S.O.R. Cap. 9 Mariposas

POV Jae

— Joven Kim por favor reúnase conmigo después de clase —dijo el profesor Gommerman mientras me dirigía a mi asiento.

Él era el supervisor de mi tesis, así que esperaba que no hubiera nada malo ni que tuviera que empezar de cero. Me tomé mi tiempo acomodando mi mochila al fin de la clase y me detuve en su escritorio a la salida.

— ¿Cómo va su tesis? —preguntó.

—Muy bien, está casi hecha. Espero tener la oportunidad de terminarla el próximo fin de semana.

—Excelente. Escuche, no es por eso que quería verlo. Hay un rumor que oí antes en la sala de profesores. Estoy seguro de que no es cierto, pero quería ponerlo al corriente.

—Está bien... ¿qué es? —pregunté confundido, ya que lo único que hacía era venir a la universidad, ir a clase y volver a casa.

—Escuché que alguien puso una denuncia en la oficina del decano, acusándolo de tener relaciones inapropiadas con un profesor.

« ¡¿Qué mierda?!»

— ¡Eso es absurdo! Nunca haría algo así.

—Lo sé. Es por eso que se lo estoy diciendo. Sin embargo, su profesión puede causar un problema si esto termina yendo a una audiencia.

— ¿Hay alguna forma de averiguar quién presentó la queja? — Estaba asombrado ante la acusación. Sólo tenía un pequeño grupo de amigos aquí y estaba seguro de que no fue ninguno de ellos.

—Veré qué puedo averiguar. Por lo general, mantienen eso en carácter confidencial, a excepción del profesorado.

—Gracias profesor.

—Joven. Kim, es usted un excelente estudiante. Por favor, no deje que esto afecte su trabajo.

—No lo haré.

—Lo veo la semana que viene. Si me entero de algo en este tiempo, le enviaré un correo electrónico.

No podía creer lo que acababa de pasar. No tenía idea de quién haría algo así. Mi mente vagó por un segundo a Hyunjoong, pero no pensaba que él fuera a hacer algo así y poner en peligro su carrera educativa. Me dirigí a la cena con Yunho. Cuando llegué al restaurante él estaba de pie a un lado esperando por mí. Me dirigí hacia él y envolví mis brazos con fuerza a su alrededor.

— ¿Qué pasa, cariño? Te ves molesto.

—Es sólo algo en la universidad. Te lo diré durante la cena.

—Están preparando nuestra mesa, debe de estar lista en breve.

— ¿Cómo fue el resto de tu día? —le pregunté, él trató de ocultar una sonrisa.

—Estuvo bien. Tengo algo que mostrarte en el apartamento después de la cena. Puedes prepararte para el trabajo allí.

— ¿Qué hiciste? —bromeé. Sabía que esa cara era igual a problemas.

—Estoy alegando la quinta enmienda. —Sonrió.

Pedimos bistec, patatas al horno y brócoli. Le hablé de lo que el profesor Gommerman había escuchado. Yunho escuchó todo lo que tenía que decir antes de hablar. Estaba molesto y me hizo preguntas que un abogado le haría a un cliente, haciéndome reír a pesar de que estaba molesto. Dijo que íbamos a llegar al fondo del asunto, pero ya que las acusaciones eran falsas no había nada que la universidad pudiera hacer. Después de que terminamos con la cena pedí un pedazo de pastel de queso para irnos. Nos dirigimos a mi auto y le tiré las llaves a Yunho, odiaba conducir en el tráfico. Sacó el coche y se dirigió hacia su apartamento. Cuando llegamos, me dijo que no me enojara con él, sin importar qué. Por supuesto que estaba aún más curioso de lo que había estado durante todo el día.

—Buenas tardes, Jujin —le dijo al portero.

—Sr. Jung. —Jujin asintió.

