K llegó al borde del bosque donde había
quedado de encontrarse con la iirie de las salcor. A decir verdad la sorpresiva
invitación le había generado una gran curiosidad y sorpresa. No era para nadie
un secreto que las salcor odiaban a los de su clase, y tampoco es que les
faltaran motivos.
K podía ser un vampiro y el líder del
consejo real vampírico, pero tenía el sentido común suficiente para poder
entender los motivos de las criaturas. La sangre de las salcor era diez veces
más poderosa que la de cualquier otra criatura. Era bien sabido que si un
vampiro bebía la sangre de una salcor se convertía en un ser casi invencible
por algunas horas. El problema era que el efecto se acababa y cazar a una
salcor no era cosa fácil. Si bien los vampiros podían correr a una velocidad impresionante,
las salcor podían ir de un lado a otro con un solo pensamiento. Lo que
significaba que para atrapar a una, necesitabas tomarla por sorpresa y
noquearla al instante.
Obviamente sus antepasados vampiros eran
más brutales y no les importaba mucho matar a una o dos de ellas, pero ahora
los vampiros sabían que no era necesario vaciar a alguien para vivir. Solo
necesitaban un par de tragos todos los días.
De todas formas no era algo que se les
pudiera explicar a las salcor, ya que jamás se acercaban a ellos a kilómetros a
la redonda. Por lo que la invitación a verse con la iirie de las salcor lo
confundió tanto.
La carta llego dos semanas después de la
muerte del rey. K había estado ocupado organizando junto con el consejo el
funeral del rey, los asuntos de estado y apagando fuegos aquí y allá con los
nobles que afirmaban ser los legítimos sucesores del rey. Lo cual era difícil
de decidir, ya que el rey vampiro había muerto sin dejar ningún heredero propio
ni designado. ¿Conclusión? Su vida estas últimas semanas había sido un enorme y
jodido dolor de cabeza interminable.
K suspiró y levantó la vista hacia la
luna llena. Esperaba no haber cometido un error cuando por impulso decidió
venir aquí sin comentarle a nadie de la invitación. Tal vez estaba siendo muy
arrogante al venir solo al lugar que la salcor había designado y sin que nadie
supiera donde demonios estaba. Pero no es como si pudiera volver ahora, eso lo haría
verse como un cobarde.
Un sonido entre los arbustos hizo que K
dejara de mirar la luna para inspeccionar entre las sombras de los árboles. Muy
lentamente una sombra femenina se le acercaba. Se movía muy despacio con
evidente recelo.
-
Si cargas armas, quiero que las pongas
en el suelo donde pueda verlas.
K abrió la boca para protestar, pero
decidió simplemente obedecer. El ciervo no se acercaría al león a menos que
fuera evidente que este estaba indefenso. K desabrochó el adorno de plata que
mantenía la gruesa capa roja sobre sus hombros, se quitó la gran capucha
dejando su rostro al descubierto y luego dejo caer la capa al suelo, haciendo
un ruido sordo detrás de él. Después procedió a girar lentamente sobre sí mismo
con ambos brazos extendidos a sus costados para que la criatura viera que no
traía más que una fina camisa blanca, pantalones negros y un par de botas que
le llegaban a la rodilla.
-
¿Y cómo sé que no las cargas tú? – preguntó K cuando acabó de exhibirse
para la hembra.
Ella dio un paso a la luz para que K
pudiera verla claramente. Lo primero que resaltaba a la vista era lo hermosa
que era. Su largo cabello rubio caía en cascadas a su espalda y tenía un físico
increíble. Lo segundo que uno notaba era que estaba escasamente vestida. Iba descalza
y su vestimenta consistía en dos trozos de tela, uno que cubría sus pechos y
otro sus partes íntimas. Era evidente que no había ningún rincón posible en
donde esconder un arma.
-
Ok. Duda despejada. – afirmó K mirándola de arriba abajo.
Hacia demasiados años que no veía a una
salcor en persona. Las podías ver en ilustraciones en los libros de la
biblioteca, pero definitivamente no era lo mismo. Había algo en su pelo, en su
piel, en sus ojos mismos que parecía emitir un brillo.
O a la salcor no le importaba que K la
estuviera inspeccionando tanto o simplemente estaba muy acostumbrada a ello,
porque no mostró la más mínima muestra de incomodidad mientras hablaba. Su tono
frío e indiferente, mientras ella lo inspeccionaba a él, pero como si estuviera
preparada para largarse de allí en cuanto el hiciera un movimiento en falso.
-
Me siento casi insultada por tu falta de compañía, chupa-sangre – comentó
cruzándose de brazos.
K sonrió de lado y escudriñó con la
mirada entre los silenciosos árboles detrás de la hembra.
-
Y yo me siento alagado por tu extensa compañía. ¿Cuántos son? – K olfateó el aire
y gruñó en satisfacción al percibir los diferentes, deliciosos matices de las
criaturas. Si su sangre sabía cómo olía, podía entender un poco a sus ancestros
– ocho. Nueve contándote a ti.
-
Bien hecho, cachorro.
K se carcajeó y enarcó una ceja.
-
¿Por qué no mejor me cuentas que es lo que estamos haciendo aquí? Nos ahorraría
tiempo.
La hembra asintió.
-
Mi nombre es Chaerin y soy la iirie de los salcor. ¿Tú quién eres chupa-sangre?
-
El nombre es Kangta, aunque prefiero K. Soy el líder del consejo real de los
vampiros.
-
Creo que es suficiente. Sé que su rey murió, así que supongo ahora eres el de
más alto nivel. ¿Ya eligieron al nuevo gobernante?
K frunció el ceño.
-
¿Por qué te importaría a ti eso, salcor?
