viernes, 3 de noviembre de 2017

Del Odio al Matrimonio. Cap 8

Yunho dejó dinero suficiente en la mesa para pagar la cuenta, más una propina, y salió tras Jaejoong tras recoger su chaqueta. Odiaba verlo tan dolido. Lo odiaba. Y era culpa suya por haber dicho algo así.

Cuando salió a la calle, Jaejoong estaba apoyado contra el coche con la cabeza gacha. Suavemente Yunho le colocó la chaqueta sobre los hombros, abrió la puerta del copiloto y murmuró:

Entra. Las noches de primavera son frías.


Obedeciendo, porque ¿qué otra opción tenía?, Jaejoong se metió en el coche mirando hacia abajo y él cerró la puerta y rodeó el coche para colocarse tras el volante.

La velada había sido un completo desastre. Había pretendido convencerlo de una vez por todas de que era inocente de todos los cargos contra él y Yunho había tirado por tierra todo lo que había conseguido decir, como si todo aquello estuviese por debajo de él, obviamente convencido de que había hecho bien contactando inmediatamente con la agencia para la que trabajaba para ponerlo en la lista negra por ser un ladrón.

¿Qué esperanza tenía de hacerle creer algo que no quería creer? ¿Por qué gastar su aliento intentándolo?

Jaejoong sintió cómo él giraba la cabeza para mirarlo y cerró los ojos con fuerza.

Lo siento. No pretendía sonar censurador sobre el hecho de que te mudaras con ese tipo ― dijo Yunho, y Jae abrió los ojos de nuevo.

Sintió cómo la ira, potenciada por el alcohol, le subía por la espalda ante aquella supuesta disculpa. Tenía una bajísima opinión de él y se aferraba a su convencimiento, haciéndolo pasar por el tipo de docel que viviría a costa de un hombre a cambio de favores sexuales. ¿Sería por eso por lo que pensaba que iba a ponerse a dar saltos ante su proposición de matrimonio? Apretó las manos con fuerza sobre su regazo mientras miraba por la ventanilla.

¿Por qué ibas a sonar censurador? ― preguntó de pronto ― Tú, de todas las personas, debes de comprender lo que es tomar aquello que se te ofrece. Se te da bastante bien, por lo que yo recuerdo.

¿Qué quieres decir? ― preguntó Yunho con voz serena.

¿Es que tengo que deletrearlo? ― preguntó Jae, y al obtener el silencio como respuesta, continuó ― Crees que todo el mundo es como tú. Ves algo tentador, algo fácil, y te lo quedas.

¿Ahora me acusas tú a mí de robarles cosas a otras personas? ― dijo Yunho con ironía.

Peor. Robas corazones y luego los destrozas.

En cuanto lo dijo, Jaejoong deseó poder retroceder y comerse las palabras. Se llevó la mano a la frente.

Ya lo sabría sin ninguna duda. Sabría que él había hablado en serio cuando había dicho que lo amaba, y que no se trataba de la típica aventura de verano. Sabría que su estúpido corazón se había visto involucrado en todo ese asunto.

Si a eso le añadía la manera en que su cuerpo había reaccionado recientemente a su tacto, incluso a su mirada, sabría también que seguía desesperadamente enamorado de él. Y sabría que podría manejarlo a su antojo y hacer que se casara con él, cualquier cosa con tal de poder estar con él, y él nunca sería capaz de escapar de Yunho y conseguir una vida tranquila para él y para Changmin lejos, muy lejos.

¡Llévame de vuelta! ― exclamó Jaejoong, y deseó no haber nacido cuando su humillación se hizo aún mayor y las lágrimas comenzaron a resbalar por sus mejillas.

Yunho puso en marcha el motor y comenzó a conducir, sintiendo que todas sus sospechas habían vuelto a tomar fuerza. Miró a Jaejoong con los ojos entornados y el ceño fruncido.

Odiaba verlo llorar. Lo desgarraba por dentro. Él y JiHyun le habían hecho entre los dos un daño terrible. JiHyun activamente. Él pasivamente.

Él se había quedado sorprendido y dolido ante la evidencia que tenía ante sus ojos, ante el supuesto silencio de culpabilidad de Jaejoong, pero ahora estaba seguro de que ese silencio era producto de una sorpresa tan grande como la suya.

