domingo, 26 de junio de 2016

El novio olvidado. Cap 2

Jaejoong y Gummy estaban en la misma mesa, en una esquina del restaurante, con el resto de compañeros del departamento de contabilidad. El único extraño de su mesa era un hombre muy guapo que se presentó como Lee Donghae, del equipo de Yunho.

Durante la comida, todo el mundo le hizo preguntas, que contestó con gran habilidad. Él también parecía muy interesado por ellos, y los cautivó  del mismo modo que había hecho su jefe un rato antes, en el bar.


Jaejoong apenas comió. Se limitó a escuchar y participó muy poco en la conversación. Se había fijado en que en cada mesa había una persona del equipo del nuevo jefe, y no había que ser muy listo para darse cuenta de que los habían colocado así para que luego pudiesen informar a su superior acerca de los trabajadores de Mirotic.

El vino seguía fluyendo, así que cuando aquella velada terminase, muchos de sus compañeros habrían desvelado sin darse cuenta todos sus secretos.

Sin querer, sus ojos fueron hacia la enorme mesa circular que había en el centro del restaurante, donde su principal secreto cenaba con el resto de los directivos de la empresa. Parecía relajado, como su equipo, controlando la conversación. Era un gigante empresarial hábil y sofisticado, con el cuerpo de un atleta y el perfil de un rompecorazones.

Y tenía el mismo pelo oscuro y los mismos ojos que Changmin…

De repente. Jaejoong no quiso seguir luchando contra el impulso de marcharse, se puso en pie.

Lo siento, tengo que ir al baño —murmuró, tomando su bolso y dirigiéndose a ciegas hacia las escaleras.

Yunho observó con disimulo cómo el esbelto rubio atravesaba el restaurante y se dirigía a las escaleras. Debía de ir al baño, que estaba situado abajo, en el bar. Se puso tenso al darse cuenta de que sólo con su modo de andar hacía que se excitase.

Era la primera vez que lo veía de cuerpo entero y siguió las delicadas curvas de su figura, que iba envuelta en un traje gris y negro que resaltaba la cremosa suavidad de su piel. Observó que era de huesos finos, delgado pero curvilíneo, con largas piernas y bonitos tobillos, según pudo observar.

Empezó a bajar las escaleras y el pelo se le echó hacia delante al mirar hacia abajo, puso una elegante mano en la barandilla. Y eso le hizo sentir una nueva punzada en el pecho, como si unas sensuales uñas se hubiesen clavado a él, y otro relámpago cruzó su mente.

Frunció el ceño y se contuvo para no volver a frotarse la frente. En la escalera, vio que el joven se detenía para buscar algo en su bolso de fiesta y sacaba un teléfono móvil.

¿Con quién querría hablar? ¿Con un amante? ¿Un marido? No supo por qué ninguna de las dos perspectivas le agradaba.

Kim Jaejoong —le comentó Kim Jongin en voz baja.

Yunho se vio obligado a mirar al otro hombre, así que puso una expresión neutral en su rostro, como si no supiese de lo que le estaban hablando.

Me he dado cuenta antes de que suscitaba su interés —le dijo el director ejecutivo, como si con aquello fuese a ganar puntos.

Yunho no dijo nada, aunque estaba seguro de que Kim Jongin no le había dicho todo lo que quería decirle. El nombre de Kim Jaejoong no le sonaba.

Está al frente de nuestro equipo de contabilidad —añadió el director— Su mente es como una calculadora, aunque nadie lo diría al verlo, ¿verdad?

A Yunho ya le había caído mal Kim Jongin antes de conocerlo, pero después de aquel comentario sexista, lo tuvo claro. Si se hubiese atrevido además a guiñarle un ojo con complicidad, se habría levantado y le habría pegado.

Mirotic era una empresa pequeña, para lo que él estaba acostumbrado. No obstante, había desarrollado una tecnología pionera en microelectrónica que prefería que estuviese en su posesión. Por eso, cuando Jun Matsumoto había decidido vender Mirotic debido a sus problemas de salud, había aprovechado la oportunidad para comprársela. Jun había sido amigo de su padre, que ya había fallecido. Aunque Mirotic no le hubiese interesado lo más mínimo, la habría adquirido para quitarle aquel peso de encima a Jun. Éste le había contado que había tomado algunas decisiones precipitadas durante los meses previos a la venta. Una de ellas había sido ascender a Kim Jongin a director ejecutivo.

Es un bravucón y un terco. Al menos, a mí ha conseguido intimidarme —le había dicho Jun con tristeza.

