miércoles, 10 de agosto de 2016

Poder Siliciano. Cap 3

 
Fiel a su palabra, Jung Yunho llegó al apartamento a primera hora de la mañana para recogerlos a Taemin y a él. Había alquilado un coche con chófer. Los había llevado a Coel Mall, donde pasaron más de un hora y donde gastaron más dinero del que Jaejoong quería pensar equipando a Taemin con ropa adecuada y complementos de bebé.

Ahora, al ver lo que parecía una montaña de prendas, Jaejoong se sintió culpable.

Se había divertido mucho escogiendo todo para el niño.


Lo siento — se disculpó con Yunho— He escogido demasiadas cosas, y todo es muy caro.

Yo seré quien juzgue lo que es caro y lo que no. Además, no tenemos tiempo para arrepentimientos. Tú todavía tienes que escoger tu propio guardarropa, aunque imagino que eso es algo que harás más cómodamente sin mi presencia.

Yunho tiró del puño de la chaqueta del traje, un gesto habitual en él, según había advertido Jaejoong.

He contratado a una asesora de imagen, así que te dejaré con ella y regresaré dentro de una hora.

 Jaejoong asintió con la cabeza. Cuando era pequeño le encantaba tener ropa bonita e ir de compras con su madre, los dos solos, pero todo aquello había cambiado cuando su madre volvió a casarse. Hyunjoong se quejó de que no le estaba dando a la nueva unidad familiar una oportunidad cuando Jaejoong le dijo a su madre que no le gustaba ir de compras con su padrastro y con Hyunjoong.

La asesora de imagen fue toda una revelación para alguien que no recordaba cuándo fue la última vez que se había comprado ropa. Para alivio de Jaejoong, Taemin, que antes se había mostrado emocionado y excitado al verse rodeado de tantos juguetes en el departamento de bebés, se había quedado ahora dormido en el carrito.

Su asesora parecía tener su misma edad, aunque llevaba ropa mucho más a la moda y más pegada al cuerpo de lo que Jaejoong se hubiera atrevido jamás.

Vamos a vivir en Sicilia, así que quiero ropa adecuada para el clima cálido, aunque nada demasiado caro, por favor — le pidió a la joven— Me gustan las cosas sencillas.

¿Ropa de día y vestidos de noche? ¿Qué clase de vida social...?

Oh, no, nada de eso — la interrumpió Jaejoong al instante— Voy a pasar todo el tiempo con mi hijo. Sólo ropa cómoda de día.

Dos horas más tarde, Jaejoong estaba a punto de llorar. Yury, la asesora, estaba tratando de que comprara ropa que a él le resultaba demasiado atrevida.

Lo siento — se disculpó Jaejoong por enésima vez— pero no puedo ponerme nada de eso.

Pero Yury no lo escuchaba, porque Yunho acababa de entrar en la tienda.

¿Ya habéis terminado? — preguntó esperando que así fuera. Jaejoong tenía algo que decir.

Bueno, la verdad es que no — comenzó a decir. Yunho frunció el ceño.

¿Por qué no? — inquirió.

Parece que todo le parece «demasiado atrevido» — respondió Yury por él con cierta irritación.

 Jaejoong no podía culparla. Le había enseñado preciosos vestidos de diseño, todos con colores que iban con su tono de piel, con delicados tirantes, pantalones cortos de vuelo y pantalones ajustados, ropa hecha para permitir que el sol le besara la piel. Ropa que captaría la atención de los hombres. Pero Jaejoong lo había rechazado todo. Incluso el maravilloso vestido blanco con flores bordadas que le había recordado a uno que tenía a los seis años.

¿Demasiado atrevidos? — Yunho miró la percha de ropa que la asesora estaba señalando con la mano. Él era italiano, y además arquitecto. Las líneas eran importantes para él, y no veía en aquella ropa nada «demasiado atrevido».

Yunho se giró de la ropa hacia Jaejoong, frunciendo el ceño mientras observaba su aspecto con aquella camisa varias tallas más grande y la falda vaquera, y frunció todavía más el ceño al ver que llevaba medias gruesas.

