- Jaejoong…
Fue lo único que pudo decir el vampiro.
De todas las cosas que podría haber dicho en el mundo ese monosílabo parecía
ser lo único que de verdad valía la pena decir en ese momento. El ver a su
rubio parado justo frente a él, después de horas de estar soñando poder
volverlo a ver, con tenerlo cerca una vez más. Todas las horas de sufrimiento valían
la pena solo con poder ver esa expresión de maravilla en su hermoso rostro al
mirarlo.
- Yunho… - gimoteo el rubio a cambio.
Antes de que ninguno de los dos pudiera
agregar más que esas dos palabras, el salcor corrió a los muy dispuestos brazos
de su esposo para poder darle el abrazo con el que soñaba hace horas. Yunho
estrechó a Jaejoong con tanta firmeza contra su pecho que por un momento temió hacerle
daño, pero toda la desesperación que había sentido durante las horas que habían
estado alejados y todo el miedo que lo había consumido, no le permitieron
soltar al salcor ni aunque de verdad hubiera querido hacerlo.
- Por favor dime que no te hicieron daño – rogó el moreno
contra el cabello de su adorado rubio.
- No pudieron hacerme nada, Yunnie. Tenía algo
de magia y la use para protegerme.
Al escuchar eso al vampiro se le rompió
el corazón y solo pudo estrechar más firmemente a su esposo y enterrar el
rostro en su cuello, aspirando su delicioso aroma tratando de convencerse de
que por fin estaba a salvo, de que ni él ni sus hijos corrían peligro.
- Lo siento, Jaejoong. Lo siento tanto… si no
fuera por mí…
- No. No digas eso. Estás aquí con nosotros.
Viniste por nosotros. Yo sabía que lo harías, no lo dude ni por un segundo.
Solo entonces el vampiro aflojó su agarre
lo suficiente para poder besar a su esposo con desesperación y lleno de
agradecimiento por la maravillosa criatura que era el rubio. Jaejoong no
pareció tener ningún problema en devolverle el beso a su vampiro, mientras
trataba de pegarse aún más a su cuerpo si es que eso era posible. Las manos de
Yunho se aferraron a la cintura de Jaejoong mientras que el rubio acariciaba
toda la extensión del cuello del vampiro hasta su cabello. Ambos parecían estar
más que listos para continuar lo que habían empezado justo donde estaban, pero
cuando Yunho jadeó separándose de los labios de su esposo, la preocupación
reemplazo la lujuria que el rubio estaba sintiendo.
- ¿Yunnie? ¿Estás bien? – preguntó
acariciando el atractivo y aún chamuscado rostro
- Bien… es solo que me hirieron cuando venía
hacia aquí y mi cuerpo estaba muy ocupado tratando de mantenerme con vida como
para cerrar otra herida. Pero estaré bien… - respondió el vampiro con una sonrisa
cálida.
La expresión preocupada en el rostro de
Jaejoong no cambió al comenzar a inspeccionar el cuerpo de su esposo. No le
tomó mucho tiempo encontrar la herida de espada en la armadura que cubría el
pecho del vampiro y bajaba hasta su abdomen. De allí provenía la sangre en la
que Yunho estaba cubierto. Y por si eso no fuera suficiente su rostro y sus
manos estaban cubiertos de quemaduras, pero Jaejoong estaba seguro que la armadura
del vampiro cubría aún muchas más de ellas de su vista.
- Necesitas alimentarte. – le dijo Jaejoong
descubriendo su yugular para él.
- No, Jaejoong… has pasado por mucho el día de
hoy y…
- Nada que no me permita cuidar de ti. Por
favor, me duele verte herido. – rogó el rubio con sus ojos llenos de
tristeza.
