viernes, 29 de abril de 2016

El Acuerdo. Cap 23






Yunho caminaba de arriba para abajo en su habitación por lo que parecía ser la millonésima vez. Había subido en cuanto se había dado cuenta que nadie tenía una buena idea para rescatar a su esposo. Todas requerían esperar y eso no era el algo que él pudiera hacer en ese momento. Podían hacer muchas cosas, pero ninguna de ellas antes de que el puto sol se escondiera en el horizonte, de otra forma todos acabarían muertos y nadie rescataría a su Jaejoong. Pero de nuevo, una vez que el sol se ocultara podía ser demasiado tarde para su esposo…


El vampiro había ordenado que pusieran a Minzy en una celda con varios guardias custodiándola. Para ser completamente honesto, Yunho no creía poder cumplir su promesa de no matarla si no podía pensar en una solución a su problema y rápido. El solo pensar que esa estúpida mujer era la única razón por la que su esposo y sus hijos estaban en semejante peligro hacía que su sangre hirviera y su ansia de abrirle la yugular aumentara enormemente.

Con un grito frustrado, el moreno tomó el jarrón de vidrio con flores frescas que había sobre una de las mesas de luz y lo estrelló con fuerza contra la pared. El ruido que hizo al romperse en miles de pedazos no hizo nada para hacerlo sentir mejor.


De repente, al pensar en su esposo, la furia que sentía desapareció dejándolo vacío y en su lugar sintió una tristeza tan grande que parecía estarse ahogando en ella. Se dejó caer al suelo cuando sintió que las piernas no lo querían sostener más en pie. Su cuerpo tenía energía suficiente para desarmar ese castillo pieza por pieza si así lo quería, pero Yunho sentía su espíritu cansado. Desde que Jaejoong había llegado a su vida, ya no era su voluntad lo que mantenía en marcha, era su hermoso rubio. Todo lo que hacía, lo hacía pensando en el bienestar de Jae… y sin embargo no había sido suficiente.


Sintiéndose el gusano más inútil del mundo, Yunho bajó la mirada para ver unas gotas de sangre en su pie. Confundido miró alrededor y localizó un fragmento del jarrón cerca. Al parecer el fragmento había revotado en la pared y lo había cortado, pero gracias a la sangre de su esposo no tenía una solo rasguño. Su Jaejoong le había dado tanto y él era un inútil que no podía protegerlo cuando más lo…


De repente como si alguien prendiera un foco en su cabeza, una idea cruzó su mente y lentamente bajó la mirada a su pie donde ni siquiera una cicatriz quedaba marcándolo. Tentativamente y rogando silenciosamente tener razón, Yunho tomó el fragmento de vidrio desigual que le había hecho la herida y hundiéndolo en su pierna el moreno se hizo un corte profundo desde la rodilla hasta el talón. Al instante la herida auto-infringida se cerró frente a sus ojos sin dejar rastro alguno. Este era uno de los muchos regalos que su esposo le había dado y tal vez justo lo que necesitaba en esos momentos.


Con determinación y esperanza renovadas, el rey vampiro se levantó del suelo donde había caído y se dirigió a la cómoda rápidamente de dónde sacó una daga que él mismo había forjado con el mejor y más resistente acero conocido. Yunho comprobó el filo del arma pasando uno de sus dedos por una de las esquinas sin apenas usar presión y justo como esperaba su piel se abrió como si fuera mantequilla unos segundos antes de volver a cerrarse. Sin perder el paso el moreno caminó hasta la ventana y removió de un tirón las cortinas para dejar a la vista las pesadas persianas de acero y suspiró mirándolas fijamente.


