martes, 14 de agosto de 2012

I can see with my heart. Cap. 1. A new friend is a new light shining






Yunho había llegado demasiado temprano a la estación, aún algo somnoliento y un poco harto del clima lluvioso, aunque este tipo de días le gustaran.
Estaba algo cansado mentalmente por la situación con Yoochun. Definitivamente, las peleas y las rupturas eran parte de su rutina de noviazgo de un tiempo para acá. Pero Yunho estaba demasiado enamorado como para darse cuenta de que los “breaks” y todo eso, indicaban evidentemente que la llama del amor hacía mucho que no estaba más encendida. Él sólo quería estar con Yoochun, no importaba cuántas veces ambos terminaran escuchando a su orgullo y alejándose, él quería convencerse de que su pareja jamás estaría tan enojado como para dejarlo definitivamente.
Pero de vez en cuando una pregunta azotaba su cerebro: ¿se encontraba todavía con Yoochun por pura costumbre o en verdad lo quería?
No pudo negar que en un principio todo su panorama fue perfecto, pero hace un buen tiempo que ni siquiera se contaban las cosas, sus incomodidades, sus logros… Su metas ya no eran compartidas, simplemente cada quien iba por su lado.
Desde la última pelea que tuvo con Yoochun habían pasado ya seis días. Todo un récord. Y desde luego, como cada vez que regresaban; hacían el amor y cada quien dormía separado.
El corazón de Yunho ardía. Ardía porque temía que en cualquier momento su novio se cansaría de eso y se iría poniendo punto y final a su relación de dos años. Tomó su celular en un mensaje para Yoochun colocó: Que tengas un buen día. Me gustaría invitarte a comer después de tu trabajo”.
La respuesta tardó poco más de veinte minutos, pero cuando la recibió, Yunho sintió algo cuartearse en su pecho, una vez más…
 “Estaré ocupado con Junsu por hoy, lo lamento. Prometo que otro día iremos a donde gustes”.
Yunho mordió su labio inferior. No podía creer que en cada oportunidad que quería invitar a SU novio, este no pudiera salir porque se encontraba con Junsu trabajando.
Trató de alejar sus pensamientos paranoicos mientras se servía un café bastante cargado.
Se sentó frente a una mesa para tratar de organizar las ideas para el programa de hoy pero simplemente no pudo. Hoy iba a ser un día pesado de nuevo en el trabajo.
Amaba apasionadamente transmitir paz a las personas, pero él no sabía cómo sentirse en paz.
Paz que tenía aquel muchacho ciego.
Sí… Hace unos días atrás ese chico de cabellos negros sedosos, pálido y alegre había conseguido brindarle un poco de paz al alma de Jung Yunho por una media hora, a tal punto que olvidó qué iba a hacer allí en ese Cyber — café. Quizás le habían puesto esa ayuda en el camino. Una ayuda que agradecía infinitamente.
Estuvo pensando por unos minutos qué tal sería eso de tener un día como invitado especial a Jaejoong. Estaba seguro de que ese chico estaba lleno de ideas no escuchadas para mejorar al mundo. Incluso podría presentarlo como “Kim Jaejoong, el chico que no tiene limitaciones”… Se lamentó de no haber pedido su número telefónico.
—Buenos días, Yunho. — Saludó Changmin mientras atravesaba la puerta del estudio y dejaba sus cosas en un armario destinado a los locutores. — ¿En qué pensabas?
—En varias cosas. ¿Recuerdas al último chico que llamó ayer para opinar? — Preguntó con serenidad mientras jugaba con el vaso plástico que contenía el café.
—Oh, seguro, Yunho. Como no recibes casi llamadas. — Yunho hizo una mueca ante el sarcasmo de su amigo. — ¿Cuál era su nombre?
—Kim Jaejoong. El caso es que ese chico es especial…
