Vendras a mi. Cap. 11

Habían estado abrazados por vario rato hasta que decidieron separarse, Yunho observo el rostro del pelinegro que estaba notoriamente sonrojado – Yo… sé que ahora tal vez no me creas pero quiero que sepas que no te volveré a dejar nunca más y si llegara al día que te fueras, te buscaría hasta encontrarte – le sonrió y acerco su rostro para darle un beso pero antes de que pudiera hacerlo, Jaejoong giro el rostro a lo que el más alto soltó un suspiro – Esperare el tiempo que sea necesario hasta que me aceptes otra vez – tomo la mano de Jae – Ven, vamos a ver películas en mi cuarto – y se fueron directo a la segunda planta de la casa

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Mientras tanto en cierta habitación un chico era acorralado en la puerta del lugar

 — Chico travieso… Estábamos en pleno restaurante para que vayas tocando lugares que podrían traer consecuencias como estas – decía lascivamente en el oído del otro chico

 —  Pues estas consecuencias me encantan – y al instante sintió como era besado salvajemente

Se separaron por la falta de aire – Me encantas Hun…  —  le dijo Chunji en un susurro cerca del oído a lo que continuaba el beso, paso sus manos por la cadera del otro y lo alzó, haciendo que por inercia L.Joe cruzara sus piernas por su cintura. Ya en esa posición llegaron directo  a la cama del cuarto.

 — Veras que las travesuras se castigan – le sonrió victorioso, mientras le sacaba la playera que llevaba puesta y comenzaba a besar su cuello, succionándolo hasta dejarle una marca, mientras que el otro soltaba pequeños suspiros.

Siguió su camino de besos hasta llegar al borde del pantalón para desabrocharlo y bajarlo de un solo tirón, llego hasta su objetivo y lo fue masajeando suavemente – ¿te gusta? – preguntó aun sonriendo

 — E — eso no se pregunta – respondió con dificultad entre pequeños gemidos, dejo de hacerlo al ver que Chunji dejaba a su amiguito para poder quitarse la estorbosa ropa y dejar al descubierto que al igual que él, también estaba excitado.

Chunji introdujo un dedo en la entrada del otro chico mientras este se arqueaba, para poco después introducir el segundo, no espero demasiado y de una estocada reemplazo sus dedos por su propio miembro provocando que L.Joe se arqueara y soltara un gran gemido combinado con un poco de dolor, Chunji se agacho un poco hasta llegar al oído del menor – Te dije que te castigaría – le susurro para comenzar a moverse sin esperar la respuesta.

El cuarto se inundó de gemidos por parte de ambos pero mayormente los de Byung Hun, el cual se sostenía fuertemente de las sabanas debido al placer que sentía, y aunque le doliera no se quejaría, pues  él se lo había buscado al tocar aquella parte del pantalón de Chunji por debajo de la mesa mientras tenían una comida con unos compañeros. Sentir una nueva manera de hacerlo tampoco lo vendría mal.

Al finalizar con la larga tarde que ambos habían tenido, se encontraba L.Joe en el pecho de Chunji a punto de dormirse debido al cansancio.

 — Fuiste muy rudo, me dolerá demasiado el trasero – le recrimino

 —  Pues era tu castigo, sabes que solo tu podría encenderme con solo un roce – le dijo mientras pasaba la mano por una de sus mejillas.

 —  ¿En verdad  te enciendo tanto? – pregunto con una sonrisa

 —  Demasiado…  —  Chunji aprovecho el momento y comenzó a besar al menor.

Dos semanas pasaron desde entonces…

 — Eh Mir! ¿Te encuentras bien? He notado que llegas con ojeras y somnoliento al colegio – preguntó Chunji cuando acabaron las clases del miércoles, el aspecto de su amigo iba empeorando poco a poco, al igual que su ánimo, ya no se notaba tan alegre

 — Estoy bien Chunji, no te preocupes, es solo que mi hermano está quedándose en la casa y nos ponemos a jugar video juegos hasta muy tarde, y ya ves, vengo con sueño y sin ganas de hacer algo – Mir dio una leve sonrisa

 — Como tú digas… el caso es que L.Joe y yo iremos a una fiesta este sábado de un amigo, y quería saber si nos acompañas…  —  al ver que no había respuesta siguió preguntando – Anímate! Será divertido!

