Jaejoong se desperezó,
abrió los ojos ligeramente, lo justo para ver que la luz de primera hora de la
mañana entraba por la ventana. Sonrió felizmente, volvió a cerrar los ojos y un
torrente de alegría inundó su cuerpo cuando se giró para abrazar a Yunho.
El
espacio donde se había quedado dormido la noche anterior, abrazándolo, estaba
vacío.
Jaejoong
sintió una puñalada de inseguridad, pero pronto se recuperó. No volvería a
pasar por eso. Nunca más se atormentaría a sí mismo buscando motivos ocultos,
pensó, y se relajó estirándose por completo.
Yunho
se habría levantado temprano y se habría ido a su habitación, o a dar un paseo,
o a pescar. ¿Y qué? No significaba nada. Puede que él fuese su amante y, si él
seguía queriendo, pronto también su esposo, pero no era su guardián. No tenía
que aclarar cada movimiento que hacía con él antes de hacerlo.
La noche
anterior lo había alterado todo. Jaejoong tenía que darle una oportunidad a lo
que había entre ellos y no buscar siempre el lado negativo. Y no sólo por el
bien de Changmin, sino por el suyo propio, y por el de Yunho.
Yunho
necesitaba a su hijo, necesitaba saber que su hijo era feliz y que se ocupaban
bien de él, disfrutando de todas las ventajas que él pudiera darle. Podrían
casarse y ser felices. Una familia feliz. Los tres juntos. Podría necesitar
mucho tiempo y, sobre todo, mucha paciencia hasta convencerlo de que él no era
quien Yunho creía, aunque todas las pruebas apuntasen en su contra, pero sabía
que, tarde o temprano, lo conseguiría.
La
noche pasada había aprendido que podía hacerse. El sexo que habían tenido había
sido tan intenso y emocional como al principio. Pero no había sido sólo sexo
porque, de haber sido sólo eso, él lo habría sabido y se habría despertado por
la mañana sintiéndose fatal, odiándose a sí mismo, en vez de sentirse seguro
con respecto al futuro que podrían tener juntos.
Había
sido como si dos almas ansiosas se hubieran encontrado de nuevo después de
haber estado perdidas en el limbo, agarrándose la una a la otra. Dos almas que,
por segunda vez, se reunían fundiéndose en una sola.
Así
que, aunque Yunho tuviera en la cabeza que él era un ladrón de los peores, su
cuerpo y, quizá, su corazón contaban una historia diferente. En el sentido
estrictamente físico, Yunho lo necesitaba tanto como él lo necesitaba a él. Y
con el amor de su parte y la aceptación final por parte de Yunho de que él era
inocente, podrían acortar distancias.
El
suspiro que emitió al sentirse satisfecho con su nueva seguridad en sí mismo
fue interrumpido por un golpe en la puerta, que anunciaba al ama de llaves, que
le llevaba una enorme taza de café en una bandeja de plata.
― Buenos días ― dijo
la mujer con su precario inglés, y Jaejoong se incorporó entre las almohadas,
agarrando la sábana para no mostrar su pecho ― La primavera está aquí para quedarse con
nosotros ― depositó la bandeja en la mesilla que
había junto a la cama e hizo caso omiso al camisón que había quedado tirado en
el suelo la noche anterior ― El señor Jung se marchó hace media hora y me
pidió que le dijera que tiene un negocio que atender en Seúl durante uno o dos
días. Como hace una mañana tan buena, le serviré el desayuno en el jardín, ¿le
parece bien?
― Muchas gracias ― fue
lo único que Jaejoong pudo decir mientras tomaba la taza de café con manos
temblorosas de pronto. A pesar de sus buenas intenciones, las dudas regresaron
a su cabeza. Odiaba las dudas, pero insistía en replanteárselo todo otra vez,
estropeando las cosas.
¿Por
qué Yunho no lo habría despertado para explicarle que se iba fuera en vez de
dejarle un mensaje al ama de llaves? Sólo le habría llevado un par de minutos
en su día tan ajetreado. ¿Es que no tenía ni la más mínima consideración?
¿Acaso lo que él había visto la noche anterior había sido sólo lo que quería
ver y no lo que realmente había?
«¡Alto ahí!», se
dijo a sí mismo cuando el ama de llaves abandonó la habitación. Estaba pidiendo
demasiadas cosas de él y demasiado pronto. Yunho ya se había comprometido con
su hijo y con él como eomma del niño, porque Changmin lo necesitaba. Le
llevaría un tiempo comprometerse con él como la persona que era y nada más,
comprometerse con él como esposo, como alguien que era algo más y no sólo una parte
del paquete.
