― ¿No crees que deberías llamarlo? — le preguntó Junsu a Yoochun mientras
caminaban hacia el auto, moviéndose lentamente, tratando de no resbalar en el
suelo cubierto de nieve.
Yoochun abrió la puerta del copiloto
para Junsu pero él no entró. Se dio cuenta que no se movería hasta que
respondiera a todas sus preguntas.
— Mi padre será el que decida si Yunho debe
ser llamado.
— Eso no es lo suficientemente bueno — gruñó Junsu — No
cuando es mi amigo el que, posiblemente, esté cometiendo el mayor error de su
vida. — Se volvió y, extendiendo sus brazos para
mantener el equilibrio sobre el suelo resbaloso, se dirigió de vuelta a la
mansión.
Changmin estaba parado junto a Yoochun,
con los brazos cruzados alrededor de su cintura en un intento de protegerse del
frío. Vio a su amigo irse.
— Va a decirle a tu padre lo que debe hacer,
¿verdad?
— Sigo diciéndole que esto se le va a devolver
uno de estos días.
Junsu empujó abriendo la puerta del
despacho de Siwon sin llamar. Heechul estaba de pie frente al escritorio de Siwon
y Junsu se detuvo a su lado.
— No se preocupen por mí. Continúen — les dijo Junsu cuando ambos dejaron
de hablar para mirarlo.
—
¿El concepto de tocar de alguna manera disminuyó cuando dejaste tu país? — Las cejas de Siwon estaban elevadas.
— Pido disculpas, Alfa, pero es importante — respondió, y estaba orgulloso cuando
su voz salió sin vacilar.
Heechul pasó un brazo alrededor de los
hombros de Junsu.
—
¿Qué es importante?
— Creo que Siwon debe llamar a Yunho y decirle
que vaya a hablar con Jae. Creo que Jae lo escuchará — explicó Junsu.
—
¿Qué te hace creer que Jae escuchará a Yunho? — Preguntó Siwon — Tenía
entendido que él era la razón por la que Jae se estaba yendo.
La mandíbula de Junsu cayó abierta.
—
¿Él te dijo eso? ¿Realmente te dijo
cómo se siente acerca de él?
— Bueno, no con tantas palabras, pero vi cómo
lo miraba en tu ceremonia. Sólo hay una razón por la que un joven mira a un
hombre así. —
Siwon le guiñó un ojo a su compañero.
— Siwon, deja de torturar a tu yerno — lo amonestó Heechul — Sigue
y dile.
—
¿Decirme qué? — preguntó
Junsu ansiosamente.
— Llamé a Yunho justo después de que salió de
mi oficina.
—
¿Lo hiciste? — Preguntó Junsu con el ceño fruncido — ¿Qué dijo él? ¿Va a ir y buscarlo?
¿Siquiera le importa?
— Reduce la velocidad, pequeño. — Heechul se rió entre dientes. Siwon
se levantó de su escritorio y caminó alrededor hacia Junsu.
— No puedo hablar por los sentimientos de
Yunho. Aunque, el gruñido que soltó cuando le dije que Jae estaba yéndose lo
llevaría a uno a creer que siente algo por él. Y sí, él va a verlo. Esperemos
que Leeteuk pueda seguir deteniendo el avión sin que Jae empiece a sospechar.
— Mierda — se quejó Junsu — Probablemente ya se ha bajado del avión y
decidió nadar hasta Norteamérica. Es de Jae de quien estamos hablando. Sospecha
de todo.
— Aconsejaría que ustedes tres se queden aquí
y dejen que Yunho se encargue de esto por ahora — dijo Siwon sobriamente, dejándole
claro a Junsu que esto realmente era más que nada una orden.
Junsu asintió y salió de su oficina en
busca de Yoochun y Changmin. Ellos estaban donde los había dejado, de pie junto
al auto.
—
¿Y bien? — lo
apremió Changmin.
— Él ya lo había llamado — les dijo Junsu.
— Hay una razón por la que él es el Alfa — bromeó Yoochun.
