La
barra del restaurante se había llenado tanto que Jaejoong se dio cuenta de que
tenía que hacer un esfuerzo para llevarse el vaso a los labios. Aunque no
le importaba estar allí, empapándose del
ruidoso ambiente, viendo a todos sus compañeros de trabajo vestidos con sus
mejores galas para aquella velada que había organizado su nuevo jefe.
Hacía
tanto tiempo que no iba a una fiesta, que hasta se había comprado para la
ocasión un traje nuevo, y jobo, hecho de seda negra que envolvía su esbelta
figura con elegancia y estilo. Se había hecho un corte de pelo moderno, el
primero después de varios años, y se sentía estupendamente cuando sus cabellos
rubios le rozaban los hombros al mover la cabeza.
—Te brillan los ojos como si fuesen
enormes esmeraldas —comentó Gummy detrás
de Jaejoong—. Estás
encantado, ¿verdad?
Él
sonrió, lo que realzó la bonita forma de sus labios pintados de rosa.
—Se me había olvidado lo que es
divertirse formando parte de una multitud ruidosa y enloquecida.
—Bueno, pues brindo por más fiestas como
ésta, ahora que los gemelos han crecido un poco —dijo
Gummy consiguiendo levantar su vaso lo suficiente como para chocarlo contra el
de Jaejoong— Ya
no tendrás que escatimar, ahorrar ni hacer de esclavo para pagar la guardería.
—De umma soltero trabajador a juerguista
de un salto —rió Jaejoong—. ¿No quieres que aproveche para buscar
marido al mismo tiempo?
—No, por favor —Gummy
se estremeció, cambió de expresión.
Después
de una larga relación, el novio de Gummy la había dejado seis semanas antes de
la boda, con la clásica excusa de que no era de los que se comprometían para
siempre. Jaejoong sabía muy bien cómo se sentía, a él también lo habían dejado,
pero embarazado de gemelos.
—Tienes que olvidarle de él, Gummy.
- Esta asintió.
—Sí, he seguido adelante con mi vida, ¿no?
Los
dos lo habían hecho.
—Y con alegría —admitió
Jaejoong, volviendo a chocar su vaso con el de ella— Piensa en un enorme culturista con el temperamento
de un gatito, en vez de un corredor de bolsa con la genética de una serpiente.
Ella
rió ante la comparación que había hecho Jaejoong del que era su amante en esos
momentos, con el que la había dejado. Su risa captó la atención de varias
personas que estaban a su alrededor, que cambiaron de sitio para incluirlos a los
dos en su conversación. Los siguientes minutos pasaron con la camaradería de un
grupo de personas que trabajaban juntas cinco días a la semana, y la fiesta se
animó todavía más con la ayuda del vino.
—
¿Cuándo nos van a decir que
subamos a cenar? —comentó Gummy un rato después—. Estoy muerta de hambre.
—Supongo que estarán esperando a que
llegue el nuevo jefe —contestó Jaejoong.
—Pues como siga llegando gente, vamos a
estar como sardinas en lata —se quejó su amiga— aunque no me importaría si me toca al
lado del tipo que acaba de entrar con nuestro director ejecutivo y esa panda de
gerifaltes…
Jaejoong
se volvió hacia donde le indicaba Gummy. No estaba preparado para lo que iba
ver. Horrorizado, se sintió como si se estuviese cayendo por un precipicio. Le
temblaron las piernas y sintió calor al reconocerlo. Hacía seis años que no lo
veía, pero estaba igual y seguía siendo capaz de aturdir todos sus sentidos y
hacer que se le detuviese el corazón.
Era
imposible no fijarse en él. Era tan alto que le sacaba la cabeza a todas las
personas que había a su alrededor. No obstante, Jaejoong conocía bien esa
cabeza, tan bien como si hubiese pasado las manos por aquel pelo negro y sedoso
sólo una hora antes. A punto estuvo de caérsele el vaso de pensarlo.
—Me parece que acabamos de ver a nuestro
nuevo jefe —murmuró Gummy.
