“Si de repente te encuentras emparejado
a un hombre lobo, hagas lo que hagas no entres en pánico. Simplemente voltea
hacia Jae para que te asista y te dará una genial sigla para llamarlo… porque
eso es muy importante”.
~Changmin.
Una vez que estuvieron en la puerta del
dormitorio de Changmin, Hayami lo empujó adelante. Él la abrió y cuando se hizo
a un lado para dejarlo pasar Hayami se quedó en el pasillo. Changmin lo miró
fijamente por un momento antes de entenderlo.
— Necesitas salir de la fase y vestirte —dijo.
Hayami asintió una vez y luego dio un
paso adelante. Con su pata derecha pisoteó el piso a las afueras de su
habitación. Changmin ladeó su cabeza de lado, sin entender. Vio como él lo
hacía de nuevo y luego sacudió la cabeza como para decir que no.
—Oh —dijo Changmin alegremente, orgulloso de
sí mismo por descifrar su lenguaje de señas — Me estás diciendo que no salga de mi
habitación.
Hayami asintió con su cabeza de lobo
otra vez. Sus ojos habían comenzado a brillar intensamente durante el
enfrentamiento anterior y aún ahora relucía una sombra inquietante de verde.
El “Jae interior” de Changmin había sido
activado tan pronto como sus palabras salieron. Por lo tanto, naturalmente,
hizo lo que su “Jae interior” le dijo que hiciera, dio un paso adelante,
poniendo un dedo fuera de su puerta. Hayami gruñó, así que dio un paso atrás.
Tímidamente, puso otro dedo fuera de su puerta y él le gruñó otra vez.
Internamente, se estaba regañando a sí mismo por provocarlo y permitir que su “Jae
interior” controlara sus acciones, pero había descubierto hace mucho tiempo que
a veces su “Jae interior” era más divertido.
Cuando Changmin sacó su pie por tercera
vez, se rió cuando Hayami le chasqueó. Podía decir que él estaba jugando por el
modo en que movía su cola y sus ojos se aclaraban. Parecía que su broma había
ayudado a calmarlo. Era una buena cosa porque iba a necesitarlo tranquilo para
lo que iban a hablar.
— ¿Volverás? —Sus palabras fueron vacilantes.
Hayami asintió una vez, luego se volvió
y trotó fuera hacia su habitación.
Changmin cerró la puerta y se paró con
su espalda presionada contra él. Cerró los ojos y tomó unas respiraciones
profundas y lentas, tratando con fuerza sacar de su mente la imagen de Hayami
arremetiendo a través de la habitación, sus labios enroscados, sus ojos
brillando, las orejas hacia abajo y su pelaje erizado. No tenía miedo de él, no
exactamente. Tenía miedo de la intensidad de lo que Hayami sentía por él, y él
por Hayami. Una cosa era ver a tus dos mejores amigos conocer a sus almas gemelas
y ver la pasión que sentían por ellos mutuamente fluyendo como el agua, y otra
cosa era experimentarlo por uno mismo.
Tomó una última respiración profunda y
se dirigió a su armario para cambiarse la ropa. Se puso una camiseta roja de
manga larga y un pantalón negro de yoga de cintura baja. Iba por la comodidad,
al menos físicamente porque sabía que tan pronto como Hayami regresara, la
comodidad emocional volaría por la puerta cuando él la cerrara.
Changmin estaba saliendo de su armario
cuando alguien llamó a la puerta.
>>>♥<<<
— ¿Cuánto tiempo crees que le va a tomar a Yunho
lidiar con el lobo obstinado que tocó a Changmin? —preguntó Jae a Junsu casualmente
mientras se sentaban en la casi vacía sala de reuniones.
Después que Changmin y Hayami se habían
ido, tanto Siwon como Yunho habían acordado que era tiempo de terminar la
noche. Jae y Junsu habían estado ayudando a limpiar, pero mientras Jae llevaba
los vasos vacíos hacía la basura, Yunho le dijo que estacionara su lindo
trasero y no se moviera. Así que había arrastrado a Junsu con él a una mesa y
se estacionó.
— No lo sé, probablemente no mucho. ¿Por qué? ― Jae se encogió de hombros.
— Oh, no es nada.
La cabeza de Junsu se volteó lentamente
para mirar a Jae.