- Por favor, Atenea… ayúdame y préstame un poco de tu sabiduría…

Levantando la daga por encima de su cabeza, Yunho rugió al enterrarla con firmeza en la persiana haciendo un fino agujero en el material. Al retirar la daga con rapidez pero con cuidado, un rayo de sol se abrió paso en la habitación. El moreno miró fijamente el rayo de luz natural aterrado como nunca lo había estado. Jamás en toda su vida había podido estar cerca de la luz de sol. Siendo un vampiro el solo hecho de tratar sería suicidio, pero esa vez tenía que ir contra todo lo que era instintivo para él ya que no tenía otra opción. Había una vida en el mundo que le importaba mucho más que la propia y haría lo que tuviera que hacer para protegerla.

Respirado con fuerza por la boca el vampiro miró fijo ese rayo amarillo de luz que lucía tan indefensa pero que representaba una horrible muerte para él y se armó de valor. Muy lentamente y con manos temblorosas, el moreno acercó un solo dedo hacia la luz preparándose mentalmente para el dolor que sentiría una vez que la tocara. Lo que sintió fue calor, como si hubiera acercado la mano al calefactor pero nada más. El vampiro miró fascinado como su dedo no parecía sufrir ningún cambio al directo contacto con la única cosa que podía destruirlo en cuestión de segundos. Y entonces, cuando una sonrisa esperanzada empezaba a formarse en sus labios, sucedió. Su dedo comenzó a quemarse frente a sus ojos.


Siseando el vampiro retiró la mano del rayo de luz y maldijo. La sangre de Jaejoong había mejorado mucho su condición, pero no la había erradicado al completo. Desanimado miró el dedo dañado solo para encontrarlo intacto como antes de someterlo al sol. Apretando los dientes, Yunho volvió a exponer el mismo dedo a la luz del sol, solo que esa vez cuando comenzó a quemarse no lo retiró, lo dejo justo donde estaba. Su piel, su carne se quemaban y producía el dolor atroz que ser quemado vivo produciría, pero mientras su piel y sus músculos se dañaban, casi al instante se regeneraban frente a sus ojos sorprendidos. Podía llegar a Jaejoong... Solo tenía que correr a la velocidad vampírica y había una gran posibilidad de sobrevivir el viaje. Yunho se tomó unos momentos para saborear el hecho de que había encontrado una forma de salvar a su Jaejoong antes de concentrarse en la parte problemática.

Si es que podía sobrevivir el viaje hasta el escondite de los demonios, llegando allí tendría que enfrentarse con los dioses sabían cuántos de ellos. Y mientras que Yunho era un muy buen guerrero, no había forma de que lograra matarlos a todos mientras su cuerpo se desintegraba y volvía a reconstruir constantemente, antes de que alguno de ellos llegara a su esposo y le hiciera daño. Necesitaba guerreros y los suyos no servían a esas horas del día…

Justo cuando su cabeza estaba trabajando a mil por hora buscando encontrar una solución para su nuevo problema, la puerta de su habitación se abrió de par en par para revelar a la Iirie de los salcor y a su esposo, seguidos de cerca de Yoochun y Junsu. Había visto al padre de Jaejoong una sola vez, cuando el hombre había pasado por el castillo a conocerlo. Como se esperaría de un salcor, el era increíblemente atractivo, con cabello castaño, una muy buena estructura ósea y tan alto como Yunho.
 - ¿Chaerin? ¿Qué…
- Dejaste que se llevaran a mi hijo. A mi maknae…

El dolor y la acusación en sus ojos hizo que Yunho se sintiera incluso más inservible de lo que ya estaba sintiéndose. Y las cosas no mejoraron mucho cuando el puño cerrado de la mujer se estrelló contra su rostro con fuerza. Yunho pudo oír el jadeo de Junsu mientras se tambaleaba hacia atrás por la fuerza del impacto inesperado. Pero no se defendió en lo absoluto ante el ataque y tampoco pensaba hacerlo cuando ella volvió a levantar la mano. Sin embargo su esposo fue rápido en retenerle el brazo antes de que su puño volviera a hacer contacto con el rostro del vampiro.   

- Es suficiente… Él es el destinado de nuestro hijo y los dos sabemos que él está sufriendo más que nadie aquí. Lastimarlo no te va a hacer sentir mejor. – la reprendió Ji sub, el padre de Jaejoong.