Pero él
tenía el tiempo de su parte. Ése fue su último pensamiento tras terminarse el
café y salir de la cama. Hacía un día precioso y aún estaba a tiempo de bañar y
vestir a Changmin. Los tres podrían desayunar en el jardín, con la fuente y los
narcisos que perfumaban el aire con su fragancia, a Minnie le encantaría eso, y
cuando Changmin se echase la siesta, él podría continuar con sus lecciones de coreano
con el ama de llaves. Porque, si iba a hacer su vida allí, iba a tener que
hablar con la misma fluidez que los nativos.
>>>♥<<<
Mientras
Yunho se alejaba conduciendo al aeropuerto para salir de Seúl, el corazón le
golpeaba con fuerza en el pecho. Todo había sido como él sospechaba. Al verse
entre la espada y la pared, JiHyun le había dicho todo lo que necesitaba saber.
Jaejoong había sido engañado, como él tantas veces había argumentado.
¡Y él
no lo había escuchado! Al verse frente a aquellas supuestas pruebas, se había
sentido destrozado. Su larga amistad y respeto por JiHyun habían sido más
importantes que cualquier otra cosa, y no lo había escuchado. Había preferido
creer a JiHyun, a la que nunca había amado, pero en la que había confiado.
Nunca la habría creído capaz de semejante cosa, ni en un millón de años.
Maldiciéndose
a sí mismo y pensando en cómo su dolor inicial se había convertido después en
un orgullo que le había permitido creer lo peor de Jaejoong, pisó el
acelerador. Necesitaba estar con él y comenzar a intentar arreglar las cosas.
¿Le
daría Jaejoong una segunda oportunidad? Puede que hubiera disfrutado haciendo
el amor con él, ¿pero sería capaz de volver a amarlo de nuevo después de cómo
se había comportado él?
A
pesar del aire acondicionado del coche, Yunho comenzó a sudar y, dándose cuenta
de que iba tan deprisa que podía pararle la policía, quitó el pie del
acelerador y trató de centrarse en algo que no fuera su adorado y hermoso Jaejoong.
Al
enterarse de que alguien no había seguido sus instrucciones de no comentar nada
sobre el supuesto robo, había comenzado a sospechar, pero finalmente sus
sospechas se habían convertido en realidad. Pero había sentido la necesidad de
comprobarlo. Él trabajaba con hechos, siempre había sido así, y no con
suposiciones. Y esa misma mañana había salido en busca de esos hechos.
Tras
reclamar un favor que le debían, había tenido acceso a material confidencial y
había verificado esas sospechas.
El día
de la fiesta de cumpleaños de Jihye, el padre de JiHyun ya atravesaba
dificultades económicas, así que, cuando él se había llevado a su prometida
aparte para comunicarle la noticia de la ruptura del compromiso porque
finalmente se había enamorado de Jaejoong, ella se había visto obligada a hacer
algo drástico para asegurase de que su futuro matrimonio seguía en pie, junto
con las innumerables cantidades de dinero que traería consigo.
El
truco había sido ordenarle a Filomena que pusiera la gargantilla de diamantes
en el equipaje de Jaejoong para luego hacer el supuesto descubrimiento. Había
sido el puro rencor el que la había hecho contactar con la agencia. Por fin
tenía sentido el hecho de que, por primera vez, lo hubiera presionado para
fijar la fecha de la boda, cuando nunca antes se había mostrado especialmente
interesada, al igual que él.
La
familia Jun atravesaba en aquel momento verdaderas dificultades económicas. Sus
anteriores negativas habían sido todo mentiras. Una mala jugada de su padre le
había hecho perderlo todo y estaban al borde de la bancarrota. No era de
extrañar que JiHyun quisiera presionarlo para casarse pronto y acabar con el
compromiso largamente pospuesto.
La
entrevista que había mantenido ese día con ella durante la comida no había sido
nada agradable. Le ponía los pelos de punta la idea de cómo había estado
dispuesto a casarse simplemente por motivos económicos con una mujer semejante.
Puede que eso hubiera parecido una tradición de lo más sensata en su momento, pero
ahora le resultaba totalmente anacrónica.
Negándose
a regocijarse en el pasado cuando el futuro era más importante, Yunho comenzó a
pensar en cómo podría hacer que Jaejoong lo perdonara y que volviera a amarlo
como lo había amado en su momento. Como Yunho lo amaba a él.
>>>♥<<<
El
calor de última hora de la tarde iba dejando paso al frescor de la noche
mientras Jaejoong caminaba de vuelta hacia la villa con los pies descalzos,
sobre la hierba plagada de narcisos.
