domingo, 29 de julio de 2012

Cap. 13. Conociendo a mí ¿Hermano?


6 de junio de 2010
Había tomado un vuelo a Tokio un par de días después que su hermano se comunicó con él. Había tratado de llegar a media noche, para no ser confundido con su hermano, ya que a esas horas el aeropuerto ya no se encontraba abarrotado de gente, y los que esperaban abordar a esas horas, generalmente estaban más que somnolientos.
No fue directamente al departamento de su hermano, prefirió esperar hasta la mañana, hospedado en un hotel del centro de Tokio. La verdad era que no sabía de qué podía hablar con él después de que la última vez estuvieron liados a golpes hasta que los chicos los separaron.
Eran hermanos, era tonto que sintiera que no podían hablar y ser sinceros el uno con el otro. Al menos por teléfono lo hicieron, pero entendía que al no ser una conversación cara a cara, ninguno de los dos se sentía cohibido. En aquellos momentos, sentía que a pesar de todo lo que Yunho le hubiera contado sobre él, no sabía nada de su hermano y su hermano de él mucho menos.
Andrée suspiró mientras esperaba que el reloj diera paso a otra hora sin dormir, quería que ya fuera la hora de ver a su hermano y poder sacar por fin aquella sensación de ahogo que tenía. De repente, su celular sonó.
  —  ¿Aló?  —  respondió sin verificar la persona que llamaba.
  —  Tú tampoco puedes dormir.  —  la voz de Jaejoong le llegó a los oídos y sólo pudo sonreír.
  —  No, no puedo… creo que estoy algo nervioso por verte.  —  reconoció Andreé con una sonrisa.
  —  Entonces somos dos… y yo se supone que debo estar en una fiesta, ¿Sabes?  —  Jaejoong usó un tono divertido.  —  y se supone que debo ir a dormir para levantarme mañana temprano.  —  añadió.
  —  ¿Y qué quieres que haga?  —  preguntó Andreé con una sonrisa irónica.
  —  Podemos hablar ahora. Puedo pasar a buscarte donde estés.  —  sugirió el mayor.
  —  Impaciente.  —  respondió a su hermano incorporándose para buscar una chaqueta.
  —  Dime en qué hotel te hospedas.  —  le pidió sabiendo que su gemelo había aceptado, porque los dos necesitaban acabar con aquella distancia que tenían y que no debía existir entre ellos.
Y ahí se encontraban, sentados uno frente al otro en la mesa del comedor del departamento del  mayor de ambos. Era casi como verse reflejado en un espejo. JaeSun tenía una taza de café entre sus manos, mientras Jaejoong lo miraba fijamente.
Habían hablado de muchas cosas, de los padres de JaeSun, de sus amigos, de su vida en Estados Unidos. Jaejoong habló de sí mismo como no lo hacía con nadie, como no abría su alma y su corazón ante nadie. Entre un coreano pausado y mezclado con inglés, se habían entendido más con minutos de silencio y sonrisas que resultaban cómplices y muchas veces se complementaban. En realidad, era como recuperar la mitad que les hacía falta.
  —  Te cortaste el cabello.  —  observó Jaejoong con una sonrisa.
  —  No quería parecerme a ti aún más.  —  dijo su hermano menor con una sonrisa algo irónica.
  —  ¿Cómo fue? ¿Cómo fue que Yunho dio contigo?  —  preguntó el mayor. Quería saber cómo se habían encontrado, cómo era que Yunho había reaccionado al verlo, al ver el enorme parecido entre ambos.
Su Dongseng rió y le miró directamente a los ojos.
  —  Es la persona más poco sutil que he conocido en mi vida.