— ¿Qué tienes debajo de tu manga?
— Sólo trato de calcular cuánto tiempo me
tomaría desvestirme, entrar en fase, y esconderme en el bosque. —Jae se inclinó cerca de Junsu, susurrando sus palabras.
— ¿Estás bloqueándole tus pensamientos? —susurró Junsu de vuelta.
Jae asintió.
— Le estoy dando la impresión de que estoy apenado
y por eso estoy bloqueándolos.
— ¿Crees sinceramente que él no piensa que
estás tramando algún plan para escapar? — Junsu se volvió a donde Yunho, Siwon, Yoochun, Minho y Leeteuk se
habían reunido alrededor del joven lobo, quien estaba rotundamente sacudiendo
la cabeza. Junsu convocó a sus habilidades recién descubiertas de lobo y
utilizó su audición hipersensible.
— No sé por qué lo toqué. Honestamente no
estaba desafiando a Hayami. ¡Ni siquiera sabía que él estaba emparejado! —oyó Junsu que les decía.
— Él no está emparejado todavía —explicó Yunho—Es por ello que Hayami reaccionó tan
enérgicamente. Podrías enfrentarte a él por Min. Te aconsejo firmemente contra
esto. —La voz de Yunho
era ruda pero no brusca.
—Alfa. —El joven lobo miró a Yunho— Honestamente no sé por qué lo toqué. Estaba
pasando por ahí y lo miré y luego lo estaba tocando.
Junsu vio a Yunho voltearse hacia Siwon
y luego a Minho.
— ¿Crees que esto tiene algo que ver con que él
sea un sanador? ¿Los lobos son atraídos por los sanadores? Y, si es así, ¿el
hecho de que él y su compañero tengan
las señales de emparejamiento pero que esencialmente no están vinculados lo
pintan como un objetivo?
— ¿Cómo esto lo haría un objetivo? —oyó Junsu a Leeteuk preguntar. Él sonrió y mentalmente le agradeció por
quitar las palabras de su boca.
Yunho respondió:
— Mientras Changmin no esté vinculado a Hayami,
él puede ser desafiado por él. Si hay cualquier discordia en mi manada de la
que no me he deshecho, podrían utilizar a Changmin como una manera de intentar
matar a uno de nuestros machos dominantes, sin mencionar a uno de nuestros
sanadores. Los compañeros no vinculados son un desastre. Los machos son
impredecibles y violentos.
—Tienen las señales de emparejamiento, ¿por
qué no dejar que hagan la vinculación lo más rápidamente posible? —ofreció Minho.
— ¿Has hablado con Hayami de su lugar en tu
manada? —preguntó Siwon a Yunho.
— Sí. —Asintió Yunho.
Junsu se animó ante esta información.
Esta era una nueva noticia para él.
«Hombre lobo, ¿me lo ocultabas?» Le envió el pensamiento a Yoochun a través
de su vínculo.
Yoochun se había acostumbrado tanto a
tener a Junsu en sus pensamientos que no dio ninguna muestra externa que él
estaba hablándole.
«Me enteré justo hoy y me fue ordenado por nuestro Alfa mantenerlo entre
los únicos que ves aquí».
«Eso apesta», se quejó Junsu y se volvió para informar
a Jae. Él trató de llevar su mano sobre su boca antes de que “fuego del
infierno” se escapara de él, pero su brazo no fue lo suficientemente rápido.
Volteó su cabeza a tiempo para ver los ojos de Yunho estrecharse ante el sonido
de su voz. Él lo observó y luego a la silla vacía a su lado y los escalofríos
atravesaron su piel mientras los ojos de Yunho comenzaban a brillar y una
sonrisa malvada se extendía en su cara.
Junsu se estremeció. Conocía esa mirada.
Era el aspecto de un lobo preparándose para cazar.
«¿Crees que deberías retener a Yunho y dejar que Jae tenga un poco más
de ventaja sobre él?», le preguntó Junsu a Yoochun.
Esta vez lo vio visiblemente sacudir su
cabeza mientras le respondía.
«¿Cuándo ustedes las parejas van a entender que no se pueden meter en el
camino de un macho y su compañero? Especialmente con un Alfa».
«¿Tienes miedo?», se burló Junsu.