Chaerin apretó los dientes y respiró profundo varias veces con la mirada gacha, como si estuviera tratando de contener las lágrimas que amenazaban con asomarse. Yunho no se sentía con derecho a consolarla, así que simplemente miró impotente como Ji sub aflojaba el agarre en su muñeca y la tomaba de la mano murmurando en su oído.


- Nosotros rescataremos a Jaejoong… - le informó la mujer una vez que logró controlar sus emociones.


Yunho los miró a ambos confundido antes de hablar.

- Jaejoong me dijo que los salcor no pueden usar sus poderes para lastimar a otro ser vivo aunque este se lo merezca. Dijo que si  rompían esta regla sus poderes serían removidos para siempre…
 - Es cierto. – confirmó la rubia.

- ¡No pueden hacer eso! Jaejoong no me perdonaría si dejo que sean castigados de esa manera. Demonios, yo mismo no me podría perdonar que eso les sucediera.

- Eso no pasará esta vez. Pedí permiso. – le informó Chaerin

- ¿Permiso? ¿Permiso a quién? – preguntó el vampiro mirándolos a ambos, pero el par solo le devolvió la mirada como si estuvieran  esperando que le cayeran las fichas en su lugar. Y cuando lo entendió sus ojos se abrieron sorprendidos - ¿A Deméter? ¿Le pidieron permiso a su diosa patrona?

Ji sub asintió una sola vez lentamente dejándolo boquiabierto ante la revelación.

- La Iirie de los salcor tiene la facultad de contactar a Deméter pero  únicamente cuando algo grave sucede. Le pedí que nos ayudara, pero dijo que no puede meterse en los asuntos de los mortales. A cambio dijo que por el día de hoy hará la vista gorda de lo que sea que hagamos para ayudar a Jaejoong, incluido usar nuestros poderes para ello. – la mirada de Chaerin se tornó aún más triste en ese momento  – Después de todo, no hay nadie que sepa mejor que ella el dolor que  le causa a una madre que rapten a su hijo…

Yunho no tenía idea de que decir ante lo que le decía su madre política. Allí estaba, justo frente a él la solución para salvar a Jaejoong y traerlo a casa. Casi no parecía real.

- Junsu ya nos informó de la disposición del edificio y la cantidad de    soldados que tienen apostados allí. Nosotros somos más que suficientes para deshacernos de ellos y ni siquiera tenemos que luchar cuerpo a cuerpo. Sin embargo al vivir tan al margen de las criaturas, no tenemos noción de sus virtudes y debilidades. Supusimos que sería mejor informarnos contigo en caso de que puedan sorprendernos.

Yunho asintió y se dirigió hacia su armario para comenzar a ponerse su armadura protectora, esta vez completa por que cuanta menos piel expusiera al sol, mejor sería.

- Yunho, no tenemos tiempo ¿Qué haces? – Preguntó Chaerin asomándose en el vestidor - ¿Por qué te estas poniendo eso? ¿No estarás pensando en venir con nosotros, verdad?

Yunho asintió sin miramientos, antes de girarse para mirarla.

- Eso es exacto lo que voy a hacer.


- Morirás si sales ahí afuera… - le recordó la rubia

- No, la sangre de Jaejoong me ayudó. Estuve haciendo pruebas y puedo salir. Dolerá pero no moriré. Lo prometo.

Justo cuando iba a cruzar el rellano de la puerta para salir hacia la habitación, Ji sub lo tomó por el brazo, deteniéndolo.

- ¿Estas completamente seguro? – preguntó con el ceño fruncido

Yunho simplemente asintió mirando a su suegro a los ojos sin decir palabra. Ji sub parecía buscar la mentira en los ojos de Yunho por unos momentos pero al no encontrar ninguna, simplemente asintió también aceptando lo que el vampiro le decía.

