6 DE JUNIO DE 2010
TOKIO DOME
JaeSoong escuchaba el
concierto tras bambalinas, siendo testigo por fin de lo que DBSK (o al menos
parte de él) era capaz de hacer sentir a la multitud de fans, hombres y
mujeres, presentes en aquel enorme lugar. Y se sintió orgulloso de él, y
entendió las muchas veces que él había sentido aquella inexplicable alegría y
las noches que había pasado sin dormir por una inexplicable ansiedad que lo
recorría, un sentimiento de anticipación, de disfrutar algo que ni siquiera
sabía qué era.
Estaba disfrutando del
momento, a pesar de haber sido confundido con su hermano un par de veces por el
staff y casi obligado a vestirse con las ropas de Hero para el concierto, se divirtió
escuchando las disculpas del personal por la situación y al final tuvo que ser
presentado como lo que es, el hermano gemelo de Kim — Hero
— YoungWoong — Jaejoong.
Sonrió, en ese momento
sentía la alegría de su hermano, pero también su nostalgia, su dolor, por estar
incompletos en aquel momento, por no estar los cinco como debe ser.
— Yunho, debiste
decirle… — fue el pensamiento del gemelo. — Debiste
hablarle de tu amor — así ninguno se hubiera sentido tan perdido,
tan solo como en aquellos momentos. Sin embargo, le daba la razón al moreno,
porque tal vez las cosas hubieran resultado peor de haber sabido sus
sentimientos mutuos. Y es que era algo tan frustrante el no poder hacer nada
por ellos, por la felicidad de su hermano.
JaeSoong suspiró con
suavidad escuchando los gritos de las fans ante el movimiento de caderas de su
hermano al bailar una canción en la que Junsu cantaba. Intoxication se repetía mucho en el estribillo, tal vez
ese era el título de la canción. Frunció el seño con algo de molestia contra sí
mismo, debería ponerse a investigar en internet sobre la carrera de su hermano
y sus nuevos amigos. Aunque sabía gran parte de la historia, su trabajo no lo
conocía y él estaba más que seguro de que sería fenomenal, pues sabía que los
asiáticos tendían a ser perfeccionistas en todo, por superar a los
norteamericanos y europeos.
Una vibración lo hizo
salir de sus pensamientos. Su celular sonaba mostrando el conocido número de
alguien demasiado importante para él como para ignorarlo. Su corazón se
aceleró, era la primera vez que lo llamaba sin que se lo pidiera, al menos ya
le estaba tomando la confianza necesaria para considerarlo su amigo ¿O no?
— Yoboseiouh…
—
contestó el gemelo con una sonrisa en
los labios y sentía que sus manos sudaban por escuchar de nuevo aquella voz
grave.
— ¿Interrumpo
algo? — su interlocutor preguntó con algo de
brusquedad ¿Molestia?
— Para nada, Changmin ah ¿Por qué preguntas? — respondió extrañado.
— Por
la música… me supongo que no estás en casa. — se quejó el menor, pues
JaeSun le había afirmado que no le gustaba salir a divertirse a clubes o bares
y en ese momento no se encontraba precisamente en una biblioteca.
— Bueno… en realidad… estoy más lejos de casa… y
más cerca de ti de lo que crees… — dijo lo último sintiendo que sus mejillas se
acaloraban. No había podido evitar decirle eso a Min.
En el escenario,
mientras la canción se escucha y los gritos de las fans amenazan con dejar a
más de uno afónico o sordo, en un dado caso, Jaejoong sonreía a pesar de la
tristeza que en su pecho se albergaba, pues extrañaba como nunca a los ausentes
y esa sensación de pertenencia que tenía cuando los cinco estaban juntos en el
escenario cantando, bailando o escuchando los comentarios y — gags — que
cada uno soltaba en sus presentaciones. Su sonrisa se hizo más amplia
recordando las necedades que Yunho hacía, como imitar a Bruce Lee, que incluso
estuvo a punto de perder un paso.
