Vuelo Transatlántico — Continental Tokio, Japón — Nueva York, USA Agosto 2011
Miraba por la
ventanilla las suaves nubes que parecían no moverse de junto al avión.
Un suspiro escapó de
sus labios, cerrando los ojos, intentó descansar, pero los acontecimientos de
aquellos días (poco más de un año atrás) no lo dejaban tranquilo.
Sus ojos negros
volvieron a fijarse en las nubes, dándole cierta paz a la tensión que de
repente se acumuló en su pecho. Dejó que los recuerdos llegaran a su mente,
como si sólo hubieran sucedido el día anterior.
Flash Back
Junsu estaba sentando
en el sofá de dos plazas, mientras Micky le sostenía la mano. Jaejoong estaba
de pie mirando por el ventanal de aquella lujosa oficina, admirando, sin en
realidad ver, los hermosos rascacielos del centro de Seúl.
La puerta se abrió y
los tres abogados entraron. Uno de ellos llevaba un sobre color amarillo.
— Señores…
—
habló el hombre que era la cabeza de
aquel equipo contratado específicamente para llevar su caso contra SM en las
cortes de Corea. — este sobre nos llegó hace dos
días, justo al día siguiente en que Jung Yunho y Shim Changmin anunciaron
su renuncia a la agencia SM ENT.
Los tres chicos se
miraron, no comprendiendo del todo lo que su abogado les taba diciendo.
— ¿Nos han hecho venir hasta Seúl por eso? ¿Por
un sobre anónimo? — preguntó Jaejoong con algo de molestia en la
voz.
— El contenido es lo que más interesante que
pudieran encontrar. — les dijo el litigante con una sonrisa en los
labios mientras sacaba un DVD de él y lo ponía en el reproductor.
Yoochun le pidió a su
SoulMate, con la mirada, que se tranquilizara, que vieran lo que los abogados
tenían para mostrarles.
El video comenzó a
correr, mostrando ante ellos a una persona muy conocida.
— Min Ae Noona.
—
exclamó el delfín al verla sentada con
toda tranquilidad frente a la cámara.
— Escuchen, por favor y verán porque el video es
tan importante para nosotros. — pidió uno de los abogados.
La chica de hallaba
frente a un fondo totalmente blanco, cuando alguien empezó a hablar.
— ¿Cuál es tu nombre y
puesto en SM ENT? — La voz sonaba totalmente distorsionada cuando
realizó la primera pregunta, la cual Min Ae contestó sin falta.
— Young Min Ae, soy la asistente
personal del Señor Lee Soo Man, alto directivo de SM ENT. — La respuesta era firme.
— ¿Cuántos años llevas trabajando para
él? — La voz distorsionada sabía precisamente qué preguntar.
— Como su asistente personal llevo 2
años, antes trabajé en otros departamentos durante tres años. — Aseguró la chica.
— Dinos, Min Ae Sshi… con respecto al
conflicto con los integrantes de DBSK ¿Cuál fue la estrategia que siguió Lee
Soo Man para mantener el control sobre ellos?
— Lee Soo Man temía quedarse sin el
mejor grupo que SM ha tenido desde H.O.T., por lo que su estrategia era
conseguir que de alguna manera, tanto el líder como un integrante más de la
banda se quedaran en la agencia mediante engaños y amenazas de acabar con sus
carreras o dañar a los demás miembros de manera física, cosas de lo que por
supuesto, es capaz de hacer. Aprovechó la sobre protección que Yunho le daba al
resto del grupo para obligarlo a quedarse, Changmin sólo demostró su lealtad a
su líder quedándose.
— ¿Entonces fue Lee Soo Man quien
planeó la división del grupo?
— Insistió la voz
distorsionada.
— Divide y vencerás… esa fue la
táctica que utilizó para conseguir lo que quería, pues la distancia y el
aislamiento en que los ha mantenido se ha encargado de menguar la poca
confianza que quedaba entre ellos.
— ¿Y Andreé Carter? ¿Cómo entra aquí
el hermano gemelo de Jaejoong?
— Esa fue idea mía… para todos es
sabido que Kim Jaejoong lleva una amistad muy… ‘Especial’ con Yunho, por lo
que aprovechando la distancia y los sentimientos del propio Jaejoong,
dejamos que fuera él quien actuara. Nosotros no hicimos más que dar la
información y formar las oportunidades para que lo trajeran y los descubrieran.
Entre más lejos tuviéramos a esos dos, mayor sería la probabilidad de que
cometiera errores que costarían caro en su demanda. Y así lo hizo. La llamada,
la pelea, nos han beneficiado para poner más y más trabas legales a la demanda…
Y ahí acababa el
video, como si hubiera sido evitado que se revelara la última parte de la
conversación. Sin embargo, todo lo antes dicho servía demasiado a su causa y
sobre todo… ahora sabían por qué Yunho y Changmin se habían quedado en SM.
— Lo amenazaron… con hacernos daño. — la voz de Jaejoong se
escuchó estrangulada por la emoción misma que lo recorría en ese momento, una
mezcla de alivio y culpa que jamás había experimentado.
El mayor se dejó caer
en el sofá hundiendo su rostro entre sus manos.
Uno de los abogados
carraspeó para que los tres aún sorprendidos chicos le miraran.
— Hemos mandado analizar la grabación. Es una
grabación corrida, es decir, no tiene cortes ni ediciones, por lo que el
experto nos pudo decir. Además por lo que podemos ver, Min Ae Sshi participó
voluntariamente, pues no se le ve coaccionada.
—
le señaló.
— Se buscaron rastros, algún tipo de evidencia,
pero no hubo nada, ni huellas u otro tipo de señales que nos llevaran a la
identidad del autor del video. Lo único que trajo fue esta hoja de papel. — aclaró el tercer
abogado.
