lunes, 31 de octubre de 2016

Prince of Wolves. Cap 4




Los ojos de Susu se abrieron de golpe ante la revelación que ahora lo estaba haciendo hiperventilar. ¡Yoochun! ¡La voz era Yoochun! En cuanto él le hubo respondido creyó sin duda alguna que no estaba solamente escuchando una voz creada por su subconsciente, tampoco era un familiar muerto de hace tiempo que estuviera tratando de embrujarlo. Era alguien real, tangible, y bueno, ¡ardiente! «No es que el hecho de Yoochun siendo ardiente fuese importante», pensó Junsu para sí mismo, «pero en serio eso tampoco hacía daño ¿verdad?»
Incapaz ya de mantenerse quieto, Junsu se levantó y fue hacia su ventana. Abrió las persianas y miró al otro lado de la calle hacia la casa de los Henry, preguntándose qué estaba haciendo Yoochun. Preguntándose si él estaba preguntándose acerca de él y lo que él estuviera haciendo.

domingo, 30 de octubre de 2016

De Amante a Esposo. Cap 9




Con lágrimas de orgullo en los ojos. Kim Minjung miró a su hijo con una sonrisa de felicidad en los labios. Minjung era una mujer de cabello corto y cobrizo,  que parecía mucho más joven de sus cincuenta años.

Pareces princesa de un cuento…

¿De verdad?

Jaejoong estudió el reflejo de su elegante traje que ceñía primorosamente sus curvas y sacaba el mayor provecho de su esbelta figura. Un velo cortó y coqueto prendido de la exquisita diadema de diamantes que Seonmi había insistido en que llevara le daba el toque final al conjunto.

viernes, 28 de octubre de 2016

Prince of Wolves. Cap 3






Desde el momento en que había entrado en la casa de los Henry los nervios de Susu habían estado agitados, sin mencionar que en cuanto trabó la mirada con Yoochun sintió un cosquilleo extraño en la parte superior de los hombros y la nuca. Se había estirado y puesto su mano sobre su cuello, inclinándolo un poco como si estuviera rígido. Había pensado que eso era raro. Mientras la puerta se abría había visto al misterioso chico parado en la parte inferior de las escaleras. Él estaba usando una camiseta gris oscuro de manga corta, pantalones vaqueros, botas de motociclista y la billetera en el bolsillo de atrás estaba unida a él por una cadena metálica. El chico podía hacer que una bolsa de papel se viera sexy. La expresión de su rostro era de curiosidad y también lo que él creyó que podría ser nerviosismo. Eso lo sorprendió porque a primera vista no parecía ser del tipo nervioso. La señora Henry les dijo a todos que llevaran la comida a la cocina y entonces todo el mundo tuvo que ir a la sala de estar para ser presentadas a su huésped.

jueves, 27 de octubre de 2016

De Amante a Esposo. Cap 8



Con una sonrisa poco frecuente en los labios y una caja bajo el brazo. Yunho entro en el ascensor del apartamento de Jaejoong. Aunque él detestaba las sorpresas, a Jae le encantaban; y por ello estaba deseando ver la cara que pondría Jaejoong cuando se diera cuenta de que estaba de vuelta treinta y seis horas antes de lo previsto. Había trabajado largas horas para conseguirlo.

Resultaba irónico que supiera exactamente lo que le gustaba a Jaejoong. Mucho después de separarse de él, a menudo se había sorprendido a sí mismo viendo algo y pensando que a Jaejoong le habría gustado, ya fuera un paisaje, una canción, una prenda de ropa o un chiste. Tal vez fuera por su habilidad para escuchar mejor que la mayoría de los hombres, o porque tenía muy buena memoria. O a lo mejor porque era muy observador. Pero cuando había estado con Jaejoong en Japón le había encantado hacerle regalos, y observar la expresión de deleite en sus grandes ojos verdes.

martes, 25 de octubre de 2016

Prince of Wolves. Cap 2



La luz matutina del sol brillaba en la habitación de Susu mientras él bostezaba ruidosamente y estiraba sus extremidades minuciosamente. Echó una mirada hacia donde Changmin y Jae habían caído dormidos, y vio que estaban durmiendo profundamente. Los dejaré dormir mientras me ducho, pensó. Todavía tenía cosas que necesitaba procesar de su encuentro con el súper sexy al otro lado de la calle.

