Vendras a mi. Cap. 10

 — ¿Trajiste todo lo necesario? – preguntaba con seguridad de lo que iba a hacer

 —  ¡Claro!, ¿con quién crees que hablas? – Respondía con la misma seriedad, cargando una bolsa negra – ¿Bueno y ahora qué? –

 —  Pues que tenemos que ver a donde entra para saber en qué secta está – buscó rápidamente unos binoculares de la bolsa que el otro traía

 —  ¿Eres un poco exagerado no? –  se cruzó de brazos

 —  Pues nada es exagerado cuando se trata de mi amargado hermanito Chul, algo debe traerse entre manos…  —  pego un pequeño grito mientras miraba por unos binoculares – mi hermano está hablando muy amenamente junto a un chico, de seguro ese chiquillo le trata de robarle el dinero – puso cara de hermano protector –

 —  Eres demasiado – se colocaba los binoculares también ya que estaban detrás de unos matorrales a diez metros de distancia de un club de baile – AHHHHH! – grito el pelirrojo – ¿Que hace mi hijo allí? ¿Y con ese tipo?

Siwon se quedó de piedra mientras volteaba la cabeza (estilo el exorcista) – ¿TU hijo?–

 — Ese es SUNGJONG! Sabía que este lugar se me hacía conocido, de seguro ese tipejo con cuerpo de alambre y cara de pan lo quiere violar por lo hermoso que es! – se había exaltado

Heechul iba a correr a separar a Sungjong de Changmin pero rápidamente Siwon lo detuvo – No creo que a “tu hijo” lo valla a violar ese tipo – resaltó aquellas dos palabras – Recuerda que estamos aquí de incognito, ¿qué crees que pensarían ambos si nos ven? Además “ese tipo” como le llamas, es mi hermano menor, no le hará nada... Aun… – dijo lo último en un susurro que el otro no escucho

El pelirrojo suspiro resignado – De acuerdo – tomo los binoculares y volvió a esconderse en aquellos matorrales – Pero si percibo atrevimientos de parte de tu hermanito no dudare en separarlos y ocultar a mí pobre hijo de las garras de esa jirafa –

 — Estas exagerando Heechul, mejor sigamos viendo – Siwon siguió su labor con los binoculares

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 — ¿Changmin, no crees que hay unos tipos extraños detrás de esos matorrales? – pregunto con cara de insistencia

 —  Si, yo también los vi, pero no te preocupes no dejare que pase nada – ambos siguieron conversando simulando no haber visto a aquel par de los matorrales

 —  Pero, es grandioso que hayas pasado por aquí, y que te ofrezcas a llevarme lo es aún más – sonreía abiertamente

 —  Pues bueno, tenía tiempo libre y me dije ¿Por qué no? Y aquí estoy, esto como agradecimiento al fantástico fin de semana en el centro comercial – correspondió a la sonrisa – ¿Y cómo te fue en tus clases? – pregunto interesado

Sungjong se puso serio y bajo un poco la cabeza – Bien, pero hay un chico que lo hace mejor que yo, he intentado pasarlo pero parece que no puedo – volvió a alzar la cabeza – pero tampoco me rendiré! – Alzó una mano – Sé que podré, solo con un poco más de fuerza – volvió a sonreír

 — La próxima vez, vendré más temprano para verte bailar, me encantaría hacerlo —  le palmeo el hombro – estoy seguro de que tú puedes – y le sonrió

 —  Vaya vaya, si es nada más ni nada menos que el señorito numero dos –

Sungjong reconoció esa voz, y volteo el rostro muy enojado al ver a ese chico parado a unos cuantos pasos de el – ¿Que quieres Taemin? ¿Humillarme más de lo que ya has hecho? – pregunto haciendo notar su enojo en el tono de voz

 — ¿Que acaso no puede el bailarín principal saludar al bailarín secundario? – devolvió la pregunta con sarcasmo

Changmin no decía nada, se le hacía extraño aquel chico con cabello naranja y largo hasta los hombros, si no fuera porque traía el fleco levantado y vestía de chico, pensaría que era una chica 

 — Pues, disfruta de tu querido título mientras puedas, porque será mío en la próxima competencia, ya lo veras – se cruzó de brazos – no pienso perder contra ti – le dijo mientras lo miraba indiferente

Taemin igualo el movimiento cruzándose de brazos también – Lo veo muy difícil para alguien como tú – miró a Changmin quien no había dicho ni hecho nada en todo el rato y volvió a ver al más bajo – No creas que porque te conseguiste novio, tu ego se incrementara y ganaras por eso, ni lo sueñes – por un momento se podían notar chispitas entre ambos chicos

