La Conquista del Rey. Cap 7

“Es solo una noche. Puedo manejar una noche. Esto no es diferente a compartirlo con otros Uralains. Solo una noche. Pero Kari es un asqueroso. No. No. Es el mismo. Solo una noche y en la mañana todo será mejor de nuevo”

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El segundo material de relleno resbalo con la misma facilidad que el primero, pero yo estaba mucho más distraído.

Yunho tenía sus labios alrededor de mi pene, mostrándome como se suponía que tenía que succionar. A pesar de que había tratado de prestar atención y tratado de no notar la presión entre mis piernas, lo único que veía eran estrellas brillantes.

Me sentí pleno pero yo sabía que necesitaba algo  más.

― Por favor ― le susurre apenas capaz de verlo. Pero la sonrisa centellante que me había dado no podría haberla pasado por alto.

― Estás listo ― dijo con una dosis de felicidad, y con la misma facilidad con la que me penetro, salió.

― Esto puede doler un poco, solo besa a tu marido y todo va a estar  bien.

Yunho empujo las piernas más cerca de mi cuerpo y se colocó entre ellas. Se veía tan grande y poderoso que yo simplemente deje de preocuparme por lo que estábamos haciendo y si me podía terminar perjudicando.

Acepte el ardor que su pene me dio, pero de todas formas tomo con dulzura mis labios y en el momento en que sentí sus caderas rozando mi trasero, estaba más allá de comprender el hecho de que había entrado por completo.

― Te sientes maravilloso Jae ― Mi rey murmuro contra mis labios, justo antes de empezar a moverse.

Vi una luz brillante cuando el placer me abrumo. Su polla dentro de mí y las barras de metal frotando casi en la raíz de mi columna vertebral me quemaron. A partir de ese lugar la sensación se propago a través de mi columna por toda la longitud de mi espalda, pellizcando los pezones adoloridos y quemando mi piel. Sin embargo, nada era comparado a la sensación de su pene tocando cada parte dentro de mí.

― Dioses!!! ― di un grito ahogado, antes de ponerme rígido y derramar mi semilla entre nosotros.

Yunho continuo moviéndose, lento cuando me penetraba y rápido cuando la sacaba. Era un modelo maravilloso, uno que yo estaba dedicado a apreciar de verdad. Sin embargo, cuando se impulsó dentro una vez más, sentí los pinchazos extendiéndose con su semilla derramada, viajando a través de mis entrañas. Era casi como si su simiente estuviera viva, y me asuste, me puse rígido alrededor de él causándonos dolor a ambos.

― Cálmate Jae ― murmuro Yunho con cariño mientras apartaba mi empapado pelo de mi cara ― Es nuestra unión lo que sientes, pronto va a pasar.

― Por favor, explícame ― le dije mirando directamente el placer en sus ojos de cristal, todavía no completamente cómodo con la  sensación.

― Eres un niño portador. Mi semilla tiene que ser aceptada por tu cuerpo antes de poder concebir un hijo. La próxima vez no lo sentirás tan intensamente

Otra pieza de información que no conocía. Eso explicaba porque Yunho se derramo dentro de mí en vez de frotar su semilla sobre mis cicatrices. Quería sentirme mal por ello, el hecho de que el solo quería tener un hijo de mí, pero en ese momento me sentí demasiado bien para pensar. Me entregue a la sensación de agotamiento y satisfacción, dejando las preocupaciones para otro día.

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Despertar en los brazos de un hombre era extraño, por decir lo menos. Los músculos de mi cuerpo acolchonados de la más agradable manera y el calor me hacía no querer abandonar la seguridad de los brazos de Yunho por lo menos durante el resto del día.

Su respiración me hacía cosquillas tras mi oreja cada vez que la punta de mi cabello me tocaba con cada una de sus exhalaciones. La parte trenzada de mi cabeza me hacía sentir dolor e incomodidad, mientras que la sensación en mi espalda, no podía compararse con nada de lo que había imaginado.

Me gusto la forma en que sus manos descansaban sobre mi vientre, su polla descansaba entre las mejillas de mi trasero, y a pesar de la descarga de recuerdos de la noche pasada, yo estaba demasiado satisfecho para moverme o pensar.

― ¿Despertó, mi príncipe? ― La poderosa voz de Yunho retumbo en mis oídos y, aunque me sorprendió al principio, mi siguiente instinto fue hundirme más profundamente en su abrazo.

― Satisfecho ― murmure de nuevo.

Yunho se rio entre dientes, pero su mano se deslizo hacia abajo y comenzó con suavidad a devolver mi polla a la vida.

― No puedo hacerlo de nuevo ― le dije ― Siento cosas ahora que no sentía ayer por la noche.

― Lo sé. Por mucho que te quiero, voy a esperar ― dijo pero aún estaba tocándome.

― Entonces ¿Qué estás haciendo?

― Todavía puedo tocar, y darte placer sin entrar en ti.

― Oh ― Si, yo era demasiado estúpido para dar una respuesta sensata.

― Además, tenemos que tratar de conseguir al niño.

Esa parte de la información actuó como un balde de agua fría que salpico mi cara. Mi erección se suavizo, y yo en silencio me reprendí por pensar que el rey sintió algo más por mí que solo ser el medio para un  fin.

