Yunho cerró los ojos y trató de no
prestarle atención a los compañeros de
manada a su alrededor. Había algo en el viento… como un susurro. Usando su audición
de lobo, escuchó con atención.
Ahí.
Ahí estaba… un canto de algún tipo. Las
únicas palabras que pudo descifrar eran algo así como: “aten sus recuerdos”, y luego oyó el nombre de Yoochun. En ese momento,
Yunho sintió que su lobo empujó, una necesidad
primitiva de proteger a su príncipe impulsándolo adelante. Un trueno retumbó en el cielo. Antes
de que su mente humana
pudiera incluso pensar,
Yunho saltó en frente de Yoochun. Un rayo de luz sobrenatural
golpeó a Yunho en el pecho. La oscuridad lo consumió. Las luces se apagaron.
Yoochun
vio cómo su Beta, quien acababa de saltar delante
de él, cayó al suelo. Leeteuk, Yoochun, y Shindong todos
tomaron posiciones defensivas, escudriñando en la noche oscura, buscando el enemigo.
—Leeteuk, ¿qué le pasó? —llamó Yoochun.
—Magia negra —gruñó Leeteuk— Él
ha sido golpeado con una maldición.
— ¿Qué clase de maldición?
—No lo sabremos hasta que despierte. —Leeteuk se volvió hacia Hayami, quien
gruñó mientras miraba a su Beta inconsciente en el suelo— Hayami,
toma la posición de Shindong. Shindong, Donghae y Yoochun, rodeen a Yunho.
Podría despertar salvaje y necesitar ser sometido. Yoochun, como heredero de Siwon
tú puedes hacer uso de su poder, al igual que Yunho puede. Hazlo si se torna
incontrolable… no podemos tener a un lobo salvaje con su fuerza corriendo por
ahí.
Los hombres se movieron siguiendo las
órdenes de Leeteuk, contentos de tener un trabajo que hacer a medida que sus
lobos empujaban a tomar medidas. Justo cuando Yunho comenzó a moverse otro
destello de luz golpeó su pecho, empujándolo hacia atrás en el suelo.
La manada entera, así como los miembros
de las tres manadas que quedaban esperando, comenzaron a protestar y gruñir.
— ¡No cambien! —gruñó Leeteuk cuando empezó a ver las
garras y los colmillos de sus compañeros de manada descendiendo.
La noche permaneció tranquila salvo por
los gruñidos constantes. Cada lobo estaba alerta, listos para cualquier cosa
que pudiera venir a ellos.
Varios minutos pasaron y Yunho comenzó a
removerse de nuevo. Yoochun y Shindong lo ayudaron a sentarse.
De repente, su cabeza giró bruscamente y
los lobos vieron sus ojos brillantes y los caninos largos. Él alzó los ojos al
cielo y dejó escapar un aullido atormentado.
El poderoso dolor audible que llenó la noche puso a todos los lobos de rodillas. Aullidos salieron
arrancados de sus pechos y sollozaron junto a su Beta, aunque no sabían por
qué.
El aullido murió y Yunho se alzó en
cuclillas.
— ¡Jihye! —gruñó.
Miró a Shindong, luego a Leeteuk— ¿Dónde está mi hermana? La vi morir. La
sostuve entre mis brazos hace unos momentos.
Leeteuk
miró a Yunho, con el ceño fruncido
mientras trataba de entender lo que el Beta estaba diciendo.
— ¿Por qué está preguntando por su hermana? —preguntó Yoochun.
Yunho le gruñó. Leeteuk se puso delante
de Yoochun, instintivo de su parte para
proteger al lobo quien había estado a su cargo durante tanto tiempo.
—¿Qué sabes de mi hermana, cachorro? —le gruñó a Yoochun. Sus ojos seguían brillando.
El lobo de Yoochun, siendo dominante
también, empujó hacia delante para afrontar el reto. Sus ojos comenzaron a brillar también.
Un gruñido bajo retumbó
en su pecho.
—Yoochun, él sigue siendo tu Beta —le recordó Leeteuk.
Yoochun
cerró los ojos y atrajo
su lobo de vuelta. Tomando
respiraciones lentas y
profundas, calmó a la bestia que le exigía demostrar su fuerza.
Leeteuk, evitando el contacto directo
con los ojos, siguió viendo hacia Yunho.
— Yunho, ¿entiendes lo que te estoy diciendo? —preguntó en coreano. Era evidente que
algo había pasado a la memoria de Yunho.
Yunho entrecerró los ojos ante Leeteuk.
—Sí, te entiendo —logró
decir. Finalmente, se puso de pie, el cuerpo tenso, las piernas abiertas, listo para la acción— Te preguntaré de nuevo, Leeteuk, ¿dónde está
mi hermana? ¿Quién diablos son todos estos otros lobos?
