Cuando
Jaejoong despertó a la mañana siguiente, vio que Yunho ya no estaba en la cama,
cosa que no le extrañó demasiado, sabía lo madrugador que era. Sin embargo, un
sexto sentido le dijo que había algún problema.
Apartó
la colcha de la cama, se puso la bata y bajó las escaleras. Al acercarse a su
estudio, le oyó hablando por teléfono, cosa que tampoco era inusual en él,
incluso a esa hora tan temprana, dado que tenía negocios con empresas de todo
el mundo con diferencias horarias significativas entre ellas. Lo que le pareció
más extraño fue su tono de voz. Hablaba muy bajo a pesar de que parecía muy
enfadado.
Hablaba
en inglés y, sin duda, con una mujer.
Jaejoong
sintió que las frágiles esperanzas que había alimentado esos últimos días sobre
su matrimonio se quebraban definitivamente.
― Te
dije que no me llamaras nunca a este número ―
decía Yunho ― Nuestra
relación, o como quieras llamarla, está rota. Ahora tengo otras prioridades.
La
persona que estaba al otro de la línea debió responderle algo, porque él se
quedó escuchando, sin decir nada, durante unos segundos, hasta que al fin
volvió a intervenir con el mismo tono de aspereza.
― Rechazaré
cualquier reclamación o demanda que quieras ponerme. No tienes pruebas de nada.
Todo el mundo comprenderá que no se trata más que de un montaje para tratar de
conseguir dinero fácil.
Jaejoong
consideró que ya había oído bastante. Se dirigió a la cocina para beber un vaso
de agua y tranquilizarse un poco, pero algo le llamó la atención al pasar junto
a la mesa donde estaba el periódico de la mañana.
En
la portada podía leerse la siguiente noticia en grandes titulares:
Jung Yunho, el multimillonario magnate
de los hoteles, pillado in fraganti con su amante, una famosa modelo de
lencería. Exclusiva.
Jaejoong
pasó las hojas del periódico con mano temblorosa hasta llegar a las páginas
centrales donde se veía una foto de Yunho con la famosa modelo, llamada Talesha
Barton. Estaban en un club nocturno y habían sido sorprendidos en una actitud
muy sugerente. Talesha era todo lo que él no era. Era alta y tenía los pechos
grandes, el pelo negro y un aspecto exótico con los ojos almendrados y unos
labios muy carnosos y sensuales, quizá tratados con botox.
El
reportaje estaba lleno de escabrosos detalles sobre cómo la modelo había
conocido a Jung Yunho y había disfrutado de una tórrida noche de pasión con él
en un refugio secreto.
― Es
un amante extraordinario ― decía la modelo en el
reportaje ― Puede
estar toda la noche contigo sin cansarse. Es la experiencia sexual más fabulosa
que he tenido en la vida.
Jaejoong
trató de controlar las náuseas que sentía en ese momento y cerró el periódico.
Estaba realmente desolado y se sentía herido y despreciado.
Yunho
entró justo en ese momento y se sorprendió al verlo levantado a esa hora tan
temprana.
― ¿Jaejoong?
Jae
le arrojó el periódico y las páginas desperdigadas salieron volando por los
aires, hasta caer al suelo a sus pies.
― ¡Malnacido! ―
gritó Jaejoong fuera de sí ― Eres
un canalla, me has vuelto a engañar.
― Espera
un momento, Jaejoong ― dijo Yunho acercándose a él, pasando
por encima de lo que había quedado del periódico ― No te creerás toda esta basura, ¿verdad?
Jaejoong
estaba rayando en la histeria. Se sentía objeto de una profunda ofensa. Yunho lo
había traicionado y su traición se había publicado en la prensa para que todo
el mundo se enterase del poco respeto que tenía a su esposo y lo poco que
significaba para él. ¡Qué vergüenza para él! Ya no se atrevería a ir por la
calle con la cabeza alta. Todo el mundo lo miraría y comentaría lo ingenuo que
había sido pensando que un hombre de la reputación de Yunho no volvería a sus
andanzas de playboy en cuanto él se diera la espalda. ¿Durante cuánto tiempo
podría él soportar esa situación? ¿Cuándo podría verse libre de esa tortura?