Si se dio cuenta de mi falta de respuesta no hizo ningún comentario sobre ello. Pero me empujo a mi espalda y se colocó sobre mí.

Yo estaba decepcionado y enojado, aunque esto último iba y venía de a ratos. Cuando me beso, me olvide que tenía la cabeza. Tenía una magia sobre mí, la capacidad de tirar de mí y empujarme a su antojo y mi cuerpo respondía como si estuviera bailando por su toque. Lo que era peor, mi mente  respondía, también.

― Lo siento, mi príncipe. No puedo demorarme esta mañana. Hay mucho trabajo por hacer ― dijo, poniendo sus frases, en medio de sus besos.

― ¿Por qué sigues aquí? ― Le pregunte, un poco áspero, pero una vez más Yunho no reacciono simplemente respondió en su forma habitual.

― Necesito libertad, y tú también. Incluso si, estas primeras veces, van a ser con el propósito de un niño, no significa que no podamos disfrutar de ella.

Si tenía sentido, yo no lo sabía porque sus labios encontraron el camino hacia mis pezones, y con su lengua envuelta alrededor de uno, con la boca succionando, yo no tenía ninguna razón o mente lógica.

Mi pene estaba completamente duro, como el de él, y mientras se frotaban uno contra el otro, el estímulo no fue suficiente como para derramar nuestra semilla.

― ¿Te gustaría probarme como te saboree anoche? ― Pregunto el Rey tirando de mi excitación, aturdimiento y confusión, y yo asentí con facilidad.

Me levante, dejando que mis rodillas dobladas resbalaran hacia un lado,  mientras él se levantó sobre sus rodillas. Yo estaba fascinado con sus marcas y sus besos, tan pronto como llego hasta mi fue inevitable. Chupe y trace el relieve se su pecho y estómago, amaba la sensación en mi boca, pero cuando su polla choco contra mi barbilla, me perdí en el camino y me centre en ese lugar.

El sabor era aceitoso y perfumado, pero al tacto era completamente liso. Cada imperfección me llamo la atención, y le di mi completa adoración. Bese y lamí todo, dándome cuenta de las delicadas cicatrices, incluso en su polla dura, pero estaba demasiado ocupado para preguntar por ellas.

La parte más fascinante de él era la barra por debajo de su corona, no puede resistirme a tirarla con mis dientes y que girara alrededor de mi lengua. Me olvide de la vergüenza o la inexperiencia en mis exploraciones. Era demasiado hermosa y diferente para mí como para darle toda mi atención.

Pero entonces él tenía que hablar.

― Tómame en tu boca.

No tenía ni idea de lo que me estaba hablando, y una vez más, me sentí inadecuado.

Yunho se dio cuenta de mi falta total de acción, y sus manos encontraron el camino hacia los lados de mi rostro, sus ojos se centraron en los míos y dijo

― No tengas miedo. Cualquier cosa que sea que no te guste, no tenemos que hacerla. Pero trataras por mí. Por favor.

Yo estaba empezando a odiar esa voz suplicante de él por qué no podía hacer otra cosa que asentir.

― Abre la boca y toma la punta de mí en tu interior. Chupa, lame. Todo eso se siente maravilloso. No uses los dientes.

Hice lo que me dijo, tentativamente envolví mis labios alrededor de su corona, y chupe, y lo rodee con mi lengua, pero cuando dijo “Gracias” en voz baja, olvide mis reservas y tome más de él en mi boca.

La sensación era realmente agradable, su carne tan duro en mi lengua, pero fueron sus sonidos lo que realmente me impulso. Se quejaba en voz alta, y deja de respirar en varias ocasiones, dejando salir el aire en largos suspiros. Me sentí especial, por lo que no era de extrañar la decepción que me inundo cuando me aparto, tendido de espaldas.

Quería preguntarle que le pasaba, que hice mal, pero mi protesta murió en mis labios cuando vi su mano envuelta en mi pene, casi volando sobre la suave carne. El rey todavía estaba gimiendo, no mucho después de que chorros de mi semilla cayeran en mi vientre.

Yunho parecía cansado, tal vez sorprendido por todas las sensaciones. Algo que podría entender muy bien, pero no se tomó el tiempo para hacer una pausa. Se inclinó sobre mi vientre y paso la lengua por mis cicatrices triples.

Grite. No me dolió pero puso todas mis células al borde y me había levantado de la cama con solo la cabeza y talones sosteniéndome. Sentí a Yunho recoger la semilla de mi piel cuando volví a caer, pero cuando la froto contra mis cicatrices, habría gritado de nuevo. Puso mi pene en su boca, no solo la punta, sino toda y aspiro.

Las cicatrices se sentían vivas, por primera vez en mi vida, reaccionaron y yo hubiera jurado que se succionaban pero estaba demasiado fuera de mí para levantarme y ver. Eran pulsos salvajes, calientes y fríos al mismo tiempo, pero no podía reaccionar. Yunho tenía su boca en mí, su lengua tirando mi semilla de mi escroto y en un abrir y cerrar de ojos todo cambio.

Mi cuerpo se calmó, mi respiración encerrada en mi pecho y yo explote.

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