 —  ¿Ya le dijiste? – pregunto L.Joe entrando al salón

 — Sí, pero no me da una respuesta –

 —  Yo… lo pensare y mañana les doy una respuesta ¿de acuerdo? Necesito ver si ese día podre ir, ahora mismo me tengo que ir. ¡Adiós! – se despidió con un movimiento de manos y salió del salón.

 —  ¿Qué le pasa? Se ve extraño – a Byung Hun no le agradaba la manera en que se estaba comportando Mir

 —  No lo sé, me dijo que era porque jugaba hasta tarde video juegos con su hermano, pero yo sinceramente no le creí nada…

L.Joe suspiro – En fin, no debe ser asunto de nosotros, Mir llego hace como un mes y no es bueno meternos en sus problemas, no lo conocemos bien

 —  Tienes razón, vamos   —  acompaño al menor hasta la salida del colegio cuando algo los sorprendió… Eran Mir y Lee Joon… Y se estaban besando frente al carro del primero. Ambos chicos se miraron uno al otro y corrieron a esconderse rápidamente antes de que los vieran, el colegio estaba vacío. Era costumbre de ellos salir de últimos.

Lee Joon sostenía el rostro de Mir entre sus brazos, al momento se separaron y se vieron frente a frente

 — Nunca me cansaría de ti, eres delicioso Mir – le decía Joon bajito, Mir no contestaba nada – Ahora se supone que debes subir a tu auto Mir – sonrió un poco

 —  ¿Eh? S — sí, yo iba a hacer eso mismo – subió a su auto, lo encendió y se fue, mientras que Joon caminaba hasta su propio auto. 

Cuando Joon se fue, los dos chicos que aún estaban escondidos, salieron e intercambiaron miradas

 — ¿Vistes lo que yo vi? – preguntaba un Chunji incrédulo a L.Joe pero este tenía la boca totalmente abierta – Eh! Que se te sale la baba – y le cerró la boca con la mano.

 —  ¿Eso fue de verdad? No me lo creo… Mir con Chang Seon, eso es… completamente extraño, nadie lo creería – Byung Hun divagaba, aun no lo podía creer.

 — Bueno, lo único que nos queda es esperar para ver qué sucede…  —  el mayor soltó un suspiro

 —  Tienes razón – rápidamente le dio un beso  de roce a Chunji.

 —  ¿Y eso? –

 —  Pues que me dio envidia cuando vi a ese par besándose, pero ahora vámonos que necesito que me ayudes a resolver unos cuantos problemas de matemáticas e inglés – junto sus manos en modo de rogar

 —  De acuerdo, pero vámonos ya, sino no llegare hoy a mi casa.

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 — Estúpido Lee Joon – pronunciaba Mir entre dientes mientras estacionaba el auto en su casa

Al entrar sintió que alguien le revolvía el cabello, de inmediato supo quién era

 — Seungho! Hermano! Que sorpresa – decía mientras sujetaba el brazo de su hermano

 — Bueno te vine a hacer la visita para saber cómo te iba… ¿Todo bien no? – pregunto con una sonrisa.

 —  ¡Claro! Ya sabes cómo es el colegio de aburrido pero todo bien – devolvió la sonrisa, a Mir le agradaba mucho su hermano por ser alguien fresco, algo reservado y que siempre le hablaba con una sonrisa.

 —  ¿Y te has divertido en los fines de semana? – enarco una ceja

 —  Lo normal hermano, lo normal – fingió una sonrisa, aunque por dentro sabia de sobra que desde lo sucedido con Joon no había tenido ni una sola pizca de diversión con alguien – ¿Te vas a quedar en casa? Mira que mamá vuelve tarde y papá está encerrado en el laboratorio del hospital investigando

 — La verdad es que quería pedirte un pequeño favorcito…  —  le dijo sonriendo

 — ¿Favor? – Mir preguntó dudoso, su hermano no le pedía muchos favores, pero cuando lo hacían le salían caros esos “favorcitos”.

Paso sus manos por su cabello rubio – Si… es que voy a salir con mi novia este fin de semana, pero ella tiene una hermana que tiene que cuidar y bueno ella es de tu edad… entonces quería saber si tú podrías estar con ella para que pueda tener la cita con mi novia tranquilo.

