S.O.R. Cap. 16 Corazón inquebrantable

POV Jae

― Despierta, Boo. —Yunho me dio un codazo. Estábamos a punto de aterrizar.

—Lo siento. Estoy despierto. —Sonreí alegremente

—No te disculpes, me encanta verte dormir.

Ya que habíamos volado en primera clase fuimos los primeros en salir del avión. Yunho recogió nuestro equipaje y nos dirigimos a por nuestro coche de alquiler. Nos condujo de la mano a donde estaban nuestros hogares de la infancia.

Esta semana ha sido increíble. Siwon aceptó la oferta de Yunho y ya estaban estudiando posibles ubicaciones de las oficinas. Él y Heechul también anunciaron que estaban esperando un bebé. Yo estaba tan extasiado por ellos, especialmente teniendo en cuenta sus luchas de fertilidad. Yoochun había dejado ir a Junsu fuera por la semana y él estaba emocionado por conocer más de su familia. Parecía que el episodio con Karam era una cosa del pasado, y me alegré de dejarlo detrás de nosotros. Changmin había llamado para disculparse de nuevo.

—Hola Jae —dijo cuándo a regañadientes contesté el teléfono.

—Changmin —dije lacónicamente.

—Escucha, sé que no quieres hablar conmigo, pero quiero pedir disculpas.

— ¿Por qué? ¿Planeándome algo? ¿Rebajando mis neumáticos? ¿Conseguir que casi me echen de la escuela? ¿Mentirme? ¿Inducirme? Elije uno.

—Nunca fue mi intención hacerte daño. Sabes que te quiero. Yo sólo quería que tuviéramos otra oportunidad. Sinceramente, pensé que tendríamos una oportunidad. —Luego pasó a arrastrarse por unos minutos y Yunho dijo que yo lo perdonaría.

—Escucha Changmin, yo te perdono, está bien. Es sólo que no quiero tener nada que ver contigo.

—Entiendo. Lo siento.

—Adiós Changmin.

Miré por la ventana mientras Yunho dominaba hábilmente su camino a través del tráfico. No podía creer lo construido que se había convertido. Después de una hora y media nos detuvimos en el camino de entrada. Miré mi casa de la infancia y vi a una niña pequeña balanceándose en mi columpio. Nos miró y sonrió. Me acerqué a ella. Yunho se acercó detrás de mí.

—Hola, soy Jae. ¿Cuál es tu nombre? —le dije de cuclillas a su altura.

—Dabin —dijo con su vocecita dulce, era adorable. Tenía el pelo castaño y pecas, y no podría haber tenido más de cinco años.

—Dabin, ¿sabías que solía vivir en esa casa? —Señalé a su casa— Y solía balancearme en este columpio cuando tenía tu edad.

— ¿Sí? —dijo con una enorme sonrisa.

—Sí.

— ¿Quieres mecerte en él? —dijo bajándose y no pude resistirme. Me senté en el columpio y recordé de nuevo, casi veinte años atrás, cuando conocí a Jung Yunho en este mismo lugar. Dabin estaba junto a Yunho.

— ¿Quieres un empujón? —preguntó. Esta vez dije que sí y me dio uno pequeño. Nos quedamos y charlamos un par de minutos más. Le di las gracias por dejarme usar su columpio y me dijo que podía usarlo cuando quisiera. Yunho y yo caminamos de la mano y llamó a la puerta. June abrió la puerta con una gran sonrisa y me dio un abrazo de oso. Para ser tan pequeña era muy fuerte. Le devolví el abrazo cuando Byunghun, el padre de Yunho, entró en el vestíbulo y me robó de June.

—Niño. Mírate. —Él se apartó un momento para que él pudiera verme bien y luego me aplastó en otro abrazo—Te hemos echado de menos.

—Yo también los he echado de menos.

June nos mandó a la cocina y nos sirvió pastel, como solía hacer cuando éramos pequeños. Yunho hizo una recapitulación de lo que había sucedido. June tuvo unas pocas palabras para Karam. Los dos estaban en la luna de que estuviéramos de nuevo juntos. Me excusé por un par de minutos para refrescarme cuando sabía que Yunho iba a entrar en detalles acerca de por qué no podía tener hijos. Yo estaba en el tocador cuando June llamó a la puerta.

—Jae. ¿Puedo pasar?

—Por supuesto —dije, abriendo la puerta. Había lágrimas rodando por sus mejillas y yo estaba tratando de mantener a raya a las mías.

—No tenía ni idea, cariño. Siento mucho que tuvieras que pasar a través de algo así. No eras nada más que un niño. Yo no sabía que te quedabas a dormir aquí porque tenías miedo de estar en casa, si lo hubiera sabido hubiera hecho algo. —Me di cuenta de que se estaba lastimando.

—No había nada que pudieras haber hecho June. Está bien, no me define. Es algo que me ha hecho una mejor persona.

—Aun así me hubiera gustado haberlo sabido. Realmente me siento feliz por ustedes dos.

—Gracias. Lo amo más de lo que jamás pensé que podría amar a nadie. Yo no voy a ninguna parte.

