Nueva York, NY, EU
Tres meses han pasado desde que podían decirse reunidos como grupo una
vez más. Tres meses en los que habían estado prácticamente en ensayos,
encerrándose para preparar nuevo material para el disco, que ya era esperado
por todas las fans enteradas de su regreso mediante rumores que la gente de
publicidad de Sony había hecho circular mediante el internet.
Tres meses durante los cuales, Shim Changmin había conocido lo que en
realidad eran esos sentimientos que le nacían en su pecho cada vez que estaba
junto a él, cada vez que le escuchaba reír, que le escuchaba discutir con su
hermano mayor. JaeSoong… Sí, el gemelo había logrado por fin captar toda su
atención. Y es que, a pesar de ser idéntico al menos físicamente a su Hyung,
JaeSoong tenía una personalidad mucho muy distinta de su Jae Umma. Una
personalidad un tanto más extrovertida. Llena de risas y de un algo que lo
hacía desearlo cada vez más.
El menor no había sido consciente esos sentimientos que lo embargaban
por su Hyung, hasta un día durante uno de los ensayos, fue que ya no pudo
negarlos más. El primer indicio había sido con Daiki, la asistente del gemelo,
pero habiéndose enterado que la chica tenía novio y no representaba nada más
que una buena amiga para el pelinegro, la siguiente en la lista fue nada más y
nada menos que la chica Changmin
de Shadows, Laura.
Laura era una morena, más alta que sus compañeras, pero no tanto como
él. Cuando no estaban en ensayos, la chica incluso parecía querer pasarse por
un varón, pues utilizaba pantalones de mezclilla, camisas anchas y unos
gorritos que siempre ocultaban su cabello negro corto por encima de los hombros
y sus aretes, además de que siempre iban acorde con el color de su ropa.
La pequeña (porque además se había enterado que ni siquiera estaba por
cumplir su mayoría de edad) llevaba una buena relación con JaeSoong. Aunque
siempre tratándolo de — Hyung —era quien más llamaba la atención del
pelinegro y eso más que molestar, le demostraba a Changmin sus probabilidades
con el gemelo de — Umma — eran
prácticamente nulas.
El makné de DBSK se pasaba preguntándose qué había hecho en vidas
pasadas para que le sucediera aquello. Primero su experiencia con Yunho, la
cual tardó bastante tiempo en superar, ahora, con JaeSoong… definitivamente
algo no estaba bien con él.
Aquella mañana se había levantado más desanimado que de costumbre. Sus
cuatro Hyungs se habían dado cuenta, pues Junsu no se estaba peleando con él,
además de que apenas y había probado bocado de lo que con tanto cariño le había
preparado su Umma. El menor se la
pasaba mirando a JaeSoong y a Jaejoong alternativamente, pues el único que
faltaba en aquella mesa era Yoochun, quien seguía dormido como Beauty Sleeping (N.A. XD). Luego Changmin se le quedó mirando
a su Appa… no, jamás podría
comparar lo que sintió por Yunho y lo que ahora sentía por JaeSoong. Había un
mundo… un universo de distancia entre uno y otro sentimiento. Tampoco estaba
confundido o creyendo que era Jaejoong (había leído muchos fics JaeMin para su
mala suerte) y tampoco sentía por su Umma lo que JaeSoong despertaba en él.
— Oh, Dios, voy a volverme loco —
se dijo el menor
bajando el rostro. Esto tenía que hablarlo con alguien.
— Yunho… — le llamó con suavidad cuando el moreno mayor
se llevaba un pedazo de fruta a la boca.
Sabían que debía ser algo muy serio para que el menor no hubiera llamado
a su líder con aquel mote que se había hecho ley escuchar en el departamento. Junsu
le miró con preocupación, JaeSoong (quien había tomado costumbre de ir a
desayunar con ellos, a pesar de que hacía semanas ya no compartían
departamento) también le miró con algo de inquietud por ese tono taaan serio
que el menor había soltado así nada más. Jaejoong miró a su hermano, luego a su
novio y finalmente al menor.
— ¿Puedo hablar contigo un momento?
— preguntó
con suavidad sin levantar la mirada del plato con huevos revueltos ya fríos que
Jaejoong había preparado para él hacía más de 30 minutos. Después de aquella
frase, el menor se levantó de la mesa sin añadir nada más, esperando que Yunho
comprendiera que la plática debía llevarse a cabo justo en ese preciso momento.
El moreno miró a su Boo con cara de preocupación y el mayor se limitó a
tomarle la mano y apretarla un poco, pues sabía que Changmin no estaba bien y
que Yunho, en ese tiempo que estuvieron juntos, había ganado más confianza con
el menor.
— Appa — y — Adul
— (N.A. Adul: hijo) tendrían una
plática de hombre a hombre.
Después de que se encerraran en la habitación del menor a hablar,
pasaron unos minutos en los que el silencio reinó entre los tres chicos que se
quedaron en la mesa. Cuando de repente un — ¡¿QUE TU QUE?! — de parte de Yunho se dejó escuchar en forma de
un grito. Los tres se miraron, pero prefirieron guardarse sus comentarios hasta
enterarse de boca del mismo Jung Yunho y del propio Shim Changmin, lo que
estaba ocurriendo.
