Herencia Siliciana. Prólogo

Yoochun arrojó el sombrero que había llevado puesto mientras les mostraba a los potenciales inversores el complejo de lujo en Sicilia. Luego, se pasó la mano con impaciencia por el oscuro y grueso cabello mientras se ponía el teléfono en la oreja.

 — ¿Me buscabas, Don Yunho? — preguntó lacónicamente.

Si a su hermano mayor le irritaba que Yoochun utilizara con mofa su título, no dijo nada.

 — Lo hemos encontrado — se limitó a decir — Ésta es su dirección de Corea.

Ya sabes lo que tienes que hacer.

Yunho colgó antes de que Yoochun pudiera decir nada. Entonces él recogió su sombrero y se dirigió hacia el módulo portátil que hacía las veces de despacho.

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Continuara \\(^_^)//...

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