domingo, 19 de junio de 2016

Herencia Siliciana. Cap 10



Había sido debido a la intervención de María por lo que Yoochun había accedido finalmente a llevarlos al desfile anual que se celebraba en un pueblecito a quince kilómetros de la villa. Tradicionalmente, para marcar el comienzo de la primavera y pedir por una buena cosecha en las plantaciones de cítricos, la gente desfilaba por el pueblo en carroza y disfrazada. Aquél celebración era uno de los acontecimientos del año en la zona. Como si el tiempo se hubiera puesto de acuerdo con la fecha, amaneció un día soleado y con aire cálido, lo que, combinado con el aroma a cítricos, provocó que todo el mundo estuviera de buen humor.


Junsu había vestido a Heechul para la ocasión con uno de sus nuevos conjuntos; un par de vaqueros de bebé y una camisa a juego en tonos azulados y amarillos. Estaba absolutamente adorable, pensó Junsu. Y el niño parecía estar de acuerdo, porque no dejaba de sonreír.

¿Estaría él de buen humor debido a la perspectiva de pasar el día en compañía de Yoochun?, se preguntó Junsu con dureza mientras terminaba de prepararse.

¿Y qué si quería pasar el día con Yoochun? Eso no tenía nada de malo. Junsu abrió los ojos de par en par ante su propia ingenuidad. Por supuesto, claro que estaba mal. Regresaría pronto a casa. Cuando estuviera en Corea, no volvería a verlo jamás. Razón de más para aprovechar al máximo la oportunidad de pasar un rato con él, insistió aquél voz interior. Mientras que la otra voz, un que lo conocía mejor, lo advertía de que, si escuchaba a su oponente, podría terminar muy dañado emocionalmente.

Era una estupidez peligrosa construir dentro de sí fantasías que nunca serían más que eso, una fantasía. Así que Yoochun le había hecho el amor y eso le había cambiado la vida, pero eso no significaba que él sintiera lo mismo. Para Yoochun, no había sido más que sexo, y él debía aceptarlo y seguir adelante. Sí, ahora Junsu sabía lo que era sentirse sexualmente lleno, y podría soñar con lo maravilloso que sería encontrar algún día a un hombre que pudiera amarlo sexual y emocionalmente. Pero debía aceptar que ese hombre no sería Yoochun.

Se repitió aquél advertencia para sus adentros tantas veces que, cuando Yoochun vino a buscar a Heechul, se pudo mostrar casi natural, así que cuando le rozó con la mano el brazo desnudo al agarrar al bebé, no tuvo ningún efecto sobre él.

Aunque María le había asegurado que el desfile no tenía ningún significado religioso, Junsu decidió ir bien cubierto para no ofender a nadie. Llevaba unos pantalones de lino blanco con una camisa azul cobalto y chaqueta a juego.

Cuando vio el modo en que Yoochun lo estaba mirando, se rió y le dijo:

 — Está claro que quien seleccionó esta ropa no cayó en que las llevaría alguien con un niño pequeño. Ya sé que no es muy práctica, pero hace un día tan bueno que no he podido resistir ponérmela.

— Has engordado — le dijo Yoochun ignorando su comentario — Lo necesitabas.

 — Supongo que estaba casi esquelético — reconoció Junsu.

 — Esquelético no. Ésa es un palabra muy fea, y tú nunca podrías ser feo— antes de que Junsu tuviera tiempo de asumir que le estaba diciendo un cumplido, Yoochun continuó — Frágil es la palabra que yo habría utilizado. Supongo que María te ha dicho que va a ir con su familia a la fiesta.

Junsu asintió con la cabeza.

 — Tengo que advertirte de que va a haber mucha gente.

En cuanto los casanovas locales vieran a Junsu solo, sin duda se lanzarían sobre él, pensó Yoochun. No era sólo el peso que había recuperado y que tanta falta le hacía el responsable del brillo que ahora irradiaba de su rostro. Yoochun sospechaba que el hecho de que ahora no tuviera la presión de tener que mantenerse a sí mismo y a Heechul además de pagar las deudas de su hermano fallecido debía influir también.

Estaban en el coche, Heechul iba sujeto en la silla del coche canturreando feliz, y Junsu no pudo evitar sonreír. ¿Cómo pudo no haberse dado cuenta de su belleza desde el principio?, se preguntó Yoochun. Cuando sonreía, como estaba haciendo ahora, tenía una expresión de serena alegría que le llegaba al corazón. Cualquier hombre se sentiría orgulloso de tener un joven así.

¿En qué estaba pensando? ¿Acaso no había jurado siempre que nunca se casaría ni se comprometería con ningún joven o mujer?

No tardaron mucho en llegar a su destino, y Junsu soltó un pequeño grito de placer al ver las antiguas murallas de la ciudad alzándose sobre las rocas.

