Los ojos de Mona se encontraban cerrados
mientras estaba parada en el borde del bosque. La noche se convirtió en día, y
la nieve había empezado a caer. El aire frío de la montaña azotaba su cabello
de medianoche alrededor de su rostro; su cuerpo se relajó, pero su enfoque era
implacable. Mientras estaba
lanzando los hechizos
a los lobos Coreanos lo había
sentido. Una corriente de energía. No un poder oscuro, no el poder de brujas.
Habían pasado siglos desde que sintió los tentáculos suaves y fríos de la magia
Fae, pero lo sintió esta mañana temprano, mientras la luna todavía se mostraba
y el fuego rugía a través del cielo silencioso. Sintió el poder Fae, y debajo
de eso había algo aún más sutil.
Gitano. Y éste no era un gitano joven y novato como el de
la manada Coreana. Éste era sangre vieja, poderosamente mágica.
Mona continuó extendiéndose hacia los
árboles y las montañas cubiertas de nieve, sobre las rocas, las plantas, la
suciedad y la vida de la flora y fauna buscando refugios allí. Mientras buscaba
indagando, pensó en la última vez que un
sanador gitano fue avistado. Tres siglos habían pasado desde entonces, naciones
se habían alzado y caído, la civilización creció y evolucionó, todo tipo de
tecnología actualmente gobernaba el mundo. Pero incluso con todos esos cambios,
algunas cosas se mantuvieron iguales. Los sanadores gitanos estarían siempre
donde los Canis lupis vagaban. Sabía que el hijo de Shinhye no había muerto.
Sintió cuando Shinhye había sido asesinada, sintió la fuerza de la vida
drenarse de su cuerpo. Pero no Taemin.
Mona había buscado
durante décadas, sin ni siquiera
una brizna de poder.
Luego había llegado a la conclusión de que las Fae debieron haber ayudado al gitano y a su pareja a huir. Ningún simple sanador gitano podría estar en contra
del poder de Mona. Era la bruja más poderosa que su aquelarre haya visto.
Cuando las Fae llegaron y acabaron con los aquelarres que se encontraban
dispersos por el mundo Oriental, Mona había hecho lo que cualquier depredador inteligente hace: se escondió bajo
tierra para esperar el momento oportuno.
Las Fae decidieron que las brujas se
estaban volviendo demasiado poderosas y necesitaban reducir su población.
Funcionó mejor de lo que esperaban. Mona no sabía de otros que hubieran
sobrevivido aparte de ella misma.
Después de que su pueblo fue borrado de
la tierra, Mona encontró refugio en la manada China. El Alfa quería al sanador
de la manada Coreana del Oeste, lo quería
con tanta fuerza
como para contratar
a una bruja, y al hacerlo, se aisló a sí mismo y a su manada de otros
Canis lupis.
Mona
aceptó sus términos.
Le entregaría al sanador y él la protegería de cualquier enemigo hasta que pudiera
recuperar su poder. Todavía era poderosa, incluso después de las Fae, pero se
había estado encubriendo durante tanto tiempo que el poder se estaba drenando
de ella.
Lo que el Alfa de la manada China no
sabía, era que Mona tenía sus propias razones para querer al sanador gitano.
Razones que no tenían nada que ver con el Alfa y todo que ver con convertirla
en la bruja más poderosa que ha caminado sobre
la tierra. Mona era vieja.
Había sido vieja tres siglos
atrás.
Recordaba cosas olvidadas por los seres
sobrenaturales, recordaba por qué los sanadores gitanos eran muy apreciados no sólo por los hombres
lobo, sino por las
brujas y hadas por igual.
— ¿Dónde estás, pequeño gitano? —susurró— No te puedes ocultar para siempre. —Mona abrió sus ojos, escudriñando el
bosque.
Lo que sea que sintió antes ahora se
había ido. No se desanimó, Mona sabía que cazar una presa sobrenatural tomaba
tiempo. Por suerte para ella, tiempo era algo que tenía un montón.
Mientras giraba para irse, comenzó a
escuchar el coro de la canción “Evil Woman” de Electric
Light Orchestra. Mona sonrió para sí misma.
Así que tal vez
el tono era un poco exagerado.
«Soy una bruja», pensó. Sin duda, nadie esperaría que el tono de llamada sea “Lean On
Me”.
— ¿Qué? —Sus palabras fueron cortantes mientras
contestaba.
—Necesito saber cuáles son tus planes —respondió KangTa.
Mona puso sus ojos en blanco. Estaba tan
harta de responder ante los lobos. Pero, cuando por fin tuviera al sanador,
dejarían de tener cualquier poder sobre ella.
—Hice mi movimiento. Ahora es el momento de
dejar que el Alfa haga el suyo. A veces, KangTa, el mejor curso de acción es esperar y
ver.
