La luz matutina del sol
brillaba en la habitación de Susu mientras él bostezaba ruidosamente y estiraba
sus extremidades minuciosamente. Echó una mirada hacia donde Changmin y Jae
habían caído dormidos, y vio que estaban durmiendo profundamente. Los dejaré dormir mientras me ducho, pensó. Todavía tenía cosas que necesitaba
procesar de su encuentro con el súper sexy al otro lado de la calle.
—Gracias, Jae —murmuró en voz baja. Ahora no
podía pensar en él como el estudiante extranjero de intercambio porque Jae lo
había nombrado el “súper sexy” al otro lado de la
calle. Susu tendría que estar pendiente y asegurarse de no presentarse diciendo
“Hola súper
sexy, soy Junsu pero puedes decirme Susu; gusto en conocerte”. Sip eso no sería vergonzoso. Reunió algunas ropas limpias, y
se dio cuenta mientras miraba fijamente su closet, que se estaba tomando mucho
tiempo en elegir la ropa para ir a conocer al súper sexy, grrrrr, al estudiante
de intercambio. Susu, pensó,
repítetelo a ti
mismo, estudiante de in-ter-cam- bio.
Finalmente eligió unos
pantalones vaqueros que tenían agujeros en varios lugares a lo largo de las
piernas, por supuesto que no estaban ahí por ninguna falla en las suyas; eran
unos pantalones vaqueros de 125$ que él pagó para que tuvieran agujeros en...
imagínatelo. Escogió una camiseta manga corta que decía “No soy terco, sólo que a mi manera es mejor”.
Bueno, mejor dejarlo saber de
antemano que tiendo a ser sarcástico en situaciones de estrés, pensó Susu. Se
dirigió al baño para tomar una ducha caliente, y esperaba que eso pudiera ayudar
a calmar sus nervios. Realmente no entendía por qué estaba tan nervioso acerca
de conocer al estudiante de intercambio, «ese
es el camino Susu, no lo llamaste súper sexy.» Estaba muy nervioso. Entonces de nuevo eso podía ser, meditó,
porque él podía haberle hablado en la mente —Quiero decir, ¿qué diantres? —murmuró.
Se tomó su tiempo en la
ducha, finalmente salió cuando el agua comenzó a enfriarse. Se secó con una
toalla y se vistió, luego se tomó su tiempo arreglando su cabello. No podía
decidir si llevarlo recogido o suelto « ¡Demonios! » se dijo a sí mismo «nunca habías tenido tantos problemas para alistarte» Simplemente no podía sacarse de encima la sensación de que algo
importante había pasado anoche cuando trabó miradas con el apuesto extraño.
Decidido a llevar el cabello
recogido, después de todo era verano en el sur de Texas lo que significaba un
calor como para freír-huevos-en-la- acera, se dirigió de nuevo a su habitación
para ver si Changmin y Jae habían decidido unirse al resto en la sala de estar.
Efectivamente, ambos estaban
sentados en el piso, cada uno con la apariencia de estar recién levantados y un
poco aturdidos.
— ¿Qué estás haciendo levantado tan temprano... y vestido? —dijo Jae sonando sorprendido.
—Bueno, me desperté con algunas cosas en mente y supe que sería
imposible volver a dormirme. Además necesito hablar con mi mamá acerca de
nosotros yendo con él a conocer al súper, digo al estudiante de intercambio.
Gracias a ti Jae probablemente me presentaré ante él y diré hola súper sexy.
—Bueno si lo haces me aseguraré de hacerte el honor de orinarme de
la risa —dijo Jae graciosamente.
—Oh muchiiiiisimas gracias —replicó Susu.
—Ok, niños vamos a jugar bonito, tenemos planes que hacer, así que no
perdamos el tiempo jugando a quién es el hermano más impertinente —dijo Changmin en su voz más maternal.
—Está bien, ¿por qué no toman turnos para ir a bañarse y yo iré a
hablar con mi mamá acerca de cuándo planea dirigirse hacia la casa de los
Henry?
—Suena bien —respondió Changmin.
— ¡Vamos equipo! —dijo Jae con
fingido entusiasmo.
Jae a menudo podía ser tan
sarcástico como Susu, lo que ocasionaba que a veces fuese el mejor de los amigos
y a veces el peor.
