En esta corta semana han pasado realmente muchas cosas, y he de
admitir que muchas de estas me dejaran quizás algo traumado. Como sea, primero
conocimos al pequeño Changmin, luego se enamora de Jaejoong y Yoochun… ¡Yoochun
se me declaró!
Ahora mismo nos encontrábamos caminando por el desierto de
hielo, para poder llegar al otro lado (Ohh, que inteligente soy) y poder seguir
con la búsqueda del Rey. Íbamos bien hasta que de pronto…
— ¡¡Ataquen!!
— ¡¿Qué?! –
gritamos todos.
Nos giramos en dirección a esas cosas — Pájaros y ¡Comenzaron a
escupirnos! ¡Y vaya que dolía! Aunque de todos modos eso no es lo más
importante, sino que era peor que estos pájaros feos nos hablaran. ¡Si hasta
eran como un ejército de soldados en guerra! Puedo ver el rostro impresionado
de Changmin, y lo justifico porque él viene de otro lugar. Aunque eso no impide
el hecho de que me haya asustado con esos pájaros.
— ¡No
los dejen escapar! — gritó uno y cinco de ellos comenzaron a escupirnos. Luego cinco
más… y cinco más… ¡Al final eran cientos!
Nosotros comenzamos a correr desesperados, intentando llegar al
otro lado del maldito desierto. Pero graciosamente este desierto del demonio
nunca terminaba. Era primera vez que caminaba por aquí pero me habían
mencionado que era largo… ¡Jamás creí que tanto!
— ¡¡Yunho!! – Se
quejó Changmin siendo sacudido para todos lados por ir sobre su espalda — ¡No avanzamos!
— ¡Lo
se! – Se quejó igual que él.
— ¡Yoochun! ¡Haz algo! – grité
— ¡Solo
corre y cállate! – Me gritó Yoochun corriendo a
toda velocidad. No es justo, él es un conejo, puede correr más rápido. Espera…
Yunho es un gato… ¡También corre más rápido! ¡Y Changmin va sobre él! ¿Por qué
soy el único en desventaja? A veces no es bueno ser normal… (Tomando en cuenta
el significado de Normal en este lugar)
— ¡Demonios, no puedo correr así! Junsu, cárgalo
tú – Antes de que pudiera reclamar o siquiera decir algo Yunho me
lanzó sin cuidado a Changmin, alcancé a reaccionar y lo tomé en brazos como dos
recién casados y seguí corriendo. Acto seguido Yunho comenzó a correr más
rápido, de manera extraña y muy felina.
— ¡Falta poco! – gritó Yoochun.
Seguimos corriendo y corriendo hasta que al fin tocamos tierra
firme y los pajarracos se detuvieron.
— Los
perdimos ¡Retirada!
Nos quedamos tirados en el suelo, entre unos arbustos, jadeando
con fuerzas… descansando para recobrar fuerzas.
— ¡Desde hoy odio los pájaros! –gritó Minnie cuando lo senté en el suelo, porque aún lo tenía
entre mis brazos.
— ¿Cómo está tu pierna? – preguntó Yoochun, sacándole el pedazo de mi chaqueta (La cual
rasgué hace poco) de la pierna para mojarlo y envolverlo en ella nuevamente.
— Mejor, supongo… Ya no arde – la movió
— Yo te
cargo ahora – Dijo Yoochun y lo subió a su
espalda.
— Siento de verdad molestarlos tanto – se disculpó y él rió.
— No te
preocupes pequeño, eres como nuestro hermano menor así que te cuidaremos – le respondió y yo sonreí
— Además
– continué – Debemos
llevarte sano y salvo hasta Jaejoong… Si algo te pasa no nos dará más de comer
– Me quejé, recordando la deliciosa comida que hace para nosotros.
— Cierto –
dijeron Yunho y Yoochun
Comenzamos a caminar nuevamente, Changmin dejó caer sus brazos a
ambos lados de su cuerpo siendo cargado por Yoochun, de pronto vi como una
sonrisa maléfica se formaba en su rostro y miraba la cola de Yoochun con un
endemoniado brillo en los ojos.
— ¡Ahh!
– Gritó agudamente Yoochun, Changmin había apretado su esponjada
cola —
¡Demonios! ¡No hagas eso!
— Es que es taaaaan suavecita – se quejó.
— Te gusta tocar mi trasero, pervertido. – le dijo Yoochun
— ¿Pervertido yo?
