domingo, 22 de julio de 2012

Vendras a mi. Cap. 17


La noche estaba preciosa, un cielo que destellaba y a cualquiera provocaría salir a ver aquellas hermosas estrellas, caso que aprovecho Jaejoong, ya que se encontraba sentado en un pequeño sillón hecho de mimbre en el portón de la cabaña observando aquel cielo.
— Hola  —  saludo Heechul bajito desde la puerta
— Ah hola  —  le respondió algo seco, no había hablado nada con aquel chico desde que habían llegado además que no le interesaba hacer amigos, solo había ido para relajarse y por cierto chico
El mayor suspiró pesadamente, no sabía por donde empezar, no podía poner una actitud muy melosa ya que no era así ni tampoco una actitud fría, debido a que aquel chico era muy distante con respecto a las personas por lo que noto. Solo hablaba mucho con Yunho y Sungjong, con los demás era muy poco lo que decía, optó por su tercera opción… ir al grano tomó una gran bocanada de aire y comenzó
— Jaejoong, desde que te vi aquella vez en el centro comercial, supe que te había visto en alguna parte,  recordé que te había visto en una revista de modas. Mi madre es fotógrafa y te hizo una que otra sesión de fotos que le encantaron, pero te fuiste sin decir nada, por eso ahora en nombre de ella te pregunto ¿Quisieras ser modelo?  —  le pregunto esperando una respuesta afirmativa
El chico que escucho todo no lo pensó dos veces en contestar  —  Lo siento pero no  —  se levanto de aquel sillón quitándose el polvo del pantalón  —  Eso no es para mi, no me agrada el que me estén mandando diciéndome que hacer  —  iba a adentrarse a la cabaña hasta que fue detenido tomado del brazo con una mano
— Si decides volver  —  le mostro una tarjeta  —  es la tarjeta de mi madre, puedes llamarla a ella o me llamas a mi, escribí mi numero al reverso, No te arrepentirás
De mala gana tomó la tarjeta  —  Dudo mucho que lo haga  —  y sin más abrió la puerta y entró dejando al mayor solo en aquel portón. No es que no le gustara el modelar, se sentía libre haciéndolo, ya que cada pose que hacia a las personas les parecían fantásticas, pero el mundo del espectáculo no era para él, no le gustaban los chismes, ni tampoco que lo estuvieran persiguiendo en cada esquina.
Entro a su cuarto compartido a esperar a Yunho, pronto se encontró recostado en su lado de aquella cama, dormían como si hubiera una pared entre ellos. Observó el objeto que brillaba en su mano “Mañana mismo en la noche le doy mi respuesta”, pensó y sonrió bobamente estaba solo así que no importaba hacer aquel acto. No se dio cuenta cuando cayo dormido hasta que sintió unos brazos que lo tomaban por la cintura en un abrazo.
Se removió un poco debido a la sorpresa  —  hmm… ¿Yunnie?
El más alto sonrió de felicidad al escuchar ese sobrenombre, le encantaba  —  Si Boo, soy yo, hubo un poco de tráfico y me retrase.
Aún con sueño siguió hablando  —  Lo importante es que estas bien  —  se voltio y más inconsciente que consciente le dio un pequeño beso en los labios para luego caer dormido.
Un sorprendido Yunho, vio como el otro chico se acurrucaba en su pecho, lo observo con ternura para luego abrazarlo  —  Nunca te dejare mi Boo  —  sonrió y se quedo dormido.
Al día siguiente, temprano por la mañana ya todos estaban fuera de casa, habían decidido ir de paseo por la montaña que estaba cerca, caminaron vario rato escuchando las quejas de Heechul debido a lo difícil que era caminar por la cantidad de rocas, mientras que los demás se burlaban hablando de lo poco aventurero que era.
Llegaron hasta la carretera, del otro lado se encontraba una señora vendiendo frutas.
— Oigan, ¿Por qué no compramos frutas? Hace calor y no vendría mal  —  Sungjong habló, estaba cansado y la fruta le vendría de maravilla.
— No es mala idea  —  le sonrió Changmin  —  Vamos  —  no habían carros que pasaran y pasaron sin dificultad, los demás los siguieron se veían muy buenas
Llegando al puesto de frutas encontraron sandias, naranjas, piñas, papayas y melón cortados en rodajas sobre hielo.
