El Acuerdo. Cap 2

Yunho entró en el bar exactamente a las dos y media de la mañana. Había quedado de encontrarse con Donghae allí a la una y media. Si es que el elfo seguí allí, estaría echando humo por las orejas justo ahora. No es que Yunho fuera la clase de vampiro que hace esperar a los demás, pero hacer las espadas que el capitán Choi le había pedido, le había tomado más tiempo del previsto. Y tú simplemente no puedes hacer esperar a Siwon. El tipo pagaba muy bien cuando las cosas se hacían como él quería y Yunho no iba a perder su fama de ser el mejor herrero que había por esos lados. Pero su fama bien podía costarle su desayuno, ya que Donghae era bastante…

- ¡Yunho, pedazo de hijo de puta! ¿Te crees que el puto rey, para hacerme esperar una hora entera, jodido chupa-sangre ególatra?

Todos los presentes en el bar se giraron a mirar al elfo con las cejas enarcadas. Solo a Donghae se le ocurriría acusar a los gritos a un vampiro de chupa-sangre en un bar lleno de ellos, situado en el corazón de la ciudad vampírica. Yunho se apresuró a llegar junto a él antes de alguien le saltara a la yugular.

- Lenguaje, Hae… sé que te hice esperar, pero tengo una buena razón.

- ¡Buena razón, mi culo! Quince minutos es razonable, veinte incluso, no una jodida hora tu estúpido colmillud...

- ¡Hae! ¡Ya estoy aquí, joder!

Donghae abrió la boca para seguir protestando, pero por el rabillo del ojo vio a Eunhyuk, el dueño del bar mirándolo sorprendido. Las mejillas de Donghae se tiñeron rápidamente de rojo y se dejó caer en la mesa silenciosamente. Yunho notó esto y sonrió ampliamente mientras se sentaba frente a su amigo.

- Vamos Hae… sé que no te aburriste esperándome – Yunho le guiñó un ojo y esto hizo que Donghae se enervara de nuevo, pero ver que Eunhyuk se acercaba lo mantuvo callado.

Eunhyuk apoyó una mano en el hombro adolorido de Yunho y sonrió mostrando la punta de sus colmillos.

- Yunho, ¿Cómo estás? ¿Necesitas algo?

- Que dejes de apoyarte en ese hombro y una cerveza. – respondió este con una mueca en su rostro.

Eunhyuk lo dejó ir, carcajeándose.

- ¿Cuantas veces vas a trabajar hasta que tus brazos se acalambran? Eres un testarudo, Jung.

- Ya… tráeme la cerveza, por favor.

Eunhyuk le dedico una sonrisa a Donghae antes de irse en busca de uno de los camareros para que le llevara el pedido a Yunho. Este último se giró para encontrarse a su amigo con la vista fija en la espalda de Eunhyuk.

Yunho se rió suavemente y le tiró una servilleta en la cara a Donghae.

-  Limpia la baba, Hae.

- ¡Cállate idiota! ¿Puedes decirme mejor que demonios te tomó tanto que me tuviste que hacer esperar una maldita hora aquí? Tengo el culo plano… - refunfuñó el elfo en un tono más bajo.

- Eso no es mi culpa ni el de la pobre silla, ya lo tenías así. – Bromeó Yunho, pero la mirada que Hae le envió lo hizo volver al tema de conversación – Lo siento, Hae. Pero es que me quedaba solo una espada por terminar antes de que Siwon pasara a recogerlas y después tuve que tomar una ducha porque estaba hecho un asco. Vine lo más rápido que pude.

- Eso está muy bien Jung, pero ahora te vas y encuentras a otro pobre idiota que te alimente, porque yo seguro como la mierda que no lo haré.

Justo cuando Yunho iba a protestar, una de las camareras se acercó  y dejo la bebida sobre la mesa. El vampiro agradeció cortésmente y esperó a que esta se fuera para poder hablar de nuevo con su amigo.

- Vamos Hae… no seas así. Jamás te he hecho esperar antes… ¿por favor?

- De acuerdo, pero solo porque te vez patético – contestó Donghae después de unos minutos, mientras apoyaba su brazo sobre la mesa de madera con su muñeca hacia arriba.