― ¿Cómo
pudiste acostarte con esa…? ― exclamó Jae.
― Me
estás acusando de algo sin fundamento, sólo por lo que has leído en ese
periódico ― respondió él muy serio ― A esa mujer le dieron una buena suma de
dinero por contar esa historia totalmente inventada. Te juro por lo más sagrado
que es todo mentira.
― ¡Vamos,
por favor! ― dijo Jae entornando los ojos con gesto
de desdén ― ¡Si
os han sacado abrazándose el uno al otro!
― Si
no recuerdo mal, a ti también te sacaron en una postura parecida con aquel Yoshida…
o Yamapi ― replicó él.
― Ya
te dije que no pasó nada ― dijo Jae en actitud
muy digna ― Un
paparazi sacó una foto desde un ángulo tal que daba la impresión de que estaba
pasando algo más íntimo de lo que realmente estaba sucediendo.
―
Un caso muy parecido al
mío. Aunque tengo que admitir que salí con ella un par de veces y que llegué a
tomármela en serio en algún momento. Pero en seguida me di cuenta de mi error.
Como estaba muy enfadado contigo porque me habías abandonado, dejé que la
prensa publicase lo que se le antojase, sin preocuparme de si podías llegar a
enterarte o no. Pero ahora las cosas son muy distintas.
― Tú
lo quieres tener todo, ¿verdad Yunho? ― dijo Jae lleno de
amargura ― Quieres tener en
casa a tu amante y fiel esposo, cuidando a tus hijos, mientras tú tienes por
ahí tus aventuras con otras mujeres, como hizo tu padre.
― No
metas a mi padre en esto ― dijo él con el rostro contraído
― Mi madre le perdonó hace
mucho tiempo y eso no es asunto nuestro. Además, desgraciadamente, él ya no
puede defenderse.
― Tu
madre fue una ingenua volviendo con él ― dijo Jaejoong ― Pero quizá le pasó como a mí, que no le
quedaba otra salida. ¿La amenazó o la chantajeó tu padre alguna vez durante su
matrimonio? ¿O fue simplemente el hecho de que tuviera tres hijos que criar lo
que la llevó a pensar que sería mejor seguir soportando sus infidelidades?
Yunho
movió la mano por el aire en un gesto de desesperación.
― Tú
no tienes la menor idea de cómo eran mis padres. Perdieron a su única hija, la
pequeña JiHye a la que tanto adoraban, y eso les dejó destrozados, fue un golpe
demasiado fuerte para ellos. A mi madre tuvieron que darle analgésicos, e
incluso sedarla algunos días, para que pudiera sobrellevar su dolor. Yo tenía
que ayudarla a cuidar de mis hermanos, darles de comer, bañarles y acostarles,
especialmente cuando la niñera se había ido de casa ofendida por algún insulto
que le había dicho mi madre en uno de sus arrebatos de desesperación
― Yunho hizo una pausa para darse un respiro ― Mi padre no podía soportar aquella situación. Tenía un negocio que
atender. Mis abuelos trataron de echarles una mano, pero nadie pudo calmar su
dolor. Yo vivía con el miedo constante de poder perder a mi madre, o a mi
padre, en cualquier momento. Estaba convencido de que ninguno de los dos quería
seguir viviendo. Por eso tuve que aprender a no mostrarme débil delante de
nadie y a ser firme y fuerte para mantener unida a mi familia.
Jaejoong
le escuchó sin interrumpirle. Parecía que cada vez que hablaba de su hermana,
le abría una pequeña parte de su corazón y eso contribuía a que pudiera
conocerlo un poco mejor. Había estado ocultando sus sentimientos y emociones
para dar una imagen de fortaleza que sirviera de apoyo a su familia.
