martes, 14 de agosto de 2012

I can see with my heart. Cap. 8. Love is a battlefield




Las cartas de póquer cayendo era lo único que sonaba en la mesa de la cocina de Jung Yunho. 
— ¿Estás seguro de que puedes jugar esto? 
—Completamente. — Respondió seguro Jaejoong. — Si gano, pediremos una pizza con Coca Cola y un pudín de chocolate, todo para mí solo. 
—De acuerdo, pero será una pena que te quedes sin cenar. — Yunho sonrió con suficiencia. 
—Reparte. — Jaejoong quitó sus lentes y pasó la yema de sus dedos por encima de las cartas que le iba pasando Yunho. 
— ¿Qué haces? — Preguntó Yunho al ver el gesto de concentración que Jaejoong colocaba con sus ojos y su boca. — ¡No hagas trampa! 
—En realidad, ¿te parece que puedo hacer trampa? 
—Si te copiabas en los exámenes de la secundaria todo me parece posible. — Jaejoong frunció el ceño y suspiró. — Pero no te enojes; de hecho, es divertido verte comer. 
Jaejoong estaba comenzando a armar su jugada cuando el tono que tenía especial para Hyunjoong irrumpió en la tranquilidad de la cocina de Yunho. Contestó la llamada amablemente, pero al castaño no le gustó nada esa interrupción. ¡Era el momento de Jaejoong y Yunho! ¿Quién podría estar molestando? 
— ¿Ahora? ¡Hyunjoong! Estoy ocupado haciendo algo importante, quizás después. — Ese nombre hizo que los vellos de la nuca se le erizaran. Hyunjoong comenzaba a molestarle de manera desproporcionada. Siempre estaba presente en los momentos en que estaba con Jaejoong, de alguna u otra forma. 
— ¿Qué quería tu amigo? — Preguntó Yunho con sus dientes presionados fuertemente. — ¿Necesitas irte? 
—No, Hyunjoong estaba invitándome a salir con él, de hecho. Pero estoy contigo, es nuestra noche y no la voy a cambiar.
—Ni siquiera por el chico que te gusta. — Yunho sonrió. Tal vez sonara un tanto egoísta pero quería a Jaejoong sólo con él y para él. 
—Hyunjoong no me gusta... Al menos no demasiado. — Yunho soltó una risa falsa mientras seguía tirando cartas.
—Al menos ya no lo repeles tanto como antes, supongo. Ya no lo ilusiones hombre, mejor acéptalo. 

>>> ♥ <<<

Eun Yoo ayudaba a llevar a la mesa de ese restaurante la comida que compartiría con el ser que ahora sabía que era su papá. Tenía tantas cosas que preguntarle pero no sabía por dónde empezar: quizás por su abandono, o por haberse negado a conocerla o dejar a su mamá sola con el trabajo de un pequeño que no veía y una recién nacida. 
No lograba distinguir si estaba enojada, sorprendida o aliviada. Quería afrontarlo pero no podía ni debía ser imprudente. 
—Veo que le gusta el mismo sabor de helado que a mí. — Dijo en lugar de expresar todo el cuestionario que tenía en preparación. 
—Eso vi el otro día. De hecho, te pareces mucho a una mujer que... Bueno, que he amado desde hace mucho tiempo. Era tan inteligente como tú, y tan bella como tú. — Eun Yoo bajó la mirada. Sabía que se refería a su mamá, pero eso significaría que seguía enamorado de ella. 
—Dígame, ¿tiene hijos? — Los ojos de Han Min Seung se entrecerraron intentando contener sus lágrimas. 
—Tuvimos dos hijos. Un niño y una niña; ambos ya son mayores de edad. Y ya que se aproxima la Navidad me gustaría mucho volver a verlos... Es lo que más deseo, aunque sé que ya es demasiado tarde porque hace casi diecinueve años que no los veo. Nunca me perdonarían, ya nada sería como antes. — Eun Yoo tomó un pedazo de pastel con su cucharilla y guardó silencio por un par de segundos. 
—Pues, entonces, ¿por qué los dejó? — Han Min Seung observó por un lapso de tiempo a su hija. 
Imposible explicarle que ahora a lo que él pertenecía.