—Gracias, Jae murmuró en voz baja. Ahora no podía pensar en él como el estudiante extranjero de intercambio porque Jae lo había nombrado el “súper sexy” al otro lado de la calle. Susu tendría que estar pendiente y asegurarse de no presentarse diciendo “Hola súper sexy, soy Junsu pero puedes decirme Susu; gusto en conocerte”. Sip eso no sería vergonzoso. Reunió algunas ropas limpias, y se dio cuenta mientras miraba fijamente su closet, que se estaba tomando mucho tiempo en elegir la ropa para ir a conocer al súper sexy, grrrrr, al estudiante de intercambio. Susu, pensó, repítetelo a ti mismo, estudiante de in-ter-cam- bio.

Finalmente eligió unos pantalones vaqueros que tenían agujeros en varios lugares a lo largo de las piernas, por supuesto que no estaban ahí por ninguna falla en las suyas; eran unos pantalones vaqueros de 125$ que él pagó para que tuvieran agujeros en... imagínatelo. Escogió una camiseta manga corta que decía “No soy terco, sólo que a mi manera es mejor”.

Bueno, mejor dejarlo saber de antemano que tiendo a ser sarcástico en situaciones de estrés, pensó Susu. Se dirigió al baño para tomar una ducha caliente, y esperaba que eso pudiera ayudar a calmar sus nervios. Realmente no entendía por qué estaba tan nervioso acerca de conocer al estudiante de intercambio, «ese es el camino Susu, no lo llamaste súper sexy.» Estaba muy nervioso. Entonces de nuevo eso podía ser, meditó, porque él podía haberle hablado en la mente —Quiero decir, ¿qué diantres? —murmuró.

Se tomó su tiempo en la ducha, finalmente salió cuando el agua comenzó a enfriarse. Se secó con una toalla y se vistió, luego se tomó su tiempo arreglando su cabello. No podía decidir si llevarlo recogido o suelto « ¡Demonios! » se dijo a sí mismo «nunca habías tenido tantos problemas para alistarte» Simplemente no podía sacarse de encima la sensación de que algo importante había pasado anoche cuando trabó miradas con el apuesto extraño.

Decidido a llevar el cabello recogido, después de todo era verano en el sur de Texas lo que significaba un calor como para freír-huevos-en-la- acera, se dirigió de nuevo a su habitación para ver si Changmin y Jae habían decidido unirse al resto en la sala de estar.

Efectivamente, ambos estaban sentados en el piso, cada uno con la apariencia de estar recién levantados y un poco aturdidos.

— ¿Qué estás haciendo levantado tan temprano... y vestido? —dijo Jae sonando sorprendido.

—Bueno, me desperté con algunas cosas en mente y supe que sería imposible volver a dormirme. Además necesito hablar con mi mamá acerca de nosotros yendo con él a conocer al súper, digo al estudiante de intercambio. Gracias a ti Jae probablemente me presentaré ante él y diré hola súper sexy.

—Bueno si lo haces me aseguraré de hacerte el honor de orinarme de la risa —dijo Jae graciosamente.

—Oh muchiiiiisimas gracias —replicó Susu.

—Ok, niños vamos a jugar bonito, tenemos planes que hacer, así que no perdamos el tiempo jugando a quién es el hermano más impertinente —dijo Changmin en su voz más maternal.

—Está bien, ¿por qué no toman turnos para ir a bañarse y yo iré a hablar con mi mamá acerca de cuándo planea dirigirse hacia la casa de los Henry?

—Suena bien —respondió Changmin.

— ¡Vamos equipo! —dijo Jae con fingido entusiasmo.

Jae a menudo podía ser tan sarcástico como Susu, lo que ocasionaba que a veces fuese el mejor de los amigos y a veces el peor.