— Sí, sí. Disfrútalo, hombre lobo — dijo Junsu, entrecerrando los ojos
hacia su compañero — Tu padre aconsejó que nos quedemos aquí y
dejemos que Yunho lo maneje.
— Así que, ¿él va a buscarlo? — Las cejas de Changmin se alzaron en
sorpresa.
— Según Siwon.
— Si yo pudiera ser una mosca en ese avión… — dijo Changmin, mientras se frotaba
las manos.
— Lo sé, ¿verdad? — concordó Junsu.
>>>♥<<<
Con su mente resuelta, Jae aceleró sus
pasos hacia la salida del avión. Agarró la manivela, jalándola para abrirla, y
caminó hacia una pared sólida.
— Uff — gruñó Jae, luego se congeló. Conocía ese olor. «Genial»,
pensó, «ahí voy con la cosa del olor de nuevo».
Pero conocía ese olor: a madera, picante
y masculinidad. Un muy, muy enojado olor masculino. Dio un paso atrás y
lentamente levantó la barbilla para mirar a la cara del lobo cuyo recuerdo
lo había perseguido durante
los últimos dos meses.
—
¿Vas a alguna parte, Jaejoong? — preguntó Yunho, los ojos entrecerrados y los labios apretados con
fuerza.
Jae miró en esos brillantes ojos de color ámbar. No podía hablar,
no podía moverse y a estas
alturas incluso respirar parecía ser demasiado para su cuerpo. El hechizo se
rompió cuando oyó a Yunho gruñir y se dio cuenta que lo estaba mirando
fijamente a los ojos. Su lobo vería eso como un desafío. Dio un paso atrás,
pero, ya sea un desafío o no, no iba a desviar sus ojos.
Poco
a poco, la ira y el dolor
que lo atormentaban se precipitaron de nuevo, fluyendo a través de su cuerpo
entumecido, dándole vida y la capacidad de hablar
una vez más.
— A decir verdad, voy a algún lugar. No es que
eso sea asunto tuyo. —
Jae levantó una ceja mientras cruzaba los brazos sobre su pecho — Entonces,
si amablemente te fueras, puedo ponerme en marcha. — Jae
no podía creer el dolor que atravesó su corazón mientras le
decía a Yunho que se fuera. Le tomó todo lo que tenía para no estremecerse ante
sus propias palabras.
Sin dejarse intimidar por la actitud
arrogante de Jaejoong,
Yunho entró en el avión. Y a menos que Jaejoong
quisiera su pecho presionado contra el de él, lo hizo tomar otro paso atrás.
— Tengo que estar en desacuerdo contigo.
Considero esto muy asunto mío cuando se refiere a ti.
Yunho observó las emociones pasar a
través del rostro de Jaejoong, tan transparente para él. Esperó a que
respondiera, sabiendo que sería perspicaz y aguda, una de las muchas cosas que admiraba de él. No lo defraudó.
— Eso es curioso — comenzó él — Si
soy tanto tú asunto, ¿dónde has estado durante los últimos dos meses? Si soy
tanto tu maldito asunto, entonces debes tener una excusa fenomenal para ni
siquiera venir a mi fiesta de cumpleaños dieciocho. — Jae no pudo ocultar el dolor detrás de
sus palabras. Bajó su cabeza,
mordiéndose el labio para evitar llorar. No
funcionó.
Yunho dio un paso adelante, atraído
hacia él por razones que todavía no entendía. Todo lo que sabía era que estar
allí de pie viendo su dolor era insoportable para él. Puso sus dedos bajo su
barbilla y levantó su rostro para mirarlo a los ojos llenos de lágrimas. En ese
instante estuvo en un momento y lugar diferente. Mirando a un rostro con ojos
verdes, no azules.
Un rostro con mechones color chocolate
oscuro enmarcándolo en vez de rubio. Observó mientras sostenía su frágil cuerpo
en sus brazos, su vida agotándose. La sostuvo
hasta que su forma estuvo
rígida, sólo una cáscara dejada para marchitarse en la tierra.