Pero ésa no era excusa. Se odiaba a sí mismo por todo eso.

Cuando pensaba en todo lo que debía de haber pasado, le daban ganas de ponerse a dar puñetazos contra la pared. Abandonar la casa de Jihye con la reputación por los suelos y luego, gracias a JiHyun, ser despedido del trabajo. Luego descubrir que estaba embarazado de él y ser incapaz de ir a pedirle ayuda por pensar que era un hombre casado. Un docel de cualquier otra calaña se habría acercado de todos modos, exigiendo ayuda, sin importar quién se pusiese en su camino.

Sin embargo, él se las había apañado por sí solo, criando a su hijo en condiciones infrahumanas hasta que el destino le había jugado otra mala pasada con la muerte de su amiga. Y entonces se había mudado con el tipo rubio. ¿Y qué?

Sintió un vacío enorme en el estómago. ¿Qué otra cosa podía haber hecho? De pronto sin casa y sin trabajo por la muerte de su amiga, que cuidaba de su hijo mientras él trabajaba para cobrar una miseria. No debía de haber tenido muchas opciones, no con un bebé que alimentar. ¿Así que qué derecho tenía él para cuestionar su moralidad?

Tendría que disculparse.

Al día siguiente confirmaría sus sospechas y se enfrentaría a JiHyun. Obtendría la verdad de sus labios. Luego haría todo lo que estuviera en su mano para enmendar el comportamiento tan horrible que había tenido con Jaejoong.

De pronto un sollozo amortiguado llamó su atención y giró la cabeza, viendo que Jaejoong tenía los nudillos apretados con fuerza contra la boca y parecía completamente asustado.

Inmediatamente Yunho disminuyó la velocidad. Conocía las estrechas carreteras de la colina como la palma de su mano, pero él no. Él sabía que nunca se arriesgaba, pero Jaejoong no. Sintió su corazón contraerse. Se había ganado otro error más en su ya inmensa lista. No podía esperar a solucionar todo el asunto y aclarar las cosas. En ningún momento se le ocurriría actuar sin tenerlo todo atado y bien atado. Sólo entonces sería libre de remover cielo y tierra para intentar disculparse.

Ya casi estamos en casa ― dijo él con suavidad mientras tomaba la última curva a una velocidad de risa. Pero se daba cuenta de que, si pretendía impresionarlo con su caballerosidad, no lo estaba haciendo bien, porque otro sollozo escapó a sus labios, haciendo que se odiara a sí mismo todavía más.

¿Casa? Ojalá. Jaejoong se tragó otro sollozo y se odió a sí mismo por ser tan débil. Esa hermosa casa situada en Jeju nunca sería su casa, a no ser que accediera a casarse con él en un matrimonio sin amor.

¿Pero cómo iba él a aceptar semejante sentencia en vida, aun amándolo? Por desgracia, si se negaba a una vida llena de dolor, humillaciones y esperanzas sin solución, estaría negándole a su preciado hijo todo aquello que un miembro de la familia Jung podía tener. Lo mejor de todo. Era un dilema que la estaba volviendo histérico.

En cuanto el coche se detuvo en seco frente a la puerta principal de la casa, Jaejoong salió como un rayo. Trató de hacer que sus piernas resistieran respirando profundamente y diciéndose a sí mismo que el dinero y el privilegio no lo era todo en la vida.

Deja que te ayude ― dijo Yunho, y el tono dulce de su voz le dio ganas de echarse a llorar de nuevo. Y el brazo que deslizó alrededor de su cintura lo hizo querer darse la vuelta y hundir la cabeza en su pecho fuerte y ancho, deshaciéndose en un mar de lágrimas y de miseria.

Diciéndose a sí mismo que él estaba hecho de otra pasta más resistente, Jaejoong apretó la mandíbula y se concentró en caminar más o menos en línea recta mientras se acercaban a la puerta. Desesperadamente trató de ignorar el calor de su brazo mientras lo guiaba, la fuerza de su mano mientras le presionaba suavemente en la cintura, pero no tuvo mucho éxito, porque su corazón comenzó a golpear con fuerza como un martillo en su pecho.

Yunho abrió la puerta y llegaron hasta el hall principal.

Gracias, puedo yo solo ― consiguió decir Jaejoong una vez dentro.