— Yo quiero sandia  —  el menor del grupo alzó una mano
— Dos pedazos de sandia por favor  —  Changmin le pidió amablemente a la señora
Yunho miró a Jaejoong  —  ¿Quieres?  —  le sonrió
— Melón…  
— A nosotros melón ¿Y ustedes?  —  le pregunto a Siwon y Heechul
— Piña, gracias
Cuando terminaron de comer volvieron a cruzar la calle para adentrarse nuevamente a la caminata, pero Yunho decidió quedarse un rato más ya que este quería comer naranja.
— Yunho, apúrate  —  le hablo Jaejoong desde el otro lado
— Un momento Jae  —  como pudo se termino de comer la naranja y salió corriendo hacia el otro lado para no quedar atrás sin mirar a ningún lado
— Yunho ten cui…  —  las palabras murieron en la garganta de Jaejoong, solo bastaron segundos para que su vida cruzara por sus ojos, los cuales estaban tan abiertos como dos platos gigantes, no podía creer lo que veía, debía ser una mentira, alguien saldría diciendo que era una mentira ¿Cierto? No debía ser verdad. Un grito ensordecedor por parte de Sungjong y Heechul lo hicieron reaccionar.
Corrió lo más que pudo por inercia  hasta aquel cuerpo en plena carretera, del cual salía sangre por la frente, se arrodillo cuando estuvo cerca y lo tomo del rostro  —  Yunho, Yunho, ¡YUNHO!  —
El chico abrió los ojos un poco  —  Jae, te amo…  —  fue lo alcanzo a decir antes de que cerrara nuevamente aquellos ojos.
— Yunho, no lo hagas  —  lagrimas sin control salían ahora de sus ojos, las cuales caían sobre el rostro de aquel chico  —  Hey, vamos prometiste que no me dejarías  —  susurró un poco mas bajo
— Changmin, llama a una ambulancia ¡Rápido!  —  Siwon le gritó y corrió hacia los chicos que estaban en la carretera  —  Jae, no debes moverlo tanto, pueda que se haya fracturado algo
— No, él estará bien, lo prometió  —  le habló suavemente
Changmin como pudo sacó su celular y marcó con dedos temblorosos, apenas contestaron dio la dirección y colgó, su pequeño novio se encontraba aferrado a su camisa aterrado de lo que había visto, lo abrazo  —  Tranquilo, Yunho estará bien
Heechul se acercó hasta aquella escena con pánico  —  Jaejoong, ten cuidado, Yunho estará…  —  pero el chico allí arrodillado no contestaba, solo veían como las lagrimas le bajaban por aquellas pálidas mejillas.
Todos se quedaron estáticos y poco fue lo que demoro en llegar la ambulancia, los paramédicos levantaron a Yunho del suelo, y cuando preguntaron si alguien lo acompañaría en la ambulancia, Jae se montó rápidamente al auto, aun asustado y en shock.
  — ¿Joven, se encuentra bien? ¿Sufrió algún accidente también?  —  un paramédico pregunto debido a la condición del chico
— E… estoy bien, no me pasó nada  —  miro a Yunho y le tomó la mano  —  Te pondrás bien
Aquella misma noche, la Sra. Jung y Jihye, corrieron por todo el edificio de aquel hospital privado, recibieron la noticia de parte de Siwon, y no tardaron en llegar al lugar. Lograron divisar a todos los chicos  sentados en la sala de espera y corrieron hacia ellos.
— Jaejoong, Yunho ¿Cómo está?  —  le hablo la señora preocupada mientras que Jihye le hablaba a Changmin
— Todo fue mi culpa, si le hubiera advertido antes de que cruzara, no estuviera en urgencias ahora  —  se tapaba el rostro con las manos
La señora lo abrazo protectoramente, quería demasiado a aquel chico desde hacia años, su hijo se había enamorado y esmerado mucho por volverlo a ver desde que tuvieron que irse, ya que había visto a su hijo muy decaído, casi no hablaba y sus sonrisas eran la mayoría de veces forzadas, aún recordaba cuando le dijo que volverían a Seúl, sus ojos brillaron y volvió a sonreír.
— No es tu culpa Jaejoongie, tranquilo todo estará bien, mi hijo es fuerte… saldrá de esta situación rápidamente  —  la pasó la mano por la espalda a aquel chico reconfortándolo.