Mir lo pensó un momento “Un día sin Joon sería fantástico” fue lo que pensó – Está bien, acepto pero a cambio le dices a G.O que me de los nombres de tres chicas que tiene en su celular – termino diciendo con una sonrisa muy amplia

 — No hay problema – devolvió la sonrisa – ¿Bueno, que hacemos ahora? ¿Jugamos videojuegos un rato?

 — Por supuesto que SI! – y el menor corrió rápidamente hasta la sala para preparar el juego de video

Cuando ambos hermanos comenzaron a jugar el “rato” que había mencionado Seungho se transformó en todo el día hasta las doce de la madrugada.

 — Oh! Mira lo hora, me tengo que ir hermanito – se levantó del suelo con almohadas que era donde estaban jugando 

 —  De acuerdo, ahora mismo apago, tengo sueño también – bostezo un poco

 —  Bueno me voy, pero no se te olvide por nada del mundo lo del sábado.

 — No lo olvidare, ve en paz – Mir suspiro cuando vio a su hermano salir.

El sábado llego, y como lo había prometido Mir se encontraba junta a la hermana menor del grupo en una feria ya que habían pasado el día entero caminando por un parque y de allí a un centro comercial, iban charlando muy amenamente como amigos de asuntos con y sin importancia

 — Si bueno, mi hermana anda muy melosa desde que tiene novio y toda la cosa, espero que se quede así – comentaba la chica

 — Eh… el mío igual parece como si la vida se les hubiera puesto de rosa – rieron un momento – Mira! Es un concurso y te ganas un peluche, ¿quieres ir? – la chica asintió

Era un simple juego de tiro al blanco el cual Mir pudo ganar fácilmente y lo que tuvo como premio fue un gran oso de peluche el cual le entrego a la chica

 — Aquí tienes – le entregaba el oso de peluche a la chica

 —  No tienes porque…

 — No te preocupes, lo gane para ti – y le sonrió

 — Gracias! – la chica le devolvió la sonrisa y tomó el peluche

En esos momentos el celular de Mir comenzó a sonar cuando lo vio era su hermano el que llamaba así que se alejó un momento de la chica

 — ¿Bueno? –

 — Mir, necesito un favor, distrae a la hermana de mi novia y llévala a su casa más tarde, ya sabes… quiero “privacidad con mi novia” – y enfatizo las últimas palabras

 —  Descuida, no le pasara nada, claro a menos que ella quiera…

 —  Jaja, de acuerdo solo no le hagas nada malo, chao – y cerro la llamada

Mir volteo a ver a la chica, no se había fijado muy bien, y ahora que lo hacía, no se veía para nada mal, a decir verdad era de su tipo así que pensó “¿Porque no? Además hace rato que no me divierto, gracias al estúpido de Joon” así que se acercó a la chica con no tan buenas intenciones

Poco fue lo que le tomo a Mir lograr que la chica cediera y terminaran en un hotel cercano teniendo sexo

Al día siguiente amaneció en su casa feliz debido a la divertida noche que había pasa, es que recordar aquellos tiempos en que salía con toda chica que se le pasara en frente le gustaban tanto, iba a desayunar cuando su celular volvió a sonar, aun con los ojos medio cerrados lo tomo y contesto

 — ¿Bueno…? –

 —  Hermanito del alma, mil gracias mi novia quedo complacida al igual que su hermana… de verdad que hacemos un buen dúo – rio por lo bajo

 —  Sabes que cuentas siempre conmigo Seungho – bostezo un poco

 —  ¿Eh? ¿Te acabas de levantar? Bueno te dejo dormir, apropósito G.O te envió por email los números de las chicas que le pediste –

 —  Wao… ¿como le hiciste? – pregunto sorprendido

 —  Lo amenace, le dije que si no me los daba le diría a su novia la cantidad de porno que tiene en mi casa para verlos los fines de semana a escondidas de ella – se rio un poco

 —  Jaja, G.O no cambia ni con novia –

 —  Ahora si te dejo hermanito, haz algo de tarea para que pases el año tan siquiera haha – colgó la llamada

Perezosamente Mir dejo la cama y se dirigió hasta la cocina a buscar que comer, cuando llego le dieron ganas de comer hot cakes y recordó que no sabía cómo hacerlos así que salió de casa a buscar algún restaurante.