— El mensajero que lo entregó ¿Dijo algo? — preguntó Yoochun con
curiosidad.
— Fue un chico que le dieron unos Wons en la
calle, nadie en particular. — respondió un abogado. — incluso cuando se le preguntó la descripción
de la persona que le entregó el sobre dijo que era un hombre alto, de cabello
negro y ojos cafés, de piel morena…
— Media población masculina de Seúl… — dijo el ratón con
decepción.
Junsu tomó la hoja que
venía con el video. Lo único que estaba en ella eran 4 letras escritas a
computadora… cuatro letras que le aclararon todo lo que tenía que saber, porque
formaban parte de su vida.
— A—K—T— F… Always Keep the faith… Always Keep the faith… ¿Entiendes? ¿Yoochunnie? ¿Jae Hyung? Always Keep the faith… fueron ellos. — el delfín estaba
emocionado y dejó que su pareja tomara la hoja y mirara también aquellas
pequeñas letras. — nos lo dijo Changmin
¿Recuerdan? Todo
se arreglará más rápido de lo que ustedes creen. —
citó las palabras del pequeño Dong Bang.
— Con esta confesión de Min Ae fue que ellos
salieron de SM. — concluyó Yoochun con una sonrisa.
— Y Ahora nos toca a nosotros. — afirmó Jaejoong.
Fin Flash Back
— Jaejoong
ah… — la voz de Yoochun lo devolvió a la realidad.
El pelinegro estaba
sentado en los asientos justo detrás de Jaejoong, Junsu dormía recargado en su
hombro, llevaban casi la mitad del camino. Micky había dormido apenas un par de
horas, pero al despertar, pudo comprobar que su amigo no había pegado el ojo en
todo lo que llevaban de viaje.
— Dime… — contestó en un murmullo para no despertar al
delfín.
La relación de Yoochun
y Junsu iba mejor que nunca. De hecho, Yoochun había cambiado mucho gracias a
Xiah, pues muchos de sus malos hábitos habían sido dejados lentamente. Aunque
la influencia había sido mutua, Micky era quien reflejaba más el cambio.
— Es bueno que tu hermano haya sugerido que
fuéramos de vacaciones a verle. Nos servirá para relajarnos un poco. Sobre
todo a ti — quiso añadir, pero no lo hizo.
Durante el año
transcurrido, los tres chicos se habían mantenido activos en el medio musical.
Mientras, por su lado, Changmin se había dedicado a su carrera profesional. Sus
estudios en Psicología los avanzó en poco tiempo, según él, concentrándose para
no tener problemas más grandes después con su otro camino a seguir, la música.
Sin embargo, el menor había mantenido un contacto más o menos frecuente con
ellos.
De quien nada se había
sabido en ese año, fue de Yunho. Parecía que al líder se lo había tragado la
tierra o se hubiera desvanecido en el aire, porque nadie, ni siquiera los
paparazzi o las stalkers habían podido dar con él después de la rueda de prensa
que se ofreció en SM y si Changmin sabía algo, no parecía, porque incluso
resultaba tanto más preocupado por el silencio del líder que ellos.
— Cierto… no lo hemos visto desde hace casi un
año… y es que no nos hemos detenido de trabajar desde que la demanda terminó. — mencionó Jae sin apartar
la mirada del cúmulo de nubes a un lado del avión. — sin embargo… me hubiera gustado que antes de
venir, hubiésemos podido hablar con Changmin… y Yunho… sobre lo que haremos. — añadió con tono triste de voz. — se ha
terminado el año sabático que pidieron. ¿Ahora qué sigue? — lo último lo dijo en un leve susurro que Yoochun
no alcanzó a escuchar. — no
pudimos hablar con Changmin en la última semana… y Yunho…
— Todo se dará a su tiempo, Hyung, no lo pienses
tanto. Changmin y Yunho se comunicarán con nosotros a su debido tiempo, cuando
estén listos para volver. — Yoochun trató de animar a su Hyung. Le daba un poco de vergüenza
el hecho de que mientras Junsu y él vivían su amor lo más libremente que
podían, Jaejoong sufría a cada segundo por no tener ni la menor idea de lo que
le sucedía a Yunho. — Relajémonos, nos hace mucha
falta. Como JaeSoong nos dijo, cuando regresemos a Seúl, todo habrá cambiado de
perspectiva.
— Tienes razón…
—
dijo sin estar convencido realmente,
pero no pudo añadir más debido a la interrupción de la azafata de la cabina de
primera clase en la que viajaban.
Aeropuerto
Internacional John F. Kennedy, Nueva York, N.Y.
La ventaja de ser unos
desconocidos en el ámbito musical del país occidental, era que podían caminar por
el aeropuerto sin ser perseguidos hasta la muerte por fanáticas que quisieran
tomarles fotos, besarlos, abrazarlos y (en caso de las extremistas) robarles un
mechón de cabello o un trozo de ropa mediante el corte de unas afiladas
tijeras.
Agradecían la
oportunidad de poder mezclarse con la gente que caminaba por aquellos pasillos
abarrotados.
Los tres buscaban con
la mirada a JaeSoong en la atestada sala de espera, hasta que lo encontraron
sentado en las butacas del final, apoyada su espalda en el respaldo y su
tobillo izquierdo sobre su rodilla derecha, dejando su pierna izquierda en
escuadra. Parecía relajado. Llevaba puesto unos jeans azules, algo desgastados,
zapatillas deportivas, y una chamarra de mezclilla que ocultaba una playera
color negro.
Fue entonces que el
pelinegro se dio cuenta de que lo miraban y giro su rostro para sonreírles,
levantando la mano en señal de saludo para ponerse en pie.