Jaejoong
tardó varios segundos en absorber aquella información, ya que estaba intentando
tranquilizarse.
—No, no es él —respondió
en un susurro.
—
¿Estás seguro…? —Gummy
observó al hombre en cuestión— Tiene
que ser él — insistió— Semejante hombre no puede llamarse de otra manera que no sea Jung Yunho.
Gummy
pronunció su nombre como si fuese una fantasía sexual. Y Jaejoong sintió un
pinchazo en el pecho. ¿Jung Yunho? ¿Acaso estaba Gummy mirando a otro hombre?
—Ya verás cómo ese hombre es un sexy
multimillonario Coreano, yobo —bromeó su amiga— y, si no me equivoco, la mujer de rojo
que va agarrada de su brazo y que hace tan buena pareja con él…
La
mujer de rojo…
Efectivamente,
estaban hablando del mismo hombre, que llevaba del brazo a una impresionante
morena con un exquisito vestido rojo. Parecían cómodos, el uno con el otro,
como dos amantes que llevan mucho tiempo siéndolo.
Y
Gummy tenía razón, pegaban el uno con el otro. Del mismo modo que el nombre de Jung
Yunho le iba mucho mejor que el sencillo Lee U-Know o Yunnie, como él lo había
conocido.
Sintió
náuseas al ver que levantaba el rostro, que no había perdido ni un ápice de
masculinidad en seis años. Seguía teniendo las pestañas largas, la nariz recta,
la boca fina y firme en forma de corazón, pero sensual… Como si estuviese
pidiendo su último deseo en el corredor de la muerte, Jaejoong se empapó de su
piel bronceada, y del modo en que las pestañas casi le rozaban las mejillas al
dedicarle una sensual sonrisa a la mujer del vestido rojo.
Si
hubiese tenido fuerza en las piernas, se habría acercado hasta donde estaba y
le habría dado una bofetada para borrarle la sonrisa de la cara. Jung Yunho… ¿A
quién pretendía engañar? ¿Por qué utilizaba un nombre falso? ¿O le habría mentido
a él? A él, que se había dejado llevar por su increíble presencia y su
sinceridad, que se había dejado seducir y se había quedado solo cuando él había
vuelto a su Corea natal, para continuar con su vida real.
Todavía
le dolía su traición. Lo odiaba, pero no podía evitar seguir regalándose la
vista con él, no podía apartar los ojos de su garganta bronceada, sus anchos
hombros, que iban enfundados en un bonito traje oscuro y en una camisa blanca
que no hacía nada para atenuar el poder de su cuerpo largo y musculoso.
Lo
recordaba todo, cada uno de los detalles íntimos de su cuerpo, desde el vello
que cubría su torso dorado, su abdomen duro y suave como el satén, las
estrechas caderas y…
Tenía
que salir de allí…
La
necesidad de marcharse lo golpeó de tal manera que hizo que se irguiese de
golpe. Como si él se hubiese dado cuenta de la violencia de su reacción,
levantó las pestañas y miró directamente a su rostro, obligándolo a enfrentarse
a unos ojos café oscuro como si fueran negros carbón. Unos ojos que Jaejoong
habría preferido no volver a ver jamás.
De
repente, el tiempo se detuvo. Dejó de haber ruido en el bar, como si alguien
hubiese levantado un muro de cristal y estuviesen los dos solos y como sí las
imágenes de él que había estado intentando olvidar durante seis largos años,
volviesen todas juntas a su cabeza.
Yunho
riendo… Yunho sonriendo divertido cuando había intentado ligar tímidamente con
él… Yunho abrazándolo… Besándolo… Yunho… excitándose y devorándolo mientras
hacían el amor.
Jaejoong
sintió una ola de calor y tomó aire. Tuvo que abrir los labios y vio que él
parpadeaba antes de fijar la vista en su boca, y todo su cuerpo reaccionó ante
aquella oscura mirada. Él no quería sentirse así. Quería poder mantenerse frío
al verlo y le horrorizaba no ser capaz.
