Just One Drop. Especial

Esta una conversación entre Jae y Yunho que los lectores no llegaron a ver. Esto sucede en Just One Drop. Jae y Yunho acaban de salir del incidente durante el entrenamiento de defensa personal. Están sentados en el sofá después de que todos los demás se habían marchado. Están hablando en voz baja antes de ambos caer dormidos.

 — ¿Estás realmente bien? — le preguntó Jae tentativamente. Yunho rió.

 — ¿Estuve tan mal?

Jae volvió la cabeza en su regazo para así poder mirarlo. Los ojos ámbar de Yunho todavía brillaban.

— Mal es decir poco mi peludo amigo. Estabas listo para derribar una manada entera.

— Él no debería haber puesto sus manos en ti, Jaejoong. Sé que no entiendes, pero para un macho Canis lupis ver a su compañero ser tocado por otro macho es irritante. El ver a alguien hacerlo a ti de una manera tan íntima e hiriente al mismo tiempo — Yunho comenzaba a gruñir otra vez — por todos los derechos si hubiera signos de apareamiento entre nosotros podría matarlo por su imprudencia.

Jae estiró su mano y suavemente le acarició la cara tratando de suavizar las líneas de expresión.

— No más fruncidos de ceño o gruñidos. Estoy aquí, estoy a salvo, soy tuyo.

— Mío — acordó Yunho mientras pasaba su mano de arriba abajo por su muslo y cadera.

 — ¿Puedo hacerte una pregunta? — Jae arqueó una ceja.

— Sólo si puedo preguntar algo de vuelta — le guiñó un ojo.

 — ¿Qué es lo que pensaste de mí la primera vez que te diste cuenta que había algo allí entre nosotros?

Yunho cerró los ojos y Jae decidió que debía estar recordando ese día.

Él esperó, observando su hermoso rostro.

— Estabas recostado sin vida sobre la hierba. No te movías — la voz de Yunho era suave, y sonaba doloroso para él hablar — Recuerdo correr hacia ti. Tú eras todo lo que podía ver. Tu piel estaba tan quemada. Tenía miedo de tocarte, miedo de hacerte más daño. Cuando los paramédicos te llevaron, tomó todo en mí para no romper sus gargantas por tocarte. La única cosa que mantuvo a mi lobo bajo control, fue el recordarle que ellos podrían ayudarte. Ellos podrían salvarte y tendrían que salvarte porque pertenecías a mí. — Yunho miró hacia abajo y abrió los ojos. Se encontraron con los suyos y le sostuvo la mirada mientras hablaba — Esa fue la primera vez que lo pensé, que tú eras mío. Es tan correcto, tan verdadero. Mi lobo sabía sin ninguna duda que eras nuestro compañero. Una vez que despertaste y tuve la oportunidad de hablar contigo, no sabía cómo manejar mis emociones. Estaba preocupado de asustarte, y no entendía cómo podía sentirme de la manera que lo hacía porque no eras Canis lupis. Te vi dormir. Sólo tenía que verte respirar. No podía soportar no tenerte en mi vista.

El aliento de Jae era superficial. Sentía como si todo el aire hubiera sido empujado de sus pulmones mientras escuchaba a Yunho hablarle de sus sentimientos hacia él desde el principio. Él no tenía ni idea de que fuera tan intenso incluso entonces.

Yunho se inclinó y lo besó suavemente en los labios, y susurró:

— Tu turno.

Él sonrió con malicia cuando él frunció el ceño.

 — ¿La misma pregunta? — preguntó él. Él asintió con la cabeza.

— Pensé que eras increíble.

 — ¿Increíble? Vaya, no me di cuenta que mis primeras impresiones fueran tan buenas.

Jae le dio un manotazo.

— No he terminado. ― Yunho rió entre dientes.

— Lo siento nene, adelante.

— Como estaba diciendo, me quedé sin habla cuando te vi. Quiero decir, sé que jugué con las cosas, ya sabes, no quería estar ahí y verme como un adolescente necesitado, pero por dentro, por dentro me estaba ahogando en mis emociones por ti. Estabas tan confiado, tan guapo, tan intocable. Te odiaba y amaba al mismo tiempo. Te odiaba porque nunca podría tenerte, te amaba porque algo dentro de mí reconoció que estaríamos bien juntos

— Mejor que bien, nene — dijo Yunho en voz baja, sus ojos transmitiendo la profundidad de la emoción que llenaba su voz.

— Estoy tan contento de que hayas ido a Estados Unidos con Siwon.

— Yo también, Jaejoong — Yunho negaba con la cabeza — no tienes idea de lo feliz. Casi no voy. Siwon quería dejarme a cargo de la manada. Pero mi lobo estaba inquieto sobre la idea. Le dije a Siwon eso y él me dijo que escuchara a mi lobo. Él sabía que estabas ahí. Sólo la idea de no encontrarte…

— Shh — lo tranquilizó Jae pasando los dedos por su cabello — pero me encontraste. Estoy aquí. Estamos juntos. Y ahora, mi hombre hermoso, estás atrapado conmigo. Realmente deberías pedir un premio de consolación.

Yunho sonrió hacia él, una de las únicas personas que alguna vez podrían conseguir una sonrisa de él.

— Tú eres mi todo — susurró mientras lo besaba de nuevo antes de que pudiera dar una de sus réplicas sabihondas. Sin duda, a él le habría encantado.

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