Prince of Wolves. Cap 8

—Hola, tierra a Susu— dijo Changmin teniendo que chasquear los dedos delante de la cara de su amigo. Finalmente Junsu volvió la cabeza hacia Changmin, viéndose completamente ausente y fuera de sí y dijo:

— Estoy en problemas.

— ¿Qué se supone que eso significa?— le preguntó Jae mientras se sentaba en el piso pintando las uñas de sus pies, al parecer había encontrado el esmalte de uñas de Junsu y como siempre, se sirvió.

— Yo estaba hablando con Yoochun y su voz se volvió toda sensual en mí y fue como. — Junsu no sabía cómo terminar así que Jae se ofreció.

— Sexo por teléfono, sexo virtual mental, yo diría que sexo en un palo pero poner eso en realidad sólo se aplica a las barras de helado para picar.

—Jae, pinta las uñas de tus pies— ordenó Changmin. Jae le sacó la lengua, pero obedeció.

—Yo podría caer duro por este buenísimo coreano— les dijo Junsu.

—No hay nada malo con eso, sólo asegúrate de que no es un rebote de toda la cosa con Trent— le dijo Changmin con sinceridad.

—Oigo lo que dices Tonto — le dijo Junsu con una sonrisa.

—Entonces, ¿cuál es el plan para todo el asunto de la cita? — Preguntó Jae.

Junsu pensó acerca de la linda descripción de Yoochun del mini golf. Él realmente estaba deseando que llegara, no había ido en mucho tiempo.

—Me está recogiendo a las 5:30 y llevándome al mini golf. Creo que será interesante ver a un lindo coreano jugar algo de lo que él ni siquiera sabía el nombre — les dijo Junsu.

—No sabía que se llamaba mini golf — se rió Jae— eso es impresionante.

—Esas son las pequeñas cosas Jae, las pequeñas cosas — le dijo Changmin.

Junsu pasó el día discutiendo diferentes escenarios para la noche con Yoochun. Naturalmente, todos lo de Jae incluían escenas vívidas de besos y de alguna manera siempre terminaban con sus ropas quitadas. Jae en verdad era una pieza de trabajo. «No puedes dejar de amarlo», pensó Junsu. A las 3:30 de la tarde, Changmin y Jae sentaron a Junsu en el borde de su cama y comenzaron a barajar diversas opciones de ropa para usar. Finalmente, estaba indeciso entre un par de jeans con agujeros en varios lugares y sus pantalones cortos "Daisy Duke" que parecían desgastados, sólo que no lo estaban porque fue así como él los había comprado. Él ya se había decidido por una cazadora de color verde, una camiseta de tirantes con diversos diseños brillantes.

—Sólo ve con los pantalones vaqueros— dijo Jae— son sexy de una forma salvaje y te ayudarán a mantener tu piel intacta si estás en un accidente de motocicleta.

Changmin miró a Jae — ¿Qué? Sólo lo estoy diciendo— se defendió Jae.

— Sí, creo que voy a ir con los pantalones vaqueros. Ellos dejan algo para la imaginación, y si hay el más mínimo retazo de frío mientras conduce esa motocicleta después de que oscurezca serán mucho más cómodos que los pantalones cortos — decidió Junsu.

— Bueno, ¿el pelo recogido o suelto? — Preguntó Changmin.

— Estoy pensando en suelto para el paseo en moto por el casco y luego tomaré una banda de pelo para recogerlo una vez que lleguemos allí, es el mini golf de Min — le dijo Junsu.

—Sólo voy a usar mis chancletas verdes— les dijo. Junsu odiaba usar zapatos y si no se los exigían, él los evitaba, solo otro de sus extraños caprichos. Tomó una ducha mientras que sus dos mejores amigos elegían la sombra de ojos para que él la usara. Cuando volvió a su habitación tenían el teléfono de Jae conectado a los altavoces de su ordenador y estaban improvisando a 'LynardSkynard'. Junsu se limitó a sacudir la cabeza hacia ellos. Se vistió y entonces Changmin lo empujó hacia su silla de escritorio y se puso a trabajar en su pelo rebelde, mientras Jae comenzó en los ojos. Hombre, tengo buenos amigos, pensó Junsu  para sí mismo, no por primera vez y definitivamente no por última.

Para el momento en que estaban terminando con él eran las 5:00 pm. Changmin y Jae lo miraron, le dieron vuelta en círculo para ver su obra terminada y luego se miraron el uno al otro, se golpearon los puños y dijeron juntos— Maldita sea, somos buenos.