Él,
como si estuviese recordando lentamente viejos placeres, levantó la mirada para
observar la rubio cascada de su pelo acariciándole los hombros blancos, y
después la bajó hasta donde la estructura semi transparente de su traje contenía
la cremosa fuerza de su pecho. El mensaje que desprendían sus ojos era tan
ardiente y sexual que Jaejoong sintió que se ruborizaba. Le entraron ganas de
gritar, de protestar, pero no podía hacerlo. Nunca se había sentido tan expuesto
a su propia vulnerabilidad.
No
se le había ocurrido pensar que él había tardado mucho en reconocerlo. No lo
había hecho hasta que no había vuelto a subir la vista a sus ojos. Entonces, su
expresión había cambiado,
se había sorprendido.
Jaejoong pensó que
se iba a caer redondo, por cómo había abierto los
ojos y cómo se había oscurecido su mirada. Él había dejado de respirar, de oír,
de pensar…
Entonces,
lo vio erguirse y darle la espalda, borrándolo de su vista de forma tan brusca
y cruel que se sintió como sí le hubiesen dado con una puerta en las narices.
Otra
vez.
Sorprendido
y afectado por la brutalidad de su rechazo, Jaejoong pensó que iba a ser él el
que se iba a desvanecer. Alguien le dio un golpe en el brazo sin querer, casi
le tiró el vaso, pero ni se inmutó. Otra persona le habló, pero no entendió
nada de lo que le habían dicho. Sabía que se había puesto pálido porque se
sentía pálido, tenía frío. Y lo que era mucho peor, una parte muy dolida de él
se estaba rompiendo en dos al ver el efecto que aquel hombre seguía teniendo en
su persona, allí, delante de todos sus compañeros de trabajo.
Sin
saber cómo, consiguió darle también la espalda y respirar. Se sentía tan mal
que tuvo que hacer acopio de valor para no salir corriendo.
—
¿Crees que vamos a cenar
ya? —le preguntó Gummy.
—Sí —contestó
él, horrorizado al darse cuenta de que todo el incidente sólo había durado un
par de segundos.
>>> ♥ <<<
¿Quién
era aquel joven…?
La
pregunta encendió el cerebro de Yunho y le provocó semejante dolor que tuvo que
llevarse la mano a la frente.
Y
se sentía raro, como si lo estuviesen vaciando por dentro.
Se
preguntó si era posible que una atracción sexual fuese tan fuerte. Hacía años
que un docel no le había impactado tanto como aquel rubio. Y le enfadaba que
hubiese ocurrido allí, con un docel que iba a formar parte de su nuevo equipo
de trabajo. No era profesional, ni conveniente teniendo en cuenta…
—
¿Te duele la cabeza, Yunho? —le
preguntó Krystal, que siempre estaba pendiente de su estado.
—No —contestó
él, bajando la mano y volviendo a mirar al rubio.
Incluso
de espaldas hacía que se le calentase la sangre. Y su pelo, su pelo… había algo
en su color, y en la forma en la que le acariciaba los hombros…
—Estás muy pálido, jobo —insistió Krystal—. ¿Estás seguro de que…?
—El desfase horario —contestó
él molesto, todavía con la atención puesta en el rubio—. Hemos venido aquí directamente, después
de un vuelo de quince horas. No te preocupes, Krystal. Ya sabes que me molesta
que te pongas así.
¿Quién
era el rubio…? ¿Y por qué le daba la sensación de que ya lo había visto antes…?
—Y
te has puesto
a trabajar en
vez de descansar… —continuó Krystal— Algún día, Yunho, vas a…
A
su lado, Kim Jongin dio una palmada, haciendo callar a Krystal.
—Señoras y señores, por favor, les ruego
que me presten atención —dijo el director
ejecutivo de Mirotic, haciendo que la habitación quedase en silencio y que todo
el mundo mirase hacia allí.
Yunho
se dio cuenta de que las miradas iban dirigidas a él.
Lo
conocía. Cuanto más lo pensaba, más seguro estaba. El pelo rubio, los ojos de
un negro profundo, la boca sensual pintada de rosa… Intentó no fruncir el ceño
mientras buscaba en su memoria alguna pista.