― Al
final, las cosas se arreglaron ―
prosiguió él ― Resulta
irónico pensar que lo que los médicos no habían conseguido con sus medicinas y
analgésicos lo logró mi padre con sus aventuras amorosas. Aquello hizo salir a
mi madre de su depresión. Comprendió que tenía que luchar para sacar adelante
el matrimonio en el que tan feliz había sido hasta la muerte de JiHye.
― No
sabes cuánto lo siento, Yunho ―
dijo Jaejoong suavemente ― Debió
de ser muy duro para ti. Eras tan joven para echarte encima toda la
responsabilidad de la familia…
Yunho
lo miró con una expresión sombría y seria.
― El
matrimonio tiene esas cosas, Jaejoong. Supone muchos sacrificios. Incluso en
los más matrimonios más felices hay momentos amargos. Y puede resultar aún más
difícil para las personas famosas, que tienen que ver cómo cualquier cosa que
hagan, por intrascendente que sea, aparece en la prensa al día siguiente,
tergiversada y con frecuencia falseada.
Jae
lo miró fijamente a los ojos como desafiándole a que dijera la verdad y sólo la
verdad.
― ¿Te
acostaste con esa modelo?
Se
produjo un breve silencio que a Jae le pareció eterno.
― Me
avergüenza tener que decirlo, pero confieso que lo intenté
― respondió él ― Pero,
llegado el momento, me eché para atrás. Pensé que no sería noble por mi parte.
Naturalmente, eso a ella le sentó muy mal, se sintió despechada y trató de
ensuciar mi reputación.
Jaejoong
se sintió más aliviado. Creía sus palabras porque le parecían sinceras. Había
admitido incluso que había estado a punto de acostarse con esa modelo, cosa
que, después de todo, hubiera estado en su derecho de hacer, teniendo en cuenta
que por entonces estaban separados y no se veían.
― ¿Vas
a hacer algo con esa historia que la prensa ha publicado? ―
preguntó Jaejoong ― ¿Exigirás
una retractación formal o llevarás a cabo algún tipo de acción legal contra esa
mujer o contra el periódico?
― Lo
pondré en manos de mi equipo de abogados ― replicó él ― Cuanto antes se corte esto de raíz,
mejor. Si esa mujer te llama por teléfono, no hables con ella, cuélgale. Lo
hace sólo por dinero, créeme, no es por otra cosa
― dijo, acercándose a él y poniéndole un dedo en la barbilla ― No puedo asegurarte que no vuelva a ser
objetivo de la prensa o que alguna otra mujer o joven, con el que pude haber
salido alguna vez antes de conocerte, vea la oportunidad de hacer dinero fácil
vendiendo alguna patraña a la prensa. Pero lo que sí puedo prometerte es que
cuidaré de ti y de nuestro bebé, para formar entre los dos la familia que
siempre hemos deseado.
― ¿Y
si volviera a perder al bebé? ¿Seguirías pensando en seguir adelante con
nuestro matrimonio?
Yunho
frunció el ceño como si la pregunta le resultara molesta. Jae pensó que,
después del bebé, lo que más le importaba era mantener toda su fortuna bajo
control. Por el contrario, el divorcio, si finalmente se llevaba a cabo, iba a
resultarle muy costoso.
―
Hay montones de matrimonios
felices en el mundo que no tienen hijos ― respondió él
finalmente ― Tenemos
además aún mucho tiempo por delante. Llegado el caso, si fuera necesario,
podríamos volver a probar con las nuevas técnicas de fecundación in vitro o
incluso considerar la adopción.
― El
amor no es para ti un requisito necesario para que un matrimonio sea pleno y
feliz, ¿verdad? ― preguntó Jae.
Yunho
lo miró con sus ojos negros y sombríos, inescrutables e inexpresivos.
― El
amor es como este bebé, un bonus, un extra maravilloso
― respondió él ― Tú
me dijiste una vez que me amabas. Quizá sea posible que vuelvas a amarme de
nuevo. Aunque espero que, esta vez, sea con un poco más de madurez.