—Bien. Espero que me mantengas informado.
—Cuidado, lobo. No pienses que me das órdenes
como si fuera uno de los tuyos. No me quieres como tu enemiga. —Mona
terminó la llamada
justo cuando KangTa empezó a
responder. No tenía tiempo para discutir con el lobo dominante. Necesitaba
hacer algo de búsqueda a través de los archivos
que se las había arreglado para conservar de la destrucción de las Fae;
necesitaba saber quién podía haber ayudado a Taemin a permanecer en la
clandestinidad y necesitaba encontrar una debilidad.
Mona tenía bastante
que hacer, pero KangTa no necesitaba saber eso. La idea
de hacer su propia investigación le trajo a la mente
el hecho de que Siwon era
inteligente. Él tenía que serlo para haber durado tanto tiempo y ser tan poderoso.
Tenía sentido que él hiciera su propia excavación, sobre todo porque los Canis
lupis parecían haber hecho caso omiso por completo de las brujas.
Así que tal vez
era el momento de hacer una visita a la poderosa casa de los Alfa, después de
todo, mientras el lobo no está, hay lugar para que la bruja juegue.
Mona se rió para sí
misma. «Debo de estar haciéndome vieja si
algo así tan simple es divertido
para mí», pensó. Sonrió
mientras movía en círculos su manto
rojo profundo alrededor de él.
Después
de enviar una llamada mental,
esperó. Pronto pisadas
de pezuñas se hicieron
audibles y un segundo después
se encontró parado
a su lado su corcel negro como la noche.
—Ahh, Octavian, mi fiel amigo. —Octavian era octavo en su línea para servir a las brujas, de ahí su
nombre. Era un corcel viejo, su vida sobrenaturalmente larga al igual que los
anteriores a él. Las brujas habían comenzado la cría de ellos mucho antes de lo
que Mona podía recordar.
—Vamos a hacer un viaje —le dijo mientras se subía sobre su espalda. No le faltó el respeto
con una silla de montar.
Sabía que no tenía por qué servirla.
Él, como cualquier ser sobrenatural, tenía magia propia. Octavian se
volvió y se dirigió en la dirección de la que había llegado, lejos de la
mansión derrumbada y el bosque que mantenía secretos que Mona iba a descubrir.
>>>♥<<<
Yunho respiró hondo mientras esperaba que Jae
le respondiera. No tuvo que esperar mucho tiempo.
«¿Dónde has estado? ¿Por qué me has estado
bloqueando? ¿Tienes alguna idea de lo preocupado que estaba? ¿Sabes lo que me
ha pasado?» Las preguntas de Jae fueron como un disparo
de revólver en su cabeza.
— ¿Estás hablando con Jae en este momento? —preguntó Junsu mientras miraba cómo los ojos de Yunho se hacían más y
más grandes.
Yunho asintió una vez, y luego con el ceño
fruncido le preguntó:
— ¿Tiene un interruptor de apagado?
—Hemos estado buscando uno por años —ofreció Changmin— pero
no hay nada.
Yunho levantó la mano a los dos chicos
mientras escuchaba a Jae en su mente.
«¿Por qué estás actuando tan raro?»
Podía oír el dolor en su voz y se preguntó
si él era la causa de ello.
—Quiere saber por qué estoy actuando raro —le dijo Yunho a Junsu y a Changmin.
—Está bien, Yun, tienes que decirle que está
hablando conmigo a través de ti… —instruyó Junsu.
Al mismo tiempo Yunho oyó decir a Jae:
«¿Está Susu cerca? Pon a Susu en la línea».
Yunho miró a Yoochun.
— ¿Son siempre tan mandones?
Yoochun y Changmin lo miraron
inexpresivos, y al mismo tiempo replicaron:
—Sí.
«Jae, voy a escuchar lo que dice Junsu y lo vas a escuchar a través de
mí. Entonces le daré tu respuesta», explicó Yunho.
«Pregúntale por qué diablos me estás llamando Jae».
—Él quiere saber por qué diablos la estoy
llamando por su nombre. ― Junsu levantó una ceja.
— ¿Estás llamándolo Jae? ― Yunho asintió.
— Sí, así no es como lo llamas.
Lo llamas Jaejoong…
o nene… o sabelotodo, e
incluso una vez creo que lo llamaste pequeño bocazas. —Junsu agitó la mano mientras decía— Continuemos. Bien. Así que, Jae, Yunho ha
sido maldecido. —Junsu
esperó a que Yunho se lo pasara.
Los chicos vieron
como Yunho bajaba su cabeza
y comenzaba a sacudirla
de un lado a otro. Se miraron el uno al otro, confundidos por su
comportamiento. Luego sus hombros comenzaron a
temblar.