—Yo tendría que estar de acuerdo, caballeros, ustedes son fantásticos. Muchas gracias a los dos —Les dijo Junsu.

—Oh, demonios no, no te pongas sentimental con nosotros, si dañas el trabajo que hice en tus ojos no voy a dudar en patear tu enorme trasero entre tus hombros —dijo Jae con severidad.

—Yo también te quiero, Jae — dijo Junsu con sarcasmo.

— ¿Estás nervioso? — le preguntó Changmin.

—Si yo dijera eso, no estaría mintiendo. Pero también estaría mintiendo si no dijera que estoy absolutamente más que emocionado —les dijo Junsu.

— ¿Por qué dices eso?—le preguntó Jae en un raro momento de seriedad.

—Me gustaría poder contarles esto chicos sin que pensaran estoy totalmente loco, pero no importa cómo lo ponga, todavía va a parecer una locura — admitió Junsu.

—Ah, Susu, odio señalar esto, pero hace dos días nos dijiste que estabas oyendo una voz en tu cabeza — le dijo Changmin.

Junsu se quedó pensativo por un momento— Buen punto— estuvo de acuerdo.

—Está bien, bueno no sé muy bien cómo explicarlo, pero siento que le pertenezco, que siempre le he pertenecido. Ahora que he estado cerca de él es como si una parte de mi alma estaba desaparecida y ahora, con él aquí conmigo, la tengo de regreso — explicó Junsu.

—Eso es tan romántico — dijo Changmin soñadoramente.

— Bueno, sólo hay una manera de averiguarlo — dijo Jae—pasa tiempo con él, conócelo, y ve si él siente lo mismo.

Junsu y Changmin se miraron el uno al otro conmocionados

— Jae, ¿Acabas de sugerir algo que no implica besarse salvajemente, sacarse la ropa, y es comparable a la escena del coche en Titanic?— preguntó incrédulo Changmin.

— No me dejaste terminar. Luego, después de llegar a conocerse el uno al otro, cierra el trato con un ardiente beso sobre la moto, como en 'Top Gun'. Ahhh, ves que siempre hay un tiempo y un lugar para el bloqueo de labios, las mano moviéndose, y una buena limpieza a la antigua, o si tienes suerte, no tan divertidamente limpia —dijo Jae con un guiño.

— Como siempre, Jae, no me defraudaste —le dijo Junsu.

— Mi objetivo es complacer, querido mío —respondió Jae completamente impávido.

Junsu  miró su reloj y se dio cuenta que eran las 5:20. «Bueno», se dijo, «Diviértete, no te preocupes por toda las otras tonterías que están pasando.» Echó un vistazo más en el espejo y alcanzó a ver su cuello y hombros.

— ¡Oh mierda, las marcas se están viendo! — exclamó Junsu.

— Lo sabemos — dijo Changmin.

— ¿Por qué no me lo recordaron? — Preguntó Junsu.

— Porque se ven geniales como el Hades, ese es el por qué — introdujo Jae.

—Esa declaración no tiene sentido, Jae, el infierno no es genial, caray...

—Oh, mi error, ellas se ven calientes como el Hades, por eso — interrumpió Jae. Junsu continuó impertérrita — y qué debo decirle a mi mamá, “oye mamá, voy a mi cita, oh, y no te preocupes por estas súper marcas, tú sabes cómo es con las misteriosas marcas al azar, y como no, sólo aparecen cuando menos te lo esperas”—dijo él con pesado sarcasmo.

—No, vamos a decirle que eran calcomanías y que Jae insistió en que las usaras —dijo Changmin.

—Tendrás que saber, que la idea de que yo sea el único culpable fue totalmente involuntaria —frunció Jae el ceño.

—En vista de lo grueso que es, dudo que se lo trague, pero él va a estar aquí… — antes de que Junsu pudiera terminar sonó el timbre. — Así que no tengo tiempo de cambiarme — terminó Junsu.

—Mira, vas a estar bien. Sólo sé tú mismo —le dijo Changmin con voz maternal.

—Por el amor de Dios, si tú concluyes que no te gusta, bésalo de todos modos por nosotros, ¿de acuerdo? Tiranos un hueso Susu — le dijo Jae.

—Y si me gusta pero no estoy listo para darle un beso, ¿entonces que mi pequeño ninfo? — le preguntó Junsu.

—Si te gusta esa hermosa pieza de carne que ahí fuera y no lo besas, yo personalmente tomaré cada bóxer y calzoncillo que posees y los colgaré en todas las antenas de los coches en tu calle. Ah, y escribiré tu nombre en ellos con marcador mágico negro, ¡ah y colgaré dos en la moto del hermoso! ¿Cómo te gustarían los duraznos? — le dijo Jae.

