No puede ser… No puedo
creer que Jaejoong esté embarazado. Esto parece un mal chiste.
Heechul no podía dejar de ver a su amigo que se
sentaba junto a su lugar en el salón de clases. Jaejoong sólo se limitaba a
escuchar las explicaciones que se encontraba dando el profesor y anotando en su
cuaderno los apuntes respectivos sin parecer que pensaba en lo que él mismo
había constatado dos veces.
¿Se lo dirá a Yunho?
Debería hacerlo… Demonios, ese no es tu asunto, Kim Heechul.
— ¿En qué piensas? — Siwon susurró contra el cuello de
Heechul. — No estás prestando atención y sólo miras a Jae.
—En nada… — Respondió en un susurro también,
apartando la vista de su mejor amigo para volver a intentar prestar atención.
Siwon se alejó de nuevo para seguir escribiendo.
Escribiendo por inercia…
Los números que el profesor anotaba en la pizarra
aparecían de vez en vez borrosos a sus ojos. Él también se preguntaba qué
habría pensado Jaejoong acerca de la tonta teoría que se había formulado en el
día anterior.
El anuncio del fin de la jornada escolar hizo
suspirar aliviado a Heechul que ayudaba a Jaejoong a ordenar las cosas en su
lugar.
—Debo irme ya mismo. Prometo llamarlos más tarde… — Jae regaló una ligera sonrisa y salió del salón dejando a sus amigos
con muchas preguntas por hacer, pero ninguna quería responderlas en ese
momento.
Tenía que analizar muchas cosas por sí solo sobre
la noticia que anoche le había caído.
Si no podía ser más
raro… Felicidades, también puedo tener hijos.
¿Qué clase de igualdad
es esta?
Organizó las cosas brevemente: no se lo iba a decir
a Yunho, no iba a dejar de estudiar y no iba a dejar que alguien se enterara de
ello sino sus dos mejores amigos. Ni siquiera Eun Yoo… Y mucho menos a su
madre.
Se sintió realmente ingrato. Su madre se había
sacrificado muchos años por darles a ambos hermanos una vida decente, por
brindarles amor y educación sin tener una pareja en la cual apoyarse y la
admiraba en demasía… Pero por eso, no podría revelarle que su hijo era una cosa
extraña. Porque Jaejoong era una excepción rara y nunca algo le había dolido
más.
Siempre soy una
excepción…
Nací siendo una
excepción…
Se encontraba algo mareado y quería llegar a su
casa rápido para poder comerse ese pedazo de pastel de chocolate restante que
se encontraba en el refrigerador antes de que Eun Yoo volviera de la escuela.
Escuchó cómo nombraban a Yunho desde el televisor
de la sala de profesores:
Se vio salir a Jung
Yunho y a Jenny Kim muy juntos de la entrevista que la hermosa joven le realizó
hace dos días. Nuestros medios especulan que podría tratarse de su novia, sin
embargo; no se ha confirmado nada… Y Yunho no lo ha hecho tampoco.
Suspiró pesadamente.
Sí, se sentía patético por haberse dejado llevar y
aún con todo, Yunho podría seguir haciendo su vida normal mientras que él debía
cargar con su “problema”
interno.
Salió enojado, celoso y decepcionado del instituto,
sólo queriendo desaparecer. Ir a su casa y que le dijeran que todo aquello
era una vil mentira, una broma pesada que le estaba jugando Heechul.
Pero a decir verdad, la voz de él esa noche de su
cumpleaños sonaba demasiado nerviosa… Era real. Si sus cuentas no fallaban y
según la información que había buscado, debía estar en aproximadamente ocho
semanas.
En los primeros tres
meses tendrás algunos cambios de humor gracias a las hormonas.
Eso sin contar las
náuseas, mareos y algo de temperatura.
No se encontraba especialmente seguro de lo que iba
a hacer pero no había otra opción. No podía dejar nacer a ese bebé. No podía
tener un niño de Yunho y menos en su condición. Porque Yunho jamás iba a
corresponderle sus sentimientos.
Esta vida tan hermosa
no fue hecha para mí.
Es como si alguna fuerza divina estuviera probando
su voluntad que no se encontraba tan sólida como de costumbre. Era cobarde
hacerlo, pero por naturaleza, él no debía tener esa capacidad.
Siguió el camino hacia el extraño establecimiento
que había encontrado por Internet para prácticas de aborto. Pensaba que eso que
crecía allí, inocente de todo en su vientre, aún no podía sentir y no era un
ser humano por completo. Pero, ¿cómo diría al encargado que era él el que se
encontraba en ese estado y no una chica?
