lunes, 12 de marzo de 2012

Amigdalitis


 Autor: Jung Kim Senssi
Extensión: One Shot
Couple: YunJae (main) InsinuaciónYooSu, ChangMinxRavioles (XDDDD)

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El ensayo terminó lo más rápido que pudo. Le costaba mucho trabajo respirar, por la mañana había sentido aquel ardor que le abarcaba la parte interior de su nariz, intentó minimizarlo, no darle importancia, pues muchas veces le había sucedido antes y no quedaba en nada.

Sin embargo, al correr del día, supo que no era así. El ardor en su nariz dejó de ser tal para llegar a su garganta, y después, aquel cansancio, ese dolor de cabeza característico. El moreno sabía de lo que se trataba, pero no podía dejarse vencer por eso. No, él no. Era el líder de una de las bandas más cotizadas y más exitosas de todo Asia, no iba a dejarse vencer por aquellas nimiedades.

Al llegar al departamento, se excusó diciéndose cansado, y en parte era así, pero no quiso preocupar a los demás por algo que podía bien controlar. Entró al baño y se encerró. Los chicos sabían que cuando “Appa” hacía eso era generalmente porque iba a darse un relajante baño en la tina, así que mejor ni molestarlo, pero en ese momento no era así.

Sacó el termómetro del botiquín y después de tomarse la temperatura (y darse cuenta de que había alcanzado ya los 38°) Yunho decidió tomar cartas en el asunto. De nuevo regresó al botiquín y después de rebuscar un poco, encontró lo que buscaba.

- ¡Paracetamol! ¡Perfecto! - Y sacó dos tabletas de su empaque, con eso contendría la fiebre, pero tendría que tragarlas así nada más, pues no podía salir a la cocina a buscar agua. Corría el riesgo de que alguno de sus compañeros lo viera y armara un escándalo, sobre todo cierto pelicastaño que se había autonombrado la mamá del grupo y su “esposa”. Aunque debía admitir que lo último no le desagradaba para nada, aunque fuera sólo en broma.

Tragó las dos tabletas como pudo y se dio una rápida ducha para que lo vieran fresco al salir. Después de un rato de sueño, y con el efecto del medicamento, la fiebre cedería y podría ir al médico de siempre para que le recetara algo para la infección. Así no desatendería sus deberes como líder de DBSK.


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Jaejoong terminó de preparar la cena. Abrió la cacerola y un delicioso olor salió de ella. Una receta de ravioles junto con un asado y un postre que había mantenido en secreto para el curioso y glotón Changmin… no era una noche especial, sólo que lo había visto en una revista y, como no se le hizo complicado, había decidido experimentar con ello aquella noche.

- ¡Chicos, la cena ya está casi lista! - Dijo en voz alta para que le escucharan.

Changmin, casi por arte magia, fue el primero en aparecer.

- ¿Te ayudo a poner la mesa, Hyung? - Dijo con una sonrisa. Sabía que si se ponía de niño bueno, Jaejoong podría darle una porción un poco más grande de ese postre secreto aquella noche.

- De acuerdo, pero esta noche utilizaremos la cubertería occidental…- Le advirtió.- Sácala con cuidado.- Añadió la recomendación.

Después de que Min terminara, Yoochun y Junsu hicieron acto de aparición, pero del líder nada.

- ¿Y Yunho? - Preguntó al ver que no llegaba.

- Durmiendo, Hyung. - Respondió Junsu. - Casi desde que llegamos. Después de su baño se acostó y no se ha vuelto a levantar.

- ¿Yunho tomando siesta?- Se preguntó Jae, pues sabía que el chico era quien menos dormía por las tardes.- Aún así debe tener hambre.

- Yo voy por él.- Se ofreció Yoochun, levantándose para dirigirse a la habitación que compartían los cinco.

Jaejoong empezó a servir, sabía que en cuanto Yunho llegara todos se quejarían por la tardanza así que…

- ¡Jaejoong, ven aquí, pronto!- Se escuchó el grito desesperado de Yoochun desde la habitación.

Los tres chicos abandonaron la mesa para ir a ver qué era lo que ocurría.

En la habitación, Yoochun estaba sentado junto a Yunho en su cama, este seguía tan profundamente dormido como si no escuchara nada.

- ¿Qué pasa, Yoochun? ¿Por qué gritas así?- Le preguntó extrañado de que el líder no hubiera abierto los ojos ya.

- Está… ardiendo… Yunho tiene fiebre.- Le dijo con angustia.