— ¿Te estás riendo? —preguntó Changmin, desconcertado. Yunho finalmente se recompuso y
levantó la mirada.
—Él dijo: “Así que alguien más lo ha
maldecido. ¿Cuál es el problema? Lo maldigo todo el tiempo”.
Todos se echaron a reír; no sólo por las
palabras de Jae, sino por el tono de perplejidad con el que Yunho retransmitió
las palabras de Jae.
Junsu puso sus ojos en blanco.
—No, tonto. Maldecir como en “Leviosa” no
“Leviosaa”. No maldiciones como “estúpido”.
—Él está preguntando por qué demonios estás
citando a Harry Potter… ¿otra vez? — Yunho se encontraba cada vez más confundido por la conversación que los dos chicos estaban
teniendo, a través de sus pensamientos.
—Hombre, esto sería más fácil si él tuviera
un teléfono celular —se
quejó Changmin.
Yunho miró Junsu.
—Permítanme tratar de explicar, ¿de acuerdo?
—Ve por ello, chico amante.
«Jae, fui golpeado por la maldición de una bruja. Según Changmin afectó
mi memoria. Son como enormes agujeros; no puedo recordar mucho… realmente estoy
luchando con esto porque siento que hay algunas cosas que no debería haber sido
capaz de olvidar».
Jae no respondió de inmediato. Si no lo
sintiera en su mente, hubiera pensado que se había ido.
«¿Me ol-olvidaste? De verdad no sabes quién soy». Una declaración. Su voz estaba tan llena de dolor
que Yunho sintió como si su corazón
estuviese siendo arrancado de su pecho.
«Así que, ¿sientes que no deberías haber sido capaz de
olvidar a tu verdadero compañero?»
«Sí», respondió honestamente Yunho. Jae no respondió.
—Creo que lo lastimé —confesó Yunho en voz alta.
—Por supuesto que lo lastimaste, bobo —gruñó Junsu— Ahora
que el gato está fuera de la bolsa, pregúntale dónde está, si está bien, y cómo
lo encontramos. —Junsu se encontraba a punto de ponerse de pie. Sólo la mano de
Yoochun en su pierna le impedía saltar y caminar de un lado a otro.
«¿Dónde estás?»
Pronto Yunho se encogió y miró de vuelta
a Junsu.
— ¿Siempre habla así, tan…? —gruñó mientras trataba de encontrar la
palabra.
— ¿Así como un marinero? Acostúmbrate a ello,
Don Juan. Lo que sea que te dijo, te prometo que ha dicho cosas peores —espetó
Junsu.
—Simplemente se pone peor cuando está
estresado —trató de
tranquilizarlo Changmin.
—Está preguntando: “¿Qué demonios importa
dónde estoy si mi maldito compañero peludo, infestado de pulgas, no me reconoce
del siguiente rubio caliente en la
calle?
—Omitiste algunas palabras, ¿verdad? —Junsu levantó una ceja hacia Yunho—. Porque
eso es bastante suave para Jae.
Yunho gruñó.
—No hay razón para repetir todo lo que dice.
¿Y por qué él cree que tengo pulgas?
—Piensa que todo lo que tenga pelaje tiene
pulgas. No te lo tomes como algo personal. — El tono de Junsu era agudo, pero sabía que no
debería estar descargando su frustración en Yunho.
—Luna, facilítaselo. —Yoochun suavizó sus palabras frotando
la espalda de Junsu. Él lo miró y le sacó la lengua— Tengo
la intención de tomar esa oferta más tarde.
—He creado un monstruo —le dijo Junsu, poniendo los ojos en
blanco.
—Oh, no tienes ni idea, mi amor. —La sonrisa de Yoochun hablaba de cosas
malvadas.
Finalmente Junsu regresó su atención de
nuevo a Yunho, quién se veía más y más preocupado a cada minuto.
—Ahora no está respondiéndome —les dijo mientras fruncía sus cejas y
tensaba sus hombros. Era obvio que estaba
tratando muy duro de contenerse. Fue entonces cuando Junsu se dio cuenta que aunque Yunho había perdido
algo de su memoria, seguía
siendo el mismo hombre. Un lobo posesivo, mandón, controlador, dominante.
Imaginó que la idea de no ser capaz de solucionar esta situación, de no ser
capaz de consolar a Jae, lo estaba volviendo
loco.
«Jae, lo siento. No quise lastimarte». Yunho trató de asegurarse de que él pudiera sentir la frustración y la
preocupación que estaba sintiendo.
Finalmente, él respondió:
«Por favor, deja de llamarme Jae. Llámame otra cosa que no sea Jae. Simplemente
no puedo soportar escuchar tu voz diciéndolo».
Yunho miró a Changmin. Changmin hizo una mueca
ante el dolor que vio en la piscina de sus ojos ámbar.