— ¡Sí!
¡Intentas violarme!
— ¡Oh!
¡Bienvenido a mi mundo, Señor violador de niños inocentes y virginales!
— ¡No
dijiste eso cuando estábamos en “eso”!
— ¡No
me quedaba otra!
— ¡¿No
te quedaba otra que gemir como gato en celos?!
— Oye, eso es hiriente… — se quejó Yunho
— ¡Tú
no entiendes! – le gritó Min a Chunnie.
— ¡CALLENSE
AMBOS EN ESTE INSTANTE! – grité de pronto y todos
se quedaron callados. – Así está mejor –
me crucé de brazos y seguí caminando.
Luego de un rato decidimos parar en un pequeño pueblo para curar
la pierna de Changminnie, y descansar esta noche.
— ¿Qué
les parece esa posada? – Apunté una cuyo letrero
tenía un nombre muy raro, “Bolero”
— Me
suena a cabaret – rió Yoochun
— Luego veremos el tema de la
posada, ahora llevemos a Changmin a ver a un doctor – Dijo Yunho
Dicho esto nos dirigimos a una farmacia para comprar un no sé qué.
Algo que dijo el doctor lo cual Changmin ignoró completamente, estaba muy
entretenido riéndose de un niño al que le ponían una inyección… pero luego no
rió más cuando le pusieron una también a él.
— Aún
duele… — sobó su brazo e infló
sus mejillas, haciendo un puchero.
— No te
quejes, te pasa por reírte del niño ese – Lo
regañé.
— ¡Ja!
– dio vuelta su rostro, enojado.
Finalmente, luego de comprar las cosas que necesitamos fuimos a
la posada buscado habitaciones (finalmente fuimos a Bolero)
— Solo
tenemos una habitación, con dos camas – Dijo el
posadero. Miré a Yoochun, este me miró y me sonrió de una manera muy rara (casi
pervertida) y me tomó de la mano. En seguida yo me sonrojé.
— No se
preocupe – sonrió Yoochun y le pagó.
Primero comimos algo… lamentablemente no se comparaba en lo más
mínimo con la comida que preparaba Jaejoong.
— Ya
probarás la comida de Jae y verás que esto no es nada – dijo Yunho limpiando su boca.
— Lo imagino… — susurró Changmin
— ¡Uhhhh te sonrojaste! – Lo molestó Yoochun.
Cuando ya estábamos satisfechos nos fuimos a nuestra habitación,
Chunnie seguía sonriendo de manera rara cada vez que me miraba, haciendo que me
sintiera totalmente cohibido.
— Bien
– dijo Yoochun sentándose en una cama – Junsu y yo dormiremos juntos – sonrió de oreja a oreja y yo me
sonrojé como tomate – Así que ustedes
dormirán en la otra cama.
— Ok,
no hay nada que hacer – suspiró Min resignado y
Yunho rió. Y luego, como lo acordamos, nos acostamos a dormir en parejas. Yunho
se durmió apenas tocó la almohada con su cabeza, estaba muy cansado. Parece que
Changmin también, no lo sé. Yo intentaba dormir, pero me sentía muy nervioso
con la cercanía del cuerpo de Yoochun.
Miré hacia la ventana, la blanca y brillante luna alumbraba
tenuemente la habitación, debían ser ya las 2 de la mañana cuando comencé a
sentir sueño al fin, pero Yoochun me despertó…
— Susu…
— susurró acercándose a mi oído.
— ¿S…si? – pregunté nervioso
y él, en un rápido movimiento se subió sobre mí.
— ¿Quieres hacer una pequeña travesura?...
— ¿Q…Qué? ¿De qué hablas? Hmmm… — me interrumpió con un beso feroz y muy sexy.
— Shh…Ven… — se levantó y me tomó de la mano, llevándome
con él. Entramos al baño y cerró la puerta tras él, pero sin llave. – Me gustas… — dijo de pronto y yo me sonrojé.
— ¡Ya
lo se! ¡No es necesario que me lo digas tan de repente!
— Pero
me gustas en serio… — hizo un puchero y no
pude resistirme a besar sus labios suavemente.
Comenzamos a profundizar el beso de a poco, la tela delgada del
pijama me dejaba sentir casi por completo su cuerpo rozando el mío, lo que me
hacía estremecer. Luego de un largo beso nos alejamos para poder respirar, pero
no me dio descanso y besó mi cuello, para luego morderlo y lamerlo, dejando
pequeñas marcas en él.
