S.O.R. Cap. 15 Una y otra vez

POV Jae

—Tenemos que hacer que esto se vea lo más convincente posible —le dije a Changmin, con mi corazón rompiéndose más a cada paso.

Había estado hablando con Junsu por lo menos un par de veces a la semana desde que llegamos aquí. Me dijo que Yunho no había estado haciendo nada más que estar abatido desde que me fui, que incluso ignoraba a Yoochun. Necesitaba que hiciera lo correcto, por lo que Changmin y yo formulamos un plan para empujarlo en la dirección correcta.

Nos habíamos estado escondiendo en la cabaña rural de su abuelo en las afuera de Ulsan desde que salimos de Seúl. Las circunstancias no eran las mejores, pero estábamos haciéndolo lo mejor que se podía. Changmin me recordó todas las razones por las que lo amaba en primer lugar. Era tan leal y protector. Estaba agradecido por todo lo que me había ayudado a través de este último mes. Aunque dormíamos en la misma cama cada noche, mantuvimos una estricta y única relación de amistad. Sobre todo porque nos encontrábamos en una pequeña cabaña de una sola habitación, pero no podía negar que me gustaba mucho la comodidad y seguridad que trajo. Sabía que le estaba pidiendo que hoy cruzara la línea. Me preocupaba cómo sería encender viejos sentimientos, pero no estaba listo para poner a Yunho detrás de mí todavía. Estaba de duelo por él, y probablemente lo lloraría por el resto de mi vida. Aunque Yunho y yo sólo habíamos estado de nuevo juntos por un corto tiempo, fue como si el tiempo no hubiera pasado entre nosotros en absoluto. Estábamos hechos el uno para el otro, pero yo lo amaba lo suficiente para querer lo que era mejor para él aunque me estuviera matando.

Changmin me llevó hasta el muelle donde colocó nuestra foto. Respiré profundamente y me senté en la manta. Tenía mi teléfono desechable en mi mano derecha y el anillo de su abuela en la izquierda. Nos inclinamos hacia atrás y nos besamos, accioné el botón de la cámara asegurándome de que el anillo saliera en la foto. Miré la foto, parecía muy convincente, así que me senté y pulsé enviar rápidamente. Junsu se había asegurado de colocar su teléfono donde Yoochun lo viera. Yoochun siendo el Rey del Drama se aseguraría de que Yunho lo viera. Sólo esperaba que fuera la munición que necesitaba para volver con Karam. «No creo que él sepa lo mucho que quiere esto». Sé que esto marcaría el final de la saga de Yunho y Jae, pero mi corazón ya estaba roto, así que en este punto sólo quería asegurarme de que al menos uno de nosotros terminara con un “felices para siempre”.

Tan pronto como envié la foto deslicé el anillo de mi dedo y se lo devolví a Changmin.

—Se veía bien allí. Tal vez algún día me dejes ponerlo ahí de verdad. — Sonrió. Él trataba de hacer que sonara como una broma, pero no me lo creí. Me coloqué el anillo de compromiso de Yunho de nuevo en mi dedo y me dirigí de vuelta a la cabaña. Sabía que estaba a punto de tener un momento y sólo quería estar solo.

Tan pronto como entré en el dormitorio cerré la puerta detrás de mí. Me deslicé en la cama y rompí a llorar.

Estaba agradecido por lo que Changmin había hecho y seguía haciendo por mí, pero empezaba a sentirme abarrotado. El seguía presionando por más y no era justo mantenerlo encadenado a mí.

Pasé la tarde llorando y dejando de llorar. Changmin llegó un poco más tarde y me ofreció su hombro, con aire de culpabilidad acepté.

— ¿Qué puedo hacer para que me ames así, Jae? Haría cualquier cosa. Te amo tanto, me gustaría que pudieras ver eso —declaró Changmin.

—Changmin, ya sabes que no puedes evitar amar a alguien. Simplemente sucede. Te amo, pero no de esa manera, ya no. Lo siento. Eres un hombre increíble, Shim Changmin, pero estoy seguro de que no encontraré otro Yunho. — Me separé de él y me puse mis zapatillas de deporte para poder dar un paseo alrededor del lago para aclarar mi cabeza. Me sentí mal de que al ayudarme Changmin, le estaba haciendo daño. Tenía que encontrar otra alternativa.

Dos semanas más habían pasado. Junsu me envió un mensaje diciendo que Yunho estaba tratando de pasar más tiempo con Karam. Me sentí contento y devastado. Changmin continuó con sus esfuerzos para ganarme. Me di cuenta de que empezaba a agotarme, así que cuando le dije que estaba pensando en irme entró en un pánico absoluto. Dijo que no había nada para mí en casa y que todo mi sufrimiento sería en vano si volvía ahora. Sabía que él estaba en lo cierto, pero no podía pensar en dónde más posiblemente podría ir. Fui a tumbarme en la cama y empecé a preguntarme, ¿por qué yo? ¿Por qué siempre me tocaba una mierda? Sabía que necesitaba alejarme de verdad y estar con Changmin sólo lo estaba haciendo más difícil. Encendí mi teléfono, el verdadero, y por primera vez en más de un mes y medio me desplacé a un número que no había marcado en tres años. Mi padre.

Mi indicador de mensaje estuvo parpadeando continuamente a lo largo de nuestra breve conversación. Todos eran de Yunho, había uno por día durante el primer mes y algunos esporádicos durante las últimas semanas. Iban desde te amo y te echo de menos, a las súplicas desesperadas de que volviera a casa y arregláramos las cosas.

