmin miraba todo sin decir nada, después se concentró por un minuto en la puerta y luego vio su reloj, como si estuviera esperando algo o a alguien, pero aquello pasó desapercibido para los otros dos chicos.
  —  Aquí bailaba, practicaba, hizo amigos y forjó su carrera… si las paredes hablaran ¿Qué me contarían?  —  se preguntó Andreé con una sonrisa.
  —  Que era un torpe que dejaba caer el micrófono cuando podía y cuando no también, que seguido perdía el ritmo de los pasos o se atrasaba en las canciones…  —  empezó a enumerar Changmin con su tono irónico. Al menos esa parte de él había vuelto.  —  ¿Recuerdas Yunho ah?
  —  ¿Y tú recuerdas cuando grabamos  the Unforgettable girl in my life? Te fallaba la voz en la misma parte de la canción de H.O.T. y aunque la grabaste tres veces, tuvieron que poner la que no se escuchaba tan mal.  —  revivió Yunho causando la molestia del menor.
Mientras ellos   — recordaban  —  Andreé se acercó al equipo de sonido, curioseando los discos que ahí se encontraban, dejando de prestar atención a los menores. Colocó un dvd en el reproductor…
  — Donimyon one one nugudun ok
  — Million Men  —  sonó en el altavoz. Era el performance de apertura de una de sus conciertos.
Después de que acabara esa canción, buscó otro disco y colocó el que contenía el MV Oficial de   — Triangle  —
  —  ¿Están seguros que esa no es mi… noona?  —  se burló Andreé a ver a Jaejoong con el cabello largo y de un castaño caoba.
Changmin soltó la carcajada. Yunho arrugó la nariz en señal de molestia.
  —  Varias veces tuvo Yunho que defenderlo de acosadores que lo confundían con una chica, sobre todo con ese look.  —  señaló el más joven de los tres, causando que Andreé también estallara en carcajadas.
  —  Te recuerdo, JaeSun, que ese sería tu reflejo si te dejaras crecer el cabello.  —  le recordó el moreno.
El mayor se encogió de hombros mientras quitaba el DVD y colocaba otro.
  —  Nunca me lo he dejado tan largo por esa misma razón.  —  respondió.
  —  Mirotic.  —  nombró Yunho la canción del altoparlante.  —  Esa fue… una de las últimas canciones que sacamos como grupo.  —  señaló con un nudo en la garganta.
Los cinco integrantes utilizaban una imagen mucho más madura y sexy que en las veces anteriores.
  —  Y ese sí es mi Hyung.  —  dijo Andreé en tono de broma, pero al escuchar la letra de la canción no pudo evitar soltar la carcajada. — Me deseas, estás enamorada de Mí, estás loca por mí… te tengo debajo de mi piel… —  repitió parte del estribillo.  —  y la modestia en esta canción quedó muuuuuuuy aparte.  —  se burló el mayor para luego tomar una actitud seria quedándose callado unos minutos mirando la pantalla, viendo los movimientos que su hermano hacía durante la coreografía. Cuando habló lo hizo tranquilo, con un dejo de tristeza en la voz.  —  según ustedes…  —  se aventuró a preguntar.  —  ¿Cuál creen que sería la canción favorita de Jae  Hyung? ¿Cuál de todas las que conocen o las que ustedes cantan?
Fue Yunho, lógicamente, quien le contesto.
  —  Pues… serían dos… una que no es nuestra, pero es en coreano… se llama   Saengil Chukha Hamnida. Fue el openning de un dorama muy popular hace algunos años… la otra sería nuestra, una que cantamos en japonés… se llama Lovin’ You, siempre lloraba al cantarla.  —  recordó el moreno.
  —  ¿Podrías mostrarme cuál?  —  pidió Andreé. Con un título tan elocuente, el pelinegro ya se imaginaba por qué.
  —  De hecho puedo enseñarte la letra…  —  dijo Yunho con una sonrisa.