Leeteuk relajó su postura, tratando de
dejar ver a Yunho que no lo estaba desafiando.
—Ha pasado un siglo desde que tu hermana
murió.
Yunho gruñó y, moviéndose más rápido de lo que
el ojo podía seguir, agarró por el cuello a Leeteuk.
— ¡Mientes! Sé lo que acaba de suceder. Siento
el dolor de él corriendo por mis venas, incluso ahora. ¿¡EN DÓNDE ESTÁ!?
Leeteuk levantó la mano para hacer
retroceder a los lobos que se estaban acercando lentamente para defenderlo.
— Yunho, tú me conoces. Somos compañeros de
manada. ¿Alguna vez te mentiría?
Yunho escuchó a Leeteuk mientras
sostenía la mirada del lobo, buscando cualquier engaño. Finalmente lo soltó y
dio un paso atrás. Leeteuk se contuvo antes de caer al suelo. Enderezando su
ropa, habló con seriedad, pero con calma.
― Yunho, creo que has sido maldecido. Estamos
en el año 2010. Hemos sido atacados por el Alfa de China y creemos que él está
usando una bruja. Dos potentes luces te golpearon en el pecho y te noquearon.
No sabemos de qué se tratan las maldiciones, pero tenemos a un sanador gitano que podría ser capaz de
descifrarlo.
Yunho se dio la vuelta, cerrando a Leeteuk
con sus ojos color ámbar.
— ¿Un sanador gitano? ¿Desde cuándo tenemos un sanador gitano?
—Eso es lo que estoy tratando de decirte. No
es 1910, es 2010. Cien años han pasado desde la muerte de Jihye.
— ¿Cómo puede ser eso? —Preguntó Yunho, sin hablar con ninguna
otra persona—. Y, sin embargo, incluso mientras estoy aquí
de pie, recuerdos llenan mi mente que sólo podrían ser después de su tiempo.
Conozco las cosas que existían en 1910. —Empezó a pasearse mientras trataba de resolver la confusión que
enredaba sus pensamientos— Pero también conozco todas las cosas que se han
creado desde entonces. ¿Por qué siento que hoy es el día en que murió? Cada emoción
en estado puro; cada sacudida de dolor; cada letal rayo de ira. Siento todo eso
como si hubiera acabado de suceder.
Nadie respondió al monólogo de Yunho,
mirándolo con ojos cautelosos.
—Nuestro aventón está aquí —habló
Hayami, y todos se volvieron para ver a las dos
Hummer y dos furgonetas estacionarse.
Leeteuk
volvió a mirar a Yunho para ver su reacción.
Después de oírle decir
que tenía recuerdos de lo que había sucedido tras la muerte
de Jihye, Leeteuk
no estaba seguro de cuáles cosas serían nuevas para él. Pero Yunho no
actuó sorprendido o confundido por los vehículos modernos.
Leeteuk se acercó más a su Beta a medida
que los otros lobos comenzaron a subirse en los autos.
—Sé que estás confundido y dolido, pero has
confiado en mí desde que éramos crías. Por favor, confía en mí ahora. Puedo
llevarte a Siwon y Heechul.
La cabeza de Yunho se alzó rápidamente.
— ¿Los Alfas están aquí?
Leeteuk asintió.
—Iré contigo.
Yunho apretó los dientes mientras seguía
a Leeteuk hasta los vehículos. Mientras subía, reconoció a Shindong, Chansung, Donghae,
y JR. Antes, había reconocido a algunos otros: Lay, D.O y Sehun.
Hizo caso omiso de los lobos que no
reconoció. Podía sentir su dominio sobre ellos. Ellos no eran ninguna amenaza.
— ¿Dónde estamos?
—Hemos estado en los Alpes de Transilvania
durante casi una semana. Tuvimos un encuentro multi-manadas —respondió Leeteuk.
La frente de Yunho se arrugó mientras
fruncía el ceño. Imágenes llenaron su mente, imágenes con agujeros
negros en ellas.
— ¿Por qué recuerdo esto?
— ¿Qué recuerdas? —le habló Shindong
a su Beta por primera
vez desde que Yunho había recuperado la conciencia.
—Recuerdo haber estado aquí. Recuerdo luchar
con algunos lobos de la manada de China, pero no sé por qué. Recuerdo que me
encerraron, pero no puedo recordar por qué. Hay estos oscuros espacios en
blanco en mi memoria. —
La voz de Yunho fue constante, aunque
sus palabras se convirtieron en lacónicas
a medida que su frustración aumentaba— ¿Por
qué no recuerdo algunos de estos lobos con nosotros? Puedo oler que son de la
manada, pero no tengo ningún recuerdo de ustedes.
—Me gustaría tener respuestas para ti, Beta.
Pero estoy tan perdido como tú —admitió Leeteuk.