Susu se dirigió al piso de
abajo para encontrar a su mamá ya en la cocina preparando de todo. Kim Hani no
era una mujer promedio. Ella tenía unos antecedentes vagos creciendo en un
hogar de acogida, sin saber dónde estaban sus verdaderos padres. A menudo tenía
esos “presentimientos” acerca de cosas que iban a suceder, y la
parte tenebrosa era que normalmente tenía razón. Susu y su mamá realmente nunca
hablaban de eso, a pesar de que Susu estaba comenzando a mostrar síntomas de
naturaleza similar. Sólo que Susu no sabía cosas, podía sentirlas; cosas como
el cómo se sentían los demás. A veces era muy sutil, él podía estar en una
habitación con su mamá y sin que Hani dijera nada Susu sabía sin duda alguna
que su mamá estaba triste, preocupada o confundida. No tenía idea de cómo lo
sabía, simplemente lo hacía. Aunque no era confiable porque podían pasar días sin
que sintiera las emociones de alguien más. Susu no quería saber cosas, o
sentirlas; sólo quería ser normal. Mientras Susu miraba alrededor en la cocina
vio que había un sartén de pollo frito en la estufa, y maíz en mazorca en una
olla de agua hirviendo. Su mamá estaba mezclando sin parar un tazón de puré de
papas, agregando leche y mantequilla hasta que lo consideró apropiado.
—Hola mamá. ¿Cómo va la preparación de comida del sur?
—Casi termino. Sólo necesito poner algunos panecillos en el horno.
¿Te importaría agarrarlos y ponerlos en un sartén? No son hechos en casa, son
sólo esos panecillos hawaianos, pero son realmente buenos.
—Sip, puedo hacerlo. Así que mamá, Changmin, Jae y yo nos estábamos
preguntando si necesitas ayuda para llevar todo esto hasta donde los Henry —dijo Susu, tratando de sonar casual y sin saber a ciencia cierta
si lo había logrado. Su mamá lo miró interrogante y Susu supuso que no había
estado ni cerca de ser casual.
— ¿Realmente quieres ayudar o simplemente es la oportunidad perfecta
para ir a conocer al nuevo estudiante de intercambio? Es un chico después de
todo, ¿no? —preguntó Hani.
—Sí es un chico, y tal vez nosotros queremos ir a ver quién es, pero
también queremos ayudarte. No creo que puedas llevar hasta allá todo esto tú
sola —respondió Susu.
—Bueno, de todas formas iba a pedirte que me ayudaras, y pensé que
podrías estar interesado en conocer al nuevo joven, especialmente desde que
Trent y tú se separaron.
— ¡No empieces con eso mamá! Esto no tiene nada que ver con él.
Simplemente es natural querer conocer a alguien nuevo y especialmente desde que
él no es de nuestro país —declaró Susu con
firmeza.
—Está bien, está bien, no tienes que estar a la defensiva. Estaré
lista tan pronto como esos panecillos terminen de calentarse. Voy a llamar a
los Henry ahora para asegurarme de que estén de acuerdo con que vayamos para
allá en unos diez minutos.
Susu agarró un sartén y puso
los panecillos en filas derechas; su mamá ya había precalentado el horno así
que simplemente los metió ahí y ajustó el temporizador en 7 minutos según las
instrucciones del paquete. Mientras su mamá estaba saliendo de la habitación
para llamar a los Henry él captó el más breve indicio de preocupación viniendo
de su mamá en sutiles ondas. Había pasado mucho tiempo desde que había recogido
nada de su mamá así que esto lo hizo dar un paso atrás. Me pregunto ¿de qué estará preocupada?
Se dirigió de nuevo escaleras
arriba para ver si los chicos ya habían terminado de arreglarse y dejarles
saber que el plan ya estaba en marcha. Caramba, se sentía ridículo mientras
pensaba en cómo sonaba el tener un “plan” para
conocer a un tipo, y no encontrarse con él así como “oye, qué hay de nuevo”, sino encontrarse con él así como “oye, eres un bicho raro o algo así” ¿A dónde iba a llegar su mundo? Oh bueno,
podría ser peor, él podría estar escuchando voces, oh espera las estaba
escuchando, y una mierda.
