Yunho vio como Jaejoong salía de la
pista de baile en una rápida caminata. Era obvio para él que Jae realmente
quería correr, pero estaba tratando de no llamar la atención, y fallando
miserablemente. Se alejó de Sasha, la mujer que lo había invitado a bailar.
— Lo siento, Sasha, pero tengo que irme. — Yunho se dio la vuelta antes de que ella pudiera decir nada a cambio.
Fue cortado de ir en pos de Jaejoong
cuando Changmin y Junsu se pusieron delante de él, con las manos en sus caderas
y los ojos entrecerrados. Ellos no estaban contentos con él.
— Tengo que hablar con él — les
dijo, sabiendo que ellas habían
visto toda la escena en la
pista de baile.
—
¿Por qué? — le
desafió Changmin, e hizo al lobo en Yunho tensarse — ¿Para
que puedas decirle cómo no deseas seguir
estos sentimientos entre ustedes? ¿Para que puedas coquetear con él sólo
para decirle que no estás interesado? ¿¡Para que puedas decirle que no mire a otra parte aun cuando tú no lo quieres!? — Changmin estaba echando humo para el
final de su discurso.
—
¡SÍ LO QUIERO! — gruñó
Yunho.
Todo el mundo alrededor de ellos se quedó en silencio y Yunho se percató
que sus colmillos habían bajado. Él respiró hondo varias veces y se recompuso. Yoochun se acercó y miró a Yunho
y luego a los chicos.
— Creo que deberíamos salir. — Hizo
un gesto hacia
la puerta y todos ellos salieron en fila.
Una vez en el camino de entrada, Yunho se
volvió hacia Changmin.
— Me disculpo por elevar mi voz en ti, yo
sólo… — Yunho no
quería desnudar su alma con Changmin, o Junsu, o Yoochun. Él quería a Jaejoong. Quería
decirle a él que casi desgarró su corazón cuando lo
miró como si él lo hubiera traicionado cuando tomó a Sasha en sus brazos. Quería
decirle que su piel picaba en contacto con otra y que tomó
todo en él no empujar lejos a Sasha. Quería hacerle entender que se estaba volviendo
loco viéndolo tocar a otros
machos. Pero no había señales
de apareamiento. Los Alfas los considerarían desacoplados, y eso hacía para los
dos el juego justo.
La mayoría de los Alfas no permitían que
miembros de la manada confraternizaran con alguien
con quien no estaban emparejados. Ellos no le veían
sentido. Por lo que su argumento sería que si él y Jae se perseguían entre sí,
sin signos de que fueran verdaderos compañeros, entonces podrían estar
restringiendo al otro de encontrar a su verdadero compañero.
Yunho no había estado en El Encuentro ni
por doce horas y ya sabía que no sería capaz de hacer esto.
— Yunho, tal vez sólo deberías
darle un poco de tiempo
— le decía Junsu,
sacándolo de sus pensamientos. Pero sabía que si dejaba
a Jaejoong pensar
en esto toda la noche no iba
a calmarse. No, tenía que hablar con él.
Ahora.
— Lo siento, Junsu, pero tengo que discrepar.
Él tiene que escuchar lo que tengo que decir.
Yunho caminó alrededor de un
desconcertado Junsu, y más allá de Yoochun y Changmin. Subió las escaleras de
dos en dos, moviéndose en silencio hacia la habitación de Jaejoong.
Él no sabía realmente lo que iba a
decirle. Lo único que sabía era que de alguna manera tenía que suavizar esto.
Llegó a su puerta y no se molestó en llamar, se imaginó que estaba acostumbrado
a estas alturas y le encantaba ver la chispa en sus ojos cuando Jae se
molestaba con él al respecto.
Sin embargo, cuando Yunho entró en su
habitación, Jaejoong no se veía por ningún lado. Se acercó a su armario y
suavemente tocó, pero no hubo respuesta. Él abrió la puerta
para encontrar que estaba lleno de ropa, algunas que incluso a primera vista podía decir que no le iba a gustar que él usase en público,
pero Jaejoong no estaba allí. Dio un paso atrás y se debatió sobre si debía
esperar o ir en busca de él. Decidió que iba a ir a buscarlo cuando la puerta
se abrió y él entró.
Ambos se congelaron cuando sus ojos se
encontraron, y Yunho juró que su corazón iba a salírsele de su pecho.
— Yun… — comenzó él.
— Ven a dar un paseo conmigo — lo interrumpió Yunho y se sorprendió
a sí mismo por su invitación a la vez.
—
¿Qué? — preguntó él, claramente confundido por
su petición.
— Por
favor. — Yunho dio un
paso hacia él. Pensó que era una buena señal que no diera un paso atrás, por lo
que continuó moviéndose hacia él.
Cuando
llegó a su lado lo tomó suavemente del brazo y lo metió en el suyo.
Caminaron en silencio, no sabiendo
ninguno muy bien por dónde empezar. Yunho lo llevó al jardín interior
del que estaba
seguro que él no sabía nada al respecto, pero sentía que
realmente le gustaría. Abrió la puerta y le indicó que entrara. No quedó
decepcionado por su respuesta.
Jae entró en la habitación mientras Yunho
sostenía la puerta para él. No sabía por qué había aceptado su invitación a
caminar con él. «Sí, Jae. Sólo sigue mintiéndote a ti mismo
si te ayuda a dormir mejor por la noche», se reprendió.
Jae no pudo evitar la respiración que se
escapó de sus pulmones mientras entraba en lo que parecía un mundo
completamente diferente. Había plantas por todas partes: plantas altas llenas
de hojas grandes, pequeñas plantas con flores delicadas que florecían en todos
los colores que puedas imaginar. Había incluso hierba, gruesa y afelpada hierba
de color verde oscuro.
Había
un camino de grava que serpenteaba por el jardín
interior y se perdía
de vista cuando la vegetación se lo tragaba. Él siguió por el camino, curioso
sobre a dónde lo llevaría. Podía sentir los ojos de Yunho sobre él por detrás
mientras lo seguía, pero no se molestó en mirarlo.
Jae se sentía como un niño en una tienda
de dulces. Volvió la cabeza de lado a lado, tratando de absorber cada pequeña
cosa. Él vio que por el lado derecho del jardín un pequeño arroyo que
burbujeaba y el agua fluía suavemente hacia abajo sobre las rocas y plantas. Él
fue por una curva y allí, en el centro había una glorieta con un columpio que
colgaba del centro de la misma. Había profundas vides verdes que crecían
alrededor de la glorieta, sosteniéndola como el abrazo de un amante.
Él siguió el camino hacia los escalones
de la glorieta y los subió. Finalmente se dio la vuelta y se enfrentó a Yunho
mientras se sentaba en el columpio. Yunho subió lentamente los escalones y la
mirada de sus ojos hizo que Jae se sintiera como una presa.
Él se estremeció y notó sus labios
levantándose un poco, tan suavemente. «Bola de pelos creída», gruñó interiormente.