El castaño volvió su
atención a la rutina de baile que realizaba, cuando algo dentro de él
reaccionó, no era la misma sensación de cuando pensaba en Yunho o la nostalgia
que sentía cuando recordaba que ellos no estaban ahí. Era muy diferente, era un
calor muy especial en su corazón. Amor
pensó el mayor acertando en el sentimiento que lo embargaba, que le recorría
desde la punta del cabello hasta la punta de los pies, pero sabía, que ese
sentimiento no era suyo, que ese amor no lo sentía él por esa persona.
— ¡JaeSoong! — Su hermano menor estaba
enamorado, ahora podía sentirlo con más fuerza que antes. No sabía lo que su
hermano estaba haciendo, pero lo que sí sabía era que la persona que su gemelo
amaba estaba implicada en ese momento en el suceso.
— ¡¿En Tokio?!
—
la voz sorprendida de Changmin llamó la
atención de Yunho que estaba un par de metros más allá, esperando a que le
terminaran de arreglar el traje que vestía para esa ocasión especial.
— Sí…
verás… Se Young Umma habló con él… y pues… decidimos darnos una oportunidad. Al
fin y al cabo, somos hermanos ¿No es cierto? Al menos no nos hemos liado a
golpes otra vez. — la voz de JaeSoong sonaba divertida. — Por
cierto que Junsu ya me rebautizó… Ya no soy JaeSun, sino JaeSoong, que por ser
el gemelo de Jaejoong, mi nombre también debe sonar similar. — añadió
la broma de Xiah.
— JaeSoong… Ese Junsu, cerebro de pez… — dijo en tono de broma.
Se alegraba de oír que sus compañeros estaban bien y que al menos las cosas
entre su Umma y su hermano se habían solucionado. — Me alegra escuchar que estás llevando bien las
cosas con Jaejoong…
— Changmin Sshi… dos minutos para salir al aire. — le había interrumpido
una persona de su staff.
— Escucha, ya no tengo tiempo… — asomó la cabeza a través
del telón que cubría parte del escenario.
— ¿Tienes una televisión cerca?
— ¿Televisión?
— ¡Consíguela! Y sintoniza el canal del Mnet en…
diez minutos. ¡Sólo haz lo que te digo! See ya later. — le dijo presuroso antes
de colgar.
Yunho se acercó a él
en ese momento con una mirada algo preocupada. Le colocó una mano en el hombro.
— ¿Estás listo?
—
su tono de voz era tranquilo, pero
tembló ligeramente, demostrándole al menor el nerviosismo del que era presa.
— Yo lo estoy… Tú ¿Estás bien? — le devolvió la pregunta
mirándolo a los ojos, si todo salía bien en ese momento esos sentimientos de
opresión y preocupación en su pecho desaparecerían como por arte de magia.
— Mejor que nunca. Vamos. — le ordenó haciendo a un lado el telón para
salir y enfrentar las cámaras y los ases de luz que empezaron a caer sobre
ellos.
Andreé miró su
teléfono como si este pudiera darle las respuestas que necesitaba.
— ¿Qué consiga un televisor? — el joven hizo un gesto
de extrañeza. — ¡Cómo puedo conseguir un
televisor en un… — y de repente recordó la pantalla que había en
el camerino de su hermano, la cual era ignorada debido a lo atareados que se
encontraban en la preparación del concierto, afinando sus voces y checando el
vestuario.
Andreé regresó al
camerino y después de buscar el control remoto se dispuso a ver si
localizaba el dichoso canal que Changmin le había dicho. Lo cual iba a ser una
pequeña odisea debido a su nulo conocimiento de las transmisiones en el país
asiático. Tampoco sabía si lo que Changmin le había dicho que viera lo pudiera
entender, del japonés apenas sabía decir por favor y gracias,
literalmente en ese orden e instruido por su hermano.