— ¿De dónde diablos te vienen estas ideas? ¿Hay como un sitio web llamado vengativo.com, o ideas.para.trato.cruel.org? — le preguntó Changmin con sarcasmo.

—No, todas se me ocurren a mí mismo —respondió Jae.

Los chicos se voltearon cuando escucharon un suave golpe en la puerta del dormitorio de Junsu.

—Entre— dijeron los tres. Junsu miró a los otros dos, como si dijera “hola, mi habitación”, pero ellos solo se encogieron de hombros.

La madre de Junsu entró en la habitación mirando a los chicos como si fueran culpables de algo, y en verdad lo eran por lo general.

—Yoochun está aquí, ha traído un casco. ¿Se te olvidó mencionar que serías paseado en una motocicleta? — le preguntó Hani.

—No, solo asumí que tú sabías — dijo Junsu.

—Bueno, yo lo vi en una, pero supuse que pediría prestado uno de los automóviles de los Henry —le dijo su mamá.

—Bueno, ya sabes lo que dicen sobre el supuesto —agregó Jae.

Ambos, Hani y Junsu volvieron sus cabezas para mirar a Jae, quien simplemente se encogió de hombros y dijo— Estoy...

—Simplemente diciendo, sí, sabemos — terminó Changmin por él.

Junsu decidió ir adelante y dejar a su madre ver las marcas así no se asustaría frente a Yoochun.

—Mamá, ¿qué piensas acerca de estos tatuajes falsos que Jae me puso? — preguntó Junsu dándose la vuelta así su mamá podía echar un vistazo a sus hombros y cuello. Junsu oyó a su madre tomar una respiración brusca, él se volvió para mirarla y vio que su mamá tenía la mano sobre su boca y había miedo, miedo enorme en sus ojos. Una vez más, supo que su madre sabía algo que ella no estaba compartiendo con él.

— ¿Estás bien Hani? — preguntó Changmin a la madre de Junsu.

Le tomó un minuto a Hani conseguir la calma de nuevo, pero tan pronto como lo hizo su cara regreso a la normalidad.

—Por supuesto, que estoy bien, fue sólo un ligero choque, parecen tan reales —les dijo su madre. Junsu se volvió para mirar a sus dos mejores amigos

— ¿Cuáles son sus planes, quedarse aquí o ir a casa? — les peguntó él.

—Vamos a regresar a donde Jae a pasar el rato, si quieres venir después de tu cita y Hani está de acuerdo con eso, está bien — respondió Changmin.

—Está bien para mí, si quieres —le dijo Hani a Junsu.

Junsu no podía decidir lo que quería, parte de él quería estar con sus amigos, la otra parte quería estar solo para poder hablar con Yoochun. Él vería cómo avanzaba la noche y luego decidiría.

— Los llamaré, chicos, y les dejaré saber si voy, no sé a qué hora vamos a estar en casa así que no quisiera venir si fuera muy tarde y ustedes ya estuvieran en la cama — les dijo Junsu.

Changmin y Jae le dieron una mirada de “Sí por un montón de basura de tamaño súper con papas fritas”. Junsu intentó parecer tan ajeno cómo fue posible a su escrutinio.

Junsu miró a su mamá esperando a que dijera algo acerca de un toque de queda, pero nunca lo hizo, ella solo se volvió para bajar — Estaré en planta baja con Yoochun contándole historias embarazosas de tu niñez, por lo que podrías querer apurar tus preparaciones finales — dijo Hani a su hijo.

Junsu se volvió hacia sus amigos —Miren, yo no voy a mentir, una parte de mí quiere quedarse en casa esta noche para poder hablar con Yoochun, pero la otra parte quiere estar con mis chicos — les dijo Junsu.

—Estamos totalmente de acuerdo con que te quedes en casa para conocerlo más. Sólo hay una condición en esto y es tener todos los detalles al completo. Sin resumir, ni parafrasear, nada inconcluso, y cero resúmenes. ¡Todos los detalles! — le dijo Jae rotundamente. Junsu se rió con sus dos amigos y los abrazó —Gracias chicos, ustedes dos son los mejores —les dijo. —Está bien, estoy listo. Los veré más tarde—les dijo.

— ¡Que se diviertan! — Dijeron Changmin y Jae juntos

— Oh, mira Min, nuestro niño está creciendo, ¿a dónde se ha ido el tiempo? De enseñarle a cortar el cabello de su muñeca Barbie, luego a cortar su propio cabello, y ahora enviándolo con un pedazo de carne caliente coreana, me estoy atragantando —bromeó Jae mientras fingía las lágrimas.