Yunho les explicó a sus suegros todo lo que sabía de los demonios y juntos organizaron el ataque. Como los salcor podían aparecer, ellos llegarían allí primero y utilizarían su magia para deshacerse de cuanto demonio se les cruzara en el camino haciendo tiempo para que Yunho llegue y pueda terminar el trabajo. En cuanto terminaron de organizarse, Chaerin y Ji sub se esfumaron para ir a hablar con el resto de los salcor que al parecer estaban esperando afuera por instrucciones. Yunho por su parte terminó de armarse y se dirigió hacia la salida, donde se encontró a Siwon bloqueándola con su espada en la mano y una posición de defensa.

- ¿Te atreves a desenvainar tu espada ante mí? Muévete Siwon…

El capitán no se movió un centímetro, pero su rostro mostró consternación ante las palabras de Yunho.

- No quiero lastimarlo, su alteza, al contrario. Mi deber es  protegerlo, y si debo protegerlo de usted mismo, que así sea. No puedo dejarlo salir allí afuera. No lo dejaré morir…

Yunho suspiró.

- No moriré, Siwon. Solo muévete.

- No puedo hacer eso, su alteza. Solo debe esperar unas horas y entonces nosotros traeremos devuelta al Iirie, se lo juro por mi vida.

Mientras que a Yunho le conmovieron las palabras del hombre, no tenía tiempo para perder explicándole la situación. Así que moviéndose rápidamente, Yunho golpeo la nuca del vampiro con la empuñadura de su espada, dejándolo inconsciente. Una vez que Siwon cayó al suelo, Yunho lo movió del camino para que la luz del sol no lo dañara y armándose de valor, abrió la puerta y salió al exterior.

La luz de sol lo segó durante unos segundos, pero el vampiro no se detuvo a recuperarse del todo porque sabía que en cualquier momento su cuerpo comenzaría a destruirse y necesitaba moverse. Así que siguiendo en su mente el mapa que Junsu le había trazado, Yunho corrió a toda velocidad en dirección a su esposo.


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Unas horas después de haberse encerrado en su capullo de espinas, Jaejoong comenzaba a sentir que la magia se le agotaba. Sus manos temblaban, mientras el rubio luchaba por darle vigor a las ramas que lo protegían. Sin embargo no parecía estar surtiendo efecto. Su única esperanza era que las bestias que estaban en la habitación con él no se dieran cuenta que él…

Justo delante de su rostro una horrorosa mano se abrió paso a través de las ramas espinosas, cortando sus pensamientos a la mitad. Agarrando al salcor firmemente del cabello, la horrible bestia arrastró a Jaejoong fuera de su capullo. El rubio arrugó su hermoso rostro de dolor y con sus brazos protegió lo mejor que pudo su abultado vientre.

- ¿Ven? Les dije que solo era cuestión de esperar…

Jaejoong miró asqueado como el que parecía ser el líder de esas criaturas reía con un grupo de tres soldados igual de enormes e igual de horrorosos. 

  - Ahora… ¿quién va a ser el primero? 

Mientras el rubio veía a las bestias acercarse hacia él con asquerosas y lascivas expresiones en sus crueles rostros, Jaejoong mandó una plegaria silenciosa a Deméter, para que ella cuide de sus niños. En ese momento a Jaejoong no le importaba nada más.

De repente una sacudida tremenda que parecía venir del mismo centro de la tierra y los gritos encolerizados de los demonios de afuera, detuvo al grupo que rodeaba al hermoso rubio. Todo pareció detenerse dentro de la habitación subterránea, mientras los cinco escuchaban lo que parecía ser una batalla en toda regla.

- ¿Señor? El vampiro…
- ¡No digas estupideces! ¡El sol está bien alto en el cielo, ninguno de ellos puede llegar aquí! ¡Salgan a ver qué sucede, idiotas!

Una vez que los tres soldados abandonaron la habitación, el líder tiró con más fuerza de las hebras de cabello rubio hacia atrás, hasta que Jaejoong estuvo cara a cara con la bestia.

- ¿Algo que quieras decirme, puta?

