El
acto benéfico, que se celebraba habitualmente todos los años, comenzó con una
intervención de Yunho en la que expuso el trabajo que se estaba haciendo en el
orfanato que su fundación había construido en África.
Jaejoong
escuchó embelesado sus palabras. No sabía que él estuviera involucrado hasta
ese extremo en aquel gran proyecto solidario.
Sintió
que se le encogía el corazón al ver proyectadas en la pantalla las imágenes
conmovedoras de unos niños muy pequeños con los ojos negros y brillantes.
Habían perdido a sus padres durante la guerra civil de su país y no habrían
tenido ninguna oportunidad de sobrevivir de no haber sido por la generosidad de
personas como Yunho y de su equipo de voluntarios. Los niños estaban recibiendo
un cuidado esmerado a la espera de su adopción. Recibían educación, tenían
juguetes y ropa, y hacían excursiones, cosas que no habrían sido posibles sin
el esfuerzo, la dedicación, y por qué no decirlo, las grandes sumas de dinero,
que Yunho había puesto en el proyecto.
Jaejoong
sintió, viendo todo aquello, lo ingrato y desagradecido que había sido.
Ciertamente, él no había sido capaz de tener un hijo, pero había millones de
niños huérfanos en el mundo que darían cualquier cosa por tener a alguien que
les diese un poco de amor y de atención, que les ofreciese, en suma, una
segunda oportunidad en la vida.
Decidió
en aquel mismo instante unirse a la fundación de Yunho. Estaría dispuesto a
hacer cualquier cosa para ayudar a aquellos niños huérfanos a rehacer su vida.
Cuando
terminó su exposición, Yunho volvió a la mesa. La orquesta comenzó a tocar en
ese momento y Yunho le preguntó si quería salir a bailar.
― Me
gustaría mucho ― dijo Jae juntando su
mano derecha con la izquierda de él y acoplándose entre sus brazos como si
fuera la primera vez que estuviera entre ellos.
Siguió
sus pasos por la pista guardando el ritmo y el compás con la misma naturalidad que
si fuera un bailarin de salón profesional.
Tras
unas vueltas rápidas, Jae lo miró fijamente. En sus ojos podía verse el amor y
el respeto que sentía hacia él en ese momento.
― ¿Por
qué no me hablaste de tus actividades benéficas con esos niños? No he sabido
hasta ahora que patrocinabas económicamente todo ese proyecto tan ambicioso.
Había oído hablar de él muchas veces en los últimos meses, pero no pensé ni por
un momento que tú fueras su fundador.
Yunho,
con una serie de giros y desplazamientos muy habilidosos, se alejó, bailando
con él, del campo de acción de un reportero que quería sacarles una foto.
― Me
surgió la idea pensando en tu infancia. ¿Cómo era posible que no hubiese habido
nadie en tu familia que se hiciera cargo de ti, además de esa tía abuela
soltera?, me preguntaba. Llegué a la conclusión de que debía haber millones de
niños en circunstancias parecidas, si no peores. Pensé que, si no podía tener
hijos de mi propia sangre, podría hacer algo por los que habían tenido la
fortuna de venir al mundo pero la desgracia de no tener a nadie que se hiciese
cargo de ellos. Ha sido el proyecto que más satisfacciones me ha dado en la
vida. Ver la luz que ilumina esas pequeñas caras cuando les llevo regalos,
juguetes o ropa es algo indescriptible. Me hace sentirme como si fuera el padre
de miles de niños.
Jaejoong
estaba tan emocionado, que no pudo contener las lágrimas.
― ¡Qué
orgulloso me siento de ser tu esposo! ¿Me dejarás ir contigo alguna vez a
conocer a esos niños?
Él
lo estrechó entre sus brazos de forma protectora.
― Mi
bello y adorable esposo no va a ir a ninguna parte hasta que no nazca nuestro
hijo. ¿Me has entendido?
― Pero
Yunho, yo quiero formar parte de tu vida y de este proyecto en particular. Lo
necesito.
― Está
bien, en ese caso pasarás a formar parte de él, pero yo pondré las condiciones.
No quiero que asumas ningún riesgo en tu embarazo. No te dejaré que vayas a
ningún país que esté en guerra o no goce de un sistema sanitario adecuado.
― Si
no estuviera embarazado, ¿me dejarías ir contigo?
― preguntó Jae. Yunho lo miró largo rato con gesto de recelo antes de
contestar.
― No,
tampoco.
― Pero,
¿por qué?
― Vamos,
Jaejoong ― dijo el tomándolo de la mano y llevándolo fuera de
la pista de baile.
― ¿A
dónde vamos?
― A casa
― respondió él, deteniéndose un instante en el guardarropa para recoger los
abrigos.
