“¡Gobernando juntos, no me hagan reír! No es
el Príncipe quién se extinguirá como una llama descontrolada; ¡es el Rey quién
merece la muerte! ¡Dejando a un Rising Sun puro por un Kari, tocando carne
cuando debería haber permanecido fiel a su uralain, a mí! Yo no necesito un
Rey, pero él necesita desesperadamente una cuchilla a través de su pecho. Yo le
daré una.”
>>>♥<<<
A menudo pensaba en el uralain que atacó
a Jae. Repasé las circunstancias del ataque y lo que podría haber hecho para
hacer las cosas bien. Me había asegurado que todos ellos fueron atendidos,
incluso los que nunca había conocido antes. Los uralains eran recogidos
raramente por mí. Eran nobles que se habían entregado al servicio del rey o
antiguos esclavos salvados por uno de los concejales o familiares. Era una
manera de proteger a los menos afortunados que perdieron sus riquezas o no
tuvieron suerte en la vida. Mis apetitos nunca fueron insaciables, pero incluso
cuando tuve el impulso, mis compañeros de cama estuvieron dispuestos y ahí por
elección.
Por esa razón, nunca entendí muy bien
cómo la mente del Rising Sun que había matado funcionaba. Le había ofrecido
refugio cuando lo necesitaba, y cuando tomé a Jae como mi esposo me aseguré de
que todos los uralains tuvieran un hogar.
Estaba en mí poder simplemente echarlos del
palacio, prohibirles volver. Y, sin embargo, a pesar de todas mis buenas
intenciones, tenía un Rising Sun, al que muy probablemente nunca había siquiera
tocado, trabajando en arruinar mi felicidad y matar a su Príncipe.
Era inconcebible para mí, esta respuesta
a la bondad con odio. Tan inconcebible de hecho, que consideraba librar al
palacio de cada Rising Sun soltero que había estado una vez bajo mi cuidado.
La muerte de mis hijos podría haber sido
un paso en algún plan más grande, donde los herederos eran la solución menos
deseada a los problemas de Rising Sun y Kari. Aún, tenía una sensación
persistente de que había gente conspirando contra nosotros con sus propias
agendas. Sabía que Rising Sun estaba trabajando en destruir al hombre más
importante de mi vida.
Jae se agitó a mi lado, su pelo
deslizándose de mi pecho mientras levantaba la cabeza y parpadeaba hacia mí. ― Puedo
escucharte pensando ―
dijo aturdido y casi incoherentemente.
Sonreí.
― Trataré de estar quieto.
― Demasiado tarde ahora. Estoy pensando
también.
―
¿Qué pasa? ― Le
pregunté, ya enfermo de mis propios pensamientos.
― Si pudiera encender la chimenea desde aquí. ―La miró como si calculara.
― Fuego puro es más fácil. ― Mis dedos estaban todavía en su
cabello mientras acariciaba su cuero cabelludo suavemente.
― Por supuesto, pero conmigo, tengo que
asegurarme de sólo encender la madera y no toda la habitación.
Me reí de él, ganándome una palmada
contra el pecho.
― Prueba, lo apagaré, si otra cosa se prende
fuego.
Asintió y se concentró. A diferencia de
antes, cuando cada acción era una lección de paciencia, ya Jae hacía maravillas
con su magia. Le tomó sólo un momento para tener el fuego crepitando y ni
siquiera una chispa encendió fuera del hogar.
― ¿Fue
fácil? ― Le pregunté, sin saber
realmente cuán bueno había conseguido ser con sus lecciones.
― Sí. Incluso puedo lanzar nubes ahora.
Siguen siendo calientes, pero funcionan. Estoy consiguiendo ser hábil en esto.
Mi tutor dice que tengo la más fuerte afinidad al fuego que jamás haya visto,
pero lo que le sorprende más es que me estoy haciendo más fuerte. Él me
enseñará lo básico de la batalla mágica la próxima semana y entonces trabajaré
con tu ejército.