Aquella velada tenía la intención de calmar los nervios de aquellos empleados que eran importantes para él, contarles lo que pretendía hacer con la empresa, y eliminar a aquéllos que no superasen el escrutinio de su equipo. Kim Jongin se estaba ganando el primer puesto de la lista negra.

¿Tiene algún problema con los jóvenes y mujeres en el trabajo? —le preguntó Yunho con naturalidad.

En absoluto, ¡me alegran el día! — Respondió Kim sonriendo — Aunque todavía tienen que convencerme de que son capaces de dar el cien por cien en sus carreras, teniendo en cuenta cómo son las hormonas femeninas y las no tan femeninas de los doceles — añadió — La situación de Jaejoong hace que sea una de las más afortunadas de Mirotic, era uno de  los niños mimados de Jun, que lo contrató cuando todavía no estaba a la altura de sus responsabilidades. No obstante…

Kim se encogió de hombros, ajeno al interés que habían despertado sus palabras en Yunho.

Eso ocurre cuando uno mezcla los sentimientos con los negocios —continuó  el director ejecutivo de Mirotic— Yo tenía un candidato mucho mejor para el puesto de Jaejoong, pero Jun conocía a su padre, que había fallecido, y…

Yunho dejó de escucharlo cuando su instinto le dijo que tenía que haber alguna conexión entre él y aquel docel que tanto había conseguido afectarlo.

Jun… ¿Lo habría conocido durante alguno de los fines de semana que había pasado con Jun Matsumoto?

Seguro que estará de acuerdo conmigo en que en los negocios no hay lugar para sentimentalismos —le dijo Kim—. Es agradable de ver, como ya se habrá dado cuenta, pero una cara bonita y un buen cuerpo pueden ser una distracción en el trabajo, pienso yo.

Yunho había oído suficiente.

Krystal… —dijo, para captar la atención de la que era otro miembro de su equipo.

Jung Krystal giró la cabeza y sonrió con aquella sensualidad natural que hacía volar la libido de la mayoría de los hombres.

Dile al señor Kim qué haces para ganarte el escandaloso salario que te pago.

Krystal rió.

Es cierto, es escandaloso, pero me gano cada won que me pagas, y tú lo  sabes, Yunho —comentó, antes de volverse hacia Kim Jongin— A partir del lunes por la mañana usted y yo trabajaremos juntos para hacer que mi paso a ocupar el puesto del señor Jun Matsumoto sea lo menos traumático posible, señor Kim —le informó— Espero poder contar con su lealtad y apoyo…

El mensaje fue claro y Kim Jongin se puso colorado como un tomate. Estaba a punto de aprender que, con Krystal, no había lugar para distracciones en el trabajo.

Yunho tomó su copa de vino casi intacta y se levantó.

Si me perdonan, ha llegado el momento de que me pasee un poco — murmuró.

Jun… Volvió a fruncir el ceño al pasar al lado de la escalera y se dio cuenta de que sus pies querían bajar a encontrarse con Kim Jaejoong para preguntarle si se conocían, pero sabía que no podía hacerlo.

Reconoció que Jaejoong era una distracción, pero se preguntó por qué Kim creía tener derecho a cuestionar su compromiso con la empresa. ¿Habría sido el nombramiento de Kim Jaejoong otra de las decisiones precipitadas que había tomado Jun antes de marcharse?


>>> ♥ <<<


Jaejoong estaba en el bar, con los ojos cerrados, escuchando a su vecina Yoona por teléfono, que le aseguraba que sus gemelos estaban estupendamente.

Durmiendo —le dijo— Han sido como dos ángeles. Deberías dejar que me quedase con ellos más a menudo, Jaejoong. Para mí es un placer hacer de abuela, ya que mis propios nietos están tan lejos. Y tengo que admitir que también me gusta poder ver en la televisión otra cosa que no sea el fútbol de Henrry.

Los angelitos se habían comportado como tales porque Yoona había llevado una caja de bombones.

¿Y qué has decidido ver? —le preguntó Jaejoong, sonriendo y relajando por fin la tensión de su rostro.

Yoona le habló de una película romántica.

No tengas prisa por volver —le ordenó— ¡Podría quedarme aquí una semana! Ah, y Jiyool me ha dicho que si llamabas, te recordase que le hicieses una fotografía con el teléfono a tu jefe nuevo, para que se la enseñes.

Mientras guardaba el teléfono, Jaejoong pensó que iba a tener que romper aquella promesa. No quería arriesgarse a que su hija se diese cuenta de lo mucho que se parecía su hermano gemelo, Changmin, a Jung Yunho.