Suspiré al sentir sus manos posarse en mi trasero, acercando mis
caderas a las suyas, moviéndolas suavemente, excitándome cada vez más. Abrió la
parte de arriba de mi pijama con una lentitud que llegaba a ser dolorosa, al
terminar de abrirla me miró fijamente y besó mi pecho, y al igual que mi pecho
lo lamió y mordió, dejando pequeñas marcas.
— Eres
mío… Solo mío…
Suspiré al sentir sus labios gruesos, tibios y húmedos sobre mi
pezón izquierdo, y gemí cuando lo mordió. Bajó lentamente y con su mano masajeó
suavemente mi entrepierna, la cual estaba casi despierta por completo.
— Hmm…
Chunnie…
— Te
amo, Susu – sonrió
Comenzó a bajar lentamente mi pantalón y sonrió al ver mi
erección, la tomó con una mano y lamió la punta, tapé mi boca con una mano para
acallar un gemido que quería salir de mi garganta, porque obviamente nos
escucharían los chicos. Pero a Yoochun no le importó y abrió su boca para
introducir mi miembro en su boca, comenzando a moverla de adelante hacia atrás,
dando pequeñas succiones y mordiendo suavemente al llegar a la punta.
— Hmm…
ughh… Y — yoochun… — mordí
mi labio para acallar mis gemidos, haciéndoseme casi imposible.
De pronto sentimos un ruido fuera del baño, pero lo ignoramos.
Yoochun siguió con lo suyo cuando la puerta se abrió, seguida de un grito.
— ¡¡Wahh!! ¡¿Qué están haciendo?!
Miramos en dirección a la puerta y ahí estaba parado Changmin
totalmente sonrojado, con una pierna hacia atrás como si fuera a salir
corriendo.
— ¡¡C —
Changmin!! – grité y Minnie sonrió de una
manera muy pervertida.
— Vaya,
Yoochun. Se te da bien eso de las felaciones*, ¿No? – Yo me sonrojé ferozmente y alejé a Yoochun de mi entrepierna
para taparme.
— ¿Y
que? ¿Estás celoso porque no eres tú? – sonrió
Yoochun y yo me sonrojé más.
— ¡Yoochun!
— Bueno
– me interrumpió Changmin –
tendré que venir más tarde al baño. Diviértanse y asegúrense de no dejar
manchas – rió y salió del baño. Yoochun se incorporó y sonrió.
— ¿En
que estábamos? – sonrió lascivamente y se
dirigió nuevamente a mi entrepierna, yo lo alejé.
— Es…espera…
¿Piensas seguir? – pregunté sonrojado.
— Claro
que si. ¿Por qué?
— N… no
puedo…
— ¿Qué?
¿Por qué? ¿Solo porque nos vio Changmin? ¡Vamos! ¡No seas así!
— ¡No
puedo! ¡Ya me desconcentré y...! – me callé.
Mi corazón latía a mil por segundo. – ¡Me
da vergüenza!
— ¡Junsu! Vamos, no seas así – se acercó para besarme pero yo lo volví a alejar. Realmente me
sentía avergonzado de que Changmin nos hubiese encontrado.
— ¡No!
¡Yo te dije que nos podrían encontrar! – me
levanté y me vestí, importándome muy poco tener aún la tremenda erección entre
las piernas.
— ¡¿Me
dejarás así nada más?! – señaló su abultada
entrepierna, yo lo ignoré y me dirigí hacia la puerta. Yoochun maldijo por lo
bajo y salí.
Al segundo después sentí la ducha abriéndose y como corría el
agua. Yo me dirigí hacia la cama de Changmin y Yunho, y sacudí suavemente al
primero.
— Minnie… Minnie… ¿Estás despierto?
— Hmm…
Si… — se giró dándome la espalda.
— Vamos, Minnie. Por favor.
— ¿Qué
pasa? – se giró nuevamente y me miró, frotando
sus ojos.
— ¿Puedes hacerme un favor?
— ¿Qué
cosa? – bostezó y se sentó en la cama. [Miyu:
Que miedo, escribí eso y bostecé xD]
— ¿Puedes dormir tú con Yoochun?
— Oh,
frustraciones sexuales. – Miró mi entrepierna y
yo me sonrojé – Deberías atender eso
— Nah,
bajará solo.