— Yunho. — El sonido de la voz de Jaejoong lo trajo de vuelta
al presente, pero el recuerdo de
aquel cuerpo sin vida le recordó lo que pasaba cuando se preocupaba por
alguien, lo que pasaba cuando era incapaz de mantener a esos que amaba
a salvo. Dejó caer su mano de su barbilla
y dio un paso atrás, sin pasar por alto el dolor que cruzó su rostro.
— Tú eres mi asunto, porque eres el mejor
amigo del compañero de mi príncipe. Como el Beta es mi trabajo mantenerte a
salvo — respondió, su
comportamiento repentinamente mucho más formal.
— Bueno, estoy relevándote de ese trabajo al irme. Así que no te
preocupes, Yun. Soy perfectamente capaz de sentarme en un avión por mi cuenta. — Jae se volvió para regresar pero, no llegó muy lejos antes de que sintiera
una mano fuerte cerrarse alrededor de su brazo.
Yunho lo volteó para enfrentarlo y pudo
ver las emociones corriendo a través de su hermoso rostro. Por su vida que no
sabía cuáles eran.
— No te vas a ir, Jaejoong. Junsu y Changmin
te necesitan en este momento. Por alguna razón pensé que no eras el tipo de amigo
que abandona a aquellos que dependen de ti. — Yunho imaginó que la forma más fácil de conseguir
que Jaejoong cooperara sería hacerlo enojar y enfrentarlp con un desafío.
Jae sacudió con fuerza su brazo del
agarre de Yunho. Empujó sus hombros hacia atrás y se paró tan recto como pudo.
Luego dio un paso adelante y podía jurar que había vapor saliendo de su piel. Él
estampó su dedo en el pecho de Yunho mientras lo miraba enojado.
— En primer lugar, no sabes ni una jodida cosa
acerca de mí así que no te atrevas a decirme qué clase de amigo crees que soy.
Segundo, nunca, jamás abandonaría a uno de mis amigos. A diferencia de un perro
peludo que conozco, no me desaparezco sin lidiar con lo que sea que mis amigos
necesitan. Junsu sabe que necesito volver a los Estados Unidos. Él tiene a
Yoochun y a Changmin.
—
¿Es así? — lo
desafió Yunho.
— Sí, Cujo. Así es. — La mandíbula de Jae sobresalió hacia
adelante mientras apretaba sus dientes.
— Si Junsu es tan comprensivo, entonces, ¿por
qué fue hasta Siwon para hacerlo llamarme para que viniera a llevarte de
regreso? — La expresión
en el rostro de Yunho cuando terminó de hablar era la de un gato que acababa de
atrapar a un pajarito. Vio que la mandíbula de Jaejoong cayó abierta ante sus
palabras. Se quedó en silencio y dejó que la información calara. Por último, Jae
lo miró a los ojos otra vez, a la única otra persona a excepción de su Alfa a quien le permitía salirse con la suya, y
frotó su mano sobre su frente.
—
¿Es por eso que viniste, porque Siwon te envió?
Yunho pudo notar que su respuesta tenía
la habilidad de aplastarlo y posiblemente apartarlo para siempre, haciéndole
más fácil mantener sus distancias.
Miró fijamente sus ojos azules, ojos que
le rogaban por la verdad, ya fuera
dolorosa o no.
— Siwon me llamó. — El rostro de Jaejoong decayó, así que
Yunho continuó rápidamente — Pero no me ordenó que viniera a buscarte.
Su cabeza se levantó al oír sus
palabras, sus ojos buscaron en su rostro por
cualquier atisbo de una mentira. Yunho estaba seguro de que preguntaría por qué
vino, pero en lugar de eso respiró hondo. De repente parecía cansado, derrotado.
— Bien, me quedaré. Pero no porque tú digas
que tengo que hacerlo. Me quedaré por Junsu. — Jae se encaminó a rodear a Yunho y dirigirse a la
salida del avión. Mientras empujaba la puerta para abrirla y sentía el aire
frío de diciembre y el sol en su cara, se volvió de nuevo hacia el lobo que lo
observaba en silencio — Me quedaré, pero necesitas asegurarte de
permanecer fuera de mi camino. No quiero que pienses que necesito a un hermano
mayor para vigilarme y decirme qué hacer, así que no lo hagas. — Salió
del avión y el aire fresco y helado
quemó sus pulmones. Leeteuk estaba de pie junto al auto con la puerta del
acompañante mantenida abierta para él.