—Si continúas hablando así, Yoochun se enojará. Ya sabes lo celoso que resulta. — Se burló Changmin mientras se sentaba frente al castaño con un vaso de café.
Rodó los ojos. Era imposible referirle algo con seriedad a Changmin. Cualquier oportunidad que tenía la usaba para molestar a Yunho, pero con todo y eso, era su mejor amigo.
Se rió frenéticamente cuando encontró a Yunho de nuevo ensimismado. Le dirigió una mirada trillada con intenciones de ignorarlo por completo.
—Está bien, ya basta. ¿Qué pasó con Jaejoong?
— ¿Crees que podamos revisar para encontrar su número de teléfono? Me gustaría traerlo como invitado especial. — Changmin se ahogó con un sorbo de la bebida.
— ¿Es…tás lo…co? — Preguntó mientras tosía y se llevaba una mano a su frente. — ¡Son por lo menos trescientos números en ese directorio!
— ¡Pídele ayuda a Minho! ¡Por favoooor! — Pidió mientras juntaba sus manos en son de plegaria. — Juro que si lo consiguen no se arrepentirán de su participación.
Changmin lanzó un suspiro cansado.
—De acuerdo. Pero si es una de tus sugerencias torpes, estás acabado. — Amenazó Changmin levantándose con brusquedad y llamando a gritos a Minho. Una sonrisa de superioridad apareció en los labios de Yunho.
—Te compraré el desayuno para que te alegres. ¿Bebida de chocolate o fresa? — Preguntó cuando Changmin ya había desaparecido del lugar pero escuchó una respuesta al fondo.
— ¡Idiota! ¿Crees que con eso recortarás mi trabajo? ¡Y quiero de chocolate!
Yunho rió para abandonar la cabina. Changmin tenía en cuenta que muy a menudo se le ocurrían descabelladas ideas a Yunho, pero jamás se había ensañado tanto con una idea.
Cuando Yunho pagaba lo que Changmin le había pedido, divisó detrás de la ventana a un muchacho abriendo con un bastón la puerta del establecimiento, tenía un bolso más grande que él y por lo que se veía, bastante pesado.
Yunho sonrió alegre porque reconoció casi inmediatamente a Jaejoong que ahora llevaba lentes oscuros para ocultar su mirada perdida. 
—Jaejoong, me alegra volver a verte. — Yunho palmeó levemente su espalda para que tomara en cuenta su presencia. 
—Yunho ssi... ¡Me gustaría decir lo mismo! Así que, sólo diré que me alegra mucho oír su voz nuevamente. 
—Por favor, simplemente llámame Yunho. ¿A dónde vas con ese bolso tan pesado? 
—Oh... — Dijo descolgándose el bolso y contrayendo los hombros. — De hecho, iba a comprar mi desayuno para ir a la universidad. 
Yunho abrió mucho los ojos ante aquellas palabras. Jaejoong hacía una vida normal. 
— ¿Cómo... 
—...Lo hago? — Jaejoong rió un poco. — Tienes demasiados prejuicios. Sólo es ceguera. No tengo una limitación mental. Supongo que así es perfecto. 
Yunho bajó el rostro avergonzado.
— ¿Quieres que te lleve después de dejar esto en el estudio? 
— ¡No! No hay problema. De aquí puedo yo solo. 
—Jaejoong... Por favor, además... Podemos hablar en el camino. 
Jae pensaba que aquello sería abusar de la hospitalidad de Yunho. Muchas veces lo habían visto por allí caminar solo y se habían compadecido de él, que era lo que menos deseaba. 
El castaño era mucho mejor en persona que por la radio. Era amable, tenía aún más viva esa chispa carismática y su voz sonaba quizás más varonil. Todo eso que le hacía a Jaejoong ilusionarse vagamente con ese personaje del entretenimiento tan famoso al menos en Corea.
—Muy bien, pero con una condición. — Yunho ladeó la cabeza interesado. — Que no lo hagas porque me tienes... Ya sabes... La palabra con "L".
— ¿Lástima? No te tengo lástima, Jaejoong. 
—Entonces, sí. — Jae sonrió de forma tan amplia que contagió a Yunho.