Después de varias horas, el medico a cargo les informo de la situación
— El joven sufrió algunas fracturas unas más graves que otras, y un trauma cerebral severo
— ¿Eso quiere decir que quedo con alguna disfunción?  —  le pregunto la señora, mientras todos los demás se quedaban atentos
— No, afortunadamente sus fracturas pueden sanar y volver a realizar sus funciones normalmente pero en estos momento el joven está en coma  —
— ¿Pero está estable? ¿Despertará?  —  Yoochun se metió en la conversación
— Por ahora nada es seguro, puede que sí, puede que no, lo tendremos en observación por dos semanas, si sigue como ahora lo daremos por estable y después tendríamos que esperar a que despierte por voluntad propia
— ¿Puedo verlo?  —  Jaejoong se había quedado callado hasta ahora
—  Por ahora no joven
— En todo caso gracias por informarnos doctor  —  habló la señora
—  A sus órdenes  —  el doctor se fue
Jihye se le acerco a Jae  —  Mi hermano se pondrá bien porque el querrá volver a verte  —  le sonrió
— Eso espero  —  una mueca en vez de una sonrisa era lo mejor que le salía

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Dos semanas pasaron, el estado de Yunho ni mejoraba ni empeoraba, así que lo habían trasladado a otra sala, hacía una semana y media le permitían visita y Jaejoong se encontraba allí junto a aquel chico conectado a una maquina.
— Vamos Yunho, prometiste que no nos separaríamos, debes despertar y seguir molestando como siempre mostrando esa boba sonrisa  —  sonrió un poco  —  Todos te extrañan, más que todo tu madre, Jihye, y yo por supuesto  —  tocaron a la puerta y detuvo su conversación  
— Jae, ¿Cómo está?  —  pregunto Yoochun asomando la cabeza
— Igual… no reacciona
— Yo… vine por que desde el día del accidente apenas y comer, no sales, te mantienes aquí o en tu casa encerrado, no está bien que sigas así  —  se adentro a aquel cuarto
— Estoy bien Yoochun, son imaginaciones tuyas  —  se levanto de aquella silla
— No lo estás, solo mírate, estás demacrado y parece que has perdido mucho peso
—  Te dije que estoy bien, no hay de que preocuparse
—  ¿Tu crees que a todos nos gusta verte en este estado?
— Basta Yoochun, no tengo porque escucharte
—  Vamos, siempre haz sido alguien cabezota pero te pido que me escuches esta vez, en nombre de todos los demás también
Suspiró  —  Vete, no quiero hablar más
El chico que le hablaba se detuvo  —  Piénsalo y reacciona   —  sin más salió de la habitación
 En la tarde se fue a su casa, la madre de Yunho llegó a remplazarlo y prefirió dejarlos solos, la señora todos los días le decía que debía cuidarse pero eso no le importaba, recibió una llamada, era Jonghyun
— Aló  —  arrastraba la palabra
— Hola Jae, no te he visto hace como tres semanas, y pensaba si querrías venir a una fiesta, estarán mis primos y Key, si puedes trae a Yunho de paso
—  Lo siento Jong, lo que pasa es que Yunho está…  —  le dolía decirlo  —  está en coma
— ¿Qué? Pero ¿Cómo…? ¿Y tú estás bien?  —  se exasperó
— Yo estoy bien… A Yunho lo atropelló un auto mientras estábamos de paseo  —  las palabras le salían pesadamente
—  Lo siento tanto  —  no encontraba palabras de reconforte  —  Si quieres Key y yo podemos ir a hacerte compañía, sé que debes estar pasando un mal momento ahora mismo, además de que la semana entrante empiezas nuevo curso
A Jaejoong lo último en su lista de prioridades era el colegio, le estaba valiendo un bledo todo lo demás, era como si algo en el destino se obstinara a hacerlo infeliz ¿Y si Yunho no volvía a despertar? Otra jugada del destino le haría daño otra vez, como antes cuando era mas chico y eso le enojaba mucho “¿Por qué yo?”
— ¿Jaejoong?  —  Al ver que no respondían del otro lado del teléfono se impaciento  —  ¿En serio estas bien?  —  
— Te dije que sí  —  susurró bajito
—  Escucha, voy para allá, no te muevas

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Del baño salía un chico rubio con una toalla en la cintura y otra en la cabeza
— Puppy, ¿Qué dijeron?
— El chico alto, el novio de Jae  —  ya era costumbre llamarlo así debido a que su nombre se les olvidaba con facilidad  —  lo atropelló un coche y ahora esta en coma
— ¿Y como esta Jaejoong?