Susu se dirigió al piso de abajo para encontrar a su mamá ya en la cocina preparando de todo. Kim Hani no era una mujer promedio. Ella tenía unos antecedentes vagos creciendo en un hogar de acogida, sin saber dónde estaban sus verdaderos padres. A menudo tenía esos “presentimientos” acerca de cosas que iban a suceder, y la parte tenebrosa era que normalmente tenía razón. Susu y su mamá realmente nunca hablaban de eso, a pesar de que Susu estaba comenzando a mostrar síntomas de naturaleza similar. Sólo que Susu no sabía cosas, podía sentirlas; cosas como el cómo se sentían los demás. A veces era muy sutil, él podía estar en una habitación con su mamá y sin que Hani dijera nada Susu sabía sin duda alguna que su mamá estaba triste, preocupada o confundida. No tenía idea de cómo lo sabía, simplemente lo hacía. Aunque no era confiable porque podían pasar días sin que sintiera las emociones de alguien más. Susu no quería saber cosas, o sentirlas; sólo quería ser normal. Mientras Susu miraba alrededor en la cocina vio que había un sartén de pollo frito en la estufa, y maíz en mazorca en una olla de agua hirviendo. Su mamá estaba mezclando sin parar un tazón de puré de papas, agregando leche y mantequilla hasta que lo consideró apropiado.

—Hola mamá. ¿Cómo va la preparación de comida del sur?

—Casi termino. Sólo necesito poner algunos panecillos en el horno. ¿Te importaría agarrarlos y ponerlos en un sartén? No son hechos en casa, son sólo esos panecillos hawaianos, pero son realmente buenos.

—Sip, puedo hacerlo. Así que mamá, Changmin, Jae y yo nos estábamos preguntando si necesitas ayuda para llevar todo esto hasta donde los Henry —dijo Susu, tratando de sonar casual y sin saber a ciencia cierta si lo había logrado. Su mamá lo miró interrogante y Susu supuso que no había estado ni cerca de ser casual.

— ¿Realmente quieres ayudar o simplemente es la oportunidad perfecta para ir a conocer al nuevo estudiante de intercambio? Es un chico después de todo, ¿no? —preguntó Hani.

—Sí es un chico, y tal vez nosotros queremos ir a ver quién es, pero también queremos ayudarte. No creo que puedas llevar hasta allá todo esto tú sola —respondió Susu.

—Bueno, de todas formas iba a pedirte que me ayudaras, y pensé que podrías estar interesado en conocer al nuevo joven, especialmente desde que Trent y tú se separaron.

— ¡No empieces con eso mamá! Esto no tiene nada que ver con él. Simplemente es natural querer conocer a alguien nuevo y especialmente desde que él no es de nuestro país —declaró Susu con firmeza.

—Está bien, está bien, no tienes que estar a la defensiva. Estaré lista tan pronto como esos panecillos terminen de calentarse. Voy a llamar a los Henry ahora para asegurarme de que estén de acuerdo con que vayamos para allá en unos diez minutos.

Susu agarró un sartén y puso los panecillos en filas derechas; su mamá ya había precalentado el horno así que simplemente los metió ahí y ajustó el temporizador en 7 minutos según las instrucciones del paquete. Mientras su mamá estaba saliendo de la habitación para llamar a los Henry él captó el más breve indicio de preocupación viniendo de su mamá en sutiles ondas. Había pasado mucho tiempo desde que había recogido nada de su mamá así que esto lo hizo dar un paso atrás. Me pregunto ¿de qué estará preocupada?

Se dirigió de nuevo escaleras arriba para ver si los chicos ya habían terminado de arreglarse y dejarles saber que el plan ya estaba en marcha. Caramba, se sentía ridículo mientras pensaba en cómo sonaba el tener un “plan” para conocer a un tipo, y no encontrarse con él así como “oye, qué hay de nuevo”, sino encontrarse con él así como “oye, eres un bicho raro o algo así” ¿A dónde iba a llegar su mundo? Oh bueno, podría ser peor, él podría estar escuchando voces, oh espera las estaba escuchando, y una mierda.