— Como
sea, perdón por la interrupción – todo lo que
decía parecía más dicho por un robot, ya que sus ojos se cerraban y se abrían todo
el rato y hablaba muy raro.
— No te
preocupes. Entonces… ¿Puedes?
— Está
bien… — dijo con voz de
resignación, se levantó y se acostó en la otra cama.
— Gracias, buenas noches… — susurré para no despertar a Yunho, quien
dormía placenteramente, y me acosté a su lado.
Me quedé despierto largo rato, escuché cuando Yoochun salió de
la ducha (Debió haber entrado para atender la erección con la que lo dejé) y
como susurró algo al ver a Changmin en nuestra cama, suspiró y se acostó a
dormir. Mi entrepierna ya había bajado completamente y ya estaba más tranquilo,
pudiendo así dormir al fin.
>>> ♥ <<<
— ¡Despierten todos! – gritó la alegre voz de Yunho, aplaudiendo para despertarnos.
— Hmm… — me quejé y me moví en la cama. Hasta que me decidí a levantarme.
Eran las 8 de la mañana y tenía mucho sueño. Sentía que no había dormido casi
nada. Miré a mí alrededor y estaban ya todos levantados así que me fui a dar
una ducha y me vestí rápidamente.
Miré a Yoochun, quien al verme giró la cara enojado. Pero era de
esperarse, no quise terminar con lo que hacíamos ayer. Yunho nos miró
extrañados y Changmin rió.
— ¡Bien! ¡Debemos apresurarnos para poder llegar
rápido al castillo de ese Príncipe Gay Heechul! – dije y todos rieron, menos Yoochun, quien tomó sus cosas muy
amurrado. Suspiré y luego de tomar desayuno salimos en busca de Jaejoong.
Seguimos caminando rápidamente cuando tropecé con algo, creí que
me caería pero algo me sujeto. Miré de reojo y era Yoochun, quien al darse
cuenta de lo que había hecho se alejó rápidamente.
— Yoochun… Vamos, no estés así – le dije suavemente. Comenzando ambos a caminar más lento que
Yunho y Changmin.
— Hmm… — respondió Yoochun y
agachó la cabeza.
— No
quiero que estés enojado conmigo… Ni que me dejes de querer – dije, mi voz quebrándose al decir aquello último.
— N…
no… — Dijo Yoochun, yo lo miré expectante,
intentando recibir el porqué de su negación. – Yo no te he dejado de querer… es solo que…
— Estás
enojado conmigo, y lo entiendo, y lo siento mucho, pero me sentí muy
avergonzado cuando Changmin nos vio y…
— ¿Te
voy vergüenza?
— ¡No!
¡No es eso! Es solo que… — me sonrojé – Me da vergüenza que me vean con alguien
tan… TAN bello como tú… No soy digno de ti… – dije sonriendo tímidamente y
Yoochun se sonrojó.
— Tonto… No puedo enojarme contigo – rió y me abrazó, yo correspondí su abrazo y me besó
rápidamente, para luego tomarme la mano y seguir caminando junto a él.
El camino esta vez se hizo bastante corto, cuando menos nos
dimos cuenta nos encontramos con un letrero que decía en letras rosadas
chillonas “Castillo del Príncipe Heechul… Muy cerca”
— ¿Cuánto es “Muy cerca”? – preguntó Minnie.
— Muy
cerca es… ahí – le respondió Yoochun,
apuntando frente a nosotros, de la nada apareció un gran castillo con un gran
jardín.
— ¡Jaejoong! –
gritó Changmin y comenzó a correr rápidamente.
— ¡Minnie! ¡No corras! – gritó Yunho y corrió tras él. Yoochun y yo hicimos lo mismo.
Corrimos por casi todo el jardín hasta que vimos la gran puerta
del castillo, pero por desgracia aparecieron unos guardias los cuales nos
rodearon.
— Diablos… — susurró Yunho, quien se paró frente a Changmin
en manera de protección.
Los guardas nos esposaron rápidamente a Yunho, Yoochun y a mi y
cuando iban por Changmin escuchamos una risa psicópata y muy escandalosa.
— ¡¡Al
fin llegan!! ¡Muajajaja! ¡Los estaba esperando!
Jajajaj Ay ChangMin que inoportuno eres mi niño ajajaj. Ya sabía que el berrinchito le duraría 10 min.a mi probecito ratón. Zaaaaaaz Creo que Heechul esta medio tocado jiji
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