La temperatura puede elevarse por encima de los cuarenta grados en Sicilia durante el verano. Necesitas ropa fresca y suelta. No podrás llevar lo que llevas ahora — se giró hacia la asesora y le dijo con firmeza— nos llevaremos todo.

¿Todo? No podía estar hablando en serio. Pero parecía que así era.

¿Era así como iban a ser las cosas a partir de ahora? ¿Iba a decirle aquel hombre constantemente lo que podía y no podía hacer? Inmediatamente, se puso tenso y rechazó aquella idea. Tal vez había actuado demasiado impulsivamente. Tal vez...

Tenemos que ponernos en marcha. Mi hermano lo ha arreglado todo para que tomemos uno de los aviones de su flota rumbo a Sicilia dentro de una hora, así que sugiero que volvamos ahora a tu apartamento. He hablado con el ayuntamiento, por cierto, y he cancelado tu alquiler.

¿Cancelado? Pero, ¿y si cambio de opinión y quiero volver aquí con Taemin?

¿Volver para qué? Tu hermanastro ha llamado esta mañana a mi despacho y me ha dejado un mensaje preguntándome si ya he logrado saber algo de ti.

¿Le había dicho aquello deliberadamente para que dejara de insistir en que tal vez quisiera regresar? ¿Estaría intentando manipularlo? ¿Habría cometido un terrible error?

 Jaejoong alzó la vista en gesto desafiante.

¿Qué vas a decirle?

Nada. Es tu hermanastro, así que tú decides qué hacer y qué quieres que sepa y qué no.

Su respuesta acabó por completo con su acceso de ira.

— Te dejaré en tu apartamento para que puedas recoger tus cosas. No te molestes en llevarte las cosas del bebé. He llamado a Yoochun y le he pedido a su docel que encargue todo lo que necesitas. Por supuesto, necesitarás tu pasaporte. Supongo que Taemin no tendrá uno, así que he hablado con la Oficina Coreana de Pasaportes para que le hagan uno rápidamente. Necesitarán una fotografía, así que se la haremos antes de dejarte en tu casa.

Yunho había pensado en todo, admitió Jaejoong con cansancio más tarde cuando el chófer de la limusina se detuvo en la pista de aterrizaje, a pocos metros del lugar donde los esperaba el jet.

La última vez que Jaejoong tomó un avión fue para ir a Cannes con Gummy y Kagin, trabajando como investigador para Kagin, que iba a asistir al rodaje de una película basada en uno de sus libros. También aprovechó el viaje para documentarse para su nuevo libro, ambientado en la jet set. Por eso estaba Jaejoong en Nikki Beach, porque Kagin pensaba que la visión de un docel sería interesante. Jaejoong había tratado de protestar diciendo que él no era de aquella clase de documentalista, y que prefería trabajar entre libros en la biblioteca, pero Kagin se negó a escucharlo.

Se quedó destrozado después de lo que le ocurrió a Jaejoong, y se culpó hasta que él le suplicó que por favor dejara de hacerlo.

Tanto Gummy como él pensaban que era mucho mejor que no pudiera recordar nada de lo que le había ocurrido después de tomar la bebida drogada, pero Hyunjoong no estaba de acuerdo. Lo había presionado una y otra vez, insistiendo en que debía recordar algo.

Nunca había conocido a nadie con unos ojos tan increíblemente expresivos cuando pensaba que nadie lo estaba mirando, reconoció Yunho. Podía ver el dolor y el miedo reflejados en ellos, y se preguntó quién o qué los provocaba.

Deja que yo sujete a Taemin por ti — se ofreció agarrando al niño, que ahora estaba despierto, mientras el chófer abría la puerta del coche.

 Jaejoong reculó al instante, estrechando con fuerza al bebé contra sí.

Puedo arreglármelas, gracias — dijo con tirantez. Era muy protector con el niño, admitió Yunho.

Soy su tío — dijo con sequedad.

Y yo soy su umma — señaló Jaejoong a la defensiva.