Changmin
estaba plácidamente dormido en su habitación, cansado tras otro día de olores y
sonidos y el excitante descubrimiento de que, con la ayuda de su eomma, casi
podía ponerse de pie.
Jaejoong
se pondría otra ropa que no fuesen esos vaqueros viejos y esa camiseta sin
mangas para estar presentable. Elegiría alguno de sus variados vestidos de
diseño para cenar solo en uno de los extremos de la inmensa mesa del salón,
tratando de dejar de desear que Yunho volviera a casa.
A casa
con él.
Le dio
un vuelco el corazón, como si un ascensor invisible lo hubiera subido hasta el
cielo y luego lo hubiese dejado caer a toda velocidad. Lo deseaba
desesperadamente, tanto que casi lo dejaba sin aliento el hecho de pensar en él
y en lo que podrían tener juntos con el tiempo. Dando por hecho que tuviera la
suerte de hacerle cambiar de idea con respecto a él.
Cuando
llegó al hall, hizo una pausa para recuperar la respiración normal. Comenzaba a
preguntarse si podría conseguirlo cuando, en ese momento, el ama de llaves
emergió de la puerta que daba a las dependencias del personal.
― Han llamado preguntando por usted, joven. Un
hombre inglés. Su nombre era JongSuk. Tiene que ponerse en contacto con él.
Creo que se trata de alguna urgencia.
― ¿Tiene su número? No se me ocurrió pedírselo.
― Sí, por supuesto. Llamaré desde mi
habitación ― dijo Jaejoong, y sintió una punzada
de culpabilidad. Había llamado a JongSuk al llegar a Corea, como había
prometido, pero no había vuelto a hablar con él desde entonces, como le había
dicho. Había tenido demasiadas cosas en la cabeza como para recordar su
promesa.
Cuando
llegó a su habitación, notó el ambiente excesivamente cargado, así que dejó la
puerta abierta y abrió las ventanas para que entrara el aire. Entonces fue por
su bolso para buscar la tarjeta que JongSuk le había dado tanto tiempo atrás.
Cuando la encontró, se sentó en la cama, cruzó las piernas y marcó el número.
― ¿Estás bien? ― preguntó
JongSuk ― No he
sabido nada de ti desde que llegaste. Prometiste volver a llamar en un par de
días. Por lo que yo sabía, ese tío podía haberte encerrado y después tirar la
llave. Y Junsu está furioso. Me culpa por haber dejado que ese tipo te
arrastrara a ti y al niño con él. ¿Te trata bien? Por lo que vi de él cuando
vino a recogerte, parecía formidable.
― Estamos bien, y Yunho adora a Changmin.
Incluso quiere casarse conmigo, y voy a decirle que sí ― dijo
Jaejoong― Así que
dile a Junsu que no se preocupe. Lo llamaré yo mismo y lo tranquilizaré. Lo
siento ― añadió volviendo a sentirse culpable ―
Debería
haberme puesto en contacto con ambos mucho antes.
― ¡Claro que debes sentirlo! ― dijo
JongSuk tratando de sonar como un hermano mayor, pero sin conseguirlo ― Me alegro de que las cosas funcionen, si es
lo que quieres, pero mis padres y Junsu me lo han estado haciendo pasar mal. Yo
debería haber cuidado de ti y del niño, y me hacen responsable de dejar que un
completo desconocido te alejase de aquí.
Jaejoong
tuvo que contener la risa. No era divertido, y era bueno saber que había gente
que se preocupaba por él, y odiaba pensar que JongSuk lo hubiera pasado mal por
su culpa.
― No te sientas así, JongSuk. Es el padre de
mi bebé. ¿Qué otra cosa podría haber hecho en mis circunstancias? Arreglaré las
cosas por ti, no te preocupes.
Un
ligero movimiento en la puerta llamó su atención. Era Yunho. ¡Había regresado
por fin a casa! No iba a tener que soportar otra noche más sin verlo.
Con
una sonrisa en la cara, terminó la llamada con rapidez, prometiendo llamar a Junsu
y apuntando su número antes de colgar y girarse hacia el único hombre que era
el amor de su vida.
Pero
no había nadie.
Probablemente
se habría ido a ver cómo estaba su hijo para dejarlo terminar su llamada
tranquilamente. Iría a buscarlo, y esa misma noche, quizá después de la cena,
quizá en el balcón a la luz de la luna, le diría que sí se casaría con él.
Se
sentía indescriptiblemente feliz. Todo saldría bien al final. Estaba seguro. Estaban
preparados para dar el paso, para tener una vida en común. Él tendría tiempo
para convencerlo de que no era un ladrón. Tras la noche de pasión que habían
compartido, estaba seguro de que iba por el buen camino para conseguirlo.