La idea lo estremeció mientras volvía al restaurante. Lo primero que vio nada más llegar arriba fue a Yunho de pie, al lado de una de las mesas. Lo miró de arriba abajo, apretó los labios y volvió a su sitio, acababa de sentarse cuando se oyeron carcajadas en el salón.

Ese tipo sabe cómo causar buena impresión —comentó Gummy.

Yunho piensa que un entorno laboral agradable ayuda a tener buena voluntad y mejora la productividad —respondió Lee Donghae— Os gustará, de eso estoy seguro.

«Seguro que sí», pensó Jaejoong, que no pudo evitar mirar hacia donde estaba Yunho, que iba hacia otra mesa. Entonces, se dio cuenta de lo que iba a pasar por todas las mesas y de que él había ido al cuarto de baño en mal momento, ya que no podría volver a utilizar esa excusa.

Estaba atrapado y eso aumentó su tensión. Vio que cuando se acercaba a una mesa, su espía se ponía en pie y le presentaba a cada una de las personas  allí sentadas.

Muy a su pesar, a Jaejoong le impresionó su táctica.

¿Se le puede alquilar? —Murmuró Gummy con curiosidad—. Me gustaría llevarme a alguien como él la próxima vez que vaya a visitar a mi familia.

Donghae rió.

Pregúntaselo. A Yunho se le dan muy bien las familias, dado que proviene de una numerosa. También se le dan bien las reprimendas.

¿Qué se le daban bien las familias? Jaejoong sintió ganas de reír histéricamente. Por un momento, pensó que iba a explotar. Entonces se dio cuenta de que Yunho se acercaba a la mesa que estaba justo detrás de él y se irguió. Estaba tan cerca que hasta podía aspirar su sutil y especial aroma y sentir el calor de su cuerpo.

¿Por qué tenía que ser Yunho el nuevo dueño de Mirotic?

Oyó carcajadas en la mesa de al lado y entonces notó que el nuevo jefe se volvía hacia la suya. Donghae se levantó como una marioneta a la que le hubiesen estirado de un hilo.

Jaejoong puso ambas manos en su regazo y se las agarró con fuerza mientras oía a Donghae ir presentando a cada uno de sus compañeros. Yunho estaba tan cerca de él que una de sus fuertes piernas corría el riesgo de rozarle el hombro desnudo.

Donghae hizo un breve comentario acerca de cada uno, que Yunho utilizó para conseguir que la persona en cuestión se sintiese cómoda con él. Se le daba estupendamente hacerlo.

Jaejoong se preguntó si se habría puesto detrás de él a propósito, para retrasar lo máximo posible el momento de mirarlo a la cara.

Song Gummy… —dijo Donghae— Gummy es, o eso me ha dicho, el eje del departamento  de contabilidad.

En otras palabras, una tirana para las secretarias —añadió la aludida con naturalidad— Doy miedo, pero soy buena persona.

Yunho le dio la mano.

Después le tocaría a él. Era el único que quedaba. Iba a tener que tocar una mano que conocía su cuerpo mejor que la de ningún otro hombre, y no sabía si iba a soportarlo. No sabía si iba a ser capaz de tocarlo, de ser educado, de fingir que el dolor, la amargura y la ira que tenía dentro no existían.

Y Kim Jaejoong.

Jaejoong se giró al oír su nombre, con un nudo en el estómago, en el momento en que Yunho se ponía al lado de su silla para poder verlo mejor.

En cualquier momento le ofrecería la mano y él tendría que darle la suya, levantar la vista hasta su atractivo y mentiroso rostro y…

Jaejoong es la nueva estrella del departamento de contabilidad —explicó Donghae.

Yunho le tendió la mano. Y él lo miró a la cara. Era todavía más guapo de lo que recordaba.

Kim Jaejoong… —repitió Yunho con voz sexy, pronunciando su apellido como lo había hecho años antes— Me suena ese apellido… ¿Por casualidad nos conocemos?

¿Estaba de broma? ¿O le estaba advirtiendo que tuviese cuidado con lo que decía? Jaejoong rió e hizo acopio de serenidad.

No —respondió— No nos conocemos, señor Jung.

Llámame Yunho, por favor.

«Antes muerto», pensó él.

Y  él seguía con la mano  tendida. Aturdido, Jaejoong consiguió alargar la suya.

Una corriente eléctrica pasó entre ambos, sacudiéndola.

Como si él también la hubiese sentido, le apretó los dedos más de lo que debía.

