domingo, 29 de julio de 2012

Cap. 10. Un secreto menos


El delfín regresó pensativo al departamento que compartía con los otros chicos mayores. Yoochun estaba en la cocina, dejando en el lavaplatos las tazas que había utilizado para servirle un té a Jaejoong, quien en ese momento se encontraba un poco más tranquilo que al momento de llegar.
El pequeño se dejó caer en el sofá de la sala y se sentó de tal manera que acabó abrazando sus rodillas. Micky sabía que cuando hacía eso era porque algo le perturbaba.
Junsu aún no salía de su asombro por lo descubierto, pensó que era una jugarreta del destino el que los hubiera puesto en una situación como aquella.
  —  ¿Qué ocurrió, Su?  —  preguntó con suavidad el ratón, pero el niño estaba tan sumido en sus pensamientos que aún ese tono amigable lo sobresaltó.  —  ¿Hablaste con ellos?  —  dijo tomando asiento junto a él en el mullido sofá.
El chico negó con movimiento de cabeza, aún sumido en sus pensamientos. Yoochun se imaginó miles de cosas que pudieron haber impedido que se encontrara con ellos de nuevo, pero los labios de Junsu se abrieron para dar una explicación y el mayor puso atención.
  —  Ya sé… Ya sé quién es el chico que se parece tanto a Jaejoong Hyung…  —  dijo carraspeando, porque parecía que su voz no quería salir de su garganta.
  —  ¿Y? ¿Fue como sospechamos? ¿Lo contrató la SM?
El delfín volvió a negar con un movimiento de cabeza.
  —  Su nombre es JaeSun… y es el hermano gemelo de Jaejoong Hyung.  —  dijo casi en un murmullo
  —  Ah… bueno, siendo así…  —  pero las palabras de Junsu tardaron un poco en caer en el cerebro del mayor.  —  ¡¿QUÉEEEE?!  —  gritó cuando por fin pudo asimilar lo que le había dicho su compañero.

Flash back
Junsu regresó sobre sus pasos hasta la sala de ensayos, conocía bien aquellos pasillos y buscó la forma de llegar hasta ahí pasando totalmente desapercibido. Desde lejos pudo escuchar dos voces gritándose. Podría haber jurado en cualquier otro momento que aquellos era Jaejoong y Yunho, pero no era así.
  —  ¡Por Dios, Yunho! Después de la sarta de estupideces que dijo ¿Todavía te atreves a defenderlo?  —  unos tonos más gruesa, pero no podía negar la inminente similitud entre la voz del chico y la de Jae Hyung.
El castaño se escondió tras la puerta de la entrada, al parecer aún no era el momento de hacer su aparición. Changmin aún se encontraba dentro junto con los otros dos chicos.
  —  Podrá haber dicho cualquier cosa, pero no debiste levantar la mano contra él…  —  argumentó Yunho
  —  ¡Él intentó golpearme primero! Yo sólo me defendí…
  —  Es tu hermano, JaeSun, ¡Tu hermano mayor!
  —  ¡Un hermano al que veo por primera vez en mi vida!
Junsu se cubrió la boca para no gritar por la impresión ¿Hermano? ¿Dijeron hermano?
  —  Será mi gemelo, Yunho ah,  pero somos polos opuestos. Yo jamás ¡Jamás! Juzgaría a mi mejor amigo por sus actos. No, si lo conozco tan bien como él dice conocerte…
  —  ¡Cierto! Son dos personas distintas, pero comparten la misma sangre y debes comprender…
  —  ¿Comprender qué? ¿Qué es un idiota que habla sin pensar? ¿Qué no merece que alguien como tú haya hecho el sacrificio que hizo?
  —  ¡Basta, JaeSun!
  —  ¡No, basta tú! Sacrificaste TU LIBERTAD, tu carrera, para que ellos fueran libres y te llevaste a Changmin contigo en el proceso… pero créeme que Jaejoong no vale todo ese amor y todo ese sacrificio, porque si en verdad te conociera y te quisiera aunque sea como amigo, no dudaría de ti ni un solo segundo… así como tu Dongseng no dudo en sacrificarse contigo para que ellos pudieran ser libres… para que Jaejoong te lo agradeciera así.
  —  ¡Ya basta… los dos!  —  gritó Changmin interrumpiendo antes de que el pelinegro pudiese decir algo más.  —  JaeSun…  —  le llamó con calma.
  —  No vuelvan a llamarme así… Tú menos que nadie.  —  señaló a Changmin.  —  Ese no es mi nombre. No soy Kim, ni Han, ni Oh JaeSun. Mi nombre es Andreé Carter y que se les quede bien grabado en la cabeza. Mis padres son Níckolas y Seon Ha Carter, soy hijo único… he cumplido con Oh Se Young Sshi, he conocido a su hijo y hablé con él, ahora ya puedo regresar a mi país, a mi vida normal, donde solamente soy yo y no  aquél que vino a tomar mi lugar.  —  dijo dolido, porque sí, las palabras de Jaejoong habían logrado herirlo.
No había esperado un encuentro emotivo con un hermano del cual había conocido su existencia a penas unas semanas antes, pero tampoco había esperado algo como lo ocurrido. Andreé  se giró y fue a encararse contra una pared contra la cual descargó un buen par de golpes para después respirar profundo, logrando tranquilizarse. Algo que Jaejoong no lograba hacer, al menos no con esa…  ¿facilidad?
  —  No quiero perder el contacto con ustedes…  —  habló ya con más calma.  —  la amistad que ha surgido es algo que no me gustaría dejar en el olvido, pero tampoco quiero ser catalogado como el timador, el usurpador o lo que sea que Kim—Han Jaejoong esté pensando de mí. Así que es mejor que me marche.
Los chicos sabían que Andreé tenía razón, que era muy difícil su situación en aquel momento.
  —  Pero Jaejoong aún no sabe…
  —  Eso es algo que sólo Se Young Sshi sabrá cuando decirle.  —  interrumpió a Yunho antes de que prosiguiera.  —  tampoco pienso abandonarla. Ella sabe cómo localizarme, no perderé el contacto ahora que nos hemos encontrado, pero mis padres son MIS padres y mi vida es mi vida… ella lo entenderá.
Fin Flash back