Pronto sabrás que en las familias italianas es normal que los bebés pasen por los brazos de los parientes, para que toda la familia pueda compartir la alegría de tenerlos — lo informó Yunho con voz pausada.

Sus palabras provocaron que los ojos de Jaejoong se llenaran de lágrimas. No había nada que deseara más para Taemin que una gran familia cariñosa que lo quisiera.

¿Y también a él?

El chófer lo ayudó a salir del coche, y un sobrecargo uniformado salió del avión para recibirlos, seguido por el piloto. Ninguno de los dos parecía sentir ninguna curiosidad por él. Seguramente estarían acostumbrados a que Jung Yunho embarcara en su jet privado acompañado de un docel, pensó Jaejoong. Aunque no con un docel como él, admitió sintiéndose incómodo. Los doceles de Yunho serían sofisticados y seguros de sí mismos. Llevarían ropa de marca y mostrarían la sensualidad de sus cuerpos.

Pero, ¿qué estaba haciendo comparándose con ellos? Kim Jaejoong y los doceles con los que salía Yunho eran dos mundos aparte. Jaejoong sintió de pronto una punzada de dolor al pensar en todo lo que había perdido, en todo lo que se le había negado. Fue tan intenso que sintió deseos de llorar. ¿Habría algún docel en su vida, algún docel especial? ¿Un docel con el que planeara tener hijos en el futuro? El dolor se hizo todavía más agudo.

¿Qué le estaba ocurriendo? Él tenía todo lo que quería. La sexualidad y la felicidad de unos doceles a los que no conocía no significaban nada para él. Su vida era la que era. Lo que acababa de sentir era por Taemin, no por él, se defendió. Porque él nunca sabría lo que suponía ser el hijo de dos personas que lo habían concebido con el amor que sentían el uno por el otro, y que estaban allí con él para mostrarle ese amor. Jaejoong sabía lo que era crecer sin padre, y odiaba pensar que Taemin pasaría por lo mismo.

Deja que lo sujete — Yunho le quitó a Taemin antes de que él pudiera impedírselo, y no le dejó más opción que permitir que el sobrecargo lo guiara por las escalerillas en dirección al avión.

 Jaejoong trató de no sentirse impresionado, pero no resultaba fácil. Nunca había imaginado que el interior de un avión pudiera ser así, amueblado como un salón.

Yunho había subido detrás de él y estaba señalando la cuna que habían preparado para Taemin. El bebé estaba ahora despierto y miraba a su alrededor con ojos inquietos.

Era un bebé maravilloso, pensó Jaejoong con una oleada de amor. Lo había vestido con uno de sus nuevos conjuntos, unos vaqueros minúsculos con una camisa de cuadros azul y verde y un jersey de cuello de pico con calcetines a juego. Estaba adorable. Por su parte, Jaejoong llevaba su anodina camisa y su falda vaquera, aunque se había puesto encima el impermeable a pesar de que no hacía frío.

Oh, sí, la nueva familia de Taemin iba a adorarle, decidió mientras el sobrecargo le indicaba discretamente cómo atarse el cinturón antes de despegar.

Lo adorarían, pero, ¿qué sentirían por él? ¿Qué sabían de él?

Estaba preocupado por algo, pensó Yunho mientras observaba la ahora familiar oscuridad de sus ojos. Aunque sin duda no se trataba de su aspecto físico. Nunca había conocido a un docel menos preocupado por aquello. El amigo borracho de Yoohwan había mencionado su apariencia recatada, pero Yunho no había prestado mucha atención a su descripción hasta aquel momento. ¿Qué llevaba a un joven tan atractivo en potencia a vestirse de aquella manera?

La señal de cinturones se apagó y Yunho se desabrochó el suyo.

¿Qué le importaba a él lo que lo llevaba a vestir de aquel modo? Lo que le interesaba era su hijo, y el deber que tenía para con él. Pero, ¿qué deber lo unía a Jaejoong por ser el hermano del hombre que había abusado de él?

 Jaejoong no pudo seguir conteniendo la ansiedad. Le temblaban los dedos cuando se desabrochó el cinturón de segundad y se inclinó hacia Jung Yunho.

