En el salón, solo había quedado él, su hermano y Park, Junsu y Jae habían salido a buscar unas cosas dejándolos con los frascos de sudosa procedencia.
Agarro entre sus manos uno de color azul con otro liquido rosado sobre este, con cuidado lo giro de un lado al otro analizándolo con desconfianza, le quito el corcho que lo mantenía sellado, con su buen olfato, no tenia mal olor, olía como a… Fresas… con miel.
- ¿Changmin que estás haciendo? – le pregunto su hermano, deteniéndolo antes de que se tomara el liquido.
- Nada, solo tengo curiosidad de que hacen – respondió elevando los hombros – A demás no me digas que no tienes curiosidad – viéndolo con los ojos entrecerrados al líder.
- No, Jae dijo que lo esperáramos a él y a Junsu, para poder hacerlos juntos y en todo caso de que pase algo, que no sea lo esperado – respondió a la defensiva.
- O será que Jae ya te tiene domesticado, no pensé que fuera tan fácil de dominar Jung – le dijo el ratón al líder, con dos frasquito en sus manos – Vamos, que de mi boca no se a enterar Jae – acercándole uno de los frascos – al menos que de verdad seas un sometido. - Viendo de reojo al líder, esperado su reacción.
- Yo no soy ningún sometido, y dame acá – quitándole de golpe el frasco con un liquido verde (el que sostenía Jae momentos antes). Todavía con desconfianza abrió le quito el cello al frasco haciendo que sus fosas nasales se inundaran de un olor a menta fresca.
- A la cuenta de tres lo tomamos al mismo tiempo – sugirió Park, abriendo igual su frasco que tenía un liquido rojo cereza y un olor similar a la misma.
- ¡1, 2… 3! – terminaron al mismo tiempo, tomándose de un trago el liquido.
Colocaron las tres botellas vacías en el mesón junto a los demás frascos. Se miraron entre sí, confundidos por no ver ningún cambio en sus cuerpos.
- Chicos, ya volvimos… ¿Qué hacen? – Los tres voltearon con horror al ver la expresión molesta del mayor de los cinco, que junto a Junsu habían llegado con unas bolsas en las manos, que parecían ser de ropa – ¡Se tomaron los frasco sin esperarnos! – exclamo molesto, viendo los frascos vacios en el mesón.
- ¿No…? – respondieron al mismo tiempo, viendo nerviosos al mayor.
- Los mato… - empezando a perseguir al trió.
A diferencia de Jae, Junsu solo se había quedando viendo como el mayor golpeaba a Min, Chun y Yun. Mientras reía con burla al ver las caras de dolor del trió.
¡RING, RING!
Los tres se detuvieron en seco al escuchar el timbre, anunciando que se había acabado el descanso y que era hora de que volvieran a sus respetivos salones.
- Mejor nos vamos ya, me contaron que el profesor de matemáticas no le gusta los retrasos – dijo el delfín con una cara pensativa, rompiendo el silencio que se había creado después de que se detuvo el sonido de la campana.
- Esta bien, pero esto no se queda así – exclamo el mayor de los cinco, haciéndole señas con los dedos de que los vigilaban.
Los tres restantes asistieron pasando saliva pesadamente.
- ¡Y que esperan, muévanse! – medio grito, haciendo que el trió salieran de su mutismo y uno a uno empezaron a salir del salón, hasta que solo quedo Jaejoong que salió de ultimo y cerró la puerta detrás suyo.
En todo el camino hacia su salón, después de haber dejado en el suyo a Min, el mayor se la paso ignorando a su novio, no solo era por lo de la posición, si no que se sentía nervioso, por la llamada que había recibido de su hermano mayor JunKi… Si era definitivo su hermano cada día lo traumaba más, según entendió (de lo rápido que hablaba su hermano), el iba a venir a MH a hacer unas diligencias, y aun que JunKi y el se llevaran bien, por tener cosas similares, en si también eran muy diferentes… Ninguno de los hijos de Kim JaeWok, era igual cada uno tenía su propia personalidad y también diferentes físicamente, algunos tenían gustos similares, pero de ahí no pasaba.