Yunho
se sentó en el columpio
y las siguientes palabras que salieron de su boca, la dejaron sin aliento.
— Te quiero.
Jae dejó de respirar. No por elección, él simplemente no podía. Era como
si sus palabras hubieran volteado un interruptor en él y todo lo que requería
el cerebro para funcionar sólo se apagara.
— Jaejoong. — Su nombre en sus labios, la intensidad en su voz
hizo que él lo mirara — Respira, Jaejoong.
— No entiendo, Yunho.
— Yo tampoco — admitió él
— Lamento si mi baile con Sasha te hizo daño. — La boca de Jae se tensó ante el nombre de la otra hembra en sus labios.
— No tengo ningún derecho a estar herido. — Jae trató de actuar como si no le
importara, pero luego decidió que no iba a hacer esto. Él no iba a jugar, no
con Yunho — Está bien, dolió. — Ladeó su cuerpo para estar más de
frente con él — En mi mente sé que no debería importarme con
quién bailas. En mi mente entiendo que no tengo ningún derecho sobre ti, ¿de
acuerdo? Honestamente, lo sé. Pero, maldita sea si a mi corazón podría
importarle menos lo que mi mente está diciéndole. — Jae sabía que corría el riesgo de
sonar como un niño necesitado, pero era el primer día de la semana infernal
y si iban a llegar al día siete en una solo pieza,
entonces era el momento de poner todo en la mesa. Empezó a continuar, pero Yunho
lo detuvo con un dedo en sus labios.
— Necesito que sepas esto porque
cuando me ves tocar, bailar,
o hablar con otra chica o chico, necesito que te
recuerdes a ti mismo lo que he dicho, te quiero a ti. — Yunho
pausó y tomó aliento. Había decidido durante el paseo desde su habitación hasta el jardín que sólo iba a ser honesto,
sin contenerse más, ya sin tratar de lidiar con eso. Era
demasiado viejo para dejar las cosas al azar y a pesar de sus temores sabía que no iba a dejar la seguridad de Jaejoong
en manos de otro — A pesar de lo que sentimos el uno por el
otro, los Alfas están en busca de signos de apareamiento. Lo más parecido
que tenemos a eso es la fuerte
atracción que ambos sentimos y la forma en como hueles.
Jae se sacudió.
—
¿Yo huelo?
Yunho rió.
— No de mala manera, te lo aseguro. — Sonaba un poco decepcionado por este hecho.
—
¿Quieres que huela mal? — Frunció el ceño. Él realmente no sabía a dónde iba él con esto.
Yunho se inclinó hacia él y apretó la
nariz en la carne de su cuello y respiró hondo. Escalofríos estallaron por toda la piel de Jae y él trató, sin éxito,
con suavidad, no hiperventilar ante su proximidad.
— Tu aroma es embriagador para mí — gruñó Yunho cuando él se apartó de Jae a regañadientes — Las
parejas tienen un cierto aroma que sólo huelen el uno del otro. Yo sólo acabo
de darme cuenta que tu olor cambió, se hizo más fuerte. ¿Tengo un olor para ti? — preguntó Yunho con curiosidad.
Jae podría haber detenido el rubor que se filtró
en sus mejillas casi tan bien
como podría detener un tren de carga con sus propias manos.
— Como a madera, y picante — admitió. Yunho quedó pensativo.
— Hmm, interesante.
—
¿Estás diciendo que los Alfas no nos permitirán optar por salir de El
Encuentro sólo a causa de la atracción del uno al otro? — preguntó.
— Así es. — Yunho se apoyó en el columpio y pasó el brazo por el
borde. Sus ojos se sintieron atraídos por la espalda desnuda de Jaejoong y su
mente no pudo dejar de imaginar sus marcas en su piel hermosa y pálida. Antes
de que supiera lo que estaba haciendo, estaba trazando un patrón en su espalda
suavemente con la punta de su dedo.
Jae se congeló cuando
sintió la punta del dedo caliente de Yunho en su
espalda. «Él está tratando de matarme», decidió. «Él debe suponer que si sólo me tortura hasta la
muerte entonces estaré fuera de la foto y zas, problema resuelto… aunque la
muerte por Yunho no suena tan mal en este momento.» Jae resopló ante sus pensamientos, pero por suerte Yunho
no detuvo los patrones en remolino de su dedo.
— Así que, lo que te estoy diciendo, Jaejoong. — La voz de Yunho era profunda y ronca
— Es que quiero ver a dónde va esto entre nosotros. Quiero llegar a
conocerte mejor y pasar tiempo contigo. Pero ambos vamos a tener que soportar
que el otro esté en compañía de más de un pretendiente. Hasta ahora, ambos
hemos demostrado que es más que difícil para nosotros.
Jae cerró los ojos. La combinación de su voz profunda y su dedo haciendo
patrones en su espalda era una auténtica tortura. Exquisita, perfecta, maravillosa tortura. Él oyó sus palabras,
pero no pudo reconocerlas en el momento.
—
¿Jaejoong? — Su
nombre fue casi un susurro en sus labios.
—
¿Hmm? — Su
cabeza se sintió adormecido alrededor de su cuello hasta que lo giró de vuelta
hacia atrás para mirarlo — Si quieres que yo sea capaz de mantener
cualquier intento de conversación inteligente contigo, entonces vas a tener que
dejar de hacer eso.
La sonrisa de Yunho era tan malvada como
cualquiera que él mismo le hubiera dado a él.
—
¿Dejar qué, Nae agi neugdae (Mi
pequeño lobo)? — le preguntó mientras seguía tocándolo.
Jae gruñó y se levantó de un salto. Él
se volvió a mirarlo, pero no estaba
enfadado.
— Entonces, ¿qué hacemos?
— Creo que ustedes los americanos lo llaman
enrollarse. —
Yunho levantó una ceja hacia Jaejoong.
—
¿Realmente quieres ir ahí de nuevo? — Bromeó él — Sería más que nada pasar el rato, B.
Enrollarse tiende a implicar una participación más física, si entiendes lo que
digo.
— Considéralo captado. — Le guiñó un ojo, lo cual sólo tuvo
éxito en causar que su corazón casi se detuviese.
«Qué mal estoy», pensó Jae para sí
mismo.
—
¿Así que pasamos el rato, hablamos y vemos qué pasa? — le preguntó él mientras se apoyaba contra
un poste en la glorieta.
— Suena bastante correcto. — Yunho se puso de pie y se acercó a él.
Dejó poco espacio entre ellos. Un poco más hubiera sido mejor para la comodidad
de Jae, pero él trató de actuar como si no le molestara.
— Voy a pedir algo de ti, Jaejoong — le dijo con seriedad.
— Estoy escuchando. — Jae levantó la barbilla y le dio toda
su atención.
— Mi lobo no está lidiando
bien con la idea de otros cerca de ti, tocándote.