Tus hermanos y sus esposos... ¿qué... qué saben de mí? — preguntó con tensión.

Saben que eres la madre de Taemin, y que él es un Jung — le respondió Yunho.

El color le tiñó la piel, pero Jaejoong lo ignoró, y siguió presionándole con decisión.

¿Saben cómo tuve a Taemin? ¿Saben que...?

¿Que Yoohwan te drogó y te violó? — terminó Yunho por él.

La voz le salió más áspera de lo que esperaba, alentado por todo lo que sentía por su fallecido hermanastro, y su odio por el daño que le había hecho al apellido familiar, pero a Jaejoong le pareció que su dureza iba contra él, y dio un respingo.

Sí, lo saben — confirmó Yunho.

Antes incluso de haber dado con él, les había contado lo que había descubierto, y que su intención era encontrar al docel con el que tan mal se había portado Yoohwan y acoger a su hijo bajo la protección de la familia.

 Jaejoong contuvo el aliento con expresión alarmada, y Yunho se dio cuenta.

Lo saben y comparten mi opinión al respecto — aseguró con deliberado énfasis.

¿Porque tú se lo has pedido? — le temblaba la voz, dejando al descubierto la aprensión que sentía por conocer a su familia y ser juzgado por ellos.

Yunho, sin embargo, parecía ajeno a sus pensamientos porque le preguntó con brusquedad:

¿Qué estás intentando decir?

¿No está claro? Tu hermano negó haber... lo que ocurrió. Se negó a reconocer que Taemin es su hijo. ¿Cómo sé que tus hermanos y sus doceles aceptan lo que realmente ocurrió? — Al ver que Yunho no hablaba, añadió con fiereza— ¿crees que quiero que la gente sepa lo que me sucedió? ¿Crees que quiero que Taemin crezca con gente que sabe cómo fue concebido? Ya fue terrible que Gummy y Kagin lo supieran antes incluso de...

 Jaejoong se interrumpió de golpe, dándose cuenta súbitamente de que estaba hablando más de la cuenta.

Su angustiado arrebato sacó a la superficie asuntos que Yunho había dejado a un lado para tratarlos un vez que hubiera resuelto las necesidades más urgentes, que habían sido encontrar a la víctima de Yoohwan y a su hijo. Debía haber resultado duro para Jaejoong hablar como lo había hecho, pensó, y sintió lástima por él al mismo tiempo que valoraba su valentía.

Sus hermanos ya habían hablado con él sobre su preocupación respecto a que Taemin fuera hijo de Yoohwan, y cómo sería de mayor.

Lo último que queremos es otro Yoohwan — le había dicho Yoochun con crudeza— Y si nuestro padre se sale con la suya, así es exactamente como criará al niño.

No permitiré que eso ocurra — le había asegurado Yunho— Yo seré la figura paterna para ese niño.

Sus hermanos lo habían mirado de tal manera que se sintió obligado a continuar.

Sé lo que estáis pensando. También traté de ser un padre para vosotros, y puse más voluntad que acierto.

Te equivocas. Yunho — había respondido Yoochun— Lo que estamos pensando es que no podría haber mejor padre para ese niño que tú. Los dos te estaremos eternamente agradecidos por lo que has hecho por nosotros.

Había sido un momento muy emocionante, y Yunho seguía conmovido. Era muy joven cuando su madre murió y su padre volvió a casarse, demasiado joven para cargar con la responsabilidad de proteger a sus hermanos pequeños.

Admítelo, Yunho — bromeó Yoochun en un intento de aligerar la situación— quieres acoger a ese niño bajo tus alas porque echas de menos tenernos a nosotros. Deberías encontrar a un chico o chica a la que querer, hermano, casarte con él y tener tus propios hijos. Sus propios hijos.