—El billete estará en el quiosco. Haré que Harry vaya a recogerte en el aeropuerto. Me alegro de que hayas llamado Jae. —Con eso colgué y salí a decirle a Changmin que me iba.

—Changmin, necesitamos hablar —dije mirándolo mientras él veía un documental. Parecía contento. Me odié a mí mismo aún más.

— ¿Qué pasa? —Extendió la mano y tiró de mí, así que estuve sentado sobre su regazo. Froté mi mano en su mejilla.

—Me voy —le dije al mismo tiempo que lo abrazaba y le daba las gracias por todo.

—No te puedes ir. Por favor, no me dejes —declaró— Te amo Jae. Eres mi Yunho. —Cuando dijo eso mi corazón dio un tirón, porque esa era la clase de amor que no desaparecía. Yo lo sabía. Una lágrima cayó por su mejilla.

—Lo siento, Changmin. —Me puse de pie y fui a hacer las maletas. Mi teléfono sonó y me di cuenta de que me había olvidado de apagarlo de nuevo. Por supuesto, era de Yunho.

«Cien días me han hecho más viejo desde la última vez que vi tu cara bonita. Mil mentiras me han hecho más frío y no creo que pueda ver esto de la misma manera. Pero todas las millas desaparecen ahora cuando estoy soñando con tu rostro. Estoy aquí sin ti cariño. Pero todavía estás conmigo en mis sueños.

Sé dónde te encuentras ahora. No voy a perseguirte. Te veré en mis sueños esta noche. Te amaré por siempre. Yunho.»

POV Yunho

Yoochun y yo estábamos sentados en su cocina y Junsu acababa de llegar. Ellos dos estaban tan enamorados que era repugnante. Iban a terminar juntos aún si querían admitirlo o no. Yoochun a regañadientes permitió que Karam viniera un poco, pero él rápidamente se escabulló tan pronto como Junsu apareció. Sabía que no era fan número uno de Junsu y Junsu no era ciertamente el de él, pero no podía entender por qué Karam se negaba a estar en la misma habitación que él. Junsu al menos hacía un esfuerzo por ser cordial hacia él.

—Yunho, ¿de cuántas semanas está Karam ahora? —preguntó Junsu.

—Dieciocho casi diecinueve. ¿Por qué? —Podría decir que esta no era una pregunta salida de la nada.

—Porque eso es lo avanzado que estaba Jae cuando perdió el bebé. Él tuvo un buen vientre en ese entonces, Karam no tiene nada en absoluto.

—Karam dijo que a algunas personas les pasa de manera diferente que a las demás —le dije rápidamente, casi a la defensiva.

—Cálmate hermano, es sólo una declaración —soltó Yoochun. Sabía que estaba siendo un súper idiota desde que mi aplicación buscadora de teléfonos me alertó sobre el paradero de Jae, la semana pasada. No estaba feliz de saber que él estaba en casa de Changmin. Sabía que estaba en negación. Jae se fue con él y estaban supuestamente comprometidos ahora, pero yo quería volar hasta allí y traerlo a casa. Yoochun a regañadientes me recordaba mi lugar ahora, y no era con Jae. Desde que regresé de mi viaje a casa realmente había estado tratando de resolver las cosas con Karam. Incluso fui tan lejos recientemente como para re-proponérmele, por lo que podíamos casarnos antes de la llegada del bebé. Él, por supuesto, estaba en la luna, pero hizo un comentario sarcástico sobre el anillo. El mismo anillo que le di la última vez. Lo sacudí de encima. Estaba dispuesto a hacer cualquier cosa en este momento por mí… nuestro bebé. Sufriría el resto de mi vida con él si eso significaba que podía estar con mi hijo o hija.

—Lo siento —le pedí disculpas.

—Creo que todo esto es raro. Se niega a ver a Heechul, uno de los mejores obstetras en la ciudad y cada vez que tiene una “cita” (hizo comillas en el aire) milagrosamente se olvida de decírtelo. Aún no hemos visto una foto de la ecografía tampoco. Jae tenía una a las doce semanas, Yunho. —Su nombre era como un láser en mi sistema cada vez que lo escuchaba. Nunca antes había escuchado a Junsu hablar del bebé con detalle. Sabía que estuvo alrededor durante todo el embarazo, pero nunca habíamos hablado de ello hasta ahora.

— ¿Qué quieres que te diga? —le espeté, otra vez.

— ¿Habéis estado acostándoos juntos otra vez? —soltó Junsu de respuesta.

—No. No puedo —balbuceé. Ni siquiera veía a Karam como eso, nunca más. ¿Cómo se supone que iba a casarme con alguien a quien ni siquiera quería besar?

— ¿Así que no lo has visto desnudo? Sólo estoy diciendo que esto no tiene mucho sentido Yunho. Sólo estoy tratando de protegerte, ¡así que deja de ser un idiota conmigo! —Se dio la vuelta y se dirigió a la sala de estar. Sacó su teléfono y comenzó a enviar mensajes de texto. Me pregunté si estaba mandándoselos a Jae y me puse celoso.

—Junsu tiene un punto, hombre —comenzó Yoochun— Quiero decir que él está apurado para que vuelvas a cómo eras y algunas cosas definitivamente no encajan ahora que Junsu las ha traído a colación. Sólo ten cuidado —reiteró Yoochun y me dio unas palmaditas en el hombro.

