Se le hacía raro andar por los mismos
pasillos que el día anterior había recorrido como empleado.
Al verlo, la gente se extrañaba, pero Jaejoong
sonrió y mantuvo la cabeza alta. Los demás le devolvían la sonrisa aunque lo
cierto era que no tenía muchos amigos fuera de su departamento y sus amigos
estaban todos despedidos.
Lynnette, la secretaria de Yunho, no le
sonrió. En cuanto lo vio, se puso en pie y lo acompañó al despacho de su jefe,
pero no parecía demasiado contenta de tener que hacerlo.
«Debe de
creer que voy detrás de Yunho por su dinero», pensó Jaejoong dejándose llevar por la intuición. «Vaya, así que lo protege.
No está mal», añadió
mentalmente.
Cuando entró en su despacho, Yunho se
levantó de manera cortés y le estrechó la mano, dejando muy claro que aquella
reunión era de trabajo. Llevaba un bonito traje de lana y una camisa blanca
inmaculada con una corbata azul cielo.
Desde luego, era la viva imagen del
empresario ideal.
—Por favor, siéntese, joven Kim —le dijo indicándole una silla— Me alegro que haya decidido venir.
—Gracias —contestó Jaejoong.
A continuación, se sentó y se dio cuenta
de que estaba nervioso. ¿Por qué demonios habría decidido ponerse aquella ropa?
—Bien, vayamos directamente al grano —anunció Yunho procurando no fijarse en sus maravillosas
piernas— Al leer
su curriculum, me he fijado en que asistió usted a varias clases de Derecho.
¿Tenía previsto estudiar la carrera de Derecho?
Jaejoong dudó. Su pasado era un laberinto
de vericuetos y situaciones a las que no quería volver.
—Hubo una época en mi vida en la que así lo pensé, sí —contestó.
Yunho asintió de manera fría y reservada.
En aquellos momentos, a Jaejoong le costaba reconciliar aquella imagen con la
del hombre con el que había tenido el encontronazo la noche anterior, el mismo hombre
que lo había excitado sobremanera al quitarse la camisa, el mismo hombre que se
había pasado aquella misma mañana por su casa con bollos para el desayuno.
—Esta empresa tiene previsto abrir un par de filiales próximamente y
he pensado que usted podría trabajar en el departamento jurídico —le propuso Yunho— Supongo que le interesará la oferta.
—No tengo estudios legales —le aclaró Jaejoong—
¿No necesitaría
un título o algo así?
—Normalmente, sí —contestó Yunho— Sin embargo, si yo hablo con
los del departamento, no creo que haya ningún problema.
—Entiendo.
Claro, era el jefe. Sin embargo, Jaejoong
no estaba acostumbrado a obtener ningún trato de favor.
—Empezaría usted como secretario de personal –le indicó Yunho— La idea es que, en breve, se convierta en un experto en Derecho
Mercantil. Aquí tiene las condiciones salariales —añadió escribiendo una cifra en un papel y pasándoselo.
Jaejoong lo miró y se le pusieron los
ojos como platos.
—Le he subido el sueldo —comentó Yunho.
Jaejoong lo miró a los ojos. Sí, se lo
había subido. Mucho. ¿Qué querría aquel hombre en realidad?
—Esto es mucho más de lo que yo esperaba —contestó sinceramente— ¿Qué espera de mí a cambio?
Yunho lo miró con un brillo diferente en
los ojos y Jaejoong se dio cuenta de que no era irritación sino humor.
—Tan joven y tan desconfiado —comentó— Lo que espero es que haga
usted un buen trabajo para esta empresa.
Jaejoong frunció el ceño. Normalmente, se
le daba bien calar a la gente, pero por alguna extraña razón no podía ver los
motivos ulteriores de aquel hombre.
—No lo entiendo —confesó— Este sueldo es demasiado
para un trabajo que, en realidad, es de ayudante.
Yunho se encogió de hombros.
—Entonces, rechace la oferta.
—No, claro que no voy a rechazarla
—contestó Jaejoong apartándose el pelo de la cara— Necesito el dinero desesperadamente. Sin embargo, quiero que me
quede muy claro qué es lo que se espera de mí a cambio de tanto dinero.
—Lo único que espero de usted es trabajo de calidad, y no me importa pagarlo.