Yunho había visto a su madre marchitarse y darle la espalda a la vida debido al peso de ser la esposa del cabeza de aquella familia. Y luego había visto a la segunda esposa de su padre aprovechándose de su situación, de la riqueza y el poder de su posición. Yunho envidiaba a sus hermanos por sus matrimonios y el amor que compartían con sus esposos, pero su situación era diferente a la suya. Sus deseos debían ir siempre por detrás de su deber. A la larga sería el cabeza de familia, y su deber sería llevar el apellido Jung hacia el futuro.

Si se casaba, su docel tendría que comprenderlo y compartir sus metas, así como aceptar el hecho de que debía anteponer su deber a todo lo demás. Dudaba mucho que fuera posible encontrar un docel o mujer con la que pudiera compartir el amor verdadero y que al mismo tiempo comprendiera su papel como príncipe.

Miró a Jaejoong, a quien había convertido en parte de su responsabilidad.

Hablas como si temieras que te fueran a avergonzar — le dijo sin alterar la voz— Pero quien debió sentir esa vergüenza es Yoohwan, no tú. Es mi deber como hijo mayor asegurarme de que la vergüenza de Yoohwan no os contamine ni a Taemin ni a ti. Tienes mi palabra de que mis hermanos piensan exactamente lo mismo.

A Jaejoong le resultaba imposible no creerle, pero sólo había hablado en nombre de sus hermanos. ¿Qué pasaría con sus esposos? ¿Lo mirarían con desprecio y se cuestionarían la veracidad de su versión de los hechos?

El sobrecargo hizo su aparición para preguntarle qué deseaba beber.

Sólo agua, por favor — respondió él.

Había algo más que Yunho deseaba decir, ya que él había sacado el tema.

Si Taemin aprende a sentir vergüenza, será de ti de quien lo aprenda si la llevas pegada como un cilicio... igual que llevas la ropa.

Los ojos de Jaejoong echaron chispas.

Mi ropa no tiene nada de malo.

Al contrario, tiene mucho de malo para un docel de tu edad. —Su rápida respuesta dejó a Jaejoong asombrado y a la defensiva.

Bueno, a mí me gusta. Y soy yo quien la lleva puesta — respondió de forma acalorada.

Eso es imposible. A ningun docel de tu edad le puede gustar llevar una ropa tan fea. Y te recuerdo que soy el que tiene que mirarla.

 Jaejoong se sentía ultrajado. Y herido.

El hecho de que los doceles que frecuentas... el hecho de que tu novio lleve ropa de marca no significa que...

No tengo novio — Yunho interrumpió el arrebato de Jaejoong a media frase.

¿No tenía novio? ¿Por qué se sentía de pronto ligero, casi complacido?

El calor del verano de Sicilia hace imposible que estés cómodo vestido como vas ahora. Los jóvenes de Sicilia llevan las piernas al aire en verano, y camisetas sin mangas.

Que vayan como quieran, pero yo prefiero llevar ropa que no enseñe nada ni atraiga la atención sobre mí.

Llevar ropa tan poca adecuada como la que llevas ahora hará que la gente se fije en ti. Tal vez sea eso lo que desees inconscientemente.

No. Eso no es cierto. En absoluto. Lo último que quiero es que los hombres me miren.

 Jaejoong se puso de pie mientras hablaba, tan inquieto y dolido que miró a su alrededor en busca de un vía de escape.

No era intención de Yunho provocar una reacción tan extrema. Y que él supiera, no había dicho nada respecto a que los hombres lo miraran. Pero Jaejoong temblaba de los pies a la cabeza, con los ojos muy abiertos en su delicado rostro. Muy abiertos y asustados.

No quise insinuar que intentaras atraer deliberadamente la atención masculina — trató de decirle, pero Jaejoong sacudió la cabeza.

Sí, lo has hecho. Supongo que en el fondo piensas que animé a Yoohwan, que merezco lo que me pasó.

Aquellas palabras salieron de él como el veneno de una herida profunda. El sonido de su dolor inundó a Yunho con una gran compasión por él, despertando su arraigado sentido de la responsabilidad hacia los débiles.

Él también se puso de pie.

No creo nada semejante. Sé que tú no tienes ninguna culpa.

Ahora había captado su atención. Jaejoong abrió los labios y el dolor pareció desaparecer de su mirada.