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Al poner el pie en el enlozado lobbie de aquel lugar tan conocido, los tres chicos fueron asaltados por los recuerdos de su vida en aquel lugar. Buenos y malos se iban entretejiendo para hacerles revivir todo aquello sobre lo que ahora estaban de pie, luchando por sobrevivir, por dejar atrás lo malo y poder enfocarse en su carrera, en sus amigos. Miraron el mobiliario negro de la recepción ¿Cuántas anécdotas no podían contar que sucedieron ahí precisamente?
Junsu, Yoochun y Jaejoong iban acompañados de los abogados que los representaban en la demanda, para una reunión con Lee So Man y directivos de SM, para la cual hacía falta casi una hora por lo que Yoochun tomó asiento en un sillón, jalando a su lado a Junsu para que se sentara con él. Jaejoong se mantenía de pie, dispuestos a esperar pacientemente en ese tiempo... o al menos lo intentarían.
  —  Siéntate… me impacientas.  —  le pidió Yoochun con un gesto de incomodidad.
El mayor sólo lo miró sin contestar nada. Los recuerdos se agolpaban en su mente, no podía negar que los extrañaba, más a uno que a otro, pero no dudaba que ambos eran importantes para él ¿Estarían aquí? ¿Podría verlos por un momento aunque sea de lejos? ¿Podría verle?
  —  ¿Jaejoong  ah?
La voz que escuchó a sus espaldas lo trajo a la realidad como si le hubieran dado un golpe en cabeza, desde que la conocía no podía evitar sentir aquella sensación desagradable recorrerle la espina dorsal cada vez que la veía.
  —  Min Ae noona…  —  le llamó mirándola seriamente.
  —  ¿Eres tú?  —  le miró la chica extrañada para luego mirar a los otros chicos y de regresó a él.  —  no puede… imposible… no… ¿acabas de llegar?  —  le preguntó confundida.
El pelicastaño hizo una mueca de fastidio ¿acaso no lo veía? No tenían ni dos minutos de entrar por la puerta de principal, tenía un gafete de visitante ¿y le preguntaba si acababa de llegar?
  —  No tiene mucho que llegamos… los tres juntos, Min Ae  noona.  —  le aclaró Junsu con una mirada retadora en esos ojos castaños que siempre tenían un brillo divertido e inocente en ellos, pero que al tenerla cerca cambiaba.
Desde que habían sabido que aquella chica casi quería entrarle por los ojos a Jaejoong, era que trataban de evitar el menor contacto con ella. En aquel entonces no sabían por qué, y hasta ahora no habían escuchado las razones de viva voz de Hero, pero al menos intuían por qué jamás correspondió a los esfuerzos de la chica.
  —  Es que… yo creí…  —  la pelinegro le miró con sorpresa en el rostro causando que los tres chicos pusieran atención en ella al ver que se ponía realmente… ¿nerviosa?  —  entonces… ¿a quién vi en el salón de ensayos con Yunho Sshi y Changmin ah?  —  Yunho fue el único que había marcado diferencias con aquella chica, al no permitirle tratarlo con tanta familiaridad.
Los tres se miraron, mientras los abogados se pusieron de pie.
  —  Era exactamente igual a ti, Jaejoong ah… entonces… ¿Es cierto? ¿Son ciertos los rumores? ¿Yunho Sshi encontró a alguien exactamente igual a ti?  —  le señaló como si sólo se hubiera enterado en ese momento.
  —  ¿Dónde dijiste que están?  —  dijo Jaejoong apretando los puños.
Sus compañeros lo vieron y se levantaron al escuchar aquello ¿Estaban ahí? ¿Los tres? ¿Entonces… era real? ¿Yunho y Changmin estaban implicados? ¿Qué rayos estaba sucediendo?
  —  En la sala de ensayos…
Y la chica ya no pudo añadir nada más, Jaejoong salió corriendo tomando los pasillos que tanto conocía hacia la sala que les servía para reunirse.
  —  Jae, espera… Hero…  —  le llamó Yoochun sin éxito, pues el mayor ya estaba lejos de ellos.  —  ¡Damn it!  —  se quejó saliendo tras él con Junsu y los abogados pisándole los talones.
  —  Jaejoong  ah… Yoochun ah… Junsu  ah ¿Qué pasa?  —  pero los tres iban tan rápido que ninguno se dio cuenta de la sonrisa burlona que adornaba el hermoso rostro de la joven.  —  Ilusos… fue tan fácil… y ahora que tengo un poco de ayuda interna… no cabe duda que DBSK terminará por quedarse en SM.  —  dijo en un murmullo observando cómo los chicos se alejaban de ella.  —  haré que desees jamás haber conocido a Jung Yunho.
Deseaba con todas sus fuerzas que lo que aquella bruja dijo no fuera verdad, rogaba a todos los santos, dioses, y entes religiosos similares que conocía que Yunho no estuviera con él, que no estuviera implicado en todo esto, que no se hubiera prestado a algo tan bajo, tan sucio… que no lo hubiera cambiado por un don nadie que solamente tenía la increíble coincidencia y la maldita desgracia de parecerse a él, porque ese no era él.
En la sala de ensayo, Yunho sonreía ante la canción que escuchaba, la voz de Jaejoong resonaba en las cuatro paredes de aquella habitación.
  —  No creo que sea buena idea, Yunho ah…  —  dijo el mayor un poco cohibido.  —  No he cantado para nadie desde el segundo año de secundaria y no pienso repetir el ridículo que hice.  —  recordaba que aquella fue la peor ocasión en que sus hormonas de adolescente le hicieron una mala jugada y le salieron tantos   gallos, desafinó tanto, que se juró a sí mismo no volver a cantar frente a nadie nunca más.
  —  Sólo es una pequeña estrofa… mira, empezaré yo ¿De acuerdo?  —  insistió Yunho.
  —  ¡Además es japonés! Si apenas puedo pronunciar el coreano ¿Qué será esto?  —  señaló la pequeña hoja donde Yunho había apuntado la letra y la traducción.
  —  Ya no le insistas, Yunho ah… no quiere. Punto. Para mí que no tiene ni la mitad de la voz que dice… a lo mejor el único con talento es su hermano.  —  señaló Changmin con ironía.
El mayor suspiró resignado, al parecer los dos cantantes  estaban comploteando en su contra. No le gustaba que le anduvieran comparando con su hermano… no era que no quisiera conocer a Jaejoong, era que… simplemente… rayos… no sabía por qué, pero estaba comenzando a enfadarse, realmente estaba sintiéndose muy incómodo.
  —  Sólo escucha la canción… ¿De acuerdo?  —  le pidió Yunho con una sonrisa a la vez que ponía la pista y empezaba a cantar…