 — Pues sí, es mi novio, confía mucho en mí y eso me dará fuerzas para ganar – miró con superioridad – no como otros, que les gusta jugar con los sentimientos de los chicos porque parecen chica ja! –

 —  ¿Que dijiste imbécil? – Taemin se iba a lanzar contra Sungjong pero una mano lo detuvo

 —  ¡Taemin! ¿Qué te he dicho de pelear con los otros bailarines?! – lo regañaba un chico al de pelo naranja quien solo trataba de zafarse (ya que este lo detuvo) y miraba a Sungjong con enojo

 —  ¡Suéltame Minho! ¡No te metas! ¡Este idiota se atrevió a insultarme! – el recién llegado cargo a Taemin en uno de sus hombros mientras este aun peleaba

 —  Lo siento mucho Sungjong, sabes cómo es Taemin y su ego, no le creas nada – miró a Changmin – a ti también, me disculpo si te dijo algo – bajo un poco la cabeza mientras aun sostenía a Taemin en el hombro

 —  ¡Bájame Minho! ¿No escuchaste lo que dijo?! Me las tiene que pagar!!! – Taemin seguía haciendo su berrinche peleando en la espalda del otro con los puños

Minho soltó un suspiro resignado, bajo a Taemin y rápidamente le dio un beso en frente de todos, Changmin y Sungjong no pudieron evitar sonrojarse – Lo que hiciste no está bien, y el chico no te dijo nada que no supieras, juegas con todo el que se te pasa en frente que se vea bien – le reprochó cuando termino el beso – además es hora de que vayas a casa, Jinki te está esperando – Taemin estaba sorprendido, y en pocos segundos frunció el ceño

 — Estúpido – soltó rápidamente y se fue al estacionamiento

Changmin no salía de su asombro, ¿eso que había sido? Todo tan rápido y repentino, de pronto vio como el otro chico alto volvía su mirada

 — Me disculpo de nuevo, Taeminnie es un poco aniñado a veces, pero no es así todo el tiempo, se los aseguro – agacho un poco la cabeza y salió por la misma dirección de la  esponja naranja andante

 —  No te preocupes Changmin, esto es así siempre – le dijo Sungjong al más alto ya que este aún no salía de su asombro – él es su novio, pero aun así, Taemin juega con otros chicos – soltó un suspiro – su hermano Onew, como le decimos todos, es muy amable y apoyaba mucho el club, siempre venía a recogerlo. Pero debido a su trabajo ahora no viene y manda a Minho por él

Changmin reacciono – ¿pero cómo es que juega con otros chicos? ¿Y a su novio no le importa? – señaló al recién ido

 — Bueno pues, Taemin solo usa a los chicos hasta cuando se da cuenta que tiran la baba por él y se le declaran, luego se da el lujo de rechazarlos de la peor manera y los bota, después vuelve con Minho como si nada – suspiró – no entiendo como los chicos son tan estúpidos de caer por él. ¿Ahora sí, nos vamos?

 —  ¿Eh?... Claro, vamos – sonrió – mi auto esta en frente de una heladería, ¿quieres un helado?

 —  Por supuesto – Sungjong chocó sus  propias palmas – vamos! –

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 — Aisshhh! Ese Taemin!!!, otra vez molestando a mi hijo, Sungjong no me había nada sobre esto, ¿por qué? – preguntó Heechul a la nada

 —  Tal vez porque sabía cómo reaccionarias, tranquilízate Heechul – le sonrió abiertamente – Sungjong parece un chico fuerte

 —  Sí, él es fuerte, deberías de ver cómo ha dejado mis peluches después de desahogarse con ellos – se cruzó de brazos – mis pobres peluches no tenían la culpa de nada – hizo un puchero con la boca

 —  Oh! Mira! Ya se van, pero tal parece que va a una heladería

 —  Noo! Mi hijo engordara y no cabra en la ropa que le compre – dijo el pelirrojo con lágrimas en los ojos

 —  No engordara por un helado – reía debido a las caras que hacia el otro

Cinco minutos después salieron los dos chicos de la heladería – Mira ahora si se van – Heechul jalaba a Siwon para que los viera también

 — Ese es mi hermano, siempre tan caballeroso – Siwon saltaba de la alegría

Un niño se acercó a ellos –Mamá!!! Unos pervertidos!  Mira están vestidos de negro y usan anteojos – apuntó con la mano a Heechul y a Siwon, después de esto, aquellos dos chicos solo supieron correr por sus vidas ya que una horda gigante venia tras ellos dispuestos a pegarles. Después de diez minutos decidieron parar

 — ¿Cómo te sientes? – preguntó Siwon agitado

 —  ¿Cómo quieres que me sienta? Hemos corrido más de tres calles – respondió exasperado – Nunca había corrido tanto así por algo!