Yoochun se levantó un poco después, y salió de la habitación después de
arreglarse un poco, solamente para encontrar que los tres chicos ya habían
terminado de desayunar. El ratón hizo un leve gesto de disgusto.
— ¿Su, por qué no me despertaste
para el desayuno? — le preguntó con algo de molestia
a su novio.
— Oh, Chunnie, buenos días. Lo
que pasa es que te vi tan cansado por el ensayo de ayer, que le dije a Yunho
que no te despertáramos pronto, para que pudieras descansar un poco más. — explicó el delfín.
Yoochun se acercó y le dio un beso en la mejilla a su pareja, quien
guardaba algunas cosas en el refrigerador, mientras los gemelos lavaban los
platos utilizados en el desayuno.
— Y hablando del líder ¿Dónde están
él y Changmin? — preguntó curioso al
ver al HoMin desaparecido.
— Oh… Changmin estaba algo raro
esta mañana, así que le ha pedido a Yunho hablar con él. Están en su habitación
ahora, llevan ahí un muy bien rato. Sólo escuchamos un grito de Yunho y ya…
nada más. — explicó Junsu.
— Mmm… ¿Un grito? — y el ratón sonrió internamente... demasiado
perfecto para ser verdad. — Mi
madre siempre dice piensa mal y acertarás… Changmin
raro, se encierra con Yunho en la habitación y sólo se oye un grito de nuestro
líder… no… eso me hace pensar mal… muy mal.
— dijo el ratón con seriedad.
— ¡Yoochun! — gritaron los gemelos al mismo tiempo.
— Vieran lo que han escrito de
ellos las fans en sus blogs… esos fics llegan a ser muy explícitos ¿Saben? — Al mismo tiempo, los gemelos le tiraron las
toallas con las cuales estaban secando los platos.
Sabían que era una broma, pero Jaejoong había sentido esa angustia
reflejarse en él, su hermano había sentido aquel comentario muy profundamente,
lo había herido. No sabía por qué, debido a que el mismo JaeSoong había
conocido la relación entre Changmin y Yunho… ¿O acaso…?
— ¡Oigan, es broma! — dijo entre risas el ratón.
— No fue nada gracioso, Yoochun. — le regañó el delfín.
— Es que, bueno, no es nada
difícil llegar a esa conclusión. Estuvieron juntos mucho tiempo, Changmin
soltero y en abstinencia, Yunho… bueno, me imagino que él no ha pasado de segunda
base con Jaejoong…
— ¡YOOCHUN! — le gritaron los tres al mismo tiempo.
— Oh, no pude… no pude… evitarlo… — dijo entre risas. — es que… deberían… deberían ver… sus caras. — siguió riendo.
El ratón suspiró, tranquilizándose. De Jaejoong podía entender la razón,
es decir, estaban hablando de su novio y su hijo,
pero ¿de JaeSoong? Tal vez era cierto lo que decían y el uno reflejaba los
sentimientos del otro, tal vez por eso, JaeSoong se molestó en vez de reír con
la broma, por los celos de su hermano gemelo.
— Ya está, lo siento… no vuelvo a
hacer esas bromas, veo que los ponen muy sensibles. — dijo el ratón con seriedad para luego volver a
estallar en carcajadas. — pero es que debieron ver sus caras.
En eso la puerta de la habitación se abrió y salió un Jung Yunho con el
rostro completamente rojo, pero de coraje… atrás de él, Changmin iba con cara
de un poco de angustia.
— Appa, Appa, por favor… — le llamaba el menor.
Cuando llegaron a la sala, Yunho miró a Jaejoong, luego a JaeSoong y de
nuevo a su Dongsaeng, para luego menear la cabeza.
— Sólo déjame hacerme a la idea,
¿Quieres? — soltó, tal vez un
poco brusco.
El menor le miraba con seriedad, en una muda súplica que el mayor había
aprendido a leer en él.
— No diré nada, lo prometo. — le dijo un poco más tranquilo.
— Gracias, Appa…
— ¿Yunho? — Jaejoong les miró extrañado y el moreno sintió
que no estaba en ese momento para dar explicaciones.
— Ahora no, Boo. Por favor, ahora
no. — pidió frustrado
mientras se dejaba caer en el sofá.
Jaejoong sonrió, lo que sea que le haya dicho Changmin, había dejado a Yunho
con esa misma expresión que ponía cada vez que alguno de los chicos se metía en
problemas con el manager y él tenía que buscar la manera de sacarlos del
embrollo sin morir en el intento. La cosa aquí era que su manager, ahora,
era JaeSoong y Changmin no se había metido en problemas con él… al menos
no de la forma en la que JaeSoong quisiera.
El mayor se sentó al lado de su novio y empezó a acariciar sus cabellos
castaños. Yunho se dejó caer, acomodando su cabeza en las piernas de su Boo.
— ¡¡¡AaaaaHhhh!!! ¿Por qué me
tiene que pasar esto a mí, Boo? — gritó el moreno con frustración,
ahogando el sonido contra las piernas de su novio. — Se supone que todo está bien, que todo estaría
como debería estar… pero NOOOOOOOOOOOOOO…. Nooooooo. — siguió repitiendo con frustración contra la
piel de Jaejoong, quien sólo podía mirarlo, sin preguntar nada, dejando que
saque todas sus emociones contenidas.