YUNHO:
Oh hard to say…
(Qué difícil es decir)
Nani wo ieba yokatta darou
(Que más que nada necesito ver tu sonrisa)
So far away…
(Aunque tan lejos)
Mou ichido egao mo kimi ni shitai no ni
(Quise hacerte sonreír una vez más)

  —  Hey, esa es la parte de Yoochun.  —  se quejó Changmin con una risa burlona.
  —  No lo haré, no imitaré a Jaejoong…  —  dijo el mayor con una mirada retadora.
Yunho puso pausa a la canción.
  —  No pido que lo imites, pero deseabas saber cuál es su canción favorita, y es esta… una de nuestras canciones que siempre lo hace llorar aunque no sé cuál es la razón, qué recuerdo doloroso es el que motiva sus lágrimas… creí que siendo su hermano podrías comprender sus sentimientos.
  — ¿Acaso se podría ser taaaan ciego?  —  se preguntó JaeSun al ver la mirada triste de Yunho…
  —  Está bien…  —  dijo el pelinegro dándose por vencido.  —  pero si desafino como si estuvieran matando a un gato frente a ti, te juro que me las pagas, Yunho ah.  —  le dijo con enojo.
El moreno sonrió, para después girarse a ponerle play a la pista…

Lovin' you
(Amándote)
itsumade mo tsuzuiteru
(Seguiré eternamente)

La voz de Andreé sonaba idéntica a la de Jaejoong, tal  vez un  par de tonos más graves, pero no era tan diferente. Yunho sonrió. Changmin sólo cerró los ojos, era como volver a los viejos tiempos, cuando ensayaban en ese lugar, cuando estaban los cinco juntos compartiéndolo todo.
Andreé cerró los ojos, podía comprender a su hermano, porque en ese momento se dio cuenta… por fin supo lo que le pasaba con respecto a él, al hermoso chico alto de ojos color chocolate que despertaba en él toda una gama de sentimientos, que iban desde ternura hasta la tristeza y esas ganas de protegerlo que surgían al ver que la tristeza y la desilusión se apoderaban de aquellos ojos… Andreé reconoció por fin… que se había enamorado de Changmin.

Lovin' you
(Amándote)
yume wo miteta
(Tuve un sueño)

Conforme se iban acercando a la sala de ensayos, la voz les llegaba cada vez más nítida y si no fuera porque veían a Jaejoong corriendo delante de ellos, Yoochun y Junsu hubieran podido jurar que esa era su voz.
Lovin' you
(Amándote)
donna hi mo kawarazu ni
(Cada día sin cambiar)

Jaejoong se detuvo en la puerta… esa canción… ¿Por qué demonios tenía que ser esa canción? Podría haber sido cualquiera, pero ¿Por qué esa precisamente? ¿Por qué? Si era la que, sin que él lo supiera, le dedicaba a Yunho en cada concierto que la cantaba.
Lovin' you
(Amándote)
kagayaite itayo
(Estabas brillando)

