— Vuelve
a explicarnos lo que ha ocurrido, Jaejoong.
De
repente, Lee Donghae se había puesto una coraza de acero. Estaba apoyado en el
escritorio del despacho del dueño del restaurante, al que habían llevado a Jaejoong
después de que se postrase al lado de Yunho.
A
su lado estaba la mujer del vestido rojo, cuya mirada era de hielo.
— No
puedo explicarlo — contestó él, todavía
impresionado por lo que había ocurrido.
— Te
tiraste sobre él — describió Donghae. A él
le temblaron los labios, todavía no podía olvidarse de esos horribles segundos
durante los cuales había pensado que Yunho se había caído muerto a sus pies.
Porque
le había deseado la muerte muchas veces en los últimos seis años.
— Tú
también lo hiciste — contestó, mirándose
la mano derecha, que había puesto sobre su pecho y había notado que le latía el
corazón.
— Yo lo
conozco, tú, no — argumentó Donghae — .
O eso creíamos —
se corrigió — Habló
contigo…
Jaejoong
cerró los ojos y recordó el momento en que Yunho había abierto los suyos y lo había
mirado.
— Jaejoong…
Hananim-ui eomeoni … —
había susurrado antes de volver a cerrarlos. Había sido entonces cuando Donghae
lo había apartado de él.
— Por
favor — dijo él con ansiedad — ¿Podéis ir alguno a ver cómo está?
— Lo
llamaste U-Know — continuó Jung Krystal,
ignorando su ruego — Nadie
lo llama U-Know. Lo odia. Todo el mundo sabe que se enfada cuando lo llaman
así. ¿Por qué tú, que se supone que eres un extraño para él, lo hiciste?
Jaejoong
sonrió débilmente. No sabía que Yunho odiase su nombre, él mismo le había dicho
que se llamaba así.
— Llámame U-Know. ¿Me permitirías que te
invitase a comer? ¿O a un café? Si no, me quedaré aquí a adorarte en silencio…
— le había dicho.
— Os
conocéis — insistió Krystal — Me fijé en tu sorpresa al verlo nada
más llegar. Y Yunho también reaccionó al verte a ti.
Jaejoong
hizo un esfuerzo para levantar el rostro y mirarlos a los dos. Se sentía molesto.
Su actitud de superioridad lo ponía furioso.
— No
tenéis derecho a interrogarme —
protestó.
— No
te estamos interrogando — replicó Donghae — sólo nos preocupa lo que ha ocurrido y…
— Es
curioso — dijo él, sintiéndose de nuevo
fuerte — pero no voy a tener
esta conversación con vosotros. Y me impresionaría más vuestra preocupación por
U-Know si estuvieseis ahí fuera con él en vez de aquí, conmigo.
— Ya
están ocupándose de Yunho… — intervino Krystal,
enfatizando su nombre.
— ¿Cómo
lo sabes? ¡Deberías estar averiguando qué le ha pasado!
— Eso
estamos haciendo…
— No.
Estáis intentando sonsacarme una información que no tenéis derecho a pedirme.
¿Estaba borracho? — Preguntó en tono
ácido — ¿Se ha vuelto un
borracho, además de un…?
— ¿Además
de qué? — preguntó otra voz desde detrás de
él.
Jaejoong
se giró y vio al aludido en la puerta del despacho. Se le secó la garganta.
Tenía
un aspecto horrible. Seguía pálido y sus ojos estaban demasiado oscuros.
— ¿Estás
bien? — le preguntó, sin poder evitarlo.
Él
no contestó. Apretó los labios y apartó la mirada de él para dirigirla a sus
dos ayudantes, les hizo salir de allí con un gesto de cabeza.
— Control
de daños — los instruyó — . Desfase horario, migraña… Poned la
excusa que queráis, pero que suene convincente —
añadió — Y luego encontradme
una salida sin público.
La
puerta se cerró tras de ellos y a Jaejoong le sorprendió la obediencia con la
que Donghae y Krystal habían acatado sus órdenes. Si Jung Krystal era su
amante, debía de ser una amante muy servil para permitir que la tratasen así.
Yunho
lo miró y él levantó la barbilla. Estaba arrepintiéndose de haberle preguntado
cómo se encontraba, porque era evidente que estaba muy bien. Y si estaba allí,
mirándolo así, era porque iba a echarle una buena reprimenda.
La
tensión reinaba en el ambiente, generada sobre todo por su actitud desafiante.
Y él seguía sin hablar, se limitó a recorrerlo con la mirada, como si la
estuviese diseccionando.