- ¿Qué dices?- Jaejoong se acercó a Yunho y le tocó la frente. Estaba sudoroso, con el rostro totalmente rojo, estaba literalmente ardiendo.- No puede ser… Yoochun apaga el aire acondicionado y trae el termómetro, Junsu ve por una toalla y un recipiente con agua, Changmin llama al  médico. Estando así no podemos moverlo, no sabemos lo que tiene… ¡Muévanse!- Ordenó Jaejoong a sus compañeros, pues ninguno sabía qué hacer.

Ninguno, nadie había visto a su líder enfermar. Siempre habían sido ligeros resfriados, pero jamás a ese grado. Ni siquiera Jaejoong y eso que habían vivido juntos siendo trainners.

Junsu llegó rápidamente con el recipiente y la toalla. Jaejoong ya le había quitado la playera y empezó a mojar la toalla para pasarla por su frente, el cuello y el pecho del chico para tratar de bajar la fiebre.

- Trae otra más pequeña, por favor…- Pidió al delfín quien sólo asintió y sin decir nada salió corriendo en busca de lo que le mandaron.

- No pude apagarlo, pero le subí a temperatura ambiente.- Dijo Yoochun regresando a la habitación y entregándole el termómetro digital a Jaejoong, quien se lo puso a Yunho sin esperar más.

- Está bien… ¡Min! ¡Changmin! ¡El médico!- Dijo con premura mientras seguía pasando la toalla por el cuerpo del chico.- ¡Por Dios, 41°!- Dijo mirando la lectura del termómetro infrarrojo.

- No contesta…- Dijo el chico con pesar.

- Sigue intentando.- Le ordenó.

Los cuatro miraron al joven que respiraba con dificultad. Ninguno sabía qué hacer…

- Joongie…- Habló Yunho abriendo los ojos, somnoliento.

Jaejoong se alegró de que el joven estuviera despertando.

- ¿Qué pasa, Yunnie? Dinos ¿Qué tienes?- Le pidió.

- Joongie, dile a Min que no se coma mi postre… es mi helado de vainilla.- Dijo antes de volver a caer dormido.


- Está delirando.- Dijo Yoochun al escuchar aquello.

- ¡Ya! ¡Ya viene el médico!- Dijo Changmin entrando a la habitación.

Los cuatro permanecieron ahí mientras Jaejoong cambiaba las toallas cada que se ponían calientes y deseaban que el médico llegara más que volando a ver a su líder. Verlo ahí tendido, sin poder levantarse, sin saber qué tenía… les desmoralizaba.

El timbre sonó y Changmin y Junsu corrieron a abrir. El médico entró casi arrastrado por ambos jóvenes hasta la habitación que comparten los cinco. El hombre de mediana edad, sacó un estetoscopio, una pequeña lámpara y un palillo aplanado.

- Esos no entran en mi boca sin tener un helado encima.- Dijo Changmin al ver que el médico inspeccionaba la boca de su Hyung con el abatelenguas, alumbrándose con la pequeña lámpara.

Después le tocó el turno a los pulmones del chico. Uno a uno, fueron explorados diversos puntos, en su pecho y su espalda.

- ¿Desde cuándo está así?- Preguntó el médico con seriedad.

- No lo sabemos a ciencia cierta. Esta mañana… todo el día pareció estar bien, pero hace un rato se acostó a dormir y ya no se levantó a cenar.- Aclaró Jae.

- ¿Seguros? ¿No tuvo tos o dolor de cabeza? ¿Tal vez dolor de garganta?

Jae negó con la cabeza ¿Todos esos síntomas y él no se había dado cuenta de ninguno?

- ¿Ha estado expuesto a cambios bruscos de temperatura? ¿Se ha mojado estando sudado? ¿Ha entrado al aire acondicionado después de estar mucho tiempo en el sol?- Volvió a preguntar.

- No, doctor, tampoco. De eso estoy seguro.- Volvió a negar el mayor.

Changmin y Junsu se miraron para después ponerse tan rojos como dos jitomates.

- Hyung…- Le llamó el delfín con un poco de vergüenza.- Es que Changmin y yo… le jugamos una broma a Yunho-Hyung ayer en la tarde.- Añadió.

- ¿Broma? ¿Qué clase de broma?- Preguntó Jae con ese tono que usaba de “Omma” cuando se enfadaba por una travesura de los menores.