—Me dijo que dejara de llamarla Jae; que la
llamara por cualquier otra cosa menos esa.
—Simplemente porque no te acuerdes no
significa que no es tu compañero, Yunho. —Fue Luhan quien habló esta vez— ¿Sientes
algo cuando escuchas su voz?
—Mi lobo se despierta ante el sonido. Él le
trae paz.
—Trata de imaginar cómo se siente él —dijo Luhan— Se
acaba de enterar que el hombre al que ama, el hombre que no ha hecho otra cosa
más que protegerlo, perseguirlo y hacerlo sentir como el hombre más querido en
la tierra, no se acuerda de él. Dale esta simple cosa. Llámalo Jaejoong.
Yunho trató de llegar a Jaejoong de nuevo,
pero él se apartó. Fue como un puñetazo en su estómago.
«Sólo necesito un poco de tiempo, Yunho. Por
favor. Sólo…» Sintió su dolor,
podía casi sentir las lágrimas que surcaban su rostro. «Sólo necesito un poco de tiempo». Y entonces se había ido.
Changmin, Junsu, Yoochun, Hayami, Luhan,
y Key todos miraron en shock mientras Yunho, el grande, el fuerte e inamovible
Yunho, perdía el control.
Yunho levantándose desde el suelo y con su
velocidad de lobo cruzó al otro lado de la habitación, agarrando sillas y arrojándolas. Se hicieron añicos, golpeando las paredes con tal fuerza que
sacudió la taberna. Yunho gruñó, sin dejar
de causar estragos a todo a su paso. Su aullido de dolor se extendió por el edificio, haciendo que todo el mundo se
arrodillara mientras el poder salía de él. De
repente, la puerta
de la habitación se abrió y Siwon
irrumpió. Su propio poder llenó la habitación,
envolviéndose alrededor de Yunho y tirando de él hacia abajo.
—Cálmate, Beta. —Las palabras de Siwon fueron
firmes, mezcladas con la
promesa de castigo a su Beta si no conseguía ponerse bajo control.
Yunho inclinó su cabeza.
—Le he fallado. No me acuerdo de él, pero
incluso mientras estoy aquí puedo sentir a mi lobo gruñéndome. Mi propio lobo
me reprende por no cuidar de él.
— ¿Me estás diciendo que tu lobo lo recuerda? —preguntó Siwon.
—No sé si lo recuerda como nuestro compañero,
pero siente una conexión con él, quiere protegerlo. — Yunho miró a su alrededor, el
remordimiento llenándolo ante la evidencia de su pérdida
de control— Voy
a arreglar esto, Alfa —le
dijo a Siwon.
—Sí, lo harás. No puedes ayudarlo si no te
mantienes controlado. ―
Yunho asintió, pero no dijo nada más.
—Te ayudaremos —ofreció Changmin.
Hayami lo miró y él se sonrojó ante la
aprobación brillando en sus ojos.
—Eso no es necesario —dijo
Yunho.
—No pedí tu permiso. Somos una manada. ¿Cuál
es el punto de ser de la manada si no compartimos las cargas de los otros?
—Bien dicho, sanador. —Siwon le sonrió a Changmin y pudo ver
que iba a ser una adición muy
especial para su manada.
>>>♥<<<
Había
tomado el resto del día para que Yunho y los otros pudieran poner la habitación en orden y salvar
tantas sillas como pudieran. Se encontró con el propietario y le dijo que pagaría
por los daños y compraría todas las nuevas sillas.
Afortunadamente Nicolae fue muy comprensivo y tomó las cosas con calma.
Esa noche, Yunho miró por la ventana del
segundo piso de la tranquila habitación donde estaba sentado. La luz de la
lámpara parpadeaba, proyectando sombras misteriosas a través de las paredes,
un fuego quemaba
detrás de él en una de
las muchas chimeneas
que ocupaban la taberna. Su espalda estaba
caliente por el calor, pero
el frío que corría por su cara y pecho persistía. Había camas alineadas junto a las paredes, de lado a lado en ambos lados de la habitación. Más tarde compartiría esta sala con los
otros de su manada, pero por ahora les había
dicho a todos que necesitaba estar solo. Necesitaba ver si podía conseguir que
Jaejoong le hablara. Estaba preocupado por él, sobre cómo había sonado la última
vez que habían hablado a través del íntimo vínculo que compartían.
Yunho sacó su teléfono cuando lo sintió
vibrar. Siwon le había enviado un mensaje de texto preguntándole si estaba
bien. Yunho sonrió, sorprendido por lo mucho
que Siwon se preocupaba por sus lobos. Le respondió
y comenzó a poner el teléfono lejos antes de notar
un mensaje de texto anterior de Jaejoong. Sus latidos aumentaron mientras abría
el mensaje de texto y se quedó sin
aliento mientras leía su correspondencia juguetona.