Yunho se puso rígido.
—Yo no soy tu Beta, Leeteuk.
—Sí, lo eres. Te convertiste en nuestro Beta
poco después de la muerte de tu hermana —ofreció Shindong.
—No tengo ningún
recuerdo de eso. Seguramente me acordaría de algo tan importante como eso —gruñó Yunho.
El vehículo se quedó en silencio después
de sus palabras, el único sonido era el zumbido del motor a medida que viajaban por la montaña
hasta el pueblo. Yunho miró por la ventana hacia
la oscuridad… se sentía uno con esa oscuridad.
Los lugares vacíos en su interior, y
este dolor inexplicable que lo estaba desgarrando por la mitad, lo arrastraban
fuera de la luz. Cerró los ojos, en busca de cosas que ni siquiera sabía que
había perdido. Pero podía sentir que algo se había ido. Algo muy importante y
sagrado para él se había ido.
Cuando
llegaron a la aldea, Leeteuk
vio a Junsu y Changmin
de pie delante de un gran
edificio. La falta de luz en la calle dejaba
al cielo brillando con un centellear de estrellas tan lejos como el
ojo podía ver en todas direcciones. El edificio, una taberna, era de dos pisos
y tenía un techo inclinado agudamente que brillaba por la nieve.
Cinco chimeneas sobresalían con orgullo
desde el techo y el humo se elevaba
de ellas, desapareciendo en el cielo de la noche fría. Las cuatro ventanas en
el segundo piso parpadeaban con luz, muy probablemente debido a las lámparas de
aceite ardiendo o a velas encendidas, haciendo evidente que esta ciudad no tenía electricidad. El primer piso se jactaba
de un gran porche cubierto con dos sillas de mimbre frente a
frente. Al lado de las sillas, dos bancos de madera desgastados estaban puestos
a ambos lados de la gran puerta
que permite el acceso al interior.
Un letrero colgado
del techo exponía
el nombre de la taberna “Seonsuljib 1”.
1 seonsuljib:
del Coreano al español, Taberna.
«Muy original»,
pensó Leeteuk. Sus ojos recorrieron de nuevo a los dos chicos acurrucados juntos
para mantener el frío a raya. Saludaron a los vehículos acercándose.
Después de salir del auto, Yoochun se
acercó a Changmin y Junsu. Necesitaba informarlos brevemente antes de que
pudieran provocar a Yunho con sus observaciones abrasivas habituales.
Las bocas de Changmin y Junsu cayeron
abiertas a la vez mientras sus ojos se posaban en su Beta. Notaron su rostro excesivamente
sombrío y sus ojos ensombrecidos. Yoochun rápidamente les explicó lo que había
sucedido, pero abandonó el tema cuando Yunho se acercó.
—Hay una gran sala de reunión en la parte de
atrás —le dijo Junsu a Yoochun— pero
estábamos esperando permanentemente aquí de pie. ¿No hay otro grupo en camino?
Yoochun asintió mientras Yunho los
pasaba. Una vez que estuvo fuera del alcance del oído, Yoochun continuó.
—Habríamos esperado ser los últimos en venir,
pero Yunho es peligroso en estos momentos. Teníamos que conseguir traerlo hasta
aquí. —Sus ojos se posaron en Changmin, quien dio un paso atrás al ver la mirada
que él le estaba dando; una mirada que decía
que estaba a punto de dejar caer una bomba en su regazo—
Necesitamos que trabajes tu magia en él. No sabemos lo que pasó. Leeteuk
piensa que es una maldición.
— ¿Qué magia? Yo no tengo magia. —Los ojos de Changmin se abrieron—¿Cómo
voy a saber qué hacer?
Junsu tomó la mano de su amigo.
—Cada vez que has necesitado saber algo, tu
cerebro gitano te lo ha facilitado. Confía en tu don.
Changmin respiró hondo y soltó el aire,
desinflando sus mejillas mientras el aire abandonaba sus pulmones.
—Está bien. Manos a la obra —dijo armándose de valor.
—Esa es mi pequeño soldado gitano. —Junsu le guiñó un ojo.
—Soldado gitano, ¿en serio? —Changmin puso los ojos en blanco.
—Cuando Jae vuelva dejaré que se haga cargo
de los apodos e insultos. Pero en este momento creo que hubiera querido que yo
me encargue por él —
bromeó Junsu. Él y Changmin habían decidido hablar de Jae en el presente y con
una actitud positiva, como si fuera a regresar en cualquier momento.
Sentían que tal vez si se
esforzaban por un resultado positivo este iba a suceder. Pensar en la
alternativa no era una opción.
—Me parece bien. —Changmin asintió a medida que se
volvía para seguir a los otros lobos en la taberna.