Flash back
Estaba sentado en la cafetería del Campus, peleando por cómo quedaría la redacción de aquel último capítulo de su tesis. Se rascó la cabeza para después girar el cuello para desentumirse. Había estado trabajando varias horas seguidas en el escrito y estaba por terminar, cuando sintió algo en su espalda. Como si alguien le estuviera mirando fijamente. Giró el rostro y se encontró los ojos color café de aquel chico asiático que no le quitaba la vista de encima, se hallaba sentado un par de mesas más allá, con un refresco frente a él.
Era atractivo o al menos eso le parecía, pues varias chicas que pasaban junto a él le sonreían como tontas y cuchicheaban entre ellas, sin embargo, el otro chico ni siquiera les prestaba atención. Sólo estaba ahí, mirándole.
Andreé giró el rostro y siguió concentrado en su trabajo, pero aquella mirada lo inquietaba, le hacía sentir incómodo, como si le estuviera estudiando cual bicho al microscopio. El joven se levantó molesto y fue a encarar al tipo que ya lo tenía harto.
  —  Bueno ¿Qué demonios quieres? ¿Tengo monos en la cara o qué? ¿Qué te traes?  —  estaba estresado, a punto de estallar. Su fecha límite para entregar la tesis concluía al día siguiente al medio día y tenía que llevarlo a imprimir todavía. El estrés le había llevado a reaccionar así.
  —  ¿Eres Andreé Carter, Cierto?  —  preguntó el moreno con aquel acento extraño en su voz, sobre todo al pronunciar la  R.
Y el joven retrocedió un paso, un poco a la defensiva ¿Cómo sabía su nombre aquel extranjero?
  —  Sí… ¿Algún problema?
  —  ¿Sabes que eres adoptado?
Fin Flash Back