- Es que ayer, Changmin sacó una botella de agua de la máquina. Estaba muy fría, casi congelada… se nos hizo divertido que Yunho-Hyung estaba de espaldas y… se la echamos dentro de la camisa… acabábamos de terminar el ensayo. Estaba muy sudado.- Explicó el delfín.- No sabíamos que podría enfermarse así.

Jaejoong les miró con enojo, sabían que les esperaba un buen castigo a los dos traviesos. “Omma” se encargaría después de que “Appa” se recuperara.

- ¿Qué es lo que tiene Yunho, doctor?- Preguntó por fin Yoochun.

- Es una seria infección en las amígdalas.- Dijo el médico con seriedad.- Este tipo de problemas es crónico, el chico debe padecerlo desde que es pequeño. Tal vez estuvo controlado por mucho tiempo, pero diversos factores han debido desestabilizarlo. El estrés, la carga de trabajo, generalmente son algunas de las causas de que eso suceda debido a una baja de defensas.

- Cierto, hemos tenido mucho trabajo.- Señaló Jae.

El galeno sacó un block de recetas y garabateó algunas cosas en una hoja.

- Le recetaré ciprofloxacino, para la infección se la deben administrar una tableta cada 12 horas por cuatro días. Metamizol sódico para la fiebre, igual cada doce horas, solamente cuando tenga este síntoma. Diclofenaco para la inflamación, también cada doce horas por diez días…- Después giró a ver a los chicos y los rostros que encontró de preocupación lo conmovieron.- Y esta inyección de ciprofloxacino para que la fiebre le baje lo más rápido posible, esta se la administran en este momento. Mi recomendación es que debe estar en absoluto reposo por lo menos dos días, tomar muchos líquidos y no exponerse a cambios bruscos de temperatura.- Recomendó el médico extendiéndole la receta a Yoochun.

- Gracias, doctor.- Respondió Jaejoong con un poco de alivio.

- Iré por el medicamento, Jae. También pagaré al médico. Quédense con Yunho-ah.- Dijo Yoochun con firmeza.

Una vez que Yoochun y el médico salieron de la habitación, Junsu y Changmin se acercaron a su Hyung.

- Omma…- Le llamó Junsu en murmullo apenado, como niño regañado.

Jaejoong sabía que los traviesos estaban arrepentidos, pero nadie sabía que Yunho podía enfermarse de esa manera sólo porque le jugaran una broma.

- Tranquilos, chicos. No es su culpa. Nadie sabía… ¿Por qué no van y recalientan la cena? Por el susto ni Min ha tenido ganas de comer y se desperdiciará.- Dijo el pelicastaño con una sonrisa preocupada.

De repente, la panza de Minnie se quejó, recordándole las ganas que tenía de hincarle el diente a esos ravioles hechos con tanto cariño por su Omma.

- Creo que te tomo la palabra, Hyung. - Dijo el joven antes de salir corriendo para la cocina.

- Oye, “tragaldabas”, ni te atrevas a tocar mi parte. - Le reclamó Junsu saliendo tras él.

- A pesar de todo… nuestros niños son buenos, Yunnie… - Dijo al chico que dormía profundamente.

Jaejoong le miró con ternura y preocupación mezcladas, no podía creer que su Yunnie estuviera así. Se veía tan indefenso, tan vulnerable. Le dolía verlo en ese estado, porque siempre estaba activo, siempre estaba yendo de un lado a otro, pero ahora…

- JaeBoo…- Murmuró el joven entre sueños nuevamente.

Jaejoong sonrió ¿Por qué no aprovechar la situación? Total, cuando despertara, Yunho no recordaría nada.

- ¿Qué ocurre, mi YunBear? Aquí está tu Boo… - Respondió quedito junto al oído de su amor. Atesoraría en su corazón aquel momento, pues sabía que nunca más se volvería a dar una oportunidad así.

- Boo… te amo, Boo…- Murmuró el moreno antes de volver a caer dormido.

Y Jaejoong sintió que su corazón estaba a punto de estallar en su pecho al escuchar aquellas palabras por parte de Yunho. Un sonrojo se instaló en su rostro y un temblor se apoderó de todo su cuerpo.

-  Yo también, YunBear… yo también te amo. - Contestó al oído de Yunho para después acariciarle la frente con ternura.

No sabía a ciencia cierta lo que Yunho estaba soñando, pero lo que dijo, aunque fuera un delirio por la fiebre tan intensa que tenía, le había hecho el hombre más feliz del mundo, porque por un momento, su Yunho correspondía a sus sentimientos… esos que habían nacido en su corazón desde años atrás, esos que había escondido durante tanto tiempo.