Yo entiendo que no hay manera de
evitarlo, pero él no. Para todos los
efectos, él te ha reclamado como suyo, las señales de apareamiento se pueden
joder para él.
El aliento de Jae quedó atrapado ante su
declaración.
— Así que, lo que estoy pidiendo es, a falta de un término mejor,
seguridad en tus… — Yunho buscó la palabra correcta. Jaejoong
se le adelantó, como solía hacer.
—
¿Intenciones, intereses, atracción? — Jae sonrió, tendía a irse por la borda en cuanto a
vocabulario cuando estaba nervioso, lo cual estaba. Nervioso, eso es.
— Todas las anteriores.
— Está bien. Así que, si rasco tu espalda, tú
rascas la mía, ¿no?
La cabeza de Yunho se ladeó mientras se
acercaba aún más. Jae se dio cuenta que había desatado un monstruo con su coqueteo
descarado. La pregunta ya no era si él podía manejar lo que Yunho le ofrecía,
sino si él iba a sobrevivir a lo
que Yunho volcaba en él. Si fuera honesto consigo mismo diría que todavía no sabía la respuesta a esa pregunta. «Pero,
¿dónde está la diversión en ser honesto con uno mismo?»
— Asumo que esto significa que necesitas la
misma seguridad por mi parte.
Yunho puso las manos en sus caderas y lo
empujó lejos del poste y cerca de él. Jae jadeó mientras sus manos se posaban
en el pecho de él. Su respiración se aceleró y vio sus ojos seguir sus
movimientos mientras él se lamía los labios.
«¿Va
a besarme? ¿Estoy listo para que me bese?» Jae
se rió de la pregunta. «¿Joan Rivers ha tenido suficiente cirugía
plástica para calificar como una figurita de plástico? Suficiente.»
— Me gustaría que la respuesta
a eso fuera no — le dijo Jae — No me gusta ser el chico pegajoso e inseguro.
Yunho rió y sintió el rumor vibrar a
través de sus manos directamente a su alma.
— Tú eres cualquier cosa menos pegajoso
e inseguro, Jaejoong. ¿Misterioso, confiado, juguetón, hermoso,
demasiado sexy para tu propio bien? Por supuesto.
Pero nunca pegajoso o inseguro.
—
¿Estás tratando de acumular puntos, lobo?
—
¿Está funcionando?
— Nunca lo voy a admitir. — Él le guiñó un ojo.
Él apretó sus caderas una vez con sus
fuertes manos y lo miró a los ojos.
— No dudarás en ningún momento de mis
intenciones o interés en ti. ¿Queda claro?
— Cristalino —
dijo él con aire ausente mientras miraba sus ojos ámbar comenzar a brillar.
Tomó todo en él, para no agarrar la parte delantera de su camisa y tirar sus labios
a los de él. Yunho debió haberlo visto escrito en toda su cara.
Él levantó una ceja en un desafío
silencioso.
No iba a ser el que diera el primer
paso, no con su lobo. Yunho rió entre dientes y para su gran decepción, dejó
caer las manos y dio un paso atrás.
— Supongo que debería acompañarte de regreso a
tu habitación — le
dijo mientras él, una vez más, metió su mano en su brazo y comenzó a caminar
por los escalones.
Jae sonrió.
—
¿No quieres volver y bailar? — Yunho la miró por el rabillo del ojo.
— Creo que ambos hemos soportado lo suficiente
por esta noche. ¿No lo crees, Nae agi neugdae?
— Oh, vamos, B. ¿Seguramente no eres de los
que huyen de un poco de emoción? — se burló.
— Estar cerca de ti es más que suficiente
emoción para mí, te lo aseguro.
Jae se sonrojó. «Bueno,
eso sólo va a tener que parar. No voy a desmayarme», gruñó en su mente.
Yunho se rió entre dientes, como si
pudiera escuchar su monólogo interior. Lo más loco es que él quería que Yunho oyera su diálogo
interior tanto como quería que finalmente lo empujase
hacia él y lo besase sin sentido. «¡Oh, cómo han caído los valientes!»
Jae se rió de sí mismo.
Yunho lo dejó en la puerta, pero antes
de irse lo atrajo hacia él, envolviéndolo en un abrazo apretado. Metió la
cabeza en su cuello y respiró hondo.
Él dejó escapar un suspiro de
satisfacción. Si esto era lo que Junsu experimentaba cuando Yoochun lo abrazaba, no sabía cómo él dejaba
que lo soltara.
— ¿Estás
pensando en tomar una ducha esta noche? — le preguntó, tomándolo fuera de guardia completamente.
— Moviéndonos un poco rápido, ¿no? — Yunho realmente se sonrojó.
— Estoy siendo egoísta y un poco cauteloso, en
realidad — explicó.
—
¿Y qué tiene que ver que tome una ducha con eso?
—
¿Has notado lo mucho que Yoochun toca a Junsu? ¿Especialmente antes de
que fueran vinculados?
—
¿Cómo no notarlo? Estaban unidos por la cadera. Bueno, cuando él no
estaba siendo disputado o secuestrado, eso es.
— Recuerda que no somos humanos, Jaejoong.
Cuando te toco, porque hay una cierta cantidad de atracción entre nosotros, y
debido a que mi lobo te ha reclamado, dejo mi esencia en ti. Es como una
especie de tarjeta de presentación a otros machos. Te abracé tan cerca para
poner la mayor cantidad de mi olor en ti como sea posible sin… — se aclaró la garganta antes de
terminar — ponernos más físicos.
Jae hizo un movimiento de “ahh”
con la boca. Entonces su cabeza se
inclinó hacia un lado.
— ¿Yo
dejo un rastro en ti? —
Yunho sonrió.
— Al igual que mi propio perfume personal — bromeó.
—
¿Así que quieres saber si voy a tomar una ducha porque va a lavar tu olor?
— Eso es correcto.
— Realmente me gustaría — admitió a regañadientes, porque a
decir verdad, le gustaba la idea de tener el olor de Yunho rodeándolo.
Yunho
lo soltó. Puso dos dedos
debajo de su barbilla y le levantó
el rostro para mirarlo.
— Entonces vendré a verte temprano antes de ir
a desayunar. No podemos ser vistos
demasiado interesados en el otro. Aunque Siwon lo entienda, los otros Alfas no.
— Entendido. ¿Así que entonces te veré por la
mañana? — Yunho asintió.
— Que duermas bien, Jaejoong — dijo mientras levantaba su mano y
suavemente pasó el pulgar por sus labios, casi como si estuviera imaginando lo
que se sentiría si lo besaba. Él quería retarlo a que lo descubriera, pero en
lugar de eso sonrió. «Gran oportunidad.»
Yunho sonrió mientras lo dejaba
mirándolo como un enamorado adolescente.
— Eso es lo que eres, tonto — murmuró él mientras se giraba y entraba en su habitación.
Changmin y Junsu estaban descansando en
su cama. Qué sorpresa.