— No parece estar bien, iré a su casa para ver como está  —  se apresuró a amarrarse las zapatillas
—  Espera, voy contigo, entiendo como se debe estar sintiendo…  
Jonghyun se calló, no le gustaba hacer recordar a su novio esos momentos de dolor, pero era mejor si él también lo acompañaba, sabría como manejar la situación mejor que él
Pasaron no más de quince minutos y llegaron a la casa de Jaejoong, tocaron la puerta pero nadie contesto, repitieron el proceso y nada
— ¿Estás seguro de que no se fue?  —  le preguntó Key mirando los alrededores
— Sí, le dije que me esperara en su casa, lo intentare de nuevo  —  tocó el timbre y la puerta se abrió dejando ver a un chico totalmente diferente al que recordaba en su mente, no tenia esa mirada fría, más bien era una tristeza combinada con enojo sobre unas notorias ojeras, y su cuerpo parecía que el viento se lo fuera a llevar en cualquier momento  —  ¿Podemos pasar?
— No creo que sea el momento  —  trató de cerrar la puerta pero una mano lo detuvo
— Escucha, sé que no debo ser el más adecuado para decir esto por lo poco que nos conocemos, pero entiendo por lo que estás pasando y no es fácil afrontarlo solo  —  Kibum aún retenía la puerta
Jaejoong lo miró a los ojos viendo que no mentía, pero…  —  No hay en qué ayudarme, ya dije que estoy bien
— Vamos Jae, sé que no somos amigos de toda la vida tampoco, pero no soy tonto y no estás bien  —  Jonghyun trataba de demostrarle apoyo
Suspiró y abrió la puerta dejando pasar a los dos chicos, al entrar se percataron de algo, todo estaba hecho un desastre.
— Supongo que esta es tu manera de desahogo  —  el chico rubio le sonrió  —  Al menos no fuiste por el mundo arruinándole la vida a las personas como yo  —  tomó de la mano a Jae y se sentaron en la escalera que daba a la segunda planta  —  escucha, sé que es difícil lo que estás pasando, que solo te preocupas por el chico que está en el hospital, que incluso piensas que no despertará nunca, pero debes tener confianza en que despertará, y cuando lo haga, a la persona que querrá ver en frente será a ti tal y como te recuerda desde aquel día  —  hizo una pequeña pausa  —  y mientras lo hace debes demostrarle que eres fuerte  —  lo abrazó  —  Jong y yo estaremos aquí para lo que necesites
En los brazos de aquel chico rubio razonó en sus palabras ¿Qué estaba haciendo? ¿Qué haría Yunho si él estuviera en esa situación?, y por primera vez desde el accidente lloró en los brazos de aquel chico sin saber porque lo hacia, pero sentía como si se quitara un gran peso de encima.
Paso media hora hasta que Key percibió que Jaejoong se había dormido  —  Puppy, se quedó dormido, debe estar agotado
— Ven, yo lo llevo hasta su habitación  —  lo tomó en brazos y se dirigió a la habitación para acostarlo, en verdad no pesaba casi nada  —  Vamos Jae, no pareces el chico fuerte que conozco  —  le dijo antes de salir de la habitación a sabiendas que seguía dormido, al bajar se encontró a su novio recogiendo las cosas tiradas en el suelo
— En verdad la casa está hecha un desastre, ven ayúdame
Lo que quedaba de la tarde  se la pasaron arreglando el desastre hecho por el dueño en aquella casa.
— ¡Ah!  —  agotado se echó sobre el sillón de la sala  —  en verdad que hizo un desastre tremendo
— Lo bueno es que terminamos  —  le sonrió sentándose a su lado  —  Ahora solo espero que se recupere  —  Jonghyun le ofreció una botella de agua, conocía la casa de su amigo a la perfección
— Eso ahora depende de él  —  miró hacia arriba
—  Debe amar mucho a aquel chico para se ponga así… ¿Si yo estuviera en coma como él, te pondrías así por mi?  —  le preguntó serio
— No, haría una fiesta de felicidad porque me quito a un perrito de encima  —  le respondió a lo que el otro se afligía  —  No hagas preguntas tan malas, ahora vámonos que tengo hambre  —  lo apuró levantándose del sillón
— De acuerdo  —  y salieron de la casa
Cuando Jaejoong despertó, se encontró en su habitación Jonghyun debió haberlo llevado pensó  y bajo por un vaso de agua. Se sorprendió bastante al ver su casa acomodada como estaba antes les tendría que a aquellos chicos después por eso.
Entró a la cocina, se sirvió el vaso de agua y pensó en las palabras de aquel chico rubio dejó el vaso y corrió hacia el espejo en el baño, se asustó un poco de lo que veía, ese no era él, la imagen que reflejaba aquel espejo era la de un zombi “Debo cambiar, este no soy yo” se palmeó las mejillas decidido, decidió empezar por darse un buen baño, al salir miró su celular habían mensajes y llamadas hechas por la empresa de su difunto padre pero las ignoro, había dormido desde la tarde del día anterior y se estaba atrasando en su visita diaria al hospital.