Obviamente Yunho no se creyó una palabra de aquello y Jaejoong se encontró de pronto en sus brazos, mientras lo llevaba escaleras arriba, y sintiendo cómo su corazón latía como loco sólo con respirar su familiar fragancia y el poder de su masculinidad.

Para cuando Yunho abrió la puerta de su dormitorio, Jaejoong se dio cuenta de que estaba derritiéndose por dentro. Se preguntó si él estaría recibiendo los mensajes que enviaban sus brazos, que se habían enroscado a su cuello sin saber cómo. Y su cuerpo, que se había pegado al de él. Y también se preguntó cómo sería capaz de resistirse si Yunho decidía actuar con la información que había recibido.

Respirando entrecortadamente y con el cuerpo ardiendo, a Jaejoong le llevó unos momentos darse cuenta de que su resistencia, o más bien su falta de resistencia, no iba a ser puesta a prueba en ese momento.

Dejándolo en el suelo, Yunho dio un paso atrás y dijo:

Date una ducha. Como no has comido nada y has bebido demasiado, le diré a alguien que te traiga sándwiches y café solo ― y se marchó, cerrando la puerta tras él, dejándolo solo y torturándose a sí mismo por haber vuelto a alimentar las esperanzas de que pudiera sentir algo por él como había sucedido tiempo atrás en la isla.

No le quedaba duda alguna de que jamás lo había amado. Mentir sobre la devoción eterna era el más viejo de los trucos para conseguir que él regresara a su cama una y otra vez.

Pero ahora ni siquiera lo deseaba físicamente.

Era un pensamiento claro. Un pensamiento que no necesitaba recordar dadas todas las pruebas que tenía.

Recuperando el poco sentido común que le quedaba, se dijo a sí mismo que debía aferrarse a ese pensamiento y nunca permitirse el lujo de volver a olvidarlo, porque así fortalecía su convicción de que el matrimonio entre ellos estaba totalmente fuera de lugar.

Una ducha fría le permitió recuperar todo el sentido que había perdido mientras Yunho lo llevaba en brazos a su habitación.

Se puso uno de los camisones de seda que había adquirido en sus viajes por Europa y luego se ató una toalla al pelo a modo de turbante. Inmediatamente se la quitó y la tiró. Su pelo podía secarse por sí solo.

Cuando salió del baño, vio que alguien había colocado una bandeja con café y un plato con rollitos crujientes rellenos sobre la mesilla que había junto al sillón situado a uno de los lados de la inmensa cama.

El estómago se le revolvió. Podría tomar un café caliente, ¿pero comida?

Come.

La voz de Yunho lo sobresaltó y le hizo girar la cabeza. Estaba de pie junto a la puerta, en la penumbra, allá donde no llegaba la luz emitida por la lamparilla encendida junto a la cama. Confuso y sintiendo cómo la tranquilidad que acababa de recuperar desaparecía de nuevo, Jaejoong no pudo hacer otra cosa más que quedarse mirándolo. Disfrutando de su maravilloso físico, de sus rasgos devastadores, del brillo de aquellos ojos negros que parecían pegados a los suyos. Sus propios ojos comenzaron a nublarse por culpa de más lágrimas.

Si lloraba de nuevo, estaría perdido. Yunho lo sabía y trató de aferrarse a la decisión que antes le había permitido dejarlo en el suelo y salir de la habitación sin más, cuando cada célula de su cuerpo gritaba por poseer su delicado cuerpo.

Observándolo, viendo cómo el color inundaba sus mejillas, cómo la luz de la lámpara acariciaba su figura, resaltada por el camisón de color marfil, sintió cómo se excitaba.

Saber que Jaejoong no era inmune a él, lo hacía incluso más tentador. Se le quedó la boca seca. ¡Dios! ¿Es que no tenía integridad alguna? Hasta que sus sospechas no fueran confirmadas, Jaejoong estaba totalmente fuera de su alcance. E, incluso después de eso, tendrían que aclararse muchas cosas antes de que su relación, si es que alguna vez fuesen a tener algo similar a una relación, pudiera prosperar.