Changmin había terminado de
ducharse y estaba arreglando su cabello cuando él llegó arriba. Changmin podía
ser muy eficiente cuando debía serlo, y no era de esos demasiado exigentes con
su apariencia. Desde luego eso podría ser porque él sería hermoso incluso con
una bolsa de papel sobre su cabeza. Su cabello color café era llamativo contra su
piel color moca. Honestamente él no lucía como una Sally (Hace referencia a las muñecas americanas Sally, las cuales
clásicamente son rubias, de ojos azules y cabello amarillo platinado), pero como sea, pensó Susu, yo no elegí su nombre. Jae todavía
estaba en la ducha y cuando Susu fue a la puerta del baño pudo oírlo cantando
la canción “Día de la Independencia” de Martina
McBride, y la estaba cantando a todo pulmón orgullosamente, fuera de tono. Susu
golpeó la puerta y gritó:
—Sip, sip, eres fuerte, libre e independiente, lo entendimos.
¡Apúrate! Estaremos desplegándonos dentro de 10 minutos —Jae sólo cantó más alto. Susu puso los
ojos en blanco y volvió a su habitación.
—Si él está planeando secar a mano ese desastre rubio que tiene en
la cabeza entonces lo dejamos aquí —le dijo Susu
a Changmin mirando por encima para verlo metiendo los pies en sus zapatos.
—Bueno, yo estoy listo cuando tú lo estés Sherlock, vayamos a
verificar al súper sexy —dijo Changmin con un
guiño.
—Qué afortunado soy de tenerte mi querido Watson —dijo Susu sonriendo. Jae entró a la habitación de Susu
completamente vestido, con el cabello recogido en una trenza francesa.
— ¿Qué les está tomando tanto tiempo a ustedes dos? He estado listo
desde hace 2 minutos —dijo Jae fingiendo
exasperación.
—Oh, ¿2 minutos completos? Cómo nos atrevemos a hacerlo esperar, por
favor no nos azote su majestad —replicó Susu.
—Ya era tiempo de que te dieras cuenta de quién es la reina en este
atuendo —dijo Jae sonriendo.
— ¡Chicos, estoy lista si ustedes lo están! —Todos escucharon a la mamá de Susu gritar. Bueno, aquí vamos, pensó Susu,
en ese momento sintió que estaba caminando hacia la guarida de los leones. Sólo
que se había metido él solo.
—Creo que oficialmente me estoy sintiendo enfermo —dijo Susu con un ligero gemido.
—Toma respiraciones lentas y profundas, si te desmayas cuando
estemos allá, de nuevo te digo que me voy a orinar de la risa —dijo Jae.
—Caramba, eres toda una bola de cálidos sentimientos amistosos, ¿no
es así? —dijo Susu mirando ferozmente a Jae.
—Sólo estoy diciendo —se rió Jae.
Girando en un círculo con los
brazos extendidos y las palmas hacia arriba Susu dijo — ¿Cómo me veo? ¿Esta
camiseta es un poco excesiva?
—No, creo que es perfecta. Hace una declaración, algo así como “oye, no me da miedo tu pequeña
algarabía mental” —lo animó Changmin.
—Pero yo tengo miedo de su algarabía mental, si realmente es su
algarabía mental y no algo completamente diferente —dijo Susu sonando completamente desamparado.
—Oh, vamos, recomponte caramba, él es sólo un tipo, ¿ok?, nada más y
nada menos —dijo Jae con absoluta
confianza.
La única cosa que Susu no
creía era que el misterioso tipo fuese sólo un tipo; no, él era más, mucho más,
sólo que él todavía no sabía qué. Cuando comenzaron a bajar las escaleras un
pensamiento tocó su mente, uno que no era suyo. Buenos días nae
dal, escuchó Susu. Él tropezó unos pocos
pasos en la escalera. Jae se estiró para estabilizarlo.
— ¿Estás bien? —le susurró.
—Acabo de escuchar la voz de nuevo —dijo Susu con voz temblorosa.
— ¿Qué dijo? —preguntó Changmin.
—Buenos días mi luna —respondió Susu— ¿Qué diantres significa eso?
No puedo creer que pensara
que era una buena idea ir allá, pensó Susu. La mamá de Susu estaba parada al pie de la escalera
mirándolos estrechamente. Ella tenía esa mirada que Susu conocía muy bien; su
mamá sabía que algo estaba pasando. Podía sentir las emociones de su mamá con
mucha intensidad; él estaba muy, muy preocupada.