Changmin miraba hacia su Hyung con una sonrisa divertida, su expresión
había cambiado total, completa y absolutamente en comparación de unos minutos
atrás.
— ¿Quedó algo del desayuno? Les
recuerdo que yo no me terminé el mío.
Sí, definitivamente su humor había cambiado.
>>> ♥ <<<
Se dirigieron después del desayuno hacia la disquera. En el camino, Yunho
miraba siempre fijamente a su cuñado… después de lo hablado con Changmin…
¡Ahhh! Ese niño le iba a sacar canas prematuras.
— ¿Qué hicimos mal en su educación, Boo? ¿Qué? — se preguntaba mentalmente con esa frustración
que no lo dejaba en paz.
Cuando bajaron de la camioneta, los seis chicos estaban ya bastante más
relajados que cuando salieron de casa.
Jaejoong trataba de que JaeSoong le dijera algo sobre su reacción ante la
broma de Yoochun, pero el menor solamente daba evasivas. El gemelo menor sabía
que su hermano se sentiría culpable de lo que Changmin atravesó, a pesar de que
ignoraba tanto lo que Yunho sentía por él como lo que sufrió el más joven en
aquella época.
Estaban por entrar al edificio por el elevador, cuando algo entre la
penumbra del estacionamiento subterráneo llamó la atención de JaeSoong.
— Humo… — le señaló a su hermano.
Jaejoong desvió la mirada hacia el lugar que su gemelo miraba, no era el
suficiente humo como para pensar en un incendio, porque entonces se hubieran
encendido los sistemas de alarma, era más bien el humo… de un cigarrillo.
JaeSoong se separó de ellos y se acercó al lugar lentamente. Tras de una
columna, había alguien muy conocido para él…
— ¡PERO QUE DEMONIOS CREES QUE
ESTAS HACIENDO! — gritó con enojo a la persona que
salió de su escondite rápidamente.
— ¡Hyung! — se escuchó en un murmullo de sorpresa.
Los cinco chicos restantes se acercaron a tiempo de ver que la persona
de baja estatura (comparada con ellos) tirara un cigarrillo encendido, lo
pisara y con una mano abanicaba el humo que salía de su boca para despejarlo lo
más rápido que podía.
— ¡Te lo advertí, Laura! Te dije
que si volvía a verte fumando, te iba a ir muy mal… — dijo el pelinegro con enojo.
Yunho miró al gemelo de su novio y luego a Changmin, quien hizo un mohín
de enojo y se regresó hacia el elevador para no seguir viendo aquella escena.
El moreno sintió que el corazón se le partía en dos al ver así a su Dongsaeng.
— Pero, Hyung… es la primera vez
en meses… — se disculpaba la jovencita
quitándose el gorro de su cabeza, un gorro color gris, que combinaba con el
chalequillo que llevaba sobre su blusa blanca y los pantalones deportivos que
usaba en ese momento. — te
lo juro, Hyung… estaba estresada, es decir, vivir con esas cuatro sí que
estresa… sobre todo leader Sshi que anda
todo el día tras de mí… y luego la delfín de agua dulce que no me deja en paz… — hablaba la chica atropelladamente, tratando de
justificarse. — Y Hero que se pone de
perfeccionista en los ensayos…
— Me importa un bledo… — le regañó.
— te lo advertí, te lo dije… tus alergias van a
empeorar después de esto, lo sabes… Y tu voz se engruesa a la hora de cantar
precisamente por el efecto del cigarrillo.
— le regañaba el mayor. — Sube… A—HO-RA…
— le ordenó el pelinegro a la
chica.
— Pero, Hyung…
— Nada de Peros…
estás castigada. — le sentenció.
— ¿Qué? Pero… pero…
La mirada seria de JaeSoong la hizo callar, la pequeña hizo un puchero y
se colocó de nuevo el gorro en la cabeza para luego ir por delante de ellos
hacia el elevador.
Una vez adentro, todos permanecían en silencio, pero Yunho no iba a
perder tiempo, tenía que saber…
— Tu hermano… — le susurró en el oído a su Boo. — ¿Está enamorado de esa chica? — preguntó
directamente. La sutileza, literalmente, no es una de sus virtudes.
— Claro que no… — le respondió Jaejoong con una mueca de
disgusto en el rostro.
— ¿Sabes, JaeSoong? Eres más
parecido a tu Hyung de lo que crees. — mencionó el delfín con una
sonrisa. — Literalmente me acabas de recordar una pelea
que tuvo con Changmin cuando apenas acabábamos de debutar y el jirafón era un crío. Así se dirigía a él cuando lo cachaban (atrapaban) en la travesura. — y el delfín, junto con el ratón, se partió de
la risa de sólo acordarse.
Yunho miró a JaeSoong sonreír de lado, para luego acariciarle la cabeza
a la jovencita, en un ademán muy… ¿masculino?
— Esta pequeño
demonio es como el hermanito que nunca tuve… — dijo con una risa.
— ¡¡Hyung!! — le quejó la chica, para luego volver a
colocarse bien su gorro sobre la cabeza.
— A tu edad no andaba teniendo
esos vicios… — le regañó el pelinegro.
— A mi edad, tú ya te habías
hecho un tatuaje… y hasta hoy no me dejas.
— dijo haciendo otro puchero y cruzándose de brazos, apoyándose en la pared
del ascensor.
