lunes, 6 de junio de 2016

El Acuerdo. Cap 24



 - Jaejoong…

Fue lo único que pudo decir el vampiro. De todas las cosas que podría haber dicho en el mundo ese monosílabo parecía ser lo único que de verdad valía la pena decir en ese momento. El ver a su rubio parado justo frente a él, después de horas de estar soñando poder volverlo a ver, con tenerlo cerca una vez más. Todas las horas de sufrimiento valían la pena solo con poder ver esa expresión de maravilla en su hermoso rostro al mirarlo.

 - Yunho… - gimoteo el rubio a cambio.

Antes de que ninguno de los dos pudiera agregar más que esas dos palabras, el salcor corrió a los muy dispuestos brazos de su esposo para poder darle el abrazo con el que soñaba hace horas. Yunho estrechó a Jaejoong con tanta firmeza contra su pecho que por un momento temió hacerle daño, pero toda la desesperación que había sentido durante las horas que habían estado alejados y todo el miedo que lo había consumido, no le permitieron soltar al salcor ni aunque de verdad hubiera querido hacerlo.

 - Por favor dime que no te hicieron daño – rogó el moreno contra el cabello de su adorado rubio.

 - No pudieron hacerme nada, Yunnie. Tenía algo de magia y la use para protegerme.

Al escuchar eso al vampiro se le rompió el corazón y solo pudo estrechar más firmemente a su esposo y enterrar el rostro en su cuello, aspirando su delicioso aroma tratando de convencerse de que por fin estaba a salvo, de que ni él ni sus hijos corrían peligro.

 - Lo siento, Jaejoong. Lo siento tanto… si no fuera por mí…

 - No. No digas eso. Estás aquí con nosotros. Viniste por nosotros. Yo sabía que lo harías, no lo dude ni por un segundo.


Solo entonces el vampiro aflojó su agarre lo suficiente para poder besar a su esposo con desesperación y lleno de agradecimiento por la maravillosa criatura que era el rubio. Jaejoong no pareció tener ningún problema en devolverle el beso a su vampiro, mientras trataba de pegarse aún más a su cuerpo si es que eso era posible. Las manos de Yunho se aferraron a la cintura de Jaejoong mientras que el rubio acariciaba toda la extensión del cuello del vampiro hasta su cabello. Ambos parecían estar más que listos para continuar lo que habían empezado justo donde estaban, pero cuando Yunho jadeó separándose de los labios de su esposo, la preocupación reemplazo la lujuria que el rubio estaba sintiendo.

 - ¿Yunnie? ¿Estás bien? – preguntó acariciando el atractivo y aún chamuscado rostro

 - Bien… es solo que me hirieron cuando venía hacia aquí y mi cuerpo estaba muy ocupado tratando de mantenerme con vida como para cerrar otra herida. Pero estaré bien… - respondió el vampiro con una sonrisa cálida.

La expresión preocupada en el rostro de Jaejoong no cambió al comenzar a inspeccionar el cuerpo de su esposo. No le tomó mucho tiempo encontrar la herida de espada en la armadura que cubría el pecho del vampiro y bajaba hasta su abdomen. De allí provenía la sangre en la que Yunho estaba cubierto. Y por si eso no fuera suficiente su rostro y sus manos estaban cubiertos de quemaduras, pero Jaejoong estaba seguro que la armadura del vampiro cubría aún muchas más de ellas de su vista.

 - Necesitas alimentarte. – le dijo Jaejoong descubriendo su yugular para él.

 - No, Jaejoong… has pasado por mucho el día de hoy y…

 - Nada que no me permita cuidar de ti. Por favor, me duele verte herido. – rogó el rubio con sus ojos llenos de tristeza.

Yunho observó unos momentos al rubio tratando de encontrar una excusa para decirle que no y al final suspiró derrotado. De verdad no le gustaba la idea de beber de su embarazado esposo unos minutos después de que un demonio casi lo asesina. Pero la mirada de tristeza en los luminoso ojos grises lograba convencerlo de lo que fuera. Con suavidad y después de dejarle un tierno beso de agradecimiento, Yunho mordió con cuidado la pálida y esbelta columna que era el cuello de su rubio. La deliciosa sangre del rubio le llenó la boca y el vampiro tragó casi en éxtasis ante su sabor. Bebió lo más pausadamente que pudo, no queriendo beber demasiado, ya que su esposo aún tenía a sus hijos dentro de él. Después de unos cuantos tragos, Yunho soltó la vena de su esposo con un jadeo complacido al sentir como la poderosa sangre comenzaba a hacer lo suyo en su cuerpo.

 - Gracias, Boojae… Gracias.

Cuando levantó la vista, Yunho se encontró con un muy ruborizado Jaejoong, que le sonrió con picardía.