A pesar de que Yunho parecía hablar con
sinceridad, Jaejoong no podía dejar de tener la sensación de que le ocultaba
algo. Aquel comentario de que no le importaba pagar a cambio de calidad parecía
tener un doble significado que no llegaba a comprender por completo.
—No se arrepentirá —le dijo.
Yunho asintió y se quedó mirando el
horizonte.
— ¿Empiezo mañana? —le preguntó Jaejoong.
— ¿Mañana?
¿Qué le ocurría a aquel hombre? Lo estaba
mirando fijamente, como si lo estuviera traspasando.
—Hola —le dijo Jaejoong moviendo
una mano ante sus ojos.
—Ah, sí —se apresuró a contestar Yunho
dándose cuenta de que se había ido de la conversación— Mañana es perfecto.
A continuación, se pasó los dedos por el
pelo y se quedó mirándolo. En realidad, no se había alejado de aquella estancia
ni un minuto sino, más bien, todo lo contrario. Lo que había estado pensando
era en cómo demonios iba a sacar el tema del
bebé.
¿Por qué no se atrevía a planteárselo con franqueza? Debía hacerlo.
Necesitaba hacerlo. Sin embargo, no sabía
cómo.
Aquello no era propio de él. Yunho jamás
se quedaba sin ideas, jamás huía de los temas difíciles. Siempre iba a por lo
que quería con confianza en sí mismo, una confianza que algunos incluso
llamaban arrogancia.
Jamás se le hubiera pasado por la cabeza
que iba a tener problemas poniendo en palabras lo que quería y, sin embargo,
allí estaba, devanándose los sesos sin llegar a ninguna solución.
¿Qué podía decir? ¿Cómo debía abordar el
tema? ¿Con humor? ¿Con seriedad? ¿Cómo quien no quería la cosa?
«Sí, joven
Kim, sólo una cosa más. Si accediera usted a tener un hijo conmigo, se le
pagaría un gran extra en Navidad».
«Sí,
genial.»
«Joven Kim,
leyendo su curriculum me he dado cuenta también de que sería usted la persona
perfecta con la que quiero tener un hijo. ¿Qué le parece?».
Yunho hizo una mueca de disgusto. Sabía
perfectamente lo que le parecería a Jaejoong y no quería oírlo.
«Joven Kim,
estoy seguro de que sabrá que la familia Jung es una familia muy pudiente en el
estado de Texas. La tragedia pesa sobre nosotros porque yo soy el último Jung y
no tengo descendencia. Necesito tener un hijo que se quede con el apellido y
con la fortuna. Ha sido usted elegido para semejante honor... Si quiere, podrá
contribuir a la causa de la historia de este estado...».
No, aquello tampoco saldría bien. ¿Por
qué demonios no se le ocurría nada bueno? Probablemente, no se le ocurría nada
porque no era el momento de hablar de aquel asunto. Tal vez, lo mejor sería
dejar pasar algunas semanas, dejar que Jaejoong se sintiera cómodo con él,
incluso que comenzara a confiar en él y...
— ¿Algo más? —le estaba preguntando Jaejoong,
mirándolo con curiosidad.
—No, todavía no —suspiró Yunho.
— ¿Cómo que todavía no?
—Quiero decir que no, que nada más. Gracias por haber venido. Hablaré
con el departamento de personal para que tenga listo su contrato mañana por la
mañana.
—Muy bien. Nos vemos entonces contestó ― Jaejoong poniéndose en pie— Muchas gracias por todo, señor Jung. Le agradezco mucho lo que ha
hecho por mí.
Yunho se puso también en pie y le
estrechó la mano.
—Nos vemos mañana —le dijo.
Jaejoong le dirigió una última y
confundida mirada y se fue. Yunho era consciente de que era una tontería pero,
cuando Jaejoong salió por la puerta, se le antojó que la luz de la estancia
disminuía.
—Hola, señor Jung.
Yunho levantó la mirada y se encontró con
Darren Evans, un brillante abogado que hacía poco que trabajaba para ellos. El
joven estaba entrando en su despacho con un montón de papeles, pero no pudo
evitar girar la cabeza al ver salir a Jaejoong, que se estaba metiendo ya en el
ascensor.
—Qué guapo —comentó enarcando una ceja.
—Sí —contestó Yunho.