Se instaló en una
silla y comenzó a buscar el dichoso canal, hasta que lo localizó gracias al
logotipo en la esquina superior izquierda de la pantalla.
No entendía una sola
palabra de lo que decían por los presentadores de aquel programa, al parecer
era de temática variada y que también hablaba sobre el espectáculo. Apenas
podía entender cosas como TOHOSHINKI o los nombres de sus amigos.
Se tomaban unos
minutos de descanso para un cambio de ropa y de poder refrescarse un poco antes
de poder seguir con la presentación.
— ¿Han visto a mi hermano? — preguntó Jaejoong al no
encontrarlo cerca de del escenario, desde donde supuestamente observaba el
concierto.
— Lo vi dirigirse hacia los camerinos, JeJung San. — le respondió un bailarín que se acomodaba los
zapatos, alistándose para salir a escena.
El mayor asintió, aún
tenía un par de minutos antes de volver al escenario. La curiosidad le carcomía,
necesitaba saber quién era la persona con la que su gemelo había topado y le
había despertado ese sentimiento tan cálido que lo había recorrido minutos
antes cuando se encontraba en el escenario.
Llegó a su camerino y
abrió la puerta a tiempo de escuchar que por la televisión anunciaban algo de
una rueda de prensa.
— Oye… Jae Soong… ¿Qué estás viendo? — preguntó extrañado
mirando la pantalla de televisión encendida, cuando las cámaras enfocaban un
entarimado donde podían distinguirse tres sillas en las cuales estaban tomando
asiento… Yunho, Changmin y un hombre de edad madura que no conocían. — ¿qué significa esto?
— La rueda de prensa convocada por
Shim Changmin y Jung Yunho dará comienzo en breves minutos — comentó el reportero
japonés. — trataremos de ir traduciendo
conforme la rueda de prensa avance, pues hasta el momento no nos han dado una
razón para esta reunión y ningún vocero de SM Ent está presente como para
darnos más detalles… Oh, Jung Yunho está empezando a hablar…
— Buenas
noches a todos, gracias por haber venido a esta cita tan sorpresiva. — dijo el líder de DBSK
con una sonrisa a la vez que hacía una leve inclinación de cabeza. Estaba
sentado en medio de la mesa que presidía la reunión. A su mano derecha se
encontraba Changmin, a su izquierda el hombre desconocido para ambos Jae. — el
motivo de la presente rueda de prensa es para anunciar que Changmin y yo hemos
presentado, hace apenas un par de horas, nuestra renuncia definitiva e
irrevocable a la filas de SM Ent…
— ¡¿QUÉ?!
—
gritaron los gemelos al mismo tiempo, ya
que Yunho había estado hablando en coreano y tanto Andreé como Jaejoong habían
escuchado perfectamente, o al menos eso creían, lo que había salido de labios
de Yunho.
— Todo
fue con asesoría de nuestro abogado aquí presente, Lee Sang Kyu Sshi. — le señaló Yunho
cediéndole la palabra al mencionado.
— ¿Qué ocurre, Hyung? — preguntó en ese momento
Junsu quien había entrado seguido de Yoochun, pues el grito de los chicos había
llegado a los oídos de ambos, cuando se dirigían a buscar a Jaejoong al
camerino.
El mayor les señaló la
televisión. En la pantalla, había un slide (cintilla donde ponen resúmenes,
nombres u otro tipo de datos) en la parte inferior que rezaba “Shim Changmin y Jung Yunho renuncian a SM
Ent”, mientras el abogado explicaba algunos términos legales por
medio de los cuales Yunho y Changmin habían roto el compromiso laboral que los
ataba (más bien esclavizaba) a SM Ent.
— No puede ser posible. — Yoochun se había quedado
con la boca abierta al leer y escuchar la noticia sobre sus amigos.