—Nos vemos luego, chicos. —Me levanté y me dirigí hacia el garaje.

Pensé acerca de cómo me re-propuse la semana pasada. Él ya había enviado por correo las invitaciones para nuestra boda que se suponía se llevaría a cabo en dos semanas. ¡Dos semanas! Dijo que no quería estar demasiado grande para caber en su vestido, lo cual tenía sentido. Entonces, cuanto más pensaba en ello no estaba grande para nada. Empujé ese pensamiento a un lado y me dirigí a casa. Entré y decidí llamar a Heechul, él sabría la respuesta. Habíamos estado hablando mucho a causa de mis preguntas de papá primerizo.

― Hola, Yunho —contestó al tercer timbrazo.

― Hola Heechul. ¿Tienes un minuto? —le pregunté.

—Claro, dame un minuto para cerrar la puerta. —Hizo una pausa— Muy bien, dispara.

—Estaba con Yoochun y Junsu antes, ellos sacaron a colación un par de cosas que quería hablar contigo.

—Soy todo oídos.

—Junsu dijo que cuando Jae estaba embarazado tuvo una ecografía a las doce semanas. ¿Eso es normal?

—Sí, por lo general es alrededor de esa semana para verificar el desarrollo del bebé. En la mayoría de los casos solemos hacer una aún más temprano para seleccionar una fecha de parto más precisa. Por lo general se realizan a las doce semanas, veinte semanas y luego al menos otras dos antes del parto para hacer un seguimiento del desarrollo y para asegurarse de que no haya ningún problema. Karam ha tenido una, ¿verdad?

—No que yo sepa. No he visto ninguna de las imágenes de ultrasonido y él no ha mencionado alguna.

—Bueno, él debe tener su chequeo de veinte semanas en poco más de dos semanas. Ahí es cuando se puede conocer el sexo, pero él debería haber tenido uno ya. —Respiré profundamente y procesé la información. Mi mano estaba empezando a temblar. Dos semanas...

—A él además no se le nota el embarazo en absoluto.

—Eso podría ser algo de qué preocuparse, pero los doceles lo llevan de manera diferente y algunos no lo muestran realmente hasta que están de cinco o seis meses, especialmente la primera vez. ¿Sabes quién lo está atendiendo? Le he preguntado un par de veces, pero él sólo me ignora.

—Creo que es Lee Hana, no estoy seguro. —Me pasé las manos por el pelo y por primera vez en meses verdaderamente me sentí inseguro.

—Escucha, veré lo que puedo averiguar por ti. Está afiliado al mismo hospital que yo, así que la próxima vez que esté allí para una entrega voy a ver si puedo sacar sus registros. No le puedes decir una palabra a nadie sobre esto. Podría perder mi licencia a causa de eso, Yunho —dijo con severidad.

—Realmente lo aprecio, Heechul. Gracias —dije sinceramente.

—No hay problema. Estaré en contacto. —Colgó la llamada y me acerqué a la mesa. Tomé la nota de Jae y la sostuve entre mis dedos. Nunca me olvidaría de él. Cuando estaba cenando apareció un texto. Mi corazón se aceleró cuando vi el remitente. Jae.

«Yo también te echo de menos. Sólo para que sepas, hay un espacio que sólo tú puedes llenar. Para que lo sepas, yo te amaba entonces, supongo que siempre lo haré. Los dos necesitamos seguir adelante ahora. Sé feliz Yunho.»

Mi corazón dio un salto en mi garganta.

«No sé cómo ser feliz sin ti. Lo he intentado. ¡Es tan jodidamente duro! Me has arruinado. ¡Te amo! »Le contesté.

«Nadie dijo que sería fácil, pero lo averiguarás. Cuídate Yunho.»

Mi vida se puso patas arriba una vez más cuando Heechul me llamó dos días antes de que la boda supuestamente iba ser llevada a cabo y me pidió que me encontrara con él para comer. Se disculpó por no llamarme antes. Dijo que había estado muy ocupado y no había tenido la oportunidad de entrar en el sistema. Le dije que podía encontrarme con él en cuarenta minutos y me dijo que eso le parecía bien. Cuando lo vi en el restaurante se veía como si fuera un famoso escondiéndose de los paparazzi. Se deslizó para que pudiera entrar en la mesa junto a él. Me pidió un Jack doble y yo sabía que no era una buena noticia.

—Yunho —dijo poniendo su mano sobre la mía— Miré sus registros ayer y no hay nada que no sea un chequeo normal de hace tres meses. Incluso hicieron pruebas de sangre y de orina. Aunque fueran de sólo un par de semanas, la sangre habría dado el resultado. No está embarazado, Yunho. —Me sentí traicionado, como si hubiera sido un estúpido, la peor parte de alguna broma de mal gusto. Me iba a desmayar, o vomitar, o tirar algo.

Heechul empujó la bebida frente a mí y bebí rápidamente. Sabía que tenía que enfrentarme a Karam. Mi mente se fue a Jae y cómo él era el único que probablemente podía salvarme de esta oscuridad. Le di las gracias a Heechul y me dirigí en una misión. Hice un par de llamadas por teléfono y decidí que la venganza era un plato que se sirve frío.

Quería gastarme una broma, yo le haría una mejor.