-
Porque si no es así, vengo a ofrecerte una forma efectiva para que elijan al
siguiente en línea.
Ahora, eso sí que llamó la atención de K.
Y lo dejó aún más confundido, si eso era posible.
-
¿De qué demonios estás hablando hembra? – gruñó he inmediatamente sintió como los
acompañantes de la salcor se removían inquietos, acercándose.
-
Hablo de que hace aproximadamente un mes, nuestra oráculo nos predijo que uno
de los nuestros tendría por compañero de vida a uno de nuestros enemigos.
Kangta se quedó con la boca abierta sin
poder evitarlo. De todas las cosas que habían pasado por su cabeza desde el
momento en que recibió la carta, esta no estaba ni cerca de ninguna de ellas.
¿Qué carajos? ¿Un salcor compañero de vida de un vampiro? ¿Era eso posible? Los
vampiros necesitaban sangre regularmente para poder vivir, y la sangre de un salcor
era la mejor sangre que se podía conseguir. A cambio el salcor necesitaba sexo
para poder subsistir, lo cual no presentaría un problema si todas eran igual de
hermosas que su iirie.
Chaerin sonrió.
-
Puedo ver los engranajes de tu cerebro procesando y llegando a la misma
conclusión que yo. Si hay algo que ustedes respetan es el poder, y cualquier
vampiro que tenga de compañero a un salcor, sería indiscutiblemente el más
poderoso entre ustedes. Lo cual significa, que ya tendrían nuevo gobernante.
La forma en la que lo ponía hacia que
todo esto sonara demasiado perfecto. Demasiado ventajoso para nosotros.
Demasiado para el gusto de K.
-
¿Y que obtendrían ustedes de todo esto? No creo que lo hagan solo por la bondad
de sus corazones.
-
Claro que no – casi cantó la salcor, sonriendo lentamente – Si el vampiro que es compañero del salcor es rey o reina, entonces
nuestro hermano salcor reinará a su lado. Será tratado con respeto y nadie
beberá de su sangre a menos que él o ella lo permita. Nadie podrá poner una
sola mano sobre nuestro hermano con malas intenciones. Además, esta unión
también será símbolo de nuestra nueva alianza, en la cual ya no seremos cazados
ni acosados y ustedes nos proveerán ayuda si es que la necesitamos.
-¿No
crees que ustedes salen demasiado beneficiados a comparación de nosotros? ¿Por
qué deberíamos tolerar que un salcor nos gobierne?
Chaerin no pareció en lo más mínimo
ofendida ante el tono de voz de K.
Ella simplemente seguía sonriendo casi
burlona.
-
Lo tolerarían, porque nuestro hermano les proveería con criaturas. Los hijos
que tengan nuestro hermano y el vampiro serán híbridos más poderosos que ningún
otro de su clase. Soldados que defenderán sus tierras de las criaturas
invasoras. Prácticamente invencibles.
Eso último hizo que K se detuviera a
pensar un momento. Era cierto. El mundo en el que vivían era uno violento. Las
criaturas estaban en constante guerra por ganar más territorio. Si bien los
vampiros habían estado defendiéndose bien durante todos estos años, la última
pelea con los gigantes había producido muchas bajas. Si el resto de las criaturas
se enteraban que el nuevo rey vampiro tenía una salcor por compañera, y que eso
había generado una especie de alianza entre las dos razas, los ataques se
reducirían considerablemente o incluso se detendrían al completo. Todos sabían
lo que la sangre de salcor le hacía a un vampiro.
Ni siquiera los monstruos tendrían una
oportunidad contra ellos. Y no solo eso, sino que la salcor produciría niños
híbridos más poderosos que el resto para gobernar en los años venideros. La
propuesta era interesante. Muy interesante.
K sonrió de lado y dejo salir un suspiro.
-
No puedo decir que no estoy interesado, pero no puedo darte mi respuesta justo
ahora. No soy el rey, solo soy el líder del consejo. Tengo que consultarlo con
mis hermanos. Te enviaré una carta comunicándote nuestra decisión.
-
Como quieras. Dirán que sí, porque hasta un idiota se da cuenta de lo mucho que
les conviene esto.
Sin otra palabra, la salcor se desvaneció
en el aire y las presencias que K sentía entre los árboles se fueron con ella
unos segundos después.
K levantó su capa del suelo y la limpió
de polvo antes de volvérsela a acomodar sobre los hombros. Él también sabía cuál
sería la respuesta.
Osea con anticipación ya estaban planeando el futuro de jae u yunho o.o pobrecillos les ponen altas responsabilidades.
ResponderEliminarEsto se pondrá interesante..... gracias ....seguiré leyendo
ResponderEliminarsi el oráculo lo dice bien por ellos y de seguro sera Jae el que se casara con Yunho para que gobiernen serán buenos en ello
ResponderEliminarGracias
Se lee vastante guay....
ResponderEliminarQUE BUENO ME ENCANTA LAS DE VAMPIROS......MUY INTERESANTE GRACIAS
ResponderEliminarno ha aparecido ni Jae ni Yunho, pero déjame decirte que es igual de atrapante. Ya me encanto
ResponderEliminarMuy interesante....
ResponderEliminarQue emoción los van a casar desde ya, serán unos excelentes gobernantes.
Gracias!!!
YunJae por decreto divino¡¡¡ vaya inicio, realmente muy bueno, gracias por esta historia. Me encanta encontrar tramas con argumentos como este, es obvio que has investigado sobre esto. Eso se agradese muchisimo¡¡¡
ResponderEliminarHe leído esta historia varias veces...y no deja de gustarme.....gracias x traerla a tu blog!!
ResponderEliminarUn rey, quien será?
ResponderEliminarUn rey, quien será?
ResponderEliminarUn rey, quien será?
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