Una vez en el ascensor, mis nervios estaban en marcha. Mantuvo la puerta abierta, el lugar se veía igual a la última vez que estuve aquí, excepto que puestas en la mesa del desayuno estaban dos cajas azules de Tiffany & Co. Mi corazón estaba a punto de estallar fuera de mi pecho.

—No es lo que piensas, te lo prometo. Sin embargo, se puede arreglar cuando me des el visto bueno. —Sonrió, acercándose a recoger la primera caja y entregándomela. Abrí la cinta blanca y levanté la tapa. Dentro había un hermoso collar. Era un colgante con forma de llave con diamantes rosados y blancos, y una mariposa en platino y oro rosa. Era impresionante y probablemente costaba lo que yo ganaba en un mes.

—Me encanta Yunho, es hermoso. Gracias.

—No hay de qué. ¿Quieres que te ayude a ponértelo? —Se lo entregué, fijó el broche en su lugar y me dio la otra caja. La abrí y era un llavero con forma de manzana con una llave enganchada— Es una llave de aquí, puedes entrar y salir cuando quieras. Sé que todavía no estás listo para algo serio, y eso está bien, pero estaba esperando que tal vez consideraras quedarte aquí un par de noches a la semana, al igual que en los viejos tiempos. Duermo mejor cuando estás aquí.

—No sé qué decir…

—Por favor, dime que no estás enojado.

—No estoy enojado. Sorprendido, sí, pero no enojado.

—Bueno, eso no es todo. Por favor, recuerda que no estás enojado cuando te muestre la siguiente parte.

—Esto ya es demasiado.

—No es suficiente. Te quiero, Jae. Deseo todo de ti, para siempre. Esperaré el tiempo que sea necesario. —Agarró mi mano y me condujo por el pasillo hasta el dormitorio principal. Cuando entramos me di cuenta que había otra cómoda que no estaba allí la última vez que estuve aquí. Lo miré con escepticismo, él asintió. Abrí el primer cajón y estaba lleno de ropa interior de todos los colores, diseños y estilos imaginables; el siguiente estaba lleno de pijamas y ropas deportivas. Los últimos dos cajones estaban llenos de vaqueros y camisetas. Me llevó al armario y me di cuenta de que había apartado un lugar para mí. Había trajes, suéteres y camisetas colgando, y dos filas de zapatos. Colgado en la parte trasera de la puerta había un abrigo Burberry de botones y una bufanda. Me escoltó fuera del armario y al baño, que parecía más una tienda de Sephora que un baño. Había filas de diferentes bases, sombras de ojos, coloretes, cepillos y labiales, junto con mi champú de fresa y el resto de artículos de tocador.

—Creo que hay todo lo que puedes necesitar —dijo con orgullo.

—Creo que has pensado en todo y algo más.

—Sólo quiero que estés a gusto aquí.

—Ya estoy a gusto aquí, no necesitaba todo esto. Va a tomar algún tiempo, pero en lo que a mí respecta, el pasado es exactamente eso. Sólo vamos a seguir adelante como lo hemos estado haciendo. No es necesario compensar nada, pero gracias.

— ¿Eso significa que algunas veces te quedarás?

—Me encanta pasar la noche contigo y espero hacerlo más a menudo. —Le oí dar un suspiro de alivio.

—Así que, ¿te quedarás esta noche?

—Yunho —lo regañé.

—Oye, un hombre puede soñar, ¿no?

—Me quedaré aquí esta noche.

—Oh, casi lo olvido, tengo una cosa más. —Me entregó una caja grande de la cama.

—Juro por Dios que si es un perro me voy a comprometer —dije rasgando el papel de nuevo. Era el bolso cuadrado que quería hace tiempo, pero que era demasiado corriente para comprarlo por mí mismo.

—Juro que siempre me has conocido mejor de lo que yo me conozco.

—Voy a tomar eso como que te gusta.

—Me encanta, ahora no me compres más cosas. Puede que tenga un regalo para ti ahora.