A la larga, pensó que eso no era asunto de nadie.
Eso lo iba a pagar él, no el encargado.
—Necesito… gestionar un aborto. — Susurró a la persona que lo recibió. — Para mí.
La mujer rio estruendosamente, incrédula en que un
chico estuviera pidiendo aquello.
— ¡Sí, claro! Escucha, niño, estoy muy ocupada como para bromas…
— Enojada, la mujer comenzó a empujar a Jaejoong
hacia la salida. — Hay muchas personas esperando y no tengo tiempo para una
idiotez así.
— ¡Espere, por favor! ¡En verdad necesito deshacerme de esto! — Necesitaba que lo tomaran enserio por una vez en la vida y no se iba a
rendir. — ¡Hágame una prueba si no me cree!
La mujer miró a Jaejoong con asco y volvió a
empujarlo dentro del lugar.
—Qué patético. Mírate… — Gritó un
nombre que Jaejoong no se esforzó por retener, indicándole que él necesitaba pasar
a una de esas horribles y oscuras salas. — Anda, entra, niño tonto.
Alguien más lo recostó en una camilla, hablándole
con una voz increíblemente fuerte.
—Te haré un ultrasonido antes, para ver qué tan avanzado estás.
— Y lo siguiente que sintió fue un líquido frío sobre
su vientre que contrastaba con el desesperante calor húmedo del lugar.
Cerró sus ojos fuertemente por pura inercia,
rogando porque no hubiese nada allí dentro. Que se tratara de un error y
pudiera salir de ese lugar cuyo olor lo estaba comenzando a marear y
encontrarse con sus amigos y su hermana. Que una parte de Yunho no hubiera
quedado allí, convirtiéndolo en alguien aún más extraño.
Pero un latir acompasado y muy suave resonó en la
habitación…
Ese es el sonido de un
corazón.
Es su corazón…
Sí tengo vida dentro,
sí la tengo.
—Tienes algo más de ocho semanas… — Habló de nuevo a quien por su forma de hablar identificaba como un
hombre bastante grueso de contextura. — Será fácil porque sólo alcanzas al
segundo mes. Para ser franco, eres el primer caso de hombre que me llega a este
lugar y la única forma de deshacerte de esto, será por una operación.
Jaejoong se puso de pie velozmente, saliendo de ese
horrible lugar, colocando una mano en su vientre… Cubriéndose mejor con su
abrigo del frío que aún había en la ciudad.
No se atrevió. No luego de haber escuchado cómo
latía ese diminuto corazón… Quizás se lo ocultaría a todos, o tal vez luego
revelaría su situación, pero no quería ser egoísta. No podía porque después de
todo ese ser que estaba creciendo no tenía la culpa de todo lo que estaba
sucediendo y mucho menos de la condición de quien lo albergaba.
Llegó cansado a donde sabía de sobra que nadie lo
encontraría: su sitio especial. Se sentó en el frío suelo de tierra reprimiendo
un grito de desesperación, mordiendo su labio inferior haciendo brotar un hilo
de sangre. Eran demasiadas cosas juntas y necesitaba desahogarse, pero, ¿con
quién?
Marcó el número de Heechul con la esperanza de que
tuviera tiempo de sobra para escucharlo, comprenderlo como solía hacer siempre.
Necesitaba ser escuchado y se lamentaba de que no fuera Yunho a quien acudiera
para serenarse.
Debe estar con esa
chica guapa…
Esa que puede verlo y
disfrutarlo por completo.
—Heechul… Atiende… — Susurraba contra el teléfono hasta
que la voz somnolienta de su amigo se escuchó al otro lado.
— ¿A dónde fuiste después de clases? Ambos nos preocupamos por ti…
—Pensé que lo mejor sería deshacerme de esto, Heechul. Ese bebé
no merece que yo sea quien lo vaya a cuidar… La chica de la farmacia tenía
razón. Es lastimoso.
—Corta con eso, Jaejoong. No le hagas caso a seres estúpidos que
opinan estupideces… ¿Por qué quieres negarle la posibilidad de vivir a tu
bebé? ¿Es por Yunho? En verdad comienza a molestarme que te esté haciendo
tanto daño.
—Es cierto, no me conoce, pero tiene razón. No es justo. No es
Yunho, soy yo… Si pudiera hacer las cosas solo con un niño, de pronto no sería
tan problemático y…
—Y piensas que Yunho
no te va a apoyar. — Completó Heechul. — Oye, no te dejes sugestionar por los
medios, ya de por sí ya son demasiado exagerados y sabes que Yunho tiene
demasiado público y todos lo miran. Porque pase mucho tiempo con Jenny ya
especulan cosas.