Yunho observó unos momentos al rubio
tratando de encontrar una excusa para decirle que no y al final suspiró
derrotado. De verdad no le gustaba la idea de beber de su embarazado esposo
unos minutos después de que un demonio casi lo asesina. Pero la mirada de
tristeza en los luminoso ojos grises lograba convencerlo de lo que fuera. Con
suavidad y después de dejarle un tierno beso de agradecimiento, Yunho mordió
con cuidado la pálida y esbelta columna que era el cuello de su rubio. La deliciosa
sangre del rubio le llenó la boca y el vampiro tragó casi en éxtasis ante su
sabor. Bebió lo más pausadamente que pudo, no queriendo beber demasiado, ya que
su esposo aún tenía a sus hijos dentro de él. Después de unos cuantos tragos,
Yunho soltó la vena de su esposo con un jadeo complacido al sentir como la
poderosa sangre comenzaba a hacer lo suyo en su cuerpo.
- Gracias, Boojae… Gracias.
Cuando levantó la vista, Yunho se
encontró con un muy ruborizado Jaejoong, que le sonrió con picardía.
- Sabes que es mi placer, vampiro mío… - comentó antes de
revisar el abdomen de su esposo, que para su enorme alivio había comenzado a
cerrarse. – Quítate estas cosas. Ya no
las necesitas y no me gusta ver tu sangre en ellas…
Con la ayuda del rubio, Yunho comenzó a
quitarse cada pieza de protección que traía, hasta quedar únicamente en un par
de pantalones, botas y una camisa arruinada. Pero justo cuando iba a tomar a Jaejoong
en sus brazos una vez más, unos sonidos de pasos apurados se oyeron acercarse
en su dirección. Yunho se envaró al instante, preparado para luchar, solo para
relajarse cuando Chaerin, Jisub y Yoosu aparecieron por la puerta.
- ¡¡Jaejoong!! – gritó la Iirie de
los salcor
Y entonces su esposo desapareció de su
vista en el abrazo de grupo de su familia. El moreno no pudo evitar sonreír
ante el obvio amor que ellos sentían por su rubio. Y el abrazo solo creció
cuando las ocho hermanas de Jaejoong entraron en la habitación unos momentos
después, tan desnudas como el día que habían nacido. Abriendo los ojos desmesuradamente,
Yunho se dio cuenta de que el único con ropas en el grupo era su rubio y tan
absorto había estado en su preocupación por su bien estar, que no se había
percatado de ese detalle hasta ese momento. Muy incómodo, el moreno se giró lo
más discretamente que pudo para darles la espalda, cuando alguien lo tomó del
brazo para incluirlo en ese enorme abrazo muy desnudo...
- Yunho, pensé que ibas a morir. Fue aterrador
ver cómo te desintegrabas. –dijo una de las
hermanas de Jaejoong, Soojeong.
- Es un alivio ver que estas bien…
- Nos diste un susto de muerte
El moreno casi no podía creer que todas
esas salcor, que por regla natural deberían odiar su mera presencia, estuvieran
tan preocupadas por su bienestar. Si le hubieran dicho hace unos meses que eso
sucedería, se habría reído a carcajadas ante la estupidez. Sin embargo en ese momento,
y dejando de lado su incomodidad por la falta de ropas, Yunho abrazó firmemente
a cada uno de los salcor presentes.
- ¿Cómo están las cosas afuera? ¿Están ustedes
bien? - Preguntó el
vampiro mirando únicamente a los rostros de su familia política.
- Nada le sucedió a ningún salcor. Nos
mantuvimos en todo momento a cubierto. Los demonios y su asquerosa sangre están
haciendo estragos en el pobre terreno, pero están todos muertos.
Yunho asintió sintiéndose aliviado de que
ninguno de ellos haya resultado herido y se giró para mirar a su esposo. Con
una sonrisa de lado, el moreno extendió la mano para acariciar el vientre
cubierto apenas por una camisa que no estaba del todo abotonada. Jaejoong aún tenía
problemas con la ropa.