POV Jae

Había estado en Inglaterra un poco más de dos semanas ahora. Estaba disfrutando de conocer a mi hermano menor Harry. Por mucho evitaba a mi padre, porque a pesar de que me había permitido venir aquí resultaba que las cebras no cambian sus rayas. Tratamos de hablar un par de veces, pero las cosas habían ido demasiado lejos y había demasiado daño para que pudiéramos tener una relación real. Harry, por otro lado, era un gran chico. Me ayudaba a mantener mi mente alejada de las cosas de casa. Fue raro al principio porque él tenía dieciocho años y nunca antes lo había visto, pero congeniamos rápidamente. Su madre, Meredith, parecía bastante agradable, pero no había pasado tampoco mucho tiempo con ella. Tenía un pequeño desván para mí mismo que tenía una entrada privada, por la que estaba eternamente agradecido. Nadie, a excepción de mi padre, sabía a dónde había ido, ni siquiera Junsu.

—Háblame acerca de Corea —me pidió Harry.

— ¿Qué quieres saber? —Me reí. Era un pequeño polluelo inquisitivo.

— ¿Cómo son tus compañeros? ¿Qué haces para divertirte? Cosas como esas —dijo con su adorable acento británico.

—Bueno, mi mejor amigo en casa es Junsu y él es increíble. Vivimos juntos en una pequeña casa a las afueras de la ciudad de Seúl y trabajamos juntos. Es muy divertido. Nos conocimos en el internado cuando tenía dieciséis años y hemos sido mejores amigos desde entonces.

— ¿En que trabajas? — «¿Cómo se suponía que debía responder a eso?»

—Um, yo... yo bailaba —tartamudeé.

— ¿Al igual que el ballet?

—Algo por el estilo. —Sonreí.

— ¿Qué pasa con tus otros amigos? Papá dijo algo acerca de un chico y que esa es la razón por la que ibas a venir aquí.

—Eso sería Yunho, él fue mi mejor amigo mientras crecía. Mi madre no es como tu madre. No es muy agradable. Es vengativa y le gusta que las cosas salgan a su manera. Cuando tenía dieciséis años me obligó a mudarme con ella y su nuevo novio a Incheon, así que Yunho y yo nos separamos. Pero nos encontramos el uno al otro otra vez no hace mucho tiempo y tuvimos un romance relámpago. Algunas cosas pasaron y aquí estoy. —Traté de reunir un poco de entusiasmo.

— ¿Él no te hirió, o sí? Lo mataré si lo hizo. —Era tan adorable como daba la cara por mí. Aunque, probablemente podría defenderme en caso de necesidad, él era un niño grande. Hacía boxeo y lucha libre. Estaba también en el equipo de rugby y hasta había ido a dos de sus partidos desde mi llegada.

—No. No me hizo daño, no como estás pensando. Sólo unas pocas de cosas de gente grande de las que ninguno de nosotros tenía ningún control. —Le di unas palmaditas en el hombro. Me acerqué a la mesita auxiliar y saqué una foto de Yunho y mía y se la entregué.

—Ambos parecéis muy felices aquí —observó— Lo que sea que haya pasado tal vez podríais superarlo. Sólo tienes una vida, sin ensayo general, por lo que debemos hacer lo mejor cada día, porque no hay garantía de que vayas a despertar mañana.

—Eres muy inteligente para ser tan joven, Harry. Hemos hecho nuestras paces y estamos pasando página. Ya llegará el día, sólo que aún no estoy listo todavía. —Contuve mis lágrimas mientras él me devolvía la foto. Corrí mi pulgar sobre el hermoso rostro de Yunho antes de colocarla de nuevo en el cajón. Hablamos un par de horas más y vimos una película antes de acostarnos por la noche.

A las tres de la mañana mi teléfono empezó a sonar. Lo acerqué para ver de quién se trataba. Era Changmin, rechacé la llamada pero seguía sonando una y otra vez. Sabía que tenía que haber alguna razón para que me llamara de forma consecutiva a estas horas de la mañana.

— ¡Qué! —le ladré.

—Jae, hay un problema. Tengo que hablar contigo. Vas a odiarme. —Hablaba a mil por hora. Cuando terminó mi sangre hervía.

— ¡Tú maldito, que has hecho qué! —Grité— Por favor, dime que estás bromeando, Changmin.

—Lo siento muchísimo, Jae. —Colgué antes de que pudiera decir nada más. Llamé a la compañía aérea y reservé el primer vuelo que pude conseguir. Fui a decirle adiós a Harry y le dije que mejor que fuera a visitarme pronto y que volvería. No quería despertar a mi padre, así que le dejé una nota y esperé al taxi.

POV Yunho

Ni siquiera miré el velocímetro, pero sabía que iba muy por encima del límite de velocidad siguiendo las indicaciones del GPS. Hyunsoo me había llevado hasta el helipuerto más cercano en su helicóptero privado e incluso tenía un coche de alquiler para mí cuando aterrizamos. Cuando lo llamé ni siquiera expresé más de dos frases antes de que él me dijera que me encontrara con él. Dijo que me llevaría a él mismo.

Me dijo que teníamos que arreglar este lío.

Hyunsoo era un hombre con conexiones en abundancia y esta era una de las veces en que estaba más que agradecido. Cuando llegué a la cabaña en una parte aislada de Ulsan vi un coche familiar. Era el Infiniti de Jae. Salí disparado al camino de entrada y comencé a golpear la puerta como un loco. Jae no contestó, Changmin lo hizo. Le di un puñetazo en la cara, porque en el fondo sabía que tenía algo que ver con esto también.