— Sobre mi cadáver, pequeña rapazuelo. — le dijo con enojo.
Y Yunho se les quedó mirando con sorpresa al ver cómo esos dos se
trataban en realidad, pues lo que demostraban en la sala de ensayos era apenas
una décima parte de cómo era en verdad la relación que llevaban… literalmente
era como ver a un Changmin adolescente discutir con Jaejoong cuando no tendía
su cama o algo así.
En serio, no era nada de lo que su Dongsaeng pudiera o debiera
preocuparse. Ahora la cuestión era… ¿Decírselo o no a Changmin?
— Y tú… ¿Por qué me haces esas
preguntas? ¿Qué tanto te interesa? — le preguntó Boo con cara de molesto.
— Ah… este… bueno… — ¡Rayos! Eso se sacaba por querer ayudar a su Dongsaeng.
— Jung Yunho…
¡Dios! Cuando Boo utilizaba ese tono de voz significaba que estaba en
problemas… y si era su nombre completo, eso significaba que prácticamente estaba
muerto.
— Boo… este… — le había prometido a su Dongsaeng no decirle
nada.
El elevador llegó al piso deseado, pero tanto Jaejoong como Yunho no se
bajaron, sino que siguieron ahí. El mayor esperando a que su novio le diera una
explicación, tenía cara de pocos amigos y una enorme molestia, por lo que los
demás optaron por ir a la sala de ensayos sin decir nada.
En el salón, Changmin ya estaba calentando para empezar con el ensayo,
cuando vio entrar a Junsu y a Yoochun con cara de seriedad, tras ellos, el
gemelo llevaba casi a rastras a la jovencita.
— Elibeth… — llamó JaeSoong a la líder de Shadows, quien se acercó a él al ver que
llevaba a Laura de una de las orejas.
— ¿Ahora qué hizo? — preguntó con cara de preocupación cuando
recibió la oreja de la jovencita que le tendía el mayor. Era gracioso ver que,
al ser la líder más baja que la menor, la morena tenía que inclinarse para que
Elibeth la tomara por la oreja, a penas un poco, pero se inclinaba.
— ¿No sientes el olor? — le señaló.
— ¡Minnie!
— le regañó
la chica con el mote que sólo se daban entre ellas.
— Fue sólo uno leader Sshi… ¡LO JURO! — dijo la menor en tono suplicante.
— Tienes 17 años, no debes andar
fumando ¿Cuántas veces te lo hemos dicho?
— le regañó
su líder.
— No creo que eso vaya a truncar
mi crecimiento…. — respondió la otra en casi un
murmullo, pero que bien pudo ser oído por los demás y les arrancó unas buenas
sonrisas, además de que su líder le jaló de la oreja un poco más fuerte. — duele, duele…
— UN MES SIN LAPTOP Y EL
PLAYSTATION QUEDA CONFISCADO POR DOS. — señaló con seriedad la castaña,
jalándole más la oreja si era posible.
— ¿UN MES? ¿DOS? Pero… pero…
— Nada… Ali, ya sabes qué hacer y
dónde esconder ambos. — le dijo la líder
con seriedad a una de las tres morenas que observaban la escena.
— Tú te lo buscaste, Minnie. — respondió la aludida con gesto que le hizo
entender a la menor que le iban a cumplir la amenaza. — Se van directo al empeño… y ay de ti que
intentes robarme la boleta. — amenazó la chica que tenía el papel de Jaejoong
en el grupo.
— Se aprovechan porque soy la
menor…
— No, tú te quieres aprovechar
porque eres la menor… pero no voy a dejar que te nos subas a las barbas…
— Ni que tuvieras… ay, ay, ay… — se quejó cuando su líder apretó más su oreja.
— ASI QUE NO VAS A DECIRME…. — escucharon la voz de Jaejoong en un grito.
Todos miraron hacia la entrada del salón de ensayos. Jaejoong entró
seguido de un Jung Yunho totalmente ofuscado, la reacción de su Boo lo había
desubicado.
— No es que no quiera, es que no
puedo… — respondió el moreno a lo que
recibió una mirada asesina de su novio.
— ¿No será que también te gusta
mi hermano y eso es lo que no quieres decirme?
— preguntó el
castaño con enojo.
— ¡¿Qué?! — Yunho no se esperaba ese golpe. — para nada… es decir, yo sé de quién estoy
enamorado, te conozco demasiado bien y sé perfectamente que estoy enamorado de
ti como para confundir mis sentimientos por tu hermano… no juegues, Jaejoong.
Los dos estaban demasiado molestos como para darse cuenta de que se
estaban revelando como pareja ante sus bailarinas y su coreógrafa.
Por la sorpresa, Elibeth soltó bruscamente la oreja de Laura, quien se
empezó a sobar, quejándose de un dolor que rápidamente pasó para prestar
atención a lo que ocurría delante de ellos.
— ¡CON QUE ESAS TENEMOS! ¿Te
crees demasiado eso de que me conoces taaan bien como para no confundirme con
él? — reclamó el mayor
con un claro tono de reto en la voz.
— Por supuesto que sí… no por
nada vivimos juntos 24 horas al día, 7 días de la semana, 365 ó 66 días al año
durante casi 7 años. — respondió el moreno
con una sonrisa triunfante en el rostro.