- Deberías salir con tu familia al menos una
hora a la superficie, Boo.
- ¡No! No quiero dejarte solo… - se quejó el
rubio.
- No me sucederá nada aquí y me sentiré mucho
mejor si tus poderes están completamente cargados. Además tu familia está aquí
y te pueden hacer compañía. Sé que los has extrañado…
El rubio pareció dudar unos momentos,
considerando silenciosamente lo que le acababa de decir su esposo, pero
finalmente asintió sin mucho entusiasmo. Así que después de darle un abrazo
apretado al vampiro y un beso largo y apasionado, el muchacho salió a la
superficie acompañado y sostenido por sus hermanas.
Una vez que el vampiro se encontró solo
en la habitación, se permitió por primera vez en horas sentarse y tomar aire
profundamente. Su esposo estaba por fin a salvo y él había logrado salir de
todo el lio con vida. Pero el hecho de que esa parte de sus preocupaciones
estaba resuelta, abría la puerta a otras.
Yunho había sido traicionado en su propio
hogar. Una de las personas en las que había confiado su vida y la de su esposo,
había decidido entregarlo al enemigo sin remordimientos. Tal vez había sido
tonto de su parte creer que simplemente porque el día de su coronación la gente
había votado a su favor, nadie lo dañaría. Y si bien podía vivir con ese peligro
sobre su cabeza, no se podía permitir que estuviera sobre Jaejoong y sus hijos.
Era evidente que había muchas cosas que
tenía que resolver con urgencia, pero había una en partículas que tenía que
resolver al instante y la verdad era… que no le agradaba nada.
>>>♥<<<
Aproximadamente una hora más tarde,
Jaejoong volvió a descender a la habitación donde Yunho se encontraba sentado y
con una gran sonrisa se sentó en el regazo del vampiro para poder besarlo. Esa
hora había sido suficiente para que sus poderes volvieran a estar recargados y
además había pasado tiempo con su familia. Para el salcor los horrores del día estaban
lejos y no quería volver a pensar en ellos. En la mente del vampiro en cambio,
no había espacio para pensar en otra cosa que no fuera eso.
El salcor se acomodó contra el pecho de
su vampiro y suspiró satisfecho, sintiéndose seguro y feliz, pero mientras que
Yunho le devolvió el abrazo con cariño su expresión era sombría.
- Ya quiero volver a casa… - comentó Jaejoong
y sin darse cuenta, dándole a Yunho el pie para comenzar la conversación que no
quería tener.
- Boo, no puedes volver a casa conmigo…
Jaejoong parpadeó unos momentos
confundido, tratando de descifrar si había oído mal o no, antes de levantar la
mirada hacia el rostro acongojado de su esposo.
- ¿De que estas hablando, Yunnie?
- De que creo que lo mejor para ti y para los
bebes, es que vuelvas a vivir con tu familia en el claro…
El horror se reflejó al instante en el
rostro del rubio ante lo que oía.
- ¿Estás diciendo que no me quieres cerca de
ti?
Esa vez fue el vampiro el que se mostró
horrorizado ante lo que decía su esposo.
- ¡NO! Jaejoong, yo te amo. – Contestó el
vampiro tomando el rostro del salcor entre sus manos – Lo único que estoy diciendo es que hasta que los bebes nazcan, no hay
lugar más seguro en la tierra para ti y para ellos que tu hogar…
-
Pero mi hogar está junto a ti. No puedo irme. – protestó el rubio
sintiendo ganas de llorar.
-
Boo… había un espía de los demonios en el castillo. Era Minzy – la incredulidad
cubrió el rostro de Jaejoong – Si alguien
tan cercano a nosotros puede hacernos lo que nos hizo, no puedo permitirme
tenerte allí. Tienes que volver a donde estas a salvo, hasta que pueda
asegurarme de arreglar todo para que yo pueda estar tranquilo de que tú y
nuestros hijos pueden irse a dormir en sus camas sin que nadie les haga daño.