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—Así que Yunho te encargó buscar a un tipo, ¿eres su detective privado o qué? — Minho pasaba revista a la primera página del directorio del día anterior tratando de ayudar a Changmin, cansándose sólo de ver cuántos números tenían que marcar, porque ninguno tenía nombre. —Estaremos todo el jodido día en esto. Siempre accedes a todo lo que él te pide.
—Es mi mejor amigo y lo hago porque veo lo feliz que se ve cuando se entusiasma con algo. Es de las pocas veces que lo veo contento. ¿Quién sabe si ese chico en que tanto insiste termina por soltarlo de ese dolor que Yoochun le produce? 
Minho negó con la cabeza. Si bien Yunho también era su amigo, estaba en desacuerdo que Changmin forzara tanto a Yunho a dejar a Yoochun. Sabía lo que era querer tanto a alguien porque él hacía mucho que quería a Changmin, que un cariño  — aunque sólo uno de ellos estuviera empeñado en darlo —  era cariño al fin y al cabo, difícil de romper. 
—Es la primera vez que lo veo tan insistente. Ese chico debe hasta brillar en la oscuridad. Yunho no tiene interés en nadie desde que Yoochun apareció en su vida. 
—No lo sé... Sabes que no soy partidario de romper relaciones. Menos aún de meterme en la vida de Yunho así como así. 
—Deja tu moral de lado un minuto y sigue buscando números de llamadas por la tarde. 


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—Está algo desordenado, no vayas a tropezarte.
—Por más absurdo que suene jamás me he tropezado antes. — Pero de todos modos, Jaejoong se agarró suavemente de la chaqueta de Yunho. 
Changmin y Minho estaban tan concentrados buscando el dichoso teléfono que no los sintieron si quiera llegar.
Ambos dieron la vuelta a sus rostros cuando escucharon la puerta cerrar dándose cuenta de lo atractivo que resultaba el chico que lo acompañaba. Saludaron al unísono pero en un tono de voz bajo mientras este les respondía. Changmin se dio cuenta cómo su mirada no estaba fija en ellos detrás de esos cristales oscuros.
—Aquí está tu pedido, y… Yo me retiro por un rato. — Avisó Yunho prácticamente lanzándole lo que había comprado a Changmin.
— ¿A dónde vas? — Preguntó con curiosidad Minho que no despegaba la vista de Jaejoong. — ¿Quién es ese chico detrás de ti?
—Eh… Él es un amigo. Jaejoong. Creo que se los mencioné… — Yunho les hacía señas con las manos para que no dijeran nada de lo que les había pedido. — Lo acercaré hasta su universidad. Creo que pueden hacer ya otra cosa.
— ¿Yunho? — Le llamó Changmin con la boca llena. — Sabes que cuando regreses debemos conversar.
Yunho ya sabía a lo que se refería Changmin y no tenía nada que ver con Jaejoong.

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Yoochun subía las escaleras apresuradamente. Estaba enojado, una vez más, con Yunho. Había llamado tres veces a su estación y dos de ellas no habían contestado. Para su mala fortuna, a la tercera le informó Changmin que había ido a acompañar a un amigo a la universidad.
Y para qué mentirse a sí mismo. Yoochun era en extremo celoso. Quería mucho a Yunho aunque pocas veces se lo demostrara abiertamente; todo lo contrario al castaño que trataba de demostrarle a él que siempre lo tenía presente. No quería aceptar que su posesividad, aunado con la rutina en que había caído su “fogosa relación”, había acabado con cualquier atisbo de amor que medianamente pudiera retoñar cuando se perdonaban luego de esas borrascosas peleas.
Pero regresaban al punto de partida cuando Yoochun lo juzgaba. No podía soportar la idea de ver a Yunho sonriendo feliz al lado de otra persona que no fuera él y sabía que a su mejor amigo Shim Changmin, aquello no le gustaba para nada. Desde un principio se lo dejó muy claro.
El moreno había decidido esperar en la emisora a su pareja para darle la reprendida que acostumbraba cuando se enteraba que salía con otras personas. Estaría allí cuando regresara…
Para hacerlo sentir tan mal como él se sentía.
¿Era eso amor acaso? ¿Es amor real cuando quieres dañar a otra persona, así sea emocionalmente?
No, claro que no. Pero los celos cuando llegan a un punto son una enfermedad.