— Voy a hacer que te tragues esas
palabras, Jung Yunho. Y que borres esa sonrisa tonta de tu rostro. — le aseguró Jaejoong.
JaeSoong miraba asombrado la escena, con algo de preocupación en el
rostro. Las peleas de Jaejoong y Yunho nunca duraban más de cinco minutos, al
rato ya se estaban besando, buscando reconciliarse, disculpándose ambos por
cualquier cosa que les hubiera hecho pelear, pero aquella vez… no. El enojo de
su hermano no iba a menguar fácilmente, podía sentirlo.
El gemelo menor se mordió la parte interna de su labio inferior, ese era
un gesto que hacía cada vez que se sentía nervioso, Changmin lo sabía. Y era su
culpa que se sintiera así. Jaejoong había intentado seguramente saber qué
pasaba y había malinterpretado las cosas, provocándole un problema a Yunho con
él. ¿Por qué todo tenía que venir a complicarse?
— ¡TÚ! — le gritó Jaejoong a su hermano. — vienes conmigo ahora. — dijo tomándolo de un brazo a la vez que lo
jalaba hacia la salida, sin esperar siquiera a que el otro chico alegara nada
en su defensa.
Todos se quedaron callados un momento hasta que la traviesa Laura lo
rompió.
— Ali… date por vencida con Jaejoong…
Susuita, me debes 100 dólares. — dijo Laura con una sonrisa
cuando notó la mirada atónita de sus amigas.
— Y me deberás 200 más cuando descubramos al
YooSu. — añadió con una sonrisa.
— Maldita sea… ¿Aceptas cheque o
tarjeta? — respondió Gabe a su compañera.
— Efectivo contante y sonante
¡ah! Y no se te olvide serán 500 si resulta un Changmin. — dijo la jovencita haciendo el signo de la
victoria con sus dedos.
— ¡MINNIE! — le regañó su líder de grupo.
— Otra molesta porque perdió su
oportunidad con Yunho. — dijo Laura con tremendo descaro.
Y mientras las cinco chicas se enfrascaban en su propia discusión (N.A.
Favor de imaginar aquí al resto de los chicos de DBSK al estilo ánime con
sendas gotas de sudor en la cabeza… ¿Ya? Gracias… sigamos) Changmin se acercó a
su Hyung con mucha vergüenza.
— Por mi culpa sucedió, ¿Verdad, Yunho? — le preguntó a su Appa
con cierto tono triste de voz.
— Oye, tranquilo… lo mío con
Joongie se solucionará, sólo… se salió un poco de control, pero no iba a
decepcionarte ¿O sí? — Changmin bajó el rostro apenado. — oye, además… me sirvió para saber que JaeSoong
no siente por Laura más que amistad… — el menor levantó el rostro para mirarlo y
saber si era mentira lo que decía.
— ¿En… en serio?
Yunho asintió con un movimiento de cabeza, Changmin cuando se enamoraba
resultaba bastante tímido y hasta un poco cerrado, era un milagro que hubiera
podido decirle a él lo que le ocurría.
— Al parecer… no, no al parecer,
según Jaejoong su hermano está enamorado de un chico que no le corresponde… — contó Yunho los detalles que su novio había
soltado entre sus gritos de celos antes de entrar a la sala de ensayos.
— Oh, Dios ¿Por qué me suena tan familiar este cliché? ¡Ah, Sí! Lo viví
con Yunho… — se dijo el menor con
frustración.
— Y tienes una enorme ventaja
porque entonces, tú estás más cerca de él… ¡Y puedes conquistarlo! Será
sencillo, yo te ayudaré… — se ofreció el mayor
con una sonrisa en el rostro.
— Si tú te tardaste siete años
para poder salir con Umma
¿Qué me espera a mí con semejante ayuda? — se quejó el menor.
— ¡Aish! — se quejó Yunho con molestia.
>>> ♥ <<<
Ni Jaejoong, ni JaeSoong se aparecieron en todo el resto de la mañana,
por lo que ese día tuvieron que suspender el ensayo de sus nuevas coreografías
para los nuevos performances.
— El enojo de Jae seguramente no
ha bajado… pobre JaeSoong, ya me imagino cómo lo traerá Hyung. — dijo YooChun meneando la cabeza, recordando la de veces que Jaejoong se
lo había hecho a él. De la que se había librado esta vez… Gracias a Dios por su gemelo oró mentalmente el ratón.
— Ni te creas, Yoochun… — Changmin habló despacio. — JaeSoong también tiene su carácter. — le defendió. — así
que no creas que se dejará de Jae Hyung tan fácilmente.
El YooSu lo miró con extrañeza, mientras Yunho carraspeaba.
— No seas obvio… — murmuró, pero Changmin no le escuchó.
Estaban reunidos en la mesa del comedor. Gracias a que Jae Hyung había
desaparecido, tuvieron que pedir algo a domicilio. La comida cantonesa fue la
mejor opción que encontraron en aquel momento.
Changmin apenas y había podido comer, preocupado por lo que sea que Jaejoong
estuviera haciendo a JaeSoong, y es que a pesar de todo Umma, cuando se molestaba era de
verdad de temer.
Los chicos se quedaron en silencio después de eso. Hacía bastante falta
la presencia de Jaejoong ahí. No sabían cuán molesto estaba realmente el
mayor, pero lo habían visto salir tan enojado y arrastrando a su gemelo, que lo
compadecían.