— ¿Vienen chicos? —preguntó su
mamá.
—Dirija el camino Sra. Kim —dijo Jae.
Cada uno de los chicos
llevaba un plato. La mamá de Susu incluso había hecho té dulce, después de todo
¿qué es una comida sureña sin té dulce?
Mientras salían de la casa y
caminaban por el sendero, el sol brillaba intensamente sobre ellos, y a las
10:00 a.m. ya el calor era abrasador.
A pesar de que la grama en
algunos de los céspedes era todavía verde y saludable, el césped de Susu y su
mamá estaba marrón y marchito. Por supuesto eso podía ser porque su mamá lo
podó demasiado corto la última vez con la esperanza de que pudiera tener más de
una semana entre podadas. Ella inadvertidamente había destruido la grama. Oh, bien, pensó Susu, no es como
si fuesen a la competencia del césped más bonito. Dios sabe que tanto él como
su mamá preferirían arrancarse las uñas de los pies antes que trabajar en el
patio con el ridículo calor del sur de Texas.
Mientras cruzaban la calle Susu
vio las cortinas en la ventana derecha del segundo piso abrirse. Brevemente,
vio el apuesto rostro devolviéndole la mirada. Cuando desvió la mirada para
atraer la atención de Changmin y Jae miró de nuevo para señalarlo pero las
cortinas se habían cerrado.
—Él estaba de pie en la ventana, juro que no lo imaginé —dijo Susu sonando un poco desesperado.
—Te creemos Susu, deja de dudar eso —dijo Changmin con convicción. Él tenía razón en cuanto al
pensamiento de Susu. Eran sus mejores amigos y él sabía que estarían a su lado
sin importar qué.
>>>♥<<<
Yoochun despertó y sin
pensarlo buscó la mente de Junsu; era una segunda naturaleza para él, incluso a
pesar de que acababa de conocerlo. Bueno, no lo había conocido realmente, era
más como que lo había encontrado. Le habló mentalmente sin esfuerzo, Buenos días nae dal, e instantáneamente sintió su pánico y confusión.
Lo escuchó decirle a sus amigos
que había escuchado su voz, o más bien una voz que no estaba del todo seguro
que fuese suya. Y él quería saber qué significaba Luna. Él incluso captó un
pensamiento pasajero de que ellos se encontraban de camino hacia acá... ahora.
Yoochun se miró en el espejo
y rápidamente decidió que necesitaba una ducha y algo más presentable que unos
pantalones de pijama sin camisa.
Rápidamente saltó a la ducha,
estuvo fuera en un récord de cinco minutos y estaba parado frente al espejo del
baño cepillándose los dientes cuando se dio cuenta de algo diferente en su
pecho y hombro.
Yoochun, como todos los
hombres Canis Lupus, tenía marcas parecidas a tatuajes las cuales aparecieron
por voluntad propia una vez que entró a la pubertad. Esas marcas revelaban a
dónde pertenecía en el orden de la manada de lobos, mientras más elaboradas
eran las marcas más elevado era el rango del lobo. Los tatuajes variaban en
tamaño, forma y en qué lado del cuerpo estaban. Los de Yoochun estaban en su
lado derecho, lo cual significaba que él era un dominante; comenzaban en su
omoplato derecho y se apoderaban de su hombro, bajando hacia su bíceps y a lo
largo del lado derecho de su pecho; el hecho de que éstos llegaran a la parte
delantera de su cuerpo y no sólo en su espalda indicaba que él era un Alfa.
Sólo los Alfa tenían marcas en la parte delantera y trasera de sus cuerpos de
forma que no importaba en qué dirección se enfrentaran todos podrían ver sus
marcas. Las marcas eran negras con curvas y puntos al final de las líneas.
Sólo que ahora las marcas
habían trepado hacia el lado derecho de su cuello, parecían llamas sólo que de
color negro.
Yoochun honestamente no sabía
que significaban, nunca había escuchado que las marcas se extendieran. Decidió
que tendría que llamar a su padre más tarde para descubrir qué significaba eso.
Mientras tanto estaba esperando que los Henry no notaran que las marcas no
habían estado ahí la noche anterior, lo que podría ser un poquito difícil de
explicar.
Decidiendo que no había nada
que hacer al respecto por el momento siguió adelante y rápidamente deslizó una
afeitadora por su rostro y se colocó algo de loción para después de afeitar.