Yunho
se quedó mirando
el espacio vacío en donde
había estado Jaejoong. Cerró los ojos y tomó una
respiración profunda por la nariz, saboreando su esencia.
Sacudiendo la cabeza, abrió los ojos.
— Jaejoong — susurró su nombre con reverencia al avión vacío — Definitivamente
no te veo como un hermano, y no creo que pueda permanecer fuera de tu camino,
incluso si quisiera.
Jae se sentó en el jardín detrás de la
mansión, sin quitarse el anorak que se había puesto horas atrás. Era tarde y
hacía frío, pero no quería estar en el interior por el momento. No tenía ganas
de responder a las preguntas que sabía que sus dos mejores
amigos indudablemente le bombardearían. Levantó la cabeza hacia
el cielo claro, maravillado por las miles de estrellas que iluminaban la
oscuridad.
Una rama se quebró en el suelo a su izquierda. Jae se volvió en la dirección
del sonido para ver a Heechul venir hacia él, envuelto en un abrigo
pesado, llevando dos tazas humeantes. No pudo evitar sonreír ante
Heechul mientras tomaba la taza que le ofrecía. Jae sintió el calor del vapor
de su taza elevarse y acariciar su rostro mientras se la llevaba a los labios.
— Así que, Tweedle Dee y Tweedle Dumb te
enviaron, ya veo. — Jae
apuntó al chocolate caliente por el que estaba totalmente agradecido.
Heechul dejó escapar una pequeña risa
mientras se sentaba en el banco junto a Jae.
— Culpable de los cargos, me temo.
Jae se encogió de hombros, aceptando que
no había forma que sus dos amigos lo dejaran
en paz. Sin embargo, se alegró de que fuera Heechul quien hubiera
venido. Había algo en él que era tan tranquilo y reconfortante.
— Jae, ¿eres infeliz aquí? — preguntó Heechul con suavidad.
— No — dijo Jae rápidamente — No, Heechul. Tu hogar es una maravilla y
Siwon y tú nos han hecho sentir como en casa.
— Entonces, ¿por qué quieres irte con tanto
ahínco?
Jae miró disimuladamente a Heechul por
el rabillo del ojo mientras tomaba otro sorbo. Tragó lentamente, saboreando el
calor que viajó a través de él.
— Sin ánimo de ofender, Heechul, pero sé que
tú sabes sobre la bola de pelos. — Heechul se rió ante las insistentes indirectas de Jae a Yunho.
— Está bien, culpable. Una vez más. — Heechul sonrió, luego ésta se
desvaneció lentamente mientras colocaba su mano sobre el brazo de Jae — Dale
tiempo, Jae. Si se supone que debe ser, entonces será. — Jae empezó a interrumpir, pero Heechul
continuó antes de que pudiera — Sé que piensas que porque no tienes alguna
de las señales de apareamiento no hay esperanza, pero nunca hemos estado cerca
de alguien con sangre de hombre lobo tan diluida como la tuya. No se sabe las
repercusiones, así que ten paciencia, pequeño. Él vendrá.
Jae asintió lentamente, a pesar de que
en su interior todavía tenía serias dudas.
— Supongo que tengo que ir a ver a Junsu y Changmin
y hacer un poco de control de daños. — Jae hizo una mueca.
— Eso sería probablemente sabio — le
dijo Heechul mientras
se levantaba y se
acercaban de nuevo a la mansión juntos.
>>>♥<<<
Jae abrió la puerta de la habitación de Changmin
para encontrar a sus dos mejores amigos sentados en el suelo, yendo a través de
los deberes que su tutor les había asignado. Ninguno de ellos se detuvo a saludarlo y podía admitir
que se merecía el desaire.
— Entonces, supongo que tengo que pedir
disculpas por ser un completo idiota — les dijo Jae, el remordimiento escrito
en su rostro.
Changmin lo miró lentamente. Sus ojos
reunidos en una mirada fulminante que habría detenido en seco a un hombre adulto.