Yunho tomó aliento sintiendo el dolor por dentro. Puede que Jae respondiera físicamente a él, algo hormonal, pero el regalo que suponía su amor, ya no le pertenecía. Después de cómo lo había tratado desde que lo había encontrado en Londres, seguramente él lo odiaría. Y no podía culparlo por eso.

Jaejoong se movió ligeramente para acercarse al sillón, e hizo que la seda del camisón se pegara a su cuerpo, resaltando su figura.

Yunho comenzó a sudar.

No debía estar allí. Con él así. Era más de lo que su cuerpo podía resistir. Apretó los puños, inconscientemente.

¿Qué se le había metido en la cabeza para prepararle el café y los rollitos él mismo? Su excusa personal había sido no querer molestar a los empleados a los que había dado la noche libre. Pero lo que realmente había deseado era estar con él y asegurarse de que no siguiese triste. Quería mirarlo, tocarlo. Quería estar con él.

Se movió, inevitablemente atraído hacia él. Jaejoong levantó los ojos y lo miró fijamente, respirando con lentitud. Yunho lo observó y sintió cómo, una vez más, se le secaba la garganta y el corazón le martilleaba en el pecho.

¿Jaejoong?

¿Era aquello una pregunta? ¿Aquél era él? ¿Era ése el hombre increíblemente seguro de sí mismo que, hasta ese momento, había habitado en el cuerpo de Jung Yunho? ¿O no era más que un humilde suplicante atrapado por la fuerza de aquello que sentía por ese docel?

Él separó los labios como si estuviera buscando algún tipo de respuesta. Encogió los pies sobre la gruesa alfombra. Siendo consciente de lo mucho que lo deseaba, sorprendido hasta niveles antes insospechados, Yunho recuperó el poder que, segundos antes, le había sido arrebatado.

Sólo hizo falta tocarlo una vez. Sólo una. Tocarle el hombro desnudo con la palma de la mano.

Con un leve suspiro, Jae se acercó de buena gana, derritiéndose contra su cuerpo mientras él con sus manos recorría sus caderas y lo presionaba contra su cuerpo caliente.

Cualquier pensamiento de resistencia o de auto preservación, y cualquier resquicio de orgullo desapareció en un abrir y cerrar de ojos cuando lo besó. ¡No lo deseaba! Por alguna razón, todas sus acciones pasadas y su aparente indiferencia habían intentado negarlo, pero ahora todos los muros habían quedado derruidos. La magia había vuelto con ganas, con una fuerza mayor que la de ellos dos juntos.

Una pasión ciega lo embargó mientras con su boca Jaejoong recibía sus besos. Le agarró el pelo negro y espeso con las manos y, al sentir el calor de su erección contra su estómago, se excitó más aún.

Él apartó la boca para colocarla acto seguido entre cuello y hombro y Jaejoong sintió cómo el pulso se le aceleraba. Echó la cabeza hacia atrás al sentir cómo él le acariciaba el pelo y, con un movimiento rápido, el camisón cayó a sus pies. Con un gemido, Yunho lo mantuvo ligeramente alejado de él para poder observarlo con sus ojos magnéticos y recorrer con la mirada su desnudez.

Ardo por ti, Jaejoong ― dijo en voz muy baja― Ven a mí.

La parte de su cerebro que le habría dicho que se marchase, que no tenía intención de dejarse engañar por segunda vez, parecía haber desaparecido. No había nadie en casa. Lo único que hizo fue entornar los párpados y agachar la cabeza ligeramente, como si estuviera drogado, y eso fue más que suficiente para que Yunho lo rodeara con los brazos y lo llevara a la cama.

Yunho comenzó a quitarse el jersey de cachemir para dejar al descubierto su magnífico torso y Jaejoong no pudo más que quedarse en la cama, mirando y estremeciéndose por el deseo mientras sus ojos redescubrían una vez más el cuerpo que una vez él había conocido mejor que el suyo.

Le había mentido, lo había engañado, lo había tratado como si fuera una basura. Pero era suyo. Había dado vida a su hijo. Él nunca lo sabría, pero lo amaría siempre, por encima de todo. Esa última noche con él sería todo lo que jamás podría tener o pedir. Más que eso, el matrimonio o incluso el derecho a poseer su cuerpo cuando quisiera, acabaría por destruirlo
.
No iba a empezar a preocuparse en ese momento sobre el hecho de que, para él, aquello no sería más que el modo más natural de saciar su apetito sexual, y nada más.