― ¿Piensas
que yo no era suficiente maduro entonces para saber lo que era el amor? ―
exclamó Jae con el ceño fruncido.
― Estabas
deslumbrado, Jaejoong. Tú mismo lo dijiste. Aún recuerdo tus palabras: «¿Qué
chico podría haberse resistido ante aquella ostentación de dinero, hoteles de
lujo, villas majestuosas y viajes exóticos?»
― ¡Vamos,
por el amor de Dios, Yunho! ― exclamó Jae en tono
de reproche y frustración ― Te lo
dije sólo en broma. Sabes de sobra que el dinero no me impresiona lo más
mínimo. Reconozco que, al principio, pude sentirme algo deslumbrado. Pero me
enamoré de ti, no de tu dinero ni de tu forma de vida. Te amaba a ti por lo que
eras como persona.
Yunho
se le quedó mirando fijamente unos segundos.
― ¿Y
sabes ahora ya qué tipo de persona soy?
― Lo
sabría si tú me dejaras ― respondió Jae
.
― Me
gustaría ser un hombre capaz de hacerte feliz, Jaejoong
― dijo él acariciándole la mejilla ― Pero
reconozco que no soy muy bueno exteriorizando mis emociones. No me siento a
gusto. Me da la impresión de que, haciéndolo, me quedo en inferioridad de
condiciones respecto a la persona que tengo delante.
― Pero,
¿no te das cuenta de que no puedes ir por la vida sin amar ni necesitar a
nadie? ¿Qué tipo de padre vas a ser si no sabes demostrar tus sentimientos?
― Creo
que no me conoces en absoluto, si pretendes decir que no seré capaz de amar a
mi hijo ― contestó él ― Daría mi vida por él, incluso ahora.
― ¿Y
por mí? ― se atrevió a preguntar ― ¿Serías capaz también de dar tu vida
por mí?
Yunho
lo tomó por los hombros y lo miró a los ojos.
― Ya
he renunciado a mi vida por ti, Jaejoong. Podría haberme ido a otro sitio a
empezar una nueva vida con otro docel o mujer, pero no lo he hecho. Por el
contrario, he decidido continuar a tu lado.
― No
es eso lo que te he preguntado ― dijo Jae tratando de
sostenerle la mirada.
― A
veces preguntas demasiado, Jaejoong ― replicó él, dejando
caer los brazos a lo largo del cuerpo ― Tengo una agenda muy apretada esta semana. Estaré fuera la mayor parte
de ella.
― ¿Vas
a salir de viaje?
― Tengo
que dirigir una empresa muy grande, Jaejoong, ya lo sabes. Y tras la muerte mi
abuelo, no tengo ni un minuto libre. Esta semana tengo reuniones en tres países
diferentes, un montón de documentos que preparar y muchas cuentas que
supervisar.
Jae
se frotó el labio inferior con los incisivos superiores, dudando de si debía
preguntárselo o no.
― ¿Y
qué me dices de mí? ― se decidió decir al fin ― No quiero quedarme aquí solo. ¿Por qué
no me llevas contigo?
― Creo
que, en el estado en que estás, es mejor que te quedes. Aquí tienes al doctor Cho
y, en caso de que sientas alguna molestia, puedes presentarte en su clínica en
unos minutos. Viajar es siempre muy cansado y podría resultar perjudicial para
ti. Además, voy a tener que estar de reunión en reunión y no tendría tiempo de
estar contigo.
Jaejoong
se sintió herido, pues dedujo de sus palabras que no quería que estuviera con
él.
― Está
bien ― dijo Jae, cruzándose de brazos y haciendo un mohín,
sin darse cuenta, con el labio inferior ― Tendré que encontrar algo para entretenerme mientras estés fuera.
― Jaejoong,
ten cuidado con la prensa de esta ciudad. Algunos reporteros parecen más bien
chacales hambrientos en busca de una presa. No quiero que tengas problemas con
ellos.