Jaejoong se cubrió el rostro con ambas manos, imaginando la escena.
  —  Estuve a nada de tirarle un golpe al rostro. Que dé gracias que mis padres me habían hablado de mi adopción, sino… no puedo creer que Yunho sea una persona con tan poco tacto.  —  se quejó el pelinegro con una sonrisa en los labios.
  —  No tienes idea… y eso que aún no lo conoces del todo.  —  respondió a su hermanito con una mueca en su rostro.
  —  Aún no entiendo cómo fuiste a enamorarte de él…  —  se preguntó Andreé en un murmullo.
  —  Yo tampoco.  —  reconoció el castaño tal vez un poco avergonzado de reconocer un amor que ni siquiera ante sus mejores amigos ha admitido.  —  ¿cómo sabes… cómo te enteraste que yo…?  —  quiso preguntar.
  —  ¿Alguna vez has sentido que tienes un sentimiento en tu pecho que no te pertenece? ¿Qué si estás físicamente solo en una habitación, hay alguien más a tu lado abrazándote? ¿O que te sientes triste o alegre por alguien más sin saber quién es esa persona o por qué te sientes así?  —  Jaejoong asintió con un movimiento de cabeza.  —  Yo también lo siento, Boo.  —  dijo recordándole el mote que Yunho le había puesto ¿Hacía cuanto tiempo que no escuchaba?  —  sé que tú querías escucharlo, por eso lo dije, tal vez no era de mi voz de la que querías oírlo, pero al menos te lo dije…  —  le explicó.  —  aquella mañana en SM ENT sentí lo que tu sentías. Esa desilusión, ese desamor… era en parte por eso que estaba enfadado, porque reflejaba también tu enojo y el mío, muchas cosas de las que te dije eran reflejo de lo que tú sentías.  —  añadió.
Jaejoong sintió cómo aquello que decía su hermano era verdad, pues muchas veces su enojo había llegado a grandes escalas sin entender por qué o se sentía alegre a pesar de que no hubiera sucedido nada especial.
  —  ¿Sabes que le temo a las alturas?  —  preguntó JaeSun con un tono de voz un poco avergonzado.
Jaejoong sonrió al responder.
  —  No me gusta subir ni a un tercer piso, siento que me mareo con sólo mirar para abajo.  —  respondió el castaño igual de avergonzado que su gemelo.
  —  Es el colmo que hasta subir a un avión te den esas extrañas   — cosas  —  en el estómago…  — argumentó Andreé.
  —  Sobre todo cuando se está elevando o cuando aterriza…  —  completó Jaejoong.
  —  ¡ES HORRIBLE!  —  dijeron los dos al mismo tiempo para después romper a reír.
  —  Incluso tenemos la misma fobia…  —  señaló Jaejoong.
  —  Síp… se supone que somos gemelos ¿No?  —  añadió divertido JaeSun
De repente un sonido en la puerta se escuchó.
  —  ¿Serán los chicos? ¿Tan temprano?  —  se preguntó Jaejoong levantándose para ver la hora en el reloj que tiene en la cocina, dejando a su hermano solo en el comedor.
  —  Hyung, que bueno que estás de pie y listo.  —  le dijo Junsu entrando de la mano con Yoochun quien lo abrazó por la cintura pegándolo a su cuerpo.
  —  Sí, Umma ¿Qué hay para comer?  —  le preguntó al pelinegro y este rió.  —  ¿Qué es tan gracioso, Jae?  —  preguntó Yoochun confundido.
  —  Sí, son tus amigos, JJ. Y es mejor que vengas antes de que tu hijo vuelva a llamarme mamá…  —  le dijo a su hermano en inglés para luego soltar la carcajada.
Yoochun se le quedó mirando sorprendido.
  —  ¿Tú eres?
Pero no pudo completar la frase al ver salir a Jae de la cocina.
  —  Chicos ¿Qué hacen aquí tan temprano? Se supone que no nos veríamos hasta el medio día.  —  les dijo el mayor con una sonrisa, acercándose a ellos.
Fue entonces que se dieron cuenta de las leves diferencias entre los hermanos, pues Jaejoong aún llevaba su cabello castaño, mientras su gemelo lo tenía de su color natural y un poco más corto que el del mayor.
  —  ¿Temprano? Son casi las 12, Umma…  —  le dijo Yoochun saliendo de su sorpresa.
  —  ¿Tan tarde ya? Creo que ese maldito reloj se ha descompuesto.  —  respondió frunciendo el seño.
Los dos hermanos se habían pasado toda la madrugada y la mañana hablando y aún así sentían que no habían terminado, que aún les faltaban muchas cosas. Jaejoong suspiró.
  —  JJ ¿Quiénes son tus amigos?  —  preguntó su gemelo como si en realidad no supiera quiénes son.  —  aunque ya he tenido el… bueno, nos hemos visto antes, pero no hemos sido presentados, y creo que la última vez no se quedaron con una muy buena impresión mía.  —  añadió recordando la escena de la pelea.
El mayor se sonrojó, había pasado por alto la presentación de su hermano, pues los muchachos sabían perfectamente quién era, pero aún no lo había reconocido formalmente… hasta aquel momento.
  —  Chicos… Eto… emmm… él es… Andreé Carter, mi hermano… Gemelo.  —  y aún se le hacía difícil asimilar lo último a pesar de haber pasado casi toda la noche hablando con él.
El otro chico se levantó e hizo una reverencia ante los muchachos frente a él.
  —  Es un placer conocerlos…  —  dijo en un bastante buen coreano, como pocas veces lo podía lograr.  —  si se les hace más fácil, JaeSun estará bien para que puedan llamarme.  —  pidió el joven mirando a su hermano.