Jaejoong suspiró
profundamente, ya estaban ahí, de vacaciones, las disfrutaría al máximo de eso
no cabría duda. Se ajustó los lentes de sol y se colocó la chamarra negra
mientras los tres se acercaban a su hermano.
— Hasta que por fin te dignas a visitarme. — JaeSoong le reclamó jugando a su hermano al
mismo tiempo que se recibían con un abrazo.
— Tú tampoco has regresado a verme, desde
que encontraste ese grandioso empleo. — regresó el mayor, recibiendo una carcajada de
su gemelo menor en respuesta.
— Oh, vamos, JJ… tú y yo somos un par de Work aholics…
amamos nuestros trabajos. — se burló JaeSoong de su hermano. Junsu y Yoochun soltaron la
carcajada.
— Eso no es verdad…. — una voz muy conocida
tras JaeSoong les hizo callar. — Si
fuera así no estarían aquí listos para tomarse vacaciones.
— ¡Changmin!
—
gritó Junsu con alegría al ver a su —
pequeño hermano — a quien sin pensarlo mucho, abrazó. Changmin
los había extrañado, de eso no había duda, por lo que no pudo negarse a aquella
demostración pública de afecto, por parte de su amigo delfín.
— ¿Y para Appa
no hay abrazo? — la voz profunda de Yunho los dejó aún más pasmados de lo que ya
estaban.
El corazón de Jaejoong
latió con fuerza al escuchar la profunda voz de Yunho, un estremecimiento le
recorrió la espalda completamente. No supo cuánto lo había extrañado hasta ese
preciso momento, hasta que lo tuvo enfrente. Un nudo se le formó en la
garganta, con todos los sentimientos encontrados que se acumularon por salir al
mismo tiempo, pero nada pudo formarse y las lágrimas, por tanto tiempo
contenidas, se acumularon a punto de resbalar sus mejillas, pero no era el
momento, ni el lugar.
Yunho no dejaba de
mirar a Jaejoong, intentando acercarse a él, pero el frío comportamiento del
mayor no le pudo dejar más claro que tendría que buscar la oportunidad más
adelante para hablar con él y poder aclarar las cosas, mientras tanto Junsu
como Yoochun llamaban su atención, pretendiendo no sentir la incomodidad y la
tensión presente en el dos de los mayores del grupo.
— ¿Qué te hiciste este año? ¿Dónde andabas?
¿Estás más moreno? ¿O Soy yo? También ganaste músculo… ¿Qué estuviste haciendo,
Hyung? — le ametrallaba Junsu con las preguntas sin dejarle contestar de
tan rápido que hablaba.
— Yo también te extrañé, Junsu ah. — dijo el moreno con una sonrisa,
sin contestar ninguna de sus preguntas.
— Bueno… lamento interrumpir este rencuentro,
pero tenemos que ir todavía por el equipaje y debemos descansar. Tengo planeado
un vuelo hacia la Riviera Maya dentro de unas horas y no lo van a arruinar ¿eh? — dijo JaeSoong con una
sonrisa. Era la sorpresa que le tenía preparado a su hermano. — te dije que nos lo íbamos a pasar genial,
hermano. — el gemelo se acercó a él y le pasó un brazo
por los hombros distrayendo al mayor de sus pensamientos, sabía cómo se sentía
su hermano en aquellos momentos. No esperaba encontrarse así de repente a Yunho
y mucho menos en Nueva York, así que la sorpresa de JaeSoong había sido un
golpe algo duro para su hermano mayor. — y no
planeo pasarme mis vacaciones en la ciudad. Así que vámonos. — le empujó de camino a la zona de la banda
transportadora para recoger las maletas de los tres recién llegados.
Caminando entre los
pasillos y la gente, un detalle no pasó desapercibido para el HoMin, pues
delante de ellos el YooSu iba caminando muy pegado y disimuladamente, muy
disimuladamente, se tomaban de la mano… o más bien de los dedos… y de los dedos
meñiques. Algo que para cualquiera que los viera no sería de importancia, pero
que ellos sabían muy bien lo que significaba. Yunho le hizo la seña a Changmin
para que viera el detalle y los dos sonrieron, pues al final el YooSu no había
resultado tan sólo un fanservice más. Se encargarían de que les contaran todo,
una vez que llegaran al departamento de JaeSoong, y que Yoochun se preparara,
porque no se salvaría de una plática con el Appa
de Junsu.
Una vez en el
estacionamiento, Min fue el primero en abrir la puerta de la camioneta que
JaeSoong había rentado, para sentarse del lado del copiloto mientras los demás
buscaban acomodar las cosas en la parte de atrás.
De repente el sonido
de un celular les llegó con una canción conocida…
Tanoshimu
junbi OK ?
Tomoni
moriagaru junbi OK ?
Baby
clap your hands, baby let’s stand up
Atsui
kotowo shiyou
Aiwo
dakishimete waratte
Tsutaeru
shiawaseni natte
Mou
kakeruyo dokomade mo isshoni ikou right now
Ye — yeah, Ye
— yeah
— Get Ready, por supuesto del JYJ, era la canción que salía como tono
del móvil que vibraba en el asiento del guiador.
— Ammm… JaeSoong… — le habló Changmin con
algo de duda mientras sacaba el teléfono del interior del automóvil. — Creo que te están tratando de localizar. — dijo
el menor mostrando la pantalla que vibraba y se iluminaba al ritmo de la
canción de su hermano.
— Kansajabnida…
—
dijo al momento de tomarlo y colgar la
llamada sin contestarlo y dándose cuenta que no era la primera que recibía del
mismo número. JaeSoong frunció el ceño ligeramente, pero decidió ignorar las
llamadas y les volvió a sonreír a su hermano y sus amigos señalándoles la
camioneta para que se subieran.