Changmin miró a Jae y sacudió la cabeza — ¿Estás listo?—Le preguntó a él.

—Sí, estoy listo. ¿Por qué siempre tienes que fregar mi estilo? — Preguntó Jae en su mejor voz de jerga.

—Porque, así es como ruedo —respondió Changmin.

— ¿Están seguros ustedes dos de que pueden quedar sin vigilancia y a su propia suerte? — les preguntó Junsu sonriendo.

—Vete ya — dijo Jae.

Junsu abrió la puerta del dormitorio y se dirigió a la parte superior de las escaleras; respiró hondo y soltó el aire por la boca.

«Luna, he estado esperando para ver todo el día. ¿Está reconsiderando salir conmigo?, porque eso está bien, solo regresaré a la casa de los Henry y te dejaré estar con tus amigos» le dijo Yoochun a través de sus pensamientos.

« ¡NO!» Respondió Junsu, al darse cuenta demasiado tarde de que se había incriminado al dejarle saber cuánto quería verlo también. «Estoy bajando ahora, deja de ser tan impaciente, esto no cambiará» le dijo Junsu. Él sintió su confusión cuando Yoochun preguntó

« ¿Cambiará a qué?»

Junsu no pudo evitar la risa que salió de él, pero recuperó su compostura para el momento que estuvo en el último escalón de las escaleras.

«No importa» respondió él mientras se acercaba a la esquina de la sala. Su madre estaba sentada en el sofá y Yoochun estaba sentado al otro lado en el antiguo sillón, de respaldo alto con orejeras que su madre había heredado de algún pariente lejano. Era de un terrible tono de melocotón, pero a Hani le gustaba tanto el feo bulto que lo mantenía en su sala de estar, y de alguna manera con Yoochun sentado en este, él se las arregló para hacerlo verse bien. Hombre, lo tenía difícil, pensó para sí mismo. Yoochun debe haber atrapado ese último pensamiento porque él le sonrió a sabiendas, pero no habló a través de sus pensamientos.

Yoochun se puso de pie cuando él entró en la habitación y sin vergüenza lo miró de arriba y abajo desde sus dedos de los pies a la cabeza y de regreso. Junsu estaba un poco sorprendido de que él hiciera esto delante de su madre y él supuso que debido a sus nervios debería ser excusado por tener un momento Jae — ¿Lo conseguiste completo o te gustaría que diera la vuelta para ti también? —Preguntó sarcásticamente Junsu.

— ¿Susu, es esa la forma de hablarle a tu cita? — le preguntó Hani pero evidentemente no le sorprendió que Junsu hubiera actuado con tal actitud.

— En realidad— comenzó Yoochun— Me encantaría que te des la vuelta para que yo pueda admirar la nueva adición a tú ya hermosa piel.

Junsu no pudo evitar sonrojarse, por dos razones: una había llamado a su piel hermosa, quiero decir, vamos quien no se ruborizaría ante eso,¿Verdad? Y dos, la forma en que él comentó acerca de las marcas parecía muy posesivo, como si ellas lo ataran a él de alguna manera y por alguna extraña e incomprensible razón a Junsu le gustaba eso. «Sí» pensó él, «ellos tienen una celda acolchada en el manicomio solo esperando por ti bebe.»

Junsu tampoco se perdió la forma en que su madre respondió, al Yoochun darse cuenta de las marcas; ella estaba lanzándole miradas punzantes, como si lo desafiara a hacer más comentarios al respecto. Junsu conocía esa mirada, y era una de las miradas en el repertorio de su madre que quería decir que si querías mantener tu culo entonces mejor que lo cubrieras ahora.

Por lo tanto, Junsu dio una vuelta rápida alrededor y Yoochun lo agarró de la mano, oh tenía las manos grandes.

«Quiero decir en serio» pensó Junsu « ¿tiene que tener todo grande?» Casi se echó a reír, porque sólo podía imaginar la respuesta que Jae tendría para esa pregunta.

—Muy bien, nos estamos yendo mamá. Te quiero, no me esperes levantada, que yo te despertaré cuando llegue a casa, sí voy a usar el casco, no, no voy a tener frío, no, no es necesario ningún dinero, sí tengo mi llave de la casa, y blablablá — contestó Junsu  antes de que su madre incluso pudiera preguntar. Ellos salieron por la puerta principal antes de que Hani pudiera decir una palabra, lo cual había sido por lo que Junsu salió.

— ¿Era eso realmente necesario? — le preguntó Yoochun.