Él, Junsu y Yoochun fueron los últimos
en entrar en la sala de atrás. Lámparas de aceite encendidas colgaban de las
paredes, creando un suave resplandor misterioso. El fuego en la gran chimenea
de piedra crujía y saltaba mientras la madera ardía con llamas de color naranja
brillante.
Junsu
se dio cuenta que las manadas habían
creado un semicírculo, frente a Siwon y Heechul en la parte delantera de la sala. Luego observó a Yunho de rodillas
ante ellos, los hombros caídos hacia delante, con la cabeza inclinada.
— ¿Qué está pasando? —le susurró a Yoochun, deliberadamente
no usando su vínculo de modo que Changmin pudiera oír.
—Está pagando lealtad a su Alfa. No recuerda
que él es nuestro Beta.
Junsu se quedó sin aliento.
—Es una broma.
—Me temo que no, amor —respondió Yoochun mientras guiaba a los
dos chicos a través de la multitud. A medida que se acercaban dentro del rango
escucharon las palabras suaves de Yunho.
—Yo renuncio a mi derecho como Alfa y al
hacerlo, se disuelve la manada Coreana del Oeste. Creo que debemos fusionar
nuestras manadas y ser una, como usted la ha llamado… Los Lobos TVXQ Coreanos.
Elijo ser su segundo, para apoyarlo y a nadie más. Lo protegeré con mi vida;
voy a proteger a mi Luna ante todos los demás, como usted ha mandado; protegeré
la manada; voy a ser fiel; voy a ser humilde en este papel con el que me honra.
¿Acepta mi lealtad?
— Yunho, mírame —le dijo Siwon suavemente.
Yunho levantó la cabeza y miró al hombre que
lo había asesorado y lo amaba como a un hijo.
—Sé que no te acuerdas, pero yo ya te he
aceptado. Has sido mi Beta durante un siglo.
Yunho comenzó a negar, el brillo en sus
ojos estaba lleno de incredulidad.
—Tienes que confiar en mí, al igual que has confiado en Leeteuk. ¿Acaso
te mentiría? —La pregunta
también era un desafío. Si Yunho discrepaba, esencialmente llamando
a su Alfa mentiroso, estaría
sujeto a disciplina, o incluso un desafío.
—Sé que usted nunca me mentiría —concedió Yunho.
— ¿Vas a permitir que nuestro sanador te
examine? − Yunho
asintió una vez.
Siwon se dirigió a los tres Alfas que se
encontraban a su izquierda.
—Les voy a pedir que por favor lleven a sus
manadas arriba. Hay varias habitaciones grandes disponibles.
Jin y Wu empezaron a sacar sus lobos.
Junho dio un paso adelante.
— ¿Me necesitas para algo?
Siwon negó.
—Gracias por la oferta, pero en este momento,
se trata de un problema de manada. Voy a hablar contigo, Jin, y Wu un momento
después para discutir sobre el mejor curso de acción para sus manadas. Sé que
tu hijo está aquí, Junho, pero él es parte de nuestra manada. Somos
responsables de él ahora.
Junho asintió.
—Lo sé. Eso no lo hace más fácil.
—Entiendo.
Junho
llevó su manada
afuera y cerró
la puerta detrás
de él, todo el tiempo tratando de aceptar que su papel aquí puede que simplemente hubiera terminado.
>>>♥<<<
—Changmin, ven hacia adelante.
Changmin dio pasos tentativos hacia el
frente de la sala y tomó una posición próxima
a Yunho. No escapó a la atención
de Siwon que Hayami se movió entre la manada, siguiendo la
progresión de Changmin a la parte delantera.
—Todos los demás tomen asiento. En el piso si
no hay suficientes sillas.
Como Siwon había esperado, los lobos
dominantes permanecieron de pie, así como lo hicieron sus compañeras.
Changmin miró a su Alfa.
—Realmente no sé lo que estoy haciendo, así
que sólo voy a tocarlo como lo hice contigo.
Siwon asintió.
— Yunho. —La voz de Changmin fue tentativa.
Yunho volvió su mirada ámbar en él, y aunque Changmin
sabía que él no se acordaba de él, todavía era impactante ver la falta de
reconocimiento en sus ojos.
— ¿Puedo poner mi mano sobre tu corazón?
Él se puso de pie, elevándose sobre el
pequeño sanador.
—Puedes hacerlo.
Changmin se acercó y puso su pequeña
mano sobre el corazón de Yunho. Él no se sorprendió por la fuerza que sintió en
sus músculos o la forma en que se tensaron mientras hacía contacto.
Cerró los ojos y dejó que la fuerza
conocedora dentro de él se hiciera cargo. Vio oscuridad. Una entidad fluyendo
por las venas de él, moviéndose a través de su cuerpo hasta
llegar a su cerebro, donde
creó una película
sobrenatural viscosa. Changmin metió la mano en la oscuridad, buscando
su origen, su propósito. Él se quedó sin aliento al sentir la intención malvada
detrás de él. Una maldición.