- Gracias, Yunnie…- Beso su frente con ternura antes de colocar un nuevo paño húmedo sobre su frente.

Yoochun llegó unos minutos después con los medicamentos para Yunho, así como también una jeringa que utilizarían para administrar el remedio a su líder.

- Aquí están las medicinas…- Señaló mostrándole la bolsa a su Soulmate.- ¿Cómo sigue?

- Igual, la fiebre casi no ha cedido, sólo un par de grados. - Dijo el mayor cambiando el paño de la frente de Yunho.

- Aquí está la inyección. Hay que prepararla. El médico dijo que hay que aplicársela  y mañana por la mañana se administran los demás. - Dijo el ratón preocupado.

- ¿Dónde están Min y Su?- Preguntó al ver que no habían entrado a la habitación.

- Se durmieron frente a la televisión. - Justificó Micky mientras llenaba la jeringa con el contenido de la ampolleta para luego taparla de nuevo.

- Déjalos, están cansados y con la preocupación…- Pero de repente, el mayor se quedó callado.- Yoochun…- Le llamó pensativo mientras el otro le respondía con un gruñido.- ¿Sabes poner una inyección?

Los dos chicos se miraron preocupados. No, ninguno sabía aplicar una inyección.

- No creo que sea tan difícil. - Dijo Chunnie encogiéndose de hombros, para luego echarse a reír.- Lo único malo que si nuestro líder no tenía ningún atractivo por allá, ahora sí se va a quedar sin nada.

Jaejoong lo miró seriamente.

- La cuestión es… ¿Quién va a inyectarlo? No podemos contratar a nadie sin arriesgarnos a que el trasero de Yunho aparezca en algún blog. - Dijo Jae enojado ante la idea.

- Y eso te enoja, porque entonces tú no serías el único en mirárselo. - Se burló el ratón, sabiendo los sentimientos escondidos de su Soulmate por el líder del grupo.

- ¡Cállate, Chun! - Le regañó.- Por bocón tú lo vas a inyectar.- Le sentenció.

- ¿Yoooo?

- Sí, tú… y apúrate, que también hay que llamarle al manager para cancelar las presentaciones de esta semana. Al menos hasta que Yunho esté mejor…- Le dijo mirando con preocupación al moreno.

- Y tú, feliz por hacerle de enfermera…- Dijo el ratón con burla.

- Yoochun, te la estás ganando… - Le amenazó Hero.

- Neee… yo no soy Min, a mí no puedes amenazarme con mi postre o con “Mis videos especiales”.- Y soltó la carcajada.

- Pero puedo ir y decirle a cierto delfín que te la pasas mirándole la cola y no precisamente de una manera inocente. - Dijo Jae con aires de victoria.

- Ya me callé… gíralo, voy a ponerle la inyección. - Contestó el menor con una mueca.

Jae puso de lado a Yunho y le bajó un poco el pantalón del pijama junto con sus bóxers, dejando a la vista la pálida piel de uno de sus glúteos.

- A nuestro líder le hace falta una buena sesión de bronceado. - Señaló con una risa Chunnie, ganándose una mirada asesina por parte del mayor.

- Apúrate.- Le apresuró de mala gana.

- Ya, ya…

Yoochun pasó un algodón con alcohol sobre la piel de su líder y cuando estaba a punto de inyectarlo Jaejoong cerró los ojos.

- Bueno… a la cuenta de tres… Han… Deul…

Pero antes de que pudiera hacerlo, Jaejoong abrió los ojos y le detuvo la mano.

- Eres un bruto, Yoochun ¿Cómo te atreves a cerrar los ojos cuando estás a punto de inyectar a alguien  de esa forma? - Le regañó Jaejoong al verlo sostener la jeringa como si de un dardo se tratase a punto de hacer blanco sobre el glúteo de Yunho.

- Es que fue la única manera en que se me ocurrió hacerlo. - Se justificó el menor.

- Trae acá… sostenlo. - Le ordenó cambiando de lugares. Jaejoong respiró profundo y armándose de valor le aplicó lo mejor que pudo la inyección a Yunho. - Bueno… sólo falta esperar a que haga efecto.

2 comentarios :

  1. Aww que lindo se querian en silencio
    Jajajaja pobre Yunho, como le habran pinchado XD creo que cuando despierte le dolera el trasero

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  2. Me encanta este fic, jajajja cada vez que lo leo meda mucha risa el ver que Yunho hasta en sueños se preocupa de que Min se coma sus cosas

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