― Eso significa que eres muy bueno. Sil es el
capitán de los portadores de magia. Le pediré ser tu tutor.
―
¿No está trabajando con Kari?
― Sí. La mayoría de ellos están trabajando con
Kari, pero soy el Rey, puedo enviar por él.
― No quiero interferir con su trabajo. ― Jae bajó la cabeza.
― Eres su príncipe, no hay nada más importante
que tú y yo para nuestro pueblo. Además, quiero que seas el mejor que puedas
ser. Yo, obviamente, no puedo protegerte.
Jae estaba de rodillas al instante, sus
manos sujetando mi cara.
― Nunca fue tu culpa. Incluso si no lo
entendía antes, lo hago ahora. No puedes ser responsable por las acciones de
cada persona bajo tu gobierno.
Suspiré.
― Lo sé, pero estoy enfermo y cansado de estar
tan cerca de perderte, y de algunas cosas de las que nunca seré capaz de
perdonarme a mí mismo. ― Mi
rostro se ensombreció al instante, al recordar nuestra pérdida, las palabras
aún demasiado dolorosas para expresarlas.
Pero Jae no me dio tiempo para pensar;
se inclinó y me besó, bajando la cabeza lo suficiente como para acurrucarse
contra mi mejilla. Me encantaba sostenerlo, su hermoso y cálido cuerpo
presionado contra el mío a veces era mejor que nuestro juguetón acoplamiento
que resultaba en gritos que de seguro se escuchaban por los pasillos. A veces,
sostenerlo con sus brazos envueltos apretadamente contra mi cuerpo era
exactamente lo que necesitaba.
―
¿Iremos a la comida de esta noche? ― preguntó, cambiando de tema y haciéndome estremecer, mientras sus
labios rozaban mi oreja.
― No puedo decir que estoy particularmente con
ganas de hacerlo, pero debemos hacerlo. Con el encierro estamos aislados lo suficiente.
Habrá guardias rodeándonos. Si pasa sin ningún incidente podríamos hacerlo una
cosa semanal.
― No veo cómo habría un problema. Son sólo Rising
Sun los que viven en el castillo, no hay extranjeros.
― Fuiste atacado en el interior. No sé en
quién puedo confiar más, Jae. ― Froté mis ojos.
― Estará bien. Tendremos algo de diversión,
uniéndonos con nuestros súbditos. ― Me sonrió.
― La única unión que vas a hacer es conmigo en
mi cama. ―Fruncí el ceño.
― Por supuesto, mi Rey, lo que usted diga, mi
Rey. Estoy a su merced, mi Rey ― se burlaba de mí.
― Voy a hacerte cosquillas hasta que llores ― le dije en serio, mientras me movía
sobre su espalda con mis dedos.
―Me tendrás que atrapar primero ―dijo antes de saltar de la cama y
agarrar el primer envoltorio grande de la silla. Lo envolvió en torno a sí
mismo tan rápido, que uno podría haber pensado que fue criado haciéndolo, y ni
una sola vez hizo una pausa en su carrera.
Estaba justo detrás de él, cuando gritó,
― ¡Guardias! ¡Changmin!
Las puertas se abrieron rápidamente, dos
guardias casi cayendo dentro con Changmin pisándoles los talones. Me quedé
completamente desnudo en medio de la habitación, mi carne aún no comprendía la
situación lo suficiente como para ruborizarse, pero los guardias, así como Changmin
no tenían problema con eso, ya que comenzaron a farfullar y a mirar hacia el
piso, el techo, y por encima de mi hombro en obvia vergüenza.
Me sujeté de los hombros de Jae,
sintiendo su risa agitar su cuerpo bajo mis dedos y tiré de él frente a mí. Se
reía tan fuerte que tenía problemas para respirar, pero todos los demás en la
habitación dejaron escapar un suspiro de alivio.
