Prologo

3 ABRIL 2010

TVXQ vs. SM Entertainment el juicio comienza

Tres miembros de TVXQ – Hero Jaejoong, Xiah Junsu, and Micky Yoochun – quieren partir de la agencia SM Ent, pero no desean deshacer el equipo. En una audiencia sostenida en la Corte de Distrito de Seúl el pasado Viernes en la mañana, los representantes legales de los tres miembros de las firmas Shin & Kim, hablaron sobre lo injusto que es el contrato del grupo y de cómo las pruebas no han sido distribuidas apropiadamente.

La SM Ent contra atacó diciendo que la agencia había sufrido pérdidas por cuatro años consecutivos mientras los miembros estuvieron en entrenamiento y las pruebas de los pagos fueron justos.

Durante la audiencia el abogado dijo que los tres miembros quieren cambiarse a otra agencia, pero que también quieren continuar sus carreras como TVXQ. La firma Shin & Kim citaron a otro grupo con gran trayectoria, Shinhwa, como ejemplo de un grupo de miembros que pertenecen a diferentes agencias y aún así trabajan juntos.

Se reportó que la audiencia salió bien con ambas partes argumentando acaloradamente sus posiciones. La corte dijo que puede arreglarse una mediación, si ambas partes estaban de acuerdo, y recomendaron que las dos partes debieran arreglar el caso para comenzar rápidamente con el procedimiento. Mientras tanto, 120 mil fans de TVXQ han llenado una petición contra la SM Ent ante la Corte de Distrito de Seul este Martes.

Estaba en la sala de la casa común, la que habían compartido por años. Estaba sentado frente a su Laptop cuando leyó la noticia que corrió como la pólvora, llegando a los rincones menos esperados del mundo mediante la internet. Se sintió confundido, hastiado. Su celular comenzó a sonar y el moreno lo apago rápidamente para no contestarle a nadie. Se cubrió los ojos con las manos sintiendo el corazón a punto de explotar, sintiendo en la cabeza punzadas de dolor… le hubiera gustado decir que padecía de migraña para poder echarle la culpa a ello de lo que sentía, pero no era así.

  — No puedes darnos la espalda así, Yunho  —  la voz chillona de Junsu llegó a sus oídos claramente.

   — Somos un equipo, familia…  —  le recriminó Yoochun, quien por muchos años no había podido decir esa palabra y ahora…

   — ¿Por qué nos abandonas así?  —  la voz dolida de su JaeBoo era lo que más calaba en su corazón. Suyo, solamente en su mente, porque él mismo no había querido pelear con él. Por él, por ellos.

Yunho se levantó rápidamente, confundido, sin ganas de ver a nadie. Changmin no estaba en el departamento, pero no dudaba que regresaría en cualquier momento. La primera demanda había sido suficiente para marcar el inicio de algo que no tenía vuelta atrás, ahora… esta segunda demanda… la suspensión indefinida de actividades en Corea y en esos momentos en Japón…

   — ¿Acaso debí armarme de valor? ¡Maldita cobardía, maldita suerte!  —  ¿Por qué precisamente a él tuvo que tocarle? Se reprochaba una y mil veces no haber aceptado. Pensó que al haber obtenido lo que querían, un trato más justo para todos, se tranquilizarían, pero no fue así.

   — ¿Y si TVXQ se acaba?  —  la pregunta que rondaba su mente desde el inicio. Aquello podría significar el principio del fin. Querían su carta libre para hacer contrato con otra agencia.

Mientras todos esos pensamientos llenaban su cabeza, se paseaba de un lado a otro por la habitación, como tigre enjaulado. Necesitaba irse, alejarse, algún lugar donde nadie lo pudiese encontrar y de preferencia donde nadie le conociera. Algo realmente imposible en el Asia misma donde TVXQ era casi idolatrado.

Tomó un bulto y metió un par de mudas de ropa, sus identificaciones, su pasaporte. No sabía dónde iría, pero donde fuera, sería un lugar mejor que ahí, en ese momento.

Estaba por salir cuando Changmin apareció en ese momento.

  —  ¡Yunho ah!  —  le llamó asustado al verlo con la maleta.

El otro joven hizo caso omiso.

  —  ¿Qué haces? ¿A dónde vas?  —  preguntó una y otra vez, yendo tras de él por el pasillo hasta la puerta de la casa.

  —  Me voy. No sé cuando volveré, ni siquiera sé si lo haré, Changmin.  —  contestó abriendo la puerta.