Jaejoong era suyo. Y aquello sólo podía ser el destino. Ése fue su último pensamiento coherente antes de que él se tumbara desnudo junto a él.


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Continuara \\(^_^)//...

Niñ@s un comentario no les cuesta nada….

Gracias…


Chicas, les pido mil disculpas por mi ausencia en el blog. Desafortunadamente por un problema de sincronización en mi Google Drive, perdi las adaptaciones que ya tenia terminadas, por lo que he tenido que iniciar nuevamente las adaptaciones, pero desafortunadamente no cuento con mucho tiempo debido a mis trabajo y mi maestria. 
Solo les pido un poco de paciencia. Un abrazo ^_^

11 comentarios :

  1. Aaahh mil gracias esperaba la actualización con ansias.
    Por dios....por fin cedieron a sus sentimientos, solo espero el momento en que todo quede aclarado y perdonado.

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  2. Yunho por no confiar en Jae y juzgarlo a la primera lo hizo sufrir y ahora se arrepiente. Espero q haga ahora lo correcto y compense con amor todo lo q hizo.
    Amiga lamento que perdieras las adp :(
    Si, me imagino estarás sin tiempo con tu trabajo y maestría pero es para asegurar tu futuro y vale la pena asi q no te sientas mal y ya cuando puedas actualiza. ^^ yo en fbk les seguire avisando a las chicas cuando actualices amiguita *.*

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  3. Ahh todo bien
    Si algo tengo es paciencia!!
    Y mucha...
    Como terminara todo esto!!?
    El YunJae juntos
    Ojala arreglen las cosas mas yh
    Gracias
    Saludos!!

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  4. Pues ya era hora de que Yunho se de cuenta que esa le mintió y dejó quedar mal a Jae ante sus ojos y cuando le confirme de todo lo que hizo pora perjudicar a Jae se arrepentida más por que se dará cuenta de la inocencia de Jae y de que de verdad lo ama y siempre fue sincero con el
    Gracias

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  5. Yunho es un idiota por decir todas esas cosas a Jae,pobre de el ya no soporta el hecho de que Yunho no quiere creer en el.
    Al menos Yunho ahorita ya esta dudando de todo lo que paso y hablara con su ex para aclararlo.
    Al fin los 2 se dieron por vencido,los 2 se siguen amando,que pasara????

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  6. Que alegria ver tu actualización,espero que Yunho pueda aclarar todas las mentiras que lo separaron de Jae y puedan disfrutar de su amor y su hijo......gracias Poleht

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  7. El amor y deseo de ambos es inevitable, sólo ojala se aclare todo y vuelva la confianza del uno por el otro pronto.

    Gracias! !!

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  8. En cualquier relación lo fundamental es ma confianza y yunho tiene 0 confianza en jae , pobre jae :( espero que yunho se de cuenta que es un tonto por tratar a jae de esa manera :(
    Muchas gracias por todos los capítulos 😍

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  9. Y LA FUERZA DE VOLUNTAD SE FUE MUY LEJOS POR PARTE DE AMBOS.... JEEEJEEJE YUNHO ESCUCHALO Y DILE LO Q SIENTES.... NO LO CALLEN MAS

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  10. Espere hasta queblas actualizaciones se acumularan porque amo poder leer capítulo tras capitulo, me aguate las ganas hasta no tener muchas jaja para no leer hasta tener muchas. Gracias por retomarlas siento mucho el que hayas perdido las adapatación. Respecto al cap, Me habría encantado que Jae sacara furza de algún lado e hicira padecer a Yunho por cadezota. Deminios Yunho lo hiciste llorar(>¡O¡<) Pero finalmente se ha dado cuanta de la inocencia de JJ. La cosa es que no me resigno a ver a Jae así de debíl. Aunque lo entiendo... Dios es Yunho por el que perdía el corazón¡¡¡

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  11. Yo creí que está vez no iba a llorar, pero nop, creo que esta parte donde Jae habla con YunHo y este finalmente se da cuánta de su error y de todo cuanto Jae paso por su falta de plena confianza es en serio el momento más lamentable para amabos. La verdad es que también. Me dio risa porque se me ocurrió que de primero Beppe le diera un zape con el plato se gambas🤭🤭

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