Yoochun se giró lentamente y lo miró
desde el otro lado de la sala. Junsu pudo ver el brillo azul en sus ojos.
«¿Qué pasa con todos los ojos brillando esta noche?»
«Sabes por qué nuestros ojos brillan», respondió
Yoochun. «Me has desafiado, amor. Por eso mis ojos brillan».
«¿Te desafié? ¿Cuándo?», chilló Junsu.
«Ahora debo probarte que no le tengo miedo al Alfa de China».
La silla de Junsu cayó al piso mientras
se levantaba bruscamente.
«Sólo estaba bromeando, Yoochun. Sé que no le tienes miedo. No hagas
nada estúpido».
Vio mientras Yoochun ladeaba la cabeza a
un lado, un movimiento que Junsu le había visto hacer en su forma de lobo.
«Ahora crees que sería estúpido de mi parte intentar demostrar que no le
tengo miedo debido a, ¿qué? ¿No crees que pueda enfrentarme contra él?», la voz de Yoochun estaba espesa de acusación.
Junsu estampó su pie en el piso, algo
que odiaba hacer, pero que de alguna manera Yoochun lograba provocar en forma
regular.
«Yoochun, detente. Sé que eres valiente y que puedes con cualquier lobo
que te desafíe. Sé que puedes ir todo: “puedo patearte el trasero con una pata
atada a mi costado” con tus enemigos. Ya lo demostraste muchas veces». Estaba rogándole, y a través de su vínculo le dejó sentir la verdad en
sus palabras.
Junsu vio como el rostro de Yoochun
cambió a una sonrisa brillante.
«¿Una pata atada a mi costado?», le preguntó con incredulidad. «No
sé si sentirme halagado de que creas que soy tan capaz o reírme de las imágenes
que evocan tus palabras. En cualquier caso, creo que hemos terminado aquí.
¿Estás listo para ir a la cama?»
Junsu vio a su compañero caminar hacia él.
Su mandíbula cayó abierta ante su jugueteo.
Cuando estuvo cerca cruzó los brazos
sobre su pecho y lo miró.
—Estabas jugando conmigo, ¿no? No ibas a
desafiar a Yunho —lo acusó. Yoochun se rió.
—Puedo ser increíble con una pata atada,
amor, pero él se acaba de convertir en el Alfa de una manada y está emparejado.
No soy estúpido.
Junsu resopló.
Yoochun tomó su mano y empezó a sacarlo
de la habitación. Se detuvieron abruptamente cuando escucharon un gruñido bajo
y luego un fuerte aullido. Yunho había entrado en fase justo ahí en la sala de
reunión. Junsu miró sobre su hombro ante el gran lobo gris con sus cuatro patas
blancas. Sintió el tirón en él mientras su lobo respondía al Alfa. A medida que
el aullido moría, la cabeza de Yunho bajó bruscamente y su mirada cayó donde Yoochun
y Junsu estaban parados. Yunho comenzó a moverse hacia ellos a un rápido ritmo.
Yoochun tiró rápidamente de Junsu a un lado mientras Yunho los pasaba.
Escucharon otro gruñido cuando Yunho abrió las puertas de la mansión y despegó
en la noche.
— Debe sentirse agotado de estar emparejado a Jae. —Junsu se rió entre dientes.
—Yunho era una piedra antes de que Jae
llegara. En sus ojos no había vida. Él le ha traído eso devuelta. Todo en él es
exactamente lo que Yunho necesita. Justo como todo lo que tú eres es
exactamente lo que necesito.
Junsu se detuvo y llevó la cabeza de Yoochun
hacia sí para besarlo apasionadamente.
Cuando se echó hacia atrás, miró
profundamente a sus ojos.
— No sé cómo lo haces, hombre lobo, pero
siempre te las arreglas para decir lo que necesito escuchar.
Yoochun le guiñó y tiró de él para
seguir avanzando.
—Tengo un libro. — Junsu se rió.
—Por supuesto —dijo y puso los ojos en blanco.
>>>♥<<<
Changmin se hizo a un lado y Hayami
entró en su habitación. Su nerviosismo era evidente, pero no sentía ningún
temor de él. Podía lidiar con los nervios; no creyó que pudiera manejar que
tuviera miedo de él. Se movió lentamente, no queriendo alterarlo más.