JaeSoong conduciría,
pues era quien estaba más acostumbrado al tráfico neoyorkino de aquella hora,
puesto que a media mañana era como si estuvieran en Seúl a horas pico… Se
sentaron de tal manera que Yoochun terminó junto a Jae en la parte trasera de
la van, jalado por supuesto por su SoulMate, quien se mantuvo en el silencio
más absoluto desde antes de salir del aeropuerto. En el siguiente asiento, Yunho
y Junsu platicaban de muchas cosas y a la vez de nada… Y, entonces, de nuevo el
celular de JaeSoong volvió a sonar…
Tanoshimu
junbi OK ?
Tomoni
moriagaru junbi OK ?
Baby
clap your hands, baby let’s stand up
Atsui
kotowo shiyou
Aiwo
dakishimete waratte
Tsutaeru
shiawaseni natte
Mou
kakeruyo dokomade mo isshoni ikou right now
Ye — yeah, Ye
— yeah
Y el gemelo hizo un
gesto, dejando que (de nuevo) se pierda la llamada.
— Gracias por la ayuda. — se quejó con Changmin
mientras este sonreía volviendo a acomodarse en el asiento esperando a
que el gemelo diera la vuelta para subir a conducir la camioneta y los sacara
del aeropuerto. — el vuelo a México sale mañana
a las 8 de la mañana. Así que debemos estar aquí hacia las 6 de la mañana, creo
que tendrán bastante tiempo para descansar.
— dijo JaeSoong con una
sonrisa, mirando el ambiente algo tenso en la parte trasera del vehículo.
— ¿Apenas van bajando del avión y ya los quieres
subir a otro? — preguntó el menor con ironía.
— Créeme que valdrá la pena… — dijo gemelo con una
sonrisa.
— ¿Hace cuánto tiempo que llegaron ustedes, Changmin? — preguntó Junsu con
curiosidad.
— Mmm… una semana o algo así ¿Cierto, Yunho ah? — dijo girando en el
asiento para ver al mayor asentir con un movimiento de cabeza.
— ¡¿Una semana?! — gritó Jaejoong
internamente, hundiéndose más en el asiento trasero. No sabía cómo soportaría
estar en el mismo lugar que Yunho después de lo ocurrido, tampoco se esperaba
encontrarlo ahí después de todo aquel tiempo, ahora no sabía cómo comportarse
con él, no sabía qué decirle y ahora le salen con que él estuvo ahí desde una semana
entera. Seguramente él sabía de su arribo, a menos que JaeSoong le hubiera
escondido eso hasta el momento, sin embargo, lo dudaba, debido al
comportamiento tan tranquilo del moreno.
Pero las llamadas a
JaeSoong siguieron insistiendo y un nuevo número apareció cambiando el tono
por…
Please, come dance with me
Tease, hoemini de subete nagedashi souwo
Please sono hitomi Bright mitsumetai
boku dake to choose me love mayowazu ni
yeah yeah yeahh~
Choosey lover, tal pareciera que
JaeSoong se había convertido en un fanboy de TVXQ. Todos se le quedaron
mirando.
— No mal piensen… — se apresuró a contestar. — es cierto que me gusta su música, desde que me
dediqué a buscar algo de ustedes, pero yo no elegí los tonos… lo juro… fue mi
asistente, porque esos son los números desde donde siempre me llama y no… no
pienso contestarle. — aclaró como si ya le estuvieran preguntando. — desde que llame desde esos números significa
que es algo de la empresa y hoy salí de vacaciones, no pienso dejar que me
arruinen el primer día.
— Pero ya, contesta, que me está volviendo loco.
Está insistiendo mucho, JaeSoong. — le hizo ver Changmin.
— Soongie… Changmin tiene razón… Qué tal si es
algo importante. — le dijo el líder llamando la atención de Jaejoong
al escuchar el mote cariñoso con el cual el exlíder de DBSK había llamado a su
hermano menor.
— ¿Importante? Sí como no… — dijo con ironía el
gemelo.
— ¡Aish, maldita sea! Si no contestas tú, lo
hago yo. — dijo Changmin al mismo tiempo que metía la mano en el bolsillo
de la chaqueta del gemelo, de donde provenía el ya irritante tono (Después de
escuchar 5 veces seguidas o más tu propia voz en japonés, creo que es normal
que lo empieces a odiar).
— ¡ANDREÉ CARTER TRAE TU ESCUÁLIDO TRASERO A
ESTA OFICINA AHORA! — la voz enojada de una chica resonó en todo el
vehículo. Para colmo de males, Changmin había puesto el altavoz para que
JaeSoong pudiera contestar sin descuidar el volante del auto y para más colmo
de males la persona al otro lado del teléfono había hablado en un perfecto
coreano, por lo que hasta Junsu pudo entender lo que le habían gritado al
gemelo.
— ¡Daiki!
—
le regañó JaeSoong con las mejillas
rojas de vergüenza, pues se escuchaba claramente la risa de todos los que le
rodeaban. — se supone que soy tu jefe. — le hizo el recordatorio de quien firmaba el
cheque que la chica recibía en sus quincenas.
— Y
se supone que yo estoy tratando de localizarte desde hace más de una hora. — le replicó la chica.
— Estoy de vacaciones, eso significa no trabajo,
no oficina, sólo descanso. — le volvió a reclamar. — eres mi asistente, se supone que estás ahí
para ocupar mi lugar mientras estoy fuera y que puedes solventar cualquier
problema.
— Ya
lo sé, y se supone que
puedo lidiar casi con cualquier cosa, pero no, eso si que no… tu jefe… ahí sí
que con eso no puedo ayudarte. Vas a tener que lidiar TÚ con él. — le dijo la chica
con enojo.
— ¿Mi jefe?