Changmin había terminado de ducharse y estaba arreglando su cabello cuando él llegó arriba. Changmin podía ser muy eficiente cuando debía serlo, y no era de esos demasiado exigentes con su apariencia. Desde luego eso podría ser porque él sería hermoso incluso con una bolsa de papel sobre su cabeza. Su cabello color café era llamativo contra su piel color moca. Honestamente él no lucía como una Sally (Hace referencia a las muñecas americanas Sally, las cuales clásicamente son rubias, de ojos azules y cabello amarillo platinado), pero como sea, pensó Susu, yo no elegí su nombre. Jae todavía estaba en la ducha y cuando Susu fue a la puerta del baño pudo oírlo cantando la canción “Día de la Independencia” de Martina McBride, y la estaba cantando a todo pulmón orgullosamente, fuera de tono. Susu golpeó la puerta y gritó:

—Sip, sip, eres fuerte, libre e independiente, lo entendimos. ¡Apúrate! Estaremos desplegándonos dentro de 10 minutos Jae sólo cantó más alto. Susu puso los ojos en blanco y volvió a su habitación.

—Si él está planeando secar a mano ese desastre rubio que tiene en la cabeza entonces lo dejamos aquí —le dijo Susu a Changmin mirando por encima para verlo metiendo los pies en sus zapatos.

—Bueno, yo estoy listo cuando tú lo estés Sherlock, vayamos a verificar al súper sexy —dijo Changmin con un guiño.

—Qué afortunado soy de tenerte mi querido Watson —dijo Susu sonriendo. Jae entró a la habitación de Susu completamente vestido, con el cabello recogido en una trenza francesa.

— ¿Qué les está tomando tanto tiempo a ustedes dos? He estado listo desde hace 2 minutos —dijo Jae fingiendo exasperación.

—Oh, ¿2 minutos completos? Cómo nos atrevemos a hacerlo esperar, por favor no nos azote su majestad —replicó Susu.

—Ya era tiempo de que te dieras cuenta de quién es la reina en este atuendo —dijo Jae sonriendo.

— ¡Chicos, estoy lista si ustedes lo están! —Todos escucharon a la mamá de Susu gritar. Bueno, aquí vamos, pensó Susu, en ese momento sintió que estaba caminando hacia la guarida de los leones. Sólo que se había metido él solo.

—Creo que oficialmente me estoy sintiendo enfermo —dijo Susu con un ligero gemido.

—Toma respiraciones lentas y profundas, si te desmayas cuando estemos allá, de nuevo te digo que me voy a orinar de la risa —dijo Jae.

—Caramba, eres toda una bola de cálidos sentimientos amistosos, ¿no es así? —dijo Susu mirando ferozmente a Jae.

—Sólo estoy diciendo —se rió Jae.

Girando en un círculo con los brazos extendidos y las palmas hacia arriba Susu dijo — ¿Cómo me veo? ¿Esta camiseta es un poco excesiva?

—No, creo que es perfecta. Hace una declaración, algo así como “oye, no me da miedo tu pequeña algarabía mental” lo animó Changmin.

—Pero yo tengo miedo de su algarabía mental, si realmente es su algarabía mental y no algo completamente diferente —dijo Susu sonando completamente desamparado.

—Oh, vamos, recomponte caramba, él es sólo un tipo, ¿ok?, nada más y nada menos —dijo Jae con absoluta confianza.

La única cosa que Susu no creía era que el misterioso tipo fuese sólo un tipo; no, él era más, mucho más, sólo que él todavía no sabía qué. Cuando comenzaron a bajar las escaleras un pensamiento tocó su mente, uno que no era suyo. Buenos días nae dal, escuchó Susu. Él tropezó unos pocos pasos en la escalera. Jae se estiró para estabilizarlo.

— ¿Estás bien? —le susurró.

—Acabo de escuchar la voz de nuevo —dijo Susu con voz temblorosa.

— ¿Qué dijo? —preguntó Changmin.

—Buenos días mi lunarespondió Susu— ¿Qué diantres significa eso?

No puedo creer que pensara que era una buena idea ir allá, pensó Susu. La mamá de Susu estaba parada al pie de la escalera mirándolos estrechamente. Ella tenía esa mirada que Susu conocía muy bien; su mamá sabía que algo estaba pasando. Podía sentir las emociones de su mamá con mucha intensidad; él estaba muy, muy preocupada.

— ¿Vienen chicos? —preguntó su mamá.