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—Al final no compraste nada de comer… — Habló Yunho para romper el silencio.
—Descuida, tengo dinero extra porque sufro de hambre. Tengo un agujero negro en mi estómago que absorbe la comida más rápido que inmediato.
Yunho sonrió con ternura. ¿Cómo podía estar de buen humor todo el tiempo? Estaba seguro que si le dijeran ahora mismo que no vería más prácticamente se iría a la punta de un acantilado. Sacudió la cabeza ante aquel pensamiento patético.
—Entonces, eso significa que si te invitan a comer no lo rechazarías. — Preguntó Yunho intencionalmente. Quería saber de él, quería indagar. Y no podía negarlo… Sentía una profunda admiración por Jaejoong, desde aquella vez que lo dejó sin contestación en su propio programa de radio.
—No soy un buen invitado a la mesa. Suelo acabar con la comida incluso antes de que llegue definitivamente a la mesa.
A Yunho le pareció divertido aquello, pero no se atrevió a invitarlo como tal, pues enseguida Yoochun vino a su mente. Llevaban días en buen plan y no quería arruinarlo con un malentendido porque se había ensañado en conocer a un joven especial.
— ¿Puedo hacerte una pregunta? — La voz suave y amistosa de Jae lo hizo volver al mundo real.
—Ummm… Hagamos un trato. Por cada pregunta que me hagas, yo te haré otra, ¿vale? — Jaejoong dudó un poco pero después asintió.
—Yunho ssi, ¿eres feliz? — Aquella pregunta descolocó un poco a Yunho. No porque no fuera normal, sino porque jamás él mismo se lo había cuestionado. Sus labios querían pronunciar “sí” pero su corazón gritaba “no”.
—No del todo… Tengo muchos problemas en mi vida sentimental.
—Yunho ssi… Si un amor ya no hace que su sonrisa ilumine, ese amor ya no es un bien para ti. — El castaño se le quedó mirando fijamente por una micro fracción de tiempo. Era cierto, y él lo sabía… Pero no sabía que era notorio y que incluso un recién llegado a su vida se diera cuenta de aquello. Sus ojos se cristalizaron. Respiró profundamente para que su voz no sonara quebrada y asustara a Jaejoong.
—Mi turno… ¿Has soñado alguna vez con algo o alguien?
—Suelo soñar cosas que me suceden… Con lo que me dicen, con las risas, con la voz de… — Pero Jae calló al darse cuenta de lo que diría.
—Creo que tendremos que seguir jugando otro día. Estamos aquí…
Jaejoong se bajó con cuidado, hizo una pequeña reverencia y caminó lentamente adentrándose en la institución.

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Minho se encontraba preparando el repertorio musical para su programa mientras Changmin le ayudaba a pasar revista de que todo estuviera en orden para comenzar su espacio, al que todavía le quedaban diez minutos para empezar.
— ¿Viste lo feliz que se veía y no era con ese patán celoso?
—Ya, Changmin, enserio. Creo que estás obsesionado… — Minho seguía escribiendo las canciones que seleccionaba de su iPod. — ¡Ese es asunto de Yunho y de Yoochun, no tuyo!
Changmin rodó los ojos.
Ya verás, Yoochun. Ya verás cómo ese niño hará feliz a Yunho. Y lo hará feliz de verdad…

2 comentarios :

  1. yoochun novio de yunnie pero yo creo que lo engaña con junsu,y jae que bonita forma de ser :)

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  2. ajaaa...me encanta..

    jae sin intentarlo tanto hizo que yunho se diera cuenta que ya no es felizz

    ojala y la boca de changmin diga verdad y jae haga feliz a yunho

    solo espero que yoochun no haga miserable la vida de yunho

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