Hayami miró alrededor buscando un lugar
para sentarse. La cama tamaño queen tenía un cabecero de madera simple y un cubrecama
plateado. Estaba contra la pared en medio de la habitación. Había una cajonera
alta enfrente de la cama y en la pared de la izquierda estaba un escritorio y
una silla giratoria. Caminó hacia esa silla y tomó asiento frente a Changmin.
Changmin se quedó allí mirándolo, no con
acusación, sino con simple curiosidad.
— Siento que hay algo que quieres hablar
conmigo —puntualizó Hayami.
Changmin soltó un suspiro y sus hombros cayeron. Se acercó a su cama y subió, sentándose
al estilo indio frente a él. Sus codos estaban apoyados sobre sus rodillas y su
barbilla descansaba en sus manos.
Tamborileó sus dedos ligeramente contra
sus mejillas mientras consideraba cómo empezar. Entonces todo empezó fluir.
— No estoy listo. Es decir, entiendo que
estamos conectados por esta cosa del emparejamiento, con las señales del
compañero y lo que no. Pero no soy… simplemente no puedo… —Estaba nervioso, pero hizo una pausa mientras observaba una cautivadora
sonrisa propagándose a través del rostro de Hayami, revelando el lindo hoyuelo.
Esa sonrisa desarmaba— ¿Por qué me estás sonriendo? —preguntó mientras dejaba caer sus manos
de su cara y caían impotente en su regazo.
— ¿Me tienes miedo? —le preguntó suavemente. Changmin negó.
— ¿Crees que alguna vez te lastimaría intencionalmente? — Otra vez negó. — ¿Crees
que quiero lo mejor para ti y que te protegeré con mi vida? ¿Confías en que te
sostendré sobre todos los demás y que viviré para ver que tienes alegría en tu
vida? ¿Qué te sostendré cuando llores, que reiré contigo cuando rías, y que te
honraré como mi compañero? ¿Crees en estas cosas?
— Sí, Hayami. Veo la manera en que son Junsu y
Yoochun… y Yunho y Jae. Lo entiendo. Pero ese es el problema. Eres intenso.
Toda la cosa sobre la vinculación es jodidamente abrumadora. —Changmin se levantó y comenzó a caminar de un lado a otro— Yo…
yo nunca he tenido un novio. Sólo he besado a un chico y no fue algo como para
desmayarse. ¿Puedes ver cuán drástico sería todo esto para mí?
Él se detuvo y lo miró cuando escuchó un
gruñido bajo.
— ¿Has besado a alguien?
Changmin intentó detener la carcajada
que burbujeaba por salir.
— Por supuesto. Tengo dieciocho años, Hayami.
Sólo haber besado a un chico a los dieciocho años es bastante conservador.
— No quiero saber de este chico. —Hayami frunció el ceño— Él
no puede compararse con mis besos de todos modos.
Y la sonrisa de cien vatios está de
regreso, pensó Min para sus adentros.
—Changmin mío, siéntate. Relájate.
Changmin estaba haciendo lo que él le
pidió antes de siquiera darse cuenta de ello. Estrechó sus ojos en dirección de
él mientras se sentaba.
— ¿Por qué ustedes los lobos son tan
mandones?
Hayami se puso de pie y caminó hacia él.
Se agachó para que estuviera al nivel de su mirada. Changmin comenzó a moverse
hacia atrás para poner un poco de espacio entre ellos, pero Hayami la detuvo
poniendo sus manos en su cintura. Él se congeló. Realmente no sabía cómo
reaccionar a su toque. Lo ponía nervioso, pero también la hacía sentir algo que
nunca había deseado.
— Para mantener a salvo a nuestros compañeros.
Para mantener a salvo a la manada —respondió Hayami, y la ternura enlazaba
su voz.
— ¿Cómo me mantendrá a salvo el que me digas
que me siente?
— Estabas batallando en un frenesí innecesario
que podría haberte llevado a un ataque de pánico, causando que te desmayes,
caigas y golpees tu cabeza. — Hayami sonrió; el triunfo bailaba en
sus ojos.
Changmin puso los ojos en blanco y rió.
— Esa es la cosa más tonta que he escuchado, Hayami.
La exageraste un poco, ¿no?
—Tal vez un poquito —admitió con una sonrisa.
Hayami recuperó su tono serio, pero su
expresión era más suave.