Jaejoong
se sentó en la parte de atrás de la limusina. Yunho, a su lado, miraba por la
ventanilla con gesto muy concentrado y pensativo.
― ¿Ocurre
algo? ― preguntó Jae.
― No,
no pasa nada ― replicó él, sin mover
un músculo de la cara.
― Yunho
no comprendo por qué te has puesto tan serio de repente. Todo lo que te he
pedido es poder ir contigo alguna vez en el futuro.
Él
se volvió entonces y lo miró con una expresión adusta.
― Olvídalo.
Te lo prohíbo terminantemente.
― Es
por el bebé, ¿verdad? ― dijo ella con cierto resentimiento ― No quieres que le pase nada a tu hijo.
― Por
supuesto que no. Ni a ti tampoco.
Jaejoong
decidió refugiarse en el silencio, mientras el conductor de la limusina les
llevaba de vuelta a la villa.
Nada
más entrar, Yunho dejó el abrigo en el sofá que encontró más a mano y se volvió
hacia él.
― Sé
que piensas que lo único que me interesa es tener un heredero. Cuando miro
hacia atrás, comprendo que hayas llegado a esa conclusión. Nunca te he
demostrado abiertamente lo que sentía por ti.
― No
hay nada malo en querer tener un hijo ― dijo Jae, tratando de
disimular la emoción que empezar a sentir ― Yo también lo deseo.
― Jaejoong,
tú te mereces mucho más de lo que te puedo dar. Cuando miro a Yoochun y a Junsu
y veo cómo abren su corazón y sus sentimientos el uno al otro, siento que te he
defraudado, si no menospreciado. Me casé contigo por conveniencia y, cuando me
abandonaste, te dejé marchar como un estúpido. Aún no me puedo creer que
hiciera una cosa así.
Jaejoong
se aclaró la garganta antes de responderle.
― Los
dos éramos muy desgraciados, Yunho. No tenía ningún sentido continuar así. Tú
no me amabas y yo…
― No
lo digas ― le cortó él.
― ¿Que
no diga qué?
― No
quiero oírte decir que no me amabas. No creo que pudiera soportarlo. Especialmente,
ahora.
― No
iba a decirte eso ― dijo Jaejoong ― Siempre te he amado. Sé que crees que
yo era un chico inmaduro, cegado por tu riqueza. Es probable que tengas razón.
En lo de inmaduro, quiero decir. No supe comprenderte, no supe darme cuenta de
que era más importante lo que callabas que lo que decías. Ahora veo lo mucho
que te preocupabas por todos y, en especial, por tu familia. Y lo hacías, no
por obligación, sino por amor. Las necesidades de los demás eran para ti más
importantes que las tuyas propias. Por eso te amo ahora incluso más que antes.
Yunho
se acercó a él y le tomó las manos entre las suyas.
― No
sé cómo puedes seguir amándome cuando te he defraudado y decepcionado tantas
veces.
Jaejoong
consiguió sonreírle, a pesar de las lágrimas que empezaban a rodar por sus
mejillas.
― Yo
también te defraudé a ti. Nunca nos dijimos lo que sentíamos el uno por el
otro. Siempre te eché la culpa de eso, pero ahora me doy cuenta de que debí
haber sido más sensible y comprender por lo que estabas pasando. Sufriste mucho
cuando perdimos a nuestros bebés, trataste de disimularlo para protegerme,
igual que hacías con tu familia. Y no lo hacías por orgullo, sino por amor.
Yunho
lo acunó entre sus brazos como si fuera un niño. Y él se sintió apretujado
contra aquel cuerpo, pero no le importó porque era precisamente allí donde
deseaba estar.
― Te
amo, Boo
― dijo él ― Sé
que tal vez no me creas, pero es verdad. Me avergüenza pensar que pude casarme
contigo sin amarte, pero de alguna forma fue algo muy provechoso para mí, pues
casándome contigo aprendí a conocerte y a darme cuenta de lo que de verdad
sentía por ti ― hizo una pausa y se apartó un poco de
él para poder mirarlo a los ojos ― Tú
te tomaste nuestro matrimonio mucho más en serio que yo. Pensé con arrogancia
que todo saldría según los planes sin pensar en los problemas que podrían
surgir. No supe hacerte feliz. No pude darte un hijo. No supe hacer las cosas
como es debido. Y para colmo, cuando te marchaste de mi lado, te dejé ir cuando
debería haberme puesto de rodillas delante de ti para que me dieras otra
oportunidad.
― ¡Oh,
cariño! ― exclamó Jaejoong, abrazándose a
él ― Los dos cometimos muchos
errores. Pero lo importante es que ahora estamos juntos de nuevo.
