Horas después, Yunho vistiendo solo un
pantalón pijama permanece sentado en la oscuridad en la silla de mimbre cerca
de su ventana, mirando fijamente el bulto que es Jaejoong en su cama. Si no
fuera porque el sol está alto en el cielo en ese momento del día, él habría
salido a caminar y tomar un poco de aire para aclarar su mente. Su cabeza es un
completo enredo de pensamientos y sentimientos. La noche pasada cuando se había
despertado, Yunho era un herrero que hacía suficiente dinero para vivir cómodamente,
que se alimentaba día de por medio de su amigo elfo y los fines de semana
aprovechaba para visitar a su madre o a sus amigos. Nada especial ni fuera de
lo común en su vida y ahora de repente todo estaba de cabeza. De un día para
otro Yunho tenía algo similar a una esposa, solo que esta esposa era hombre y
Yunho sentía más por él en un par de horas juntos, que por cualquiera de las
mujeres con las que había pasado el rato a través de los años y si todo esto no
fuera suficiente ahora era… rey. UN JODIDO REY.
La sola idea lo abruma y se agarra la
cabeza con las manos gimiendo en descontento. La noche pasada, cuando Jaejoong
se le acercó y lo eligió a él entre todo el gentío que había en el castillo, lo
único que cruzaba su mente era el hermoso salcor y cómo hacer funcionar el sexo
entre ellos. Eso era todo. Pero ahora que había tomado al salcor dos… no, tres veces
y había dormido unas pocas horas, su mente había decidido que era hora de sacar
a la luz las otras consecuencias de aceptar a Jaejoong en su vida.
Era el puto rey de su raza y él no tenía
la más remota idea de qué clase de trabajo tendría que hacer. Todo lo que Yunho
sabía era crear espadas, cuchillos, dagas y lo que sea que fuera necesario con
metal, y ahora esa habilidad le era completamente inútil. Ahora Yunho era el
responsable de las vidas y de la seguridad de miles de vampiros y de las otras criaturas
que vivían entre ellos, por no mencionar que tenía un hermoso salcor
profundamente dormido en su cama, que también dependía de él.
Yunho no soporta más el tren de sus
pensamientos y se levanta para caminar por su habitación. Toda la sangre que
tomó de Jaejoong lo dejo sintiéndose extremadamente poderoso y lleno de
energía, lo cual no es bueno cuando estas atrapado en una pequeña casa por
culpa del sol. Yunho bien podría bajar a caminar por el resto de su casa, pero
tiene una sensación extraña en el pecho, que le dice que a Jaejoong no le gustaría
despertarse solo en la habitación de Yunho. Y esa es otra cosa que tiene a
Yunho loco, de repente su cabeza está llena de instintos protectores hacia el
hermoso rubio, nivel mamá oso. El solo pensamiento de alguien tocando a
Jaejoong o si quiera hablándole, le hace querer traspasar la pared con su puño.
¿Cómo se supone que vivirá normalmente cuando la sola idea de alguien cerca del
rubio lo enfurece?
Son simplemente tantas cosas por
procesar, tantas por hacer y resolver que Yunho no tiene ni idea por dónde
empezar. Con un gruñido, Yunho se sienta a los pies de la cama, cubriéndose el
rostro con ambas manos. Jamás en su vida se había sentido tan perdido y
temeroso de lo que sucedería. Tener tanta gente dependiendo de su buen criterio
y su capacidad de decisión era completamente aterrador.
En ese momento unas manos cálidas
resbalan desde sus hombros a su pecho, en un abrazo reconfortante.
-
¿Qué sucede, mi Yunho? ¿Qué te molesta? – susurra Jaejoong con su voz cargada de
sueño.
Yunho deja caer las manos de su rostro y
se gira sobre su hombro para ver al salcor con los ojos hinchados por el sueño
y sus labios aún rojos, abusados por los besos de Yunho.
-
Yo… soy un rey ahora. La sola idea suena ridícula, pero es lo que soy ahora. Lo
que tengo que ser… yo… ¿Cómo haré esto? ¿Cómo protegeré a tanta gente?
La sonrisa que Jaejoong le dedica es
cálida, comprensiva y por primera vez desde que se despertó siente que todo
estará bien. Que con Jaejoong a su lado las cosas saldrán bien, lo cual es… muy
loco.
-
Así. Justo así… - respondió Jaejoong levantando una mano para acariciar
su rostro.
-
¿De qué hablas? – pregunta Yunho inclinándose sobre la mano en su
rostro.