—Algo me dice que él está sintiendo algo por ella. Incluso ha
dejado de llamarme… — Pensó mejor lo que había dicho. —
De acuerdo, sus llamadas las ignoraba a propósito pero no olvides que me plantó
por ella.
—Piensa que necesita saber la verdad, Jae. ¿Qué interesa esa mocosa?
Fue Yunho quien inició todo esto. Piénsalo bien y me llamas… Se me está
haciendo un infierno guardar tu secreto.
Sonrió con tristeza mientras abrazaba sus piernas,
dejando escapar el llanto de desesperación que había estado reprimiendo hasta
que escuchó un par de risas a lo lejos, reconociendo de inmediato de quién se
trataba.
Por supuesto, compartían ese lugar para huir del
mundo. Y ahora Yunho se lo mostraba a Jenny.
— ¡Jaejoong! — Esa voz tan conocida lo llamaba con
asombro. — Al fin te veo… — Una de las manos de Yunho se apoyó sobre la
cabeza de Jaejoong.
—No se preocupen, ya pueden tener este sitio para los dos solos.
— Apartó la mano de Yunho para ponerse de pie,
tomando su bastón. — Lamento interrumpir, Yunho.
—Vaya, si eres tan lindo como Yunnie te describió. — Esta vez fue Jenny quien habló, acariciando una de las mejillas de
Jaejoong.
—Claro… Espero que ambos sean muy felices. Se merecen el uno al
otro.
Y se fue andando demostrando que aún conservaba
dignidad, que no le afectaba lo que había pasado porque no le importaba Yunho.
Qué tonto eres, Jaejoong.
Lo amas. Lo amas y no puedes evitarlo.
Pero de la nada empezó a sentirse un tanto mareado
obligándolo a detenerse en seco, cayendo de rodillas. Ni siquiera le salía el
irse con dignidad.
— ¿Jaejoong? ¡Jaejoong! — La voz de
Yunho se hacía más suave cada segundo hasta que lo último que sintió fue cómo
lo removía para que reaccionara.
Yunho, cálmate.
Jaejoong estará bien…
¿Qué fue lo que le
pasó, Changmin? ¿Qué dicen los doctores?
No, por favor, no,
Changmin, no se lo digas…
Jaejoong entreabrió sus ojos lentamente con algo de
incomodidad, escuchando la conversación que tenía lugar entre Changmin, Minho y
Jenny.
— ¿Qué dijeron, Minho? ¡Pueden hablar de una maldita vez y dejar
de verme así! — Jenny le colocó una mano en el
hombro a Yunho para que se calmara un poco.
—Es que no es algo fácil de decir… — Changmin habló primero, ubicándose delante de Yunho con gesto
realmente preocupado. — El doctor nos dijo que Jaejoong está sobrellevando
un embarazo de alto riesgo.
— ¡Pero qué clase de cosa anormal es esa! — Jenny se tensó enseguida. No contaba con que Jaejoong pudiera concebir
y eso, en definitiva, podía truncar todos sus planes. — Seguramente ese
doctor les está tomando el pelo, él no puede estar embarazado. Los hombres
embarazan chicas.
—Ya sabemos que eso no es del todo común… — Como siempre, Minho trataba de mantener la paz y de que no se hablara
mal de nadie. — Pero Jaejoong necesita cuidarse ahora y no creo que necesite
escuchar algo hiriente como eso, Jenny.
—“Ya sabemos que eso
no es del todo común”… — Jenny imitó el tono apacible que
había utilizado Minho. — Qué linda forma de decir que es un fenómeno.
Sin embargo, Yunho no lograba salir del shock. Ese
chico estaba esperando un bebé… Eso era lo que le estaba pasando y aún no
lograba creerlo.
Jaejoong cerró sus ojos con fuerza dejando escapar
un par de lágrimas. No quería escuchar lo que Yunho iba a decir. Ya era más que
suficiente sentirse de esa manera; tan culpable, tan sin valor.
No creía poder aguantar otra palabra hiriente de
nadie más…
—Levántate. — Yunho habló cortante, un tanto
agresivo. Y ese tono le dolió en demasía al corazón de Jaejoong. — ¿Tú
sabías esto? ¿Sabías que estabas esperando un bebé? — Yunho tomó del brazo
a Jaejoong con algo más de fuerza. — Dime de quién es… ¡De quién mierda es
ese niño, Kim Jaejoong!