— ¿Incumplimiento de contrato? — se preguntó Jaejoong
al escuchar la noticia, dejándose caer en una de las sillas giratorias frente
al espejo donde los arreglaban para la presentación.
Volvieron a fijar su
mirada en la televisión cuando el abogado de los dos chicos volvió a hablar.
— Al no haber cumplido con la cláusula tres — cero
— tres del contrato suscrito entre la agencia SM Ent y los jóvenes Jung
Yunho y Shim Changmin con fecha de 28 de mayo de 2009, se ha presentado la
renuncia formal e irrevocable de ambos cantantes.
Los reporteros se
desgastaban la garganta tratando de hacerse escuchar, tratado de que alguno de
ellos les hiciera caso y pudieran responder a sus preguntas. Changmin levantó
la mano, haciéndoles guardar silencio.
— No
hemos entablado demanda… — empezó a narrar el menor con una calma que
estaba lejos de sentir.
JaeSoong lo sabía,
pues había escuchado aquel ligero temblor en su voz, casi imperceptible para
los demás, pero no para él que le había prestado demasiada atención durante el
tiempo que convivieron y había aprendido a notar ciertas cosas que hacía cuando
estaba nervioso, malhumorado o simplemente tenía hambre.
— SM
Ent, vía su representante legal, se había comprometido a respetar ciertas
partes de nuestra vida privada para que nosotros pudiéramos seguir trabajando
para la agencia. — aclaró Changmin a los representantes de los
medios de comunicación, quienes nuevamente empezaron a armar un bullicio para
lograr atraer la atención de los dos chicos y que respondieran a su pregunta.
— Lo
único que podemos decirles es que fue una cláusula de confidencialidad de
nuestra vida privada que no fue respetada, a pesar de estar referida en nuestro
nuevo contrato. — añadió Yunho sin extenderse.
— Ahora
la SM está obligada a darles su carta libre, junto con una compensación
económica por no haber respetado el pacto que hicieron. — declaró el abogado.
— ¿Qué sucederá con DBSK?
Fue la pregunta que
más atrajo la atención de todos, incluso de los chicos que estaban viendo todo
aquello desde Tokio, dejando de lado su propio concierto.
— Por
el momento… — Changmin había tomado la palabra. — nos
tomaremos un año sabático tanto Yunho ah, como yo. Es el momento ideal para
darles espacio y tiempo a 3hree Voices para el término de la promoción de su
disco y ciertas situaciones que aún no han definido su situación. — habló el menor con calma.
— Según
la suprema corte de Corea, DBSK sólo existe como tal en el momento en el que
Shim Changmin, Kim Junsu, Park Yoochun, Kim Jaejoong y Jung Yunho se encuentren
juntos en un escenario… para nada se está atentando en contra de eso. — el abogado señaló lo que
tal vez muchos pasaban por alto.
— Tampoco
es nuestra intención que DBSK desaparezca…
— declaró el líder. — por eso estamos dándoles este tiempo en el
cual ellos sabrán qué hacer… porque después del año, lo que suceda con DBSK
dependerá de la decisión de los cinco.
Y entonces el
reportero japonés interrumpió la transmisión, empezando a dar sus opiniones
sobre lo acontecido.
Los cuatro chicos se
miraron aún con la sorpresa en sus rostros. Ni siquiera Andreé, quien era el
que había visto últimamente a los dos chicos, estaba enterado de todo eso.
¿Qué había pasado?
¿Qué era lo que habían hecho para obtener así de rápido su libertad? Junsu,
Yoochun y Jaejoong miraron a Andreé como si este tuviera las respuestas a sus
dudas.
— ¡Chicos a escena! — les llamó el director
del concierto, irrumpiendo en el camerino rápidamente. — se han retrasado bastante. — les regañó.
El gemelo se levantó y
tomó por el hombre a su aún atónito hermano mayor.