― Sé
lo que hay que hacer con la prensa ― dijo Jae mirando
significativamente las páginas sueltas del periódico que estaban tiradas por el
suelo.
― No
quiero que hables con nadie de los medios de comunicación bajo ninguna
circunstancia, ¿me entiendes? ― dijo él muy serio.
Jae
alzó la barbilla desafiante y lo miró con arrogancia.
― ¿Te
preocupa que pueda venderles la exclusiva de nuestra reconciliación,
contándoles las verdaderas razones de cómo se produjo?
Yunho
le dirigió una mirada llena de reproche.
― Si
haces una cosa así, te arrepentirás toda tu vida, Jaejoong, tenlo por seguro. No
sólo me harías daño a mí, sino a toda mi familia. Sería un golpe bajo, un gesto
innoble que nunca te perdonaría.
Jae
sostuvo su mirada abrasadora todo el tiempo que pudo, pero al final se vio
obligada a bajar la vista al suelo.
― ¡Vamos
Yunho! Sólo ha sido una broma. Sabes muy bien que nunca haría una cosa así.
Él
le puso la punta del dedo índice debajo de la barbilla y lo miró fijamente
durante un buen rato con su habitual mirada oscura e inescrutable.
― A
veces me pregunto si te he llegado a conocer alguna vez ―
dijo él como con cierto pesar ― Como
eres de verdad, quiero decir.
«Lo mismo puedo decir yo de ti», pensó
Jae, mientras separaba ligeramente los labios para recibir su beso.
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Niñ@s un comentario no
les cuesta nada….
Gracias…
La prensa y vividores siempre tratarán de abusar de ellos, deben hacer caso omiso de esas personas y tratar de ser felices, que es lo principal.
ResponderEliminarGracias!!!
y Yunho se sigue abriendo mas a Jae espero y que pronto puedan resolver sus problemas y sean felices pues la prensa no creo que los deje de molestar y que Yunho ponga a esa fulana en su lugar por hacer pasar un mal momento a Jae con esas cosas que dijo
ResponderEliminarGracias
Sinceramente Yunho y Jaejoong deberian de estar separados ya que ninguno de los dos se tienen demasiada confianza ya que Yunho no le dice nada de sus sentimientos a Jae y el en consecuencia esta inseguro de lo que siente gracias Poleth por este capitulo esperare el siguiente con ansias
ResponderEliminarOhhhh santa cachucha Yunho suéltalo de una vez dile que lo amas de una vez y tú también Jae .
ResponderEliminar.. así solo se están lastimando... De cierto modo si te vuelves vulnerable pero no asu vez si te sinceras con la persona correcta... Si tú la amas es grandioso compartir casa momento con esa persona... Aquí deben de sinserarse sin darle muchas vueltas....
Gente antipática q vive de la desgracia d los demás. Ojala pronto Yunho les haga pagar su infamia.
ResponderEliminarMe pregunto si alguien malvado hará q Yunho piense q Jae declaró a la prensa o.o eso es algo q Yunho dijo no le perdonaría pero si pasara espero q Yunho le crea a Jae asi como Jaejoong le esta creyendo a el en este momento.
Gracias por actualizar amiguita <3
Nunca faltan los que malogran la felicidad :(espero que yunho y jae confien mas uno en el otro para que no haya conflictos :(
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir ❤
La prensa nunca va a dejar de molestarlos por cualquier cosa van a buscar hacerle daño a Jae.
ResponderEliminarJae al menos ya le dijo a Yunho que lo quiere y nada era mentira ahora falta que Yunho le diga a Jae sus sentimientos
Cuando creia que las cosas mejorarían esa tipa se le antoja sacar provecho de la peor manera. Hasta cuando Yunho va a dejar su postura de hombre que no conoce la derrota? Si no está dispuesto a amar a Jae deberia dejar de lastimarlo, ya sabe que Jae necesita que le diga que lo ama, va a darle el hijo que ambos desean y aun así ni por error o impilsibidad le deja ver su corazón. Es injuato para Jae.
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