No hables de esa
forma… Tu voz no suena bonita así, Yunho.
No tengo la culpa de
esto. ¿Por qué me juzgan tanto?
—Es… Es… — Sabía que era momento de decir la
verdad. Todos los demás guardaban silencio porque era la primera vez que veían
a Yunho tan alterado.
— ¡Dímelo ahora mismo! — Exigió Yunho
tomándolo de la camiseta. Jaejoong se volvía a sentir mareado. — ¡¿Es que
aparte de ciego estás sordo?! — Esas palabras fueron como balas para su
corazón. Aunque su esfuerzo por no llorar era sobrehumano, las lágrimas
comenzaban a deslizarse por su rostro.
—Yunho… Ya basta. Lo estás haciendo sentir mal… Acuérdate de su
estado. — Changmin alejó al castaño de Jaejoong. — Estás
siendo muy cruel…
— ¡Quiero que me diga ya mismo de quién es ese niño!
— ¡Es de Hyunjoong! — Gritó de pronto Jaejoong, agobiado
por su misma molestia interna. — ¿Feliz? ¡No es tuyo! ¡No es tuyo, Jung
Yunho! ¡¿Eso querías saber?! ¡¿Que no debes encargarte de un raro como yo?! —
Las lágrimas mojaban por completo el rostro de Jaejoong haciendo que Minho y
Changmin empujaran a Yunho lejos de él. Era más que tenso el ambiente allí
dentro. — Nunca me había sentido tan humillado en toda mi vida… ¡Eres un
mentiroso, Jung Yunho! Tú no comprendes a nadie… Eres un egoísta. — Secó
sus ojos con violencia. No quería llorar más en frente de personas. — Te
odio…
Yunho se calmó en seco después de esas palabras. Le
dolieron y mucho. No sólo que Jaejoong lo tachara de mentiroso, sino que le
dijera ese “Te odio” con
convicción.
Agachó la mirada y salió de la habitación con Jenny
de la mano, dejando a Jaejoong llorar amargamente y en silencio.
—Jaejoong… — Minho se dio cuenta que de nuevo el
equilibrio le estaba fallando cuando se puso de pie. — No te vayas así.
¿Necesitas que te lleve?
—Yo puedo solo, gracias… — Pero sus
palabras no coordinaban con su cuerpo. Sentía que iba a vomitar en cualquier
momento. Pero Minho lo volvió a sentar y Changmin le consiguió un poco de agua
fría.
—Cálmate un poco. No es bueno para tu bebé que tengas este tipo
de emociones, él siente todo lo que tú, o eso he leído. — Changmin se sentó en la camilla a su lado. — Si se te ofrece algo,
pídelo. No te haces menos por pedir ayuda, Jaejoong.
—Yo ya soy nada… Ya no valgo nada. Me sentía tan capaz de vencer
mis propios límites y no me di cuenta de lo idiota que estaba quedando. — Le dio un sorbo al agua, sintiéndose notablemente mejor. — Puedo
construir una ciudad entera, pero no puedo querer ni ser querido porque soy
ciego, porque soy triste y todos siempre me tendrán lástima.
Ambos miraban atentamente a Jaejoong, como si todas
esas palabras estuvieran grabándose bien en sus cabezas y así fue.
>>> ♥ <<<
—Así es, madre. Jaejoong está esperando un hijo y estoy segura
de que ese esperpento mintió. — Jenny dirigió su mirada a su madre. —
Estoy convencida de que no dijo la verdad y que esa cosa que lleva en su
vientre es de Yunho… ¡Pero tenías que ver cómo se puso él al enterarse de la
noticia! Completamente fuera de sí. Y si las cosas siguen así, se me hará muy
difícil enamorar a Yunho.
Yonna rió con desdén, recordando cuando Jaejoong
era pequeño con qué perspicacia había descubierto todo su enredo con el padre
de los Kim.
—Ese mocoso es demasiado inteligente. No te confíes, Jenny. Hay
que acabar con la vida de ese bebé. No podemos correr el riesgo de que el
locutor ese se entere de la verdad… Envenénalo, haz algo, pero no podemos dejar
que ese embarazo continúe.
—Madre, estoy segura de que Yunho no le es del todo indiferente
a Jaejoong. Lo vi más que enojado, celoso. Jaejoong dijo que su hijo era de un
tal Hyunjoong y eso lo puso como salsa picante. — Jenny se quedó pensativa un minuto. — No conviene hacerle daño
físico a Jaejoong si su estado es de alto riesgo. Ya es bastante con que crea
que Yunho nunca le corresponderá su miserable e iluso enamoramiento, pero
también le va a doler que le toquen a su hermanita…
Pero Yonna dio una rápida negativa a esa proposición.