Los
pómulos marcados y la nariz pequeña y recta, la bonita barbilla…
Se
separó de Krystal, sorprendido de que le molestase tanto que fuese cariñosa con
él.
—Quiero pediros que deis una calurosa
bienvenida al nuevo dueño de Mirotic, Jung Yunho…
Jaejoong,
que había tenido que darse la vuelta, se dio cuenta de que Yunho, o como
quisiera hacerse llamar en esos momentos, seguía frunciendo el ceño, como si
algo le hubiese estropeado el día. «Bienvenido al club»,
pensó.
Escuchó
una segunda oleada de aplausos, pero él no aplaudió. Prefería cortarse las
manos antes de aplaudir a aquel hombre. Lo odiaba. Una vez pasada la sorpresa
de volver a verlo, estaba recordando cuánto odiaba y despreciaba a Lee U-Know.
O a Jung Yunho.
— Ttatteushan
hwan-yeong e gamsa… —respondió él con una
voz tan sensual que todas las féminas y jóvenes del bar suspiraron con
apreciación mientras su acompañante le tocaba el brazo y susurraba algo a su
oído que le hacía sonreír.
—Lo siento, había olvidado que no estaba
en Corea —murmuró él—. Muchas gracias por vuestra calurosa
acogida…
—Dios mío —susurró Gummy al lado
de Jaejoong— Eso ha sido
muy, muy sexy. ¿Crees que lo ha hecho a propósito para desarmarnos?
A
Jaejoong le pareció probable. Estaba concentrado en que no se le notase lo que
estaba sintiendo. De hecho, le sorprendía que Gummy no se hubiese dado cuenta
de lo que pasaba entre él y su nuevo jefe.
Yunho
embelesó a todo el mundo con sus planes para la empresa, disipando el miedo que
tenían los trabajadores acerca del futuro de Mirotic. Jaejoong bajó la
mirada y escuchó sin oír en realidad,
recordó la primera vez que había oído aquella
voz.
Él
no había cambiado. Aunque se hiciese llamar por otro nombre, seguía siendo el
mismo hombre que había utilizado su voz y su encanto para enamorarlo antes de
dejarlo plantado, embarazado y solo.
Más
aplausos lo sacaron de sus pensamientos. Yunho había terminado de hablar y
estaba sonriendo a la mujer del vestido rojo. Jaejoong quería marcharse de
allí, pero él estaba bloqueando la salida.
¿Podría
pasar por su lado e irse sin que nadie se diese cuenta? ¿Le importaría a él que
se marchase? La tentación y la amargura se mezclaron en su cuerpo.
—Por fin nos van a dar algo de comer —comentó
Gummy.
Jaejoong
se dio cuenta de que todo el mundo iba hacia las escaleras que conducían al
restaurante y supo que no podía marcharse. Necesitaba el trabajo en Mirotic.
Empezó
a andar al lado de su amiga, que seguía comentando lo interesante que era el
nuevo jefe.
«No
te conozco. No quiero conocerte. Por favor, no vuelvas a llamarme…».
Recordó
aquellas frías palabras de rechazo. Yunho había pasado de ser un amante
apasionado, a ser un completo extraño en un abrir y cerrar de ojos. Daba igual
que hubiese sido su primer amante, o que lo hubiese dejado embarazado, asustado
y desconcertado. Yunho le había enseñado de la manera más dura posible que los
hombres como él no tenían conciencia en lo que se refería a las mujeres y
jóvenes, ni honor a la hora de abandonarlos una vez satisfechos sus deseos.
Continuara \\(^_^)//...
Niñ@s un comentario no les cuesta nada….
Gracias…
por que se comportaría Yunho así con Jae si lo reconoció pero no de donde lo conoció pobre Jae estaba que se desmayaba de la impresión de volver a ver a Yunho pero quien es esa mujer que esta con el
ResponderEliminarme encanta y ya quiero que hable Yunho con Jae y mas que lo recuerde y sepa que es padre de gemelos que dirá cuando se entere
Gracias por el capitulo estaré esperando por mas
Aquí paso algo o.O? Porque Yunho no recuerda a Jaejoong?? Y espero que esa mujer no sea nada de Yunho e.e ya quiero saber más....>.< gracias por el capítulo ^^/
ResponderEliminarYunho perdio la memoria o algo? Muy interesante!!!! Quiero el proximo capitulo.