—Oh sí, ¿qué podría ser? —Subió una ceja.

—Bueno... podría compartir mi pastel de queso contigo. —Me deslicé delante de él y me dirigí hacia la cocina. Me persiguió juguetonamente.

Le di de comer un bocado ocasional de pastel de queso asegurándome de que el último terminara en el labio para que yo pudiera lamerlo. Lo tiré por la corbata y nos dirigimos de nuevo hacia el dormitorio.

— ¿Mi buen chico quiere sexo en la ducha? —susurré pasando mis manos por su cabello.

Sonrió con entusiasmo, como un niño en Navidad. Deslicé mis calzas por mis piernas y lentamente levanté mi top por encima de mi cabeza. Me quedé de pie delante de él con solamente el bóxer. Lo vi pasar sus ojos por mi cuerpo con avidez. Levanté las manos y diestramente le deshice la corbata y le desabotoné la camisa, quitándole su cinturón mientras él se despojaba de la chaqueta y la camisa. Caí de rodillas y lo llevé a mi boca viéndolo formar una “O” con la suya.

—Eres tan sexy —dijo con voz ronca.

Me puso de pie y me inclinó sobre el lavabo. Tomo mis bóxer y los deslizo por mis piernas. Me llenó por completo. Mordisqueó suavemente mi clavícula con los dientes y pasó la lengua por mi cuello. Estaba casi allí cuando él se retiró abruptamente. Lo miré por el espejo, confundido. Confesó que no le gustaba de esa manera porque no podía ver mi cara, así que me senté en el lavabo y continuó. Se movió dentro y fuera de mí mientras nuestras caras estaban nariz con nariz, podía sentir su deseo y eso fue suficiente para enviarme en un espiral hacia el olvido hasta que él siguió. Una vez que estuvimos en la ducha me lavó el pelo con champú de fresa y me enjaboné con un poco de gel de baño. Me lavé rápidamente, sabiendo que nuestro pequeño encuentro iba a terminar haciéndome llegar tarde al trabajo. Entré en la sala de estar, agarré mi bolsa de ropa de trabajo y me vestí deprisa. Yunho salió del dormitorio y comenzó a reírse de mí.

Con tan sólo un vistazo hacia él, no quería ir a trabajar nunca más. Estaba usando un par de bóxers negros que lo hacían parecer un dios griego, su cuerpo era un modelo de perfección.

— ¿Estás seguro de que te tienes que ir?

—Sí. No puedo comenzar a perder días. Sobre todo si me quieres tener este fin de semana.

—Bueno, supongo que voy a llamar a Yoochun a ver si quiere venir a jugar a la Xbox conmigo hasta que llegues a casa.

—Lo siento, de verdad me hubiera gustado quedarme, pero tengo cuentas que pagar. No tienes que esperarme si te cansas, sé que tienes que levantarte temprano. Estaré de vuelta un poco después de la medianoche.

—Está bien, normalmente estoy levantado a esas horas de todos modos. Te puse en la lista de proscritos con seguridad esta mañana, Jujin todavía debe estar en el turno, pero si tienes algún problema simplemente llama y bajaré inmediatamente. —Me besó. Me puse mis sandalias y me abotoné la camisa a cuadros para cubrir lo que había debajo.

Me puse la mochila en el hombro y agarré las llaves del auto de la mesa.

—Te quiero —dijo.

—Yo también —dije automáticamente. Iba a tener que frenar en serio las cosas del amor porque no quería darle falsas esperanzas, sólo por si acaso. Sabía que lo quería, sólo no sabía cuál era el contexto. Pensé que era mejor si no nos metíamos con ningún compromiso, el sexo casual parecía más fácil y mucho menos complicado. Si terminábamos juntos sería un extra.

Llegué a Double D a las 7:57. Afortunadamente, no tomó mucho tiempo llegar aquí desde el apartamento de Yunho. Le dije un rápido hola a Dan, me apliqué un poco de brillo labial, cambié mis zapatos y me preparé para nuestra introducción.