 —  Lo siento, no pensé que te fuera a meter en tremendo lio – Siwon seguía agitado

 —  ¡¡Ahhh! ¡Mi hijo! No lo he llamado, necesito saber si está bien – sacó su celular – ¡No tiene batería! Que desgracia – volteo a ver a Siwon – ¡rápido! ¡Dame el tuyo, es urgente! – decía mientras agitaba la mano

 —  Ya te dije que no le va a pasar nada, mi hermano no es de esos, es tan anticuado y antisocial que me sorprendió de gran manera la manera de cómo hablaba con “tu hijo” – hizo una mueca con las manos – a todo esto… ¿porqué lo llamas como si fuera tu hijo? – pregunto curioso

 —  Pues porque siempre ha sido así, soy mayor que él, nos hicimos amigos desde guardería, pero entonces su familia tuvo una crisis económica y bueno… no les va muy bien que digamos, y mi pobre hijo se tuvo que mudar a un barrio más pobre – sacó un pañuelo y se vio como todo se volvía gris y una luz se encendía sobre este, incluso se escuchaba un violín de fondo – Y el pobrecito desde entonces solo tiene dinero extra para sus clases de baile, porque lo demás son para sus necesidades básicas – de pronto el escenario se fue – Pero entonces, ese chiquillito de Taemin ha estado molestando a mi hijo porque le ha ganado en las competencias – ahora tenía fuego en los ojos

 —  Tranquilo, tranquilo…  —  Siwon no sabía qué hacer – solo espero que ese par estén bien

 —  Pues mi hijo debe estarlo o si no tu hermanito quedara infértil de por vida – dijo mientras sacaba unas tijeras del bolsillo

Siwon puso los ojos como platos – ¿Qué piensas hacer con eso?

 — Nada mientras mi hijo este bien – sonrió de lado maliciosamente

Al otro solo le rodó una gotita por la cien – ¿Porque no mejor vamos a la tienda de tu mama ya que tenemos tiempo? – Trató de calmar el asunto, no le gustaba el panorama – Hay una camisa en especial que me quiero comprar

La cara del pelirrojo cambio totalmente, escondió las tijeras y sus ojos brillaron – Por supuesto, andando – tomó del brazo al más alto y lo jalo hasta el auto

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 — Gracias por lo de hoy y por traerme a mi casa Changmin – Sungjong estaba en frente de su casa

 —  No hay de que – le sonrió – Cuando quieras me llamas y paso por ti –

 —  ¿De verdad? Yay! Gracias – sin previo aviso lo abrazo – En verdad gracias, hay días en que es un problema venir hasta mi casa solo, antes me traía Heechul, pero ahora me da algo de vergüenza porque siento que me aprovecho de el

 —  Por mí no hay problema, ¿que días tienes practica?  —   

 —  Son los lunes, miércoles y viernes – le dedico una sonrisa

 —  Bueno yo paso por ti a la misma hora ¿de acuerdo? – le palmeo la cabeza

 —  ¡Waaa! ¡En verdad gracias! Bueno, me tengo que ir, mi mamá debe estar esperándome, Gracias y hasta la próxima Changmin – se despidió  entro a la casa

Changmin espero desde afuera de la casa a que el menor entrara, pero por alguna razón cierto cabeza de zanahoria no se le quitaba de la mente, así como el chico al que acababa de dejar en su casa… decidió irse y aclarar un poco su mente en casa con comida a la mano.

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Mientras tanto en la casa de los Jung…

 — Jaja, si eso fue lo que paso, cuando pasaba por su cuarto vi una foto tuya y de mi hermano dormidos juntos en su cama, me pareció tan tierno y le pregunte que quien era el chico, su cara se puso roja como un tomate, y dijo que era el amor de su vida  —   comentaba Jihye alegremente

 —  Jihye!!! Te dije que no lo comentaras – el recién llegado de la cocina dejó las tazas de chocolate a un lado y salió corriendo por su hermana

Mientras que Jaejoong al escuchar lo dicho por la chica se sonrojo un poco riendo por lo bajo, con una mano sobre sus labios

Yunho dejó de perseguir a su hermana al ver la reacción del otro, momento que Jihye aprovechó para salir corriendo hacia su cuarto

 — No me digas que en serio le dijiste eso a tu hermana – Jaejoong aun sonreía

Se colocó en frente del sillón donde se encontraba sentado el otro  —  Pues no le dije eso – El pelinegro dejo de sonreír – Le dije que eras mi novio – sonrió lascivamente a lo que Jae se sonrojaba