Iba dirigiéndose a buscar las llaves de su auto cuando sonó el timbre, sin mirar quien era abrió la puerta

 — Hola querido novio – era Joon, tenía una sonrisa para nada alegre y antes de que el menor hiciera algo, éste lo jaló hacia su propio auto – Mir, debes entender que fue muy enserio cuando te dije que somos novios y eso incluye que no te acostarías con nadie más que no fuera yo

Lo último mencionado por Joon ya había dejado en shock al más bajo “No puede ser que se haya enterado… pero ¿Cómo?” cuando reacciono estaba sentado en el asiento del copiloto del auto de mayor

 — ¿En serio creíste que me tragaría el cuento de que te fuiste a visitar unos parientes ayer? – Changseon seguía mirando al frente fríamente mientras conducía – Por favor Mir, no sabes mentir para nada, tus ojos te delatan, así que le dije a alguien que te siguiera para cerciorarme y me entero de que te acuestas con una estúpida chica – trataba de contenerse mientras manejaba

 —  ¡Lo hice por mi hermano! El me pidió que lo ayudara porque su novia llevaría a su hermana  —   se trataba de escudar pero no tuvo éxito

 —  ¿Aun crees que soy tonto? – Sonrió de medio lado – Pero no te preocupes, te enseñare que no debes mentirme

Un escalofrió paso por todo el cuerpo del menor al escuchar eso – ¿Adónde vamos? – preguntó temeroso

 — Te va a gustar, así que es mejor que duermas porque el viaje es un poco largo

 —  ¡No quiero! ¡déjame bajar ahora! – se quitó el cinturón para bajarse

Joon detuvo salió de la carretera y detuvo el auto un momento, cuando Mir iba a abrir la puerta el mayor lo detuvo y lo beso, fue allí que sintió como le pasaba una pastilla que no tuvo más remedio que tragar, lo siguiente que sintió fue un leve mareo con un gran sueño

 — Lo siento cariño, pero parece que es la única manera que te quedes tranquilo hasta que lleguemos – fue lo último que escucho Mir antes de caer dormido

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Era lunes en el receso del colegio, y estaba pasando un frio tremendo ya que había estado lloviendo toda la noche anterior

 — Waa que frío, esto es horrible, ¿como es que no cambian los uniformes en éste colegio para estas temporadas? Mi cabello se verá horrible – decía Key tocándose su cabello

 — Bummie, no te preocupes no se dañara tu cabello y si tienes frio nada más dímelo, y te caliento rápidamente – dijo lo último en doble sentido

 —  Ni lo sueñes Jong solo piensas en eso, aún tengo sueño debido a la larga jornada de anoche, ¿tengo límites sabes?

 —  De acuerdo, de acuerdo – suspiro el más bajo y tomo la mano de su novio suavemente – ¿Tenemos sesión esta semana? – pregunto cambiando de tono a uno más perezoso

  —  Si, el jueves y sábado

 —  Ahh! ¡No! Yo quería el sábado para nosotros… bueno no importa aún tenemos el domingo – sonrió

Key entrecerró los ojos – ¿Que pensabas hacer?

 — Es una sorpresa – paso la otra mano por la mejilla de la diva con una boba sonrisa en el rostro

Kibum devolvió la sonrisa como un tonto, le encantaban las sorpresas de Jonghyun, sabía que siempre complacía sus grandes gustos

Del otro lado estaba el grupo formado por Yunho, Jaejoong y Siwon

 — ¿Qué raro, y Junsu y Yoochun? No los veo – preguntó Siwon sentándose

 —  A pues Junsu se enfermó y ahora Yoochun lo está cuidando – respondió Yunho

 — Espero que no sea nada grave – comentó el mayor

 — ¡Qué va! Es un simple resfriado por lo que me dijo Junsu, pero Yoochun lo exageró y piensa que debe cuidarlo

 —  ah bueno… él es muy protector con Junsu

 —  ¿Y Changmin? – esta vez preguntó Jaejoong que estaba a un lado de Yunho

 —  Pues si te dijera que no suelta el celular ¿me crees? – Jaejoong negó con la cabeza – Pues créelo, se la pasa de arriba abajo con ese celular mandando mensajes

 —  Eso suena como a que anda enamorado – le dijo Jae a Siwon

 —  Si creo que eso es… Mi hermanito ha crecido tanto…  — suspiró —  ¿Y bueno como les fue a ustedes este fin de semana? –