— ¿Dónde has estado? —dijo Junsu, caminando por la puerta del club.

—Como si tuvieras que preguntar. —Puse los ojos en blanco juguetonamente.

— ¿Cómo van las cosas con Yunho? —susurró él.

—Van bien. Tenemos mucho camino por recorrer, sólo el tiempo lo dirá. —Sonreí, él se acercó y envolvió sus brazos alrededor de mí.

—Estoy muy feliz por ti. Si alguien se lo merece, eres tú. Yunho parece genial.

— ¡Lo es, y el sexo es fuera de este mundo!

—Estoy celoso, el único sexo que estoy teniendo es con Wonbin en el armario de suministros. Tiene los instrumentos, pero no sabe qué hacer con ellos, si sabes lo que quiero decir. —Guiñó un ojo.

—Demasiada información —dije en broma, cubriéndome los oídos.

—Acabemos con esta noche de una vez. —Nos enganchamos los brazos y nos dirigimos hacia la entrada del escenario.

Empezamos como siempre, las cosas iban muy bien hasta que me di cuenta de que Hyunjoong estaba sentado en el bar. Nunca venía aquí, no estaba de acuerdo con mi “ocupación”. Estaba un poco molesto de que se presentara aquí dos noches seguidas, sobre todo por lo que pasó anoche con Yunho. No le presté atención en absoluto en todo el resto de mi tiempo en el escenario. Esperaba que cuando tuviéramos que salir de nuevo, en una hora, él se hubiera ido. Agarré el libro que tenía que leer para una de mis clases y comencé a tomar notas. Revisé mi teléfono y tenía dos mensajes de Yunho.

«Ya te extraño. Apúrate a volver a casa por mí. Yoochun está en camino, pero puedes llamarme si te aburres, te estaré esperando. Tuyo con anticipación :P»

« ¿Todavía no es medianoche? Yoochun me molesta, eres mucha mejor compañía. »

Le envié rápidamente una respuesta, así podía seguir con mi tarea.

«También te extraño. Estoy tratando de ponerme al día con algunas cosas de la universidad, sólo son tres horas más. »

La hora se pasó en un abrir y cerrar de ojos, antes de darme cuenta Junsu estaba de vuelta diciéndome que era el momento de enfilarnos de nuevo. No me sorprendió demasiado ver a Yunho y a Yoochun sentados al frente y al centro cuando salí. Yunho parecía un poco avergonzado, asumí que Yoochun lo hizo venir. Sonreí y seguí trabajando en el escenario. Un par de mis clientes habituales también entraron. Se estaba convirtiendo en una buena noche después de todo. Cuando caminaba fuera del escenario vi a Yunho y a Yoochun asomarse a través de la puerta del escenario.

— ¿Cuánto por un baile privado? —preguntó Yoochun, ganándose un golpe de Yunho en la parte de atrás de la cabeza.

— ¡Viejo! Es mi novio, ten buenos modales. —Yoochun se rió.

— ¿Novio? —Bromeé— ¿Pensé que estaban jugando a la Xbox?

—A la mierda el jugar a la Xbox como un par de adolescentes cuando podemos ver tu sexy culo pavoneándose en casi nada —dijo Yoochun.

— ¡Viejo! —regañó Yunho.

—Lo siento, Jae, pero maldita sea, ¡tú culo está muy bueno!

—Gracias, Yoochun, mi culo no está en el mercado. Aunque tengo un amigo que puedo presentarte.

—Ayudando a un amigo. —Me levanté y agarré la mano de Yunho llevándolo al bar donde Junsu probablemente estaría coqueteando con Wonbin. En cuanto doblamos la esquina me detuve en seco. Me había distraído y había olvidado que Hyunjoong estaba allí. En el momento en que traté de dar marcha atrás ya era demasiado tarde, Yunho se dio cuenta.