— ¿Dónde está? —grité caminando y abriendo todas las puertas.

—Él no está aquí —tartamudeó.

— ¡Qué coño quieres decir con que no está aquí! ¿Dónde está? — Le levanté por la camisa y le impacté contra pared.

—No lo sé. Se fue hace unas dos semanas. No me dijo a dónde iba. Te lo juro. —Estaba llorando como una pequeña perra.

— ¿Lo sabías, no? ¡Tú, enfermo y retorcido pequeña mierda! Fuiste parte del plan desde el principio también, ¿no es así? —le grité.

—No se suponía que debía terminar así. Se suponía que te casarías con Karam y yo iba a volver con Jae. Se suponía que nadie iba a salir herido.

No pude contenerme, le golpeé de nuevo. Estaba furioso.

— ¡Tú, imbécil egoísta! —le grité a la cara— ¿No pensaste en cómo se sentiría Jae?

—No lo hice. Pensé que podría hacerle cambiar de opinión. Pensé que si él tenía el tiempo suficiente, sanaría y te superaría. Especialmente, ya que él quería que las cosas funcionan tan desesperadamente con Karam que armó un falso compromiso. Pensé que si él sabía que vosotros habíais terminado, finalmente me daría una segunda oportunidad.

— ¿Sabías que Karam no estaba embarazado?

— ¿Qué? No. Él lo está. Vi la prueba y todo. —Se defendió, el abogado en mí sabía que me estaba diciendo la verdad.

—No lo está. Él nunca lo estuvo, fue un engaño.

Le dejé ir, y él se deslizó al suelo y dejó caer la cabeza entre sus manos. Un murmuro de “¿qué he hecho?” se deslizó de sus labios. Admitió que rajó sus neumáticos y que Karam fue el cerebro maestro. Él fue al que se le ocurrió el escándalo de la escuela con la esperanza de arruinar las posibilidades de Jae en obtener su título. Él dijo que no podía permitir que eso sucediera y por eso renunció. Me dijo que envió a Jae una imagen de cuando me encontré con Karam para el desayuno, el día que me dijo que estaba embarazado. Me dijo que ni siquiera lo sabía. Estaba dispuesto a romperle la cara, pero decidí que necesitaba su ayuda.

—La has cagado y ahora me vas a ayudar a arreglarlo.

— ¿Cómo? —Me miró con incredulidad.

Ahondé en el plan, y él me escuchó pacientemente y luego pusimos nuestro plan en acción. Simplemente crucé los dedos y esperé lo mejor.

POV Karam

Me desperté descansado y relajado. Hoy yo sería el Sr Jung Karam y Yunho sería mío, por fin. Por supuesto que iba a tener que fingir un horrible aborto involuntario, pero me aseguraría de que eso sólo nos volviera más cercanos. Detuve mi pastilla hace meses, así que no debería tener ningún problema para conseguir el trato hecho esta vez de verdad. Me dirigí a buscar mi café de la mañana. Entré y vi a esa perra estúpida de Heechul, y quien estaba con él no era otra que mi segunda persona menos favorita, Junsu. Odiaba a esa puta casi tanto como odiaba a Jae.

—Preparándote para el gran día —dijeron a coro. No estaba contento de que estuvieran en la lista de invitados, pero Yunho insistió.

—Sí. Sólo un par de horas más. —Lo restregué un poco más de lo necesario. No había manera de que me fueran a derribar. ¡Hoy no, perras!

Me dirigí al hotel donde nos íbamos a casar y me registré en la suite del ático. Esperé a que mis damas de honor aparecieran. Estaba bebiendo un vodka con tónica cuando los primeros de mis invitados llegaron. Todos mis amigos sabían que el bebé era una mentira, pero eran tan vengativos como yo, y realmente no importaba. Se oyó un golpe y cuando abrí la puerta no pude creer lo que veía. Era un carrito lleno de champán y mis mini postres favoritos. Deben ser de Yunho. Puse un caviar en mi boca y terminé mi bebida. ¡Iba a ser un día fabuloso!

POV Jae

Estaba emocional y físicamente exhaustocuando aterrizamos en el aeropuerto internacional de Icheon. Me sentía asqueroso por todo el viaje. Cogí mi equipaje en la banda giratoria. Heechul y Junsu me estaban esperando en la recogida del equipaje. Junsu estaba sosteniendo un cartel que decía: “El verdadero Sr de Jung” haciéndome sonreír. Tiró el cartel al suelo y prácticamente me golpeó el trasero mientras corría a abrazarme. Le di un abrazo a Heechul también.

—Muchas gracias por venir a buscarme —bromeé.

— ¡Te he echado taaaanto de menos! —dijo Junsu, envolviendo sus brazos a mi alrededor otra vez.

—Yo también te he echado de menos. —Le acaricié la cabeza.

—Vamos vamos, tenemos un plan para poner en acción —dijo Junsu con una risa malvada.

Nos metimos en el Range Rover de Heechul y nos dirigimos hacia la ciudad de Seúl. Heechul me explicó sus descubrimientos; estuve literalmente en shock al escucharlo de él. Él había sido el que se lo contó a Yunho, pero eso no habría sucedido si no fuera por la persistencia de Junsu. Estaba horrorizado cuando Changmin me llamó y me dijo lo que había hecho. Me sentí tan traicionado porque yo confiaba en él. Simplemente estaba muy cabreado con Karam, esa perra intrigante.