-
El solo hecho de que te estés haciendo esa pregunta y no estés simplemente
pensando en todos los beneficios que TÚ tendrás, me dice que serás un gran
iirie.
Yunho se queda mirando a Jaejoong como si
fuera una aparición y Jaejoong se ríe de él, haciendo que el corazón de Yunho
se agite en su pecho ante el hermoso sonido.
-
He conocido historias de reyes de todas las razas de criaturas y todos ellos
estaban más preocupados por si mismos que por el bienestar de su pueblo. Tú
naciste siendo uno más de tu gente, sin ningún privilegio especial. Sabes lo
que necesitan y lo más importante, te importa. La manera la aprenderás, pero tu
corazón está en el lugar adecuado. No te preocupes, lo harás bien…
Ver las cosas a través de los ojos de
Jaejoong pone todo en otra perspectiva y Yunho se siente hasta buena persona.
El vampiro abre la boca para responderle a Jaejoong cuando el estómago de este
gruñe exigiendo comida. Yunho levanta la mirada y se encuentra con un ruborizado
salcor, tratando de esconder su rostro en el hombro del moreno.
-
Hora de comer, Jaejoong. – dice Yunho en un tono divertido
Sin esperar por una respuesta Yunho se
gira y toma al muchacho en sus brazos envuelto en sus sabanas para llevarlo
hasta la cocina. Jaejoong se aferra al cuello de Yunho con ambos brazos
mientras arrastra la nariz por el cuello del moreno, que baja las escaleras con
cuidado llevando al rubio a su pequeña cocina. Yunho es más de comer afuera,
pero está seguro que su madre puso algo de comida en su refrigerador cuando
visitó hace dos días.
El vampiro deja al salcor en la mesada y
se encamina al refrigerador para ver que encuentra. Como lo suponía no hay
mucha variedad, pero hay huevos, algo de queso, alguna clase de verdura que no
sabe identificar y carne de cordero. Yunho saca todo y se prepara para ver que
inventa, cuando Jaejoong jadea. El vampiro levanta la mirada y ve que Jaejoong
no le quita la mirada de encima a la carne.
-
Yunho… que… ¿qué es eso en la bolsa? – pregunta con voz llena de horror el
salcor, mirando fijamente la sangre visible a través de la bolsa.
Yunho sigue el curso de la mirada de
Jaejoong y luego vuelve a mirar al salcor extrañado.
-
Es cordero…
-
¿Quieres decir que… eso… es un trozo de… de algo muerto? – pregunta Jaejoong
con horror
-
Técnicamente, sí. Es carne de cordero, es buena.
Jaejoong parece palidecer un poco y luce
aún más aterrado si es que eso es posible.
-
¿Tú… comes carne de muertos? – pregunta Jaejoong en una voz
estrangulada
-
Si… si quieres ponerlo así, si… ¿Tú, no?
Jaejoong se cubre la boca como si fuera a
vomitar en cualquier momento. Yunho no entiende que hay de malo en comer algo
de carne, pero Jaejoong lo expresa como si él fuera un loco que va al
cementerio a arrancar trozos de cadáveres para comer.
-
¡Claro que no! ¡Eso es horroroso! ¡Faltarle el respeto a un cuerpo así! ¡Tienes
que prometerme que no volverás a comer algo semejante!
-
¿Qué? Entiendo que a ti no te guste, pero ¿porque debo dejarlo yo? – preguntó Yunho
sorprendido.
-
Por qué no pienso besar la boca que se mete cadáveres dentro… - murmuró el salcor
mirando a Yunho acusadoramente con un puchero.
Yunho boqueaba como pez fuera del agua,
completamente sorprendido. Él había sabido desde el principio que Jaejoong era
una criatura de la naturaleza, pero no se le había ocurrido pensar que no comía
carne. En realidad, si era completamente sincero, no había pensado en otra cosa
más que en lo hermoso que el salcor era. Punto.
Yunho sabía que esta no sería una
relación normal. No habría conocerse lentamente y en el proceso primera vez que
se agarraban de las manos, luego primer abrazo, luego primer beso y luego sexo.
Con Jaejoong el sexo tenía que ser constante desde el primer día, o el salcor
moriría.
Mientras tanto tenía llegar a conocerlo
lentamente. Era cierto que Yunho sentía un inexplicable apego al pálido
muchacho, pero definitivamente no era porque Yunho estuviera enamorado de su
forma de ser, porque no sabía cuál era esa forma de ser. Pero definitivamente
había algo ahí, algo que Yunho quería explorar. Así que puso en la balanza que
era lo que le costaría más perder, si comer carne o besar a Jaejoong.