>>> ♥ <<<

La terraza del departamento de Changmin estaba bien iluminada por la luz de las estrellas. 
Hacían muy buen juego con las intenciones de Changmin esa noche con quien ahora era su novio.
— ¿Minho? ¡Minho! — Changmin hizo un esfuerzo por no reírse de la cara de su pareja quien estaba recostado en el suelo de madera de ese espacio abierto.
Parecía que pensaba demasiado en algo y allí se había quedado. 
—Sí, lo lamento... Es que, estas noches eran nuestras. Ya sabes, Yunho, tú y yo... ¿Supiste? Hoy que es nuestra noche libre, Yunho decidió pasarla con Jaejoong. 
— ¿Estás celoso? — Changmin miró inquisidoramente a Minho.
—No, no. — Negó rápidamente. — Es que estaba aquí haciendo mi lista mental y me parece que Yunho está comenzando a sentir cosas por Jaejoong. Hoy llamó un chico a la cabina de Yunho, preguntando por Jaejoong para invitarlo a salir. Dijo que estaba tan acostumbrado a verlos a los dos que pensó en que estaban juntos...
—Conozco a Yunho. Es algo distinto a lo que fue con Yoochun inicialmente. — Changmin tomó la mano de Minho y la analizó levemente. — Pero podríamos hablar de nosotros por hoy. Honestamente, espero que Jae haga feliz a Yunho. — Ambos acercaron sus labios. Changmin sintió que era el momento idóneo para empezar su jugada: si estaba besando a Minho, lo mejor era prepararlo para lo que, según sus planes, seguiría. 

>>> ♥ <<<

Yunho abrió la puerta al repartidor de pizzas, entregándole el dinero a cambio de lo que seguramente Jaejoong se comería solo, aunque muriera de hambre, figuradamente. Pero él había aceptado la apuesta, había subestimado una vez más las cualidades de Jaejoong. 
— ¡Ah! ¡Comida! — Jaejoong prácticamente se abalanzó sobre Yunho para arrebatarle lo que se había ganado por vencerlo tres veces en el póquer. 
—Jaejoong... — Pero era muy tarde para pedirle un pedazo. Jaejoong ya la había sacado completa para comerla sin cortar. Yunho miró impresionado cómo Jaejoong comía sin querer dejarle ni un poco. — ¡Jae! ¿Enserio vas a comerte todo eso? 
—Lo siento. — Y le pasó la mitad a Yunho. — Yunho, ¿todavía te sientes interesado por Yoochun? 
—La verdad es que no, Jaejoong. En realidad, me siento muy confundido ahora mismo... — Pero Jaejoong decidió no preguntar más. No quería que Yunho dijera algo que fuera a dolerle. 
—Y dime, ¿quieres que te enseñe cómo sabemos que no nos dan el billete equivocado? — Qué estupidez se te ocurre, Jaejoong. 
—Seguro, siempre me lo he preguntado. — Jaejoong tomó una de las manos de Yunho y sacó un billete de su bolsillo. Pasó sus dedos sobre él. 
—Tiene una textura diferente. Así debo reconocer todo. ¿Lo sientes? — Aunque Yunho quisiera concentrarse en la explicación de Jaejoong, sólo podía ver cómo sus manos eran manejadas suavemente.
—Lo comprendo, tienes razón. — Yunho volvió a la realidad. Estaba sólo matando la curiosidad de saber cómo funcionaba la vida de Jaejoong, sólo eso...— Creo que deberías guardar tu pudín para más tarde. ¿Quieres ver una película? 
—Por favor, que no esté en otro idioma para poder entender. — Yunho rió y encendió el DVD. Colocó la primera película que apareció en su estante sin importar que tal vez ya la hubiese visto anteriormente. Se sentó junto a Jaejoong quien tomaba tranquilamente su bebida gaseosa. 
— ¿Cómo puedes tomar ese veneno líquido con tanto gusto? 
—Si quieres, te puedo dar un poco. — Jaejoong acercó su bebida a Yunho peligrosamente.
— ¡Para! ¿Escuchas eso? En la película están bailando una balada. — Yunho hizo una reverencia prolongada aunque Jaejoong no pudiera verla. Juntó sus manos suavemente y le sonrió. — ¿Me concedes esta pieza, Kim Jaejoong? 
— Por supuesto, Jung Yunho. — Yunho colocó las manos de Jaejoong sobre sus hombros. No podía evitar sonreír al verlo pedido. — Aunque, no sé cómo se baila esto... 
—Necesitas acercarte a mí, así... — Tomó a Jaejoong de la cintura, presionándolo contra su cuerpo. — Apoyas tu cabeza sobre mi pecho y nos movemos lentamente. 
— ¿Sobre tu pecho, dices? — El corazón de Jaejoong estaba a punto de explotar. Suspiró antes de dejar caer su mejilla en el fuerte pecho de Jung Yunho. — ¿Y ahora qué? — Cerró sus ojos escuchando el latir acompasado de aquel corazón. ¿Algún día latirá así por mí? No, él nunca va a querer tanto a alguien como yo. 
Aunque la canción ya se había acabado en la película, ambos siguieron bailando al ritmo lento de una canción que ya no estaba presente. 
—Jaejoong... — Yunho despegó el rostro de Jae de su pecho. — Déjame ver tus ojos. — Despojó suavemente de sus lentes oscuros. Los negros ojos de Jaejoong por primera vez estaban fijos, como si supieran que allí estaba él. Frente a su rostro. 
¿Desde cuando Jaejoong se había vuelto tan guapo? 
Jaejoong sentía muy cerca la respiración de Yunho. Su aroma era mucho más intenso que anteriormente. Y necesitaba besarlo... Calculando más o menos bien, sus labios toparon con las comisuras de la boca de Yunho, ayudándose así para atreverse a besarlo muy suavemente. 
Yunho tomó la mano derecha de Jaejoong, cruzando sus dedos entre sí, mientras Jaejoong con su mano contraria enredaba sus dedos entre el cabello marrón de Jung Yunho. 
Jaejoong se separó de él fugazmente, mordiendo su labio inferior con preocupación. Cómo se había atrevido... Cómo había tenido agallas. 
—Lo siento mucho. ¡Perdóname! No quise... Yo... Debo irme a casa. Nos vemos en otra ocasión. — Jaejoong corrió hasta la puerta del departamento y bajó a toda prisa por las escaleras, arriesgando a caerse estrepitosamente y hacerse daño, sin siquiera querer esperar al elevador. Yunho corrió tras él luego de quedarse en una especie de shock, gritando su nombre pero fue inútil. Incluso en medio de la calle, sólo podía ver su propio aliento a causa del frío invernal.
—Jaejoong... — Susurró. Qué confusión tengo. 
Yunho despeinó su cabello con desesperación y miró al cielo. Esperaba que no le pasara nada malo. 
El sonido de su móvil lo sacó de sus cavilaciones y más cuando escuchó aquella voz: 
—Soy Hyunjoong. Escuche, si Jaejoong está con usted dígale que me encantaría encontrarme con él mañana mismo; en verdad deseo pedirle que esté conmigo. — Yunho no esperó a escuchar lo que seguía. 
La misma confusión del momento no le permitía pensar demasiado. 
No puede ser, Jae. ¿Como qué te quiero yo? 
En qué momento me gustaste tanto...