Yoochun caminó hacia su
maleta para escoger algunas ropas; no se había molestado en desempacar nada
anoche porque había estado tan cansado. No había demasiadas variaciones en su
guardarropa; camisetas negras, grises y azules oscuras en su mayoría. Tenía un
montón de camisetas manga larga ya que era frío en Corea. Había tenido que
comprar camisetas manga corta para prepararse para venir a los Estados Unidos.
Se decidió por una camiseta manga corta gris oscuro y sus pantalones vaqueros
Lucky Brand. Llevaba botas de motorista y una billetera con una cadena unida a él.
A pesar de que las
motocicletas no eran muy populares en Corea por la temperatura, Yoochun las
adoraba y tenía una Honda. Trataba de conducirla tanto como podía, y por
supuesto estaba completamente cubierto de cuero cuando lo hacía porque eso
ayudaba a mantener fuera el frío. Había querido traer su motocicleta con él
pero sus padres le dijeron que en vez de eso le comprarían una moto usada una
vez que llegara aquí. Él estaba planeando hablar con el Sr. Henry acerca de eso
ahora más tarde, esperando que él estuviese dispuesto a llevarlo a un
concesionario de motocicletas para dejarlo escoger una. Sus padres le habían
dado una tarjeta de crédito que tenía un límite decente que debería conseguirle
una moto bastante buena.
Cuando ya estaba listo para
ir abajo su lobo se animó ante el sonido de pasos afuera en la calle, caminó
hacia la ventana y separó las cortinas. Qué suerte, meditó, su ventana estaba
directamente frente a la casa de Junsu.
Miró hacia abajo a la calle y
vio a tres chicos adolescentes caminando con quien debe haber sido la madre de Junsu.
Su mirada se desvió hacia el
único que le importaba y él levantó la mirada directo hacia su rostro. Es hermoso, pensó Yoochun. Ahora
que podía tener un buen vistazo de él vio que tenía un cabello salvaje y
rebelde de color castaño, pecas que espolvoreaban su piel clara y labios voluptuosos.
Era más bajo que el promedio, delgado pero no flaco. Estaba usando pantalones
vaqueros desgastados con agujeros y una camiseta verde que decía “No soy terco, sólo que a mi
manera es mejor”.
Así que, su Luna tenía
actitud, bueno, por supuesto que la tendría, no es como si un joven sumiso
pudiera ser el Alfa de las hembras y doceles TVXQ’s, ellos destrozarían a un
joven alfa tímido. Junsu se giró para hablar con sus amigos; mientras él
volteaba la cara Yoochun se alejó de la ventana para dirigirse escaleras abajo.
Yoochun tenía que admitir que estaba un poco nervioso acerca de conocerlo.
Nunca había sido nervioso con las chicas o doceles, luego de nuevo realmente no
había tenido muchas citas, nadie parecía llamar su atención así que pensó que
para qué perder su tiempo. Los pocos chicos con los que había salido nunca le
habían producido ni la cuarta parte de la atracción que sentía por Junsu.
Ahora desearía haberse
levantado más temprano y haber llamado a su padre para hablar con él acerca de
todo este asunto del emparejamiento. Había aprendido un poco mientras crecía
pero todavía no se sentía en absoluto preparado para manejar esto.
Especialmente desde que él era humano y no sabía nada de su mundo. Cuando Yoochun
llegó al pie de las escaleras el timbre sonó. Escuchó a la Sra. Henry viniendo
del lado derecho de la casa. Cuando él dio vuelta en la esquina vio que él
estaba ahí y le sonrió con gusto.
—Buenos días Yoochun. ¿Dormiste bien? —preguntó él.
— Annyeonghaseyo —dijo Yoochun graciosamente— dormí muy bien gracias.
— ¿Asumo que ese “Annyeonghaseyo” significa
buenos días? —preguntó la Sra. Henry.
—Esa fue una muy buena pronunciación, y sí significa buenos días —explicó Yoochun.
—Oh. Supongo que mejor voy hasta la puerta —dijo él justo mientras el timbre sonaba de nuevo. Cuando la Sra.
Henry abrió la puerta Yoochun sintió que su estómago se tensaba con
anticipación. Se preguntaba qué iba a decirle a él. Bueno, naturalmente no
podía simplemente declararlo su compañero delante de todos esos humanos; ellos
podrían pensar que estaba loco.