—No te obligaré a hacer nada, Changmin. Sé
que esto es muy diferente para ti. He sabido toda mi vida que tenía un compañero
perfecto para mí ahí afuera. Y cuando te miro estoy asombrado de lo que se me
ha dado. —Changmin se
sonrojó mientras él hacía una pausa— No te dejaré desprotegido y permitir otros
machos alrededor de ti, es algo que ni yo ni mi lobo seremos capaces de
manejar. Además —dijo
él, sus ojos brillando con malicia—, ¿cómo podrías no desear estar cerca de todo
esto?
Changmin soltó un bufido.
—Has estado mucho tiempo con Jae.
—No lo sé, él es muy educativo.
—Bueno, no creo que realmente quiera que seas
educado por él. —Changmin miró hacia abajo y notó que
había comenzado a mover la manga de Hayami. Encontró consuelo en ser libre de
tocarlo, así que apartó lejos cualquier preocupación que tal vez él no quisiera
que tuviera. Levantó la vista para mirar sus ojos color avellana—
Entonces, ¿exactamente qué estás diciendo?
— Digo que hablemos y pasemos el tiempo
juntos. Déjame ayudarte a que te enamores de mí —respondió Hayami.
El aliento de Changmin salió en un jadeo
corto ante la palabra “enamorar”. Realmente no había considerado si Hayami
lo amaba. Sabía que sería fácil para él enamorarse de Hayami… ya estaba a mitad
de ese camino.
— ¿Me amas? —preguntó
con cautela.
Hayami se inclinó hacia adelante y lo
besó suavemente en la frente.
—Changmin mío, te hicieron para mí. Te he
amado antes de conocerte y ahora te amo más. Sí, te amo. Y tú me amarás.
—Ya veo que no hay problemas de autoestima —se burló Changmin. Hayami sonrió y apoyó su frente contra la suya.
—Ya es tarde, mi amor. Tengo que irme.
Changmin asintió contra su cabeza, pero
no hizo ningún movimiento para retroceder. Sonrió cuando él lo hizo primero, y
luego fue tomado por sorpresa cuando se acercó rápidamente y tocó sus labios
con los suyos.
Él se rió de su mirada sorprendida y
saltó cuando él trató de darle un golpe en su brazo.
—Tu inocencia es refrescante —le dijo mientras retrocedía, dirigiéndose hacia la puerta.
—Bueno, me alegra que mi falta de experiencia
sea tan emocionante para ti. —Changmin estrechó sus ojos hacia el
lobo sonriente.
—Ah, Changmin, dulce Changmin. Todo sobre ti
es emocionante para mí. —Él se rió cuando vio que su cara se
tornaba roja y le sopló un beso mientras cerraba la puerta detrás de él.
Changmin se lanzó en su cama, dejando
salir un largo suspiro. Luego comenzó a reír, incapaz de contener su alegría.
Había estado preocupado de que le exigiera completar el vínculo de la manera en
que lo hizo Yunho, pero en cambio había sido juguetonamente comprensivo, muy
dulce y sí, sexy. Malditos lobos y su atractivo. A pesar de su autoritarismo,
pensó Changmin.
— ¿Cómo no podría enamorarme de él? —preguntó. Y al final de sus palabras
la puerta de su dormitorio voló abierta y se cerró con rapidez.
Jae se encorvó, jadeando mientras miraba
a Changmin.
—Hola, chico. ¿De quién estamos
enamorándonos? —preguntó Jae sin aliento.
— Jae, ¿qué pasa? —Changmin hizo una pausa y luego se
decidió por una pregunta mejor—. ¿Qué hiciste ahora?
Jae se enderezó y, pareciendo haber
recuperado su aliento, habló rápidamente.
— Primero que nada, he cambiado mi opinión. No
quiero que le pongas mi nombre a tu primer hijo…
Changmin lo interrumpió.
— Gracias a Dios.
— … quiero que le pongas mi nombre a toda tu
maldita camada —gruñó Jae— ¿Sabes lo que he tenido que pasar? —Lanzó los brazos al aire mientras miraba a Changmin— Hice
ese pequeño striptease para tratar de mantener las cosas de intensificarse con
el resto de la manada. Yunho estaba más que molesto. Tuve que escapar de la
sala de reuniones y correr a toda marcha. He estado corriendo por todo el
maldito bosque intentando deshacerme de él moviéndome de acá para allá para
poder ponerme mi ropa, la cual llevaba en mi maldito hocico… ¡LA LLEVÉ EN MI
HOCICO, MIN!, y las coloqué en diferentes áreas para despistarlo de mi olor.