— Dinos las buenas, Jae. ¿Dónde has estado y
por qué tienes esa sonrisa tonta casi dividiendo tu cara en dos? — bromeó Junsu.
>>>♥<<<
Jae giró en círculo.
— Estoy disfrutando de mi éxito. No arruines
mi entusiasmo.
Changmin se sentó.
— Has estado con Yunho — lo acusó.
— ¿Has
estado practicando tu trabajo detectivesco, Watson? — preguntó Jae con las cejas levantadas.
— En realidad no. Simplemente no hay nada, ni
nadie, que pueda hacer que te veas tan enamorado.
Jae comenzó a desvestirse, sin
importarle que tuviera compañía. Era el desvergonzado y ellos estaban
acostumbrados.
— Yunho me dijo que me quiere y que su lobo me
ha reclamado como su compañero — soltó sin ninguna advertencia.
Esta vez fue Junsu quien se sentó bruscamente.
— ¿Sólo así? Nada de: “¿Oye, quieres ver una película?” o “¿Estoy pensando que podemos tener una
intensa atracción el uno por el otro?” ¿Sólo bam — Junsu golpeó sus manos juntas — tú
eres mi compañero?
Jae tomó un par de bóxers y una
camiseta. Se imaginó que no iba a tomar una ducha hasta que soltara cada
detalle a estos dos, no es que él no le había exigido una vez lo mismo a Junsu.
— Creo que ambos simplemente no queremos jugar
a ningún juego. Bueno, no de aquellos que vayan a hacernos daño. Saben que
todavía lo voy a hacer trabajar, pero al menos sabemos dónde estamos parados.
—
¿Y qué más te dijo?
— preguntó Changmin con impaciencia.
Jae procedió a repasar — textualmente,
podría añadir— la conversación con Yunho. Junsu y Changmin colgaron de cada
palabra.
— Así que, ¿te besó? — preguntó Junsu.
— No. — El rostro de Jae decayó — Puso sus manos en mis caderas y me atrajo
hacia él. Y maldita sea, Junsu, podrías haber ayudado a un hermano y prepararme
para eso.
Junsu sonrió.
— Es bueno, ¿no?
Jae sonrió con nostalgia.
— Es mejor que comer chocolate Godiva y ver a
Johnny Depp y Brad Pitt mientras me tomo un baño de burbujas. Lo que, sí, he
hecho… todo lo anterior… al mismo tiempo.
Changmin rió.
— Sólo tú pondrías un televisor tan cerca de una
bañera.
— Todos tenemos nuestros vicios, Min — dijo Jae sin arrepentimiento.
— Así que el veredicto es, que básicamente,
van a seguir con todo esto de actuar a espaldas de los Alfas. — Indicó Junsu más que preguntar.
— Me encanta un buen escándalo. — Jae sonrió.
— Especialmente cuando estás justo en el medio — añadió Changmin.
—
¿No lo sabes ya? —
Jae se levantó de la silla que había ocupado
mientras recapitulaba su noche — Oh, una cosa más — añadió distraídamente mientras se
dirigía hacia su baño para ducharse — me dijo que quería su olor sobre mí. Así que
va a venir mañana temprano antes del desayuno.
— Cállate — farfulló Junsu.
—
¿Y cómo exactamente es que va a lograr eso, Kim Jaejoong? — El tono
maternal de Changmin era agudo. Jae encontraba bastante divertido cuando Changmin
se ponía todo protector.
—
¿Por qué, Changmin? ¿Cómo te atreves? — Jae puso el más marcado acento sureño que pudo — ¿Implicas
que voy a permitirle a ese lobo poner sus patas sobre mí?
— Oh, cariño, voy a hacer más que implicar — replicó Changmin.
— Entonces, me conoces mejor de lo que pensaba. — Jae le guiñó un ojo.
— ¡Jaejoong!
— Dijo Changmin indignado — Pensé
que querías esperar.
— Oh relájate, Santa Polly. Lo único que va a
hacer es abrazarme. Caray, yo que pensaba que mi mente era la única que vivía
en la canaleta. No me di cuenta que estabas buscando en bienes raíces, Min.
Junsu se levantó de la cama.
— Está bien. Bueno, no hagas nada que yo
haría. — Junsu le guiñó
un ojo — Por supuesto, tengo licencia para…
Esta vez Changmin gritó el nombre de Junsu.
—
¿Qué pasa con ustedes dos?
— Tenemos que conseguirte un hombre, Changmin — soltó
Jae, mientras cerraba la puerta del baño.
— No necesito un hombre — gruñó Changmin — Tengo
mis manos lo suficientemente llenas con ustedes dos.
— Bueno, tal vez sea hora de que tengas las
manos llenas de algo más
— le gritó Jae a través de la puerta. Oyeron comenzar el goteo de la ducha.
Junsu se rió.
— Excelente.
Changmin siguió a Junsu fuera de la
habitación, y Junsu rió más cuando oyó murmurar a Changmin en voz baja:
— Les voy a mostrar lo que es necesitar a un
hombre. Pooor faaavor, ustedes dos necesitan lavar sus bocas con jabón, o mejor
aún con blanqueador. No, no, en realidad. Con blanqueador y jabón.
>>>♥<<<
Jae salió del baño, limpio y
completamente sin rastros de Yunho, pero un golpe en su puerta, le dijo a la pequeña parte
en él que esperaba que fuera dicho lobo que se callara.
Abrió la puerta para encontrarse con Key
y Seulong de pie fuera de su puerta.
— Hola, chicos, ¿qué pasa? — preguntó Jae y dio un paso atrás para
que pudieran entrar.
— Espero que no sea demasiado tarde para pasar — dijo
Seulong mientras entraban.
— Soy un ave nocturna, así que no se
preocupen.
— Seulong y yo estábamos aburridas — comenzó Key.
— Traducción — interrumpió Seulong— Key
está aburrido. Yo estoy siendo arrastrado.
Jae sonrió.
— Entonces estábamos pensando, ¿sabes que
mañana se supone que debemos ir al gimnasio para aprender defensa personal de
los machos de la manada de China?
— Sí — dijo Jae, ya interesado en una posible
estrategia… oh, cómo amaba
las estrategias.
— Habrá otro grupo de doceles y mujeres allí
también, así que me imagino que probablemente van a presentar a nuestra manada
públicamente. Yo, bueno, nosotros — dijo Key, mirando a Seulong, quien resopló — estábamos
pensando lo divertido que sería si cuando presentaran nuestra manada,
hiciéramos una especie de porra o baile o algo. Como lo que hacen ustedes los
americanos por sus equipos deportivos.
— Están con ganas de acabar con la represión
del hombre. Cuanten absolutamente conmigo.
—
¿Acabar con qué de quién?
— Es sólo un dicho, cuando alguien quiere
rebelarse contra la autoridad.
Seulong asintió.
— Te das cuenta que Siwon se molestará por
esto, ¿verdad? —
preguntó Jae. Key le dio una sonrisa
muy al estilo de Jae.
— Nunca nos detuvo antes.
