Unas noches después, Yunho y Jaejoong
recogieron la cocina después de cenar y se dirigieron al salón a leer el
periódico antes de irse a la cama. De
repente, por el rabillo del ojo, Jaejoong vio que Hani, que se suponía que tenía
que estar ya acostada, entraba en el salón con prudencia, como si supiera que
no era completamente bien recibida.
Jaejoong se quitó las gafas con intención
de interceptar a la pequeña, pero Hani fue más veloz que él y, para cuando a Jaejoong
le dio tiempo a reaccionar, la niña ya estaba junto a Yunho, tirándole del
pantalón y dándole una piruleta a medio comer.
— ¡Papá! —le dijo.
La expresión de Yunho habría sido cómica
si la situación no hubiera sido tan triste.
—Acéptalo —le dijo Jaejoong— Yunho, acéptalo.
A regañadientes, Yunho alargó el brazo y
tomó el caramelo medio comido.
— ¿Y ahora qué hago con esto? —protestó. Jaejoong
tomó al bebé en brazos y la abrazó.
—Yunho te das las gracias, Hani. A Yunho le encantan las piruletas,
como a ti —le dijo Jaejoong a la niña llevándola
con la niñera.
Al volver, se encontró a Yunho lavándose
las manos.
—Espero que te hayas dado cuenta de que te estaba ofreciendo su
posesión más preciada —le dijo con sequedad— Supongo que voy a tener que
enseñarle que el amor no se compra.
—Jaejoong...
Jaejoong vio que Yunho lo estaba pasando
mal y se arrepintió de lo que le había dicho.
—Lo siento, pero es sólo una niña y quiere caerte bien.
—Me cae bien —insistió Yunho un poco
forzado— No es
culpa suya que me recuerde tanto a...
—A Lisa —dijo Jaejoong— Ya lo sé y también sé que
estás intentando ser amable con ella. Sé que estás haciendo un esfuerzo.
—Estoy haciendo un esfuerzo, pero tú quieres que la quiera como si
fuera mi hija y eso no puede ser, Jaejoong.
Tal vez, Yunho tuviera razón. A lo mejor,
todos los esfuerzos que estaba haciendo Jaejoong no sirvieran de nada. A lo
mejor, un día tendría que elegir entre Hani o Yunho.
A la mañana siguiente, Yunho detectó
movimiento en su cama y se despertó. Al instante, el corazón le dio un vuelco.
¿Jaejoong había decidido hacerle una visita?
Al girarse, se encontró con un enorme par
de ojos oscuros que lo miraban divertidos.
— ¡Papá! —exclamó Hani. Yunho se echó
hacia atrás.
— ¡Jaejoong! —gritó.
Hani comenzó a saltar en la cama,
riéndose sin parar. Yunho se quedó mirándola con el ceño fruncido, pero, cuanto
más la miraba, más adorable la encontraba.
Cuánto le gustaría poder mirarla sin ver
la cara de reproche de Lisa.
—Ah, así que estás aquí, ¿eh, pequeñaja? —Dijo Jaejoong entrando en el dormitorio de Yunho y yendo hacia
su cama— ¿Torturando
a Yunho otra vez?
Hani se rió y se escapó.
—Vámonos, venga —dijo Jaejoong
intentando atraparla. Yunho sonrió.
— ¿Y por qué no te unes a nosotros? —le
dijo tomándolo de la mano y tirando de él.
— ¡Yunho! —Se rió Jaejoong cayendo
encima de su marido— ¿Qué haces?
—Disfrutando —murmuró.
—Me alegro de oírte decir eso.
—Me encantaría poder despertarme todos los días así —dijo Yunho acariciándole la punta de la nariz.
De repente, Hani se coló entre sus
cabezas, decidida a formar parte de la conversación. Al instante, Jaejoong se
incorporó para llevársela, pero Yunho estaba más tranquilo.