Jae se acercó a la ventana de Changmin y
pareció estar juzgando el peligro de usarla como una salida.
— Jae, no va a hacerte daño —dijo Changmin suavemente a su agitado amigo. Un Jae agitado nunca era
nada bueno.
Jae se giró, penetrando a Changmin con
sus ojos azules.
— Hay cosas peores que ser lastimado, Shim Changmin.
Sólo espera hasta que estés emparejado. Mandón, autoritario, controlador, posesivo,
mega caliente, delicioso, sexy…
—Uh, Jae, lo entiendo —cortó Changmin antes de que Jae pudiera llegar a ser incluso más
explícito.
—Lo que digo, mi pequeña flor de pared, es
que el deseo se convierte en tu enemigo cuando tu compañero está siendo un
cabeza dura, lo cual Yunho es… en un plan del tamaño super mega cabeza dura.
¿Me entiendes? ¿Ves a dónde voy con esto o tengo que sentarte y tener la
conversación de los pájaros y las abejas?
— No, estoy bien. —Changmin levantó sus manos para
detener esa línea de conversación de Jae— ¿Por qué exactamente viniste a mi
habitación? —Vio
a Jae y luego a su puerta, esperando que fuera arrancada de sus bisagras.
—Pensé que no vendría aquí porque él creería
que tú y Hayami estarían entreteniéndose. —Jae
miró a su alrededor, notando por primera vez que Hayami no estaba allí— Hablando
del delicioso lobo dotado con hoyuelos, ¿dónde está?
—Regresó a su habitación. Hemos hablado. Fue
bueno.
Jae puso sus manos sobre sus caderas y
acorraló a Changmin con la famosa mirada “vas a escupirlo o voy a tener que
arrancártelo”.
— ¿Hablaron? Changmin —se aclaró su garganta— tienes un compañero. Un marido garantizado.
Una cosa segura. Sin mencionar, que es sexy, divertido, dulce, y tiene
hoyuelos. ¿Hablaron?
—Esta vez, la voz de Jae era escéptica.
Antes de que Changmin pudiera
defenderse, su puerta se abrió calculadamente con lentitud.
— Sé que no me estabas describiendo, Jaejoong.
Entonces, ¿quién es este hombre que ha despertado tu interés tan descriptivo?
Por favor dilo así puedo desgarrarlo en pedazos. —La energía de Yunho llenó la
habitación y Changmin dio un paso involuntario lejos del muy enojado Alfa.
Jae observó con cautela a su compañero.
Él estaba enojado. Muy enojado. Sus ojos estaban brillando, revelando que su
lobo iba al volante. Sabía que era su culpa porque lo había desafiado con su
huida. Necesitaba calmarlo, sin embargo, por primera vez no estaba seguro de
cómo hacerlo. Generalmente su humor y sarcasmo venían al rescate, pero en ese
momento sintió que si hablaba él se tornaría salvaje. No es que le haría daño.
Así que le abrió lentamente su mente.
Había estado bloqueándolo para esconderse de él, no para hacerle daño. Fue
entonces cuando vio el destello en sus ojos que le demostró los sentimientos
por debajo de la ira. Con ese conocimiento supo qué hacer.
«Estaba tratando de ayudar a Changmin, no hacerte daño. No me habría
quitado ninguna prenda más de la que tenía. Todo estaba cubierto, Yunnie.
Cariño, por favor. Estás asustando a Changmin».
Yunho dio un paso lento hacia adelante,
pero Jae mantuvo su posición. Él era de él, él era su igual y no la haría
retroceder.
«¿Comprendes cuán loco me vuelves?», la
voz de Yunho fue un gruñido en su mente.
«Me imagino que se acerca o supera a lo loco que tú me vuelves», respondió Jae a su pregunta, aunque
sabía que era retórico.
Yunho sacudió su cabeza y frotó su mano
por su rostro, tratando de recuperar el control.
«Me encanta tu espíritu, pero estoy diseñado para proteger, poseer, y mi
lobo no entiende la necesidad que tienes de empujar constantemente los límites.