— Excelente. — Sonrió Jae.
— Que conste que por lo general soy un
espectador inocente — añadió
Seulong, pero después le dio un guiño a Jae.
— Ajá, seguro que lo eres. Muy bien, vamos a
hacer esto. — Jae
hizo una pausa — Um, ¿en dónde vamos a hacer esto
exactamente?
— En el gimnasio. Estaba vacío cuando con Seulong y
yo lo comprobamos en nuestro camino hasta aquí — le dijo Key.
— Muéstrame el camino, Thelma.
—
¿Quién es Thelma?
— Jae negó con la cabeza.
— Puedo ver que una gran noche de cine se
avecina.
Los chicos llegaron al gimnasio sin
encontrar a nadie, por lo que estaban agradecidos.
— Así que Jae, ¿fuiste un porrista en la
escuela? — preguntó Seulong.
— No, por lo general era uno de las que se
burlaban de las porristas. Pero soy realmente bueno en rimas y canciones, así
que voy a inventar alguna composición. Key, vi tus movimientos en la pista de
baile. Tú y Seulong armen algunos movimientos, ¿de acuerdo?
Asintieron y se pusieron a trabajar.
Una hora más tarde, Jae había compuesto
una porra y Key había perfeccionado el baile para que fuera junto con él.
— Muy bien, vamos a hacerlo desde el principio — dijo Key.
Cada una de ellos se puso en sus lugares
designados y en el recuento de Jae, empezaron.
Menea, menea, sacude, sacude,
Sabemos que quieres un poco de este dulce.
Menea, menea, adiós, adiós,
Algunos aún quieren algo del bol.
Cuidado muchachos, no se acerquen demasiado,
No es a nuestros Alfas al que deben temer
angustiados.
Sucio, sucio, patas, patas,
Saben que quieren romper las ordenanzas.
Doble, doble, perro osado,
Jadeas y gruñes, mientras miras embobado.
Lo sentimos pero no somos tan fáciles,
Date la vuelta, si quieres algo sórdido.
Cáptalo, cáptalo, lo tienes, lo tienes,
Lástima que no puedes imponerte sobre este.
Lobo, lobo, grande, malo,
Recházanos, apártanos y nos molestaremos.
Podremos estar bien, y ser súper sexys,
Pero suaves lobos no somos ni por asomo.
Corre, corre, macho, macho,
Sabemos que quieres algo de este pedazo.
Golpéalo, golpéalo, tócalo, tócalo,
No lo encontraran, si no se los trazamos.
Les dijimos una vez, ahora lo decimos de
nuevo,
No jugamos limpio, y nunca lo haremos.
Gruñido, gruñido, babear, babear,
Cero cachorros con nosotros, y nada de
berrear.
Míranos, míranos, corre, corre,
Trata de atraparnos, si eres tan torpe.
Puedes mirar, tal vez incluso tocar,
Nos comprometemos a no hacerte mucho daño.
Chicos, chicos, no se escapen,
Tenemos más juegos que queremos jugar.
Desafíos, desafíos, peleas, peleas, Quién
recibirá, mis Ritos de Sangre.
Sabemos que cada uno, tiene un plan,
Atrápanos, atrápanos, si lo pueden lograr.
Los chicos estaban jadeando para cuando
terminaron. En realidad todos tenían dificultades para mantener una expresión
seria a medida que ejecutaban los movimientos. Jae se resquebrajó a sí mismo
con sus letras.
Mientras los chicos continuaron
practicando, cambiando diferentes movimientos para hacer que fluyera mejor,
fueron totalmente ignorantes de la audiencia fuera de las puertas del gimnasio.
Un par de los machos de la manada China, habían estado
de camino a hacer ejercicio al gimnasio, cuando
escucharon a los chicos animar. Se pararon a mirar antes de entrar y se
sorprendieron al ver a los tres doceles sin pareja de la manada Coreana.
— En realidad, deberíamos irnos — dijo uno de los machos, mientras
continuaba mirando.
— Sí, deberíamos — respondió su compañero de manada. Se
produjo una pausa.
— Ve a buscar algunos de los otros chicos. Ah,
y agarra mi teléfono. Dejemos esto en vídeo.
>>>♥<<<
Yunho yacía en su cama después de tomar
una ducha de mala gana. No había querido lavar el aroma de Jaejoong de su piel.
Pero se consolaba al saber que iba a verlo, tocarlo de nuevo en la mañana.
Después de que lo dejara en su
habitación, había ido a la sala de entrenamiento y drenó algo de la adrenalina
que fluía por sus venas después de haber estado tan cerca de Jaejoong. Tuvo que
admitir que se sentía más ligero, más en control,
ahora que habían
hablado y puesto
todas sus cartas
sobre la mesa. Se sintió aliviado al oír que Jaejoong
sentía algo tan fuertemente hacia él como él lo hacía. A veces no estaba
seguro. Era tan extraño para él sentirse inseguro y preocupado de que no le
gustara a una pareja. Sonrió para sus adentros.
A él sí le gustaba. Mucho.
La cuestión no había cambiado realmente.
Todavía iba a tener que lidiar con otros lobos mostrando interés por él. Pero
le hizo sentirse mejor saber que no estaba interesado en ellos. Que su corazón,
era de él. Pensó que tal vez debería
estar preocupado de que él de hecho encontraría su verdadero compañero
entre las otras manadas,
pero a decir verdad, independientemente de la falta de señales de apareamiento, Yunho apostaría
su vida a que Kim Jaejoong era su verdadero
compañero.
«Ahí
está», pensó. «Estoy
admitiéndolo y aceptándolo, mejor que eso, estoy abrazándolo.» Yunho sintió su lobo bajar la guardia por
primera vez en meses.
Finalmente, el hombre y el lobo estaban
en armonía de nuevo.
Justo cuando empezaba a cerrar los ojos
y quedarse dormido, escuchó golpes en su puerta. Urgentes, fuertes, no un golpe
promedio.
Yunho estuvo en la puerta de un salto.
Hayami estaba en el otro lado, mirándolo
un poco nervioso.
—
¿Qué está pasando, Hayami?
— Beta, son las 11.30. ¿Sabes dónde está tu chico?
Yunho podría haber apreciado la pequeña
broma, pero Hayami se estaba refiriendo a Jaejoong, e implicando que no estaba
donde la había dejado.
— Dime. — La voz de Yunho fue filosa.
Los ojos de Hayami se abrieron y empezó
a hablar muy rápido.
— Iba al gimnasio para hacer ejercicio y
cuando llegué allí vi a un grupo de machos de otras manadas mirando por las
ventanas del gimnasio. Oí voces, animadas voces. Cuando me acerqué lo
suficiente para ver… bueno, eran Jae, Key y Seulong.
Yunho pasó junto a Hayami y estaba
tratando de no correr. Necesitaba calmarse antes de llegar allí.
—
¿Qué es lo que exactamente están haciendo? — preguntó mientras Hayami
trataba de mantenerse al ritmo con su Beta.