Cuando
se desplazó a través de ello, ciertas
cosas llamaron su atención. Lo llamaba nene, le decía que era de él.
Incluso le había dicho que mantuviera su ropa puesta. Tendría que preguntarle a
Junsu y Changmin acerca de ello. Los dos se burlaban entre sí y era evidente
que había una fácil intimidad entre ellos. Su corazón empezó a dolerle mientras
leía los textos una y otra vez. Antes de la muerte de Jihye había anhelado un compañero, anhelado lo que obviamente
había tenido con Jaejoong. Recordó que después de que muriera Jihye había jurado que nunca tomaría
un compañero. Nunca más quería tener la responsabilidad por la vida de
alguien, o la posibilidad de que pudiera volver a fallar. Ahora bien, leyendo
estos textos, sabía que haría cualquier cosa para conseguir sus recuerdos de
vuelta. Haría cualquier cosa por tener a este joven que, obviamente, lo amaba,
y él a también, de nuevo en sus brazos.
«Encontré los mensajes de texto entre nosotros». Yunho empujó sus pensamientos con tanta fuerza como pudo contra los escudos
de él. Se sentía mal forzándolo para entrar en su mente, pero no lo
suficientemente malo para que no lo hiciera. Se sentía vacío, solo sin su
presencia en su mente.
« Jaejoong, por favor, háblame», suplicó Yunho.
«¿Y qué exactamente quieres que diga? Hola, sé que no me recuerdas pero
te amo más que a mi vida y no puedo soportar estar sin ti. Apenas puedo
respirar estando lejos de ti. Estoy sufriendo, asustado y enojado. ¿Es eso lo
que quieres oír? ¿Quieres escuchar cómo mi corazón se está rompiendo y mi alma
se siente como si hubiera sido rasgada en dos? O tal vez te gustaría que diga
cómo en todo lo que puedo pensar es en la última vez que me sostuviste en tus
brazos, el último beso que me diste, la última vez que te oí hablarme
reconociéndome. ¿Qué debo decir, Yunho?»
Yunho cerró sus ojos mientras absorbía su
dolor.
«Sé que te he hecho daño y lo siento. Puedo decir a partir de estos
textos que te amaba».
Jaejoong lo interrumpió antes de que pudiera decir algo más, y la vacilación
en su voz casi lo hizo caer de rodillas.
«Me amabas… pasado. Vaya, eso es intenso. Esa es la guinda del pastel
proverbial, bola de pelos. Gracias por eso».
«¡JAEJOONG DETENTE!», rugió Yunho a través de su vínculo. «No voy a renunciar a nosotros. No voy a
parar hasta encontrarte y hasta destruir la maldición. No, no me acuerdo de ti,
pero todo el mundo me dice que eres preciado para mí. Algo dentro de mí me dice
que tienen razón. Te encontraré, pero hasta entonces… sólo déjame cortejarte de
nuevo».
«Um, noticias de último momento, Yunnie. Nunca realmente me cortejaste
en primer lugar. Más o menos me dijiste que era tuyo y casi matas a cualquier
otro que respirara demasiado cerca de mí».
Casi podía
oír su sarcasmo
y lo tomó como una buena señal, como si tal vez hubiera llegado hasta él. «¿Y
cómo exactamente planeas cortejarme, B?», preguntó él.
«¿B?»
«Por Beta. Aunque me reservo el derecho de utilizarlo para llamarte
mujer vagabunda cuando lo considere necesario».
Yunho sonrió. Era un luchador, eso era seguro.
«Bueno, tengo toda la noche. ¿Qué tal que si nos conocemos otra vez?»
Esperó
a ver lo que iba a decir y ni siquiera se dio cuenta
que se encontraba conteniendo el aliento hasta que lo soltó cuando él respondió.
«Está bien».
«Antes de que vayamos más lejos, necesito saber, ¿estás a salvo? ¿Hay
alguien lastimándote?»
«Estoy a salvo. Estoy sufriendo, pero sólo porque me caí en un profundo
agujero en el suelo».
Yunho decidió esperar para encarar eso.
Primero se ocuparía de sus emociones y lo ayudaría a que se sintiera cómodo.
>>>♥<<<
«Yo empezaré»,
comenzó Jae. «Durante un tiempo he estado queriendo
preguntarte esto, pero recientemente las cosas se pusieron un poco agitadas y
antes de eso, estabas siendo un cabeza hueca. ¿Cuál es tu apellido y por qué no
lo usas nunca?» Jae
cerró los ojos mientras yacía sobre la mesa. Había estado preguntándose cuál
era su apellido, eso era cierto, pero justo en este momento él lo escucharía recitar
el alfabeto una y otra vez con tal de oír su voz. Sí, sí, soy tan patético en este
momento, pensó él.