Por lo visto, Darren era un buen abogado,
pero, según decían los rumores, era todavía mejor con los jóvenes que con las
leyes.
—Por lo visto es viudo. ¿Estoy en lo cierto?
—Sí —contestó Yunho frunciendo
el ceño— ¿Por qué
lo preguntas?
—Porque quería invitarlo a salir
—contestó el joven abogado.
—Me temo que llegas tarde —contestó Yunho
poniéndose a la defensiva.
— ¿Ah, sí?
—Sí, está con otra persona.
— ¿De verdad? ¿Con quién?
—No creo que sea asunto tuyo.
—Ah, bueno —suspiró Darren— Qué pena —añadió saliendo del despacho de su jefe.
Una vez a solas, Yunho se dio cuenta de
que lo que le había dicho su joven empleado le tenía que servir para abrir los
ojos. Debía darse cuenta de que no podía esperar mucho más tiempo para
plantearle a Jaejoong su idea. Si no obtenía un compromiso por su parte pronto,
podía caer en las garras de un playboy como Darren Evans.
Tenía que encontrar la manera de sacar el
tema.
Yunho se puso en pie, se metió las manos
en los bolsillos y comenzó pasearse por el despacho. Al acercarse a la ventana,
miró hacia abajo. Y allí estaba. Jaejoong se había parado junto a la fuente y
estaba mirando el agua.
Ahora.
Tenía que ir en su busca cuanto antes.
Yunho salió corriendo de su despacho,
pasó apresuradamente junto a una asombrada Lynnette, pasó de largo junto al
ascensor y bajó a toda velocidad por las escaleras, saltándolas de dos en dos
como un esquiador sobre nieve polvo.
Tras bajar los seis pisos, llegó al
vestíbulo, se paró en seco, tomó aire y miró a su alrededor. Jaejoong seguía
allí. Tenía que nacerlo.
Mientras se aproximaba a él por detrás,
se fijó en su cuerpo, en la curva de su cuello, en cómo le caía el pelo.
Sí, quería que aquel joven fuera la umma
de su hijo.
De repente, se dio cuenta de que de nuevo
se había precipitado. ¿De verdad estaba contemplando la posibilidad de pedirle
a un joven así que tuviera un hijo con él sin proponerle antes matrimonio? ¿Se
había vuelto loco? Sería un gran insulto. Si quería seguir adelante, iba a
tener que hacerlo con todas las consecuencias.
—Jaejoong —le
dijo.
Jaejoong se giró hacia él, sorprendido, y
se quedó mirándolo.
—Kim Jaejoong...—dijo Yunho tomándolo de
la mano y mirándolo a los ojos— ¿Te quieres casar conmigo?
>>> ♥ <<<
Junsu estaba sentado en el suelo del
salón con Hani.
—Has llegado pronto, ¿eh? —Dijo Jaejoong
al entrar en casa— Creía que tenías doble jornada
—añadió besando a la pequeña y mirando a su umma.
Junsu estaba sonriente, pero parecía muy
cansado.
—Estaba tan cansado que no he podido ir al trabajo de por la tarde.
Lo siento mucho, Jaejoong. Sé que te lo había prometido.
— ¡Junsu, por favor, no digas tonterías! ¡Si te cansas, debes volver a
casa inmediatamente! No queremos que te pongas enfermo. Tu hija te necesita, ¿verdad,
cielito? —dijo Jaejoong tomando a Hani en brazos.
—Sí, pero también necesitamos el dinero —contestó su amigo.
—Por eso, no hay problema —le aseguró
Jaejoong dejando a la niña junto a su umma— Me he comprado todos los periódicos del día, voy a escanear los anuncios
de trabajo y a actualizar mi curriculum. Mañana mismo me pongo a buscar
trabajo. Ya verás cómo conseguiré algo —sonrió— No te preocupes.
— ¿Cómo no me voy a preocupar, Jaejoong? No tienes trabajo y las cosas
van de mal en peor.
Hani estaba empezando a molestar, así que
su umma le dio una piruleta para entretenerla.
— ¿No es malo que le des tantos caramelos? Se le van a estropear los
dientes.
— ¿Qué dientes? —Bromeó Junsu— No te preocupes, solamente
le dejo comer una piruleta al día y le lavo los dientes en cuanto se la
termina. Le encantan las piruletas de fresa y a mí me encanta verla feliz...—añadió con voz trémula.