Hayami
vaciló, pero la mirada que Yunho le envió le hizo aflojar
la lengua.
— Están haciendo algún tipo de porra y baile — dijo vagamente.
—
¿Quiero saber lo que lleva puesto?
— Probablemente no.
— Maldita sea.
Hayami permaneció en silencio el resto
del camino.
Yunho escuchó risitas y voces masculinas
mientras rodeaba la misma esquina por la que Hayami
había pasado sólo unos minutos
antes. Caminó directo a ellos, y los lobos se separaron
como el mar rojo.
Todos miraron sobresaltados a Yunho,
esperando a que perdiera el control. En su lugar, arrebató el teléfono del lobo
más cercano, y luego miró a todos con ojos brillantes.
— Si han estado grabando esto tienen cinco
segundos para borrarlo.
Hubo repentinos movimientos por todos
lados, mientras los botones eran oprimidos en los teléfonos.
— Si me entero de que alguno de ustedes no lo
ha eliminado y lo muestran a los demás, los llamaré afuera, los voy a desafiar,
y van a perder.
Yunho se encontró con los ojos de los
lobos y cada uno de ellos bajó la mirada rápidamente.
—
¿Queda claro?
— Sí, Beta — dijeron al unísono.
El poder proveniente de Yunho era crudo
y fuerte. Tomaba, incluso el esfuerzo de los lobos más dominantes, no colapsar
bajo este.
— Bien. Ahora váyanse antes de decidir que no
me importa mantener la paz entre nuestras manadas.
Todos los lobos se habían casi ido antes
de que hubiera terminado de hablar. «Lobos inteligentes», pensó.
Antes de que Yunho abriera la puerta del
gimnasio, miró el teléfono que había tomado y presionó el botón de reproducción
en el vídeo. Los ojos de Yunho se abrieron
cada vez más, por cada palabra, cada movimiento de caderas,
cada giro, cada mirada de incitación que su compañero realizaba. Después de
permanecer en estado de shock por un momento, pulsó el botón borrar y le entregó
a Hayami el teléfono.
— Cuando abra esta puerta, Hayami, quiero que
acompañes a Seulong y a Key a su habitación. Permanecerás fuera de su puerta el
resto de la noche.
— Sí, Beta. — Hayami obedeció.
Yunho alcanzó la puerta del gimnasio.
Respiró hondo y le dijo a su lobo que se tranquilizara, pero sabía que sus ojos
todavía brillaban.
— Está bien, esta será la última vez. — Jae
jadeaba, había pasado
un tiempo desde que había
hecho tanto ejercicio — Entonces creo que podemos terminar la noche.
— Estoy bastante seguro de que la noche ha
terminado.
Los tres chicos se congelaron ante el
sonido de la voz detrás de ellos.
— Mierda, mierda, mierda — murmuró Jae para sí mismo.
— Key, Seulong. — La
voz de Yunho no era dura, pero firme. Hablaba en serio — Hayami los acompañará a su habitación. No la
dejen hasta que sea hora para el desayuno en la mañana.
Ninguno de los chicos habló mientras
caminaban hacia Hayami. Key miró, al pasar a Jae y pronunció:
— Lo siento.
Jae se encogió de hombros, luego respiró
hondo, y se volvió para mirar a su Beta.
— Qué gusto encontrarte aquí — coqueteó.
La mirada en sus ojos le dijo que eso no iba a funcionar. Una cosa que Jae
estaba aprendiendo rápidamente sobre Yunho, era que sus emociones rara vez lo
controlaban. Con él, de vez en cuando se liberaban de su jaula. Y en momentos
como este, cuando había decidido que tenía razón y que él iba a obedecer, nada
podía influir.
— Recuerdo claramente que te dejé en tu
habitación, Jaejoong.
— Bueno… no estaba realmente cansado y, Key y Seulong
dijeron que querían hacer algo de ejercicio, por lo que…
—
¿Por qué es que no procuraron un escolta al gimnasio? ¿Por qué
exactamente pensaste que era una buena idea pavonearse en tu pijama sin ningún
tipo de protección en una mansión llena de lobos machos sin pareja? — Yunho dio lentos y medidos pasos
hacia él, mientras hablaba — Por favor, dime, porque sé que tiene que
haber una razón trascendental para hacer algo tan perturbador y peligroso.
—
¿Acabas de usar la palabra procurar? — preguntó Jae con incredulidad, con la insinuación
de una sonrisa de satisfacción en sus labios.
— Jaejoong. — La voz de Yunho fue mortalmente baja.
Jae inconscientemente dio un paso hacia
atrás, ante los ojos brillantes clavados en él.
— No es gran cosa, B. Nadie entró mientras
estábamos aquí. No veo por qué me estás fastidiando.
Yunho rió. No era un buen sonido.
— No es gran cosa. Claro. Bueno, tal vez
puedes explicarme por qué acabo de tener que correr a veinte lobos lejos de
esas puertas. Quienes, por cierto, estaban grabando tu pequeña actuación en sus
celulares. Así que, dime otra vez cómo es que no es una gran cosa. — Yunho se movía de nuevo hacia él.
Jae siguió retrocediendo hasta que el
dorso de sus piernas golpearon las gradas. Estuvo a punto de caerse sobre su trasero,
pero se sostuvo con una mano.
Irritado con su torpeza y por el ligero temor que sentía
por haber sido acosado por Yunho y su extraña calma, volvió de
nuevo al Jae “no me importa nada”. Llámenlo un mecanismo de defensa, pero
le ayudaba a mantener la calma.
—
¿Sólo veinte? — preguntó
ladeando la cadera hacia un lado y apoyando la mano sobre él — Hubiera
pensado que el bailecito reuniría a un poco más. — Hizo todo un espectáculo de parecer
pensativa, tocándose la barbilla con el dedo — Hmm, tal vez necesitamos un poco más de
acción de cadera. Aunque, no creo que estuviéramos dando lo mejor de nosotros.
Definitivamente va a ser mejor cuando lo hagamos de verdad.
Yunho gruñó y dio un paso más cerca.
Estaban a menos de un pie de distancia. Jae todavía tenía la mano apoyada en la
cadera, pero ahora tenía que inclinarse un poco hacia atrás para mirar
a su casi dolorosamente hermoso
rostro.
— No me gusta ser el que te lo diga, nene,
pero no vas a realizar ese pequeño
número para nadie. Nunca.
— Los ojos de Jae se estrecharon.
— Tengo la sensación de que un día vas a
cambiar de opinión acerca de eso. Por cierto, no creas que llamarme “nene” te ayudará a salirte con la tuya
por ser un dictador, peludo, enfurruñado.
— Mira, sé que los jóvenes no entienden cómo
funcionan los cerebros de los hombres. — En realidad pareció
tímido mientras continuaba — Tengo más de un siglo de edad y mi cerebro
aún funciona de esa manera. Los hombres no sólo ven a chicos sexys haciendo un
baile caliente.