 - Sabes que es mi placer, vampiro mío… - comentó antes de revisar el abdomen de su esposo, que para su enorme alivio había comenzado a cerrarse. – Quítate estas cosas. Ya no las necesitas y no me gusta ver tu sangre en ellas…

Con la ayuda del rubio, Yunho comenzó a quitarse cada pieza de protección que traía, hasta quedar únicamente en un par de pantalones, botas y una camisa arruinada. Pero justo cuando iba a tomar a Jaejoong en sus brazos una vez más, unos sonidos de pasos apurados se oyeron acercarse en su dirección. Yunho se envaró al instante, preparado para luchar, solo para relajarse cuando Chaerin, Jisub y Yoosu aparecieron por la puerta.

 - ¡¡Jaejoong!! – gritó la Iirie de los salcor

Y entonces su esposo desapareció de su vista en el abrazo de grupo de su familia. El moreno no pudo evitar sonreír ante el obvio amor que ellos sentían por su rubio. Y el abrazo solo creció cuando las ocho hermanas de Jaejoong entraron en la habitación unos momentos después, tan desnudas como el día que habían nacido. Abriendo los ojos desmesuradamente, Yunho se dio cuenta de que el único con ropas en el grupo era su rubio y tan absorto había estado en su preocupación por su bien estar, que no se había percatado de ese detalle hasta ese momento. Muy incómodo, el moreno se giró lo más discretamente que pudo para darles la espalda, cuando alguien lo tomó del brazo para incluirlo en ese enorme abrazo muy desnudo...

 - Yunho, pensé que ibas a morir. Fue aterrador ver cómo te desintegrabas.  dijo una de las hermanas de Jaejoong, Soojeong.

 - Es un alivio ver que estas bien…

 - Nos diste un susto de muerte

El moreno casi no podía creer que todas esas salcor, que por regla natural deberían odiar su mera presencia, estuvieran tan preocupadas por su bienestar. Si le hubieran dicho hace unos meses que eso sucedería, se habría reído a carcajadas ante la estupidez. Sin embargo en ese momento, y dejando de lado su incomodidad por la falta de ropas, Yunho abrazó firmemente a cada uno de los salcor presentes.

 - ¿Cómo están las cosas afuera? ¿Están ustedes bien?  - Preguntó el vampiro mirando únicamente a los rostros de su familia política.

 - Nada le sucedió a ningún salcor. Nos mantuvimos en todo momento a cubierto. Los demonios y su asquerosa sangre están haciendo estragos en el pobre terreno, pero están todos muertos.

Yunho asintió sintiéndose aliviado de que ninguno de ellos haya resultado herido y se giró para mirar a su esposo. Con una sonrisa de lado, el moreno extendió la mano para acariciar el vientre cubierto apenas por una camisa que no estaba del todo abotonada. Jaejoong aún tenía problemas con la ropa.

 - Deberías salir con tu familia al menos una hora a la superficie, Boo.

 - ¡No! No quiero dejarte solo… - se quejó el rubio.

 - No me sucederá nada aquí y me sentiré mucho mejor si tus poderes están completamente cargados. Además tu familia está aquí y te pueden hacer compañía. Sé que los has extrañado…

El rubio pareció dudar unos momentos, considerando silenciosamente lo que le acababa de decir su esposo, pero finalmente asintió sin mucho entusiasmo. Así que después de darle un abrazo apretado al vampiro y un beso largo y apasionado, el muchacho salió a la superficie acompañado y sostenido por sus hermanas.

Una vez que el vampiro se encontró solo en la habitación, se permitió por primera vez en horas sentarse y tomar aire profundamente. Su esposo estaba por fin a salvo y él había logrado salir de todo el lio con vida. Pero el hecho de que esa parte de sus preocupaciones estaba resuelta, abría la puerta a otras.

Yunho había sido traicionado en su propio hogar. Una de las personas en las que había confiado su vida y la de su esposo, había decidido entregarlo al enemigo sin remordimientos. Tal vez había sido tonto de su parte creer que simplemente porque el día de su coronación la gente había votado a su favor, nadie lo dañaría. Y si bien podía vivir con ese peligro sobre su cabeza, no se podía permitir que estuviera sobre Jaejoong y sus hijos.

Era evidente que había muchas cosas que tenía que resolver con urgencia, pero había una en partículas que tenía que resolver al instante y la verdad era… que no le agradaba nada.


>>>♥<<<


Aproximadamente una hora más tarde, Jaejoong volvió a descender a la habitación donde Yunho se encontraba sentado y con una gran sonrisa se sentó en el regazo del vampiro para poder besarlo. Esa hora había sido suficiente para que sus poderes volvieran a estar recargados y además había pasado tiempo con su familia. Para el salcor los horrores del día estaban lejos y no quería volver a pensar en ellos. En la mente del vampiro en cambio, no había espacio para pensar en otra cosa que no fuera eso.