Jaejoong aún no podía creer lo que Yunho
había dicho de Minzy. Simplemente no podía ser posible. ¿Porque haría ella algo
semejante? Pero su Yunnie no le mentiría. Suavemente y con paciencia, Yunho le contó
todo lo que Minzy le había contado. Al finalizar la explicación Jaejoong no
pudo sentir rencor hacia la vampiresa, pero tampoco creía que la decisión de
Yunho de echarla estaba errada. Minzy había puesto la vida de sus hijos en
peligro, y eso era algo que no se podía perdonar.
- Pero Yunnie… yo te necesito. No puedo estar
sin ti… - le recordó Jae al
moreno
- Lo sé, Boo. Iré a verte todos los días y a
pasar unas horas contigo. Pero tengo que resolver las cosas en casa para que
sea seguro para nosotros.
Jaejoong no dijo nada, pero Yunho podía
ver que aunque la idea no le agradaba, entendía que era lo mejor para todos.
Cuando oscureció, Yunho cargó en brazos a
Jaejoong y salieron a la superficie, donde solo se encontraban los padres de
Jaejoong y Yoochun y Junsu, además de una pila enorme de demonios siendo
quemada. Poniendo a su esposo en el suelo, el vampiro explicó brevemente lo que
había estado discutiendo con el salcor en el sótano y Chaerin estuvo de acuerdo
con su razonamiento al instante, prometiendo que ella cuidaría de Jae y los niños
como nadie.
Despedirse de su lloroso esposo había
sido lo más doloroso que Yunho había tenido que hacer, pero sabía que era por
su bien. Así que no importó cuanto quiso ir tras el rubio y pedirle que
volviera o simplemente tirar a la basura toda esa porquería de ser rey e irse a
algún lugar lejano con su esposo y sus niños. Yunho sabía que fuera de la
protección de la comunidad, él y su familia eran un blanco aún más fácil. Por
lo cual el vampiro tenía que tomar lo que tenía y limpiar toda la mierda que la
cubría.
Cinco minutos después de que Jaejoong y
su familia habían desaparecido en los bosques, Yunho escuchó el sonido de
marcha de soldados dirigiéndose en su dirección. Los soldados vampiros llegaron
frente a Yunho fuertemente armados y precedidos por miembros del consejo que lo
miraban como si fuera una aparición.
- Su majestad… el sol…
- Gracias a la sangre de mi esposo, pude
resistir lo suficiente para llegar hasta aquí.
Los murmullos entre la multitud
comenzaron a crecer, todos y cada uno de ellos impresionados por la enorme
hazaña de que un vampiro pudiera caminar bajo el sol. Sin embargo a Yunho eso
no le interesaba un pepino en ese momento.
-
Me alegro de que hayan venido hasta aquí, nos ahorrará tiempo. – Comenzó el
vampiro – Seré breve. A partir de hoy,
todos los que trabajan en el castillo, incluyéndolos a ustedes, están
despedidos.
Las expresiones de incredulidad y las
exclamaciones de enojo no se hicieron esperar, sobre todo del consejo, pero a
Yunho le importó muy poco.
- Una ciudadana que trabajaba en el castillo
entregó a mi esposo sin importarle nada, y me aseguraré de que eso no vuelva a
suceder. Podrán recuperar su trabajo si es que lo quieren, una vez que pasen
por pruebas de confianza que me encargaré de arreglar. Mientras tanto, quiero
que ese castillo quede vacío. – Cuando las voces comenzaban a alzarse
una vez más, el vampiro simplemente se giró sobre sus talones, dirigiéndose
hacia el edificio en ruinas que los demonios habían utilizado como escondite – pueden irse.