 Junsu y Yoochun por fin le dieron alcance, junto con los abogados que habían ido tras ellos tres apenas se hubieron levantado. Jaejoong tenía un semblante abatido, pero que rápidamente fue convirtiéndose en uno de enojo absoluto.
  —  Esto se acaba, aquí y ahora…  —  dijo al mismo tiempo que abría la puerta de golpe  —  ¿Qué demonios está ocurriendo aquí?
  —  ¿Jaejoong?  —  la cara de Yunho reflejaba en ese momento lo que su corazón experimentaba, sorpresa, alegría, era todo un torrente de emociones que lo embargaban que no supo cómo reaccionar.
  —  ¿Junsu, Yoochun, Jaejoong?  —  les llamó Changmin y es que a pesar de todo, verlos de nuevo era una alegría para él, después de todo lo ocurrido.
  — ¿Los hijos pródigos?  —  se preguntó Andreé mirando al chico que iba al frente, ahora con un color castaño en el cabello, pero no dudaba de que fuera su gemelo… eso era realmente imposible de pasar por alto.
La mirada fúrica de Jaejoong se posó en él.
  —  ¿Qué significa esto Jung Yunho? ¿Al fin han empezado a buscar quiénes pueden ser nuestros remplazos? Por lo que veo ya están enseñándolo a hacer mis partes, ¿Qué sigue? ¿Qué se vista y hable como yo? ¡No voy a permitirlo!  —  se soltó de largo el mayor con sus reclamos sin dejar que nadie pudiera argumentar nada.
  — Celos.  —  Se dijo Changmin al reconocer que su Hyung no podía ocultar lo que sentía por Yunho, pero éste parecía no darse cuenta.
  —  ¡Jaejoong, basta!  —  interrumpió su discurso el moreno intentando explicarse.  —  nada de lo que dices es…
  — ¿Qué entiendo mal? ¿Qué no es verdad?  —  pero Jaejoong cuando se enfadaba era de no escuchar razones.  —  ¡Por favor! Pero si está mal cantando uno de MIS coros con un pésimo japonés. Te has estado exhibiendo con él haciéndole creer a nuestras fans que soy yo ¿Y me estás diciendo que mal interpreto todo? ¡Es el colmo, Yunho!  —  siguió el mayor con sus reclamos.
  —  ¡Por favor, Jaejoong, nada de eso es verdad!  —  quiso Changmin que escuchara, pero el pelicastaño estaba demasiado poseído por su propia ira para hacerlo.
  —  ¡No te metas, Changmin!
  —  No le grites, él no tiene la culpa de tu maldita paranoia.  —  se escuchó la voz de Andreé, defendiendo al menor. Por más enojado que estuviera Jaejoong, no iba a permitir que le hablara así a… su ¿Amigo?
  —  ¡No te inmiscuyas en lo que no te importa! Porque esto no es una maldita paranoia, no voy a permitir que tomes un lugar que no te corresponde.
  —  Basta, Jaejoong. No sabes de lo que hablas, no sabes quién es él.  —  le quiso detener Yunho.
  —  Entonces dímelo… ¡Dímelo! Explícame qué hacía contigo en el aeropuerto de Seúl, por qué vive contigo, qué está haciendo aquí en nuestra…
  —  ¿Nuestra? Te recuerdo Jaejoong que ya no hay un NOSOTROS, sólo un USTEDES y ÉL Y YO.  —  dijo el moreno apuntándolos a los tres y luego señalándose junto con Changmin.
  —  ¿Y de quién es  la culpa? ¡Maldita sea! Si tú no te hubieras acobardado, las cosas hubieran sido diferentes, pero no… tenías que huir y esconderte, ponerte a salvo. Preferiste arrastrarte y arrastrar contigo a Changmin que pelear como lo estamos haciendo nosotros.
Junsu y Yoochun trataban de hacer que Jaejoong se tranquilizara, pero no podían, el mayor ya había desatado su enojo y sería muy difícil que se serenara en aquel momento.
Changmin sintió que le hervía la sangre al escuchar tantas cosas de los labios del mayor, pero antes de que pudiera decir algo, argumentar algo en defensa suya y de Yunho, la voz de Andreé se dejó escuchar.
  —  ¡Ya cállate! Contra mí vocifera todo lo que quieras, pero no voy a permitir que sigas en contra de Yunho… contra él menos que ninguno.  —  le aseguró.
  —  No te entrometas…
  —  Lo hago porque Yunho es mi amigo, no voy a dejar que lo sigas tratando como basura, cuando la basura aquí eres tú…
  —  Maldito…
  —  Andreé, detente…  —  trató de pedir Yunho, pero el joven tenía el mismo carácter impulsivo que su hermano cuando le colman la paciencia, lo cual había sucedido cuando Jaejoong se refirió a Yunho y a Changmin.