—
¿Qué otra cosa podrían ver? — preguntó Jae, revelando cuán inocente era a pesar de todo su gran
discurso.
— Cuando bailas así, y los miras como si
fueras… ellos, nosotros
— se corrigió — lo vemos como una invitación.
Jae no pudo evitar reír de incredulidad.
— Hombre, realmente están mal de la cabeza si
eso es lo que obtienen a partir de un baile y unas rimas, que en realidad
insultan a los machos sin pareja. Lo cual, si escucharan las palabras,
entenderían.
Yunho le agarró la mano y tiró de Jae
hacia él. Envolvió sus brazos alrededor de él e inhaló su perfume profundamente
en sus pulmones.
— Ya destacas con tu hermoso cabello rubio,
piernas largas y ojos impresionantes. ¿Podrías por favor no llamar más la
atención sobre ti mismo?
— le suplicó.
— Te faltó uno de mis mejores atributos — comenzó Jae, pero Yunho lo cortó.
— Jaejoong. — Su voz era un gruñido. Jae se rió.
— Sólo te dejaste a ti por fuera, lobo.
Yunho
no pudo detener la sonrisa
que se extendió por su rostro. Sólo él
podía calmarlo y hacerle olvidar que estaba incluso enfadado.
— Voy a llevarte de vuelta a tu habitación y
quiero que te quedes allí hasta que vaya por ti en la mañana.
Jae salió del refugio de sus brazos.
Puso los ojos en blanco.
— Bien, caramba. Siempre limitas mi estilo.
Yunho lo acompañó de regreso a su
habitación. Justo antes de que él entrara, lo
detuvo con una mano en su brazo.
Se inclinó y la respiración de Jae se aceleró. Rozó su nariz contra su
cuello, haciendo que un escalofrío tensara el cuerpo de Jae. Se echó hacia atrás
y dijo la última cosa que Jae esperaba nunca escuchar.
— Por mucho que odie que tomes otra ducha
ahora que llevas mi olor, sería lo mejor. Al parecer, tu pequeño baile te puso
caliente.
Jae sonrió con malicia.
— Si a mí me puso caliente, sin duda te puso…
Yunho puso un dedo sobre sus labios.
Negó con la cabeza, haciéndole saber que sabía exactamente lo que él había
estado a punto de decir.
— Mantener tus palabras bajo control se está
convirtiendo en un trabajo de tiempo completo — bromeó. Él le sacó la lengua en respuesta, con lo
que sacó una risa de él — Que duermas bien — le dijo mientras se volvía para irse.
Jae se sonrojó acaloradamente mientras
empezaba a abrir la puerta de su habitación, pero antes de que él estuviera muy
lejos, murmuró:
— No sería un trabajo tan duro, si mi boca
estuviera ocupada con otras cosas. — Sabía que su oído de lobo la escucharía.
Yunho no se dio vuelta.
— Espero ansiosamente poder olfatearte… quiero
decir verte en la mañana, Jaejoong.
Jae rápidamente cerró la puerta.
Sonriendo mientras se inclinaba hacia atrás, dijo en voz alta:
— De verdad te estás metiendo con la bestia,
Jae. Y si fuera un chico que apostara, diría que quieres ser mordido. — Se rió sin aliento — Eso
lo resume todo, Sherlock.
— Negó con la cabeza y, una vez más se dirigió a la ducha.
>>>♥<<<
La cabeza de Luhan se levantó por el repentino llamado a su puerta. Miró su
reloj y se preguntó quién lo visitaría
a medianoche. Se levantó y abrió la puerta
para encontrarse a Changmin en el otro lado.
— Changmin. — Luhan no ocultó la sorpresa en su voz — ¿Está
todo bien?
— Sí — dijo Changmin en un principio, pero rápidamente se retractó — Bueno,
la verdad, no lo sé. ¿Puedo hablar contigo un minuto? Me doy cuenta de que es
tarde. — No podía dejar
de retorcerse las manos y cambiar de un pie al otro.
El comportamiento del chico no pasó
desapercibido por el doctor.
— Claro. Vamos, entra. — Changmin sorteó por la puerta y Luhan
la cerró suavemente — Entonces, ¿qué te trae por aquí a estas
horas? — le preguntó,
aunque no sin amabilidad.
— Se trata de Jae y Yunho… — comenzó Changmin.
— Ah, sí. Las celebridades del baile — bromeó Luhan. Changmin sonrió.
— Siempre puedes contar con Jae para hacer una
entrada o una salida. Una que siempre va a ser épica.
Luhan esperó pacientemente a que Changmin
continuara.
— Después de que Jae dejó el baile, Yunho lo
siguió y hablaron.
—
¿Sólo hablaron?
— Las cejas de Luhan se levantaron mientras se inclinaba hacia adelante.
Changmin asintió.
— Sí, no pasó nada divertido. Contrariamente a
su apariencia y gran charla, Jae realmente tiene un alto estándar cuando se
trata de tener un encuentro físico en una relación.
Luhan tenía que admitir que estaba
sorprendido. La boca de Jae sugería a menudo lo contrario.
— Cuando Jae regresó a su habitación, Junsu y
yo la estábamos esperando. Queríamos estar seguros de que estuviera bien,
¿sabes? — Changmin seguía con las manos inquietas, mientras
hablaba — Jae dijo que Yunho sacó todo fuera.
Luhan se sentó bruscamente.
—
¿Qué quieres decir con “todo”?
— Le dijo que lo quería y que su lobo lo había
reclamado como su compañero. Por supuesto, todos lo vimos a un kilómetro de
distancia, pero me pregunto qué lo hizo cambiar de opinión sobre perseguirlo
tan rápidamente.
Luhan cruzó las piernas mientras se
echaba hacia atrás y miraba a Changmin. Era obvio que el chico se preocupaba
realmente por Jae, e incluso por Yunho. «Qué bueno
debe ser tener esa clase de amistad», pensó.
— Bueno, podría haber un par de razones para
su brusco cambio. Sé que Heechul y Siwon han tratado de explicarles todas las
diferencias entre los machos Canis lupis y los machos humanos, así como los
dominantes Canis lupis y los no dominantes.
Changmin asintió.
— Por eso, voy a tratar de no ser demasiado
redundante. Así que, el macho dominante es controlador, obsesivo, protector,
muy leal, muy intenso, y muy, muy posesivo. A veces estos rasgos son una
molestia absoluta y, francamente, un dolor en el… bueno, ya me entiendes. Sin
embargo, hay otros momentos que estos rasgos son necesarios en nuestro mundo.
Estas cualidades pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte en algunos
casos. — Luhan hizo una
pausa, recopilando sus pensamientos — Te diré que, a veces, un macho dominante
puede parecer un poco bipolar, ya que pueden cambiar en un abrir y cerrar de
ojos. Están condicionados a pensar con rapidez y bajo presión, tomar decisiones
rápidas para el bien de la manada y sus seres queridos. Así que lo que piensa
que podría ser la cosa más correcta para hacer un minuto, puede ser anulada en
el siguiente, por un cambio de circunstancias o jugadores en el campo. ¿Estás
conmigo todavía? — preguntó.