Yunho murmuro su agradecimiento mientras tomaba el brazo de su amigo. Los colmillos de Yunho se alargaron al percibir el aroma de la sangre corriendo en las venas de Donghae y sin más preámbulos, los enterró en la cara interna del antebrazo. Donghae siseo ante la repentina intrusión pero no hizo ningún movimiento para retirar su brazo.

Donghae llevaba más de 2 años alimentando a Yunho. Todo había empezado cuando Yunho había salvado a Donghae de unos trolls que lo habían sorprendido en el camino. Los horribles animales habían planeado en comerse al elfo, pero Yunho que había escuchado los gritos de Hae al cruzar, se detuvo a ayudarlo.

Desde entonces, Donghae hacia un corto viaje desde el territorio de los elfos hasta el de los vampiros para alimentar a su nuevo e inusual amigo. El resto de los elfos que sabían lo que él hacía, lo creían loco. A él sinceramente le importaba muy poco. Yunho era un buen tipo, colmillos o no colmillos. Y el resto de los vampiros lo dejaban en paz. Ninguno le hacía ningún problema por entrar y salir continuamente de la ciudad. Aunque eso no le sorprendía mucho ya que los vampiros hace años que tenían toda clase de criaturas viviendo en la ciudad. Hadas, centauros, duendes, sirenas, hombres-lobo, demonios, etc. Todos aquellos que se escapaban de sus territorios o querían un lugar donde quedarse, llegaban a la ciudad de los vampiros. Los vampiros no hacían preguntas que no quisieras responder, te aclaraban simplemente que si te quedabas en la ciudad, era para ser donante de sangre. Tenías que alimentar un tope de 5 personas en un día, si es que se te pedía, y si algún idiota se pasaba de la raya, era castigado por los guardias del rey, ya que esos seres eran los que los mantenían con vida y por lo tanto valiosos.

Esto no significaba que si un día entero no alimentabas a nadie, te echaban sino que cuando fueras necesario mostraras la misma amabilidad que ellos mostraron al dejar que te quedaras.

Lo único en lo que Donghae difería de las criaturas de la ciudad, era que el elfo no vivía entre vampiros sino que cuando terminaba de visitar a Yunho, volvía a su pueblo.

Yunho despegó los colmillos del brazo de Donghae con un suspiro de satisfacción. La sangre de elfo, como toda sangre de criatura de la luz, era deliciosa. Yunho notaba que era más fuerte desde que bebía la sangre de Donghae y por eso le estaba terriblemente agradecido al elfo.

- Gracias, Hae eres el mejor. – suspiró Yunho dejándose caer   pesadamente contra el respaldo de la silla

- Eso lo sabías ya hace mucho tiempo, amigo mío. ¿Te quedas conmigo a tomar unos tragos?

- No puedo, Hae. Hay reunión general de vampiros. Al parecer encontraron la solución para decidir el próximo rey.

Donghae tomó un trago de su cerveza y enarcó las cejas.

- ¿Así que ya decidieron quien será el conde Drácula de este lugar? – preguntó con sorna. Algunos de los vampiros de las mesas cercanas lo miraron con los ojos entrecerrados, pero como siempre el elfo los ignoró.

- Hae, si vas a compararnos con alguien, no lo hagas con personajes que los humanos inventaron ¿Si?

- Ya, está bien. Lo siento. Pero tienen razón en algunas cosas sobre ustedes y lo sabes.

- Como digas, Legolas.

- ¡Hey!

Los vampiros sentados en la mesa de al lado comenzaron a reír y levantaron sus botellas para brindar al comentario de Yunho. Este les devolvió el gesto y tomó un sorbo antes de girarse a mirar a Donghae que estaba refunfuñando.

- ¿Es que no hay privacidad aquí?

- Somos vampiros, Hae. Nuestros oídos son mejores que los tuyos.

- Como sea. ¿Eligieron rey ya sí o no? – preguntó exasperado tomando un sorbo de su vaso.

Yunho se encogió de hombros.

- No creo. Dijeron que la reunión era para hablar del tema, no para anunciar quien es el rey.  

- ¿Y a qué hora es?