  —  Es por ellos…

  —  Por ellos, por ti, por mí… siento que por primera vez en mucho tiempo estoy haciendo lo correcto, sigo lo que mi corazón me dice.  — reconoció con cierto dolor el ahora exlíder de DBSK.

  —  ¿Qué harás? ¿Ir a buscarlos?  —  preguntó angustiado, sabiendo que la última orden de la SM Ent había sido no tener contacto alguno con ninguno de los otros tres integrantes de la separada banda.

Yunho sentía que se ahogaba entre aquellas paredes, los recuerdos eran insoportables, a pesar de las protestas del menor, a pesar de sí mismo, necesitaba abandonar el lugar por un tiempo. Lo necesitaba, necesitaba olvidarse de todo… olvidar aquellos ojos negros que le habían mirado desilusionados.

Changmin le miró con tristeza, quería asirlo de un brazo, gritarle, hacerle notar que él estaba ahí, a su lado, que a pesar de todo lo que pudiera aparentar, que a pesar de esa   — madurez  —  con la enfrentaba la situación, ésta le dolía y más que nada… le dolía ver sufrir a su Hyung por… Por él.

  —  Podrías…  —  su voz se quebró por un momento, pero carraspeó para que sonara más fuerte que antes.  —  ¿Podrías encender tu celular? ¿Por mí?  —  se había dado cuenta que lo tenía apagado cuando intentó llamarle para darle la noticia, fue ahí que tomó la decisión de regresar al departamento, encontrándose con aquella sorpresa de que Yunho se marchaba.  —  Por favor… eres lo único que me queda.  —  dijo lo último en un murmullo.

Podría parecer el más cínico, el más desvergonzado del grupo y eso le hacía olvidar que era en realidad un niño que había depositado su confianza y su cariño, aunque no lo admitiera, en ellos. Ambos sabían que eran el único lazo que los unía, que los ataba a aquello que fue y que tal vez nunca volvería a ser.

  —  De... de acuerdo, lo haré.  —  prometió, pero fue interrumpido por la súplica de su Dongseng.

  —  Ahora… quiero verlo. Quiero saber que estarás disponible.  —  exigió que cumpliera lo que había dicho.

El castaño asintió y frente al menor tomó su móvil, encendiéndolo.

  —  Siempre estaré disponible, para ti, para nadie más…  —  aseguró.  —  por lo que hablarás desde tu celular, de ningún otro lado, porque entonces no contestaré.  —  exigió él a su vez, sacando una promesa silenciosa del más alto.

Se acercó a su Dongseng, abrazándolo, tomándolo completamente por sorpresa, pero rompiendo ese contacto tan rápido como lo había iniciado, sin darle tiempo al menor de reaccionar. Era su despedida.

Se encaminó a la puerta, cuando su teléfono celular sonó, avisándole de una llamada entrante. Era un número privado ¿Acaso…? ¿Podrían ser…?

  —  ¿No piensas contestar?  —  preguntó el pelinegro. Yunho estaba solamente mirando la pantalla del teléfono que parpadeaba al ritmo de aquella melodía.

  —  No sé quién es. No conozco el número.  —  se defendió.

  —  ¿Y si son ellos?  —  externó el más joven la esperanza de ambos.  —  contesta y quítanos la duda.  —  le exigió.

Por un momento, Yunho se quedó estático, sin saber qué hacer. Si eran ellos que habían logrado comunicarse… ¿Qué les diría? Sin pensarlo más, el moreno levantó la tapa de su celular y se lo puso al oído.

  —  Yunho ah…  —  escuchó la voz angustiada, pero conocida de aquella mujer, quién no resultó ser otra más que la madre biológica de Jaejoong. Seguramente de él había obtenido el número de su móvil.

  —  Sí, soy yo… Oh Se Young  Sshi, lo lamento, pero…

  —  Tienes que ayudarme, Yunho… por favor.  —  le interrumpió suplicante.

Changmin le miraba extrañado cuando el joven  apretó los puños y su semblante tomó un gesto de angustia inconfundible. ¿Por qué le llamaba la madre de Jaejoong a su Hyung?

  —  ¿Yo? ¿Qué puedo hacer por usted, señora?  —  un presentimiento se apoderó de él al escuchar aquello y  esperaba, no más bien suplicaba que no fuera nada relacionado con…

  —  Tienes que ayudarme, Yunho… a proteger a Jaejoong.

Y Yunho sintió que algo le partía el pecho.

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