— No
sé quién… no sé cómo se enteró, pero me dijo que si habías adelantado el proyecto
en un 40% en esta semana pasad, quiere el otro porcentaje en menos de 24
hrs… así que… tienes 40 minutos para llegar aquí y alcanzarlo para que te dé
más tiempo de plazo antes de que se vaya de viaje a Grecia. O no podrás reabrir
ese proyecto al menos por los siguientes seis meses, y lo sabes. — dijo
la chica con seriedad. Todos en el interior de la camioneta guardaron silencio,
pues las cosas para JaeSoong habían dado un drástico giro.
— Ni siquiera he hablado seriamente con los
involucrados, Daiki, lo sabes. — le dijo JaeSoong tomando una actitud mucho más
seria.
— Cierto,
ni siquiera sé si el otro 60% del proyecto ya está aquí en Nueva York.
— Lo está, Daiki… lo está.
— Entonces llamaré a la aerolínea para cancelar
tu vuelo de mañana. Te estaré esperando. — y colgó.
Todos miraban a Andreé
con algo de preocupación.
— Lo lamento, chicos, al parecer mis vacaciones
no van a ser tan largas como quisiera. — dijo el gemelo con algo de resignación en la
voz y desviándose para tomar rumbo a su oficina.
— ¿Cuál es ese proyecto, Andreé? ¿Qué es lo que
necesitas? — preguntó Jaejoong, preocupado por su hermano.
— Yo… no puedo decirles nada, aún no… sólo…
necesito pedirle tiempo al Señor Latsis para que pueda concretarlo. Sé que será
difícil, pero una semana cuando mucho es todo lo que necesito… o al menos eso
creo. — dijo el gemelo con suavidad. — tendrán que acompañarme a la oficina, chicos.
Les prometo que trataré de no tardar.
Changmin le miró, el
joven mantenía el entrecejo fruncido, como si mentalmente ya se estuviera
preparando para el intercambio de argumentos con su jefe. Sus ojos se mantenían
fijos en el camino, aunque su nerviosismo se podía notar en el pequeño golpeteo
que su dedo índice de la mano derecha hacía sobre el volante.
El menor sentía
preocupación por él, no sabía qué tan importante era para el chico aquel
proyecto si dependía su carrera de eso o no, pero por el rostro que tenía podía
fácilmente decir que sí.
Pronto atravesaron la
Quinta Avenida y después se dirigieron al Time Square. Las oficinas de JaeSoong
estaban en un rascacielos cercano al centro. El joven condujo después por
varias calles colindantes hasta que entró a un estacionamiento subterráneo. El
guardia de la caseta les hizo detenerse, pero después de un breve
intercambio de palabras, el hombre les tendió unas identificaciones de visita y
les dejó seguir su camino. Cuando JaeSoong estacionó por fin la camioneta en un
lugar destinado especialmente para él, les pidió que bajaran.
El golpeteo de unos
tacones contra el suelo llamó su atención. Una chica, que no aparentaba más de
21 años, se acercó lentamente a ellos. Llevaba un conjunto de pantalón y blusa
color azul, su cabello castaño largo lo llevaba suelto y su sonrisa era más
tranquilizadora.
— Andreé…
—
le llamó tendiéndole un vaso desechable
con el logotipo de Starbucks en él. — Té
Chay… tu favorito. Para bajar la tensión, sé que lo necesitas. — le dijo ella ampliando su sonrisa.
Todos le llevaban
varios centímetros de altura, así que la hacían verse aún más baja de lo que
realmente eran.
— Lo lamento, Andreé… sé que no debía enterarse,
pero no sé quien filtró la información. El jefe dijo que si ya tenías casi
asegurado el proyecto, que apresurarte un poco no cambiaría nada. — dijo ella con algo de
preocupación y tomando el brazo del joven.
El gemelo les hizo una
seña para que lo siguieran al interior del edificio.
— ¿Apresurarme? Eso no es apresurar… es
presionar. Voy a hablar con él… no puede creer que en 24 hrs. tendré el proyecto
concluido así porque sí. — de repente el chico se detuvo y miró a sus acompañantes. — lo siento, chicos, pensarán que soy un
desconsiderado… ella es Daiki, mi asistente.
— Anniongjasehio. — saludó ella haciendo
una reverencia, para después seguir su camino tras su jefe. — vamos… sabes que no debes hacerlo esperar.
Subieron por el
ascensor, Jaejoong se hizo hacia la pare de atrás, apoyándose en la pared, su
gemelo hizo lo mismo, apoyándose en una pared lateral. Odiaban esa sensación de
vértigo que se instalaba en sus estómagos cada que el ascensor se movía. Yunho
se había situado en muy cerca de Jaejoong.
— ¿Aún no lo superas, cierto?
Y de aquella pregunta
ambigua, Jaejoong no supo si la decía por su acrofobia o por todos los
sentimientos de culpa que aun le embargaban en aquellos momentos.
— ¿Y tú también tienes acrofobia? — le preguntó curioso Changmin
al gemelo.
— Sí, así es.
—
respondió Daiki por él. — por eso te traje esto para que firmes y te
distraigas. Son contratos, cheques, un par de constancias, ya sabes lo de
siempre. — se dirigió a su jefe extendiéndole la
carpeta negra y ella se limitó a darle una sonrisa tranquilizadora.
— ¿Qué son?
—
preguntó JaeSoong con algo de
desconfianza.
— Ya te dije, cosas sin importancia. — Daiki guiñó un ojo y
JaeSoong respondió con una sonrisa, sabiendo a lo que se refería.
Y aquella complicidad,
no sabiendo por qué, pero no le cayó en gracia al menor. Changmin suspiró en
silencio. En aquellos días, no había conocido a la persona que siempre se
comunicaba con JaeSoong desde las primeras horas del día, hasta altas horas de
la noche. Al parecer el proyecto en el que trabajaban era en realidad muy
importante, pero no esperaba el grado de confianza que JaeSoong y su asistente
demostraban frente a ellos. Le hacía sentir… ¿Incómodo?