—Dirija el camino Sra. Kim —dijo Jae.

Cada uno de los chicos llevaba un plato. La mamá de Susu incluso había hecho té dulce, después de todo ¿qué es una comida sureña sin té dulce?

Mientras salían de la casa y caminaban por el sendero, el sol brillaba intensamente sobre ellos, y a las 10:00 a.m. ya el calor era abrasador.

A pesar de que la grama en algunos de los céspedes era todavía verde y saludable, el césped de Susu y su mamá estaba marrón y marchito. Por supuesto eso podía ser porque su mamá lo podó demasiado corto la última vez con la esperanza de que pudiera tener más de una semana entre podadas. Ella inadvertidamente había destruido la grama. Oh, bien, pensó Susu, no es como si fuesen a la competencia del césped más bonito. Dios sabe que tanto él como su mamá preferirían arrancarse las uñas de los pies antes que trabajar en el patio con el ridículo calor del sur de Texas.

Mientras cruzaban la calle Susu vio las cortinas en la ventana derecha del segundo piso abrirse. Brevemente, vio el apuesto rostro devolviéndole la mirada. Cuando desvió la mirada para atraer la atención de Changmin y Jae miró de nuevo para señalarlo pero las cortinas se habían cerrado.

—Él estaba de pie en la ventana, juro que no lo imaginé —dijo Susu sonando un poco desesperado.

—Te creemos Susu, deja de dudar eso —dijo Changmin con convicción. Él tenía razón en cuanto al pensamiento de Susu. Eran sus mejores amigos y él sabía que estarían a su lado sin importar qué.


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Yoochun despertó y sin pensarlo buscó la mente de Junsu; era una segunda naturaleza para él, incluso a pesar de que acababa de conocerlo. Bueno, no lo había conocido realmente, era más como que lo había encontrado. Le habló mentalmente sin esfuerzo, Buenos días nae dal, e instantáneamente sintió su pánico y confusión.

Lo escuchó decirle a sus amigos que había escuchado su voz, o más bien una voz que no estaba del todo seguro que fuese suya. Y él quería saber qué significaba Luna. Él incluso captó un pensamiento pasajero de que ellos se encontraban de camino hacia acá... ahora.

Yoochun se miró en el espejo y rápidamente decidió que necesitaba una ducha y algo más presentable que unos pantalones de pijama sin camisa.

Rápidamente saltó a la ducha, estuvo fuera en un récord de cinco minutos y estaba parado frente al espejo del baño cepillándose los dientes cuando se dio cuenta de algo diferente en su pecho y hombro.

Yoochun, como todos los hombres Canis Lupus, tenía marcas parecidas a tatuajes las cuales aparecieron por voluntad propia una vez que entró a la pubertad. Esas marcas revelaban a dónde pertenecía en el orden de la manada de lobos, mientras más elaboradas eran las marcas más elevado era el rango del lobo. Los tatuajes variaban en tamaño, forma y en qué lado del cuerpo estaban. Los de Yoochun estaban en su lado derecho, lo cual significaba que él era un dominante; comenzaban en su omoplato derecho y se apoderaban de su hombro, bajando hacia su bíceps y a lo largo del lado derecho de su pecho; el hecho de que éstos llegaran a la parte delantera de su cuerpo y no sólo en su espalda indicaba que él era un Alfa. Sólo los Alfa tenían marcas en la parte delantera y trasera de sus cuerpos de forma que no importaba en qué dirección se enfrentaran todos podrían ver sus marcas. Las marcas eran negras con curvas y puntos al final de las líneas.

Sólo que ahora las marcas habían trepado hacia el lado derecho de su cuello, parecían llamas sólo que de color negro.

Yoochun honestamente no sabía que significaban, nunca había escuchado que las marcas se extendieran. Decidió que tendría que llamar a su padre más tarde para descubrir qué significaba eso. Mientras tanto estaba esperando que los Henry no notaran que las marcas no habían estado ahí la noche anterior, lo que podría ser un poquito difícil de explicar.

Decidiendo que no había nada que hacer al respecto por el momento siguió adelante y rápidamente deslizó una afeitadora por su rostro y se colocó algo de loción para después de afeitar.