—No viste la mirada que mi madre te estaba dando cuando preguntaste acerca de estas marcas en mi piel, de las que sé que tú sabes algo al respecto y ¿estarás feliz de divulgar dicha información esta noche? —le dijo Junsu.

Yoochun actuó como si él simplemente no lo hubiera escuchado y dado que no había soltado su mano una vez que habían salido, simplemente lo llevó junto a su motocicleta. Le entregó un casco negro y rosa oscuro, el cual examinándolo de cerca, tenía diferentes diseños en él, era en realidad bastante impresionante. Se lo puso en la cabeza tratando de no sentirse demasiado ridículo y esperó por sus instrucciones.

Yoochun se volteó y lo miró y sonrió con una sonrisa impresionante, hoyuelos y todo— ¿Estás listo Luna?— le preguntó, y sintió que no sólo estaba preguntándole sobre el paseo en moto, Junsu lo sintió como si él le estuviera dando una opción, una para la que él no tenía ningún resultado plausible.

—Probablemente no, pero qué diablos. Qué es la vida sin un poco de emoción, o de locura, ya sabes como tú quieras —respondió Junsu.

>>> ♥ <<<

Cuando Yoochun empezó a conducir por la ciudad en su motocicleta con su compañero detrás de él, con los brazos bien envueltos alrededor de su cintura, pensó en cómo debería auto-controlar cada parte de él. Era bastante malo que Hani hablara con él sobre esas marcas, pero su lobo simplemente no aflojo hasta que le pregunto a Junsu. Gracias a Dios no había hecho el ridículo, como si las tocara o gruñera de la alegría, pero la noche aún era joven y aún tenía tiempo suficiente para hacerse ver como un tonto.

Antes de llegar a la motocicleta Yoochun le preguntó si estaba listo, y aunque se refería a la cita, él también estaba suplicándole a sus ojos que necesitaba que entendiera que tendría que estar listo para algo más. Él sabía que Junsu era fuerte mental y físicamente, La Luna no le daría un compañero débil, era Alfa. Pero Yoochun no era tan ingenuo como para creer que no sería una sorpresa para nadie saber que los hombres- lobo eran reales, y muy posiblemente también lo fueran otras cosas que se relacionan con la noche.

— ¿Cómo estas Junsu? ¿Tienes frío? — le pregunto.

— ¡Estoy muy bien! ¡Esto es increíble, nunca he montado en una motocicleta antes! ¡Honestamente puedo ver por qué no te gusta conducir un automóvil después de uno de estos! Ah, y no, yo no tengo frío — respondió Junsu sonando emocionado.

A Yoochun le agrado saber que era capaz de hacer algo para hacerlo feliz. Podía sentir su alegría vertiendo fuera de él en olas y eso era muy tranquilizante para su lobo. Su compañero estaba feliz, lo que era muy importante para él.

Llegaron al restaurante que Yoochun había escogido. Brian le había hablado de él cuando le mencionó que estaba teniendo algo con Junsu. Era el restaurante más pop de todos.

— ¿Estás bien? — Yoochun le preguntó.

—Sí, esto es genial — respondió Junsu

Yoochun lo miró por un momento, él no podía evitarlo, cuando sus ojos se detuvieron en las marcas de sus hombros y el cuello. Esas marcas le dijo a todos los Canis lupus que era suyo, su fuente de felicidad, que debía proteger a su amado... y para su sorpresa se dio cuenta de que él si era su amado. A pesar de que no lo conocía muy bien, sin embargo, sabía sin duda que lo amaría.

— ¿Yoochun está todo bien? — Le preguntó él.

—Sí Luna, todo está bien, mejor que bien en realidad — Yoochun le dijo con una sonrisa. Para satisfacción de Yoochun, la cena era agradable, fácil, no hubo ningún momento en que sintió que la conversación se viera forzada o difícil de manejar. Sonrió por el hecho de que él no se negó a los postres como la mayoría de los jovenes haría en una primera cita, y él no tenía absolutamente ningún reparo en tomar la comida de su plato sin siquiera preguntar.

Después de comer, Yoochun llevo a Junsu a un parque cercano. No tenía ningún plan de decirle nada. Él había dicho a su Alfa que iba a guardar silencio hasta que su madre hablara con él y planeaba mantener su palabra. Pero él sabía que iba a hacer preguntas y que era mejor aquí, en un parque donde la conversación no sería fácil de oír.

—Sé que sólo han estado aquí unos días, pero ¿Te gusta Coldspring? — Junsu le preguntó.

—Hasta el momento, parece un lugar agradable para vivir, no tan formal como la vida que yo estoy acostumbrado, no hace tanto frio — dijo Yoochun con un guiño.