Yunho tomó la bolsa con carne y se
dirigió al tacho de basura, donde tiró un perfecto trozo de cordero. En cuanto
se giró, tuvo solo unos segundos para registrar a Jaejoong lanzándose a sus
brazos, aferrándose a él con piernas y brazos. Yunho se mantuvo perfectamente
estable ante el impacto y peso del rubio, estabilizándolo con ambas manos en su
trasero. Jaejoong sonreía cuando bajó el rostro para darle un beso a Yunho que
hizo que olvidara su nombre.
-
Haré que valga la pena tu sacrificio, mi Yunho. – le aseguró Jaejoong
con una sonrisa cálida acariciando el cabello de su nuca.
Yunho le sonrió y lo llevó despacio hacia
la mesada donde estaba olvidada la sabana con la que había cubierto a Jaejoong.
-
Te olvidaste de nuevo de cubrirte… - dijo tratando de dejar a Jaejoong una
vez más sentado en la mesada, pero este se reusaba a soltar su agarre en el
vampiro.
-
No quiero. En casa estábamos desnudos todo el tiempo. No entiendo esa manía de
cubrirse que tienen ustedes.
Yunho frunció el entrecejo y maniobró con
el muchacho para dejarlo donde él quería, aunque Jaejoong lo mantuvo en un
firme agarre.
-
¿A qué te refieres? ¿Tu gente vive desnuda? ¿Es que tú caminabas desnudo por
ahí para que todo el mundo te viera? – preguntó Yunho sintiendo algo bastante
incómodo y parecido a la furia despertar en su estómago.
-
Sip. Todos lo hacemos. No vemos la necesidad de estar cubriendo partes del
cuerpo que todo el mundo tiene. No es como si estuviéramos avergonzados de
ellas. Anoche vine cubierto porque umma dijo que sería cortes pero…
-
No harás eso aquí.
El tono de Yunho había sido tan tajante
que Jaejoong se sintió un poco insultado.
-
¿Por qué? ¿Acaso soy feo y no quieres que la gente lo sepa? – preguntó el
salcor soltando su agarre sobre el vampiro.
-
Al contrario. Eres demasiado hermoso para mi salud mental y si no te cubres
tendré que matar a mucha gente. Si yo dejo la carne, tú dejas el desnudismo.
Jaejoong miró fijamente los ojos serios
de su vampiro y comprendió por primera vez la razón por la que se cubrían. Si
Yunho caminara desnudo enfrente de todo el mundo, Jaejoong se regocijaría en el
deseo de los demás hacia él, ya que Jaejoong sabía que ninguno de ellos podría tenerlo
por mucho que lo quisieran. Pero Yunho era de otra raza, una que no era tan
segura de sí misma como los salcor. El solo pensamiento lo hizo sonreír. Como
si alguien pudiera ser más atractivo que su vampiro para desviar la mirada de
Jaejoong.
El rubio enreda sus extremidades en el
vampiro una vez más, atrayéndolo hacia su muy desnudo cuerpo.
-
¿Ni siquiera cuando estoy contigo? – preguntó juguetón
-
Solo en nuestra habitación y únicamente para mis ojos.
-
Hecho. – responde el salcor contra los labios de su vampiro, antes de besarlo
una vez más.
Si Yunho necesitaba que Jaejoong se
cubriera para poder estar tranquilo de que no lo perdería, el rubio le haría
gusto. Nadie dijo que Jae no podía quedarse en su habitación como más le
placiera.
Yunho le da un beso tierno al salcor y
vuelve a recuperar los pocos ingredientes que le quedan para preparar algo
medio decente que comer. Lo único que se le ocurre es un omelette con algo de
arroz que tenía en uno de los armarios de la cocina con algo del brócoli que
encontró por encima.
Mientras Yunho está ocupado en la estufa,
Jaejoong curiosea cada cosa que hay en la pequeña cocina con el interés de un
niño en una juguetería. Yunho no puede evitar reír cuando el salcor descubre
que el refrigerador enfría. Y mientras el vampiro ve comer a Jaejoong momentos después,
las dudas vuelven a consumirlo. ¿Cómo puede encontrar a un hombre tan…
atractivo? Yunho jamás se había sentido atraído hacia un hombre, ni siquiera se
le habría cruzado la idea por la cabeza hasta la noche pasada, y aun así estar
con Jaejoong y verlo con ojos de deseo le parecía completamente correcto.
Demonios, solo tenía que acordarse de lo que había pasado hace unas horas para
volver a estar listo para repetir la experiencia. Yunho sentía como si le
hubieran cambiado el chip del cerebro y no se reconociera a sí mismo.