Jaejoong se arrepintió de haber criticado
a su amigo, que ya tenía bastante con la enfermedad como para que viniera él
diciéndole cómo tenía que criar a su hija.
— ¿Qué tal la reunión? —le
preguntó Junsu cambiando de tema. Jaejoong dudó. No sabía qué contarle.
—Me ha ofrecido trabajo como secretario en el departamento jurídico.
— ¡Eso es genial!
Jaejoong sacudió la cabeza. Su vida se
había acelerado y no sabía cómo pararla.
—No puedo aceptarlo. Ese hombre está loco —contestó.
A continuación, levantó la mano para
indicarle a su amigo que, por favor, no le hiciera preguntas. Necesitaba tiempo
para pensar sobre lo que había sucedido antes de compartirlo con él.
—Lo siento mucho, Junsu, pero ahora mismo no puedo hablar de ello. Luego.
—Muy bien —contestó Junsu sorprendido—
Por cierto, han
llamado de la residencia de tu suegra. Dicen que no te pueden reservar su
habitación durante más tiempo. Si no les pagas el viernes, la van a cambiar al
ala pública.
Jaejoong sintió como si le hubieran dado
un puñetazo en la boca del estómago.
Sin embargo, tomó aire e intentó sonreír.
—Jaejoong, si no hubiera sido por ti, no habría podido estar en una
residencia privada durante más de un año. Te has portado muy bien con ella. Lo
cierto es que no sé por qué te has cargado con esa responsabilidad a las
espaldas.
—Porque es la umma de mi marido y siempre se portó bien conmigo — contestó Jaejoong.
—Pero tú marido, no.
—No, pero eso no fue culpa suya. Yo soy el único pariente que tiene y
ella es la única familia que yo tengo.
Junsu suspiró y miró a su hija, que
estaba jugando en el suelo.
—Te diré que no creo que haya muchos hijos en el mundo que sean tan
generosos como tú con sus madres, así que ni hablar de las nueras con las
suegras. Jaejoong, deberías pensar en ti más a menudo.
—Te aseguro que ya lo hago. No te preocupes por mí. Estoy bien.
A continuación, Jaejoong se trasladó a la
cocina y comenzó a limpiar las encimeras. Sobre todo, porque necesitaba hacer
algo, no porque realmente estuvieran sucias.
No podía dejar de pensar en la propuesta
que le había hecho Jung Yunho. Lo que le había sugerido era una locura.
Imposible. Indignante.
¡Le había pedido que se casara con él!
Jaejoong había estado a punto de caerse a
la fuente.
Al principio, había pensado que estaba de
broma, pero, al ver que no sonreía, se había dado cuenta de que lo decía en
serio. Se quería casar con él. Había algo más. Quería tener un hijo con él.
Aquello mismo le había propuesto seis
meses atrás. Sí, Jung Yunho le había propuesto que tuviera un hijo con él y que
se quedara trabajando como niñera en su casa. Por supuesto, Jaejoong se había
negado. Le había parecido una propuesta fría y
distante.
Sin embargo, ahora Yunho había ido más
lejos y le había propuesto matrimonio. ¿Y qué diferencia había? Lo que le
estaba proponiendo básicamente era pagarle por tener un hijo con él.
La gente normal no hacía cosas así.
Bueno, sí lo hacía, pero...
Yunho le había hablado de aquel día en el
que habían coincidido en la clínica de fertilización artificial y Jaejoong
había tenido que admitir que había ido allí para informarse sobre la
posibilidad de hacerse inseminar artificialmente porque estaba tan desesperado
como él por tener un hijo.
También le había contado que, al igual
que él, tampoco quería casarse y que, al final, no habría podido seguir
adelante con el proceso.
Sin embargo, eso no significaba que
quisiera casarse con Jung Yunho. Por mucho que él había insistido en dejarle
claro que sería más un matrimonio de conveniencia que un matrimonio por amor, a
Jaejoong le seguía pareciendo una locura.
Jaejoong abrió la nevera y sacó una
cebolla y unas cuantas zanahorias. Poniéndolas sobre una tabla de madera,
comenzó a cortarlas e intentó pensar en otra
cosa.
Sin embargo, su mente se había quedado
sin ideas. Lo único en lo que podía pensar era en aquella loca propuesta.