El vampiro bajo al sótano una vez más
para buscar su armadura y su armamento, pero cuando salía a la superficie una
vez más escuchó un ruido de cadenas. Poniéndose alerta, el vampiro siguió el
sonido hasta una habitación de piedra que por algún milagro seguía en pie, con
una puerta de metal tan deformada que apenas podía cerrarse. Tomando la espada
con una mano, el moreno empujó la puerta con la otra.
Dentro estaba un hombre de su clase. Un
vampiro. El jodido hermano de Minzy. Al parecer el tipo no podía ver más que la
silueta de Yunho en el rellano de la puerta, pero si había captado el reflejo
de la luz en su espada. Al instante el maldito comenzó a gimotear y a agitarse,
tratando de liberar sus muñecas de las cadenas, con poco éxito.
- Mi hermana les dio lo que querían. Dejen que
me valla… ya no les sirvo de nada…
A Yunho se le alargaron los caninos de
puro odio y se acercó hasta el vampiro encadenado.
- Hijo de tu puta madre…
Bizqueando un poco el tipo lo miró,
deteniéndose en su boca.
- Tú…
- Soy tu rey y tú y tu familia me han
traicionado.
-
¡Señor! U-usted no entiende… e-ellos me obligaron a d-decirles de M-minzy y
dijeron que era la un-única forma y yo…
- Cobarde asqueroso. Lástima que haya jurado
no matarte.
Y antes de que el tipo pudiera decir nada
más, Yunho le cruzó la cara con un puñetazo que lo dejo inconsciente y que
probablemente le rompió la nariz. No que le importara…
Continuara \\(^_^)//...
Niñ@s un comentario no les cuesta nada….
Gracias…
Es un verdadero alivio que el YunJae este junto de nuevo. Aunque me da cosita que se tengan que separar, pero es lo mejor que se puede hacer mientras Yunho verifica en quien puede confiar realmente.
ResponderEliminar*0*aw gracias por actualizar^^
ResponderEliminarYunho hizo lo mejor para Jae y yo estoy de acuerdo >.< Jae y sus bebes estarían en constante peligro y pss eso no tendría nada tranquilo a Yunnie ..
Gracias por el capítulo...😀
*0*aw gracias por actualizar^^
ResponderEliminarYunho hizo lo mejor para Jae y yo estoy de acuerdo >.< Jae y sus bebes estarían en constante peligro y pss eso no tendría nada tranquilo a Yunnie ..
Gracias por el capítulo...😀
me alegra que Yunho lograra rescatar a Jae lo que me entristece es que Jae se tenga que ir con su familia pero tiene razón Yunho con ellos estará mejor en lo que el escoge a su gente de confianza para protección de su familia y tengan la tranquilidad de que no pasaran por lo mismo
ResponderEliminarGracias
Fue lo mejor, Jae debe estar resguardado en lo que Yunho soluciona todo. Yunho debe poner mano dura, u.u porq tiene razon, se trata de su amor y sus hijos. <3 Gracias linda :-) <3
ResponderEliminarQue bueno que Yunho llego a tiempo para rescatar a Jae,Yunho ha tomado la mejor decision correcta aunque le duela pero lo importante es que Jae y sus bebés este a salvo,ahora le toca a Yunho asegurarse de que no haya mas traidores
ResponderEliminarDifícil decisión de separarse de su familia, pero primero esta su seguridad.
ResponderEliminarWue tipo tan descarado el hermano de la traidora, pero haber que pasa, porque " el que a hierro mata, a hierro muere".
Gracias!!!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarTodo salió bien y eso es un alivio. Solo que han obligado a Yunho a tomar medidas drásticas, y creo que nadie puede culparlo por dudar hasta de su propia sombra. Pienso que es un error dejar que Minzy y su familia vayan por ahí cuando saben secretos y debilidades de ambos pueblos, en especial de la familia real y dado que el hermano es un miserable, bien puede usar esa información por venganza y ponerla a disposión de enemigos de los vampiros o salcors. Yunho debería confinarlos en un calabozo de por vida.
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