― Sí,
pero sólo por un azar del destino ― replicó él
acariciándole las mejillas ― ¿Qué
habría pasado si yo no te hubiera pedido que subieras conmigo a la habitación
aquella noche de la boda de Junsu y Yoochun para ultimar los detalles de
nuestro divorcio? ¿Qué habría pasado si tú, en vez de subir, me hubieras
mandado al infierno? Habríamos desperdiciado esa oportunidad. Habríamos
arruinado nuestras vidas.
― Yo
subí a tu habitación porque no podía más ―
dijo Jae acurrucándose entre sus brazos ― Te echaba mucho de menos. Creo recordar que la excusa que puse fue que
quería quedarme con Vick. La verdad es que era el último lazo que me unía a ti.
― ¿Pensabas
irte de verdad a vivir a Japón? ― preguntó Yunho. Él asintió
con la cabeza.
― Habíamos
llegado a un punto en que pensé que la única solución posible era marcharme. La
prensa me recordaba a cada momento lo que estabas haciendo. Era superior a mis
fuerzas. Tenía que irme si quería olvidarte.
Yunho
retiró las manos de sus mejillas para poder abrazarlo mejor.
― No
quiero decirte cómo me sentí cuando vi en los periódicos aquel artículo sobre
ti y ese tal Yoshida. Estuve maldiciendo y despotricando por todas partes
durante días. Nadie quería estar a mi lado. Ni yo mismo me soportaba.
Jaejoong
sonrió mientras apoyaba la mejilla sobre su pecho. No se preocupó esa vez de
decirle que no era Yoshida sino Yamapi, porque tuvo el presentimiento de que
ese nombre no iba a volver a salir nunca más en una conversación entre ellos.
― Nunca
habría acudido a esa cita estúpida si no me hubiera sentido tan desgraciado.
Estaba tan celoso de esa modelo…
― Jaejoong.
Debes creerme cuando te digo que nunca he tenido nada con esa mujer. Era
insustancial y vanidosa. Sólo consiguió hacerme ver con mayor claridad lo que
de verdad sentía por ti. Comprendí entonces lo equivocado que estuve
obligándote a dejar tu trabajo, sin importarme el sacrificio y la renuncia que
suponía para ti.
― Tú
no me obligaste a renunciar a mi trabajo ― replicó Jae ― Pensé simplemente que eso era lo que tu
familia y tú esperabais de mí.
― Lo
que viene a ser lo mismo ― dijo él ― Quiero hacerte feliz, Boo. Si deseas
dar clases, me parecerá bien. Haré todo lo que esté en mi mano para que puedas
continuar tu carrera, si es eso lo que deseas. Sólo tienes que prometerme que
no volverás a dejarme nunca más.
― No
pienso a ir a ninguna parte ― dijo Jae con una sonrisa de
felicidad ― Me
siento muy feliz donde estoy.
>>>♥<<<
Cinco
meses y medio después, Jaejoong contemplaba al hijo que tenía en los brazos y
sintió como si el corazón no le cupiera en el pecho. Era un milagro. Aunque
había habido algunas pequeñas dificultades en el parto, el niño había llegado
al mundo perfectamente, con todos los dedos de las manos y los pies en su
sitio, con su naricilla y su pequeña mandíbula tan parecida a la de su padre.
Tenía también unos buenos pulmones, de eso no cabía duda a juzgar por lo que se
le oía en toda la clínica.
Yunho
no había dejado de llorar desde que había visto a Jaejoong dando a luz a su
hijo. Él mismo había cortado el cordón umbilical y sabía que nunca podría
olvidar el momento en que había visto aparecer la cabeza de su hijo.
― ¿Puedes
creerlo? ― dijo Jae con una sonrisa llena de
orgullo mientras el movía la cabeza con gesto negativo, incapaz de hablar ― ¿Cómo vamos a llamarle? ―
Le preguntó Jae, mirando embelesado al bebé que había dejado ahora sobre su
pecho.
Yunho
se aclaró la garganta antes de decir nada.
― No
podemos andar perdiendo el tiempo discutiendo esas cosas ―
replicó él ― Nuestro
pobre hijo no tiene nada que ponerse. Tendré que salir a comprarle ropa.
Jaejoong
lo miró con aire avergonzado.
― La
verdad es que… le compré un par de cosas la semana pasada. Junsu me llevó de
compras y no pude resistirme.
Yunho
le apartó el pelo que le caía por la cara.
― Veo
que al final recobraste la confianza y dejaste a un lado tus supersticiones.
― Sí,
tenía confianza en que tú me seguirías amando pasase lo que pasase. ―
Yunho se inclinó hacia él y lo besó en la boca dulcemente.
― Te
lo dije, Boo. El bebé es un bonus, un extra. Un bonus precioso y maravilloso
para una relación que vale para mí más que todo el oro del mundo.