ResponderEliminaruhy eso es odio a muerte y mas con esas palabras hay Yunho como las vas a pagar despues de que te des cuenta de quien es tu trabajador espero no lo trate como un perro y que dira cual sera su excusa como reaccionara cuando se entere de que tiene dos hijos bueno esperemos gracias x compartir
ResponderEliminarJae tuvo gemelos waaa ...yunho lo sabia y asi lo dejo?? porque si asi fuera que ganas de machacarloo!! ...y ahora sera su jefe ahhhh no sera facil llevarlo bien u.u ...pero ese encuentro si que los movio **..
ResponderEliminarGracias por el cap ^^
Yunho lo olvido? Que? ..... Jae lo conoce como Lee Yunho..... Omg!!! Sera que hay dos Yunhos? Pero es imposible, porq este Yunho siente que lo conoce......y..... Deoss se siguen gustando. Wiiuiiii!!!! ..... Jae tiene gemelitos!!!!! :-P GRACIAS!
ResponderEliminarYo creo que yunho perdio la memoria. O quizas le obligaron a abandonar a jaejoong. Y si no fue asi y lo abandono por puro gusto entonces merece sufrir >:( me encanta el fic. Gracias amiga ^^
ResponderEliminarYeaaaa!! Comenzando a leer!! No puede ser JaeJoong con gemelos, y Yunho disque no lo recuerda. ...ummm y esa fria despedida de tiempo atrás, suena tan extraño. ..seguiré leyendo
ResponderEliminarNo creo que Yunho haya sido capas de tremenda canallada !! Pobre Jae todo lo que tuvo que pasar solo y embarazado u.u pero debe de haber una explicacion lógica ! XD
ResponderEliminarNO SE QUE PUDO HABER PASADO....QUE PERDIÓ LA MEMORIA.....TUVO UN ACCIDENTE.....BUENO A SEGUIR LEYENDO GRACIAS
ResponderEliminarNO SE QUE PUDO HABER PASADO....QUE PERDIÓ LA MEMORIA.....TUVO UN ACCIDENTE.....BUENO A SEGUIR LEYENDO GRACIAS
ResponderEliminarAquí hay algo encerrado lo mas probable es que Yunho perdió la memoria pero como capaz un accidente pero ...aish seguiré
ResponderEliminarYo creo que Yunho en verdad perdió la memoria, pero en el fondo recuerda a Jae. Sorpresa la que se llevará mas adelante, cuando sepa de los gemelos.
ResponderEliminarGracias!!!
Hola...😄
ResponderEliminarYo por aki después de 50 años....😂😂😂
Teoricemos.....xD
Yunho tiene perdida de memoria y cuando JJ fue hablarle le dijeron k JJ no existía y por eso cuando JJ se le acerca lo rechaza.
Pero oh sorpresa el destino es cruel o demasiado bueno y los vuelve a juntr para que arreglen sus cosas....xD
Ya lo sabremos...:3
Saludos
Cómo puede ser posible q Yunho haya faltado a una promesa q le hizo a Jae..Algo tuvo q haber pasado...Hasta no saber su versión no puedo culparlo
ResponderEliminarQue hablara pasado con yunho.. es intrigante
ResponderEliminarGracias por compartir
OPD¡¡¡ No puedo creer que ahora sí Yunho hace de canalla, seducir a Jae y luego sacarlo de su vida con esas frase tan desprectiva?? JaeJoong tiene todo el derecho de odiarlo. Me encanta el nombre de la empresa(^,^) mucho, muchoooo. No sé pero tengo la impresión de que Jae no la va a tener facil con Yunho su es que este se da sus aires de hombre insufrible. La pregunta es por que lo dejó?
ResponderEliminarQue tristeza, YH que te pasó
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