—No te ofendas, pero en base a lo que llevas, tu vida no parece tan formal — le dijo Junsu.

Yoochun no había pensado en cómo podría ser su aspecto, él probablemente pensó que vivía en una choza pequeña de una casa con basura en el frente. Junsu se sorprendería al descubrir que su casa tenía en realidad 7.000 metros cuadrados, era tan grande en parte porque su padre invitaba a menudo a miembros de la manada a quedarse con ellos.

—Creo que la ropa que uso te lleva a una conclusión diferente — respondió Yoochun. De repente, Yoochun tenía este intenso deseo de conocerlo. — ¿Cuál es tu color favorito? ¿Cuál es tu canción favorita, libro y película? ¿Qué te gusta de ser hijo único, y lo peor? — disparó Yoochun una pregunta tras otra, en realidad no le daba la oportunidad de responder. Él estaba tan ansioso por aprender todo acerca de su compañero, de su Luna.

—Da un paso atrás, toma una respiración profunda porque en algún momento te desmayaras por falta de oxígeno — le dijo. —Bueno, ya que me siento tan tímido esto será difícil para mí de compartir, así que ten un poco de paciencia conmigo — Junsu se burló de él.

Yoochun puso los ojos en blanco en respuesta hacia su sarcasmo. Junsu no tenía nada de tímido.

—Mi color favorito depende del día y mi estado de ánimo como el de hoy es verde— explicó.

— ¿Es por eso que está vestido de verde? — Preguntó Yoochun.

—Sí, tengo que admitir que me visto muy de acuerdo con mi estado de ánimo y los colores que elija reflejan eso. Lo sé, soy un enigma, Me gusta mantener las cosas interesantes. Canción favorita: cambio con frecuenta, así, ahora yo tendría que decir “Acompáñame” de Bob Seager, pero pregúntame la semana que viene y será diferente. Libro favorito: probablemente te vas a reír de mí, pero es uno que siempre me ha gustado, se llama “Al borde del peligro” por Shell Silverstein. Es un libro para niños de poesía extravagante. ¿Has oído hablar de él? —Le preguntó él.

—No, en realidad no lo he hecho. Tal vez tendrías que compartirlo conmigo alguna vez — le dijo Yoochun.

—Yo no tengo una copia, lo he perdido hace tiempo, aunque creo que Jae lo tomó y simplemente nunca confesó — explicó.

Yoochun tomó nota de esto en su cabeza, eso era algo que podía conseguir, algo que mostrarle que le importaba lo que le gustaba.

—Bien, ¿dónde estábamos? ¡Oh, mi película favorita! bueno, no es sólo una, es una serie, Las películas de Harry Potter. Has oído hablar de ellas ¿verdad? — Preguntó.

—Sí, en realidad las he visto, si son buenas — le dijo.

—Por lo de ser hijo único, no sé, simplemente no pensé en lo que sería tener un hermano. Siempre he estado tan cerca de Jae y Changmin, que es como si tuviera hermanos — explicó Junsu. — ¿Y tú, las misma preguntas? — Le preguntó él.

Sin repetir las preguntas, Yoochun simplemente les respondió en el orden que les había pedido.

— Cualquier tonalidad de color negro o gris, “El Señor de los Anillos”, la película “300“, y no me gusta la responsabilidad que con lleva ser el único heredero de mi familia — Se dio cuenta de que no iba a entender la referencia de heredero del todo, pero se esforzaría por ser tan honesto como sea posible.

—Así que, bueno, me preguntaba, ¿sabes si...? — tropezó Junsu con sus palabras, era obvio que él se sentía incómodo con lo que quería saber, él capturo la idea de su mente, él quería saber si él tenía una novia o novio en Corea. Él estaba en realidad un poco sorprendido de que Junsu pensara en que él lo persiguiera, si él tenía una novia, pero él tenía que recordar que Junsu no lo sabía todavía.

—No hay Luna, no tengo una novia o novio, ni acabo de salir de una relación. — Yoochun sabía que el pinchazo de su ex no era necesario, pero no podía evitarlo, le gustaba verlo sacado de quicio, y por supuesto si él tuviera los pelos de punta llamaría su atención.

— ¿Por qué te molesta tanto que yo tuviera un novio? Quiero decir, no es que yo supiera que existías hace una semana, por no hablar de Trent y de nosotros juntos —Le dijo con firmeza.

—Yo lo sé Junsu, lo siento. Pues bien, tengo que admitirte que eso no es lo que me preocupaba. Tengo que admitir que no me gusta la idea de otro hombre tocándote, pero sé que no volverá a pasar, creo que Trent es seguro —Yoochun le dijo con sinceridad.