«No», pensó Changmin. «No una maldición. Dos maldiciones».
Él empujó contra ellas y brevemente sintió
la magia detrás
de la misma; una magia
negra destinada a destruir
recuerdos. No sólo cualquier recuerdo, sino recuerdos preciados, recuerdos que
alteran la vida.
Changmin no podía creer lo intrincado de
las maldiciones. La segunda maldición ligaba a Yunho como el único
lobo capaz de buscar a Jae. Se preguntó
por qué la persona que lo maldijo elegiría al compañero de Jae como el único
capaz de encontrarlo. Podía seguir su rastro,
¿cierto?
«Recuerdos preciados», recordó. «Yunho
no recuerda a su compañero.»
Changmin sintió el dolor
del lobo como si su propia alma buscara el consuelo de su compañero. A medida que Changmin
siguió mirando más profundamente en su inconsciente, vio que los recuerdos aún
estaban allí, pero estaban confinados.
Entonces se encontró con algo que no
esperaba. La maldición era para Yoochun.
Changmin apartó la mano, se derrumbó, y
hubiera golpeado el suelo si Hayami no hubiera, de alguna manera, estado allí
para atraparlo. Él se llevó la mano a la cabeza, sintiendo la oscuridad
retroceder de su propia mente.
Hayami le ayudó a ponerse de pie y
mantuvo las manos en su cintura hasta que estuvo seguro de que él se mantenía
estable. Changmin lo miró, con el ceño fruncido. Él sonrió y le guiñó un ojo
mientras daba un paso hacia atrás.
Changmin negó con la cabeza pensando que
era extraño que Hayami hubiera estado allí para atraparlO. Siwon se aclaró la
garganta, atrayendo su atención hacia él.
—Es una maldición. Bueno, en realidad, son
dos maldiciones —comenzó él—. Voy
a tratar de describir esto lo mejor que puedo. Es un poco complejo. —Miró a Siwon, esperando a ver si tenía
algo que decir.
Él asintió, indicándole que continuara.
— Bien, entonces. La primera es una especie de
maldición de recuerdos atados. De lo que pude ver ésta ha confinado
los buenos recuerdos de Yunho. Y por buenos, me refiero a sus recuerdos
más preciados y culminantes. Así que lo
mundano, cotidiano, las cosas aburridas permanecen ahí.
— ¿Acaba de decir cosas aburridas? —murmuró Junsu. Yoochun lo golpeó
ligeramente en su trasero.
—Compórtate.
—Sólo estoy diciendo. A Jae le habría
encantado eso
—dijo con aire ausente.
Sin hacer caso, Changmin continuó.
—Parece ser que la maldición comenzó a
confinar sus buenos recuerdos desde el día de la muerte de su hermana. Mi
conjetura es que él quería que olvidara a su compañero. Cualquier cosa
importante en la vida de Yunho que fuera
positivo se ha ido. Es por eso que no recuerda convertirse en tu Beta; es por eso que no se acuerda de los nuevos
compañeros de manada.
Me imagino que no
recuerda ningún acoplamiento tampoco. El hecho más importante, me gustaría
señalar, es que él le hizo olvidar a su compañero.
Toda la sala se quedó sin aliento. Cada
uno de ellos entendiendo la implicación de algo tan importante como
esencialmente la pérdida de su compañero. Si Yunho no recordaba a Jae, ¿qué le
habría hecho eso a ellos y su vínculo? Más importante aún, ¿cómo iban a
encontrarlo?
—La siguiente maldición es donde se pone más complicado. La maldición
hace a Yunho el único capaz de encontrar a Jae. Es casi como si Jae estuviera atado a la manada
a través de él. Además,
tengo que decirte
Siwon, que la primera
maldición tenía el nombre de Yoochun en él. Yunho
bloqueó a Yoochun
con su cuerpo y fue golpeado con ella.
Junsu se abrazó a Yoochun.
—No sé lo que haría si no me pudieras
recordar —susurró él.
—Probablemente me golpearías hasta que
recordara —bromeó Yoochun,
aliviando la tensión en su compañero.
Junsu resopló.
—Me conoces tan bien.
Siwon se acercó a su Beta y lo envolvió
en un abrazo.
—No tengo palabras para expresar mi
agradecimiento hacia ti por proteger a mi hijo. Vamos a arreglar esto, Yunho.
No nos vamos a detener hasta que tengas tus recuerdos de vuelta y Jae esté a
salvo a tu lado.
Yunho se apartó del abrazo.
— ¿Quién es Jae?
—Él es tu compañero.
—Yo no tengo un compañero. No me importa la
maldición… no hay ninguna manera en el infierno que algún lobo pueda olvidar a
su compañero. —
Yunho negó con la cabeza.