—Min Seung es capaz de matarnos si le tocamos un cabello a su “princesita” o a Jaejoong. Pero ya se
me ocurrió algo, baby.
>>> ♥ <<<
El timbre de la puerta principal detuvo a Eun Yoo
de su labor de comer un enorme pedazo de pastel de chocolate, levantándose con
pesadez y arrastrando los pies hasta la entrada.
Pero se asombró al ver a su mismo padre presente en
su casa; se suponía que ella no sabía que él tenía algún parentesco con
Jaejoong o ella misma pero, ¿qué hacía ese hombre en su casa?
— ¿Qué hace usted acá?
—Eun Yoo… — El hombre sonrió recordándole de
inmediato a la sonrisa de Jaejoong. — Quisiera hablar con tu Omma un
momento. — Eun Yoo miró hacia adentro de la casa, viendo a su Omma coser su
traje color zafiro para su acto de graduación.
—Está ocupada y dijo que no recibiría a nadie. Está terminando
un trabajo, lo lamento. Vuelva otro día. — Dio una de
sus mejores sonrisas y cerró la puerta sin darle oportunidad de decir o
explicar algo más.
Min Seung aceptaba que Eun Yoo era en verdad
inteligente. Quizás de alguna forma ella percibía que su madre no deseaba
hablar con él; pero tenía que darle sus motivos, decirle cuánto la seguía
queriendo.
Caminó fuera de la entrada a la casa de los Kim
pero vio cuando Jaejoong se bajaba de un lujoso auto, con muestras de haber
llorado considerablemente, pálido y algo tembloroso. Incluso su labio inferior
ligeramente roto.
Si quiero recuperar
tiempo perdido, tal vez deba comenzar con Jaejoong que es al que más daño hice.
Ser un buen padre y
preguntarle qué le ocurre, por qué parece sufrir de esa manera.
Espero que Yonna no
tenga nada que ver.
— ¿Jaejoong? — El aludido al escuchar esa voz supo
que ese oficialmente era el peor día de su vida.
Era Min Seung, era su padre. Aquel que hacía
dieciocho años no veía.
D: a morii dios! tiene q decirlo pronto >>-<< yunho esta celoso a morir y le hizo daño a BooJae tan sensible con su emabarazo tantas emociones en un solo dia lo van a hacer enfermar. ahora su ppa aparece y esa hija d yoona T_T qiere acerle daño a JJ y conquistar a YH!
ResponderEliminara entiendo a heechul Z>_< guardar un secreto a si es de D: awww T_T amo este fic
Pobrecito Jae en serio no termina de salir de un sufrimiento cuando se le presenta otro T__T
ResponderEliminarEres un idiota Yunho y no sabes la arrepentida que te vas a dar cuando te enteres de todo.
Gracias por el actua!!!!
Espero pronto el proximo capo ^^
Pobre JJ de verdad lo siento por el esa desgraciada de hermana que se gasta es una super perra y el que no quiere decircelo a su otra amada hermana que por lo menos con esa cuenta para todo pero bueno que puedo decir tengo que esperar el desenlace te esta quedando super no dejes de actualizar
ResponderEliminaren serio me dolio cuando yunho le dijo: encima de ciego sordo. esas palabras fueron muy dolorosas y todavia duda de su paternidad. me da miedo lo q dicen del embarazo riesgoso no valla a pasarle algo a jae,y esa yoona planeando mas maldades,la detesto.no me imagino e jaejoongie en ese tipo de clinicas abortivas, ese ammbiente es muy feo pero en fin que bueno que recapacito al final por que si no se arrepentiria toda su vida, espero el proximo cap :)
ResponderEliminaracabo de hacer un entripado horribleeeeee
ResponderEliminarcomo se tareve yunho a maltratar a jae y luego encima de todo a exigirle que le diga el nombre del padre del bebe que espera, osea que le pasa...
pobre jae definitivamente no es su día..
Yunho eres un verdadero idiota...como pudiste lastimar a Jaejoong con esas palabras tan crueles y aún más tener del descaro de preguntarle ¿quién es el padre? por dios......Yunho lo perdiste y en el peor momento porque Jaejoong necesita en estos momentos mucho apoyo y protección por lo que planean hacerle ese par de arpías....... </3
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