Jaejoong
se preguntó cuántos años tendría. ¿Treinta y dos? ¿Treinta y tres? Si no le
había mentido acerca de su edad seis años antes, debía de tener treinta y tres,
aunque en esos momentos parecía mayor.
Y
tampoco parecía tan elegante como un rato antes, con la camisa abierta y la
corbata aflojada.
— No
has contestado a mi pregunta. -
Jaejoong lo miró a los ojos con frialdad.
— No
tengo nada que decir.
— Al
parecer, tenías mucho que decirles a mis ayudantes.
— ¿Eso
piensas? ¿Entonces por qué no vas a pedirles respuestas a ellos y te ahorras
tener que hablar conmigo?
Hubo
un breve silencio, él entrecerró los ojos.
— Eres
muy hostil — murmuró por fin.
— Sí,
¿verdad? — Admitió él — ¿No crees que tengo motivos para serlo? -
Para su sorpresa, él le dedicó una atractiva sonrisa.
— A
decir verdad, no estoy seguro.
Él
apretó los labios, sorprendido por su respuesta, y esperó a ver por dónde iba
aquella conversación. Había esperado verlo enfadado. Había esperado que lo
amenazase. Seguro que no quería que se supiese la verdad acerca de ambos,
porque eso mancharía su inmaculada imagen.
— Mira —
le dijo, cuando no pudo soportar más el silencio — ninguno de los dos quiere tener esta confrontación. U-Know. ¿Por qué no
te apartas de la puerta y me dejas salir?
— U-Know —
repitió él, y después rió. Luego se frotó la frente y puso de nuevo cara de
dolor.
— Creo
que será mejor que te sientes —
le recomendó Jaejoong.
— Humm —
respondió él sin moverse de la puerta. Él tomó una silla y se la puso delante.
— Toma —
le dijo — Siéntate antes de
que vuelvas a caerte.
Él
se tambaleó y tuvo que agarrarlo del brazo. Lo dejó que lo ayudase a sentarse.
— Lo
siento — se disculpó mientras Jaejoong
apartaba la mano de su brazo. Él no dijo nada.
— No
estoy bebido.
— Bien —
respondió él — Da
igual… — añadió con indiferencia.
— No
bebo alcohol. Si me has observado esta noche, habrás visto que he estado todo
el tiempo con la misma copa de vino, hasta que se ha caído al suelo, al mismo
tiempo que yo — añadió en un tono
mordaz que pareció volver a darle algo de energía.
Seguía
teniendo muy mal aspecto.
— Entonces
es que estás enfermo — comentó Jaejoong — y, en ese caso, tienes que ir al
médico.
— Sí —
admitió él — Lo
haré después de que hablemos…
— No
tenemos nada de qué hablar.
—
Me conoces, ¿verdad? —
Insistió él — pero,
por algún motivo, prefieres negarlo.
— ¿Qué
es esto? — Preguntó Jaejoong enfadado — ¿Estás jugando conmigo?
— Te
prometo que no es ningún juego —
contestó él muy serio después de ponerse en pie — Me hablas como si fuese tu enemigo. ¿Qué intentas ocultar?
— ¿Qué
yo intento ocultar algo? — Repitió él abriendo
los ojos como platos — Vamos
a dejar las cosas claras, U-Know. ¡Tú me dejaste! ¡Tú me diste la espalda!
Cuando no has tenido elección, me has saludado como a un completo extraño y
hasta has tenido el valor de preguntarme sin nos conocíamos.
— ¡Así
que nos conocemos! — exclamó él
acercándose más.
Jaejoong
empezó a temblar porque estaba demasiado cerca, y porque lo conocía muy bien.
Podía sentirlo, olerlo, hasta saborearlo. A pesar de que habían pasado seis
años, no había cambiado nada, sobre todo, porque desde entonces no había
permitido que ningún otro hombre se le acercase.
— Retrocede —
le pidió, cerrando los puños. Él pareció no oírlo, estaba recuperando el color
de la cara.
— Me
conoces — insistió, como si aquello fuese
un gran avance — ¡Necesito
saber de qué me conoces!
— No
lo conozco, don Jung Yunho — replicó él — ¡Aunque hace tiempo conocí a un cretino
que se hacía llamar Lee U-Know.
Ya
estaba. Ya lo había dicho.
— ¿Contento?
Aunque no entiendo para qué querías que admitiese algo que ambos preferiríamos
olvidar. Ahora, apártate antes de que empiece a pedir ayuda a gritos.
Él
avanzó un paso más y luego le dio la espalda.
— My
good — murmuró — Lo
sabía.