Así que se resolvió por un
simple “Hola mi
nombre es Yoochun”. Sí él pensó que eso era una
cosa muy normal que decir, y normalidad era lo que él quería, después de todo.
Los tres jóvenes y la dama
estaban de pie en el umbral de la puerta mientras la Sra. Henry los saludaba.
—Hani, ¡qué dulce de tu parte venir a conocer a nuestro huésped! — anunció amablemente la Sra. Henry.
—Vinimos a traer una comida sureña hecha en casa para el recién
llegado —respondió Hani.
—Entren; déjenme presentarles a Yoochun. Él es de... bueno, voy a
dejar que él les diga, puede hablar por sí mismo después de todo —dijo la Sra. Henry mientras todas caminaban en fila por la
entrada.
—Sara por qué no ponemos esta comida en la cocina y luego nos
sentamos en la sala de estar a hacer nuestras presentaciones, ¿te parece bien?
—preguntó Hani.
—Oh, por supuesto, por supuesto todos ustedes no pueden estar aquí
parados en la puerta de enfrente sosteniendo toda esa comida, podrían pensar
que nunca he tenido visitas antes. Vamos chicos y pongamos eso en el mostrador
de la cocina —dijo la Sra. Henry sonando un
poco aturdida con él misma.
Sara, pensó Yoochun, así que ese era el nombre de la Sra. Henry. Ni siquiera
había pensado en preguntarles cuando se habían conocido anoche. A pesar de que
podría haber estado en sus papeles para el programa de intercambio y él
simplemente no le prestó atención.
Una vez que la comida fue
dejada en la cocina, todas se enfilaron hacia la sala de estar cada una tomando
asiento. Hani se sentó en la mecedora al lado de la chimenea, mientras los tres
chicos se sentaron en el diván a la izquierda de la mecedora. La Sra. Henry y Yoochun
se sentaron en sofá de dos puestos al otro lado del diván. Había una mesa de centro
de madera en medio entre el diván y el sofá de dos puestos que tenía varias
revistas y algunos portavasos puestos allí.
Yoochun se dio cuenta que
mientras él había estado catalogando la habitación, los presentes estaban todos
mirándolo expectantemente. Notó que la mirada de Junsu permanecía en las marcas
en su cuello. A su lobo le gusto que las notara a pesar de que no sabía que
podrían tener algo que ver con él. Él se aclaró la garganta y comenzó a hablar.
—Buenos días sugnyeo mich jeolm-eun, mi nombre es Park Yoochun. Soy
de Corea, tengo diecisiete y este año seré estudiante de último año— Yoochun miró a cada una de los jóvenes y damas,
deteniéndose brevemente en Junsu— ¿Debería decir algo más? —preguntó él.
Hani lo miró con curiosidad y
preguntó — ¿Qué
significa exactamente sugneo mich jolmeun?
Yoochun trató de no sonreír
demasiado ante su pobre pronunciación, después de todo el coreano era un idioma
muy difícil de aprender.
—Significa damas y jóvenes. Yo estaba diciendo buenos días damas y
jóvenes. Tengo el mal hábito de mezclar mi idioma natal con mi inglés. Les
ruego me disculpen —le dijo Yoochun a Hani.
—No importa, en realidad es bastante atractivo escucharte hablar coreano,
no es un idioma que uno escuche muy a menudo o nunca —le aseguró Hani.
Hubo una pausa incómoda por
un momento y luego el amigo de Junsu de cabello rubio quien él había aprendido
a través de sus pensamientos que se llamaba Jae lo miró conmovedoramente y
preguntó —Así que,
¿por qué Coldspring, Texas?
Yoochun ladeó la cabeza hacia
un lado, justo del modo en que lo haría en su forma lobuna — ¿ Sagwa (disculpa)? —preguntó— No entiendo la pregunta.
— ¿Por qué elegiste venir a nuestro pequeño pueblo en un abrir-y-
cerrar-de-ojos? —preguntó Jae hablando
lentamente como lo harías con un niño.
Junsu le dio un codazo, lo
que hizo a Yoochun sonreír.