— ¿Así que estás diciendo que si saliera con otro chico no estaría a salvo? — Le preguntó con incredulidad.

— ¿Quieres salir con otro hombre? — Respondió Yoochun.

Yoochun sentía la pared en su mente y sabía que la respuesta era no, él no quería salir con nadie más, a lo que sonrió, lo cual no era lo más inteligente que podía hacer en ese momento. Junsu se adelantó y se llevó un dedo contra su pecho empujándolo con cada palabra.

—No esquives la pregunta con otra pregunta tuya, eres prepotente, mandón, ¡Podrías volver a Corea! — Junsu estaba furioso, Yoochun imaginaba si fuera posible, humo saldría de su cabeza, pero él todavía no había terminado tampoco.

—Me invitas a una cita y puede que yo quiera, cuando quiero. No hay nada que puedas hacer o decir para cambiar eso, así que si quieres seguir con esto... esto... entre nosotros — dijo moviendo su mano hacia atrás y adelante para indicar a los dos — no te vayas al infierno, hombre—En el momento en que había terminado, él jadeaba un poco.

—Yo no he dicho que no podías salir con otra persona, te pregunté si querías — le dijo Yoochun — ¿Es eso tan difícil de responder?

Junsu lo fulminó con la mirada, obviamente, quería pegarle con algo, decidió bajar la tensión un poco. Siguió mirándolo con sus profundos ojos verdes, a la espera de ver si admitía lo que él ya sabía.

Junsu miró hacia abajo, como si el suelo fuera lo más interesante y con una voz tan baja que si no tuviera oído de lobo, no lo hubiera podido escuchar decir: —No, no quiero a nadie más.

Cuando él lo miró había lágrimas en sus ojos, y le rompió el corazón.

— Nae maeum, ¿por qué las lágrimas?, no quise hacerte daño. Por favor, dime qué puedo hacer, se me rompe el corazón — dijo Yoochun con angustia en su voz.

Yoochun envolvió con sus brazos alrededor de él y lo atrajo hacia sí, le acarició el cabello suavemente y le susurró palabras de consuelo y tranquilidad en su idioma. Finalmente, después de unos instantes comenzó a hablar, Junsu no se apartó de él, lo cual estaba bien porque él no estaba dispuesto a dejarlo ir. Él lo había lastimado, y su lobo no estaba feliz y necesitaba el roce de su compañero

—Lo siento, no soy un idiota, por lo general, que llora, pero es que estoy tan confundido. Es que es tan raro que mis sentimientos hacia ti sean tan intensos en tan solo tres días. Quiero decir, esto no es una película en la que se conocen y todo se pone loco en tres días, ¡esta es mi vida!

—Lo sé, lo siento, no lo había considerado. Por favor, amor, perdóname. No voy a mezclar mis celos o el orgullo en el camino hasta que analices tus sentimientos —Yoochun le dijo con toda sinceridad.

Antes de que pudiera alejarse Yoochun lo besó suavemente en la frente y luego tomó una respiración profunda, disfrutando de la forma en que olía a él.

Junsu lo miró con extrañeza y dijo: —Ni siquiera voy a preguntar por qué sólo me oliste.

—Debido a que hueles maravilloso — le dijo Yoochun completamente desvergonzado sabiendo que lo había capturado.

Se quedaron en silencio por unos minutos y luego vinieron las preguntas que había estado esperando que él le preguntase por último.

—Así que se me vas a decir ¿porque podemos compartir pensamientos o por qué de repente tengo marcas en mi piel que se ajustan a las tuyas como un rompecabezas? — Junsu le preguntó.

— ¿Así que te has dado cuenta que las marcas corresponden? — Preguntó Yoochun sorprendido. Tenía que decírselo a su lobo para relajarse, porque desesperadamente quería acicalarse frente a él, orgulloso de que Junsu se había dado cuenta de sus marcas. «Buen trabajo», pensó Yoochun para sí mismo, «Esto es ridículo, tengo ganas de hacer trucos delante de él y demostrarle que soy digno de él.» continuó diciéndose a sí mismo «Me va a ejecutar diciéndome que estoy loco»

—Son marcas inusuales, así que naturalmente te diste cuenta — Intentó parecer indiferente al respecto —Mira Junsu, quiero decir, no tienes ideas de como necesito que sepas todo. Tu mamá tiene que hablar primero contigo, ella tiene que decirte lo que sabe y luego te explicare como encajo yo en ello, entonces tendrá más sentido para ti — explicó Yoochun, suplicándole que aceptara esto por ahora. Yoochun sabía sin embargo, que él nunca lo dejaría ir tan fácilmente.