Yoochun caminó hacia su maleta para escoger algunas ropas; no se había molestado en desempacar nada anoche porque había estado tan cansado. No había demasiadas variaciones en su guardarropa; camisetas negras, grises y azules oscuras en su mayoría. Tenía un montón de camisetas manga larga ya que era frío en Corea. Había tenido que comprar camisetas manga corta para prepararse para venir a los Estados Unidos. Se decidió por una camiseta manga corta gris oscuro y sus pantalones vaqueros Lucky Brand. Llevaba botas de motorista y una billetera con una cadena unida a él.

A pesar de que las motocicletas no eran muy populares en Corea por la temperatura, Yoochun las adoraba y tenía una Honda. Trataba de conducirla tanto como podía, y por supuesto estaba completamente cubierto de cuero cuando lo hacía porque eso ayudaba a mantener fuera el frío. Había querido traer su motocicleta con él pero sus padres le dijeron que en vez de eso le comprarían una moto usada una vez que llegara aquí. Él estaba planeando hablar con el Sr. Henry acerca de eso ahora más tarde, esperando que él estuviese dispuesto a llevarlo a un concesionario de motocicletas para dejarlo escoger una. Sus padres le habían dado una tarjeta de crédito que tenía un límite decente que debería conseguirle una moto bastante buena.

Cuando ya estaba listo para ir abajo su lobo se animó ante el sonido de pasos afuera en la calle, caminó hacia la ventana y separó las cortinas. Qué suerte, meditó, su ventana estaba directamente frente a la casa de Junsu.

Miró hacia abajo a la calle y vio a tres chicos adolescentes caminando con quien debe haber sido la madre de Junsu.

Su mirada se desvió hacia el único que le importaba y él levantó la mirada directo hacia su rostro. Es hermoso, pensó Yoochun. Ahora que podía tener un buen vistazo de él vio que tenía un cabello salvaje y rebelde de color castaño, pecas que espolvoreaban su piel clara y labios voluptuosos. Era más bajo que el promedio, delgado pero no flaco. Estaba usando pantalones vaqueros desgastados con agujeros y una camiseta verde que decía “No soy terco, sólo que a mi manera es mejor”.

Así que, su Luna tenía actitud, bueno, por supuesto que la tendría, no es como si un joven sumiso pudiera ser el Alfa de las hembras y doceles TVXQ’s, ellos destrozarían a un joven alfa tímido. Junsu se giró para hablar con sus amigos; mientras él volteaba la cara Yoochun se alejó de la ventana para dirigirse escaleras abajo. Yoochun tenía que admitir que estaba un poco nervioso acerca de conocerlo. Nunca había sido nervioso con las chicas o doceles, luego de nuevo realmente no había tenido muchas citas, nadie parecía llamar su atención así que pensó que para qué perder su tiempo. Los pocos chicos con los que había salido nunca le habían producido ni la cuarta parte de la atracción que sentía por Junsu.

Ahora desearía haberse levantado más temprano y haber llamado a su padre para hablar con él acerca de todo este asunto del emparejamiento. Había aprendido un poco mientras crecía pero todavía no se sentía en absoluto preparado para manejar esto. Especialmente desde que él era humano y no sabía nada de su mundo. Cuando Yoochun llegó al pie de las escaleras el timbre sonó. Escuchó a la Sra. Henry viniendo del lado derecho de la casa. Cuando él dio vuelta en la esquina vio que él estaba ahí y le sonrió con gusto.

—Buenos días Yoochun. ¿Dormiste bien? —preguntó él.

Annyeonghaseyo —dijo Yoochun graciosamente— dormí muy bien gracias.

— ¿Asumo que ese “Annyeonghaseyo” significa buenos días? —preguntó la Sra. Henry.

—Esa fue una muy buena pronunciación, y sí significa buenos días —explicó Yoochun.

—Oh. Supongo que mejor voy hasta la puerta —dijo él justo mientras el timbre sonaba de nuevo. Cuando la Sra. Henry abrió la puerta Yoochun sintió que su estómago se tensaba con anticipación. Se preguntaba qué iba a decirle a él. Bueno, naturalmente no podía simplemente declararlo su compañero delante de todos esos humanos; ellos podrían pensar que estaba loco.