—Oh, ya veo. Bueno, honestamente no estoy seguro. Cuando apliqué
para el programa de intercambio me enviaron varios candidatos para mi familia
anfitriona. Leí sobre ellos y algo acerca de los Henry se sintió correcto. No
sé si me expliqué bien, pero sólo así sé cómo decirlo — respondió Yoochun.
—Tu inglés es muy bueno —declaró el
otro amigo de Junsu, el moreno, Changmin.
—Nee (sí), mis padres siempre me han hablado tanto en coreano como en
inglés, ellos creen que es tonto pensar que yo sólo necesitaría aprender el
idioma y la cultura Coreanos —le explicó Yoochun.
— ¿Así que también estudiaste la cultura americana? —preguntó la Sra. Henry.
—Nee, la cultura americana es bastante diferente de la mía. Lo que
me ha sido enseñado por profesores no siempre sucede en la vida real.
—Está bien —dijo Hani— suficiente de la
Inquisición Española. Chicos vamos a presentarnos brevemente y entonces sigamos
nuestro camino para que Yoochun pueda instalarse.
Sin hacer ningún movimiento
para levantarse Hani simplemente se presentó desde el asiento donde estaba —Yoochun, mi nombre es Kim
Hani, y soy la mamá de Susu. Tengo una librería en la plaza del centro de la
ciudad a la que eres más que bienvenido cada vez que quieras para estudiar o
chatear. Por favor llámame Hani ya que no soy mi madre, él era la Sra. Kim.
Estoy tan contenta de conocerte.
— Ajumna myeong-yeimyeo —dijo Yoochun
inclinándose muy levemente— En su idioma dije, mi señora es un honor —tradujo Yoochun.
Jae se levantó y le tendió la
mano —Soy Kim
Jaejoong, también conocido como Jae. También tengo diecisiete y soy estudiante
de último año. Encantado de conocerte —dijo
mientras él tomaba su mano.
Para su sorpresa él no se la
estrechó; simplemente la llevó a sus labios, apenas rozándolos en la parte
superior de su mano.
Yoochun alzó la mirada hacia Jae
luego de besar ligeramente su mano y dijo — Mannaseo bangab - Jae parecía
un poco aturdido y confundido —Es un placer conocerte —tradujo Yoochun.
Changmin se puso de pie
empujando suavemente a un Jae de aspecto confuso de nuevo hacia abajo al diván
y tendió su mano.
—Soy Shim Changmin, diecisiete, estudiante de último año y es un
placer conocerte —dijo con una jovialidad
natural.
De nuevo Yoochun llevó su
mano levantada hacia sus labios colocando un beso suave como una pluma en la
parte superior de ésta y repitió lo que le había dicho a Jae — Mannaseo bangab.
Changmin se sentó al lado de Jae,
y cuando Junsu no hizo ningún movimiento para levantarse Jae se acercó y lo
pellizcó en la parte de atrás del brazo.
—¡Ay! —chilló Susu.
Él fulminó con la mirada a su
amigo, y finalmente captó lo que estaba tratando de decirle silenciosamente.
Levantándose para presentarse, comenzó a hablar y por un momento su boca no
pudo escupir lo que su cerebro estaba indicándole que dijera —Oh, este, yo, estee —¡demonios, pensó Susu, escúpelo de una vez!— soy Susu, diecisiete y
estudiante de último año también. Hani es mi mamá —No hizo ningún movimiento por darle la mano a Yoochun.
La sorpresa en su rostro fue
obvia cuando él se acercó y tomó su mano de todas formas. Yoochun se inclinó
sobre su mano y la llevó a sus labios, y esta vez se demoró ahí. Mientras
sostenía su mano en su boca él captó su olor y descubrió para su placer que él
olía a algodón de azúcar y nieve fresca, una rara pero extrañamente familiar
combinación. Trató de no gruñir posesivamente, pero no pudo reprimir el impulso
por completo y supo que Junsu lo había escuchado porque se tensó incluso más.
Levantó los ojos para mirarlo
y del mismo modo que le había dicho a Changmin y a Jae dijo — Mannaseo bangab
La única diferencia fue que
mientras le hablaba con su boca también le envió un mensaje con sus
pensamientos.
Estoy tan honrado de
conocerte finalmente nae dal, le dijo. Tenemos mucho que aprender
el uno del otro.
Continuara
\\(^_^)//...
Niñ@s un comentario no
les cuesta nada….
Gracias…