— ¿Mi mamá que tienen que ver con todo esto? —Le preguntó con incredulidad. Y cuando Yoochun estaba a punto de responder, un auto se detuvo al lado de su motocicleta, que estaba a bastante distancia de donde ellos estaban. Yoochun dejó que su lobo utilizara sus ojos y vio, para su descontento, que se trataba de los lobos que habían pasado por delante de la casa de Junsu la noche anterior.

Uno de los TVXQ comenzó a caminar hacia ellos y Yoochun estaba tratando de averiguar cuál sería la mejor estrategia. Él y su lobo estaban de acuerdo en que no le gustaba la idea de poner a su compañero en peligro, pero ¿qué podía hacer? Si trataba de luchar contra ellos, se quedaría sin protección. Si trataba de correr, el TVXQ los alcanzaría fácilmente porque Junsu no podía correr más rápido que el TVXQ. Él podía llevarlo, pero Yoochun tenía la sensación de que no le caería muy bien a su Luna.

Él sólo tendría que esperar y ver lo que ellos querían.

«¿Quiénes son estos tipos? ¿Los conoces? » Yoochun escuchó sus pensamientos nublados por la preocupación.

«Sé muy poco acerca de ellos, esta es otra cosa que tenemos que hablar, pero tenemos que hablar con tu madre en primer lugar» respondió Yoochun.

Yoochun no quitaba los ojos de los lobos que venían hacia él y su compañero, pero por el rabillo del ojo vio a Junsu disgustado, obviamente, no estaba satisfecho con su respuesta.

Cuando los lobos se acercaron, Yoochun no pudo contener el gruñido de advertencia que escapó de su garganta, no sabía cómo podía contener a su lobo, con la cola hacia abajo, las piernas separadas y bajas listo para cualquier movimiento brusco que pudieran intentar.

El lobo de la concesionaria, Yoochun recordaba su nombre, era Seongjae, fue el primero en hablar: —Mi Alfa quiere saber por qué estás todavía aquí.

Yoochun dio un paso adelante y los lobos retrocedieron un paso y todos ellos no podían dejar de agachar la cabeza un poco, porque era Yoochun más dominante.

—Odio tener que decírtelo beta, pero su Alfa no tiene autoridad para ordenar que me vaya de una ciudad que no ha dado a conocer que es su territorio. No hay registro de que esta manada exista  — dijo Yoochun.

El TVXQ se veía un poco confundido por esto, lo que significa su Alfa no lo sabía, o su Alfa no había compartido esta información con ellos.

«Independientemente. ¿Qué es lo que realmente piensa que puede hacer frente a esas posibilidades?»  Se preguntó Yoochun.

Yoochun miró amenazadoramente a los cuatro TVXQ —Dile a tu Alfa que dé marcha atrás. Que haga caso omiso de esta manada — Miró Yoochun a cada lobo a los ojos y les cayó al instante, y luego con la misma voz que su padre solía hacer sus lobos obedecer, Yoochun les dijo: —Déjalo, ahora.

Seongjae luchó contra la orden cuando él comenzó a alejarse, y antes de que él se subiera a su coche se dirigió a Yoochun y dijo: — Para que lo sepas, los críos ya han sido reclamados, y, si no te quedas lejos, tu compañero te va a dejar, y te aseguro que te desgarrara.

En esto Yoochun gruñó con furia, sus ojos comenzaron a brillar y sintió sus colmillos alargados. El TVXQ se quejó y se apresuró a su coche. Los neumáticos gritaron cuando doblo. Yoochun cerró los ojos y tomó respiraciones profundas y lentas. «Cálmate», pensó Yoochun «Nadie te lo va a quitar». Se lo repitió una y otra vez hasta que él y su lobo estaban un poco controlados. Yoochun se volvió hacia Junsu y vio la confusión en su cara, pero para su alivio no había miedo.

—Ok, Trata de olvidarte de salirte con la tuya y de no explicar este episodio. Yo no soy un idiota, la manera en que tu piel se tensó o el hecho de que el “Él”, era yo.

Junsu dijo con los brazos cruzados, y su ceño fruncido con determinación. Yoochun se acercó a él, después de verlo actuar como el animal que era, no retrocedió.

—Tú eres nae dal, es el momento de hablar, pero tu mamá va a empezar. Vámonos — respondió Yoochun. Tomó su motocicleta y se fueron juntos a la casa de Junsu.

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Continuara \\(^_^)//...

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