Jun trajo a Jaejoong de Jay Digital hace un año —continuó su espía, ajeno a  lo que ocurría entre ambos— Fue probablemente lo mejor que pudo hacer. Me han informado de que las carencias de Jaejoong en actuación financiera y gestión del riesgo podrían escribirse en el reverso de un sello.

Interesante… —murmuró Yunho.

Jaejoong pensó que cuando se conocieron, él ya estaba haciendo su MBA, aunque tenía la sensación de que Yunho no estaba escuchando lo que le estaba contando su espía. Seguía mirándolo a los ojos, sin soltarle la mano. Y la tensión eléctrica que había entre ambos era cada vez más intensa.

Entonces, lo vio fruncir el ceño.

Jaejoong es además de esas personas dignas de admiración que son capaces de conciliar las exigencias de su carrera con la responsabilidad de dos gemelos de cinco años —añadió Lee Donghae, como un robot.

Al oír aquello, Jaejoong volvió a la realidad. Apartó la mano de la de él y la devolvió a su regazo, donde apretó el puño.

Lo que ocurrió después fue todo un drama. Nadie se lo esperaba. Y menos Jaejoong, que estaba apartando la mirada de Yunho cuando oyó un gemido y notó que se agarraba al respaldo de su silla. Levantó la vista y vio dolor en su rostro. Su silla se movió.

Después de aquello no tuvo tiempo de registrar nada más porque se encontró  de pie, temblando y mirando fijamente a Yunho, que estaba tumbado en el suelo.

Se hizo un silencio sepulcral y todo el mundo esperó a que el nuevo jefe dijese algo o se moviese.

Pero no se movió y entonces se empezaron a oír gritos, sillas moviéndose y murmullos. Donghae lo apartó y se arrodilló a su lado, igual que la mujer de rojo, que le desató la corbata y le desabrochó la camisa.

Estaba gris, parecía muerto.

Jaejoong tomó aire y, sin querer, susurró:

U-Know.

Y se puso de rodillas de manera tan brusca que apartó a Donghae.

— ¡U-Know! —repitió gritando, y todo el mundo lo miró sorprendido.

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Continuara \\(^_^)//...
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14 comentarios :

  1. que paso ahí le dio un infarto de la impresión de tener a Jae tan cerca o por que recordaría algo cuando le mencionó lo de los gemelos que agonía quiero mas
    Gracias esperando por otro mas

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  2. Queeee?!!!!o no reçuerda o quizas fue obligado a dejar a jae y ahora q sabe de los gemelos lo afectó. Que pasara ahora q todos oyeron a jae decirle U-Know? Muy interesante *.* gracias por actualizar amiga ^^

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  3. >.< Que paso? Que fue lo que le paso a Yunho? Porque no recuerda a Jae y toda esa información creo que le afecto >.<
    Me encanta la historia gracias por el cap^^/

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  4. Dios se me hace que Yunho sufre alguna enfermedad............. No parece ser el tipo de hombre que engaña, porq ademas Jae le inquieta y no sabe porque. Que hara ahora Jae.....le dijo know..... Muchas gracias preciosa :) ..... Actu ya please :-P

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  5. Que paso ahi?!! Jaejppng ya se puso al descubierto y algo extraño le sucede a Yunho. Quiero saber mas!!!

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  6. Omo!!! Pero que le pasó Yunho? Acaso recordó algo? O fue la impresión de saber que esa hermosura llamada JaeJoong tenia hijos? <. <

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  7. Oh por Dios!! Acaso con esas declaraciones y desmayo Yunho habrá recordado todo?? Ojala sea así ... Cruzo dedos ... ^^

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  8. Que paso no me sigas que cuando al toque escucho le volvió la memoria fue como un balde de agua fría omg omg que pasooo y ahora que Jaejoong le grito por su otro nombre cual es su verdadero ><

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  9. Que emoción y angustía ante lo que le pasa a Yunho, acaso este desmayo hara que recuoere la memoria?..

    Gracias!!!

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  10. Todas tenemos la teoría que perdió la memoria.....xD

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  11. Oh wow...Q paso a Yunho.. Xq su desmayo???? Lo dejas en suspenso!!!!
    Veremos q pasa... Gracias

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  12. Ese tipejo Kim tiene casi casí un pie fuera de la lista de aguinaldo de la empresa o bien en la puerta de despidos. Por Diooos cuanta tensión, y es que como no ponerse así con Yunho y un pasado torrido con él? Ay Jaeeee, tenía que pasar algo que sacara tu amor por Yunho a Flote. Será que Yunho tiene una enfermedad rara?? NOOOOO

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