La verdad era que
había aprendido a ver a JaeSoong como un amigo, tal vez como veía a Jaejoong,
tal vez distinto, debido a sus propias personalidades diferentes en muchas
cosas, similares en otras tantas. Pero él le había apoyado durante aquel largo
año en el cual no había visto para nada a Yunho, dándole ánimos y no dejando
que decaiga. Llamadas por teléfono, e — mails,
incluso cartas por escrito el gemelo le había hecho llegar, pidiéndole que no
decaiga y siguiera adelante.
JaeSoong se había
convertido en una parte de su vida también, pero ¿por qué le incomodaba esa
cercanía y la confianza que existían entre él y su asistente?
El elevador por fin se
detuvo y los chicos bajaron para inmediatamente entrar en una oficina de
puertas de cristal, muy grande. No sabían porqué, pero el ambiente se les hizo
algo conocido en cuanto estuvieron dentro de esa oficina.
— Siéntense, chicos, por favor. — pidió JaeSoong, aún
revisando los documentos que tenía entre sus manos mientras la chica se
acercaba a un closet que se hallaba alojado en una de las paredes de la amplia
oficina.
La sala era de color
negro, estaba en una esquina, junto con una pequeña mesa de centro de cristal
transparente y pies de metal, que hacía juego con el escritorio de JaeSoong,
cercano al enorme ventanal, al cual le daba la espalda y por el cual se veían
los rascacielos de la ciudad.
Los mayores tomaron
asiento en la sala, a una considerable distancia uno del otro, Changmin
prácticamente en medio, mientras el YooSu se dedicaba a curiosear por la
habitación. Había varios reconocimientos, títulos, que Yoochun reconoció en
seguida. Junsu se acercó a un rincón donde descansaba un bajo eléctrico en su
base. JaeSoong había dicho que no cantaba, aunque lo hacía muy bien e igual que
su hermano, sin embargo a nadie se le ocurrió siquiera pensar que pudiera tocar
un instrumento.
— ¿Tocas el bajo, JaeSoong ah? — preguntó con curiosidad.
El mayor levantó la
mirada de los papeles que tenía en la mano.
— Algo… no mucho. — respondió con una
sonrisa. En realidad su olvidado interés por la música resurgió desde que había
conocido a su hermano.
Yoochun seguía
observando alrededor hasta que encontró unas fotografías con personalidades que
él pudo reconocer.
— Bono, de U2… ¿Maddona? — miró al hermano de su
Umma y las fotografías, era él, sentado junto a o abrazado a esas
personalidades del medio de la música, pero antes de que Yoochun pudiera
siquiera hacer una pregunta, la asistente de JaeSoong interrumpió.
— Ve a cambiarte ya. Después ves eso, el Sr.
Latsis no puede esperar. — dijo tendiéndole un traje color gris con una
camisa blanca y una corbata a juego.
— Los zapatos…
—
se quejó el gemelo.
— No se fijará en eso… ve… — le empujó al baño
privado de la oficina. Mientras se fijaba en la mirada curiosa de Yoochun en
las fotografías de la pared. — oh…
esas fotos… se las tomaron en un evento privado en el cual estuvieron ellos y
algunos otros artistas occidentales. —
le respondió ella con una sonrisa. — fue un evento de beneficencia, ahí conoció a
la mayoría y se tomó las fotos que ves ahí… claro que las dedicatorias fueron
después.
Los cinco chicos le
miraron sorprendidos.
— ¿Acaso no saben en qué trabaja Andreé Carter? — les preguntó a lo que
la mayoría negó con la cabeza, incluido Jaejoong, quien a penas y tenía la
cabeza en su lugar. — Oh… esta es una situación
difícil… — murmuró mientras miraba a los muchachos, no
sabiendo qué decirles en realidad.
Cuando JaeSoong salió
ya listo del baño, Changmin se llevó una maravillosa impresión. Era cierto que Jaejoong
se veía muy bien en traje, pero el gemelo, se veía totalmente diferente, era
elegancia al caminar y una soltura que tal vez le hacía falta a su gemelo. Las
zapatillas deportivas que llevaba eran color negro, así que fácilmente se
confundían con zapatos de vestir, por lo que no hubo problema alguno en
el coordinado. Sin embargo, el chico parecía que tenía problemas al intentar
atarse la corbata. Antes de que pudiera decirle algo, Daiki se había acercado
ya a arreglar el problema de su — jefe — y
mientras lo hacía, murmuraban algo entre ellos.
Changmin de nueva
cuenta volvió a sentir esa incomodidad, ese malestar que se instaló en la boca
de su estómago y se le hacía totalmente conocido, pero que consciente o
inconscientemente no quería reconocer.
— Entonces, los dejó en tus manos, Daiki. — la chica asintió con una
sonrisa y el gemelo respondió con una inclinación de cabeza. — chicos, discúlpenme que les deje por un momento. — JaeSoong le sonrió a su hermano mayor, sabía
la incomodidad y los sentimientos encontrados que Jaejoong estaba
experimentando en aquellos precisos instantes. — intentaré no tardar y después nos iremos a
casa ¿De acuerdo? — le habló a su hermano como si le estuviera
preguntando a un niño. Jaejoong solamente asintió con un movimiento de cabeza
sin añadir nada.
Una vez que JaeSoong
salió de la habitación, su asistente les miró con una sonrisa que para Changmin
resultó algo así como falsa, pero que les dejaba saber que esta vez les diría
todo sobre el trabajo del gemelo.
— ¿Podrían acompañarme, por favor? — preguntó la chica con
una sonrisa señalando la puerta. — voy
a mostrarles las instalaciones y explicarles el trabajo de JaeSoong. Es lo que
él me ha encargado tanto. — añadió para que ellos tomaran la decisión de
ir o no.