¿Qué derecho tenía Yunho a aparecer en su
vida y a ponérsela patas arriba? Él, que era perfectamente feliz... bueno, a lo
mejor no tan perfectamente feliz, pero feliz más o menos. Bueno, un poco estresado,
pero aun así...
Yunho le había hecho pensar en cosas en
las que él no quería pensar. Por ejemplo, ¿qué demonios quería hacer con su
vida?
Desde luego, no quería casarse. Tampoco
esperaba encontrar a su príncipe azul. Habían pasado ya seis años desde que
había muerto Ralph y no había conocido a ningún hombre con el que se hubiera
planteado ni remotamente casarse.
Bueno, sólo uno. Jung Yunho.
Entonces, ¿por qué no quería casarse con
él ahora? ¿Por qué no consideraba su propuesta?
«¡Porque
no te quiere, estúpido!».
Por lo menos, había sido sincero a ese
respecto. Aun así, una pequeña parte, minúscula parte del cerebro de Jaejoong
no podía parar de preguntarse qué pasaría si...
« ¡No!».
Prefería pasarse el resto de la vida solo
que compartirla con un hombre que no lo amara. Jaejoong se paró un momento y
reflexionó. ¿De verdad estaba analizando sinceramente la situación o se estaba
limitando a repetir frases hechas?
De repente, se le ocurrió que, si accedía
a la propuesta de Yunho, les estaría haciendo la vida más fácil a cuatro
personas sin contarse a él mismo.
No, imposible. Tenía que haber otra
manera.
Jaejoong se fijó en que Junsu había
dejado el correo sobre la mesa de la cocina y, al ojearlo, comprobó que se
trataba de facturas.
Al instante, sintió que el estómago le
daba un vuelco. También había una nota de Karen, la dueña del edificio.
/*Jaejoong,
lo siento, pero si el viernes no me has entregado el cheque de pago del
alquiler del mes...*/
El vuelco en el corazón de Jaejoong se
convirtió en un agudo dolor y Jaejoong sintió que se le llenaban los ojos de
lágrimas. No era la primera vez que no llegaba a fin de mes, pero en esta
ocasión realmente lo estaba pasando mal.
¿Qué iba a hacer? Aunque aceptara el
trabajo que Yunho le había ofrecido, el sueldo no le llegaría para pagar todas
las deudas en las que se estaba metiendo.
—Jaee.
Jaejoong miró hacia abajo y vio que Hani
le tiraba del pantalón. Sonrió a la adorable niña y pensó en que Yunho había
perdido a una niña muy parecida. Por un instante, le pareció que comprendía lo
terrible que tenía que haber sido para él.
Hani le echó los brazos y Jaejoong se
agachó para recogerla. La niña se quedó mirando fijamente las lágrimas que
corrían por las mejillas de Jaejoong, alargó el brazo y le tocó el pómulo,
abriendo la boca sorprendida al comprobar que tenía la punta del dedo mojada.
Aquella hizo reír a Jaejoong, que dejó
que Hani le quitara las demás lágrimas una por una. A continuación, la abrazó
con fuerza y le dio un gran beso, maravillándose ante la capacidad que tenía un
bebé de disipar los problemas con su dulzura.
Jaejoong deseaba con toda su alma tener
un hijo, y tener a Hani en brazos no hacía sino recordárselo con fuerza. Un
hijo era algo real y permanente.
Toda su vida había sido siempre temporal.
Nunca había conocido a su padre. Su umma había sido de esas mujeres que
necesitaban tener siempre a un hombre a su lado, pero que no tienen capacidad
para que los novios les duren más que unos cuantos meses. Cuando ella murió, Jaejoong
había pasado a vivir en varios hogares de acogida. Nada de verdad, sólido ni
duradero. Su vida había sido siempre incierta, nunca había tenido nada a lo que
agarrarse de verdad.
Cuando se había casado con Ralph, había
creído que lo había encontrado, pero pronto se dio cuenta de que no era así.
Ralph había cambiado mucho de ser su novio a convertirse en su marido.
Y, de nuevo, estaba solo.
Jaejoong era perfectamente consciente de
que ésa era una de las razones por las que estaba tan empeñado en tener un
hijo. Un hijo no era temporal. Un hijo era para siempre. Un hijo era ternura y
confianza.