Tú... — Jaejoong contuvo el aliento cuando el avión se movió de pronto debido a una turbulencia, haciéndolo perder el equilibrio.

Yunho lo sujetó mientras él se tambaleaba y caía contra su cuerpo y le apretó la mejilla contra el inmaculado algodón de la camisa mientras él lo rodeaba con sus brazos. Jaejoong podía sentir el fuerte y constante latido de su corazón. A él se le aceleró el pulso con una mezcla de pánico y asombro. Volvía a sentirse algo mareado. Debía ser por la presión de la cabina, tal vez no hubiera suficiente oxigeno o algo parecido... ¿Algo parecido? ¿Algo relacionado tal vez con la cercanía de cierto hombre?

Sintió algo en la parte inferior del cuerpo. Vergüenza, por supuesto; tenía que ser eso. No le estaba permitido sentir otra cosa en brazos de un hombre. Él lo sabía. Su cuerpo se estremeció y los brazos que lo estrechaban lo hicieron con más fuerza.

No pasa nada, quédate quieto. Sólo son turbulencias.

 Jaejoong tardó unos segundos en darse cuenta de que las turbulencias a las que se refería Yunho cuando le murmuró aquellas palabras al oído estaban fuera del avión y no en el interior de su cuerpo.

Era natural que fuera cauto con los hombres después de lo que le había sucedido, pensó Yunho. Jaejoong necesitaba de su protección; necesitaba sentirse seguro para poder disfrutar de su belleza y de su feminidad digna de un docel. Y él le proporcionaría esa tranquilidad, del mismo modo que le daría a Taemin un hogar seguro.

¿Qué se sentiría al saber que cuando los brazos de un hombre te abrazaban así podías sentirte seguro y confiar en él? ¿Qué se sentiría al apoyar la cabeza en el pecho de un hombre y saber que tu vulnerabilidad sería respetada y tus necesidades, cubiertas?

 Jaejoong permitió que aquellas preguntas vagaran por sus pensamientos durante un segundo. Sentía una tormenta de pensamientos tan extraños, y una paz tan grande, que se encontraba demasiado débil para moverse. Algo dentro de él más fuerte que su miedo, algún instinto enterrado, estaba abriéndose paso con una poderosa e inesperada energía. Las ganas de girar la cabeza y aspirar el aroma de la piel de Yunho; el pesado latido de su corazón; la necesidad que parecía haberse apoderado de cada parte de su cuerpo... todas aquellas cosas resultaban nuevas para él, y al mismo tiempo conocidas.

El avión había descendido un poco y volvía a volar suavemente. Taemin se despertó y soltó un pequeño grito.

De regreso a la realidad, Jaejoong trató de librarse de las garras de Yunho. Temblaba violentamente, el miedo a su propia reacción hacia él le oscurecía la mirada.

Al observar aquel miedo, Yunho malinterpretó su causa y preguntó con recelo:

¿Me tienes miedo?

 Jaejoong no podía hablar. La culpa y la vergüenza se habían apoderado de él.

Eso es lo que te ha hecho Yoohwan, ¿verdad? — Inquirió Yunho— Ha conseguido que tengas miedo de todos los hombres.

 Jaejoong era incapaz de mirarlo.

No tienes nada que temer de mí — le dijo él con dulzura mientras lo soltaba— Te juro que, cuando estés en Sicilia, en la tierra de los Jung, serás tratado con respeto.

¿Podría confiar en él y creerlo? Quería hacerlo. Igual que hubiera querido que siguiera abrazándolo. Sintió cómo la culpabilidad lo quemaba. ¡No! Eso no era cierto. No había querido que lo abrazara. Él no se había comportado de forma provocativa.

A Jaejoong le temblaban las manos cuando agarró a Taemin.

Yunho lo observó en silencio. Lo había sentido muy vulnerable entre sus brazos. Y como había reconocido esa vulnerabilidad, deseaba tranquilizarlo, y por eso había querido seguir abrazándolo. Nada más.