Ninguno de los chicos
se había tomado la molestia de preguntarle a JaeSoong de su trabajo, ni
siquiera Jaejoong que era su hermano. Así que no fue mala la idea de conocer
las instalaciones.
Los cinco se
dirigieron fuera de la oficina y la chica los guio de nuevo al elevador. Una
vez dentro, comenzó a explicar.
— Andreé Carter es uno de los ejecutivos
encargado de los nuevos proyectos de la empresa. Ha estado trabajando en un
concepto olvidado los últimos meses, pero que cree que puede ser retomado con
fuerza y con muchos beneficios económicos. Estamos hablando a escala mundial,
pues fue un proyecto nacido en oriente, pero conocido en varias partes de
América y Europa. — explicó la chica mientras el elevador bajaba un par de pisos y
se detenía, pero sin abrir las puertas. — oh,
disculpen. — en el panel de control del elevador salió una
advertencia, la chica pasó su tarjeta de identificación y tecleó un código de
seguridad. — sólo personal autorizado puede
entrar a esta área. — explicó al tiempo que salía del elevador.
— ¿Entonces, nos vas a explicar bien en dónde
estamos y qué es lo que hace JaeSoong aquí o nos vas a seguir dando vueltas al
asunto? — preguntó Changmin, tal vez muy rudamente a la
chica, quien solamente sonrió en respuesta y los guió por los pasillos del
lugar.
Conforme caminaban,
varias personas se les quedaban mirando y les sonreían como si ya les
conocieran, lo cual extrañó grandemente a los cinco DBSK. De repente, Daiki se
paró en seco y se giró para enfrentarlos.
— Este lugar es la sede en Nueva York de la Sony
Music. Productora para la cual Andreé Carter trabaja. — dijo ella con emoción,
soltando aquello que les causara curiosidad a los cinco chicos.
— Estás bromeando. — respondió Yoochun con
ironía.
— Para nada, Andreé Carter es ejecutivo de
la Sony Music en este país. Y ha logrado ser uno de los mejores representantes
de este lugar. Se los voy a demostrar… vengan.
—
les señaló una puerta.
— Mi hermano me hubiera… — Jaejoong se quedó
callado. Él no había mostrado interés en conocer de la carrera de su hermano,
por algo jamás mencionó el hecho de estar trabajando para semejante empresa.
Yunho y Changmin
mientras tanto, sólo escuchaban en silencio, incluso el delfín había quedado
callado.
— De alguna manera, los dos hermanos están
implicados en el medio musical. — observó ella las reacciones que los chicos
tenían ante la noticia. Era algo que esperaba peor había sido demasiado
tranquilo para su gusto, había esperado otro tipo de reacción. — pasen por aquí. — les cedió el paso abriendo la puerta que antes
señalaba y los chicos a siguieron, hundidos en sus pensamientos. Cada uno
haciéndose una idea en la cabeza.
Al entrar en el
pequeño espacio se dieron cuenta que era una sala de grabación. Frente a la
consola de audio se encontraban dos chicos, a quienes Daiki presentó como
ingenieros de audio, instándolos a seguir con su trabajo, pues únicamente
observaban. En la cabina aislada de ruido, se podían observar 5 micrófonos
listos para grabación.
Por lógica, un lugar
así les traía muchísimos recuerdos de su carrera como Dong Bang Shin Ki.
— Debemos seguir el recorrido… Andreé nos
esperará en la oficina. — dijo ella con una sonrisa mientras salía del lugar. Los cinco la
siguieron, incluido Changmin, quien lentamente estaba formando una idea en la
cabeza.
El más joven detuvo su
paso por un momento, había recordado una pequeña conversación que había
mantenido con JaeSoong en el departamento, antes de salir al aeropuerto para ir
en busca del JYJ… — Pronto volverán a
ser como siempre — le aseguró — te lo prometo — y el
makné al principio lo había tomado como si fueran palabras de ánimo. Ahora, no
sabía qué pensar.
La siguiente sala que
Daiki les enseñó fue un estudio, en el cual pudieron varias cámaras tanto de
video como fotográficas. Había luces de diferentes intensidades, así como
varios escenarios ya hechos y varias pantallas verdes para inserción de
imágenes y armado de fondos.
Un fotógrafo salió a
su encuentro, pero la chica le saludó y le presentó a los muchachos, diciendo
que solamente estaban de visita, por lo que agradeció la intención del hombre y
les hizo salir de nuevo a recorrer los pasillos.
Junsu se acercó a Yoochun
y le tomó del brazo, aún no sabiendo qué pensar de todo aquello. Las cosas en
aquel lugar traían recuerdos hermosos y algunos dolorosos, otros que podían dar
miedo o provocarles su enojo… pero aún así… habían gastado mucha parte de su vida,
su energía, sus sueños en un lugar así.
Yoochun le sonrió con
ternura, mientras caminaban. Tras ellos iba Jaejoong, quien dejando un poco de
lado sus sentimientos e incomodidad, iníciales, ahora solamente podía
preguntarse por su hermano y el por qué ocultar todo aquello.
El HoMin, hasta el
final, iban en silencio, solamente observando todo a su alrededor. Yunho, más
bien, buscando el momento para acercarse a Jaejoong y poder hablar con él, pero
al parecer tendría que esperar.
La siguiente sala que
Daiki les hizo visitar fue el área de vestuario. Éste estaba dividido en dos
partes. Del lado derecho de la sala 5 closets, los cuales contenían prendas
masculinas desde pantalones, playeras, gabardinas, sacos, corbatas, camisas,
trajes de vestir, hasta toda una gama completa de accesorios como sombreros,
pañuelos, cintas, cinturones, zapatos, joyería, gorras, lentes para sol o de
lectura.
