MAYO 2010
El aeropuerto de Seúl era un hervidero de gente como siempre. Unos iban,
otros llegaban, unos corriendo, otros desesperados, otras buscando entre los
reunidos para abordar los aviones rostros conocidos.
— ¿Tienes la cámara? — preguntó a su compañera. Las dos chicas de
piel clara y cabello negro estaban caminando entre la gente.
No eran más que un par de fanáticas, buscando a sus artistas favoritos
llegando al aeropuerto y no perderían la ocasión para tomar fotos, pedir
autógrafos y algo más.
— Lista para todo lo que
necesitemos… — le respondió mostrando la cámara
encendida. — también traje otra batería por
si acaso se nos termina.
De repente, su atención se centró en dos chicos que estaban caminando
muy juntos por los pasillos. Uno iba vestido con un pantalón negro y una
chamarra a juego, ambos combinaban con su cabello y sus ojos, era sumamente más
bajo que el chico que lo tomaba de la mano, parecía que iba distraído, miraba
para todos lados como si no conociera el lugar, sin embargo, los rostros de
ambos chicos no podían pasar desapercibidos.
— ¿Viste lo que vi? — dijeron al mismo tiempo mirándose.
— ¿Serán?
— Por supuesto que son ellos. — le regañó.
— somos cassiopeias, podemos reconocerlos en
cualquier lado. El de negro es Jaejoong Oppa
y el que le toma la mano y lleva chamarra azul es Yunho Oppa.
— de repente se dieron cuenta
de lo que dijeron y se miraron de nuevo.
— ¡el YunJae!
— y salieron corriendo tras
ellos.
Yunho trataba de que pudieran pasar desapercibidos, lo tenía de la mano,
pues el joven miraba para todos lados y se distraía. El más alto sonrió para
luego mirarlo. El rostro fino de su acompañante le encaró y una sonrisa sincera
curvó sus labios.
— Camina junto a mí… no te
separes o te perderás. — le advirtió con preocupación.
El pelinegro asintió y se pegó un poco más a él.
— No te preocupes… Yunho ah… lo
haré. — dijo el joven en un coreano
pausado, como si pensara palabra por palabra lo que debía decir.
U-know le sonrió en respuesta, no podía evitar que su corazón diera un
brinco al mirar aquellos grandes ojos negros. Su corazón le decía una cosa,
pero su mente trataba de concentrarse, recordándole que no pertenecían a la
persona que él deseaba abrazar en aquel momento, que estuviera con su mano
entre la suya, que estuviera pegado a su cuerpo. Sin embargo, el extremo
parecido le hacía sentir, por un momento, que las cosas no habían cambiado.
Llegaron a la banda transportadora del equipaje y se detuvieron para
tomar el suyo, cuando…
— ¡Sí, son ellos! — gritó una de las chicas que los habían
seguido. — ¡Yunho Oppa, Jaejoong Oppa!
— les señaló gritando
eufórica y atrayendo la mirada de la mayoría de las personas que estaban ahí
esperando el equipaje.
Yunho las miró pasmadas, mientras su acompañante sonrió un tanto
cohibido por la atención que le ponían.
— JaeJoong Oppa se puso extensiones
y se tiñó el cabello con luces rubias… ¡Se ve tan lindo! — le señaló la otra chica.
¡Maldita sea! ¿Qué las cassiopeias no tenían otra cosa qué hacer más que
acampar en el aeropuerto esperándolos para ¿cazarlos? Fue entonces que el
moreno se dio cuenta de la cámara que tenían entre las manos y que la gente no
tardó en — reconocerlos — por lo que rápidamente jaló al sorprendido
pelinegro, quien sonreía amable al par de chicas, para llevárselo del lugar
antes de que los flashes de las cámaras comenzaran.
— ¡Hey! ¡Wait a minute, man! My…
— There´s no time. — Yunho
interrumpió la protesta de su acompañante. El joven lo guió, corriendo por los
pasillos del aeropuerto, con las cassiopeias pisándole los talones. — Te han confundido con Jaejoong ¿No entiendes?