Yoohwan le había hecho mucho daño. Como un pajarito con las alas rotas, necesitaba protección hasta que se hubiera recobrado completamente y pudiera volver a volar.

En un principio, Yunho había considerado que su deber era únicamente hacia su hijo, pero se había equivocado, de eso se daba cuenta ahora. Jaejoong necesitaba de sus cuidados tanto como su hijo. Ahora que era consciente de ello, no podía ignorarlo. Tenía un deber hacia él, y lo cumpliría. Costase lo que costase.



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11 comentarios :

  1. hay Yunho por si afán de proteger a Jae y cuidar de el haber si no en el camino termina perdidamente enamorado de el que casi estoy segura que así pasara y Jae sera el hombre mas feliz de tener a un hombre como Yunho enamorado de el
    Gracias

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  2. Mmm Yun o súper Yun jejeje quiere proteger a todos. Mmm q m proteja a mi jejeje. Ok no. Ahhh jj quiere q lo apapache.... y Yun lo quiere apapachas ahhh toma se va cociendo el arroz jejeje ahhh como es q gente q esta destinada a estar Junta se conoce en situaciones no tan comidas o comunes. Bueno eso le da más sentido y unión creo yo. Jejeje. Yo y mis cosas cundo estoy en mía momentos de locura jejeje. Gracias x el cap. Espero pronto l otra jejeje. Besos

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  3. Gracias por actualizar, amo esta historia, me tienes en mucho suspenso.
    Tengo mucha curiosidad acerca de como se desarrolla su relacion.
    Espero estés bien, cuidate, saludos 💕💜

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  4. Aww yunho quiere proteger a jae y a taemin gracias por el cap esperare el otro con ansias 😀😁

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  5. Yunho quiere proteger a su JaeJoong... Espero que la vida en Secilia no sea tan dura... Gracias por esta historia estaré esperando el siguiente capitulo

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  6. Espero que Yunho le ayude a Jae a superar sus miedos y que otros traumas tendrá para que siga con miedo 😱 por favor actualiza rápido que ya me estoy quedando sin uñas de tanto esperar

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  7. Wiiiiiii ..... Yunho se comporto como un padre para sus hermanos e hizo un buen trabajo. Ahora quiere serlo para taemin, y eso es lo mejor.....el abuelo, osea el principe, tiene tan mala entraña como Yonhwan, y no queremos q tambien el bebe crezca asi. Ademas siendo Jae la umma y Yunho el appa todo estara bien. Por otra parte entiendo a Jae, no solo por el hecho del daño q le causo Yonhwan, tambien pienso q se pone ropa holgada porq no queria q hyun joong le vea.....o no? ..... Yo tambien pase por eso, me gustaba los buzos, poleras anchas, odiaba q me vistieran con ropa bonita..... (el miedo y asco a que los hombres te vean de manera sucia) entiendo a Jae. Felizmente Yunho ya esta ahi, y ya nada malo le puede pasar, ya hay atraccion pero no lo quieren reconocer. Wiiiii Muchas Gracias :)

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  8. Jaejoong esta traumado :( espero q pronto pueda dejar ese tormentoso pasado atras y empezar una nueva vida llena de felicidad con los jung.

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  9. Pobre JJ 😢 espero pueda superar todo y ser feliz con yunho.

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  10. El sentimiento inigualable de querer proteger a Jaejoong y que Jaejoong se sienta protegido también espero que salga de esa burbuja en donde se a encerrado y puedo ser feliz con Yunho

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  11. Chunnie¡¡¡¡ eres tan lindo¡¡¡ sus palabras fueron la gloria para Yunho. Antes de la llegada de Junsu y ChangMin tanto Yoochun como Hayami tenian esa barrera al expresar su sentir y ahora todo sale con naturalidad, con la sinceridad y amor hacia su hermano mayor. No es dificil imaginar a Yinho en tañ papel, protector y fiel a sus convicciones. Toda esa necesidad de ofreser protección a Jae por el daño que ha sugrido y a sus hermanos es totalmente conmovedor. Él no llego conciente de la situación y no con la guardia arriba y eso es ya un buen comienso.

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