Mientras observaba al compañero de su
mejor amigo negarlo, Junsu no pudo detener la lágrima que se deslizó por su
mejilla.
— Yunho, te lo estoy diciendo, tú tienes un compañero. Nunca diría una cosa así si no fuera verdad —imploró Siwon.
Leeteuk habló.
—Tienes un compañero. Él es toda una fiera
que te vuelve loco.
Otros
miembros de la manada empezaron a asentir con la cabeza,
tratando de convencer a su Beta.
Yunho continuó alejándose de la manada
hacia la puerta.
Tenía que salir de allí. No podía soportar el peso
de sus miradas.
— ¡NO TENGO COMPAÑERO! —gruñó y se volvió, saliendo
furiosamente por la puerta. La multitud se separó, algunos tropezando para
salir del camino del furioso Beta.
Changmin y Junsu saltaron cuando la
puerta se cerró de golpe tan fuerte que hizo temblar las paredes.
Yoochun envolvió sus brazos alrededor de
su compañero y lo atrajo hacia sí. A través de sus lágrimas le oyó susurrar:
—No me puedo imaginar el dolor que debe estar
sintiendo por dentro, incluso si él no sabe por qué. ¿Y si nunca se acuerda?
Yoochun frotó la espalda de Junsu, tratando
de calmarlo.
—No nos vamos a rendir hasta que lo haga.
En ese momento, las lágrimas volvieron
con toda su fuerza.
— ¿Qué pasa con Jae? ¿Cómo vamos a encontrar a
Jae? ― Changmin se
acercó, las lágrimas corrían por su rostro también.
—Sólo la pérdida del recuerdo de él le está
rasgando su alma a pedazos.
Luhan,
Key y Hayami se acercaron
y rodearon a los otros tres. Hayami vio
las lágrimas correr por el rostro de Changmin y sintió que algo dentro de él se
rompió.
Él se acercó y le tomó la mano. Le dio
un apretón reconfortante y luego lo
dejó ir, porque no quería incomodarlo. Changmin lo miró con los ojos rojos e
hinchados. Su expresión le dijo que él apreciaba el gesto.
Junsu se apartó de Yoochun y se volvió a
Luhan y Key.
— ¿Dónde han estado? —preguntó secándose los ojos. Se dio cuenta que él no los había visto
desde que salieron de las Hummers.
—Siwon nos envió a hablar con el dueño de la
taberna sobre quedarnos aquí. Nos escabullimos justo en el momento en que Changmin
estaba terminando su cosa de sanador. Hemos escuchado todo —explicó Luhan.
— ¿Y cuál es el plan ahora? —preguntó Key.
—Creo que tenemos que esperar a que mi padre
nos lo haga saber. Utilizará todas las herramientas que tiene, así que no se
preocupen, tendrán trabajo.
— Justo cuando Yoochun terminó de hablar, Siwon los alcanzó.
El Alfa se dirigió a Yoochun y Hayami.
—Leeteuk y Shindong están aquí para ayudarles
a organizar la asignación de habitaciones. Creo que hay seis habitaciones en el
edificio conectados a ésta. Luhan y Key, muéstrenles a dónde ir. Hagan que
funcione.
Antes de que pudieran responder, Siwon
salió de la habitación.
Él decidió buscar a los tres Alfas antes
de ir a Yunho. Se imaginó que su Beta
necesitaba estar solo para ordenar la información que Changmin había explicado.
Subió las escaleras y los encontró de
pie junto a la barandilla, enfrascados en una conversación.
—Lamento interrumpir —dijo Siwon cortésmente mientras todos se volvían para mirarlo.
—Siwon ofrecemos nuestras condolencias por lo
que pasó a tu manada — le dijo Wu suavemente.
—Gracias. Todos apreciamos tu apoyo. En este
momento no hay realmente nada que tú o sus manadas pueden hacer. — Siwon levantó la mano para aplacar preventivamente a los Alfas—
No lo digo como un insulto. A veces, un montón de
ayuda termina siendo un obstáculo.
—Entiendo —reconoció Wu— Podemos organizar para que algunos
compañeros de la manada tomen los vehículos de vuelta, mientras nos preparamos
para partir. Deberíamos estar en nuestro camino para esta noche.
Siwon miró su reloj.
—Con todo lo que ha pasado no me había
dado cuenta que eran las cuatro
de la mañana. Si ustedes
y los suyos necesitan descansar, por favor háganlo.
Los tres Alfas negaron con la cabeza.
—Estamos bien —prometió Wu.
Siwon
les dio las gracias de nuevo y se despidió.
Una vez hecho esto, sintió que era el momento de buscar a su
Beta y tratar de arreglarlo tanto como sea posible. La sangre de Siwon hervía
al pensar que alguien, y no sólo alguien, sino una bruja, había herido a uno de
los suyos. Habría mucho que pagar.