— Mira, Junsu. El lobo prodigio regresa. No es
dulce de él.
Jae hizo una mueca al oír las palabras de Changmin, las cuales estaban
enlazadas en sarcasmo y drenando con
vehemencia.
Junsu dio a Jae una mirada de pasada
como si fuera nada más que un mosquito.
— Eh, así parece — dijo. Y volvió a su tarea.
«Mierda»,
pensó Jae. Iba a tener que humillarse.
Cómo odiaba humillarse.
— Realmente lo siento. Sé que ustedes estaban
preocupados y que están enojados conmigo por ser egoísta.
Changmin se sentó bruscamente.
— Preocupados, sí. Enojados, no. Dolidos,
definitivamente. Jae, no has querido hablar con nosotros sobre lo que está
pasando. Has estado enfurruñado por ahí durante los últimos dos meses. No has
hablado sobre el asunto de la sangre de lobo, no has hablado de Yunho, y luego
armas el berrinche del siglo y comienzas a empacar tus cosas, escupiendo cómo
no puedes soportarlo más. Estamos sentados en la oscuridad, haciendo girar
nuestros benditos pulgares.
— La voz de Changmin había conseguido poco a poco ser más fuerte a medida que
su diatriba continuaba — Cambié de opinión, estamos enojados. Dolidos,
enojados y preocupados.
Junsu miró a Changmin como si le hubiera
crecido un tercer ojo, mientras que Jae estaba buscando un hueco para meterse
en él.
— Lo siento, Changmin. No sé qué más decir,
pero de verdad lo siento. Sólo me he sentido tan, mierda, no lo sé. Frustrado,
temeroso, solo…
—
¿Solo? — interrumpió
Junsu, obviamente herido.
— No porque ustedes no han estado allí — se apresuró a añadir Jae — No
puedo describirlo. De acuerdo — Jae se detuvo y se sentó junto a sus dos mejores amigos — ustedes
quieren que hable, aquí va. Cuando Yunho se fue después de la ceremonia, sentí
como si un agujero hubiera sido cortado dentro de mí. No sé cómo describirlo
que no sea absoluta soledad. He estado tan apestosamente frustrado porque no me
deprimo jamás por un tipo. Quiero decir, hola, soy Jae. No necesito a un hombre. — Se pasó las manos por su largo cabello rubio en agitación — Pero
allí estaba yo, suspirando por un hombre lobo y no sé por qué. No entiendo por
qué simplemente se fue como si no le importara un comino. — Jae
se secó las lágrimas que ahora surcaban
su rostro — Y
maldita sea, estoy harto de llorar.
Junsu se sentó y tomó a Jae entre sus
brazos; Changmin envolvió el suyo en torno a los dos. Los tres chicos se
sentaron en silencio mientras Jae trataba de poner bajo algún tipo de control
sus emociones dispersas.
Finalmente, Changmin rompió el silencio.
— Bueno, estás perdonado. Sólo deja de ser tan
terco y habla con nosotros, ¿de acuerdo?
Jae asintió mientras se limpiaba la
última de sus lágrimas.
— Hablar, lo tengo. Estoy en ello, jefe — bromeó.
— Así que, ¿vas a escupir lo que pasó hoy? Ya
sabes, contigo y… — dio
a entender Changmin.
—
¿Entre Colmillo Blanco y yo? Bueno, tengo que admitir que cuando vi a
Yunho me sorprendió. Conmocionado al igual que en: “¿qué diablos quieres decir
con una mujer sentada en un inodoro tanto tiempo que se siente ligada a él?”.
— Oh, rayos. Me había olvidado de eso. Eso fue
malvado. — Junsu se encogió.
— Oye. Lucy, Ethel, enfóquense — espetó Changmin.
— Oh, está bien. — Jae negó — Así
que me sorprendió, porque él era el último lobo que esperaba ver. Para colmo,
fue muy dulce. Lo que sólo me molestó más… — Jae se fue callando, recordando cómo Yunho había
ido momentáneamente a otro lugar mientras miraba a sus ojos.