«Mi apellido es Jung. Significa simplemente hijo de JiSub. JiSub era mi
padre».
«¿Quién era tu padre?», preguntó Jae.
Casi podía oírlo respirar profundamente
antes de que él hablara.
«Era el Alfa de la manada Coreana del Oeste». Yunho esperó su respuesta. Pensó que
probablemente él no sabía que en algún momento la manada Coreana estuvo
dividida.
«¿Cuándo fue Alfa tu padre?»
Yunho frunció el ceño. ¿No iba a preguntarle
sobre la división de la manada?
«Después de las guerras de los hombres lobos. El Alfa anterior fue
asesinado durante este periodo. Creo que se llamaba…»
«Minho», terminó
Jae por él.
Yunho no podía creer que él supiera esto. No
es algo que siempre se hablaba en una conversación casual. ¿Cómo podría
saberlo?
«Sí, Minho. Mi padre era su Beta». Yunho hizo una pausa incómoda. «…
Mi padre murió en 1905 después de que mi madre, JiWon, fuera baleada y
asesinada por cazadores furtivos. La habían confundido con un lobo salvaje. Yo
sólo tenía 20 años humanos, convirtiéndome en uno de los más jóvenes Alfas en
nuestra historia.»
Esta vez sintió la sorpresa de él. Así que
Jaejoong no había sabido que él había sido un Alfa.
«¿Fuiste un Alfa?»
Jae sabía que el asombro que sentía llenaba su voz.
«Sí».
«¿Qué pasó? ¿Por qué ya no lo eres más?» Yunho podía sentir su interés, su deseo de saber más sobre él. Por
alguna razón eso le hizo sentir orgulloso. Su lobo estaba pavoneándose, como un
joven cachorro tratando de atrapar la atención de una hembra.
«Cuando murió mi hermana Jihye perdí la razón. Entré en un arrebato de
ira, convirtiéndome en alguien peligroso para todos los que me rodeaban. Recuerdo
que Siwon vino a mí, recuerdo disolver la manada Coreana del Oeste y declarar
una fusión, pero después de eso no recuerdo lo que pasó. Sé que renuncié a mi
apellido. Había deshonrado a mi familia por no haber protegido a mi hermana… yo
no merecía llevar el apellido de mi padre».
Jae podía sentir
el dolor de Yunho por perder a su hermana
y la vergüenza que él pensó que debía llevar. Pero él sabía que no
era así. Incluso los Alfas no podían salvar a
todos.
«Yunho, los Alfas no son infalibles. No deberías avergonzarte por lo que
sucedió ese día. Nadie podría haber predicho lo que haría un lobo idiota. Eres
un hombre increíble, y cuando clamas a alguien como tuyo haces todo lo posible
para protegerlos. Pero no eres perfecto y nadie espera que lo seas».
«Hablas como si me conocieras».
Yunho no pudo ocultar
la emoción que evocaban sus palabras en él.
«Te conozco». La voz de Jae fue suave mientras él respondía a la emoción que sentía
venir a través de su vínculo.
«Espero haberte conocido igual de bien».
«Lo harás», prometió Jae. «No
te abandonaré, Yunho. Lo siento, pero estás atascado conmigo».
Pudo sentir la alegría de Yunho.
«Changmin me mostró fotos tuyas en su teléfono», mencionó él repentinamente.
Jae se quedó callado ante su comentario.
Sus ojos se abrieron y se encontraron con el techo bajo el cual yacía, trazando
a lo largo de las vigas de madera que corrían horizontalmente a través del
cuarto. Su respiración aumentó y justo en ese momento planeó matar a Changmin
en cuanto lo viera.
«¿Lo hizo?», preguntó Jae
cuidadosamente. «¿Y
qué pensaste?»
«Esperaba que algún día pudieras estar vinculado a mí, así de esa manera
esa bata ya no sería necesaria».
Jae sintió que la sangre subía a su
cara, el calor de la vergüenza atravesándolo. Sí, Changmin era un sanador gitano muerto.
«No te avergüences, Jaejoong. Creo que eres hermoso».
«Sí, bueno, no esperaba exactamente que la primera cosa que le enseñaría
a mi compañero que no se acuerda de mí es estar en una bata».
«No me estoy quejando». Oyó risas en su voz y lo absorbió como si fuera la última gota de agua
que nunca jamás sentiría en su piel.
«Estoy seguro que no lo estás».
Yunho se puso serio.
« Jaejoong, ¿cómo sabías quien era Minho?»
Jae no sabía cuánto se le estaba
permitido contar a Yunho. Taemin y Minho habían salido,
para nada preocupados en dejarlo ya que no podía caminar. Pero, ¿cómo esconder algo a Yunho?