-
¡Esto sabe genial, mi Yunho! ¿Qué es? – pregunta Jaejoong logrando sacarlo de
sus pensamientos.
-
Un omelette con arroz y algo de brócoli. ¿Jamás lo probaste? – pregunta Yunho
sonriendo.
-
Nop. En el claro siempre comemos las verduras, hierbas, frutas y raíces que
provee el bosque. Nada más.
Yunho frunce el ceño.
-
¿Quieres decir que ni siquiera las cocinan?
-
Para prender fuego tendríamos que usar ramas de los árboles para incendiar. Eso
no es correcto, los árboles son seres vivos también y nosotros estamos allí
para protegerlos no para dañarlos. – contestó el rubio mirando fijamente el
plato de Yunho. El vampiro le cedió su plato casi lleno al salcor que hizo un
adorable sonido de deleite.
-
Pero… si no prenden fuego, ¿Cómo se mantienen calientes en invierno?
Jaejoong está muy ocupado con un gran
bocado de arroz y brócoli para responder inmediatamente.
-
Eso no es un problema. Tenemos magia para regular nuestra temperatura corporal.
-
Pero… cuando nieva, o cuando llueve ¿Dónde duermen? – pregunta Yunho confundido.
-
Tonto Yunnie… la nieve es divertida, y necesitamos la lluvia. Nuestra magia es
como una planta, necesitamos sol y lluvia para recargarla. Dormimos bajo las
estrellas siempre.
Para Yunho lo que Jaejoong describía era
impensado. No solo porque Yunho solo podía salir al exterior cuando el sol se
ocultaba, sino porque si bien la lluvia y la nieve eran divertidas, lo eran
solo por unos minutos, después venía el frío y la incomodidad. La vida de los
salcor parecía muy rustica a los ojos de Yunho, pero Jaejoong se veía más que feliz
con la forma en la que había vivido hasta entonces. Era realmente increíble que
dos criaturas tan diferentes como ellos dos hubieran terminado juntos.
El resto de lo que quedaba de día, Yunho
lo paso enseñándole más cosas de su vida diaria al salcor, como el internet, la
televisión, la ducha y la música. Jaejoong era como un niño que no dejaba de
hacer preguntas, pero se veía tan emocionado y divertido que Yunho no perdió la
paciencia en ningún momento. Hablaron de sus familias y amigos y de las cosas
que disfrutaban de hacer cuando tenían tiempo. Yunho se enteró de que Jaejoong
era el hijo de la iirie salcor y que eso lo convertía técnicamente en un
príncipe, lo cual hizo reír a Jaejoong cuando se lo explicó. Hablaron de muchas
cosas y sin embargo había demasiadas otras de las que hablar aún.
Yunho descubrió que su nuevo compañero
podía ser increíblemente adorable a veces y otras la cosa más sexy que había
pisado la tierra. Que tenía una infinita curiosidad y que hablaba tanto que a
veces se perdía en su propia conversación y olvidaba el punto de lo que iba a
decir en primer lugar, y todo eso le parecía adorable. Yunho decidió que no era
algo inteligente tocar el tema de antiguos amantes, dado que su nuevo chip cerebral
parecía tener 10% de raciocinio y 90% de instintos posesivos asesinos, así que
él tampoco hablo de sus antiguas experiencias.
Horas más tarde, cuando el sol se ocultó,
Yunho estaba en el sofá con Jaejoong en su regazo, haciendo todo lo posible
para no tomar al salcor de nuevo, mientras este se divertía explorando la parte
superior de su cuerpo con manos y labios. Yunho bien podría consentir a lo que
los dos querían, pero había estado más de una hora tratando de convencer a Jaejoong,
y a sí mismo, de que era complemente necesario salir a hacer algunas compras
apenas el sol se ocultara. Jaejoong había pasado la misma cantidad de tiempo
tratando de convencer al vampiro de lo contrario. Yunho casi había perdido la
batalla cuando alguien golpeo a su puerta.
El suspiro que se escapó de los labios
del vampiro podía haber sido de alivio tanto como de fastidio. No lo sabía,
pero lentamente puso al salcor, ahora vestido con un pantalón pijama y una
camisa de Yunho, en el sofá y se encaminó a la puerta. Jaejoong aferro el brazo
de Yunho y negó firmemente con la cabeza.
-
Mío… no vallas.
-
Jaejoong… tengo responsabilidades ahora…
responsabilidades importantes.