  —  Está emberrinchado ¿No lo ves?
  —  ¡Andreé!  —  trató de callarlo el moreno, pero ya no había marcha atrás.
  —  Es un niñato malcriado que sólo piensa en sí mismo… me habías contado muchas cosas de él que no encajan con lo que estoy viendo ahorita, Yunho ah.  —  y Jaejoong sólo pudo sentir que se encolerizaba más al escuchar la familiaridad con la que el   impostor trataba a Yunho.  —  Sólo es un maldito egoísta que no mide sus palabras, que no repara en lo que las personas pueden sentir en ese momento. Ni siquiera ha intentado saber el porqué de las cosas y ya está apuntando con el dedo…
Pero Andreé se vio interrumpido, pues Jaejoong no reprimió más su ira y lanzó un golpe directo a su rostro, el cual pudo fácilmente eludir debido a su condición física y entrenamiento, y lanzó un golpe directo al estómago de Jaejoong, más por puro reflejo de defensa.
El gancho dejó a Hero sin aliento sentado en suelo, tratando de recobrar el aire que fue expulsado tan abruptamente.
  —  Estúpido niño malcriado…  —  le dijo Andreé a su gemelo con enojo.
  —  ¿Qué demonios pasa contigo? ¿Por qué hiciste eso?  —  le cuestionó Yunho tratando de alejarlo de su JaeBoo, pero el mayor no se movió un segundo de su lugar.
  —  Sólo me defendí, Yunho ah… no iba a dejarme golpear por… ese.  —  señaló a Jaejoong que se hallaba aún en el suelo, siendo ayudado por Yoochun y Junsu a incorporarse.
  —  Hyung, vámonos de aquí…  —  pidió el delfín al ver el tamaño al que habían llegado las cosas con su presencia en la SM.
  —  Sabes que Jaejoong no tiene el mismo entrenamiento que tú.  —  siguió argumentado Yunho contra Andreé.
  —  Él lanzó el golpe primero.
Jaejoong se soltó del agarre de sus dos amigos y se lanzó directamente contra el cuerpo del impostor, haciéndole una tacleada. Los dos jóvenes se enfrascaron en un fuerte intercambio de golpes, hasta que Junsu y Yoochun lograron separar a Jaejoong de su gemelo y Yunho y Changmin retiraron a Andreé de contra su hermano mayor.
Los abogados fueron quienes intervinieron en aquella ocasión, aconsejando que se retiraran hasta que Jaejoong se tranquilizara. Cosa muy poco probable en aquellos momentos.
Yoochun sacó a su Soulmate lo más rápido que el propio Jaejoong lo dejó y que pudo. Tras él, los abogados habían tomado del brazo a Junsu y lo arrastraban junto con ellos. Si en la SM se enteraban de aquello, su caso estaba prácticamente perdido.
Pero el pequeño delfín luchaba por soltarse, no quería irse, no hasta que su Hyung y su Dongseng le dieran una explicación de lo ocurrido, sentía que de una forma u otra se los debían. Junsu no se iría sin escuchar de sus propios labios la versión de todo esto.
Cuando llegaron a la Van que los había llevado a la empresa, Xiah se soltó del agarre de los hombres mayores.
  —  Ve con él. Tranquilízalo, tú eres el único que puede lograrlo.  —  le pidió, demostrando así su preocupación por el mayor de ellos.
  —  ¿A dónde vas? ¿Qué vas a hacer, Su?  —  el ratón no estaba en aquellos momentos para más presión después de lo vivido con Jaejoong.
  —  Necesito razones, Yoochun, y tendrán que dármelas.  —  dijo el menor dándose la media vuelta para regresar a la sala de ensayo.
  —  No podemos hablar con ellos, las cosas…
  —  ¡Más complicadas no pueden estar!  —  estaba enfadado. No esperaba que el otro comprendiera, pero quería que le dejara ir en busca de un poco de tranquilidad para sí mismo.  —  ya se ha roto el pacto de confidencialidad… no puedo complicar más esto.  —  dijo alejándose y dejando a un Yoochun divido entre quedarse con su mejor amigo e ir con su pareja en busca de respuestas.
  —  ¡Sólo ten cuidado! ¡Por lo que más quieras ten cuidado!  —  le rogó.

1 comentario :

  1. A que Jae tan atrabancado y testarudo, no deja ni acepta explicaciones. Después de esto haber como afecta en la demanda.

    Gracias!!!

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