 —  ¿Que más va a pasar? Jae en su casa, y yo en la mía – respondió Yunho

 —  Porque será que no les creo – Siwon entrecerró los ojos

 —  Si no lo quieres creer es tu problema – Jae alzo los hombros un poco

 —  Bueno como sea…  —  el mayor siguió comiendo

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En la casa de Junsu, estaba este tendido en su cama con un termómetro en la boca

 — Jummmi, ño e neceario e temometo – hablaba Junsu con dificultad

 —  No digas nada que estás enfermo – saco el termómetro de la boca del menor – te está bajando un poco la fiebre

 —  En serio Chunnie, no es necesario que hagas todo esto, incluso faltaste a clases por venir a cuidarme, además mi mama está abajo si la necesitaba –

 —  Pero tu mama se fue a las dos y son las tres y aun tienes fiebre, ¿quién te iba a cuidar si no estoy yo?

 —  Chunnie, puedo cuidarme, mi fiebre no es tan alta – intentaba decir algo pero el otro chico parecía que le entraba por un oído y le salía por el otro

 —  No importa, cualquier cosa puede pasar, me quedare y que no se diga más, además es hora de tu medicina, ven abre la boca – le decía con una cuchara en la mano

 — ¡No quiero! sabe horrible Chunnie – hizo un puchero con la boca

 —  No importa lo lindo que sean tus pucheros, te lo tienes que tomar baby abre la boca  —   e insistió con la cuchara – si no te lo tomas no te regalare el recién videojuego que salió a la venta – no terminaba de hablar cuando Junsu ya tenía la cuchara en la boca.

Con dificultad se tomó la medicina, realmente sabia mal –lo prometiste —  ahora me compras el videojuego – sonrió ampliamente

 — Su, no cambias – sonrió – está bien, cuando te termines de recuperar te lo compro

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Eran las tres cuarenta y cinco de la tarde y Changmin se encontraba sentado en una silla del local de baile esperando a que Sungjong terminara su práctica

 — Holap! –

El alto escucho que lo saludaban, al alzar la vista vio que era el chico con cabello naranja – Hola –

 — ¿Y eso? ¿Porque tan solo? – pregunto Taemin inocentemente con las manos juntas en su espalda

 —  Espero a Sungjong, Taemin

 —  No, dime solo Tae, así es mejor

 —  ¿No deberías estar practicando? – le pregunto Changmin fríamente

 —  Pues no, lo hice perfectamente así que me dejaron salir antes – respondía sonriendo inocente

 —  Me alegro por ti entonces – por alguna razón el alto no dejaba de ver al de pelo de zanahoria

 —  Me disculpo por mi actitud con Sungjong, es que el a veces me mira de una mala manera como si fuera culpable de que me aprenda más rápido las coreografías, no tengo la culpa, solo es algo que fluye

 —  No te preocupes, pero deberías evitar estar peleando eso es malo

 —  Descuida… ¿me puedo sentar? – preguntó al ver el espacio vacío a un lado de Changmin

 —  ¿Eh?... ¿Claro! – el alto aun sentía desconfianza

 —  ¿No es algo moleste que te sigan? – pregunto Taemin

 —  Debe serlo… nunca lo he sentido así que no sabría decirte

 —  Pues yo sí, recuerdas el chico alto que me llevo cargado aquel día – Changmin asintió – Bueno pues él es amigo de mi hermano y siempre me está siguiendo y besándome en cualquier lugar como si fuera de su propiedad, lo peor del caso es que mi hermano lo permite, no entiendo cómo es que lo hace – se pasó una mano por la frente – aparte invento historias de que yo utilizaba a los chicos para que nadie se acercara a mí, no es algo enfermizo? – pregunto con la mirada triste

 — Es demasiado enfermizo, ¿no has intentado denunciarlo por acoso? – mientras tanto Changmin pensaba “Porque Sungjong me dijo tantas mentiras de Taemin?” – si quieres te puedo ayudar cuando quieras

 —  ¿En serio? – pregunto Taemin y solo un “Caíste” paso por su cabeza

 —  Si claro, mira este es mi número y mi dirección cuando quieras me llamas o me buscas por si lo necesitas

En esos momentos salían los bailarines y entre ellos Sungjong que al ver la escena aparto rápidamente a Changmin – Te dije que no lo tocaras Taemin – le dijo furioso sin alzar la voz

 — Yo… yo no estaba haciendo nada malo, ¿verdad Changmin?