Necesito una cosa, Jaejoong, una cosa en la que no cederé. Creo que ya hemos discutido
esto, pero voy a darte el beneficio de la duda de que no entendiste».
Jae resopló una carcajada mientras
hablaba en voz alta.
— Caray, gracias. Tan amable de tu parte
restregármelo como si yo fuera una tonto.
Yunho se rió entre dientes y sus ojos
comenzaron a aclararse.
—Dejarás de desvestirte delante de otras
personas.
Jae puso una mano en la cadera mientras inclinaba
su cabeza de lado. Estrechó sus ojos hacia su compañero y golpeteó sus labios
con un dedo.
—Bien, voy a necesitar aclararte eso. —Cuando Yunho no respondió, sólo continuó mirándolo, Jae puso los ojos
en blanco— Aclarar, esclarecer, relucir. ¿Entiendes. Las.
Palabras. Qué. Están…? —enfatizó
cada palabra.
—Jaejoong —gruñó Yunho.
— ¿Saliendodemiboca? —terminó Jae rápidamente, haciendo reír
a Changmin.
—Sólo desvístete en nuestra habitación.
—Nop, na-ah, hay demasiadas lagunas en ese
pequeño decreto. En serio, Yunnie, puedes hacerlo mejor que eso. —Jae elevó una sola ceja.
Yunho gruñó ante el desafío en sus
palabras y en su tono de voz.
«Maldita sea, ¿cuándo voy a aprender a no empujar al enojado lobo?» El pensamiento pasó por su mente antes de que pudiera censurarlo de un
Alfa ahora perversamente sonriente.
—Tengo que estar de acuerdo. Jae podría
ponerse salvaje… —comenzó Changmin, pero se detuvo
abruptamente cuando la cabeza de Yunho se volteó con avidez y la clavó en su
sitio con sus ojos de color ámbar.
—Lo siento, ya me callo —chirrió Changmin.
Yunho miró de regreso a su compañero,
luego miró hacia abajo brevemente, tratando de pensar en cómo ganarle en su
propio juego.
—Está bien. —Yunho
sonrió con aire de suficiencia.
A Jae no le gustó la apariencia de esa
sonrisa, una que decía que el gato tenía al ratón por la cola.
—Establece los límites. Dime cómo exactamente
formular que no quiero que tu ropa se salga en público.
Jae resopló y cruzó los brazos sobre su
pecho.
—Bien, Ricky —dejó escapar en su mejor imitación de la voz de Lucy—
Quieres que te lo explique, entonces lo haré. —Caminó
hacia él y comenzó a andar lentamente en círculo a su alrededor mientras
hablaba.
—No voy a desnudarme —Yunho se rió entre dientes ante su elección de palabras—…
delante de cualquier persona de índole masculina, en ningún lugar, en ningún
momento, por ninguna razón. —Hizo una pausa y miró a Changmin— ¿Dirías
que cubre todas las maneras posibles en que pudiera zafarme de su decreto?
Changmin lo pensó por un momento.
Conocía a Jae, sabía lo buena que era maniobrando alrededor de las reglas.
—“Cualquier persona” —comenzó Changmin— Eso
no cubre necesariamente a la especie de los Canis lupis. Se podría argumentar
que de hecho ellos no son personas porque no son humanos.
Yunho miró de adelante hacia atrás entre
los dos mejores amigos y se pasó una mano por el cabello.
— ¿Ustedes tomaron algún tipo de clase de
leyes en la escuela? — Changmin negó.
—No, Jae ha aprendido a lo largo de los años
a cómo llegar a ciertos detalles cuestionables de cualquier incidencia. —Sus ojos se iluminaron mientras continuaba con impaciencia— Como
en aquella ocasión… —Changmin se detuvo mientras volvía a
mirar a Jae, quien estaba haciendo una señal de corte con la mano, diciéndole a
Changmin que se callara.
Yunho miró de nuevo a Jae, quien
rápidamente puso su mano en la barbilla como si estuviera pensando en las
palabras de Changmin.
— Puedo estar de acuerdo con eso. —Jae asintió— Así que cambiaremos de “persona” a
“especie”.
Yunho dio otro paso hacia él para estar
parado a sólo un aliento de distancia.