«¿Quién hace algo así?» Él sabía muy bien que Changmin estaría de acuerdo con su plan y utilizó su vulnerabilidad para separarnos a Yunho y a mí.

Junsu se metió en la parte trasera y hurgó en mi maleta en busca de algo adecuado para ponerme. Me arrojó un traje en seda color vino y encontró un cinturón marrón grueso que iba bien con él. Desenredó mi cabello y lo peino dándole un look salvaje y me aplicó un poco de maquillaje haciéndome lucir presentable. Yo no tenía mucho en términos de zapatos así que Heechul se quitó sus nuevísimos zapatos Tory Birch, que resultaron ser del mismo color que el cinturón y me los entregó. Me dijo que pensara en ellos como un regalo de bienvenida a casa. Me sentí afortunado de tener a gente tan buena en mi vida. Me hizo sentir aún más terrible por dejar a todo el mundo fuera cuando las cosas fueron mal, pero es difícil cuando corres en el mismo círculo. Con Junsu saliendo con Yoochun y Heechul estando casado con Siwon no quieres la cosa incorrecta saliendo de allí. Sinceramente quise que Yunho intentara olvidarme. Quise que hiciera lo correcto, a pesar de que me mató hacerlo. Sentí que era lo correcto, pero ahora que sabía la verdad no iba a dejar que esa perra malcriada tuviera lo que le venía. Iba a lamentar incluso haber escuchado el nombre de Kim Jaejoong.

Junsu miró su teléfono y me dijo que la primera fase se había puesto en marcha. Le pregunté de qué se trataba.

— ¿Conoces a ese chico, D.O, que viene al club a veces? — preguntó y yo asentí. Sabía que era un amigo de Wonbin.

—Bueno... resulta que trabaja en el hotel en el que se supone que deben casarse. —Asentí— He hecho que le entreguen unas agradables golosinas laxantes a su habitación. Yunho dijo que él es un fanático del caviar así que me aseguré de que hubiera un montón de ellos, así que como en una hora que él va a estar cagando sus sesos.

Miré el reloj y me di cuenta de que sólo tenían alrededor de una hora antes de que la ceremonia fuera a comenzar. Me reí internamente. Quería sentirme mal, realmente lo quería, pero después de todo lo que él me hizo pasar ni siquiera parecía de cerca una venganza. Cuarenta minutos más tarde nos colamos por la puerta trasera del hotel. Un Yoochun muy animado nos saludó. Tiró de Junsu y lo besó apasionadamente antes de envolverme en un abrazo. Me alegré de ver que los dos estaban todavía unidos. Hacían una gran pareja.

—Estoy tan contento de que estés aquí Jae —me susurró al oído— Ha sido un infierno sin ti y nadie puede soportar a esa zorra.

Le pregunté dónde estaba Yunho y me dijo que iba a estar aquí y que no me preocupara. Me acerqué a Heechul y le di las gracias otra vez. Me reí mientras miraba su traje inmaculado y mis comunes zapatillas de deporte. Él se encogió de hombros y sonrió.

Junsu le dijo a Yoochun lo que había hecho como fase uno. Él estuvo prácticamente en el suelo, se estaba riendo tan duro.

—Te amo, Susu. Realmente lo hago —gritó, haciéndome sonreír.

Estaba ansioso por ver a Yunho. Le había echado de menos como loco. Yoochun nos estaba guiando en una misión secreta a través del vestíbulo del hotel cuando un conjunto familiar de garras rojas se clavó en mi brazo deteniéndome en seco. Me di vuelta y me quedé sin aliento.

—Bueno, bueno, no es la puta tratando de ponerse en el camino de la feliz pareja —se burló Sunhee.

Yoochun miró a Junsu con los ojos muy abiertos. Mi palma comenzó a temblar, pero la controlé en un esfuerzo por no hacer demasiado una escena. No quería llamar una atención no deseada.

— ¿Qué estás haciendo aquí? —escupí con rabia.

—Oh, me han invitado cariño. A diferencia de ti. —Se rió. Estaba igual, un poco más vieja, pero igual.

— ¿Quién te ha invitado, Sunhee? —dijo Junsu poniéndose en su cara.

—Ya no me llamo Sunhee. Ahora me llamo Sori. —Algo brilló en el rostro de Yoochun, como una pieza faltante de un rompecabezas— Eso es correcto. Soy Cha Sori, la madrastra de Karam. — ¡Oh, Dios mío!

—Estabas detrás de esto todo el tiempo, ¿no? —le grité.

—Oh querido, me encanta más que nada verte tan miserable como tú me has hecho.

—Es por eso que no pudimos encontrar ninguna información reciente sobre ti —murmuró Yoochun.

—No sabía que Yunho era el mismo Yunho al principio, pero tan pronto como lo supe me aseguré de que nunca tuviéramos el placer de conocernos. Me aseguré de que él nunca supiera que yo era la esposa de Sungwon. Hice un punto por evitar cualquier función relacionada con el trabajo en la que él podría estar, por lo que no tenía ni idea. Cuando Karam vino a Sungwon llorando diciendo que Yunho canceló el compromiso él dijo su nombre. Sabía que habías metido tus sucias garras de nuevo en él. No le mereces, nunca lo has hecho. Me aseguré de que Karam tuviera la información que necesitaba para reconquistarlo. —Sabía que se refería al bebé. El mismo bebé que ella me hizo perder— Nos enteramos de lo mucho que el chico Shim te quería y le metimos en nuestro pequeño plan, también sabiendo que te alejarías a causa de tu conciencia repugnante —se burló.