Otra semana pasó y a las afueras de la habitación de Yunho se encontraban Jihye, la señora y otro señor que no conocía, al acercarse saludó cordialmente pero se extraño ya que siempre iban al hospital en las tardes y no en la mañana.
— Jaejoong, quiero presentarte al padre de Yunho  —  le dijo señalando al señor que estaba a su lado
— Mucho gusto señor, soy Jaejoong
— Jae, él sabe de tu relación con Yunho  —  le dijo para no hacer la situación incomoda
— Si, estoy al tanto de ello, admito de que al principio no estuve  de acuerdo pero al ver a mi hijo ilusionado contigo, no me quedó de otra  —  le dijo con un poco de mala gana  —  el caso es que estoy aquí por que Yunho será trasladado de hospital en unas cuantas horas, por eso te queríamos informar
— ¿Por qué?  —  fue lo que pudo decir
— Por que este lugar no es seguro, imagino que conoces mi situación, no nos podemos arriesgar a que nos encuentre alguno de mis enemigos, le pueden hacer daño, además ahora mismo esta fuera de mi alcance costear este hospital
— ¿Y a donde se lo llevaran?
— Un hospital público en otra región, será lo mejor  y te aconsejo que no lo visites tampoco
La conversación lo dejaba desorientado ¿Cómo se lo podían llevar así como si nada? Antes de que el señor Jung se fuera lo tomó del brazo
— ¿Qué quieres niño?
— ¿Y si yo le costeo los gastos?
Se río de lo que decía  —  ¿Tú? Eres solo un chiquillo, ¿Cómo pagarías los costos de Yunho? Además dejarlo aquí no es seguro, estará mejor en otro lugar  —  trataba de soltar el agarre
— ¿Y si le digo que lo puedo llevar a otro país con mejores cuidados?  —  tenía que hacer algo pero no podía dejar que lo apartaran
— ¿A sí?  —  Preguntó el señor con el seño fruncido, mientras que las otras dos mujeres observaban la situación  —  Ni aunque tú quisieras, tus padres no lo permitirían
— Señor, no tengo padres, pero le aseguro que puedo costear los gastos de su hijo dándole los mejores cuidados en otro país
— Niño, los costos no son los mismos que lo que te gastas en ropa  —  le hablo severo
— Lo sé, no me lo tiene que decir, pero en un hospital privado en otro país estaría más seguro ¿No lo cree?
— Pero Jae, ¿Estas seguro de lo que dices?  —  intervino la señora
— Completamente, yo mismo me encargare  —  les dijo decidido
— Opino que dejen ir a mi hermano con Jae  —  Jihye miró a sus padres  —  estará mejor que con nosotros
— Querido deberías dejar que lo haga, Jihye tiene razón, ahora mismo no estamos en condiciones de cuidarlo como se debe, sé que te duele dejarlo ir igual que a mi, pero si es por su bien, será lo mejor.
Lo pensó un rato  — ¿Cuantos años tienes?  —  le preguntó a Jae
— Diecisiete, señor
— Bien, lo haré, pero primero me tienes que demostrar que lo que dices es cierto, tienes que traer información de donde se quedará y las atenciones que recibirá  —  dio media vuelta y se fue
— Confió en ti Jaejoong para que puedas darle a mi niño lo que yo no puedo  —  le dijo la señora abrazándolo  —  En unos días nos tenemos que ir, tenemos que empacar, pero vendré en la tarde para la visita  —  deshizo el abrazo y tomo a Jihye de la mano  —  Vamos
— Haz mejorado, mi hermano estará feliz de que estés con él Jae  —  le sonrió a lo que este le devolvía la sonrisa y se fue al lado de su madre
Jaejoong tomó su celular y marcó el numero que tanto había estado evitando  — Aló… Si soy Kim Jaejoong…aceptó pero con una condición…  

2 comentarios :

  1. amo este fic, me quede prendada,cada cap quedaba interesante y por las ansias de seguir leyendo se me pasaba comentar,que bonito fic jae como un chico rebelde que cambia por yunnie, la persona que robaria su corazon pero ahora sucede esta desgracia que hara jae? que es lo que acepta?de que condicion hablara? me voy a leer el siguiente

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  2. Key fue realmente lindo dando su apoyo a Jae de forma tan espontanea e incluso calida. Yunho sin duda va a despertar y justo por eso Jae debería asepatr los cuidsdos de sus amigos. Que no se le ocurra irse sin avisarles, en especual a mi Ratón, se va a poner triste por no saber de su Soulmade.

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