— Jaejoong… trataré de comunicarme con ellos en
lo que ustedes terminan aquí, pero debes seguir con esto… por favor… — le dijo con
tranquilidad. — chicos, para los tres, The
Show must be continued. — les dijo aquella vieja frase cliché, pero que
debían seguir al pie de la letra, al menos por el momento.
El castaño asintió y
salió, junto con sus otros compañeros, del camerino. Aún tenía un mar de dudas
y muchas conjeturas en su mente y pecho, pero aún tenían un compromiso que
cumplir y no podían decepcionar a los cientos de fans que esperaban dieran todo
de sí en el escenario esa noche.
Y es que a pesar de haber
tenido un rotundo éxito aquella noche, con la noticia que recién acababan de
recibir, los tres chicos decidieron regresar al departamento de Jaejoong para
pensar y aclarar sus ideas.
Cada uno tenía cierta
impresión de lo que podía estar sucediendo en SM con Yunho y Changmin, pero
jamás se imaginaron que las cosas pudieran llegar a este punto ¿Qué sucedía en
realidad con sus compañeros? ¿Con su familia? Porque a pesar de verse
separados, ellos seguían viéndose como una familia.
Sabían que de los 4
sentados en los cómodos sofás del salón, JaeSoong era quien más respuestas
podía darles. Sin embargo, el gemelo menor estaba tanto o más confundido por el
asunto. A duras penas, Yunho le había dicho las razones por las cuales había
modificado el contrato, o sea, las verdaderas razones por las cuales Changmin y
él se habían quedado en SM. Lo que significaba que SM, o más bien Lee Soo Man,
había intentado hacer algo malo en contra de los otros chicos, por lo que Yunho
y Changmin habían hecho uso de la cláusula en la cual podían renunciar a SM sin
que les pudieran reclamar por eso.
JaeSoong suspiró.
Sentía la mirada de los tres chicos sobre él, pero ¿Qué podía decirles? Él a
ciencia cierta no sabía nada, no podía decirles sus suposiciones porque sólo
eran eso. A menos que… ¿Debía o no contarles sobre las razones de sus dos
amigos para quedarse en SM? Pero sería traicionar su confianza. Ninguno de
ellos le ha dado el permiso para hablar de eso.
— ¿Tú sabes algo? — la pregunta obligada la
había hecho Micky mirándolo fijamente, intentando leer en su rostro por si le
decía alguna mentira.
— Lo mismo que tú escuchaste por el televisor,
eso mismo sé, Yoochun ah. — le respondió JaeSoong sin desviarle la mirada.
— Sabemos… más bien, suponemos que ellos estaban
en SM en contra de su voluntad. No sabemos si los amenazaron o qué, pero
sabemos que no querían estar ahí. — Junsu había dado en el clavo.
Su hermano miraba la
escena sin intervenir. JaeSoong ya no quería que le preguntaran nada, no quería
mentirles, pero tampoco quería romper la confianza que los otros chicos
depositaron en él.
— Lo siento, chicos, pero yo no soy quien para
hablarles de eso. — respondió seriamente.
— Entonces sí sabes algo. — la afirmación de Park Yoochun
estaba llena de enojo contenido.
— Sólo escúchense… queriendo averiguar de sus
amigos con desconocido como yo. — Andreé no se enfadó, pero tenía razón. — llámenlos, pregúntenles. Ya no existe convenio
de confidencialidad, pueden preguntarles qué está sucediendo. Yo no soy alguien
para hablar por ellos.
Jaejoong seguía en
silencio, tratando de hilar en sus pensamientos todo lo que había ocurrido en
tan poquito tiempo. Aún le parecía increíble que los dos ya hubieran dejado SM.
— Un año sabático… — se dijo a la vez que cerraba
los ojos y se preguntaba qué sucedería con DBSK después de ese año ¿Seguiría
Yunho queriendo volver? ¿Changmin se habría acostumbrado a llevar una vida
normal? ¿Ellos serían libres por fin de SM? Era un largo año lleno de dudas y
cosas sin resolver. Y empezaba a correr a partir de ese momento.