El vampiro consultó su reloj y luego levantó la mirada.

- En diez minutos. Tengo que correr, Hae. Te veo mañana ¿ok? – dijo Yunho levantándose.

-  Nop, tengo cosas que hacer mañana. Vendré en dos días.

- De acuerdo. Nos vemos, Hae.

Yunho saludó a Eunhyuk al salir, que ya estaba dándole instrucciones a uno de sus camareros duende para cuidar el bar mientras él estaba fuera.

>>>♥<<<

Yunho tardó cinco minutos en recorrer la ciudad y subir la colina en la que estaba el gran castillo estilo victoriano. Las luces de la mayoría de las habitaciones estaban prendidas, pero la reunión iba a tomar lugar en el patio delantero del castillo, ya que nadie que no fuera personal del monstruoso edificio podía entrar a menos que el legítimo gobernante estuviera dentro. Yunho no tenía idea de quien había impuesto esa regla, pero suponía que era sentido común, ya que a él no le gustaría que un montón de gente se reuniera en su casa cuando él ni siquiera estaba presente.

Las grandes rejas de hierro de la entrada estaban abiertas de par en par, con dos guardias a cada lado. Yunho caminó a una velocidad normal por el largo camino que llevaba a la entrada del castillo. Gran parte de la comunidad ya estaba allí, acomodándose en el extenso patio del enorme edificio. Los faroles dispersados cada pocos metros en el terreno, proveían de la luz suficiente para poder notar los árboles y los arbustos llenos de flores que adornaban el extenso terreno.

Los murmullos se hacían cada vez más impacientes y Yunho comenzó a caminar entre los vampiros saludando a los conocidos e inspeccionando cada detalle del lugar.

Como siempre los miembros de la nobleza se mantenían alejados del resto del grupo, hablando suavemente entre ellos y mandando miradas despectivas al resto. Además parecía que habían tomado posesión de todos los bancos que había para sentarse en el jardín. Con tan solo verlos comportarse, Yunho le rogó a cualquier dios que exista que ninguno de ellos lograra ponerse la corona jamás.

- ¡Yunho!

Yunho se giró para ver a Kwon Bo Ah, su amiga de la infancia, corriendo hacia él y saludándolo con la mano. Yunho le sonrió y espero a que llegara para desordenarle el cabello juguetonamente. Era una costumbre que había adoptado desde niño por que la vampiresa era literalmente de bolsillo para él y le resultaba muy tierno, cosa que a ella no le hacía gracia. 

- Boa, ¿cómo estás?

Ella desnudó sus colmillos y le gruñó enseñándoselos mientras se acomodaba el cabello de nuevo. Lejos de intimidarlo, Yunho se echó a reír, ya que para él se veía como un gato enojado.

- ¡Deja de tratarme como lo hacías cuando éramos niños! Ya no tengo diez años, Jung…

- Ok, ok Kwon. – respondió Yunho levantando las manos en señal de rendición con una sonrisa en su rostro.

- En serio, Yunho. ¡Madura! – Yunho solo sonrió y le paso un brazo por los hombros, atrayéndola a su costado.

- Ya deja de enfadarte, peque. Te vas a arrugar antes de tiempo. – Boa solo lo golpeo en el brazo con un bufido.

- ¿Y qué crees que digan? ¿Será que alguno de aquellos estirados ya se compró el puesto? – preguntó ella señalando con la barbilla en la dirección de los nobles.

- No tengo idea, pero esperemos que no. Por nuestro bien.

Justo en ese momento las puertas principales del castillo se abrieron de par en par silenciando los murmullos de la multitud y reclamando su atención. El primero en salir fue Siwon, seguido por unos diez miembros de la guardia real todos vestidos con el tradicional uniforme color azul oscuro que consistía en chaqueta a diez botones, pantalón, botas de caña alta negras y capa, mientras que Siwon por ser el capitán llevaba el mismo uniforme solo que completamente negro.

Una vez que la guardia estuvo acomodada a los lados de la puerta, el consejo comenzó a salir uno a uno, el ultimo siendo el líder, Kangta.