>>> ♥ <<<

Changmin saludó cordialmente a la seguridad de la entrada y Minho lo imitó. Ambos entraron a su cabina, algo retrasados, esperando no encontrar a Yunho todavía. 
Minho se quejaba de su dolor en su parte trasera y Changmin procuraba que callara. 
—Si sigues diciendo eso, todos acá se van a enterar de lo nuestro y sabemos que para nuestro trabajo no es conveniente. 
—Quizás si no hubieses sido tan salvaje, esto no estaría pasando. — Minho se sentó lentamente en su sitio de trabajo cuando divisó a Yunho del otro lado mirando fijamente a algún punto de la pared. — ¿Qué le pasará? — Preguntó señalando al mejor amigo de Shim Changmin. 
—Déjame a mí. De todas maneras, tampoco puedes levantarte. — Se burló Changmin de la dificultad por aquella noche "intranquila". 
Yunho volvía a intentar marcar el número de Jaejoong, otra vez con resultados inútiles. 
Llamó a su casa y su madre le había dicho que salió con su novio.
Con su novio Kim Hyunjoong. 
Aquellas palabras todavía hacían mella en su cabeza. De acuerdo, tal vez se dejaron llevar por el calor del momento, pero era demasiado como para no comunicarse para nada desde hace una semana entera. 
— ¿Hyung? — Le llamó Changmin. — ¿Todo en orden? Hace días que estás distraído. 
—Todo bien, de veras. Sólo me preguntaba algunas cosas. 
—Ya veo, cosas. ¿Aún no te llama? — Changmin sólo sabía que Jaejoong no deseaba hablar con Yunho. 
—Es más que eso. Jaejoong está saliendo con un chico. Hyunjoong. — El tono de Yunho sonaba incómodo, cosa que no pasó desapercibida por Changmin. 
—Y eso te molesta, por alguna extraña razón. Igual que por otra extraña razón de pronto te parece muy atractivo y sientes que no puedes estar sin escucharle la voz más de medio día... Es tan inexplicable. En mi época, eso significaba que alguien gustaba del otro. — Yunho sonrió por primera vez desde hace varios días. 
—Me he dado cuenta que Jaejoong... Bueno, él me gusta. Ya ni siquiera tengo tiempo de pensar de Yoochun. 
—Por cierto, Yoochun vino para verse contigo ayer por la tarde. Estaba con Ju... Ju... Lo lamento, una persona cuyo nombre no recuerdo. Pero de hecho, creo que lo vi preguntar de manera madura, ya no con esos celos que lo caracterizaban. No lo sé...
— ¿Crees que encontró a alguien más? — Yunho se alegraría sinceramente si eso pasara. Después de todo, aún quería a Yoochun como un amigo. 
—Quizás sólo decidió dejarte ir. Por otro lado, te aconsejo que converses con Jaejoong. Es un buen chico, al menos aclaren ese beso. Él fue el que te besó, al fin y al cabo.
—Pero Changmin, yo quería ese beso... 
Yunho mordió su labio inferior. 
¿Por qué negarlo? 
Yunho quería a Jaejoong. Y deseaba volver a probar los labios de Jaejoong

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