— ¿El
qué sabías? — le gritó Jaejoong.
— Que
nos conocíamos.
— Ésta
es la conversación más absurda que he tenido en toda mi vida.
— No
lo entiendes… — dijo él, mirándolo de
nuevo — Yo no me acuerdo de
ti.
— ¿Cómo
le atreves a decirme eso? - Él frunció el ceño.
— Comprendo
que estés confundido. Por eso le he dicho que teníamos que hablar.
¿Hablar…?
Jaejoong rió con desdén.
— Teniendo
en cuenta la facilidad con la que mientes, U-Know, me parece que hablar contigo
es una pérdida de tiempo.
— ¡No
miento!
— Entonces,
cuando me prometiste que volverías a buscarme, ¿tampoco mentiste? ¿Ni cuando me
dijiste por teléfono que no me conocías, tampoco?
— ¿Eso dije…? —
se había vuelto a poner pálido.
— Déjame
tranquilo — le pidió — Tal vez hace unos años habría sido un
blanco fácil para ti, pero ya no lo soy.
— No
puedo creer que le dijese algo tan cruel —
comentó él — Yo
no hablo así a nadie.
— Pues
a mí, sí — insistió Jaejoong apretando los
labios y apartando la mirada de él — Ahora,
¿puedo marcharme o hay algo más de lo que quieras hablar conmigo?
— Nadie
ha intentado impedir que te marches —
contestó Yunho.
Jaejoong
notó que había tensión en su voz y cometió el error de volver a mirarlo.
Se
estaba tocando la frente de nuevo.
— Gracias —
respondió con frialdad, dirigiéndose a la puerta.
Dos
segundos más tarde estaba al otro lado, con los ojos cerrados y el corazón
latiéndole a toda velocidad. Tenía la sensación de que U-Know había vuelto a
desmayarse, pero no podía quedarse a comprobarlo.
Abrió
los ojos y se dio cuenta de que el restaurante se había vaciado mientras él
estaba en aquella pequeña habitación. Oyó murmullos provenientes del hueco de
la escalera e imaginó que todo el mundo había vuelto a bajar al bar.
Fue
hacia las escaleras, tragó saliva e intentó hacer acopio de valor antes de
hacer frente a la curiosidad de toda su empresa.
No
podía bajar y enfrentarse a todo el mundo. ¿Qué iba a decirles? ¿Qué se
conocían? Y que al recordarlo el nuevo jefe había bebido tanto vino que se
había caído.
También
le había mentido en eso. ¿Cómo si no podía desmayarse un hombre fuerte y sano
como él?
—
Hay otra salida —
murmuró Yunho a su espalda.
Jaejoong
se dio la vuelta y sintió calor. Yunho había salido del despacho sin que lo
oyese y estaba cerrando la puerta. Él volvió a ponerse a la defensiva al verlo
de nuevo diferente, volvía a ser el dueño de la empresa. Hasta se había
abrochado la camisa y ajustado la corbata. Se le secó la boca al recordar cómo él
misma se la había puesto la mañana que se había marchado a Seúl, seis años antes.
—
¿Cómo lo sabes? —
balbució.
—
He hablado con Donghae —
contestó él, acercándose a donde estaba él — Sígueme si prefieres marcharte sin que te vean. Es por aquí…
- Jaejoong dudó un segundo.
—
¿Vienes o no?
Él
se había parado delante de una salida de emergencia en la que Jaejoong no se
había fijado antes. A regañadientes, lo siguió, consciente de que no podía
enfrentarse a sus compañeros. No sabía cómo iba a hacerlo cuando tuviese que
volver al trabajo dos días después, el lunes.
Yunho
empujó la barra que bloqueaba la puerta y ante ellos apareció un estrecho tramo
de escaleras iluminado por una tenue luz de emergencia.
—
Ten cuidado con esos
zapatos — le advirtió — Estas escaleras son estrechas y
empinadas.
Con
los labios apretados, Jaejoong lo dejó pasar delante y luego lo siguió,
aferrándose a la barandilla con fuerza.
Al
final de las escaleras había un pequeño vestíbulo. Al llegar a él. Yunho se
giró y le tendió una mano.
—
No seas remilgado. No llevo
veneno en la punta de los dedos y el último escalón se mueve. No creo que esta
salida cumpla con las normas de seguridad.
Jaejoong
le dio la mano.
Sus
dedos fuertes y calientes apresaron los de él, fríos y delgados. Otra corriente
eléctrica lo golpeó, como cuando se habían dado la mano la primera vez. Jaejoong
se concentró en los escalones y al llegar abajo se quedó tan cerca de él que su
pecho le rozaron la solapa de la chaqueta. Al intentar apartarse, se torció un
pie.