Un bebé llenaba los brazos de un joven
con algo más que olor a limpio; un bebé llenaba los brazos de un joven con amor,
felicidad, esperanza y confianza del futuro.
Y eso era exactamente lo que Jaejoong
quería. Lo necesitaba.
Si era sincero consigo mismo, tenía que
admitir que Yunho podía hacer aquello por él y que él podía hacer lo mismo por Yunho.
Podía darle eso a Yunho.
Tenía la capacidad de hacerlo. Podía
dárselo a sí mismo.
Continuara \\(^_^)//...
Niñ@s un comentario no les cuesta nada….
Gracias…
yo no se como para que quiere Jae tener un hijo si no tiene estabilidad económica no puede mantener su casa ni a su suegra para que echarse otro compromiso solo si al poco tiempo no podrá con ello y si de verdad lo anhela que le de el si a Yunho que se case con el y que tenga a sus hijos que Yunho ya esta enamorado de Jae como Jae lo esta de Yunho pero la diferencia es que Jae si esta consiente de que se a enamorado de Yunho pero Yunho no se a dado cuenta de ello toda vía y el piensa casarse con el por que lo quiere como mama de sus hijos si se casan se dará cuenta que no nomas lo quiere como el que traerá sus hijos a el mundo si no que también lo quiere en su vida y para siempre no querrá deshacerse de el nunca mas y eso le ayudara a Jae salir de sus compromisos y podrá ayudar a Junsu de paso
ResponderEliminarJae anímate a casarte con Yunho y seras completa mente feliz
Gracias
Opino lo mismo que Yunho Kim.. para que traer al mundo un niño si no podrás mantenerlo (?) Es triste porque Jaejoong realmente lo desea. Al parecer Jae se está enamorano de Yunho y Yunho gusta de Jae aunque no lo acepte terminará enamorándose ^^ espero que Jaejoong acepte su propuestas y puedan darse una oportunidad para ser felices ^^/ gracias por en cap *3*
ResponderEliminarEs verdad que los dos se atraen pero ellos deben darse cuenta que un matrimonio no es nada fácil y si Jae acepta la propuesta de Yunho así estaría ayudando a su suegra y a Junsu y quien será el padre de Hani voy esperar con ansias la continuación para ver la decisión del Yunjae
ResponderEliminarYunho desea a JJ y su escusa es el hijo ? Yo creo que es eso YH pone como escusa el hijo para asi podwr tener a JJ.
ResponderEliminarJJ por otro lado esta mas perdido 😂
Graciaa x el cap 💖😀
YO TAMBIÉN PIENSO QUE ESTÁN ENAMORADOS...........POR ESO EL DESEO DE TENER UN HIJO DE LOS DOS......GRACIAS
ResponderEliminarYO TAMBIÉN PIENSO QUE ESTÁN ENAMORADOS...........POR ESO EL DESEO DE TENER UN HIJO DE LOS DOS......GRACIAS
ResponderEliminarJae paso por hechos tristes yunho le ofrece un buen futuro y todo a cambio de algo que jae anhela. Acepta jae acepta**
ResponderEliminarQue Jae acepte, soluciona todos sus problemas economícos, ayuda a Junsu y su bebé y además Jae sabe que lo ama y así lograrà que Yunho lo ama.
ResponderEliminarGracias!!!
No es una idea descabellada tu quieres un hijo Yunho también porque el amor puede llegar o quizás ya esta naciendo >o<
ResponderEliminarMe dió mucha risa que Yunho sonara como su abuelo al invetarse una propuesta para Jae. Lo cierto es que él esta loco por Jae y no se ha dado el tiempo aseptar que su deseo por Jae es mas grande de lo que cree y ese asomo de celos en la posivilidad de que alguien le coma el mandado es prueva de que está a nada de enamorarse jajaja. Pobre Jae el agua le llega al cuello y para colmo Yunho le lia los cesos y el corazón a lo bruto. Mi chiquita hermosa tan tierna, tengo mucha curuisidad por saber quien es el papá de Hanni, peeo también preocupación por Junsu porque su enfermedad es muy fuerte y el va muy iptimista por su nena, pero él también necesita a alguin que lo ame. CHUNNIE DONDE ESTAAAAS??? Ok ando happy porque hoy mi Ratón salió del Sm y seria lindo verlo aparecer en esta trama😊😊😊😊
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