— ¡Bueno, basta! Si ninguno lo va a hacer,
entonces lo haré yo. — Andreé sacó su celular y empezó a marcar el número de uno de sus
amigos. La primera llamada fue desviada al buzón de mensajes, la segunda igual,
no fue sino hasta la tercera llamada que contestaron y después del tercer
timbre como pudieron escuchar pues le había puesto el altavoz.
— Yobouseoih… — la voz de Changmin les
llegó a los oídos y los tres sintieron una enorme alegría al escuchar de nuevo
al menor de su familia.
— ¿Changmin? ¿Minnie ah? ¿Qué… qué ha ocurrido?
¿Cómo es que han… — Jaejoong había sido el primero en hablar, pero
se vio interrumpido por su interlocutor.
— ¿Jaejoong?
¿Jae Umma? — preguntó Changmin con emoción. — ¡Appa…
es Umma! — gritó como niño emocionado.
— ¿Cómo… cómo supiste? — preguntó JaeSoong al
menor, pues no podía creer que él supiera diferenciar sus voces.
— Por
favor, viví con Jaejoong casi 10 años ¿Y me preguntas cómo puedo distinguir sus
voces? Un hijo siempre reconoce la voz de su Umma… — dijo el jovencito con
singular alegría.
Y tanto Junsu, como Yoochun
y Jaejoong, respiraron tranquilos al escuchar a Changmin bromeando así con
ellos, les hacía pensar que nada había cambiado, que solamente se habían
ausentado de casa por un compromiso de trabajo.
— ¡Changmin!
—
le regañó Jaejoong al reconocer que el
makné no le había dejado de llamar mamá desde que empezara la llamada.
— No
puedes golpearme, Umma, no estás cerca para hacerlo y no puedes mandarme un
golpe a través del teléfono… además, aún no existe esa tecnología. — dijo el menor en
broma.
— Changmin.
—
le llamó Jaejoong con un suspiro de
resignación ante las risitas de Junsu y Yoochun, incluso de su propio hermano
gemelo.
JaeSoong se hallaba
sorprendido de aquella conversación, pues sabía lo que significaba aquella
broma, pero desde que la demanda se había entablado (y el gemelo sospechaba que
desde tiempo atrás, cuando el pequeño había descubierto sus sentimientos por el
Appa de aquella familia) aquel mote había caído en desuso ¿Sería que el menor
estaba superando ya lo que sentía por Yunho?
— Changmin… ¿Qué significa esto? ¿Cómo es que lo
han logrado? Es decir… — Jaejoong intentaba hilar sus pensamientos para
poder hacer la pregunta que le carcomía por dentro.
— Es
cierto, Umma, fue muy rápido, pero no se preocupen. Lo de ustedes también se
resolverá y mucho más rápido de lo que ustedes creen. — les aseguró el menor. — ¿Quieren
que le diga algo a Appa? Ahorita está peleando con un reportero, por eso no
puede venir a contestar el teléfono. — añadió en tono divertido.
— Siempre creímos en ustedes. — habló Junsu con una
sonrisa y la voz un poco quebrada. Yoochun le abrazó rodeando su cintura para
tranquilizarlo, dándole un beso en la sien. Sabía que su pareja aún está conmocionada
por todo lo sucedido.
— No
te pongas sentimental, Hyung. — le replicó Min en un tono algo burlón. — que
me vas a hacer llorar a mí también… Appa…
— gritó lo último hablando
a Yunho, quien se encontraba un poco retirado de donde él contestaba el
teléfono. — Appa tus hijos dicen que te extrañan y Umma
dice que te ama. — gritó en broma.
Al escuchar aquello, Jaejoong
no pudo evitar que su corazón diera un vuelco y su rostro se pusiera rojo hasta
la punta de las orejas.