De repente, el sonido de la puerta al abrirse llamó su atención, Junsu
fue el primero en levantarse seguido de Changmin. Estaban seguros que JaeSoong
llevaría en hombros a su gemelo después de haberlo visto beber hasta
embriagarse y todo por una tonta pelea con su pareja.
— Umma... ¿Qué…? — Junsu se quedó a la mitad de su frase. — No puede ser.
Changmin tampoco daba crédito a lo que veía.
— ¿Qué ocurre, chicos? — preguntó Yunho preparado para lo que fuera a
encontrar, pero no contaba con aquello.
— ¿Qué? — preguntó Yoochun y luego miró a su SoulMate,
pero... — ¿Quién demonios es Jaejoong? — preguntó el ratón mirando hacia los dos
chicos.
Los gemelos jamás se habían visto tan idénticos como en aquel momento.
Ambos llevaban el mismo conjunto de ropa que constaba de pantalones negros,
camisa gris y una chaqueta de cuero negra. Llevaban el mismo corte cabello,
teñido en el mismo color castaño. Incluso traían aretes en ambas orejas.
— ¿Se perforó JaeSoong? — preguntó el delfín al darse cuenta.
— Son de presión... ¿Recuerdas
que yo utilicé de esos mucho tiempo? — le dijo Changmin no creyendo lo
que veía. — Necesito ir a checar la
graduación de mis lentes de contacto. —
añadió con algo de ironía el menor, pues
en ese momento no los llevaba puestos.
— No son de presión... — Micky se había acercado. — se ha perforado las orejas.
— Esto es tonto, Jaejoong... ¿Qué
pretendes con esto? — preguntó el líder, aunque no
sabía a ciencia cierta a cuál de los dos dirigirse.
Los gemelos se encogieron de hombros y ambos sonrieron. Si se hubieran
puesto de acuerdo, no hubieran podido hacer esos gestos tan exactos como lo estaban
haciendo ahora.
— Precisamente lo que dijiste,
Hyung, ¿Recuerdas? — le contestó Micky a Yunho. — Dijiste que lo conocías bastante bien, que
sabes a quién amas, pues ahora vas a tener que demostrárselo. — le dijo intuyendo lo que Jaejoong había
planeado, no por algo era su SoulMate.
— Jaejoong, por Dios... — el líder miró a los gemelos. — ¿No me vas a decir nada? ¿Es una prueba? ¿Es
eso? — volvió a preguntar.
Ambos gemelos asintieron con un movimiento de cabeza.
— Por todos los cielos... — el líder frunció el seño.
— Si es por la voz y el acento
les identificaremos fácilmente. Hyung lo sabe... — dijo Changmin pensativo. — por eso ninguno de los dos hablará.
— Es un el
todo por el todo, Yunho. O adivinas quién de ellos es Jaejoong, o tendrás
que ir buscando la manera de reconciliarte con él antes del fin del mundo. — le bromeó Yoochun.
— Chunnie, basta... no te metas
así con Hyung ¿Qué tal si yo te hiciera lo mismo con mi hermano Junho? ¿Cómo te
sentirías? — le reclamó el
delfín.
— En primera, Delfincito… — empezó a enumerar el ratón. — Junho y tú no son gemelos idénticos, son
mellizos; en segunda hay una diferencia muy notable en estatura y en
tercera, ese trasero lo reconocería en cualquier lugar a cualquier hora. Hasta
con los ojos cerrados.
— ¡¡Yoochun!! — gritó el pelirrojo poniéndose colorado hasta la raíz del cabello.
El líder fijaba su atención en los gemelos.
— JaeBoo en qué buen lío me
metiste — pensaba el líder al mirar a su
novio y a su hermano. ¡Maldita sea! No podía diferenciarlos a simple vista.
Changmin también estaba mirándolos fijamente, es decir, debía ser capaz
de reconocer a Jaejoong, es su Umma y había vivido con él 7 años de su vida.
Algo, algún tic debía salir a la luz que lo identifique como tal... o JaeSoong,
quien se había convertido en su alguien
especial, sabía sus manías y sus gestos al hablar o moverse. Debía
encontrar algo para diferenciarlo de Umma, pero ¿Qué?
La mirada de todos estaba sobre los gemelos, quienes estaban haciendo
prácticamente los mismos gestos. Jamás se habían dado cuenta de lo parecidos
que eran realmente hasta aquel preciso momento.
Uno miraba al otro, reflejos prácticamente exactos y sonrieron. Yunho
fruncía el seño ante lo que veía. Por más que lo intentaba no podía...
— Un momento... — se dijo mirando directamente el
rostro de uno de ellos, más específicamente el de la izquierda. — ¿He
visto lo que creo? — se preguntó y volvió a fijarse. Entonces el
moreno sonrió ampliamente. Sí, había visto bien.
— ¿Y si los hacemos reír? — preguntó el delfín con algo de preocupación,
pues no veía la forma de ayudar a su Appa. — Es
una manera de que reconozcamos a alguno.
— ¿Qué parte de No van
a emitir un solo sonido no has
entendido, Junsu?
— le regañó Changmin con algo de
enojo.