Estaba temblando y teniendo dificultades para permanecer de pie cuando un familiar olor me golpeó. Reconocería ese olor en cualquier lugar. Inhalé en una respiración profunda.

— Sunhee, ¿qué estás haciendo aquí? —exigió Yunho con voz amenazadora.

— ¿Es esa la forma de hablarle a tu futura suegra? —susurró ella. Él parecía confundido cuando envolvió sus brazos a mí alrededor. En ese momento me sentí seguro. Volví la cabeza un poco para que pudiera ver su perfil. Parecía demacrado, pero todavía impresionante. Ella no podía hacerme daño, siempre y cuando él me sostuviera. Me dio la fuerza que necesitaba para hacerle frente por primera vez en mi vida. Se quedó allí con una sonrisa en su rostro mientras llenamos los vacíos para él. Cuando terminamos tuvo que recoger su mandíbula del piso. Sunhee se quedó allí con una mirada sedienta de sangre en su rostro.

— Sunhee necesitas un chócala en la cara, con una silla —dijo Junsu.

La miré fijamente a los ojos y le dije mi pieza.

— ¡Estás tan absorto en ti misma! Nunca te has preocupado por nadie excepto por ti, nunca. Nunca has sido una madre para mí. Durante mucho tiempo me puso triste, pero sabes, estoy realmente agradecido porque nunca habría sido ese tímido y niño roto. Soy más fuerte ahora y probablemente no estaría aquí con este grupo de amigos increíbles y el chico que amo más que a mi propia vida sin ti mostrándome lo que el amor no es.

—No eres más que una puta —dijo con dureza.

—Si yo fuera realmente una puta haría de tu vida un infierno viviente. En su lugar, sólo voy a esperar y verte hacerlo tú misma. Pareces hacer un trabajo bastante bueno en ello —dije sabiendo que Sungwon estaba al alcance del oído. Sabía que él había oído por casualidad la mayoría de lo que estaba pasando. Se acercó lentamente y Sunhee comenzó el dramatismo. Parecía un poco perplejo, por lo que Yunho y Junsu le contaron el resto. Cuando terminaron Sungwon estaba verde. Yoochun había ido a conseguir una silla para que pudiera sentarse.

La boda debía comenzar en diez minutos y Karam se iba a sentir un poco como Yunho y yo nos habíamos estado sintiendo los últimos dos meses, solo. Junsu dijo que esperaba que él se cagara delante de todos.

Yoochun parecía tener todo bajo control. Yunho me jaló dentro del hueco de la escalera y me empujó contra la pared y reclamó mi boca con la suya. Comenzó desesperado y me olvidé de todo y me perdí en su beso. Envolví mis brazos alrededor de su cuello y le acerqué lo más que pude. Nos besamos hasta que estuvimos sin aliento. Él se apartó y me miró a los ojos.

—Te he echado tanto de menos —dijo Yunho mientras las lágrimas empezaron a correr por sus mejillas. Puso sus manos en el lado de mi rostro como si estuviera tratando de asegurarse de que estaba realmente allí. Me incliné y le besé de nuevo para asegurarle.

—Nunca te dejé —dije poniendo mi mano sobre su corazón— Siempre he estado aquí. —Mis propias lágrimas comenzaron a fluir. Yoochun llamó a la puerta.

—Siento interrumpir la reunión, pero es hora del espectáculo. — Sonrió.

Yunho me tiró de la mano mientras avanzábamos rápidamente por el pasillo hasta donde Heechul y Junsu estaban de pie. Al parecer, Sungwon se puso furioso e hizo que la seguridad del hotel contuviera a Sunhee hasta que la ceremonia terminara. Estuvo de acuerdo en ir junto con el plan porque creía en el amor resistente, y más que eso, creía en el amor verdadero. Aún más sorprendente fue cuando nos deseó todo lo mejor.

Tuvimos una perfecta perspectiva ventajosa para verlo todo, pero en la que no podíamos ser vistos. Vimos como Karam llegó a través del vestíbulo con su pandilla. Fueron hacia el altar, uno a uno. Vi como Changmin se paró, de espaldas a la multitud en reemplazo de Yunho. Tuve que decir que hicieron un gran trabajo, porque ni siquiera yo podía realmente decir la diferencia desde atrás. Vi como Karam caminaba del brazo de Sungwon por el pasillo. Apoyé la cabeza en el hombro de Yunho. Se volvió y me sonrió. Cuando llegaron al altar todos tomaron sus asientos. Changmin finalmente se volvió y miró a Karam. La expresión de su rostro no tenía precio. Era de completa conmoción. Comenzó a correr por el pasillo sólo para tropezar con la cosa horrible que él llamaba vestido. Desafortunadamente, no cayó totalmente.

Nos movimos para saludarlo en el vestíbulo. Me señaló con su dedo esquelético.

— ¡Tú! —gritó.

— ¿No hemos hecho esto antes, Karam? No es una varita mágica —le dije con severidad.

Él comenzó a chillar y qué horrible sonido era.