Si han logrado tomar fotos, estaremos en problemas. — le
explicó y el otro joven asintió siguiéndole el paso.
El moreno no le había soltado la mano y sin hacerlo, sacó su celular y
marcó el primer número de la lista, el que alguna vez fue el de su — mejor
— amigo Jae, pero ahora, otra voz
le respondió.
— Dime… — era Changmin quien contestó después del
segundo timbre.
— ¿Dónde estás? — le preguntó sin dejar de buscar la manera de
escapar de sus fans.
— ¿Lo traes contigo? — preguntó su interlocutor en tono curioso.
— Si, Min… él está conmigo, pero
nos descubrieron unas chicas. ¡Tengo que sacarlo de aquí, ya! — le apuró.
— De acuerdo, de acuerdo, estoy
por llegar al aeropuerto. Les veo en la zona de descarga, en el lateral. Voy a
pegar y se suben rápidamente… presté un auto, así que no nos reconocerán. — aclaró el más joven antes de colgar.
— Vamos. — le dijo a su acompañante, buscando la manera
de escabullirse del lugar. Hasta que una idea le cruzó por la cabeza al ver a
un grupo de turistas alemanes, que por su estatura podrían servirles de
camuflaje. — por aquí. — Siguió llevando al otro, quien se dejaba
conducir por él sin oponer resistencia. — después mandaré por el equipaje. — le
aclaró en inglés, una vez que pudieron evadir a sus perseguidoras.
— ¿Así que a esto te referías al
mencionar a Dong Bang Shin Ki? Ya veo el furor que causan. — dijo el pelinegro con una sonrisa en su
natural inglés. Yunho le respondió a la sonrisa y le hizo salir al frío viento
de Seúl.
Un auto color negro de vidrios polarizados estaba estacionado a unos
metros de ellos, tocaron el claxon para llamar su atención. Yunho se encaminó
hacia él, para abrir la puerta trasera y ayudar a su acompañante a subir al
asiento trasero. Luego fue a sentarse al asiento del copiloto, junto a Changmin,
quien conducía.
El joven encendió el auto y rápidamente salió del estacionamiento, fue
entonces que U-know pudo respirar tranquilo, pues esperaba que ninguna de las
chicas hubiera tomado una foto clara de sus rostros.
Mientras, Max miraba por el espejo retrovisor al chico sentado en la
parte trasera del auto. Su rostro estaba serio, miraba por la ventana con
curiosidad, como si jamás hubiera visto el lugar o estado en Seúl. Sus ojos
negros por fin se posaron sobre él e hizo una mueca para luego sonreír, esa
misma sonrisa que hacía que miles de fanáticas cayeran a sus pies, y sin
embargo, no era la misma. Era la misma nariz pequeña, los mismos labios
rosados, la misma tez de porcelana, era él… y a la vez… no lo era.
— Yunho ah. — la voz que le llegó pudo sonar un poco rasposa
al principio, pero era idéntica, aunque perteneciera a otra persona. — tu amigo… me mira como… como si fuera un bicho
raro. — dijo divertido con su coreano pausado.
El aludido salió de su ensoñación en ese momento, tan distraído estaba
que había pasado por alto el presentar a ambos chicos. El moreno se acomodó y
giró a ver al pelinegro.
— Lo lamento… — se disculpó para luego continuar.
— ya te había hablado de él… Changmin… Shim
Changmin. — después se giró a su Dongseng y con una
sonrisa un poco cansada le dijo. — Min… te presento a Andreé Carter… el hermano
gemelo de Jaejoong. — dijo el chico sin aún creer plenamente en lo
que afirmaba.
— Es un placer conocerte, Shim
Changmin Sshi. — le dijo el pelinegro con una
sonrisa.
Y Changmin creyó estar viviendo un dejavú.
Oh me e quedado sorprendida Jae tiene un gemelo eso si que fue sorpresa y yo que creía que Jae estaba en peligro ahora que aran con el
ResponderEliminarGracias
Su gemelo de Jae, pero porque viene con Yunho y lo sabrá Jae? Que interesante.
ResponderEliminarGracias!!!