— Sí. Estoy empezando a ver cómo las cosas
podrían haber hecho decidir a Yunho que necesitaba superar este miedo de no ser
capaz de proteger a Jae.
— Exactamente — concordó Luhan — Esta
noche Yunho vio cómo se iba a desarrollar el juego, por decirlo de alguna
manera. Creo que se dio cuenta de la intensidad de lo que siente hacia Jae. No
ha tenido que competir por su atención hasta ahora. Yunho es inteligente, es
muy fuerte, y en su núcleo es un Alfa. Al ser un Alfa tiene todas las
características que he mencionado hasta el extremo. La personalidad también
puede hacer que ellas reaccionen con más fuerza. La personalidad de Yunho es
mucho más intensa que la de Yoochun. Es un observador, no un hablador. Esta
noche apostaría que se dio cuenta de cuál era su límite en cuanto a no
perseguir a Jae, y llegó a él. Cuando vio a otro lobo mostrando un interés
considerable en él, lo que sea que estuviera refrenándolo se rompió
bruscamente.
Changmin se frotó la cara, obviamente
cansado, pero no se iba a ir por el momento. Quería tratar de entender la
dinámica entre Jae y Yunho. Algo en él se sentía obligado a cuidarlos.
— Sé que fue una larga explicación, y creo que
probablemente la correcta. Pero hay una segunda posibilidad de por qué Yunho
cambió de opinión acerca de su relación con Jae. Yunho vino a mí hoy y me dijo
que el olor de Jae ha cambiado para él. Dijo que estaba seguro de que era el
aroma de apareamiento.
Changmin frunció el ceño.
— Oh, sí me acuerdo de Yoochun explicando los
diferentes signos de apareamiento… el aroma era uno de ellos.
— Su olor podría haber finalmente empujado a
su lobo hasta el borde, lo que le permitió tomar el control sobre Yunho, aunque
fuera brevemente. Realmente creo que, debido a que Jae está en un estado
latente, las señales de apareamiento sólo van a requerir más vinculación
emocional y, aún más molesta, paciencia. Simplemente hay que ser paciente para dejar
que la naturaleza haga lo suyo. Es casi como si su lobo necesitara ser
despertado.
— Buena analogía, doc. — Sonrió Changmin con cansancio — Está bien. Bueno, sólo quería obtener su
opinión sobre la situación. Pero hay una cosa más… ¿cree que Yunho cambiará de
parecer? — La voz de
Changmin tomó un tono serio — Luhan, el fuerte Jae, el capaz Jae, no
manejará bien si Yunho se aleja de él. No después de su declaración de esta
noche.
— Hay una cosa que un lobo no puede cambiar:
sus sentimientos hacia su compañero. Si Yunho aceptó que su lobo ha reclamado a
Jae, si ha aceptado que a veces el lobo en nosotros es mucho más perceptivo de
lo que nosotros somos, y está eligiendo a confiar en eso, entonces no hay
vuelta atrás. Yunho no podría alejarse de Jae, incluso si, por algún milagro,
más allá de los milagros, quisiera. No sólo eso, sino que va en contra de todas
las fibras de su ser provocarle dolor a Jae, físico o emocional. Su lobo nunca
lo permitiría. Yunho tiene más de un siglo de edad, Changmin. Sabía todo esto
cuando decidió dedicarse realmente a Jae. Te puedo asegurar que no entró a la
ligera.
Changmin asintió y respiró
profundamente, dejando entrar el aire lentamente.
— Está bien, eso me hace sentir mejor. Jae es
una de esas personas que, una vez que se compromete, una vez que declara que
algo es suyo, se dedica con todo su corazón. Jae tomaría una bala por Junsu y
por mí, sin pensarlo. Arrastró a Junsu fuera de un auto en llamas, sin
importarle si lograba salir con vida. Así que, sólo quería asegurarme que Yunho
entiende que desde que le ha dado a Jae luz verde para reclamarlo, necesita
estar preparado para aceptar las consecuencias. Esas consecuencias acaban de
resultar ser un muy mandón, pero también inflexiblemente leal, Kim Jaejoong.
Una vez que Changmin se fue, Luhan se
sentó sobre la cama y recapituló la conversación. No estaba sorprendido realmente de que Yunho hubiera
hecho su movimiento. No después de lo que él y todos los demás habían presenciado esta noche. Luhan decidió que sería
importante tratar de mantenerse al día con cualquier cambio que experimentaran,
especialmente Jae, ya que él no era completamente Canis lupis. Sabía que a Yunho
no le gustaría la idea. Lo consideraría como curiosear sobre algo muy privado,
pero esto era importante y podría ayudar a las futuras relaciones latentes.
Continuara \\(^_^)//...
Niñ@s un comentario no
les cuesta nada….
Gracias…
por fin Yunho acepto lo que siente por Jae y se lo a echo saber aun que un poco en shock por que al fin a escuchado a Yunho decirlo ahora a cuidar bien de Jae y armarse de paciencia ya que Jae no se quedara quieto y ara un remolino de emociones en la vida de Yunho por que si que lo tendrá que cuidar muy de cerca pues creo que le seguirá metiendo en líos por sus insolencias
ResponderEliminarGracias
Que bueno que Yunho pudo aceptar por lo que siente por Jaejoong pero ya es tiempo de que Jae se debe de juegitos ya que eso puede causarle un grave problema y cuando va ha salir pareja pa ra Chaming ya que el esta preocupado por su amigo y por Yunho deberia de te er tambien pareja ya que Ju su y Jae le quieran buscar una pareja gracias Poleth por este capitulo esperare con ansias el siguiente
ResponderEliminarYunho al fin acepto lo que siente por Jae y hablo con sinceridad con el ahora los 2 saben lo que sienten y ahora ya no mas juegos y provocaciones por parte de ambos.
ResponderEliminarYunho tiene mucho trabajo por hacer al querer proteger a Jae ya que el es un iman para los lios.
Changmin esta preocupado por sus amigos
Lo único bueno de que no me dejen leer agusto es que me toca releer completo pa revivir la emoción. O POR TODO LO SAGRADO¡¡¡¡ Este YunJae me mataaaa son tan intenso¡¡¡ jajajaj la porra de Jae hajaja si que se fue grande con las rimas jiji. Pobrw Hayami le toco ser el sebtibela de ese par de sonsacadores jajaj
ResponderEliminarJae, Jae, Jae... va a provocarle a Yunho un ataque de algo, no se puede estar quieto, aunque no todo es su culpa, los demás lo buscan, por alegre, introvertido, fantástico y buen compañero que no niega ninguna ayuda o favor que le pidan, y al final Yunho tuvo que terminar sonriendo ante el ímpetu de su amado.
ResponderEliminarGracias!!!