Todos los miembros del consejo se pararon en fila en lo alto de los escalones de la entrada con sus capas rojas ondeando al viento. K, como prefería ser llamado, se adelantó un paso hacia la multitud y los saludó a todos con un asentimiento. Comenzó a hablar en un tono de voz calmado y normal sin la necesidad de ningún aparato para amplificar su voz, ya que los vampiros tenían un excelente oído.

- Buenas noches a todos los presentes. Lamento mucho haberlos llamado aquí y haber interrumpido sus actividades normales, pero es necesario comunicarles la decisión que se ha tomado con respecto a nuestro futuro gobernante. – K hizo una pausa de unos segundos inspeccionando los rostros de la multitud – Deliberando con los miembros del consejo llegamos a la conclusión de que necesitamos a un líder fuerte, alguien que logre imponerse no solo sobre nosotros, sino que también represente un símbolo de respeto para las criaturas que amenazan nuestro territorio. Hace exactamente una semana, una carta llegó a mis manos de la iirie de las salcor. Me reuní con ella y me confió que su oráculo predijo que una de ellas estaba destinada a ser la pareja de uno de los nuestros.

A Yunho como al resto de los presentes se le desencajó la mandíbula. Yunho solo tenía treinta años y jamás en toda su vida había llegado a ver a una salcor, más que en ilustraciones. Ellas les rehuían constantemente y no había mucha información de ellas tampoco. No es que a sus antepasados les hubiera interesado tanto estudiarlas, como alimentarse de ellas.

Los murmullos comenzaron a subir de tono, la mayoría sonaba excitado. Jamás había pasado algo como esto.

- Por esa razón, el consejo ha deliberado y llegado a la conclusión que quien sea que tenga al salcor como compañero, será nuestro nuevo gobernante. Y dado que la salcor será su pareja, esta reinará a su lado… - en este punto le fue imposible a K continuar, ya las voces se alzaron varios niveles, sobre todo en la región de los nobles. Esto ponía en jaque todos los privilegios que ellos tenían. K dirigió la mirada hacia ellos y habló tajantemente – No estamos preguntándoles si están de acuerdo. Estamos cumpliendo con comunicarles la decisión a la que hemos llegado y la cual juzgamos es la mejor para todos. La salcor vendrá mañana al caer la noche y queremos que todos estén presentes justo en este mismo lugar. Eso es todo lo que tenemos que decir justo ahora. El resto de los detalles se les informarán en un comunicado. Pueden irse.

Las voces de la gente volvieron a alzarse de nuevo, exigiendo más información de este sorpresivo acontecimiento pero sin decir más nada K y el consejo comenzaron a adentrarse en el castillo de nuevo, mientras que Siwon y sus soldados mantenían a la gente alejada y los dirigían hacia las rejas de hierro de la entrada.

Yunho no tenía idea de que pensar. Una salcor viviendo entre ellos… eso era demasiado increíble. Porque esas criaturas iban a arriesgarse a dejar a una de las suyas entre ellos era algo que Yunho no entendía. Sabía que el lazo entre una salcor y su compañero de vida era muy fuerte y permanente, pero exponerse a ese peligro solo para estar con alguien que ni siquiera conocías, a Yunho le parecía una locura. Boa no paró de hablar todo el camino y el resto de los vampiros que caminaban con ellos en dirección a sus hogares, tampoco. El shock había sido tal, que la mayoría de los vampiros estaban caminando a una velocidad normal, en vez de a la que estaban acostumbrados. Yunho no dejaba de pensar en las consecuencias de tener a una salcor por compañera. Los beneficios parecían ser muchos para ellos. Una sonrisa lenta se extendió en la cara de Yunho cuando estaban cruzando la plaza principal.

- Hey, Boa. ¿Qué pasaría si un simple vampiro se convierte en rey, en vez de un noble? Podría ser cualquiera…

- ¡Exacto! Podría ser un herrero como tú, oppa. ¿Te lo imaginas?  - Yunho echó la cabeza atrás y se carcajeó con ganas ante la idea.

  Seguro, el sería rey de su raza. Como no…

Anterior   >>> ♥ <<<   Siguiente

Continuara \\(^_^)//...

Niñ@s un comentario no les cuesta nada….

Gracias…