Este volteo el rostro mientras se levantaba escapando del otro con el rostro serio – no le debiste haber dicho eso, no somos novios, te recuerdo que te fuiste cuando más te necesité, y no te lo pondré fácil Jung Yunho o Yinnul… ya no sé ni cómo llamarte – rodó los ojos

El más alto suspiro hondo – Ya sabes porque lo hice, te lo dije ayer cuando viniste

 — Lo sé, pero, el que te hayas ido por tu padre que estaba en problemas lo entiendo, lo que no entiendo es porque nunca me dijiste tu verdadero nombre, porque nunca me dijiste que tenías una hermana y ni siquiera dejaste una nota o algo que me dijera porque te fuiste o a donde ibas – miró a Yunho seriamente – eres un desconsiderado – fue hasta la mesa y tomó una de las tazas de chocolate caliente

 —  Lo lamento mucho en verdad Boo, sé que fui un tonto y un estúpido, pero por eso volví, no te quiero volver a dejar solo…  ya te lo dije, no te quise involucrar en problemas de mi familia, estaban buscándonos para matarnos, no quería que te hicieran algo por mi estúpida culpa; tuve miedo por ti – Yunho no sabía otra manera de demostrar que sentía demasiado que hubieran sucedido las cosas así – todo fue tan rápido ese día, cuando llegue a casa ya mi madre había empacado todo y…  —  no pudo terminar

 —  Si, conozco el resto de la historia, que te fuiste y todo eso – dejó la taza en la mesa de centro

 —  Yo también lo siento mucho por no haberte acompañado cuando más lo necesitaste, no estuve cuando lo del accidente o cuando tu padre te dejo solo, cuando saliste a este peligroso mundo solo – bajo la mirada no sabía que decir

Jaejoong notó esto – eso ahora no importa, lo hecho ya está hecho – suspiro – ahora lo importante es que tu madre no está y que me iré antes de que ella llegue

El moreno levanto la cabeza y sonrió ampliamente – no te preocupes, no vendrá hasta dentro de…  —  miró el reloj “No debe tardar” – unas cuantas horas más

 — Eso espero, aun me duele la cabeza de la vincha tan apretada que me puso ayer de gatito – se tocaba el contorno de su cabeza

 —  Pero te veías divino – sonrió aún más al recordar aquello

De pronto sonó el timbre de la puerta principal, el más bajo miro al otro abriendo los ojos de sobre manera – YUNHO!! ¿Sabías que no llegaría tarde no?! – pregunto presintiendo que la persona que acababa de llegar era la madre del moreno, iba caminando rápido hasta la cocina para salir por la puerta de atrás.

 — ¡No señor! Usted no sale de aquí, al menos ahora mismo no – Yunho tomó a Jaejoong de la cintura impidiendo que este se escapara

 —  ¡SUELTAME! ¡NO QUIERO SABER QUE ME HARA TU MADRE! – Jae comenzó a patalear y golpear al más alto pero era inútil, no podía contra él.

 —  WAAA! Jaejoongie!! Estas aquí – el cuerpo del pelinegro se paralizo, conocía esa voz – Cuando Yunho me dijo que vendrías, hice las compras lo más rápido que pude – dijo mientras enseñaba una bolsa, la señora tenia estrellitas en los ojos – esto si te quedará, ven conmigo – jaló a Jae del agarre de Yunho y lo subió hasta el cuarto de Jihye con la ayuda de esta.

Yunho se quedó en la sala esperando para ver que hacia su madre con su Boo, ella tenía aficiones de que el usara trajes lindos, pero como no le quedaban bien, había desistido. Pero ahora tenía la oportunidad de hacerlo con Jaejoong, como cuando eran niños y le ponía pijamas enteras de animalitos, así que el Yunho disfrutaría viéndolo con esos lindos trajes.

A los quince minutos se escuchó como bajaba Jihye dando saltitos de felicidad – hermano, Jae se ve súper lindo, debes verlo – anuncio y detrás de ella bajaba Jaejoong

 — Oh! – el moreno se había quedado sin palabras, Jae llevaba un cosplay de hámster, y esta vez no era un pijama, la ropa incluía unos guantes, orejas y botitas peluditas y esponjosas

 —  Vamos hijo di algo – la señora sonreía alegre por su acción

Yunho salió de su impresión – Te ves súper lindo Boo – lo miró de arriba abajo – eso me recuerda cuando éramos más chicos – el chico hámster se ruborizó y bajo la cabeza mordiéndose el labio inferior

La señora Jung jaló a su hija hasta la cocina – vamos Jihye, hay que dejarlos solos

Al ver que no había nadie más Yunho se unió a Jae en un fuerte abrazo – Te amo Boo, Te amo – le susurró al oído y el más bajo correspondió al abrazo.

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