— ¿Qué está haciendo aquí? —gritó, pero no a mí.

—No tengo ni idea. —Me soltó la mano y se acercó a él. Yoochun estaba siguiéndolo muy de cerca.

— ¿Por qué diablos estás aquí? —le dijo a Hyunjoong.

—Hola a ti también, imbécil.

— ¡¿No tuvimos una conversación anoche, estúpido?! Jae está fuera del mercado, pero incluso si no lo estuviera, ¡no está interesado! Así que, ¿por qué diablos estás aquí?

—Él no devuelve ninguna de mis llamadas. Esta es la única manera en que puedo hacer que hable conmigo.

— ¡No devuelve tus llamadas, porque no quiere hablar contigo! ¿Has pensado en eso?

—Necesito hablar con él acerca de algo que escuché hoy.

— ¿Sí, y qué es eso? —le pregunté.

—Jae, ¿me engañaste con el profesor Shim?

— ¿De qué estás hablando? —Es la primera vez que escucho quién era el acusado. Podría ser un gran problema si las cosas iban a juicio.

—Escuché que lo estabas follando todo el tiempo que estuvimos juntos —se burló.

—Hyunjoong, no es cierto, lo sabes.

—Eso explicaría por qué nunca tuvimos sexo. Ni una sola vez en tres meses...

— ¡Te dije que no soy ese tipo de chico! Sólo me he acostado con tres personas. Tú ya lo sabías, así que, ¿por qué me lo preguntas?

—Mírate Jae, trabajas en un club de striptease, ¡por el amor de Dios!

— ¿Qué cojones se supone que significa eso? —espetó Yunho.

—Probablemente se acuesta con un hombre diferente cada noche —espetó Hyunjoong en respuesta.

Yoochun apareció detrás de mí y le dio un puñetazo a Hyunjoong en la cara.

—No hables así de él, estúpido pedazo de mierda —gritó Yoochun.

Kangin, el portero del club apareció y preguntó qué estaba pasando. Yunho lo puso al corriente y él sacó a Hyunjoong del club. Me preguntaba cuándo iba a ser capaz de tomar un descanso. El hecho de que Hyunjoong dijera que era el profesor Shim me hizo entrar en pánico.

Yunho regresó de hablar con Rain. Él accedió a darme libre el resto de la semana, y este fin de semana. Estuve de acuerdo en ir a la finca de los Park con Yunho, pero todavía tenía que ir a la universidad, ya que el semestre estaba terminando. Por lo menos me daría tiempo para centrarme en terminar mi tesis.

Yoochun dijo que su familia tenía conexiones en La Nacional de Seúl. Al parecer, eran muy grandes benefactores de la universidad. Nos dijo que le iba a decir a su padre que hiciera algunas llamadas para ver si podían encontrar más información sobre la denuncia. Junsu me entregó mi bolso y Yunho me dirigió a su Jeep. Yoochun prometió llevar mi auto de forma segura al apartamento de Yunho. Una vez que estuvimos allí, decidí tomar una ducha y Yunho ordenó algo para nosotros a pesar de que no tenía hambre.

Trabajé duro para llegar a donde estaba en la universidad, y a sólo un mes de la graduación esto tenía que pasar y amenazar con arruinarlo todo. Entré a la cocina y pregunté si Yoochun había traído mi auto. Yunho dijo que estaba saliendo con Junsu por un rato. Me encogí de hombros y me fui a comer mi quesadilla de pollo. Yunho sintió mi estado emocional y me dio un abrazo. Temía lo que iba a tener que decirle y decidí prolongarlo un poco más de tiempo.

Apoyé la cabeza en su hombro y respiré su aroma. Me recordó a mi lugar seguro.

Un poco más tarde me fui a la cama. Yunho dijo que Yoochun iba a dejar las llaves en la recepción y que debería dejar de preocuparme. Me acurruqué contra él y caí en un agitado sueño.

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