Estaba
pensando si cambiarse de ropa y ponerse algo de la ropa que él le había
comprado o ir corriendo a buscarlo tal como estaba cuando sonó el teléfono.
Tras
unos segundos de vacilación, descolgó y casi se quedó sin aliento al escuchar
la voz al otro lado de la línea.
― Soy Jun JiHyun. Me preguntaba si estarías orgulloso
de ti mismo. En este momento me imagino que sí. Supongo que es lo que tú
llamarás un día de pago, ¿no? Utilizando el más viejo truco de todos has
conseguido romper una pareja que estaba destinada a estar junta.
Asombrado
por el tono venenoso de la voz de la mujer que lo había engañado hacía tanto
tiempo, Jaejoong estuvo tentado de colgar el auricular. Pero al escuchar las
noticias de que Yunho no era el hombre libre que pensaba que era, que realmente
había estado comprometido con esa otra mujer y que había abandonado su cama esa
mañana para ir a romper su compromiso a Seúl y a decirle a JiHyun que le había
pedido a Jaejoong que se casase con él, Jaejoong se había quedado pegado al
aparato, sintiendo cómo su curiosidad aumentaba.
― Pero no te sientas tan complacido contigo
mismo ― dijo JiHyun ― Se casa contigo sólo por el bien del niño.
Tiene más honor del que tú podrás nunca imaginar. Tú lo has atrapado y él no
soporta eso. Acabará odiándote por ello. Cuando nos dijimos adiós esta tarde,
parecía como si ya te odiase en realidad. Nunca le había visto tan
desesperanzado. Es conmigo con la que siempre querrá casarse. Y se avergüenza
de ti, bueno, ¿quién no se avergonzaría? No te será fiel, ¿o es que no se te ha
ocurrido pensar en eso? Buscará diversión fuera de casa. Un niñato como tú no
tiene lo que hay que tener para satisfacer a un hombre tan insaciable como Yunho.
La gente de nuestro círculo ni siquiera sentirá pena por ti. Sólo se reirán de
ti.
Jaejoong
colgó el auricular en su sitio con dedos temblorosos. Todo lo que había dicho
esa mujer era odioso.
Odioso
pero tristemente cierto.
Continuara \\(^_^)//...
Niñ@s un comentario no
les cuesta nada….
Gracias…
No!!
ResponderEliminarPor que esa mujer qiere echar todo a perder...
Por que?
Esperare la otra
Gracias
Porqué cuando todo estaba por comenzar a tornarse hermoso reaparece esta bruja a meter dudas en el corazón de Jaejoong.
ResponderEliminarMil gracias. Cada capítulo que actualizas amo más esta historia
Tan feliz que estaba Jaejoong y la bruja esa le tenia q arruinar el momento :/ ojala Jae la ignorara pero ya sembró la duda la desconfianza esa intrigante mujer >:( gracias por actualizar amiga querida.
ResponderEliminarMalditaaaaa! Todo ya iba tan bien!.... Waaaaaaaaaa. Continua pronto porfavor. Y mil gracias
ResponderEliminarEsa bruja tenia que regresar ha hacer mal mal. Y lo malo es que Jae le cree, aishh! Mugre bruja!
ResponderEliminarGracias!!!
Por Dios esa tipa soltó veneno puro para Jae espero que no se crea esa basura que le soltó y que sea feliz con Yunho aun que ahora con esto le costará un poco más de trabajo conseguir que Jae le perdone supongo sólo espero que pronto termine esta tortura y por fin sean felices
ResponderEliminarGracias
Jae tiene esperanza de que puede areglar las cosas con Yunho,pero con la llamada de esa mujer solo lo hizo sentir mal,espero que Yunho lo puede convencer de que lo ama
ResponderEliminarPorque les cuesta tanto ser felices ,esa bruja tenia que volver hacer daño ...por favor hablen....gracias
ResponderEliminarNOOOOOOO.....BRUJA LOCA QUE LE ANDAS METIENDO EN LA CABEZA A JAE.... AHHHHHH JJ NO LE CREAS... YUNHO APARECE Y MATA ESA MENTIRA...
ResponderEliminarBruja venenosa(>*<) Como sea, esa mujer ha sembrado cosas feas en Jae, aunque él intente ignorarlo todo lo que esa vibora dijo lo ha a fectado. NOOOO TAN BIEN QUE ESTABA TODO(¡0¡) Cuando Yunho sepa lo que esa tipa ha dicho a Jae seguro que hara algo elegante y muy diplomatico muy a su altura y a la de Jae para dejar a esa mujer en el suelo.
ResponderEliminar