— Changmin, tu bromita ya llegó demasiado lejos. — le regañó Jaejoong,
como si estuviera hablando en realidad con un niño pequeño.
— Dice
Appa que también los extraña…
—
dijo ignorando a Jaejoong. — y
que también te ama, Umma.
— ¡Changmin! — se escuchó gritar al
líder al otro lado de la línea y luego un forcejeo, como si quisieran
arrebatarle el teléfono.
— Nos
hablamos luego. — se escuchó la voz entre risas del menor. — si
es que Appa no me mata primero… ¡Aaaahhhh! — se escuchó el grito de broma de Changmin y la
comunicación se cortó.
A pesar de haber sido
una llamada relativamente corta, había servido para dejar en claro que las
cosas entre ellos no habían cambiado. Era cierto que aún había muchas cosas que
aclarar, pero al menos, podían estar tranquilos por ese lado. De hecho, Changmin
se escuchaba más relajado que en mucho, mucho tiempo.
— Todo estará bien ahora. — dijo Yoochun antes de
darle un tierno beso en los labios a Junsu, olvidándose por completo de los
otros dos chicos.
— Contando dinero enfrente de los pobres… — dijo JaeSoong divertido
y su hermano lo miró con extrañeza, mientras el YooSu, apenado, se separaba.
— No, no… no lo dije porque me molestara,
chicos. — aclaró el gemelo con una sonrisa. — simplemente que me dan cierta envidia
por que tienen pareja y ni mi hermano ni yo tenemos… — aseguró con toda la confianza del mundo.
Jaejoong más rojo no
podía ponerse.
Junsu y Yoochun no le
habían afirmado nada, pero como se reza un conocido refrán “una imagen dice más que mil palabras” y aquí así había sido. Tal vez no le
quisieron decir porque a penas y lo conocen. También estaba la opción de que
querían mantenerlo bajo discreción debido al medio en que se desenvolvían y
conociendo a la sociedad asiática, en la que el 99.9% de las personas era
homofóbica, que su hermano no hubiera reaccionado en contra era porque ya lo
tenía bien asimilado y eso podría ser beneficioso para Yunho… incluso para él
mismo.
JaeSoong se acercó a
su hermano y con una sonrisa algo tímida le preguntó.
— ¿Podemos hablar a solas un momento?
Tal vez no era el
mejor momento, pero no iba a poder permanecer en Tokio por mucho y tenía que
aprovechar al máximo el tiempo que pudiera compartir con él.
Jaejoong lo guió al
balcón, dejando al YooSu a solas en la sala y cerrando tras ellos el ventanal.
La noche tenía una brisa refrescante y a pesar de las luces de la ciudad,
JaeSoong podía distinguir un par de puntos luminosos en la oscuridad del cielo.
Esas hermosas estrellas que al fin y al cabo, por más que otros intentaran
opacarlas, nunca dejaban de brillar… igual que su hermano y sus amigos.
— ¿De qué quieres hablar? — era algo importante, Jaejoong
lo sabía pero su hermano no sabía cómo comenzar. Así que dejó que él solo
pusiera sus ideas en orden y se preparara para abordar el tema.
— ¿Yoochun y Junsu son pareja hace mucho tiempo? — preguntó de repente.
Jaejoong no sabía a
dónde quería llegar su gemelo con esa pregunta.
— No mucho, poco más o menos seis meses. No
estoy seguro. — le contestó lo mejor que pudo.
Por el giro de la
conversación, supo de lo que se trataba. Ya dentro había dicho que le tenía
envidia a los dos chicos por tener pareja ¿Sería?
— JaeSoong… hace un rato… durante el concierto…
yo sentí… sentí una sensación nueva y diferente… que venía de ti… ¿Estás…
enamorado? — preguntó con un poco de duda, esperando que
sea eso de lo que su hermano en verdad quisiera hablarle.