Después de hacer algunas búsquedas, Siwon
encontró a Yunho sentado en un banco al otro lado de la carretera de la
taberna.
Siwon se dirigió hacia él, mirando de
arriba abajo la carretera. No había autos perturbando el silencio de la noche.
El crujido de la nieve bajo sus pies parecía resonar con fuerza.
El pueblo era pequeño, y muy primitivo
en algunos aspectos. Aunque había agua corriente, no había electricidad. Las
lámparas de aceite iluminaban los edificios y las chimeneas calentaban las
casas. Siwon sonrió para sí mismo ante la simplicidad de la vida aquí. Pero
incluso en este caso, la complejidad y dificultades encontraron su camino.
Yunho levantó la vista cuando Siwon se sentó
junto a él.
— ¿Cómo pude olvidarme de mi compañero, Siwon?
¿En qué clase de hombre me convierte eso?
Siwon pasó un brazo alrededor de él,
dándole brevemente la comodidad del tacto y haciéndole saber que no estaba
solo.
—Te hace como el resto de
nosotros: vulnerable. Sin importar lo que
hagamos, sin importar cuánto nos esforcemos, no podemos proteger a nuestros compañeros de todo. No somos
omniscientes ni omnipresentes. — Siwon se sentó erguido, contemplando —
Creo que parte de la razón por la que él ha sido borrado por completo de
tu memoria es porque aún no han concluido la ceremonia de unión o los Ritos de
Sangre.
Yunho volvió la cabeza bruscamente.
— ¿Por qué estaba esperando, una invitación
grabada? ― Siwon se rió
entre dientes.
—No era tan simple.
— ¿Alguna vez lo es con ellos?
—No dejes que mi compañero te oiga decir eso —bromeó Siwon.
—Entonces, ¿por qué no estoy vinculado a mi compañero?
—Estuvieron atraídos entre sí desde el primer
día. La intensidad de su relación es una de las más fuertes que he visto en mi
vida. Pero a pesar de eso, no había señales de apareamiento.
Yunho respiró fuerte.
— ¿Nada?
Siwon negó con la cabeza.
— ¿Y sin embargo, yo estaba seguro de que era
mi compañero? —preguntó
Yunho con incredulidad.
—Todos lo estábamos. Se confirmó poco antes
de que la mansión ardiera en llamas.
— ¿Cómo? — Yunho se sintió esperanzado. ¿Por qué? No estaba seguro.
Él ni siquiera recordaba al chico del que Siwon hablaba.
— Su vínculo finalmente reaccionó. Fueron
capaces de escuchar los pensamientos del uno al otro. — Siwon vio cómo su Beta procesaba esas noticias.
Yunho sintió como si le hubieran golpeado en
el estómago. Tenía un compañero… ¡un compañero! Tenía la cabeza inclinada hacia
un lado, cuando un pensamiento lo
golpeó. — Si tengo un compañero, ¿en dónde diablos
está?
— El Alfa de la manada de China trató de
matarlo.
Yunho se levantó bruscamente, indignado, pero
luego una palabra clave lo golpeó.
— ¿Trató
de matarlo? Así que, ¿él no está muerto? ― Siwon negó con la cabeza. — Dime — dijo Yunho simplemente.
— Seulong, uno de nuestros jóvenes doceles no
apareados fue engañado por KangTa
para que aceptara
matar a tu compañero. Se suponía que esto te sacaría
de la imagen y me dejaría sin tu protección.
Yunho cerró los ojos.
—Me acuerdo de eso. Recuerdo matar a un chico,
pero no lo reconocí. ¿Era de la manada? ¿Maté a uno de los nuestros? — Su voz tembló de horror.
— Cálmate, Yunho. Él traicionó a nuestra
manada. Él trató de matar a tu compañero. Has sido justificado en el juicio
y la sentencia. —
Siwon hizo una pausa, entrecerrando los ojos mientras seguía recordando los
acontecimientos de esa noche — Cuando
tu vínculo se accionó, Jae fue capaz de decirte lo que él recordaba. Tú
compartiste tus recuerdos conmigo. Él fue empujado a una caverna y ha sido
gravemente herido.
— ¿Por qué no he estado buscando por él? —le interrumpió Yunho.
— Él te hizo prometer conseguir poner a salvo
a sus amigos en primer lugar.
— ¿Y lo escuché? ¿¡Puse a sus amigos antes que
mi propio compañero!? ― Siwon se echó a reír.
— ¿Por qué te ríes? — La frente de Yunho se frunció mientras
observaba a su Alfa confundido.