— Tranquilo, no le grites así a
Su, ¿eh? — le retó Yoochun a su vez con
molestia.
— Basta todos... esto se acaba
aquí y ahora. — dijo el líder con seriedad. — Ya sé qué es lo que voy a hacer.
Yunho miró a ambos gemelos y les rodeó dándoles la vuelta lentamente,
como si les estuviera estudiando, sopesando la situación. Se detuvo unos
segundos atrás del gemelo de la izquierda, quien giró la cabeza levemente,
reconociendo que estaba tras él, pero nada más. El moreno se situó entonces
frente a ambos y les miró directo a los ojos.
— Voy a arriesgarme... — dijo el moreno con tono serio en la voz.
— voy a elegir a uno de los dos y voy hacer algo
que a lo mejor salva mi noviazgo o de lo que tal vez me arrepienta después... — el líder se volvió a mirar a uno y a otro,
para luego se dirigirse al gemelo de la derecha.
Todo debía ocurrir en fracción de segundos, pero para Changmin fue como
si ocurriera en cámara lenta, Yunho tomó al gemelo de la derecha por la nuca y
le acercó a él para darle un beso, pero el gemelo reaccionó apretando los ojos
y mordiéndose la parte interna de su labio inferior, haciendo que este se
hundiera imperceptiblemente, pero no para una persona, a la cual se le había
aclarado que... Él no era Jaejoong.
— No, Yunho... ¡él es JaeSoong! — gritó el menor impidiendo que los labios de Yunho
llegaran siquiera a rozar los del gemelo, algo que Changmin no estaba
dispuesto a permitir... así como tampoco que su Appa siguiera teniendo problemas
con su Umma, claro, como buen hijo
Yunho se separó del gemelo y el menor les miraba nerviosismo.
— ¿Cómo supiste? — preguntó Yoochun, pues ni siquiera él
había prestado atención a aquel gesto.
— Siempre que está
nervioso, muerde su labio inferior así. — dijo repitiendo el mismo gesto. Su labio
quedó casi imperceptiblemente hundido. — Siempre lo hace... — añadió lo último bajando la voz, dándose
cuenta de que había revelado lo mucho que estaba al pendiente del gemelo.
— ¡Por fin! — dijo el gemelo que estaba a la izquierda
levantando los brazos en señal de victoria.
El gemelo de la derecha los miraba entre sorprendido y sin entender nada
de lo ocurrido.
— Ya lo sabía... — reveló Yunho con una sonrisa.
— Sólo queríamos ver cómo iban a
reaccionar, si por fin alguno de ustedes daba señales de celos o algo... — les regañó Jaejoong con el seño fruncido, efectivamente era el gemelo
que se encontraba a la izquierda. — Yunho
y yo nos pusimos de acuerdo en esto... —
reveló el mayor.
— ¿Qué? ¿Por qué? — fue el grito casi unánime de los otros cuatro
chicos.
— Porque no es posible que vayan
por la vida, ignorando que la persona que tanto aman también los ama a ustedes. — Yunho reveló el secreto de ambos.
— No vamos a permitir que cometan
el mismo error que nosotros... — reconoció Jaejoong,
ya que por esa misma cobardía, ellos habían desperdiciado mucho tiempo. — Ahora, Dongsaeng...
— le recalcó a su gemelo
recordándole su posición de hermano menor de ellos. — ¿Qué esperas?
— le preguntó.
Su hermano simplemente estaba rojo hasta la punta del cabello, si eso se
pudiera.
— ¿Tú no vas a decir nada? — regañó Yunho a Changmin.
— Esto es vergonzoso... — dijo el menor alejando el celular de Yoochun,
pues estaba grabando todo. Sólo esperaba que no se le ocurriera subirlo al
Twitter después.
— Eres un... — JaeSoong miró a su hermano mayor con enojo,
estaba rojo de vergüenza.
— ¿Un traidor? Lo sé, pero si no
hacíamos algo jamás ibas a darte cuenta que Changmin se había enamorado de ti. — casi gritó el gemelo mayor.
— Yunho ¡Le dijiste a Umma! — le reclamó el menor.
— Era eso o tener un ENORME
problema con él... y aunque su idea de juntarlos fue buena, lo malo es que
hasta a mí me puso en un gran aprieto para poder diferenciarlo de su hermano,
si no fuera porque reconocí esa sonrisita suya que hace cada vez que comete una
travesura, no me hubiera dado cuenta de que era él...
— ¿Sonrisita? — preguntó Yoochun con curiosidad. — ¿De
qué sonrisita hablas?
— De esa que siempre pone cada
vez que sabe que se va a meter en problemas… sonríe de tal manera que levanta
la comisura izquierda de su labio. — dijo
imitando el gesto, que era casi imperceptible.
Y sí, todos supieron que Yunho realmente conocía cada gesto de su Jaejoong
y el gemelo mayor sólo pudo sonreír ante lo dicho por su novio, pero sólo una
fracción de segundo antes de seguir peleando con su hermano.
— ¡Pero no estamos hablando de
eso! — se exasperó el líder ¿Cómo podía ser tan terco
ese jovencito? — ¿Te vas a declarar sí o no? — se
dirigió de nuevo a Changmin y que constara para todos que casi lo estaba
obligando, que luego no anduvieran contando que era el padre celoso y posesivo
que decían.