Ya sea que se acordara de él o no, él seguía siendo su compañero.
«¿ Jaejoong?» Su voz sonaba cada vez más como el Yunho que lo amaba.
«No quiero poner en peligro a los que me han rescatado».
«Lo comprendo y puedes confiar en mí. ¿Cómo lo supiste?»
Jae respiró hondo y lo dejó salir.
Decidió que era imposible no poder decirle.
«Sabía quién era porque él y su compañero Taemin son los que me salvaron
de la caverna en donde estaba. Ahora estoy en su casa».
Jae se estremeció ante la alarma que
corrió a través de su vínculo.
«¿Cómo? ¿Cómo pueden estar todavía vivos? Nadie ha visto o escuchado de
ellos en siglos».
«Lo sé. Taemin me lo explicó todo».
«Entonces explícamelo a mí», exigió Yunho.
«Todavía no puedo, Yunnie. No sé si estén cómodos conmigo contándolo».
«Soy tu compañero. ¿Cómo puedes esconderme algo?»
«Puede que no recuerde, pero sí creo que eres mi compañero. Jaejoong, te
someterás a mí en esto». Jae
pudo sentir la sorpresa que lo llenó cuando él se rió de él a través de su vínculo.
«¿Te estas burlando de mí?»
«Sí, mi compañero peludo, estoy definitivamente riéndome de ti.
“Someter”… hombre, ese es el clásico Yunho. Me hace querer besarte».
Jae oyó la puerta empezar a abrirse.
«Oye, Yunnie, me tengo que ir. Están de vuelta y tengo que hablar con
ellos».
«No te atreves a bloquearme, Jaejoong». Jae amaba el autoritarismo en su voz; lo
hacía sentir como si nada hubiera cambiado entre ellos.
«Lo siento, pero la conexión es un poco difusa, Yunnie, te escucho
entrecortado. Has algunos… no puedo… hablamos… luego…» Jae interrumpió sus palabras con
silencios en medio imitando una mala conexión de un teléfono celular, y luego
rápidamente erigió una pared entre sus mentes. Le dolía estar separado de él, pero
Jae confiaba en Taemin y Minho y necesitaba saber qué hacer acerca de dejar que
sus amigos y compañero supieran sobre sus rescatadores.
— ¿Cómo te sientes? —Jae oyó a Taemin preguntar.
Jaejoong yacía en la cama con los ojos
cerrados, oliendo el aire fresco y crujiente
que se había arremolinado dentro cuando Minho y Taemin
entraron a su casa. Mientras se habían ido, Jae había
intentado echar un vistazo alrededor de la habitación. Había observado que la cama que ocupaba
estaba en el área donde estaría una mesa de desayuno. La
cocina estaba justo al lado. Los pisos eran de madera y la isla en medio
de la cocina era de madera con estantes a lo largo de la base que albergaba todo tipo de
botellas diferentes con nombres escritos en sus etiquetas. Por encima de la isla colgaba una agarradera redonda
de hierro forjado, pero en lugar de macetas, de
este colgaban plantas y hierbas. El mostrador que corría a ambos lados de la
cocina era de la misma madera que la isla y los gabinetes estaban abiertos sin
puertas en ellos. Era una habitación muy acogedora. El olor del incienso
impregnaba el aire y el crujido del fuego caliente que él no podía ver a la
vuelta de la esquina la calentaba.
La mente de Jae regresó a la pregunta de
Taemin cuando lo vio parado al lado de su cama.
—Débil —contestó Jae honestamente. Pensó que no tenía ningún motivo para
mentir.
—Voy a hacer un poco más de té para ti.
—Gracias. —Jae aclaró su garganta antes de que él continuara— Entonces,
Taemin, necesito saber lo que puedo decirle a Yunho, mi compañero, acerca de
ustedes. Él y yo estábamos hablando a través de nuestro vínculo mientras que
ustedes se habían ido y he descubierto por qué lo sentía tan extraño.
—Perdió sus recuerdos —terminó Taemin antes de que Jae
pudiera revelarlo.
La boca de Jae cayó abierta. La cerró y negó
con su cabeza.
— ¿Cómo lo sabes?
Taemin le entregó el té y Jae tomó un
sorbo. Minho vino y se puso al lado de su compañero.
—Hay ojos y oídos en todas partes del bosque —le dijo Minho misteriosamente.
Taemin le dio un codazo.
—No intentes asustarlo, torpe.
Minho dio a su compañero un gruñido
fingido, pero había humor en sus ojos.