 —  Exacto, Sungjong no puedo creer que hayas dicho tantas cosas Tae cuando no sabes si son verdad o mentira – el alto frunció el ceño

 —  ¿Inventar? ¿De qué hablas? – pregunto Sungjong extrañado

 —  Taemin es hora de irnos – apareció el alto pelinegro a un lado

 —  De acuerdo Minho – miró a Changmin – Adiós Changmin  —  y se fue junto al recién llegado

 —  En serio Sungjong nunca creí que fueras capaz de inventar algo tan grave para que no me acercara a Tae, si no me tenías confianza me lo hubieras dicho desde un principio – se cruzó de brazos

 —  Yo no invente nada, todo lo que te he dicho ha sido verdad –

 —  Mejor no hablemos de eso, ven te llevo a tu casa – hablaba a un serio tomando la mano del más bajo

 — No! No me iré con alguien que no me cree – se soltó del agarre – y si me sigues sin creer tampoco me vengas a buscar los otros días. Adiós! – salió del local rápidamente dejando a Changmin enojado por su actitud

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Tarde en la noche Siwon ya se encontraba alistándose para dormir cuando sonó su celular. En la pantalla el nombre “Chul” se mostraba

 — ¡Chul! ¿Qué sorpresa! – contestaba alegremente el alto

 — Siwon… ¡¡Tu hermano es un imbécil!! Ha hecho llorar a mi hijo, dile que nunca más se le acerque ¡NUNCA! Si no lo castro, ¡me escuchas lo castro! – hablaba Heechul histérico

 —  ¿Pe — pero que sucedió? – Siwon estaba sorprendido

 —  Pregúntaselo tú mismo, pero si lo llego a ver no se salva por nada del mundo – y cerro la llamada

Siwon salió de su cama casi cayéndose por la sabana y se dirigió al cuarto de su hermano, toco la puerta y después de esperar un poco le abrió la puerta

 — ¿Changmin que le hiciste a Sungjong? –

 —  ¿Cómo te enteraste? – pregunto Changmin sorprendido

 —  Eso no importa ahora – apoyo su brazo en el marco de la puerta – lo que importa, es que le hiciste al chico

 —  Como sea, no le hice nada, el comenzó a decir mentiras de Taemin y yo me lo creí, pero la verdad no es esa porque Tae es solo un víctima, además no tengo porque contarte de mi vida largo – empujo a Siwon y cerró la puerta de su habitación – No te entrometas – le dijo desde adentro y se volvió a acostar

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En la casa de Heechul estaba Sungjong adonde había llegado directamente sin pasar por su propia casa

 — ¿Te encuentras mejor? – entraba Heechul a su habitación con galletas y chocolate en la mano mientras veía como su  hijo miraba al cielo por una de las grandes ventanas del cuarto  

 —  ¿Como es que lo que más anhelo él me lo tiene que quitar? Primero en el baile el primer lugar me fue robado por Taemin, luego Minho y ahora Changmin…  —  una lagrima pasaba por su mejilla – Nada más falta que tú también lo elijas a él por encima de mí

Heechul dejo rápidamente las galletas y chocolate encima de una mesita y abrazo a Sungjong – Yo nunca te dejaría querido, nunca lo haría, ese Changmin es un idiota por no creerte cuando le dijiste la verdad, te la haz pasado llorando desde las cuatro y media que llegaste hasta ahora y son las diez, lo mejor es que descanses y olvides todo el tema en especial a ese chico

Eran las once cuando Sungjong se había dormido al fin después de comer, Chul busco su celular rápidamente y salió de la habitación, necesitaba decir lo que pensaba, así que rápidamente marco

 — Chul! Que sorpresa! –

 — Siwon… ¡¡Tu hermano es un imbécil!! Ha hecho llorar a mi hijo, dile que nunca más se le acerque ¡NUNCA! Si no lo castro, ¡me escuchas lo castro! – hablaba Heechul histérico

 —  ¿Pe — pero que sucedió? –

 —  Pregúntaselo tú mismo, pero si lo llego a ver no se salva por nada del mundo – y cerro la llamada – No te preocupes Sungjong, yo haré todo lo posible para que no sufras como lo hiciste con Minho.

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