  —  Eso aclara la parte del chico que se parece a Jaejoong…  —  dijo Yoochun aún bastante sorprendido, sin creer lo que Junsu había averiguado.  —  Pero… ¿Qué significará eso del sacrificio?
Junsu se acercó a su amor y con pesar dejó caer su cabeza sobre su hombro, pensativo, preocupado por el  resto de su familia.
  —  Chunnie… ¿Y si están ahí en contra de su voluntad? ¿Y si los están obligando de algún modo? ¿Una amenaza?  —  preguntó el pequeño externando su miedo.
  —  No lo sé, Su…  —  y rodeó el cuerpo de su pequeño con sus brazos, consolándolo. Él también sentía una opresión en el pecho al pensar que pudieron haberlos amenazado para retenerlos… si fue así ¿Por qué no les dijeron nada?
  —  Chunnie…  —  volvió a hablar el delfín.  —  ¿Crees que deberíamos contarle a Hyung de todo esto?  —  externó su duda.
  —  No, no creo que sea lo correcto.  —  le respondió el ratón después de pensarlo un poco.  —  Por un lado, porque ni siquiera sabemos lo que está pasando con ellos… por otro… eso es algo que no nos corresponde. Es muy íntimo y familiar, sólo su madre podría decirle, porque tendría que darle muchas explicaciones.  —  aconsejó. Su asintió.  —  ¿Susu, estás seguro de que no te vieron? ¿Qué no se dieron cuenta de que estabas ahí?
  —  No, no lo sabían.  —  aseguró el más pequeño.
  —  Debemos investigar, Su, porque si ellos están ahí en contra de su voluntad, entonces haremos lo posible por ayudarlos.
  —  ¿Ayudar a quién?  —  Ninguno se había dado cuenta de la presencia de Jaejoong hasta que lo escucharon tras ellos.
  —  A… unos amigos que llegan de Estado Unidos…  —  se apresuró rápidamente a contestar Yoochun, pues sabía que el delfín no era bueno para las mentiras y aunque la suya era pésima, agradecía (y a la vez no) que el estado de semiinconsciencia en el que se encontraba Jae en aquel momento, le ayudó.
El mayor de los 5 DBSK estaba perdido en sus pensamientos, sólo se dejó caer en el sillón frente a sus compañeros. Después del enojo, cayó en un estado de frustración, para luego sumirse en una enorme tristeza de la cual no se creía capaz de escapar.
  —  Hyung…  —  la voz de su delfín amigo le hizo reaccionar.
Los miró en el sofá, aún abrazados, pegados el uno al otro, como él alguna vez había sentido a Yunho contra su cuerpo y sintió envidia y celos porque él había perdido ya el calor de esa persona que tanto amaba.
  —  Hyung… nos comentaste que tu madre, que Se Young Sshi, te pidió que fueras a hablar con ella, que tenía algo que decirte… ¿Por qué no vas a verla? Sirve… sirve que así te distraes un poco con ella y tus hermanos menores.  —  le aconsejó Junsu recordando lo que les había comentado a su regreso a Corea, el pequeño no le había prestado importancia al hecho, pero ahora, con lo que ya sabía, no había dudado en relacionarlo con lo que estaba sucediendo.
  —  No, Su… no estoy de humor.  —  dijo con voz cansada.
Al parecer ya nunca más estaría de humor.

1 comentario :

  1. Jae ve con tu madre, antes que se vaya tu hermano. Gran lío se ha armado.
    Gracias!!!

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