— Andreé se ha esforzado en encontrar muy buenos
patrocinadores para su proyecto. Entre los diseñadores que ha conseguido están
Christian Lacroix, Óscar De La Renta, Calvin Klein, Louis Vuitron, Dolce &
Gabbana, entre otros que han pagado sumas exorbitantes para poder ser parte del
proyecto. — les señaló. Yoochun ya estaba curioseando,
igual que Jaejoong, entre las prendas que variaban entre colores clásicos
masculinos como el negro o el gris hasta colores juveniles como el azul
eléctrico o naranja fluorescente. — también la joyería es muy buena marca… bueno,
traídas de Tiffany’s y Cartier expresamente para este proyecto. — señaló la chica. — además, nuestros expertos en diseño de
imagen sólo tienen las mejores marcas de cosméticos en su haber… — los
chicos miraron hacia la izquierda, donde la chica señalaba cinco sillas
giratorias frente a cinco espejos. Junto a cada silla su respectivo equipo de
peinado y cuidado personal. — Por
favor… aún tenemos que visitar un lugar más antes de volver a la oficina para
que puedan hablar con Andreé y puedan despejar todas sus dudas.
Caminaron un poco más,
las puertas de una sala de baile estuvieron ante ellos y justo de ahí salía una
tonada que no podría jamás olvidar, una de sus canciones.
[Micky]
Yo,
U — know
Let's
try some noisy beat
[U — Know]
O.
O. O.
Let's
do this!
Y cuando Daiki abrió
la puerta, en un costado, una mujer veía con ojos críticos hacia el centro de
la sala, como si estuviera esperando que en cualquier momento alguien cometiera
un error. Y así era, por que justo hacia donde ella miraba, cuatro chicas
yacían inmóviles, mientras la quinta, imitaba sin ninguna dificultad los pasos
que U — know Yunho realizaría en aquella
introducción. El cabello castaño de a chica se movía al mismo ritmo que ella,
mientras la camiset que llevaba, señalaba que efectivamente realizaba los pasos
de Yunho, pues era el nombre que llevaba en su espalda y era su imagen plasmada
en un dibujo curioso.
Y al ritmo de la
música, las otras cuatro empezaron a moverse, imitando a la perfección aquella
más que conocida coreografía para ellos.
Daiki los hizo avanzar
hasta quedar justo frente a ellas, para que vieran en frente lo que las cinco
chicas hacían al ritmo de la versión japonesa de — O — JungBanHap — . Cada una llevaba una playera de color
blanco, señalando la parte de la coreografía que le tocaba hacer.
[Hero]
So
tell me dou omou?
Konna
jitai wa dou nandai
[Micky]
seori — (theory) mo ru
— ru (rule) mo
Shijitsu
nankanain janai
[Hero]
Seiki
wa hontou wa nannano
Kimi
wa tatakau no
[Micky]
risou
wa riaru (real) janai
Dousure baii Oh
Una chica morena y una
pelinegro de piel blanca salieron a demostrar que eran precisamente esos
papeles los que les tocaba en la coreografía. — Hero
— y — Micky
— se movían a tiempo y con aún
más cadencia que los originales, si es que podía decirse así.
[Xiah] — O~ —
[Max] Kanjiru I'm afraid kimi no anchite — ze (antithesis)
[Xiah] — O~ —
[Max] Eien ni
hyouryu suru rakuen
La chica — Max
— cumplía con los parámetros
físicos, era más alta que sus demás compañeras, pero se movía mucho mejor que
el original, igual que la — Xiah — que
en ese momento movía sus caderas al ritmo del — O — .
[All]
Bokura
wa ima, motomerebadekiru
Hold
your hand hitotsu ni narou
Yume
wo kana etemitasare taiyo
What
is justice? Yuuki wo motte ikou yo
Las cinco chicas
cumplían exactamente cada paso, cada gesto, incluso podía decirse que cantaban
al mismo tiempo, sin embargo, sólo era mímica para dar la impresión de que eran
ellas las que emitían las voces. La música se apagó, la mujer empezó a aplaudir
y sonreía.
— Bien hecho, Chicas, muy bien hecho… es todo
por hoy. — señalo la mujer.
— ¿Ahora nos explicarás qué rayos está pasando
aquí? — preguntó Changmin con algo de enojo. Las ideas
daban vueltas en su cabeza, mientras Daiki sonreía y saludaba a las integrantes
de aquel grupo que le respondían el saludo.
— ¿Por qué no dejan que se presenten primero? — las llamó y cada una
hizo una reverencia a la vez que saludaba.
— Annyonghaseiou… Mi nombre es Elibeth… — habló la castaña que
llevaba el nombre de Yunho en su camisa.
— Annyong… Yo Soy Laura… — siguió la que estaba a
su lado derecho, quien llevaba a Changmin en su playera sin mangas.
— Hi, Yo Soy Alice… — La
chica morena que estaba justo en medio del grupo de las cinco habló, llevaba la
playera que tenía a Hero y por lógica, había bailado su coreografía.
— Hello, My name is Gina. — sonrió la pelinegro que hizo las coreografías
de Yoochun en ese momento.
— Yo soy Gabe, un gusto. — dijo la que estaba en
el extremo, quien llevaba a Junsu en su playera.
— Y ella es Fátima, nuestra coreógrafa… — le
presentó Daiki. La mujer hizo una reverencia y sonrió. — Ellas son el grupo coreográfico Shadows sus bailarinas principales, si es que deciden
aceptar el contrato que Andreé les va a ofrecer… porque el proyecto que él quiere
retomar… es el de DongBang Shin Ki. — les explicó finalmente.
Pues ojala algo asi surgiera con nuestros niños, sería un sueño hecho realidad.
ResponderEliminarGracias, que emoción!!!