—Lo acepto, sin embargo… —gruñó de exasperación cuando él empezó a hablar de nuevo—…
me reservo el derecho de indulto si un macho de dicha especie es incapaz de ser
determinado como tal a simplemente vista.
—Ajá, sí, creo que es justo —dijo Changmin amablemente.
Jae miró alrededor del gran cuerpo de Yunho
y guiñó un ojo hacia él. Changmin estaba tratando de reír en silencio. Sentía
como si no debería ver el intercambio entre los dos, pero ahora que tenía un
compañero, estaba curioso de cómo tratar con una persona tan dominante.
—Jaejoong.
—Yunho.
—Changmin. —Habló Changmin. Había intentado con mucha fuerza no añadir su nombre, pero cuando ambos
dijeron al estilo entrecortado el nombre del otro, sólo saltó al vagón.
Yunho dio vuelta y miró a Changmin
fijamente, quien rápidamente hizo un gesto de cerrar el cierre a través de sus
labios. El fulgor no se suavizó cuando se volvió a Jae.
— ¿Ya terminaron? —preguntó él con calma.
—Espera un momento, déjame pensar.
Él gruñó, luego se inclinó para
susurrarle en su oído. Él dio un paso atrás y jadeó. Sus ojos se estrecharon y
sus labios se apretaron. Se veía positivamente fastidiado. Yunho, sin embargo,
parecía muy satisfecho.
—No lo harías —gruñó Jae.
Yunho tomó su mano y se volvió hacia la puerta,
arrastrando a un refunfuñante Jae detrás de él.
—Oh, listillo mío, lo haré. Te dije una vez
que un día escribirías un cheque que tu trasero no podría cumplir. No me
equivoqué.
Los ojos de Yunho brillaban otra vez.
—Uh, no, en realidad dijiste lindo trasero.
Hazlo bien si vas a citarte a ti mismo, bárbaro cubierto de pelo y pulgas.
Mandón, dominante, autoritario, ridículamente sobreprotector… —Jae hizo una pausa y gritó a Changmin— Changmin, nuestra conversación sobre el ABDCH
no ha terminado.
Changmin se rió cuando oyó una palmada y
se imaginó a Yunho dándole una nalgada al trasero de Jae. Entonces oyó a Jae
gritar:
— ¡No me importa cuán ardiente eres! ¡Aún eres
un pulgoso cabeza dura!
—ABDCH, ABDCH, ABDCH —canturreó Changmin en voz alta, intentando averiguar la sigla más
reciente de Jae. Se rió y negó cuando lo entendió—. Ardiente bombón dotado con hoyuelo.
Sólo Jae, se dijo mientras subía a la
cama.
Exhausto por la agitada noche, cerró sus
ojos, y ahí esperando por él en su mente estaba su ABDCH.
Continuara \\(^_^)//...
Niñ@s un comentario no les cuesta nada….
Gracias…
Me encanta Jae es tan hot e ingenioso, jajaja.... Siempre va a traer a Yunho sin aliento.
ResponderEliminarGracias!!!
me encana el ingenio de Jae nunca le gana su hermoso lobo en sus juegos
ResponderEliminarGracias
Me encanto este cap estuvo muy divertido,Jae nunca dejara de hacer que Yunho se moleste y lo quiera castigar,siempre tiene que hacer algo que a Yunho no le guste,me gusta la manera en que Jae siempre tiene algo que decir,que le hara Yunho???
ResponderEliminarChangmin acepto que Hayami si le gusta y ahora que el le dijo que lo ama debe dejarse enamorar !!!
No hay modo de saber lo que Yunho hará a Jae???? Jajaja ay no... ese YunJae es toda intencidad¡¡¡¡....bueno todo aquí en intenso. Me encanto todo de este Cap. Pero Jae atragantado por que Yunho esta a limite, eso no tiene precio jijiii. Amé que mi Chunnie le tomara el pelo a Junsu porque ahí sí le.entro mellito de un posible enfrentamiento. U2 OPD incluso yo me sentí tensa ese seria tremendo. Y Hayami con Changmin oh cosos tiernoooooos¡¡¡¡ espero con mucha curiosidad las próximas actus, porque Minho está en el juego y la bruja maldita está muy quietecita...
ResponderEliminarMe encanta esta história!!!!
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