Ella me abrazó y fue a reunirse con los hombres en la cocina. Byunghun se ofreció a llevarnos a cenar, pero Yunho se negó y dijo que teníamos otros planes y que realmente teníamos estar fuera durante la noche. Yo lo miraba con una expresión de sorpresa, pero él actuó recatado. Fue entonces cuando me di cuenta de que nunca nos trajeron las maletas. Nos despedimos y volvimos de nuevo al coche. Sacó algo del bolsillo de su traje. Una venda para los ojos. Suavemente me la puso y me dijo que tenía un montón de sorpresas esta noche.

POV Yunho

Se sentía bien tener todo al descubierto con mis padres. Pensé que mi madre iba a tener un ataque al corazón cuando le dije que Jae pasó cinco años durmiendo en nuestra casa porque tenía miedo de estar en la suya. Estaba aún más sorprendida al descubrir que no habíamos tenido relaciones sexuales hasta la noche antes de irse. Cuando le hablé de Jae perdiendo el bebé, tenía el corazón destrozado, pero cuando les dije cómo lo perdió se puso furiosa, no podía entender cómo alguien podría hacer algo como eso. Mi padre parecía que iba a matar a alguien, en realidad hizo un agujero en la pared. Miré y vi que estaba llorando. Mi padre era un tipo grande y siempre tuvo debilidad por Jae. Me abracé a los dos y les dije que sólo iban a ser cosas positivas de aquí en adelante.

Pasé por el Four Seasons en Busan. Me las arreglé para conseguir la misma habitación que teníamos la última vez que estuvimos aquí diez años atrás. Tan pronto como estábamos en el estacionamiento, le dije a Jae que podía quitarse la venda de los ojos. Se quedó sin aliento cuando vio donde estábamos. Yo sabía que se encontraba sorprendido.

—Quiero volver a crear lo que pasó aquí la última vez, pero quiero que el final sea diferente. —Sonreí alegremente hacia él. Sus ojos se humedecieron y yo sabía que estaba en el camino correcto. Lo ayudé a salir del auto y nos registramos. Una vez que nos acomodamos en la habitación, le dije que tomara una ducha y se cambiara. Tenía más arreglos para terminar. Cuando salió de la habitación se veía impresionante. Estaba vestido de blanco con ropa que Junsu le había ayudado a escoger para el viaje. Mostrando la cantidad justa de piel. Yo no podía esperar para llevarlo fuera de él más tarde, pero necesitaba ponerme de nuevo a la tarea en cuestión.

—Te ves simplemente impresionante. —Tomé su mano y la obligué a hacer una pequeña vuelta.

—Gracias por hacerlo. —Me había puesto un traje negro, camisa blanca y corbata negra. El traje era casi exactamente como la última vez. Tomé su brazo con el mío mientras nos dirigimos al Parque 75 para la cena. Pedimos la misma comida que hicimos hace diez años. Cuando el volcán de mantequilla de maní salió sentí que mis manos comenzaban a sudar.

Me puse de pie y me dejé caer sobre una rodilla. Todos los ojos estaban puestos en mí.

—Kim Jaejoong, has pasado tu vida entera en marcha y todo lo que has hecho se ejecuta más lejos del amor que has estado esperando todo el tiempo. La primera vez que me sonreíste con tus dos dientes perdidos obtuviste toda mi atención. Cuando te ríes, me dan ganas de reír contigo. Cuando lloras, yo quiero ser el que te abraza. Cuando dijiste que me amabas, atrapaste mi corazón para siempre. Dicen que el amor es la condición en la que la felicidad de otra persona es esencial para ti. Tu felicidad es lo que voy a pasar el resto de mi vida tratando de darte. Te amo tanto. ¿Vas a hacerme el honor de casarte conmigo? —Saqué el anillo de mi bolsillo, mientras colocaba su mano en la mía.

Pude haber ido un poco por la borda, pero por lo que a él se refería mi cartera parecía no conocer límites. Lo tenía por encargo de un amigo de Hyunsoo que se ocupó en hacerlo. La banda era de platino y el centro tenía diamantes de cinco quilates rodeados por un conjunto de perlas. Me encantó, y Jae gritó, excepto que él probablemente hubiera preferido algo de una máquina expendedora. Ahorcaré a Yoochun por sus pelotas si alguna vez le dice lo mucho que me gasté en él.

— ¡Sí! —Sonrió y la sala estalló en aplausos.

El camarero nos trajo una botella de champán rosado y sirvió dos copas.

—Por el primer día del resto de nuestras vidas. — Entrechocamos copas y disfrutamos de nuestro postre antes de regresar a nuestra habitación. Me dieron la habitación llena de peonías rosas y luces de té mientras estábamos en la cena. Se quedó sin aliento cuando entró en la habitación. Lucky de Jason Mraz estaba tocando suavemente en el fondo. Me puse de pie detrás de él y le recordé lo afortunado que era de tenerlo, mi mejor amigo y futuro esposo.

Hice el amor con mi prometido y fue perfecto. Cuando nos despertamos la mañana siguiente no había que preocuparse por ir corriendo hacia el aeropuerto. No hubo despedidas. Simplemente un te amo.

— ¿Qué dirías si yo quisiera casarme en una semana? —le pregunté.

— ¿Una semana? ¿Al igual que Las Vegas?

—No exactamente. Mira a Junsu y Yoochun, son una especie de extraños fijando todo patas arriba, pero si no es lo que quieres, podemos esperar.

—He esperado el tiempo suficiente —dijo inclinándose hasta que sus labios se encontraron con los míos.

—Te amo Jae —dije. Saqué mi teléfono y llamé a Operación de la boda.

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