El salcor se acomodó contra el pecho de su vampiro y suspiró satisfecho, sintiéndose seguro y feliz, pero mientras que Yunho le devolvió el abrazo con cariño su expresión era sombría.

 - Ya quiero volver a casa… - comentó Jaejoong y sin darse cuenta, dándole a Yunho el pie para comenzar la conversación que no quería tener.

 - Boo, no puedes volver a casa conmigo…

Jaejoong parpadeó unos momentos confundido, tratando de descifrar si había oído mal o no, antes de levantar la mirada hacia el rostro acongojado de su esposo.

 - ¿De que estas hablando, Yunnie?

 - De que creo que lo mejor para ti y para los bebes, es que vuelvas a vivir con tu familia en el claro…

El horror se reflejó al instante en el rostro del rubio ante lo que oía.

 - ¿Estás diciendo que no me quieres cerca de ti?   

Esa vez fue el vampiro el que se mostró horrorizado ante lo que decía su esposo.

 - ¡NO! Jaejoong, yo te amo. – Contestó el vampiro tomando el rostro del salcor entre sus manos – Lo único que estoy diciendo es que hasta que los bebes nazcan, no hay lugar más seguro en la tierra para ti y para ellos que tu hogar…

- Pero mi hogar está junto a ti. No puedo irme. – protestó el rubio sintiendo ganas de llorar.

- Boo… había un espía de los demonios en el castillo. Era Minzy – la incredulidad cubrió el rostro de Jaejoong – Si alguien tan cercano a nosotros puede hacernos lo que nos hizo, no puedo permitirme tenerte allí. Tienes que volver a donde estas a salvo, hasta que pueda asegurarme de arreglar todo para que yo pueda estar tranquilo de que tú y nuestros hijos pueden irse a dormir en sus camas sin que nadie les haga daño.

Jaejoong aún no podía creer lo que Yunho había dicho de Minzy. Simplemente no podía ser posible. ¿Porque haría ella algo semejante? Pero su Yunnie no le mentiría. Suavemente y con paciencia, Yunho le contó todo lo que Minzy le había contado. Al finalizar la explicación Jaejoong no pudo sentir rencor hacia la vampiresa, pero tampoco creía que la decisión de Yunho de echarla estaba errada. Minzy había puesto la vida de sus hijos en peligro, y eso era algo que no se podía perdonar.

 - Pero Yunnie… yo te necesito. No puedo estar sin ti…  - le recordó Jae al moreno

 - Lo sé, Boo. Iré a verte todos los días y a pasar unas horas contigo. Pero tengo que resolver las cosas en casa para que sea seguro para nosotros.

Jaejoong no dijo nada, pero Yunho podía ver que aunque la idea no le agradaba, entendía que era lo mejor para todos.

Cuando oscureció, Yunho cargó en brazos a Jaejoong y salieron a la superficie, donde solo se encontraban los padres de Jaejoong y Yoochun y Junsu, además de una pila enorme de demonios siendo quemada. Poniendo a su esposo en el suelo, el vampiro explicó brevemente lo que había estado discutiendo con el salcor en el sótano y Chaerin estuvo de acuerdo con su razonamiento al instante, prometiendo que ella cuidaría de Jae y los niños como nadie.

Despedirse de su lloroso esposo había sido lo más doloroso que Yunho había tenido que hacer, pero sabía que era por su bien. Así que no importó cuanto quiso ir tras el rubio y pedirle que volviera o simplemente tirar a la basura toda esa porquería de ser rey e irse a algún lugar lejano con su esposo y sus niños. Yunho sabía que fuera de la protección de la comunidad, él y su familia eran un blanco aún más fácil. Por lo cual el vampiro tenía que tomar lo que tenía y limpiar toda la mierda que la cubría.

Cinco minutos después de que Jaejoong y su familia habían desaparecido en los bosques, Yunho escuchó el sonido de marcha de soldados dirigiéndose en su dirección. Los soldados vampiros llegaron frente a Yunho fuertemente armados y precedidos por miembros del consejo que lo miraban como si fuera una aparición.

 - Su majestad… el sol…

 - Gracias a la sangre de mi esposo, pude resistir lo suficiente para llegar hasta aquí.

Los murmullos entre la multitud comenzaron a crecer, todos y cada uno de ellos impresionados por la enorme hazaña de que un vampiro pudiera caminar bajo el sol. Sin embargo a Yunho eso no le interesaba un pepino en ese momento.

- Me alegro de que hayan venido hasta aquí, nos ahorrará tiempo. – Comenzó el vampiro – Seré breve. A partir de hoy, todos los que trabajan en el castillo, incluyéndolos a ustedes, están despedidos.