—No pasa nada, déjale que se quede —le
dijo. Jaejoong lo miró feliz.
—Hoy se ha despertado con ganas de marcha, ¿sabes? —Le dijo mirando a la niña con cariño— Por lo visto, me ha contado
Nadine que ayer se pasó todo el día corriendo detrás de ella porque abría todos
los cajones que se encontraba y los vaciaba.
—Sí, hay una edad en la que les encanta hacer eso —contestó Yunho recordando que Lisa también lo hacía.
Al pensar en su hija, se tensó y esperó
que una punzada dolosa se apoderara de él, pero el dolor no llegó. Yunho se
preguntó por qué, pero se olvidó de ello porque ahora tenía a Jaejoong a su
lado y podía disfrutar de unos minutos más de paz y mimos antes de tener que
irse a trabajar.
Jaejoong estaba seguro de que estaban
haciendo progresos, pero era cierto que todavía había un gran obstáculo. JiHye
le había dicho que Yunho se sentía culpable. De ser así, seguro que le iba bien
hablar de ello, pero Jaejoong no sabía si iba a tener el valor de sacar el tema
de conversación.
Una noche, aproximadamente una semana
después, Yunho estaba haciendo la maleta para irse de nuevo a un viaje de
negocios y a Jaejoong le pareció un buen momento, así que le dijo que quería
hablar con él.
Una vez hecha la maleta, Yunho se reunió
con él en el salón y Jaejoong le expuso la situación. Yunho escuchó su versión
de la teoría de su hermana sobre su sentimiento de culpa por no haber atendido
a Lisa mientras estaba viva y no dijo nada.
Al cabo de un rato, se puso en pie, se
sirvió una copa y fue a tomársela al balcón, lejos de Jaejoong. Jaejoong supuso
que estaba furioso con él, pero una hora después lo buscó, lo tomó entre sus
brazos y hundió la cara entre su pelo.
—Aquel día... —comenzó con voz trémula— Era obvio que a Lisa le pasaba algo por la mañana, pero yo tenía una
reunión y su umma una presentación, así que ninguno de los dos le hicimos mucho
caso. Teníamos cosas mucho más importantes que hacer – añadió al borde del llanto— La niñera estuvo todo el día intentando localizarnos, pero mi
teléfono móvil no funcionaba bien y Jan lo tenía apagado. Cuando llegó a casa,
a última hora de la tarde, la niña tenía mucha fiebre y la niñera estaba
histérica. Jan me llamó varias veces, pero el teléfono seguía sin funcionar y
mi secretaria no estaba en el despacho aquella tarde, así que metió a la niña
en el coche y se fue al hospital. Se saltó un semáforo y provocó un accidente.
Ella sobrevivió durante veinticuatro horas más, pero Lisa se mató en el acto.
—Oh, Yunho. Oh, cuánto lo siento. ― Yunho
se apartó y sacudió la cabeza.
—En cualquier caso, no fue culpa tuya —le dijo Jaejoong.
—Por favor, Jaejoong, por supuesto que fue culpa mía. Si hubiera sido
un buen padre y un buen marido, el accidente jamás habría ocurrido. Por
supuesto que fue mi culpa y pagaré por ello todos los días de mi vida.
Jaejoong no iba a aceptar aquello, así
que lo siguió hasta su dormitorio y se enfrentó a él.
—Jung Yunho, quiero que me escuches bien —le advirtió— Eres un hombre maravilloso. A lo mejor, fuiste descuidado en el
pasado, pero ahora has aprendido, eres más maduro y estoy seguro de que jamás
desatenderás a tu familia.
— ¿Cómo lo sabes?
—Lo sé porque te conozco, porque te he visto actuar y, sobre todo,
porque te quiero —contestó Jaejoong
acercándose a él.
Yunho lo miró sorprendido. Obviamente, no
se esperaba aquella contestación.
Jaejoong se había saltado las reglas.