 — El pueblo actual se construyó sobre un fortaleza árabe — explicó Yoochun, decidiendo que sería más seguro y más inteligente hablar de la historia del pueblo en lugar de permitir que sus pensamientos se dirigieran hacia otros derroteros — Nuestro antepasado fue uno de los conquistadores normandos que luchó por la isla y la recuperó, así que le entregaron tierras y esta ciudad, que él fortificó. Más tarde, nuestra familia se trasladó desde la fortaleza del pueblo al castillo, aunque todavía mantenemos fuertes lazos con este lugar. De hecho, verás muestras de ello por doquier: en el nombre de las calles, en el escudo de armas de los Jung en muchos muros, y algunos dicen que también en el rostro de algunos habitantes del pueblo, porque en aquellos días era considerado un asunto de honor que la hijo de un familia fuera escogida por el señor para calentarle la cama.

Junsu se estremeció. No era de extrañar que, con un historia familiar así, para Yoochun no tuviera ninguna importancia haberse acostado con él.

Yoochun aparcó el coche en un solar que al parecer servía de aparcamiento temporal.

 — Las calles del pueblo son muy estrechas, y aunque el tráfico no está prohibido, tampoco se fomenta. En verano, igual que ahora para el festival, vienen muchos visitantes, y más desde que Yunho convenció a nuestro padre para que le permitiera acometer la restauración de las antiguas termas de vapor. La leyenda dice que el arquitecto griego Dédalo diseñó la construcción del edifico que las rodeaba cuando huyó desde Creta para venir aquí. Los trabajos de restauración terminarán este año.

 — Suena fascinante — le dijo Junsu con sinceridad, sujetando a Heechul mientras Yoochun sacaba el carrito.

Cuando se unieron a la marea de gente que caminaba hacia la entrada principal del pueblo, Junsu pensó que podrían haber pasado por cualquier familia en un día de excursión, excepto por el hecho de que, a juzgar por cómo lo miraban, todo el mundo sabía quién era y despertaba admiración. Y por supuesto, él sólo era para Yoochun alguien que podría haber sido la madre del hijo ilegítimo de su hermanastro.

El sitio en el que iba a tener lugar el desfile era la plaza del pueblo, situada delante de la iglesia principal, según les había dicho María, y hacia allí se dirigieron Junsu y Yoochun para reunirse con el ama de llaves y su familia.

Su avance se veía frenado por la cantidad de gente que se acercaba para presentar sus respetos a Yoochun, pero finalmente llegaron a la plaza y fueron guiados a través de la multitud por dos hombres jóvenes que se habían presentado como los nietos de María. Les habían reservado un sitio estupendo.

Cuando comenzó el desfile, Junsu tenía de nuevo a Heechul en brazos, totalmente despierto y mirando a su alrededor, aunque por supuesto, era demasiado pequeño para ser consciente de lo que estaba pasando.

Junsu tuvo que admitir que el desfile era espectacular, desde el sonido de las trompetas hasta los heraldos lujosamente ataviados de escarlata y oro que iban seguidos de «caballeros» arrastrando «prisioneros», y luego carrozas llenas de gente vestida con todo tipo de disfraces.

Al otro lado de la plaza, durante una breve pausa del desfile, Junsu vio cómo una pareja joven se besaba. La joven giró la cara para recibir el beso de su compañero. Su felicidad, tan evidente, hizo que Junsu se sintiera muy solo.

Alguien que quiso acercarse más al desfile pasó por delante de él empujándolo, provocando que estuviera a punto de precipitarse sobre Yoochun. Él lo sujetó y Junsu comenzó a disculparse, pero Yoochun sacudió la cabeza y le dijo que se calmara mientras le rodeaba la cintura con el brazo y lo estrechaba contra sí.

 — Mientras estemos en medio de esta multitud, creo que será mejor que te quedes pegado a mí. Estarás más seguro.

Teniendo en cuenta que Yoochun tenía sujeto el carrito con la mano libre mientras lo mantenía sujeto con la otra, Junsu no tuvo más opción que quedarse donde estaba.

Yoochun le había dicho que estaría más seguro. A salvo de que lo empujara la gente, pero no a salvo de un peligro todavía mayor. El aroma de su colonia, tan sutil y al mismo tiempo tan distinguible entre los fuertes olores a comida y a aire libre, le hizo desear girar la cabeza para poder aspirar el aroma. Pero, ¿sería capaz de conformarse con eso? ¿No se sentiría entonces tentado a besarle el cuello, a explorárselo con besos y a acercarse a su boca? El corazón le latía con fuerza contra las costillas, el deseo se abría paso a través de su cuerpo como un fuego peligroso.

— ¿Te está gustando el desfile?le preguntó Yoochun con los labios tan pegados a su oído que Junsu pudo escucharlo a través del ruido de la multitud. Por supuesto que era para oírlo por lo que él se había girado. La mano de Yoochun era como un peso cálido sobre su cadera, y Junsu estaba agradecido de que no supiera que su pecho y la parte inferior de su cuerpo pugnaban por saber cuál de las dos estaba más necesitado del contacto de su mano.

Cuando llegó el momento de irse y comer algo, Junsu no sabía si sentirse aliviado o decepcionado de que ya no hubiera necesidad de compartir semejante intimidad física con él.