El gemelo asintió con
la cabeza.
— Estaba hablando por teléfono con él… porque, Jaejoong…
Me gusta un chico. — le aseguró a su hermano mayor con una sonrisa,
mientras miraba sin ver en realidad el hermoso panorama de Tokio que se
extendía ante ellos. — lo
conocí en Seúl.
— ¿Seúl?
—
Jaejoong lo miró extrañado.
— Sips… — dijo con una mirada ¿Soñadora? Jaejoong supo
que su gemelo estaba pensando en esa persona que lo había enamorado. — no creí que fuera a encontrarme con una
persona así y mucho menos que fuera a enamorarme de él en tan poco tiempo… en
realidad, ni siquiera me había planteado la opción de enamorarme de un chico…
sólo sucedió. — para luego añadir con una mueca. — con ese carácter que tiene… pero sus ojos
cafés… ¡Por dios! ¡Qué expresivos pueden llegar a ser! Y su sonrisa… ¡Es como
una descarga de 10 000 mega voltios! Cuando lo escuchas cantar es…
— ¿Cantar?
— Jaejoong lo
interrumpió sintiendo un nudo en la garganta, que algo le oprimía el pecho. — ¿Acaso lo conozco? — preguntó deseando mil veces que la respuesta
sea…
— Sí.
… No.
— Sí, Jaejoong, lo conoces. Y muy bien. Porque
has pasado parte de tu vida a su lado, apoyándose como has apoyado a cada uno
de los miembros del grupo. — dijo con una sonrisa sincera.
— ¿Otros miembros?
¿Estás enamorado de uno de los miembros del grupo? — preguntó casi con
desesperación, pues sabía que los únicos con los que había tenido gran contacto
en todo ese tiempo había sido con Changmin y…
— oh, no… por favor, no… no. — murmuró su ruego el mayor de los gemelos.
Porque no podía ser posible que él y su hermano… no, no quería pelar con él
por…
— Shim Changmin.
—
le dijo mirándolo fijamente. — me gustó desde el primer momento que le vi. Y
conforme le fui conociendo… me enamoré de esa sarcástica forma de ver la
vida que tiene. De esos ojos color avellana que son tan profundos como el mar,
de su sonrisa inocente. Sé que es menor que nosotros, pero… con sólo mirarlo…
me dan unas ganas enormes de abrazarlo y querer protegerlo de todo lo que
pudiera intentar hacerle daño.
Jaejoong lo miró con
sorpresa, pues en realidad no esperaba aquello.
— ¿Chang… Min? En realidad no creí que…
— ¿Pensaste que me fijaría en Yunho? — preguntó su hermano con
una sonrisa y la cara del mayor de dijo que así había sido. — soy tu hermano gemelo, Jaejoong, pero no creo
que debamos compartirlo todo. — y Jaejoong se sonrojó. — ¿Crees que algún día podamos decirles lo que
sentimos? — era más bien una pregunta hecha al aire.
— En realidad… a Changmin jamás le supe algún interés
por alguien, hombre o mujer. Decía que estaba demasiado joven como para
enredarse en esas cosas.
— Como toda Umma, creen
que sus hijos jamás crecerán. — Andreé pensó con cierta ironía.
— Disculpen que los interrumpa… — Yoochun había abierto el
ventanal. — Jae, nuestros abogados acaban
de llamar. Les urge que regresemos a Seúl cuanto antes. Dice que es muy
importante.
Y aquello dicho por Park Yoochun le daba qué pensar. Pues ahora que SM
Ent se había quedado sin esa parte de DBSK que aun controlaba, podían tomar
represalias en contra del JYJ o peor aún… quisieran retenerlos contra su
voluntad.
Todo va mejorando, Andre enamorado de de Changmin ohh! lindo. Haber ahora que hace la SM porque perdió el control de Min y Yunho. Cada vez mas interesante y emocionante.
ResponderEliminarGracias!!!