Las expresiones de incredulidad y las exclamaciones de enojo no se hicieron esperar, sobre todo del consejo, pero a Yunho le importó muy poco.

 - Una ciudadana que trabajaba en el castillo entregó a mi esposo sin importarle nada, y me aseguraré de que eso no vuelva a suceder. Podrán recuperar su trabajo si es que lo quieren, una vez que pasen por pruebas de confianza que me encargaré de arreglar. Mientras tanto, quiero que ese castillo quede vacío. – Cuando las voces comenzaban a alzarse una vez más, el vampiro simplemente se giró sobre sus talones, dirigiéndose hacia el edificio en ruinas que los demonios habían utilizado como escondite – pueden irse.

El vampiro bajo al sótano una vez más para buscar su armadura y su armamento, pero cuando salía a la superficie una vez más escuchó un ruido de cadenas. Poniéndose alerta, el vampiro siguió el sonido hasta una habitación de piedra que por algún milagro seguía en pie, con una puerta de metal tan deformada que apenas podía cerrarse. Tomando la espada con una mano, el moreno empujó la puerta con la otra.

Dentro estaba un hombre de su clase. Un vampiro. El jodido hermano de Minzy. Al parecer el tipo no podía ver más que la silueta de Yunho en el rellano de la puerta, pero si había captado el reflejo de la luz en su espada. Al instante el maldito comenzó a gimotear y a agitarse, tratando de liberar sus muñecas de las cadenas, con poco éxito.

 - Mi hermana les dio lo que querían. Dejen que me valla… ya no les sirvo de nada…

A Yunho se le alargaron los caninos de puro odio y se acercó hasta el vampiro encadenado.

 - Hijo de tu puta madre…

Bizqueando un poco el tipo lo miró, deteniéndose en su boca.

 - Tú…

 - Soy tu rey y tú y tu familia me han traicionado.

- ¡Señor! U-usted no entiende… e-ellos me obligaron a d-decirles de M-minzy y dijeron que era la un-única forma y yo…

 - Cobarde asqueroso. Lástima que haya jurado no matarte.

Y antes de que el tipo pudiera decir nada más, Yunho le cruzó la cara con un puñetazo que lo dejo inconsciente y que probablemente le rompió la nariz. No que le importara…


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Continuara \\(^_^)//...
Niñ@s un comentario no les cuesta nada….
Gracias…           

9 comentarios :

  1. Es un verdadero alivio que el YunJae este junto de nuevo. Aunque me da cosita que se tengan que separar, pero es lo mejor que se puede hacer mientras Yunho verifica en quien puede confiar realmente.

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  2. *0*aw gracias por actualizar^^
    Yunho hizo lo mejor para Jae y yo estoy de acuerdo >.< Jae y sus bebes estarían en constante peligro y pss eso no tendría nada tranquilo a Yunnie ..
    Gracias por el capítulo...😀

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  3. *0*aw gracias por actualizar^^
    Yunho hizo lo mejor para Jae y yo estoy de acuerdo >.< Jae y sus bebes estarían en constante peligro y pss eso no tendría nada tranquilo a Yunnie ..
    Gracias por el capítulo...😀

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  4. me alegra que Yunho lograra rescatar a Jae lo que me entristece es que Jae se tenga que ir con su familia pero tiene razón Yunho con ellos estará mejor en lo que el escoge a su gente de confianza para protección de su familia y tengan la tranquilidad de que no pasaran por lo mismo
    Gracias

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  5. Fue lo mejor, Jae debe estar resguardado en lo que Yunho soluciona todo. Yunho debe poner mano dura, u.u porq tiene razon, se trata de su amor y sus hijos. <3 Gracias linda :-) <3

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  6. Que bueno que Yunho llego a tiempo para rescatar a Jae,Yunho ha tomado la mejor decision correcta aunque le duela pero lo importante es que Jae y sus bebés este a salvo,ahora le toca a Yunho asegurarse de que no haya mas traidores

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  7. Difícil decisión de separarse de su familia, pero primero esta su seguridad.

    Wue tipo tan descarado el hermano de la traidora, pero haber que pasa, porque " el que a hierro mata, a hierro muere".

    Gracias!!!

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  8. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  9. Todo salió bien y eso es un alivio. Solo que han obligado a Yunho a tomar medidas drásticas, y creo que nadie puede culparlo por dudar hasta de su propia sombra. Pienso que es un error dejar que Minzy y su familia vayan por ahí cuando saben secretos y debilidades de ambos pueblos, en especial de la familia real y dado que el hermano es un miserable, bien puede usar esa información por venganza y ponerla a disposión de enemigos de los vampiros o salcors. Yunho debería confinarlos en un calabozo de por vida.

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