>>> ♥ <<<


Había sido un día maravilloso, un día especial y mágico fuera del tiempo, y él lo conservaría en su memoria como un tesoro, pensó Junsu contento a última hora de la tarde cuando Yoochun y él regresaron al coche. Yoochun iba empujando el carrito, y cuando llegaron a un parte de piedras, le tendió la mano para ayudarlo a atravesarlo y luego siguió sujetándolo. Junsu sintió el corazón alborozado.

Estaban ya de regreso en la villa cuando la felicidad de Junsu se convirtió de pronto en miedo. Su teléfono móvil le estaba avisando de que tenía un mensaje de voz, así que sacó rápidamente el teléfono del bolso y se disculpó con Yoochun al ver que se trataba de un mensaje de su abogado.
Era un mensaje largo y complejo, y las noticias eran devastadoras. Junsu palideció y tuvo que volver a escucharlo para asegurarse de no haberlo entendido mal.

Su abogado la informaba de que, debido al hecho de que sus padres habían hipotecado su casa un año antes de su muerte y le habían entregado un importante suma de dinero a Junho, y que por alguna razón, su padre había dejado de pagar además los recibos de su seguro de vida, quedaba muy poco de herencia para Junsu y Heechul.

Y por si fuera poco, el abogado añadió que el abogado de la hermana de Leeteuk y de su marido se había puesto en contacto con él para advertirle de que pensaban solicitar en los tribunales que le retiraran a Junsu la custodia legal de Heechul en su favor, alegando que no creían que siendo un joven soltero pudiera proporcionarle el mismo tipo de seguridad económica a Heechul que podrían darle ellos.

El hecho de que fueran un pareja y que vivieran en mejores circunstancias que él significaba, le advirtió el abogado, que su petición sería tomada muy en serio, y añadió que el proceso sería largo y muy caro, y que él le aconsejaba que pensara mucho qué sería lo mejor para Heechul a largo plazo.

En otras palabras, su abogado pensaba que debería renunciar a Heechul.

 — ¡No! — el móvil se le cayó de las manos mientras Junsu se sentaba en las escaleras y se cubría el rostro con las manos.

Yoochun recogió el móvil y comprobó que Heechul seguía plácidamente dormido en el carrito. Al ver que Junsu no le respondía, escuchó él mismo el mensaje y se dirigió hacia él.

Junsu consiguió recuperar el control y levantarse, aunque se sentía enfermo de desesperación. ¿Qué iba a hacer?

 — No lo entiendo — le dijo a Yoochun — A Annette ni siquiera le gustan los niños. Siempre se negó a tener familia, aunque su marido lo desea desesperadamente. Nunca miró a Heechul, ni mucho menos lo tomó en brazos. No puedo permitir que se lo lleve. No lo querría como se merece. Sé que no.

Su angustia despertó el sentido de protección de Yoochun. Él había crecido sin madre y sabía lo que se sufría. Heechul ya tenía un vínculo con Junsu, y la verdad era que él también se había encariñado con el niño. ¿Por qué había que entregar a Heechul a unos desconocidos sólo porque eran pareja, cuando él podía darle seguridad económica y además hacer de padre?

 — Hay un solución le dijo a Junsu tras tomar la decisión.

 — ¿Cuál?

 — Casarnos.




Anterior   >>> ♥ <<<   Siguiente
Continuara \\(^_^)//...
Niñ@s un comentario no les cuesta nada….
Gracias…           

7 comentarios :

  1. Nooooooo....no puedes dejarme así...aaaaaaahhhh OMG!!! casarse , wow Yoochun me encanta tus soluciones a los conflictos de Junsu, please espero la próxima continuación

    ResponderEliminar
  2. Menos mal que Yoochun no tenia intencion de casarse jajajajaja ........... Ya no puede dejar a Junsu, ya lo quiere para el.....wiiiii......ademas es la unica manera de que conserven al bebe con ellos, y claro esta, nadie lo querra como Susu. Muchas gracias actuuuuu please!

    ResponderEliminar
  3. Ohhh myy god!!!! Ansío leer la respuesta de Junsu!!!!

    ResponderEliminar
  4. Porque ¡¡¡¡ jajaja no nos dejes con la intriga de la respuesta de junsu ....que nervios jajaja =) seguro que no se lo esperaba ¡¡¡ espero tu actualización ..no nos hagas esperar mucho ¡¡ =)

    ResponderEliminar
  5. Oooh junsu aceptara la petición de yoochun espero que si

    ResponderEliminar
  6. Ohhh todo iba tan bien, en verdad que me los imagine como una pareja de casado disfrutando de las fiestas en familia.

    Pero que quiere la maldita bruja, es obvio que no le dará el amor y cariño que Heechul necesita. Me encanta la propuesta de Yoochun, espero que acepte, se que chunnie encontrara la forma de persuadirlo.

    ResponderEliminar
  7. Esta una "cita" realmente digna de recordad, me encantó la imagen de Yoochun manteniando el agarre de la mano de Junsu, ama su contacto, hay amor entre ellos y no hayan como decirlo. Todo iba muy bien pero esta inesperada situación es como el pretexto perfecto para que Yoochun logre tenerlo cerca. Si la noticia arruinó el momento pero no por mucho¡¡¡¡

    ResponderEliminar