Y el pobre delfín sólo miraba la escena sin opinar. ¿Qué podía decir él,
si lo mismo le había pasado con Yoochun? Si no se hubiera atrevido a decir...
más bien, a hacer algo aquella noche, al final, no estaría con él como en aquel
momento. No serían pareja y tal vez estarían peor que el YunJae. Se alegraba de
que Changmin y JaeSoong tuvieran a ese par de locos para que les ayudaran.
— Habla ahora o calla para
siempre. — amenazó Jaejoong a su gemelo.
— Jaejoong... — dijo entre dientes el gemelo.
Yoochun se estaba cansando de oírlos pelear, ya no era tan divertido
como hacía unos minutos, pues tanto el gemelo como Changmin estaban
avergonzados y molestos por haber sido descubiertos de esa manera.
— ¿Qué hacer? — murmuró el ratón y sonrió cuando una idea se
cruzó en su mente productiva. — pero necesito ayuda. — Se acercó a su delfín, quien miraba con
seriedad la escena, se veía preocupado porque de ambos chicos, ninguno daba su
brazo a torcer. — ¿Quieres ayudar a este par de
testarudos? — le preguntó suavemente.
Después de explicarle su idea, Junsu aceptó y se colocaron en sus
lugares. Junsu se puso atrás de Changmin y Yoochun de JaeSoong. Esperaban que
los otros les entendieran. Cada uno empezó a hacer señas al que le quedaba de
frente, en su caso el delfín le empezó a hacer señas a su Appa y el ratón a su
SoulMate, quienes a pesar de estar discutiendo con los otros chicos empezaron a
hacerles caso, arrimándose lentamente hasta que lograron su cometido.
— ¡Yunho, apártate!
— ¡Quítate, Jaejoong!
Gritó el YooSu al mismo tiempo que empujaban a Changmin y a JaeSoong el
uno contra el otro. El YunJae, sorprendido por el grito, hizo caso y se quitó
justo a tiempo, antes de que chocaran con ellos, logrando que el menor quedara
en brazos del gemelo y por la fuerza que habían imprimido Junsu y Yoochun a su
empujón, los labios de ambos chicos se rozaron.
El YooSu gritó emocionado de que su hazaña, extremadamente infantil,
hubiera logrado su cometido, era como si hubiesen visto que la selección de Sur
Corea anotara un gol en el mundial. Mientras el YunJae sonreía satisfecho.
Ambos chicos se miraron sonrojados, pero ninguno se apartó.
— Chicos, aquí sobramos. — dijo Jaejoong con una sonrisa, jalando a su
novio hacia la puerta.
— ¡Ooooh, Umma, yo quería ver que
se declararan! — se quejó el delfín con un
puchero.
— Sí, será raro ver a Changmin en
plan meloso. — añadió Micky en
tono de broma.
El líder empujó a ambos hacia la puerta, pues era mejor dejar a esos dos
a solas. Que el SoongMin surja en aquel momento o no ya dependía de ellos, más
no podían hacer.
El sonido de la puerta al cerrarse los hizo voltear a ver y darse cuenta
de que les habían dejado solos. Ambos se separaron, pero no mucho. JaeSoong
sonrió y acarició con la yema de sus dedos sus labios, pues parecía que la leve
presión que habían ejercido los de Changmin se negaba a desaparecer. Changmin
se pasó una mano por el cabello, estaba más que nervioso, acostumbrado a que su
amor generalmente no era correspondido, ahora se enfrentaba a un sentimiento
contradictorio de querer huir.
— ¿Te gusto? — preguntó el gemelo directamente, no iba a
dejar que su oportunidad con Changmin pasara sin hacer nada. Y aunque se había
peleado con su hermano, sabía que más tarde tendría que agradecerle por
aquello.
— ¿Y yo te gusto a ti? — devolvió el menor.
— Eso no es una respuesta. — el mayor frunció un poco las cejas. Changmin
reconoció que le gustaba enfadarlo un poco.
— pero te demostraré que en realidad no me
gustas. — dijo seriedad.
Y cuando escuchó eso, el corazón del menor experimentó una dolorosa
punzada.
— Te amo... — añadió el gemelo, para tomar de la cintura al
menor y besar con suavidad sus labios.
Un beso que dejó paralizado a Changmin en un principio, pero al cual se
entregó con la misma pasión que el gemelo imponía a su ritmo. Un beso que le
demostró que sus sentimientos eran correspondidos y más.
>>> ♥ <<<
Jaejoong sonrió y se pegó aún más al brazo de Yunho al caminar por
aquella calle, cercana al parque central de la ciudad.
— ¿Ocurre algo, Boo? — preguntó Yunho con suavidad al sentir que
presionaba un poco más el agarre en su brazo.
JaeBoo asintió con un movimiento de cabeza.
— Mi hermano está muy feliz. — dijo en un suspiró mientras miraba a su novio
con ternura. — y yo también lo soy.
Ambos miraron al YooSu que iba caminando delante de ellos.
— Al fin, todos lo somos, Boo...
Todos. — respondió el moreno con una
sonrisa antes de jalarlo un poco para darles alcance a sus amigos.
Que hermosos y tiernos son Min y JaeSun, y genial el plan del YunJae y aunque infantil lo que hizo también YooSu, también resulto, jajaja...
ResponderEliminarGracias!!!