—Hazme el amor, Yunho —le dijo
pasándole los brazos por el cuello— Si no puedes amarme, por lo menos, hazme el amor. Prometiste que lo
harías y te exijo que cumplas tu promesa.
—Cumpliré mi promesa si tú me prometes que te quedarás conmigo toda
la noche, ¿de acuerdo?
Jaejoong lo miró sorprendido.
—Por supuesto. ¿Estás seguro? Yo creía que eh... bueno, sé que
consideras que Jan es tu verdadera esposa y...
—Jaejoong —lo abrazó Yunho con fuerza—
Tú eres mi esposo.
No lo dudes jamás. Me muero por tenerte a mi lado todas las noches.
Jaejoong lo miró con lágrimas en los
ojos.
—Yunho, para mí será un placer compartir la cama contigo.
A continuación, Yunho lo tumbó sobre la
colcha de terciopelo de su cama y Jaejoong supo que, por fin, tenía un hogar.
>>> ♥ <<<
Yunho se sentó en el avión que lo iba a
llevar a San Francisco y se quedó mirando su maletín. Dentro había un sobre
grande. Aunque todavía no lo había abierto, sabía cuál era su contenido.
Los detectives que había contratado
habían terminado, por fin, el informe sobre los parientes vivos de Hani. Eso
era lo que les había pedido, llevaba semanas esperándolo... pero, por algún
extraño motivo, no tenía ninguna prisa por leerlo.
Durante el vuelo, recapacitó sobre todos
los errores que había cometido en sus relaciones y se preguntó cómo Jaejoong,
un joven tan maravilloso, podía soportarlo a su lado. Al llegar al hotel, dejó
la maleta sobre la cama, la abrió y comenzó a sacar la ropa para colocarla en
el armario. Al instante, se dio cuenta de que allí pasaba algo. Alguien había
metido cosas en su maleta.
Cuanta más ropa sacaba, más piruletas
rojas aparecían. Había piruletas rojas por todas partes, incluso una toda
chupada sobre el traje de lana que había elegido para la importante reunión a
la que tenía que asistir.
Obviamente, cortesía de la pequeña Hani.
Yunho se quedó mirando el traje,
esperando a que el enfado se apoderara de él, pero no sucedió. En lugar de
enfadarse, comenzó a reírse a carcajadas.
—Hani, Hani —murmuró sacudiendo la
cabeza— Oh, Hani. ― Y siguió riéndose hasta que se le saltaron las lágrimas.
Aquella noche, soñó con una niña pequeña
de pelo oscuro y la niña resultó ser Hani y no Lisa, y le sonreía.
Yunho se levantó y se quedó mirando el
techo, pensativo. Estaba nervioso. Era consciente de que deseaba algo. Deseaba
a una persona en concreto a su lado y no era Jan.
Era Jaejoong.
Sí, era Jaejoong, aquel precioso y
sensible joven con el que se había casado y al que no había valorado en todo su
esplendor. Yunho se levantó de la cama y, mientras se daba una buena ducha,
tomó una decisión.
Se volvía a casa.
Lo primero que hizo fue sacar el sobre de
los detectives del maletín y romperlo sin abrirlo. A continuación, llamó a su
despacho y canceló la reunión. Luego, volvió a hacer la maleta, con las
piruletas y todo, bajó al vestíbulo del hotel y reservó vuelo en el siguiente
avión.
Volvía a casa con el hombre que amaba...
y con la niña que creía que podía comprar su amor con piruletas.
Al entrar en casa, la primera que salió a
recibirlo fue, precisamente, Hani.
— ¡Papá! —gritó emocionada corriendo
hacia él.
Yunho tomó a la pequeña en brazos y la
abrazó con fuerza.
—Gracias por las piruletas, Hani —le
dijo Yunho— Me has dado una gran sorpresa.
La niña sonrió tímidamente y Yunho la besó
en la mejilla en el instante en el que aparecía Jaejoong.