Él
le puso la otra mano en la espalda para sujetarlo y, de repente, sus cuerpos
chocaron. Jaejoong no pudo evitar gemir y mirarlo a los ojos. Vio deseo en
ellos.
Intentó
tragar saliva, pero separó los labios y dijo algo que ni él mismo pudo
entender.
Él
sí lo entendió, porque respondió en un susurro.
—
No me extraña que me esté
costando tanto trabajo.
Jaejoong
iba a preguntarle qué quería decir, pero no le dio tiempo. Él bajó la cabeza y
lo besó apasionadamente.
Continuara
\\(^_^)//...
Niñ@s un comentario no
les cuesta nada….
Gracias…
que emoción Yunho lo beso y Jae en la luna
ResponderEliminarno entiendo que abra pasado para que Yunho no recuerde a Jae pero su subconsciente si que lo recuerda y lo añora
y Jae muy confundido por lo que esta pasando espero que no se enoje y reaccione mal Jae
que hablen para que Jae pueda entender que fue lo que paso y por que Yunho esta así con el
Gracias me encanta y esperare por mas
Gracia x la actu asu uhmm yun perdio la memoria uhmm puede ser y bueno du mente no recuerda pero su corazon sii rl si recuerda a jae gracias x la actu
ResponderEliminarOmg....creo q ahora si ....enserio. Yunho esta enfermo, algo le paso, porq el en verdad no recuerda a Jae, sin embargo le inquieta y atrae <3 ..... Y csm ya se lo beso awwwww...........tienen q aclarar las cosas. Jae merece saber q diablos paso....y ademas Yunho debe saber que tiene dos criaturitas con Jae. Mil gracias linda <3
ResponderEliminarSi, la verdad esta enfermo, pero todo saldra bien. Tu tranquila ^,~
EliminarGracias por la actualización ¡¡¡¡ espero la siguiente para saber que pasa con ese par y vaya el beso no me lo esperaba para nada ¡¡¡ =)
ResponderEliminarOjala solucionen todo y nos den momentos de romanticismo ....y alegría familiar con los gemelos ¡¡¡
Estoy confundida pero se besaron eso es bueno supongo, creo que lo mas logico seria suponer que Yunho perdio la memoria verdad?.
ResponderEliminarMe encantó esta adaptación!
ResponderEliminarGracias por compartir tu tiempo con nosotras...estaré esperando la próxima actualización
Es un placer compartir estas historias con ustedes. Gracias por el comentario. Actualizare pronto ^_^
EliminarHola llevaba siguiendo sin comentar tu blog desde hace tiempo, me alegra que lo pusieras en publico y estoy agradecida con tu esfuerzo por mantenernos entretenidas 💜
ResponderEliminarEstoy impaciente, esta historia me tiene intrigada, ojala actualices pronto, saludos, esperó estés bien 💜💜
Michelle muchas gracias por el comentario. Me alegra el ver que te animaste a dejar tu valioso comentario en el blog, eso me alegra mucho. Un abrazo
EliminarWaaaaaa!!! Yunho baka!!! XD
ResponderEliminarLa tensión es tal que se puede cortar un cuchillo jejeje...beso!!!! Aaaaw me derrito ^w^
Besooo..! <3 <3
ResponderEliminarQue clase de accidente habrá tenido Yunho? Uhmmm
Yo creo que Krytal es su hermana y Jae piensa que es su pareja jajaja ese Jae debe de sertir celos 😊😊
Que feo se debe sentir que alguien que amas no te recuerde u.u
ResponderEliminarQue paso realmente comí es que Yunho no lo puede recordar aish y no entiendo el final porque ??
ResponderEliminarSu conciebte de Yunho trata de recordar a Jae y subconciente lo conoce muy bien, pues lo ha beaado.
ResponderEliminarGracias, me encanta!!!
Pobrecito de mi JJ, lo tienen echo bolas.....>•<
ResponderEliminarNo puedo creer cuanto adoro que se pongan a la defensiva a ese punto que cada palabra que se dicen es mordaz e hiriente, pero cuando Jae le suelra las cosas con tanto peso por la verdad que catgan y deja a Yunh con la guardia baja wooi lo amoooo. Y esa tensión que se cargan por cuanto deseonse tienen ay Diooos. No sé que le pasa a Yunho, que enfermedad ttiene que ha olvidado a Jae pero a que ese Beso le va a refrescar la memoria un poquito.
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