― Te
amo, Yunho ― dijo Jaejoong sin poder contener
las lágrimas de alegría. Él sonrió y le enjugó las lágrimas con las yemas de
los dedos.
―
Yo también te amo, mucho
más de lo que se puede expresar con palabras. Nunca dejaré de amarte.
El
bebé se puso a llorar al perder contacto con el pezón del que se estaba
alimentando. Jaejoong le ayudó a encontrarlo de nuevo y contempló feliz a su
hijo, que parecía haber nacido con bastante hambre. Luego, miró de nuevo a Yunho.
― ¿Cómo
le llamaremos entonces? ― preguntó Jae ― ¿Tienes alguna sugerencia?
Yunho
pasó un dedo suavemente por la pequeña cara sonrosada de su hijo.
― ¿Qué
te parece Siwon? ― dijo él.
― Mmm…
Me gusta ― replicó Jaejoong ― ¿Qué significa?
― Significa,
regalo de Dios ― respondió él.
Continuara \\(^_^)//...
Niñ@s un comentario no
les cuesta nada….
Gracias…
Que hermoso, me encantó de principio a fin.
ResponderEliminarMe alegro que al final hayan hablado de lo que sentían y así pudieron estar juntos. Y ya me imagino a su hermoso bebé ahora son completamente felices.
kyaaaaa!!! si por fin yunho pudo abrirle su corazón a jae y dios, que bueno que su bebe nació sano y salvo, me alegra mucho,gracias por el capitulo
ResponderEliminarKyaaaaaa fue un bonito y feliz final,Yunho y Jae al fin pudieron decir que se aman y arreglaron todos los malentendidos.
ResponderEliminarEl bebe ya nacio y esta muy bonito el nombre y es justo lo que significa.
Gracias por compartir esta historia con nosotras
que hermoso bebe si se logro y su amor se fortaleció mas de lo que ya era Jae y Yunho felices de tenerlo con ellos me encanto lastima que terminara ya
ResponderEliminarGracias por compartirla y tu esfuerzo
que precioso final para una historia wue me mantuvo expectante desde el comienzo, muchas gracias por compartirla 😍
ResponderEliminarQue lindo final que bueno eso era lo que tenian que hacer Yunho y Jae aclarar sus sentimientos para poder ser felices con su hijo gracias Poleth poer este gran final
ResponderEliminarHermoso gracias x terminarlo al fin se dijeron lo q en verdad sentian y nacio su pequeño molagro graxias x la historia poleht
ResponderEliminarQue hermoso final, el amor que sienten estos dos seres maravillosos se vio plasmado en su tragón y hermoso bebé.
ResponderEliminarGracias!!!
Ohhhh <3 pero que ternura el bebe nació muy sanito y la parejita esta súper feliz una familia hermosa y unida. Me encanto. Muchas gracias por adaptarla y compartinosla amiga ^^
ResponderEliminarOhhhh. Por fin yunho se abrió a Jae y se dijeron sus sentimientos... Y saben q se aman
ResponderEliminarAhhh q bonito por fin nació el BB
Me gusto que le dijo q su hijo era un bonus bonito y el seguiría amándolo... No así pero eso entendi jejejejehe.... Estuvo hermoso... Pensé q seria changmin el BB q solo pensaba en comer jejejeje
OPD que declaración de amor ttan hermosa la de de Yunho¡¡¡ finalmente Jae escucho de viva voz cuanto lo ama y si Yunho andaba de mirame pero que nomas me toque mi Boo era por ese sentimiento repimido. Aaahh estoy muy emocionafa por que ese bebé nació justo cuando el amor de sus padres era fuerte y entregado¡¡¡ magnifico nombre para un Jung tal parese que heredo el apetito de Tio ChangMin jajajja, por cierto no se supo nada sobre la rabieta y su cambio de actitud posterior alntestamento pero bueno un final precioso¡¡¡¡ Mil Gracias y ojalal nos regales un epilogo de Yoosu y la familia entera.
ResponderEliminarLo bueno es que los dos siempre se amaron nunca es tarde para remendar los errores , jae y yunho al fin forman una hermosa familia llena de amor 😍
ResponderEliminarMuchas gracias por todo tu esfuerzo en cada capítulo ❤
Sencillamente HERMOSO ....ME ENCANTO CUANTO AMOR....GRACIAS
ResponderEliminarPor fin!!! Se dijeron que se amaban! Eran tan tercos! Me gusto el final, y que bonito el significado de Siwon :) gracias por compartir me encanto eesta historia
ResponderEliminarMe ha encantado a lo máximo
ResponderEliminarPoleth escribes fenomenal
Gracias
muy bonita, muchas gracias!!!!!!
ResponderEliminarQue historia tan bonita
ResponderEliminar