— ¡Yunho! —Se asombró— ¿Qué haces aquí?
Yunho dejó a Hani en el suelo y se giró
hacia Jaejoong.
— ¿Qué pasa? — Le preguntó Jaejoong
nervioso— ¿He hecho
algo?
—Desde luego que sí —contestó Yunho
sonriendo— Has
construido una familia para mí, Jaejoong y yo, tonto de mí, sin darme cuenta.
Jaejoong sonrió también.
—Ah, ¿era sólo eso?
—No, hay algo más.
Tras tomarlo entre sus brazos, lo miró a
los ojos.
—Has hecho que me enamore de ti.
Jaejoong se estremeció.
— ¿Lo dices en serio?
—Completamente en serio —le aseguró
Yunho— Jaejoong,
¿te quieres casar conmigo?
—Ya me he casado contigo, tonto.
—Ya lo sé, pero quería pedírtelo otra vez.
—Muy bien. Me casaré contigo cuando tú quieras, Yunho. Me volvería a
casar contigo en cualquier momento.
—Me alegro porque, como regalo, he decidido darte todo mi tiempo.
Continuara \\(^_^)//...
Niñ@s un comentario no les cuesta nada….
Gracias…
Hola Poleht ^o^;
ResponderEliminarWow,hermoso capitulo!!
Para festejar los 13 de Dbsk ^_~.
Espero con ansias por el próximo.
Un abrazo y matta ne.
Hanajima-san.
Hay que lindo siempre hay un porque de las cosas es una pena que Junsu falleciera por que Hani era quien iba a unir a Yunho y Jaeloong para que se dieran cuenta de que se amaban mucho ojala que sean felices y no haiga ya ningun problema gracias por el capitulo esrare con ansias el siguiente
ResponderEliminarhermoso capitulo por fin se dio cuenta Yunho de cuanto ama a Jae y su nueva familia ahora si que les viene una vida llena de amor a mas no poder y Jae el mas feliz del mundo por conseguir que Yunho corresponda a su amor y al de Hani
ResponderEliminarGracias me encanto
Yunho rompio el sobre con la info de los familiares de junsu o.o no se porque cruzo por mi mente que esa familia podria ser familia de la esposa muerta de Yunho. Me encanto el cap ^^ gracias amiga por el cap <3 felices fiestas amiga 🎆🍸🎶🎄🎉
ResponderEliminarque lindo capitulo!!! que bueno que yunho se dio cuenta de sus sentimientos...
ResponderEliminarGracias por el capitulo... y feliz navidad!
QUE HERMOSO CAPITULO ,IMPOSIBLE NO CAER EN ESE AMOR TAN PURO Y NOBLE COMO EL HANI Y NI HABLAR DE SU ESPOSO ,HABÍA ENCONTRADO DE NUEVO SU FAMILIA Y NO COMETERÍA EL MISMO ERROR .....GRACIAS Y MUCHAS FELICIDADES
ResponderEliminarOhh! Que precioso capitulo, al fin Yunho supero su trajedia y puede amar libremente a Jae y Hani sin remordimiento de conciencia.
ResponderEliminarDeseo que pases un feliz y muy próspero año nuevo.
Gracias!!!
Yunho pudo sobrellevar su perdida,y porfin acepto que se enamoro de Jaejoong y que puede vivir con una familia feliz junto también con Hani ^^
ResponderEliminarPequeña hermosa¡¡¡¡ Dios Junsu dejo un tierno y ocurrente angelito sana corazones😢😢😢. Eso de las paletas wooo (a los tres años puse chocolates en el portafolios de mi papá porque estaba molesto conmigo por una gran, travesura) esto me recordo la vez que mi papá me lo contó. Ayyy Yuuuunhoooo eres fantasticoooo¡¡¡ Quiero llorar.
ResponderEliminarCon el momento de las piruletas en la maleta solo exploté en llantos. Que hermoso todo <3 gracias por esto <3
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