— Tú compañero puede ser muy convincente
cuando tiene que serlo. Él casi te
dijo que si ibas por él y sin poner a salvo a sus amigos en primer lugar, nunca te perdonaría. Y sabías que
decía la verdad. Si hay una cosa que Jae es, es leal, ferozmente leal a los que
ama.
— Entonces, ¿él está ahí fuera, herido y solo
en este frío helado? —
Yunho se dio cuenta que a pesar
de que no conocía a este chico,
no sabía lo que
se suponía que debía sentir por él, él aun así quería salvarlo… quería una
oportunidad de conocerlo.
—Vamos a encontrarlo. —Las palabras de Siwon fueron
absolutas. Él no aceptaría nada menos que el retorno seguro de Jae y la memoria
de su Beta restaurada. Y la bruja que se atrevió a tocar lo que era suyo,
bueno, quería su cabeza en una estaca. Violento, definitivamente. Pero
entonces, él era el Alfa y nadie lastimaba lo que era suyo.
— ¿Y cuál es el plan? —preguntó Yunho. Se negaba a quedarse de brazos cruzados sólo porque él
no podía recordar cosas. Él era de la manada. Él haría lo que tuviera que hacer
por proteger a esa manada.
—Tenemos que hacer un plan. Encuéntrame en la
sala de atrás de la taberna. Voy a ir a buscar a los demás.
El Alfa y su Beta comenzaron a caminar
de regreso hacia la taberna.
Yunho continuó cuando Siwon se detuvo a
conversar con el dueño de la taberna.
—Voy a compensarte bien por el tiempo que nos
permita quedarnos —le
dijo a Nicolae, un hombre
bajo y de mediana edad con un vientre redondo
y una pequeña barba. Él tenía
una sonrisa fácil y, por lo que Siwon podía ver, era un alma gentil. Siwon
habló en su lengua materna, con ganas de hacer amistad con el caballero y crear
una camaradería con él.
— ¿He oído que tienes a un miembro de tu
familia perdido? —preguntó Nicolae.
—Sí. Estábamos teniendo una reunión familiar
y el chico se perdió en el bosque. Estaremos aquí hasta que lo encontremos.
—Cualquier cosa que pueda hacer, lo haré. Por
ahora, voy a tener comida preparada para tu familia.
Siwon
asintió.
—Eso sería genial. Voy a enviar a algunos de
mis muchachos para ayudar a preparar y reunir lo que necesites. Gracias.
Continuara \\(^_^)//...
Niñ@s un comentario no
les cuesta nada….
Gracias…
Pobre Yunho, sufrí con él al no poder recordar a Jae, gracias por un nuevo capitulo, esperaba con ansias la continuación de esta historia.
ResponderEliminarQue lindo capitulo pero que pena que Yunho haya olvidado a Jaejoong y ahora que piensa hacer Siwon para que el pueda recuperar la memoria y asi poder buscar a Jae y que habra pasado con el estara bien Taemin y Minho podran curarlo ojala que la bruja y Kangtan sean encontrado rapido para que puedan ser castigados gracias Poleth por este capitulo esperare el siguiente con ansias
ResponderEliminartengo la esperanza de que Yunho recuerde a Jae pues la maldición no era para el y pienso que posible mente Min pueda hacer algo para revertir eso y Yunho lo pueda recordar y así poder dar con su paradero y que el que lo tiene si sea bueno y lo pueda salvar de esos que lo están buscando para matar a Jae
ResponderEliminarGracias muy bueno
Pues ojalá den pronto con la bruja y Kangta y los quemen con leña verde, antes que den con Jae, Minho y Taemin. Porque esa bruja y Kangta serán mas poderosos con Taemin..
ResponderEliminarGracias!!!
AAAAAHHHH HAYAMIN AL FIN DAN LUZ VERDE ESOS DOOOOS¡¡¡ Y Shiwon lo vio toooodooo¡¡¡ Por un momento creí que el olvido de Yunho y su incredulidad frente a la verdad de su situación con Jae sería un obstaculo antes de que tomara acción. Pero no, su amor por Jae y sus fuertes sentido de la lealtad a su manada estan por encima de cualquier hechiso de bruja maldita. Donde estarán Jae, Minho y TaeMin?? Sera que dos Sanadores acabaran con la maldita y el malacria de Kangata??? Muchas Gracias por el cap, tanto sentido se lealtad y pertenencia lo hizo maravilloso¡¡¡
ResponderEliminarYunho esta sufriendo porque no puede recordar a Jae y todo por esa maldita bruja.
ResponderEliminarGracias a Changmin ya saben que clase de maldicion es la que tiene Yunho,Siwon esta dispuesto a hacer que pague la bruja por tocar a uno de su familia.
Lo bueno de todo es que Yunho apesar de no recordar a Jae lo va a buscar,espeo que lo encuentre el amor de Yunho y Jae es mas fuerte que cualquier maldicion