—
¿Qué? — preguntó
Changmin.
— Probablemente no sea nada, pero hubo un
momento cuando él me miraba que en cierto modo se desvaneció a otra parte. Tuve
que decir su nombre varias veces antes de que saliera del trance. Entonces lo
sentí empujar de regreso, si eso tiene sentido. Quiero decir emocionalmente.
Fue como si pusiera un muro entre nosotros.
— Hmm, suena como que es hora de que
investigue — dijo Junsu.
— Oh, por todos los santos. Sabemos que tus
habilidades detectivescas son legendarias. — Jae puso los ojos en blanco.
— Oye, sólo estoy perfeccionando mis
habilidades — dijo
Junsu indignado.
— Lo que tú digas, Sherlock — bromeó Jae.
— Muy bien, entonces escupe el resto. ¿Qué más
te dijo? — preguntó Changmin
con impaciencia.
Jae procedió a decirles, ante su
insistencia, palabra por palabra lo que se dijo entre él y Yunho. Y fiel a su
estilo, Junsu y Changmin pasaron el resto de la noche diseccionando la conversación. Jae juró que lo habían llevado a una forma de
arte.
Continuara \\(^_^)//...
Niñ@s un comentario no
les cuesta nada….
Gracias…
Se q sonare mala...pero esperaba más...ese maldito cujo ha desilusionado..como pudo irse x tanto tiempo q hasta su cumple se perdió....aish...tendrá q enamorarme también a mi en los siguientes capítulos para poder perdonarlo....
ResponderEliminarque le pasa a Yunho con Jae por que le huye tanto si el también se siente atraído por Jae que se valla a estar mas cerca de el y lo haga feliz por que se aleja y regresa mintiendo y diciendo que lo cuidara por que es su trabajo y ahora que lo cuidara como a un hermano eso no es junto para Jae el quiere recibir amor por parte de Yunho no cuidados de hermano
ResponderEliminarGracias
Que sera lo que habra pasado para que Yunho se porte asi ya que el siempre fue posesivo con Jaejoong cuidandolo ahora lo que hace es desaparecer de su lado ya se perdio el cumple de Jae y aparece decepcionandolo mas diciendole que es su deber como beta y hermano cuidarlo y eso fue lo que le dolio mas espero que Junsu y Chanming puedan descubrir lo que paso gracias Poleth por el capitulo esperare el siguiente
ResponderEliminarEs en serio yunho, pides que se quede pero quieres aljarte de jar y al mismo tiempo estar ahí Controlándolo, genial, por lo que leí tienes muchos fantasmas del pasado, pero no te das cuenta que la estas .... Con jae, él ya esta mas que enamorado de ti, él esta sufriendo por tu lejania, por no tener las marcas de que digan que es tu compañero, pero yu solo huyes y lo Lástimas, ahhhhhh. Espero que mas adelante jae te haga sufrir para que por fin entiendas, bueno esperaré con ansias él próximo capitulo, por fin no tardes mucho en subirlo por que es una verdadera angustia esperar RL próximo capítulo, ta sabes uno que quiere saber que pasara jejejje
ResponderEliminarYunhooo con Un demooonioooo😢😢 que te cuesta decir un "Jae no te vayas... no puedo permitir que te alejes"?quien ers el chico que vió en los ojos de Jae??? NO PUEDED PRETENDER QUE JAE PERMITA QUE CINTROLES SU VIDA Y TU TE EMPEÑAS EN MANTENER DISTANCIAS... Pobre Jae. Su kokorito es de papel cebolla....😢😢😢 Wooo Junsu es todo un lobo de manada😉 fue genial su entrada con el Alfa😉. Mil gracias por esta actu.
ResponderEliminarYunhooooo tanto le cuesta decirle a Jae que no se vaya y se quede con el,pobre Jae ya esta al limite de sus emociones, quien sera la persona que no pudo proteger Yunho?????
ResponderEliminarAlgo le paso a Yunho en el pasado que lo frena a estar con Jae, pues cuando lo ve se imagina a alguien sufriendo y muriendo, pero que será ese mal que lo traumó.
ResponderEliminarGracias!!!