—Minho y yo fuimos a ver a la mujer de la que
te hablé, quien nos ayudó todos esos siglos atrás —explicó Taemin— Sabíamos
que ella sabía lo que estaba pasando. Y no es bueno. No es bueno en lo más
mínimo. —Taemin se acercó
a Jae y colocó un brazo
detrás de sus hombros mientras
Minho tomaba sus tobillos
suavemente en sus manos— Necesitas sentarte un poco. Estar todo
acostado sobre tu espalda puede causarte neumonía.
Después de que Jae se acomodó, las
almohadas detrás de él apoyadas contra la pared, miró hacia la cara preocupada
de Taemin.
—Entonces,
suéltalo todo. No lo endulces
y por favor confía en mí. Yo confío en ustedes chicos y no quiero
que les pase nada.
Taemin sonrió.
—Gracias, Jae. Lo primero que debes saber es
que tienes que estar aquí. Solo yo puedo sanarte y evitar que te enfermes más.
— ¿Por qué me enfermaría más? ― Taemin ignoró la pregunta y continuó:
—En segundo lugar, la bruja de la que te
hablé es de hecho la única desde hace mucho tiempo. Es poderosa y quiere un sanador.
No se detendrá ante nada para encontrarme. Tienes que entender lo terrible que
sería si pone sus manos sobre mí. Tengo que evitarlo a cualquier precio.
Jae comenzó a sentir que la cabeza se le
nublaba. No se sentía soñoliento, pero se sentía raro. Y entonces él lo sintió.
Su vínculo con Yunho se rompió por la mitad.
Era tan extraño.
Era como si él pudiera
ver el cordón que lo llevaba
hasta él… como una cuerda tensa siendo jalada demasiado hasta quebrarse. Jae
tomó una bocanada de aire ante la repentina pérdida de la conexión.
Sus ojos se dispararon hacia Taemin.
— ¿Qué has hecho? —gruñó Jae.
Minho dio un paso adelante, una postura
protectora frente a su compañero. Como si Jae estuviera en condiciones de hacer
algo.
—Lo siento, Jae. No puedo permitir que le
digas demasiado a tu compañero. Podrías no darte cuenta que estás dando pistas
a donde él o la manada podrían encontrarte.
Jae estaba tratando muy duro de verlo
desde el punto de vista de Taemin, pero el agujero negro dentro de él no le
estaba haciendo comprensivo especialmente.
—Habrá algunas consecuencias por el vínculo
roto. Y no es permanente. Pero puedo mantener al mínimo los efectos.
— ¿Qué consecuencias? —Jae estrechó los ojos hacia el sanador
en quien quiso tanto creer que no lo lastimaría. Ahora no estaba seguro.
Continuara \\(^_^)//...
Niñ@s un comentario no
les cuesta nada….
Gracias…
Que emocionante e interesante, ahora tienen que protegerse de la bruja, pero hasta que grado Taemin ayudará a Jae y por lo que leo no lo vaya a sacrificar para salvarse ellos.
ResponderEliminarGracias!!!
pues que enloquecerá Yunho por no saber de Jae y mas cuando se de cuenta que se a roto el vinculo con Jae si que se volverá loco y desesperado pues pensara que a muerto creo y los dos sufrirán por no saber de el otro pero creo que es por el bien de todos en lo que atrapan a la bruja loca
ResponderEliminarGracias
Ojala que no sea nada grave lo que le hizo Taemin a Jaejoong y ojala que Yunho no se azuste cuando no sienta el vinculo con Jae gracias por el capitulo se esta poniendo muy interesante
ResponderEliminarEn esta parte odie a Taemin por que le hizo eso a Jae, estoy segura que Yunho va ha perder los estribos.
ResponderEliminarGracias por un capitulo más.
Ay Noooooo. El privar a Yunho de estar comunicado con Kae no va a poner las cosas sencillas para la "comunidad del canis TVXQ" se va a poner intenso, tengo mucha curiicidad por saber lo que dijo el haba y si ChangMin y Tae se reunieron con ella. Siento que esa bruja va un paso adelante y que nadie concidera el vinculo del YunJae como un elemento clave para comunicar a los sanadores. Tuve que aguantarme la risa con el Leviosa... y el rollo de JaeYunho y Junsu porque al leerlo iva de camino a casa en el metro. Pero para liberarme he vuelto a leer. Gracias por el cap.
ResponderEliminarMona quiere a Taemin para aumentar su magia y no depender de kangta.
ResponderEliminarA Jae le ha dolido mucho que Yunho no lo recuerde y Yunho aun sin tener recuerdos de el tambien siente el mismo dolor y aun asi esta haciendo algo para que Jae no sufra.
Taemin ha roto el vinculo de Yunho y Jae,Yunho se volvera loco cuando no pueda hablar con Jae,cuales seran esas consecuencias????
Yunho se va a volver loco y por que corto su vínculo noooo
ResponderEliminarYunho se va a volver loco y por que corto su vínculo noooo
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