  —  Hablas bien el coreano…  —  dijo Junsu temiendo que para entenderse con el chico tendría que utilizar el inglés, idioma para el cual no es muy bueno que digamos.
  —  Yunho y Changmin ah se encargaron de enseñarme bastante bien…  —  respondió con una sonrisa y de repente deseó haberse mordido la lengua al ver la cara de tristeza de los tres.  —  lo lamento… sé que están atravesando por un mal momento…
  —  Malo no es precisamente el concepto correcto.  —  Señaló Yoochun con una sonrisa.  —  My name is Yoochun Park. Nice to meet you.   le dijo en inglés con una sonrisa.
  —  Me too…  —  respondió el gemelo con una cálida sonrisa, tan idéntica a la de su  Soulmate que casi podía asegurar que era él mismo.
  — Annyoung Seioh, Kim Junsu Ibida.   dijo el menor con una sonrisa y algo cohibido por no poder expresarle su bienvenida al chico en su natal inglés.
  —  Es un gusto conocerte también, Junsu Sshi.  —  le dijo devolviéndole el saludo.
  —  Disculpa que te pregunte, pero… podrías decirnos…  —  y fue el siempre inoportuno delfín, quien se atrevió a despejar la duda que los tres tenían.
  —  Están bien… extrañándolos… pero bien. Al menos hasta donde yo sé.  —  recalcó lo último pues hacía ya casi 3 semanas que no veía a los chicos y a pesar de que mantenía contacto con ellos vía Messenger o mensajes de texto por celular, era muy distinto a cuando estaba ahí.
  —  Será mejor que me dé una ducha…  —  la voz de Jaejoong se escuchó quebrada, pero no quería hablar de ellos que sus sentimientos terminen por aflorar finalmente.  —  aún tenemos cosas que hacer antes de ir al DOME.  —  señaló el mayor con una sonrisa cansada.
  —  Pero, Hyung…  —  era la primera vez que su hermano lo llamaba así… y no podía negar que le agradaba.  —  Hyung, no has descansado para nada en toda la noche.  —  le regañó.  —  no puedes hacer eso. Puedes enfermar.
  —  No te preocupes, JaeSun… todo está bien. Estoy acostumbrado.  —  y se dirigió a su habitación para ir a ducharse, buscando que su cansancio menguara con la frescura del agua.  —  ¿Está bien si pueden hacerle compañía un rato?  —  preguntó a sus compañeros.
  —  Sure, no problem.  —  aseguró el ratón con una sonrisa.
  —  Y dime, JaeSoong  Sshi… ¿Puedo llamarte JaeSoong?  —  preguntó Junsu con una sonrisa traviesa.  —  bueno… es que eres el gemelo de Hyung y tu nombre debe sonar parecido al de él, así que JaeSoong suena mucho mejor que sólo  JaeSun…  —  explicó el delfín  mientras lo llevaba al sofá.
  —  JaeSoong está bien.  —  dijo algo cohibido por el comportamiento del chico y pudo sentir cierta mirada sobre de él ¿Por qué siempre tendían a mirarlo como si él fuera la causa de los grandes problemas del mundo? Ese era el efecto que causaba, según cierta persona había dicho.  —  Pero pueden tutearme, por favor ¿Yo puedo tutearlos a ustedes?  —  preguntó con cierta precaución, pues la mirada de Yoochun sobre él le advertía de tener cierto cuidado en brindarle confianza al jovencito que tenía sentado a un lado de él en el sofá. Algo le decía que no quería enfrentar la   — Cólera del Dragón  —  de Park   — Micky  —  Yoochun.
  —  Por mí está bien ¿Qué dices tú, Chunnie?  —  dijo divertido el menor con una sonrisa al mismo tiempo que tendía una mano y llamaba a su ratón a sentarse en el posabrazos del sofá, justo tras él. Conocía ese gesto de incomodidad en su pareja cada vez que le prestaba más atención a otra persona que a él.
  —  Si a ti no te incomoda, por mi tampoco hay problema.  —  respondió Micky con una sonrisa mientras tomaba asiento tras Xiah, quien posó su brazo sobre el muslo de Yoochun, detalle que no pasó desapercibido para el gemelo.  —  y si tampoco a ti te importa que te llamemos JaeSoong, entonces déjame unirme a  Junsu.  —  no quería que su niño tuviera nombres especiales para otras personas que no fueran él.
  —  Por supuesto, Yoochun ah. No hay ningún problema por eso.  —  respondió el chico.
  —  Entonces JaeSoong ah… ¿Vendrás con nosotros al concierto?  —  le preguntó el delfín con una sonrisa al escuchar que Yoochun soltaba un suspiro de alivio al ver que el mayor no mostraba mayor interés por Junsu que el de la amistad.
  —  ¿Concierto?  —  preguntó el pelinegro con duda, pues Jaejoong no le había platicado nada.
  —  Sí, estamos dando un par de conciertos en el Tokio Dome.  —  dijo el delfín un poco cohibido.  —  deberías venir y ver a tu hermano en acción.  —  y rió de aquella manera especial, esa risa de delfín de la que varias veces había escuchado a Yunho y Changmin hablar.
  —  Sí, bueno… ¿Por qué no?  —  respondió el chico con una sonrisa.

1 comentario :

  1. Se descubrieron todo y lo que les falta a Jae y su hermano, y lo mejor es que ya se quieren, después de su primera mala impresión.

    Gracias!!!

    ResponderEliminar