-
No ahora… mío…
Yunho no supo cómo, pero de repente se
encontró con Jaejoong aferrado firmemente a él como un koala. Yunho abrió la
boca para protestar, pero solo suspiró y asegurando a su salcor con una mano en
su espalda baja, se dirigió a la puerta.
Siwon y cerca de veinte soldados estaban
afuera y en cuanto Yunho abrió la puerta todos se arrodillaron en una rodilla y
bajaron la cabeza. Yunho pensó que debían de representar una imagen muy
graciosa, con el parado allí confundido con un salcor sobre su pecho y veintiún
hombres postrados frente a él.
-
Sus altezas reales, Choi Siwon capitán de la guardia real reportándose ante
ustedes.
Yunho se sintió muy incómodo con toda la
pompa pero a Jaejoong pareció divertirle.
-
Siwon… todos… levántense, por favor. – Inmediatamente la guardia se puso de pie,
pero manteniendo la cabeza baja – Siwon…
no necesito todo este… respeto. Puedes seguir llamándome por mi nombre.
-
No puedo, su alteza. Sería una herejía. – respondió el capitán.
-
De acuerdo… hablaremos de eso más tarde. Dime que necesitas.
Finalmente Siwon levantó la mirada y su
expresión neutra se descompuso un poco al mirar a Yunho a los ojos. Claro,
Yunho se había olvidado de que ahora tenían un color diferente.
-
Su alteza, el jefe del consejo pensó que tal vez necesitaría algunas cosas para
su cómoda estadía. – respondió señalando unos paquetes y cajas que tenían
los guardias. – también quería infórmale
que vigilaremos su casa mientras se queden aquí. La iirie de los salcor nos
pidió una semana para que usted y su… pareja pudieran conocerse antes de asumir
su cargo, señor.
-
Gracias… esto… pueden ayudarme con los paquetes y eso. – pidió Yunho, y los
soldados comenzaron a acercarse con lo que habían traído.
Yunho entró a la casa para dejarlos pasar
y aferró más firmemente a Jaejoong. Si se había mantenido tranquilo hasta
ahora, era porque Jaejoong estaba literalmente pegado a él y porque los
soldados estaban a una buena distancia. Pero ahora cuando se acercaban, Yunho
sintió esos sentimientos aflorar. Jaejoong se removió en sus brazos y susurró
en el oído de su vampiro.
-
Yunho… cadáveres no…
-
¡Ah! ¡Cierto… - Yunho levantó la mirada hacia los soldados – disculpen, si hay algo de carne en esos
paquetes, agradézcanle al consejero, pero les voy a pedir que se la lleven.
-
¡Si, su alteza! – respondieron todos al unísono, antes de proceder a remover
algunos de los paquetes y llevándoselos consigo.
Siwon dejó que los soldados pasaran,
antes de hacer una pronunciada reverencia ante Yunho y Jaejoong.
-
Que tengan muy buenas noches, sus majestades.
Sin más se fue, cerrando la puerta detrás
de sí.
Woooo jaejoong es un ser inocente, se escandaliza por la carne, considera que es como comer carne de vadaveres o.o es cono un animalillo XD que adorable. ** me dio risa imaginar a jae trepado en yunho tipo koala y con los soldados frente a ellos.
ResponderEliminarMe gusto la parte donde Jae dice que no besara a Yunho por comer cadaveres,sin duda Yunho sera un gran rey
ResponderEliminarme encanta ese Yunho celoso y el Jae posesivo MIO pues claro que es suyo y eso si que lo tienen en claro todos es adorable Jae Comportándose como niño mimado y haciendo su voluntad con Yunho que queriendo y no se deja manipular por Jae y de que sera un buen Rey ya lo es por ser tan consiente de su gente y querer cuidar y proteger de todos ellos
ResponderEliminarGracias
Que divinos son ambos, conociéndose y aprendiendo lo que les y lo que no, pero lo de la carne me hizo mu ha gracia, cadáveres no...
ResponderEliminarGracias!!!
Ay Cosiiitoooos Jajaj son una pareja muy cute. Me metó de risa todo el rollo organoco de Jae y su reacción por la carne jajaja. Cuando Jae se avalanza así sobre Yunho me recuerda a Chubaza de Kare Kano jajaj. Espero que Siwon sea reqlmente lear a Yunho. Me encata la ancuerna que son elloa dos. Yo digo SIIII al tema de los Ex "amantes"... porque eso traedría a colación su hubo un ChunJae O JaeSu en el pasado (♡.♡)
ResponderEliminarSe están conociendo poco a poco, que interesante. Poco a poco se van a enamorar.
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