Podía contar a sus hermanos con solo los dedos de una mano, pero no podía contar cada una de sus características o personalidades en sí.
Pero lo intentaría…
El mayor era JunKi, siendo el hijo de la primare esposa de su padre, a pesar de su apariencia delicada y hasta un poco frágil él es todo lo contrario, gustándole las carreras y los videojuegos, siendo un maestro en el arte marcial del Tae Kwon Do, Hapkido y Taekkyeon, tiene 19 años, cabello negro, estatura promedio, ojos marrones oscuros tirando mas a negro, personalidad alegre y extrovertida pero a veces tímida.
Si… Cualquiera diría que es un buen chico, inocente y toda la cosa, pero la realidad es otra, es el más sádico de los herederos Kim, vanidoso hasta la medula y hasta un cierto punto altanero y sobre todo sobre protector con sus hermanos menores, hasta mataría por ellos.
El poder que más lo caracterizaba, es el que podía hacer aparecer cualquier arma, en cualquier lugar y todas y cada una de ellas hechas de su propia sangre, dándole a cada una un color rojo oscuro, teniendo él, la sangre mucho más espesa que un humano normal, siendo obviamente un demonio sangre pura.
El segundo hijo era T.O.P, un chico de 18 años, alto, cabellos azabaches, de músculos marcados, a pesar de ser el más alto y el más grande (en cuerpo), es el más tranquilo de los cinco, la únicas personas que pueden llegar a desesperarlo son su novio G.D y su padre, a pesar de también a haber vivido un tiempo en Londres junto Jaejoong, su relación no es muy cercana por no haber pasado tanto tiempo juntos, pero a pesar de eso el ama y protege a su hermano menor, a pesar de que este es el más fuerte de los hermanos por la cantidad de poderes, por su mestizaje ángel/demonio, también a su vez es el que menos instinto demonio tiene, dejándose engañar fácilmente, o eso creen las personas por su lado ángel.
A pesar de su personalidad tranquila, es un fuerte contrincante si se lo propone, teniendo como poder que lo caracterizada, poder transformarse en diferentes demonios de gran fuerza y poder, siendo el más utilizado uno en forma de Minotauro, de pelaje oscuro como la noche, ojos rojos carmesís y cuernos largos en forma de espiral.
En el medio se encontraba Jaejoong, ya muchos saben su personalidad y sus gustos…
El poder que más lo caracterizaba es poder imitar poder cualquiera, aun que su favorito era el de poder leer mentes y también el poder de controlar a las personas a su gusto, poder que no utilizaba mas por moral que otra cosa, algo que les falta a sus hermanos, y también vergüenza, aun que a veces pensaba que el más sensato de sus hermanos era T.O.P, pero si su familia toda esta loca.
Sus dos conciencias Do y Hae, son la forma en que se presentan sus dos lados al ser mestizo muchas personabas trataban de utilizarlo por el poder que siempre emanaba el chico, pero que muy pocas personas se daban cuenta.
Después de él estaban los mellizos: Thuder y Mir, nacidos el mismo día y misma hora, pero de diferentes madres (por eso le decían mellizos a pesar de no tener la misma sangre por parte de la madre).
Thuder, es el más lindo y adorable de los dos, con una ternura que encantaba a todos y al igual que la gran parte de sus hermanos de cabello negro azabache, piel pálida, ojos marrones tierra, de un poco más baja que la de Jae y de Mir.
Personalidad alegre y tierna, siempre tiene una sonrisa en el rostro, siempre se le ve en el jardín de la mansión Kim, jugando con cerberus, perro de tres cabezas, que a simple vista no se veía para nada amigable, pero de carácter juguetón hasta gracioso.