Así que se resolvió por un simple “Hola mi nombre es Yoochun”. Sí él pensó que eso era una cosa muy normal que decir, y normalidad era lo que él quería, después de todo.

Los tres jóvenes y la dama estaban de pie en el umbral de la puerta mientras la Sra. Henry los saludaba.

—Hani, ¡qué dulce de tu parte venir a conocer a nuestro huésped! — anunció amablemente la Sra. Henry.

—Vinimos a traer una comida sureña hecha en casa para el recién llegado —respondió Hani.

—Entren; déjenme presentarles a Yoochun. Él es de... bueno, voy a dejar que él les diga, puede hablar por sí mismo después de todo —dijo la Sra. Henry mientras todas caminaban en fila por la entrada.

—Sara por qué no ponemos esta comida en la cocina y luego nos sentamos en la sala de estar a hacer nuestras presentaciones, ¿te parece bien? —preguntó Hani.

—Oh, por supuesto, por supuesto todos ustedes no pueden estar aquí parados en la puerta de enfrente sosteniendo toda esa comida, podrían pensar que nunca he tenido visitas antes. Vamos chicos y pongamos eso en el mostrador de la cocina —dijo la Sra. Henry sonando un poco aturdida con él misma.

Sara, pensó Yoochun, así que ese era el nombre de la Sra. Henry. Ni siquiera había pensado en preguntarles cuando se habían conocido anoche. A pesar de que podría haber estado en sus papeles para el programa de intercambio y él simplemente no le prestó atención.

Una vez que la comida fue dejada en la cocina, todas se enfilaron hacia la sala de estar cada una tomando asiento. Hani se sentó en la mecedora al lado de la chimenea, mientras los tres chicos se sentaron en el diván a la izquierda de la mecedora. La Sra. Henry y Yoochun se sentaron en sofá de dos puestos al otro lado del diván. Había una mesa de centro de madera en medio entre el diván y el sofá de dos puestos que tenía varias revistas y algunos portavasos puestos allí.

Yoochun se dio cuenta que mientras él había estado catalogando la habitación, los presentes estaban todos mirándolo expectantemente. Notó que la mirada de Junsu permanecía en las marcas en su cuello. A su lobo le gusto que las notara a pesar de que no sabía que podrían tener algo que ver con él. Él se aclaró la garganta y comenzó a hablar.

 —Buenos días sugnyeo mich jeolm-eun, mi nombre es Park Yoochun. Soy de Corea, tengo diecisiete y este año seré estudiante de último año— Yoochun miró a cada una de los jóvenes y damas, deteniéndose brevemente en Junsu— ¿Debería decir algo más? —preguntó él.

Hani lo miró con curiosidad y preguntó — ¿Qué significa exactamente sugneo mich jolmeun?

Yoochun trató de no sonreír demasiado ante su pobre pronunciación, después de todo el coreano era un idioma muy difícil de aprender.

—Significa damas y jóvenes. Yo estaba diciendo buenos días damas y jóvenes. Tengo el mal hábito de mezclar mi idioma natal con mi inglés. Les ruego me disculpen —le dijo Yoochun a Hani.

—No importa, en realidad es bastante atractivo escucharte hablar coreano, no es un idioma que uno escuche muy a menudo o nunca —le aseguró Hani.

Hubo una pausa incómoda por un momento y luego el amigo de Junsu de cabello rubio quien él había aprendido a través de sus pensamientos que se llamaba Jae lo miró conmovedoramente y preguntó —Así que, ¿por qué Coldspring, Texas?

Yoochun ladeó la cabeza hacia un lado, justo del modo en que lo haría en su forma lobuna — ¿ Sagwa (disculpa)? —preguntó— No entiendo la pregunta.

— ¿Por qué elegiste venir a nuestro pequeño pueblo en un abrir-y- cerrar-de-ojos? —preguntó Jae hablando lentamente como lo harías con un niño.

Junsu le dio un codazo, lo que hizo a Yoochun sonreír.