—Maldición chico, ¿eres un detector de incendios? Porque eres realmente jodidamente ruidoso y molesto —dijo Yoochun. Él se movió para dar un paso hacia mí, pero Junsu intervino.

—Si el karma no te golpea perra, yo malditamente lo haré. —Junsu estaba cara a cara con él. Karam empezó a verse mal y tuve la sensación de que los laxantes estaban a punto de dar a conocer su presencia.

— ¿Por qué? —preguntó Yunho.

—Te amo Yunho, se supone que seríamos nosotros todo el tiempo.

—Karam, esto no es lo que le haces a alguien a quien amas. Si de verdad me amaras hubieras hecho lo que hizo Jae. Se fue. Lo mató hacerlo, pero él quería que yo hiciera lo que era correcto. Lo hizo porque me ama. Eso es de lo que realmente el amor se trata. Se trata de sacrificio y poner a tus seres queridos delante de ti. No sabes nada acerca del amor Karam. Nada. En realidad estoy avergonzado de que incluso abrigué la idea de casarme contigo. Después de esto he terminado, no quiero volver a ver tu cara de nuevo. —Le miró directamente a los ojos— No creo en el odio, creo que te sujeta con una piedra, pero tú eres mi excepción. ¡Te odio! No me gusta lo que me has hecho y más que eso lo que has hecho a las personas que amo. Me das asco. —En ese momento, él agarró su estómago y se cagó encima. Fue asquerosamente épico.

Yunho me agarró la mano y se alejó de él. Ni siquiera miró hacia atrás. Sungwon se disculpó y dijo que estaría en contacto. Me sentí mal por Sungwon. Tenía una perra psicópata por hijo y una perra vengativa rencorosa por esposa, el pobre sí que estaba mal.

Hicimos planes para encontrarnos con los otros en el apartamento de Yoochun en un par de horas, pero queríamos un poco de tiempo para nosotros en primero. Una vez que estuvimos de vuelta en el apartamento, el agotamiento me golpeó con toda su fuerza. Yunho me levantó como si no pasara nada y me llevó al dormitorio. Me reí cuando me di cuenta de que nada había cambiado aquí. Todas mis cosas estaban exactamente como las había dejado.

—Él nunca vino aquí y yo no dormí con él. Tú perteneces aquí Jae, has pertenecido aquí todo el tiempo. —Leyó mi mente.

—Nada pasó con Changmin tampoco. Que no sea el beso, pero ya sabías eso. —Asintió y me atrajo hacia sí.

—Sólo quiero sostenerte por un rato. A quién estoy engañando, quiero abrazarte así para siempre —susurró mientras me empujaba firmemente contra él, así que estábamos cara a cara. Nos quedamos así por un largo tiempo. Estuve durmiendo a pierna suelta hasta que mi estómago empezó a retumbar. Yunho me ayudó a ponerme de pie y decidimos que era hora de ir con Yoochun, donde había comida. Entró en el garaje de aparcamiento. Nos dirigimos hacia arriba donde fuimos recibidos por nuestros amigos que estaban felices de ver que nuestro reinado de miseria llegaba a su fin. Yo todavía estaba agotado, pero era agradable ver a todos. Nos reímos y bromeamos como en los viejos tiempos. Todo el mundo hizo planes para ponerse al día de nuevo mañana por la noche, cuando estuviéramos más descansados. Nos dirigimos a casa. Salté en la ducha y me cambie en un par de shorts de hombre y una camiseta sin mangas y me metí en la cama. «Oh, cómo había echado de menos esta cama». Yunho envolvió sus brazos alrededor de mí y me dormí al instante.

Me desperté la mañana siguiente con Yunho entre mis piernas.

Levantó la cabeza.

—No podía esperar más. Me siento como si hubiera estado en un desierto desde que te fuiste. Soy como un hombre hambriento en un buffet. —Continuó hasta que estuve agarrando las sábanas. Hicimos el amor apasionadamente lento durante casi toda la mañana. Hablamos en medio y los dos estábamos en la misma página. Era como si esto nos hubiera hecho más cercanos. Demostró lo fuerte que realmente era nuestro vínculo. Me preguntó si estaba bien si nos dirigíamos a casa el próximo fin de semana para visitar a sus padres, sobre todo a su madre. Ella estaba muy preocupada cuando le llamó para decirle que cancelara su vuelo y que la boda iba a ser cancelada. Por supuesto, yo estuve de acuerdo. Siempre me había gustado June. Era como mi madre adoptiva.

Al día siguiente hicimos arreglos para ir a Busan a finales de la semana. Sungwon había llamado a Yunho para hacerle saber que estaba pensando en presentar el divorcio de Sunhee y que estaban investigando la misteriosa desaparición de su último marido, Beomsoo. Yunho presentó su dimisión a la empresa. Sungwon estaba triste de verlo partir, pero ofreció sus servicios en caso que Yunho alguna vez los necesitara. Colgó el teléfono y se acercó para envolverme en sus brazos.

—Quiero hablar contigo de algo y quiero tu sincera opinión.

—Eso es todo lo que siempre te he dado, tonto.

—Estoy pensando en iniciar un nuevo emprendimiento. Quiero abrir mi propia empresa. Sé que va a ser duro. Estoy pensando en pedirle a Siwon que venga conmigo.

—Creo que es una idea maravillosa. Estoy orgulloso de ti — susurré.

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Continuara \\(^_^)//...

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