Su poder que lo caracterizaba era robar la fuerza vital o hasta el alma a las personas, guardándolas en frascos pequeños y teniendo el poder de devolverlas cuando le aburriera.
Mir, era muy diferente de su hermano “mellizo”, a pesar de sus intentos fallidos de ser tierno o lindo, su personalidad más burlesca y extremadamente imperativa, era lo que más le encantaba a su novio Joon, su cabello rojizo rebelde era lo que más curiosidad daba de él, porque a veces pareciera que tuviera vida propio, de piel más oscura que la de sus hermanos, el dios de las bromas, al igual que T.O.P y Jae paso parte de su vida en Londres con sus abuelos paternos.
Su poder era el aparecer y desaparecer a placer, también podía hacer que otras cosas o personas desaparezcan, su gran diversión es molestar a sus hermanos más que todo a Thuder, aun que este siempre lo asusta con Cerberus.
Luego estaban Amber y Sulli las pequeñas y consentidas niñas de papa, más que todo la segunda, siendo esta la menor de todos.
Amber, una chica ruda criada durante años al lado de hombres, siendo estos sus hermanos, también por el hecho de estar estudiando en un colegio para chicos, muchas veces confundida con uno, pero siempre manteniendo su porte femenino y elegante a la hora de comer, sobre protectora con Sulli, como la gran parte de los miembros de la familia, de estatura un poco alta para ser mujer, cabello rubio teñido.
Personalidad ruda y hasta un poco varonil (siendo hasta más, que algunos de sus hermanos), le gusta hacer bromas junto a su hermano Mir, al igual que Thuder se la pasa con la mascota familiar, su hermano favorito y que más admira es Jaejoong.
El poder que la caracteriza en sí, es el de poder imitar cualquier forma deseada, hasta a veces por diversión se transforma en una copia de Jae con la única diferencia que los ojos no son iguales, ya que los tiene color miel, mientras que su hermano los tiene más oscuros.
Sulli, por otra parte era como la oveja blanca junto a Jae, en esa familia llena de ovejas negras, femenina, tierna y linda, son las características que mejor la pueden definir, de estatura normal, cabello castaño, ojos grandes y color avellana, piel blanca lechosa.
Todavía no se sabe cual poder la puede caracterizar mejor, siendo esta al igual que Jae mestiza pero con la diferencia que tiene más de ángel que demonio, siendo este casi ultimo inexistente.
A veces se pone celosa cuando Amber la ignora por estar todo el tiempo con Jae, cuando este venia de vacaciones de Londres.
Si definitivamente sus hermanos son “unas joyitas en todo su esplendor”, alguien noto el sarcasmo ¿no?
Quería a sus hermanos, los amaba por así decirlo, pero… A veces se pasaban de la raya con sus bromas, comentarios o cualquier cosa que hagan.
Jaejoong estaba tan sumergido en sus pensamientos, que no se daba cuenta de la sombra que lo asechaba.
Después de haber llegado al salón, el profesor (para su mala suerte), fue al primero que vio y lo mando a buscar el proyector.
En su camino de vuelta al salón, se había dedicado a pensar en qué hacer en el fin de semana que viene, porque al parecer sus amigos no iban a aceptar una negativa para conocer su “humilde” casa y a su vez a su familia.
Se detuvo al sentir una presencia demasiado familiar, que hacía que se le erizara la piel, empezó a caminar rápido al sentir cada vez más cerca a la presencia hasta empezar a correr, con miedo de voltear hacia atrás.
De repente sintió como era atrapado por unas cuerdas ¿rojas?
- ¡Oh, Rayos! – exclamo mientras era jalado hacia atrás, a una gran velocidad hasta quedar sentando, amarrado por los brazos.
- Hola, Joongie – Al ver hacia arriba, vio la sonrisa burlona de su hermano mayor que lo veía con ¿alegría?, parecía más una cara de psicópata…
- ¡AH! – grito, moviéndose tratando de soltarse.