Había muchas cosas que al rubio le gustaría decir, pero la seguridad de sus hijos le importaba más.

- Si me dejas ir, hablaré con Yunho para que te perdone…

El demonio pareció desconcertado, como si esperara insultos de todos los colores pero no lo que acaba de abandonar los labios del salcor. Perdón…

- No creo que llegues a hablar con él, princesa. Porque si él encontró una forma de joderme a mí, yo puedo joderlo aún más a él.

Aterrado, Jaejoong observó como si fuera en cámara lenta, como el demonio levantaba su enorme espada sobre la cabeza para bajarla sobre su vientre hinchado. El rubio abrió la boca para gritar, pero antes de que pudiera producir sonido, una flecha se abrió paso a través del cráneo del demonio, justo entre medio de sus ojos. Por unos segundos que parecieron eternos, Jaejoong observó directamente a los ojos sin vida del demonio devolviéndole la mirada. Después, con un sonido sordo de metal y carne, la enorme criatura cayó al piso muerto y detrás de él, parado con una expresión de pánico en el rostro y el arco aún en su mano derecha, su vampiro.

Chamuscado, sucio y cubierto de sangre y aun así la visión más hermosa que el rubio había visto jamás.



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Continuara \\(^_^)//...
Niñ@s un comentario no les cuesta nada….
Gracias…           

11 comentarios :

  1. OMG!!!!!!!!! Gracias a todos los dioses que llegaron a tiempo para rescatar a Jae...
    Es bueno saber que no le paso nada a Jae y los bebes, y lo mejor aún, que Yunho puede salir en el día, aunque doloroso, pero puede salir para estar más pendiente de su amor

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  2. Waaaaaa me lo leí de una sola y dioooos!!!!!! Juro que es hermoso tu fic!!!! De verdad escribes hermoso!!

    Yunho llego por su amado!! Te juro que casi lloro al saber cuan desesperado estaba yunho por rescatar a a su amor!

    Espero que continues pronto!!!

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  3. Todo por amor. Chamuscado, sucio y lleno de sangre.....todo por amor. Que lindo. Gracias!

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  4. siiiiiiiiiiii Yunho al rescate de su hermoso esposo Jae y sus bebes que bien que se dio cuenta de todo lo que Jae lo había ayudado cuando le dio de su sangre lo a beneficiado en mucho y por ello esta aquí rescatándolos y llevándolos de nuevo a casa sanos y salvos
    Gracias esperare por mas me encanta

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  5. Que alegría Yunho llego a tiempo para rescatar a JaeJoong y sus hijitos. Ese demonio pudo matarlos si no llegaba a tiempo yunnie. Temblé al leer cuando el demonio ese levantaba su espada. Q susto.

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  6. Me alegro que Yunho llegara para salvar a su JJ e hijos... no me gustaría que llegue el final, es una hermosa historia.

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  7. Que bueno Yunho llego a tiempo para salvar a Jae y esos demonios no lograron hacerle daño a el ni a sus bebés ahora ya pueden volver sanos y salvos a casa

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  8. kyaaaaaa por dios , yunho llego siiii, me alegra mucho espero que no les pase nada malo, porfis continualo sino moriré de la incertidumbre, esta estupendo este fanfic dios me encanto el concepto, yunho vampiro y jae salcor, mega genial ^^

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  9. Yunho todo lo hace por amor, sin importarle estar quemado, y llego a tiempo. Que emocionante.

    Gracias!!!

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  10. Casí me da el ataque, cuando los Padres de Jae llegaron pense que llegaban con todas las injurias y acusaciones culposas sobre Yunho me perdí y olvide que son seres de bondad. YUNHO LOGRO LLEGAR A JAE Y A TIEMPO PARA EVITAR QUE LASTIMARAN A LOS BEBÉS. Aaawww Shiwooon cosita tan leal él Yunho debería darle una condecoración o hacerlo su hombre de confianza justo con Kangta😉.

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  11. Que linda historia, no la vas a terminar?

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