—Oh, ya veo. Bueno, honestamente no estoy seguro. Cuando apliqué para el programa de intercambio me enviaron varios candidatos para mi familia anfitriona. Leí sobre ellos y algo acerca de los Henry se sintió correcto. No sé si me expliqué bien, pero sólo así sé cómo decirlo — respondió Yoochun.

—Tu inglés es muy bueno —declaró el otro amigo de Junsu, el moreno, Changmin.

—Nee (sí), mis padres siempre me han hablado tanto en coreano como en inglés, ellos creen que es tonto pensar que yo sólo necesitaría aprender el idioma y la cultura Coreanos —le explicó Yoochun.

— ¿Así que también estudiaste la cultura americana? —preguntó la Sra. Henry.

—Nee, la cultura americana es bastante diferente de la mía. Lo que me ha sido enseñado por profesores no siempre sucede en la vida real.

—Está bien —dijo Hani— suficiente de la Inquisición Española. Chicos vamos a presentarnos brevemente y entonces sigamos nuestro camino para que Yoochun pueda instalarse.

Sin hacer ningún movimiento para levantarse Hani simplemente se presentó desde el asiento donde estaba —Yoochun, mi nombre es Kim Hani, y soy la mamá de Susu. Tengo una librería en la plaza del centro de la ciudad a la que eres más que bienvenido cada vez que quieras para estudiar o chatear. Por favor llámame Hani ya que no soy mi madre, él era la Sra. Kim. Estoy tan contenta de conocerte.

Ajumna myeong-yeimyeo —dijo Yoochun inclinándose muy levemente— En su idioma dije, mi señora es un honor —tradujo Yoochun.

Jae se levantó y le tendió la mano —Soy Kim Jaejoong, también conocido como Jae. También tengo diecisiete y soy estudiante de último año. Encantado de conocerte —dijo mientras él tomaba su mano.

Para su sorpresa él no se la estrechó; simplemente la llevó a sus labios, apenas rozándolos en la parte superior de su mano.

Yoochun alzó la mirada hacia Jae luego de besar ligeramente su mano y dijo — Mannaseo bangab - Jae parecía un poco aturdido y confundido —Es un placer conocerte —tradujo Yoochun.

Changmin se puso de pie empujando suavemente a un Jae de aspecto confuso de nuevo hacia abajo al diván y tendió su mano.

—Soy Shim Changmin, diecisiete, estudiante de último año y es un placer conocerte —dijo con una jovialidad natural.

De nuevo Yoochun llevó su mano levantada hacia sus labios colocando un beso suave como una pluma en la parte superior de ésta y repitió lo que le había dicho a Jae — Mannaseo bangab.

Changmin se sentó al lado de Jae, y cuando Junsu no hizo ningún movimiento para levantarse Jae se acercó y lo pellizcó en la parte de atrás del brazo.

—¡Ay! —chilló Susu.

Él fulminó con la mirada a su amigo, y finalmente captó lo que estaba tratando de decirle silenciosamente. Levantándose para presentarse, comenzó a hablar y por un momento su boca no pudo escupir lo que su cerebro estaba indicándole que dijera —Oh, este, yo, estee —¡demonios, pensó Susu, escúpelo de una vez!soy Susu, diecisiete y estudiante de último año también. Hani es mi mamáNo hizo ningún movimiento por darle la mano a Yoochun.

La sorpresa en su rostro fue obvia cuando él se acercó y tomó su mano de todas formas. Yoochun se inclinó sobre su mano y la llevó a sus labios, y esta vez se demoró ahí. Mientras sostenía su mano en su boca él captó su olor y descubrió para su placer que él olía a algodón de azúcar y nieve fresca, una rara pero extrañamente familiar combinación. Trató de no gruñir posesivamente, pero no pudo reprimir el impulso por completo y supo que Junsu lo había escuchado porque se tensó incluso más.

Levantó los ojos para mirarlo y del mismo modo que le había dicho a Changmin y a Jae dijo — Mannaseo bangab

La única diferencia fue que mientras le hablaba con su boca también le envió un mensaje con sus pensamientos.

Estoy tan honrado de conocerte finalmente nae dal, le dijo. Tenemos mucho que aprender el uno del otro.



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