- Yo que tu no gasto fuerzas, a demás no te preocupes, tu profesor no se va a molestar si te robo un ratito muajajajaja – reía macabramente, mientras a Jae le daban escalofríos por la risa, de asesino en serie de su “querido” hermano.
“¿Por qué a mí? T.T” pensaba, mientras era arrastrado, quien sabe a dónde por JunKi.
End POV’ Normal…
POV Taemin
Después de haberme puesto a llorar como una madalena enfrente de Changmin, e ir a regañadientes a E.F.
Al terminar la clase, por suerte nadie se dio cuenta que no fui al salón para ver la siguiente hora como los demás, debe de estar en Historia estoy dirigiéndome a mi habitación, necesitaba dormir y si tenía suerte, y dios no estaba en contra mía hoy, Key no se encontraría en el cuarto, todavía no me sentía preparado psicológicamente para hablar con él.
Antes de entrar al cuarto escucho unos gritos… que parecían más gemidos… Me alejo de la puerta con los ojos abiertos, siento como se me empieza a humedecer los ojos al reconocer las voces de Minho y Kimbu al otro lado de la puerta. Porque siempre hago lo contrario de lo que digo, nunca les ha sucedido que dicen que no van a llorar, y es lo primero que hacen…
Salgo corriendo como ya es costumbre mía de huir, siento las lagrimas salir de mis ojos, presione mis manos contras mis ojos, intentando en vano dejar de llorar.
Me recuesto en el tronco del árbol, donde estaba la otra vez con Jae y las dos veces llore por la misma persona, solo que estaba vez me sentía solo, no había nadie que pudiera consolarme.
- ¡¿Por qué no puedo dejar de sufrir? ¡Mierda! – grito despeinándome el cabello con fuerza.
- Miren lo que trajo el rio, un bebito llorón – levanto la mirada encontrándome, si no me equivoco, con uno de los cuervos, me veía con burla mezclada con sarcasmo.
- ¿Qué quieres? – le pregunto enderezándome, mostrando mis colmillos.
- O el bebito saco sus colmillos, no me das miedo niño – me respondió colocándoseme enfrente demostrando la diferencia de altura, como si fuera mejor que yo.
- Tú tampoco me das miedo, maldito cuervo – empujándolo con fuerza, haciendo que perdiera el equilibrio cayendo de trasero al suelo.
No estaba de humor, para estar perdiendo el tiempo con personas como él, ignorando sus gritos saque mis alas (sin importarme que estuviera prohibido volar, si no era necesario para E.F) y emprendí vuelo, antes de poder álzame más, el cuervo me agarra el pie, jalándome hacia abajo haciendo que me golpeara contra el tronco en un golpe ruidoso.
- No te metas, conmigo niñito o si no te va a ir muy mal – agarrando mi barbilla con brusquedad para después soltarla.
Con cuidado trato de levantarme, dándome cuenta que el maldito me había lastimado una de las alas, ahora tendría que ir como podía hacia la enfermería.
- Maldición, Maldición, ¡Maldición! – maldecía a diestra y siniestra con rabia, este día no podía ir peor ¿o sí?... – No me jodas – exclame al ver como empezaba a llover con fuerza mojándome todo.
End POV’ TaeMin…
- ¡Habla! – se escuchaban los gritos de alguien en unos de los salones vacios del colegio.
- ¡Nunca, sabrás nada! – respondió la otra persona.
- Jae quería ser el policía bueno, pero me estas tentando que sea el malo, ¡Dime quien es tu novio! – grito JunKi a su hermano que se encontraba amarrado de pies y manos a una silla.
- ¡NUNCA! – siguió negándose con fuerza el menor, viendo retadoramente a su hermano mayor.