― Gracias por su rápida reacción. Sus
servicios no son necesarios en este momento ― les dije, tratando desesperadamente de aferrarme a la nota de
profesionalismo, incluso con la conciencia de que habían sido testigos de mi
polla dura como roca rebotando entre mis muslos. No era la más digna posición
para cualquier rey.
Se filtraron fuera de la habitación tan
rápido como habían entrado y estaba una vez más a solas con mi malvado
Príncipe. Me incliné hacia abajo, al lado de su oreja, sintiendo todavía los
temblores oscilantes a través de su cuerpo. ―Vas a pagar por eso ―susurré.
Él se rió entre dientes, echándose hacia
atrás en mi cuerpo. ― Lo sé, pero valió la pena.
― Anda, vamos a prepararnos para la cena. ―Le di una palmada en la nalga y me giré para buscar mi atuendo
para la noche.
― No me voy a vestir yo solo ― dijo con decisión.
―
¿Por qué no? ―Ya
estaba recogiendo las piezas de mi atuendo, empezando a prepararme.
― Porque siempre doblo mal y los pliegues
nunca coinciden. Nunca puedo hacer la trenza lo suficientemente apretada, y si
me dejan solo en una habitación con sólo un par de sandalias por un mes,
todavía no sería capaz de atarlas correctamente.
Me reí ante eso, genuinamente divertido.
Vestirse no era tan difícil como lo hacía parecer, pero era la verdad, solo
verlo tratar de entender cómo doblar las telas y atar los lazos era agotador,
por no hablar de confuso.
― No te rías de mí. Si alguna vez me coronan
eliminaré toda la terrible y desagradable experiencia de su uso.
Me reí más duro, ya imaginándolo
haciendo justamente eso, y no pude resistir burlarme ― ¿Así que
no te importara cuando te vuelvas conocido como el Rey que no podía vestirse
correctamente por lo que castigó a la nación entera con prendas sin valor
histórico?
Su labio inferior sobresalía cuando
frunció el ceño, mirando hacia el piso. Entonces asintió con la cabeza y dijo
en una voz determinada
― Mis hijos me enseñarán. ― Y se volvió hacia su ropa interior
con su solución ahora en su lugar.
Mi Jae afortunadamente no se dio cuenta
de la pausa que hice o del color que seguramente se deslizó de mi cara. Sabía
que no podía pasar a través de eso de nuevo. Sabía que simplemente no era lo
suficientemente valiente como para arriesgarme a perderlo. Era sólo cuestión de
tiempo antes de que mi Príncipe descubriera mis miedos y mi decisión. Sólo una
cuestión de tiempo antes de que estuviera en el extremo receptor de su justa
cólera. No lo esperaba con ansías.
y claro con justa razón Yunho no quiere mas hijos después de perder a los dos primeros y casi perder a el amor de su vida no esta dispuesto a pasar por el mismo dolor otra vas y que dirá a esto Jae el si que a de querer tener mas hijos solo espero que si se da de nuevo la oportunidad de mas herederos ahora si se logren salvar a todos para su dicha y felicidad
ResponderEliminarGracias
Ahora esa persona buscara hacerle daño a Yunho.
ResponderEliminarLa relacion de Yunho y Jae ya esta volviendo a la normalidad aunque Yunho todavia tiene miedo de perder a Jae
Jajajaj Yunho pillado en pelotas...No, pues ni como no hacerle segunda a Jae con la risa jaja. Y ChangMin pobre de mi pequeño, no puedo quitarme su carita de "a Don de miro??? Oh oh no hay a donde mirar) con su peinado de trenciras con el que cataron "Love after Love". Es ularain es un maniatico obsesivo(>.<) increible que ahora quiera atentar contra Yunho.
ResponderEliminarAun sigue el peligro latente, pero parece que ahora no será contra Jae, si no contra su rey que no un uralain de RS, ojala no logre su meta.
ResponderEliminarGracias!!!
Wooooo aveces los fic hacen realidad mis sueños así los imagino uno en brazos del otro, jugando, viendo películas.......bueno soñar no cuesta nada hermoso capitulo ...gracias
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