Después de que literalmente JunKi secuestrara a su hermano de una forma no muy ortodoxa. Y lo amarrara de pies y manos en una silla, encerrados los dos dentro de un salón, que quien sabe cómo consiguió la llave.
Los dos no mostraban ninguna posibilidad de bajar la guardia en ningún momento.
- Esta bien quieres jugar, pues juguemos ¡Amber! – exclamo el mayor, llamando a su hermana menor.
- Me llamab… ¡Jae! – Grito la chica abrazándose al chico que se encontraba amarrado – ¡Te extrañe mucho oni-sama! – frotando su mejilla con la contraria.
- Ya Amber, suelta a Jae necesito que te transformes en él – dijo el mayo alejando a la menor del mediano, que trataba en vano soltarse.
- ¿Para? – pregunto la tomboy, viendo a su hermano mayor.
- No te atreverías - dijo el de cabellos negros viendo a su hermano mayor sonreír.
- Pruébame – respondió riendo.
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- Hyung ¿estás seguro que esto funcionara? – pregunto la menor imitando a la perfección la vos de Jaejoong.
- Claro, eres el clon casi-perfecto de Jae, bueno si no fuera por los ojos, pero eso se arregla – sacando unos lentes de sol, negros pasándoselos a la menor.
- Esta bien – colocándoselos, todavía insegura de la “brillante” idea de su hermano.
- Ahora ve – empujándola hacia la entrada del salón.
Antes de poder abrirla la puerta se abre sola, saliendo un hombre con un traje negro informal, con un maletín.
- Señor Kim, espero que este feliz por su nueva nota en la carpeta – dijo el hombre, para después pasarle al lado a la menor dejándola confundida.
- ¡Jae! – escucho un grito agudo que la “llamaba”.
- Eh – exclamo confundida al sentir como el chico “lo” abrazaba con fuerza.
- Como que “eh”, sabes lo que hiciste el profesor está muy molesto contigo – regaño el delfín a su “amigo”
- Eto… ¿Lo siento? – dijo insegura.
- No es conmigo con quien tienes que disculparte, tenias a Yunho preoc… - no pudo terminar al sentir como lo separaban de repente.
- JaeBoo, me tenia preocupado – exclamo un chico alto de piel morena y cabellos castaños.
Amber se sonrojo al sentir como el chico la abraza de una forma mucho más íntima que el otro chico y le besaba la frente con delicadeza.
Se removió incomoda entre los brazos del chico, al no estar acostumbrada a ese tipo de gestos.
- Jae que te… - el más alto no termino, alejándose de su “novio” de golpe viéndolo – Tú no eres Jaejoong – gruño cambiando el color de sus ojos a ámbar.
- Yunho ¿Qué te pasa? – pregunto Junsu viendo confundido a los dos chicos.
- No huele al igual que Jae, puede tener el mismo aspecto hasta la misma voz, pero Mi Jaejoong tiene un aroma característico que este impostor no tiene – señalando.
- Estas seguro… - el delfín se acerco a Amber oliéndola superficialmente, alejándose igual que su lobuno amigo – Tienes razón, tú no eres Jae – cambiando al igual que el mayor el color de sus ojos a rojo sangre.
Amber asustada por ver la posición de ataque que tenían los chicos enfrente de ella, retrocedió unos pasos con miedo.
- ¡ESPEREN! – los tres voltearon a la dirección donde se escucho el grito de… ¿Jaejoong?
- ¿Jae? – preguntaron los tres al ver al mayor todo agitado por a ver corrido y con ¿una silla amarrada a su cuerpo?...
- N-no le ha-hagan daño el-ella es mi hermana men-menor Amber – respirando entrecortadamente.
- ¿Hermana menor? – preguntaron el delfín y el lobo, volteando a ver a la menor que los saludaba en su forma original con una sonrisa nerviosa en el rostro.
Bien que conoce Jae a su familia y por eso no quiere que conozca a su novio y amigos.
ResponderEliminarGracias!!!